~Pt.2~
Pov Narrador
Despertaste con un horrible dolor de cabeza, he hiciste la misma promesa de borracho de nunca volver a ingerir una gota de alcohol...O de ponerte hasta tu puta madre.
-Ay.-te removiste en la cama.-
Te dolían los ojos por la luz, las sábanas olían raras, no es que oliera mal, pero ese olor no lo conocías. Rápidamente abriste los ojos, encontrándome con un lugar que ni conocías, el cuarto estaba pintado de tonalidades obscuras.
-Mierda (T/N), ¿qué cagada hiciste?.-preguntaste preocupada.-
Te levantaste, viste que tenias la misma ropa que ayer, pero igual no te fiaste, buscaste tu celular, una vez lo encontraste, viste que solo tenias un 4%, maldijo a todos por eso, después eso paso a segundo plano al tener una nueva preocupación, ser marcada.
Bien tenias tu ropa puesta, pero eso no era suficiente, comenzaste a buscar alguna marca por tu cuerpo, pero no había nada, suspiraste aliviada.
Escuchaste ruidos en la planta baja así que con todo el sigilo del mundo te asomarte por la puerta, había uno que otra pintura pero nada que te diera un indicio de quien podría haber sido la persona que te ayudo, si podías decirlo así.
Recorriste el pasillo hasta las escaleras de madera, la casa era muy elegante, aunque un poco tétrica al ser tener colores opacos y obscuros.
Una vez abajo, te dirigirte a lo que parecía ser la cocina. Viste a una persona de espaldas cocinando.
-¿Ya despertaste?.-pregunto la persona sin voltear, lo que te saco un susto.-
-A-ah si, si, lamento las molestias.-hablaste parándose en la entrada de la cocina.-
El rubio volteo, rápidamente te arrepentirte de ser tu en la vida.
¿¡Cómo carajos terminaste pasando la noche en casa de tu titular?!, ptm (T/N), está no la libras.
Ya te veías siendo despedida del hospital, y eso que ni trabajabas ahí, o bien podrías huir a otro país, o dejar el trabajo y vivir debajo de un puente pidiendo limosna.
-Toma.-el rubio te dio una pastilla y un vaso de agua, junto al desayuno.-
Rápidamente te sentaste, seria mejor hacer caso y no hacer el asunto más incomodo...Pero realmente tenias curiosidad.
-Disculpe doctor.-comenzaste a hablar.-
-Llámame Dee fuera de horas laborales.-hablo el hombre, asumiendo que tendrían más encuentros fuera del hospital.-
-Ah, si...Dee.-hablaste.-¿Podría decirme que sucedió anoche?.-preguntaste mientras comías.-
-Consumiste demasiado alcohol, al final quedaste inconsciente, tu amiga me preguntó, o más bien exigió que te llevara a casa sin saber tu dirección, cuánto intente preguntarte, te quédate dormida, así que te traje a mi casa.-hablo sin importancia.- Descuida, solo te deje en la habitación de invitados, no hay más.-
-Oh, gracias.-susurrante.-
-Deberías tener más cuidado, y ser menos irresponsable.-atacó el hombre.-
-Si, lo tomaré en cuenta Dee.-rascaste tu nuca nerviosa.-Lamento si cause algún problema.-murmuraste avergonzada.-
-No importa, igual vivo solo.-hablo el rubio.-
Te sorprendiste, eso quería decir que no tenia pareja, te parecía raro, ya que feo no era. Mejor no entrometerse.
Una vez el desayuno servido diste las gracias, el silencio era incómodo, pero aún más incómodo sentir que en cualquier momento tus pechos chorreantes dejaran escapar esas pequeñas perlitas de leche acumuladas.
Y que todo a tu alrededor tuviera las feromonas dominantes de tu titular. Eso te tenía más mareada que el mismo efecto del alcohol que todavía no desaparecía del todo de tu sistema.
Te maldecía por ser tan torpe.
-N-Necesito usar si baño, por favor.-tu voz sonó tan temblorosa.-
El rubio solo lo asocio a que te dio vergüenza y te aguantaste las ganas.
Mejor no darle muchas vueltas.
-Al final del pasillo.-fue lo único que dijo el rubio, para seguir con su desayuno.-
Murmurando un nuevo gracias, huiste hacia el baño.
Dee sintió un leve olor dulce, olfateo unos segundos, sintiendo su cuerpo alborotándose, exigiéndole que encontrará de donde provenía el dulce ahora.
Sus hormonas comenzaron a recorrer su cuerpo, como si tuviera 15 años nuevamente, la sangre bombeaba hasta su pene, causando así una erección.
-Mierda.-murmuro sintiéndose acalorado.-
No podría ser su celo, este no iba a llegar hasta dentro de una semanas.
Negó con la cabeza, no era momento. Tenía a su interna en su casa, no era momento de ponerse cachondo.
Pasaron algunos minutos más, donde no se escuchaba ningún sonido, ¿Y si tuvo algún accidente?, después de todo, los accidentes en baños eran mucho más recurrentes de lo que se pensaban.
No iba a ser nada grato tener que explicar el porque había un omega muerto en su baño a causa de un accidente. Sip, más vale prevenir que lamentar.
Se paro de su asiento, acomodando su erección lo mejor posible, y fue hacia el baño de la planta baja. Toco la puerta, esperando una respuesta o algún sonido.
-¿(T/N)?.-pregunto tocando la puerta.-¿Te encuentras bien?.-pregunto nuevamente.-
-¡A-Ah si!.-gimoteo detrás de la puerta.-Estoy bien.-escucho un quejido.-
-...¿Segura?.-pregunto no muy convencido.-Si hay algún problema no dudes en decírmelo.-hablo serio.-
-Yo-¡Ah!.-escucho un pequeño grito dentro, alargando al rubio.-Mierda.-escucho un suave sollozo.-
-(T/N), abra la puerta.-hablo el rubio serio, intentando forzar la entrada.-
-¡No!.-lloriqueo la chica.-
-(T/N), como su titular estoy a cargo de mantenerla a salvo, abra la puerta ahora mismo.-exigió el rubio.-
No se escucho nada más...Iba a forzar la entrada hasta que esta se abre lentamente.
-Yo...Lo lamento, intenté de todo, pero simplemente no deja de escurrir.-lloriqueo el pequeño omega, avergonzándose de la situación en la que se encontraba.-
Dee miro el cuerpo de la chica, encontrándose dos grandes manchas en la blusa de la chica.
-Mis hormonas me hacen lactar, pero esta siendo demasiado en estos momentos.-lloriqueo.-
Oh...Con qué de ahí viene el dulce aroma.
-Intente vaciarlas, pero no esta parando.-hablo más tranquila.-
Después de todo, su titular era una persona con experiencia y autocontrol...¿No?
Sintió como el rubio se abalanzó sobre ella. Soltó un chillido.
El rubio está lo suficientemente cerca.
-¿D-Dee?.-pregunto.-
Este olfateaba cerca, queriendo asegurarse de que el mismo olor dulce que olfateo antes provenía de ella, y fue así.
Gruño al ver el lavabo, donde aun escurrían un poco de gotas.
-¿Por qué...?.-gruño el rubio.-
-¿Por qué que?.-pregunto confundida, las feromonas del alpha la estaban volviendo loca, el hombre con sus dedos toco los pezones de la chica, haciendo que se alzara mas esta parte, buscando mayor placer.-N-Normalmente la llevo al área de pediatría y-y.-se trababa contantemente, aferrándose a su superior, en busca de mas contacto.-
-Pero, ahora estas aquí.-termino el alpha por ella.-
Su boca se hacia agua con tan solo pensar el aferrarse a ella como cachorro, nunca se habia sentido tan ansioso en su vida, tan sediento.
Aparto su mano, un poco húmeda, llevándola a su boca, solo una pequeña lamida se necesito para acabar con su cordura.
Ese omega era suyo.
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Holiis, volví con más...Para desgracia de ustedes.
Sigo obsesionada con este hombre <3.