Solo Contigo | Portgas D Ace

By NINA_kyushan

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Ace se le encomienda la misión de cuidar de una chica que, según su jefe, es más de lo que parece. Lentamente... More

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 22
Capitulo 23
Aviso Muy Importante

Capitulo 21

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By NINA_kyushan

Ace caminaba tranquilo por los pasillos de la base en dirección a la habitación de la peli-castaña, en una mano llevaba una bolsa con hielo que consiguió de Thatch y en la otra tenía sujeta la mano de su novia.

–¿De que hablaron tú y Marco? — preguntó sin mirarla, no había especial emoción en su voz.

–De ti.

–¿De mi? — esta vez se veía interesado.

–De lo imprudente que eres. — la expresión expectación de Ace desapareció con esa afirmación terminando en un bufido.

Cassie soltó una pequeña risita ante la reacción infantil de su novio y acortando su distancia con él se enganchó al brazo del pecoso.
Él simplemente desvió la mirada, sin embrago, Cass pudo notar el rojo en la punta de sus orejas.

Finalmente llegaron al cuarto de la peli-castaña que estaba casi igual de cómo se lo entregaron.

–No has remodelado para nada — dijo inspeccionando el cuarto.

Estaba completamente limpio y tenía la misma estructura que el suyo, pero este era austero y sin color.

–Deberíamos salir de compras y pintar este lugar.

–¿Es necesario? — preguntó Cass que se encontraba sentada en la orilla de su cama.

–Completamente — le sonrió acercándose a ella. — acuéstate — le pidió y ella así lo hizo — ¿Qué color te gusta? — preguntó mientras le ponía la bolsa con hielo sobre los ojos.

–No lo sé, nunca había pensado en eso — dijo sintiendo escalofríos por el hielo en sus ojos.

–¿Enserio? Entonces que música te gusta.

–No sé mucho de música. — Cassie se preguntaba que tenía que ver el color de la habitación con la música.

–Pero si cantas bastante bien — dijo sorprendido.

–S-solo sé una canción — las preguntas la estaban poniendo nerviosa.

–Supongo tendremos que empezar a descubrirlo — le besó la mejilla con ternura.

El tacto cálido de los labios de Ace y el frío del hielo la hizo sentir escalofríos que le erizó la piel por el contraste de temperatura.

–Ah... — soltó un pequeño quejido.

–Pff, pervertida.

–¡No es eso! — él soltó un pequeña carcajada que hizo sonrojar a Cass. — Demonios, ¿Por qué tiene que ser tan atractivo? — sentía su corazón latir fuertemente.

Cuando sintió la cama hundirse a su lado supo que el pelinegro se había acostado a su lado.

Huele a ella...

La miraba atento, preguntándose que le estaría ocultando y empezando a jugar con el cabello de Cass, tomando pequeños mechones sintiendo su suavidad. No hubieron mas palabras después de eso, un cómodo silencio reinó en la habitación.
Cassie sintió la pausada respiración de Ace, indicación de que se encontraba profundamente dormido, por lo que ella se levantó con cuidado en dirección al baño y vacío los hielos en el lavabo.

–Mierda... Los efectos se están presentando — miraba sus manos tiritar ligeramente.

Respiró hondo y cerró los ojos concentrándose, los temblores pararon a los segundos. Botó el aire de sus pulmones suavemente y se miró en el espejo.
Tenía unas sutiles ojeras y se veía cansada, sonrió con resignación al reflejo del espejo antes de volver al lado de su amado.

Se acostó y se abrazó a él, sintiendo como el calor de su cuerpo entraba en contacto con su fría piel. Él entre dormido correspondió al abrazo de su novia atrayéndola más a su cuerpo, apegándola a él.
Cassie con el corazón hundido en la angustia y el miedo, el abrazo de Ace la consolaba en silencio dándole las fuerzas necesarias para seguir.

Solo un poco más... Solo dame un poco más de tiempo... — imploraba, a él, a si misma, al tiempo.

No tardó mucho más en quedarse dormida también.

El primero en despertar fue Ace, encontrándose con la habitación a oscuras y abrazado a la peli-castaña.
Volteó su mirada hacia la ventana y notó que ya era de noche, no supo qué hora era exactamente pero por el dolor de cabeza que tenía entendió que había dormido bastante.
Sin despertarla intentó moverse pero en el proceso notó algo de humedad en el rostro de Cassie, con curiosidad acercó su mano para inspeccionarla y supo que eran lágrimas.

–¡Oi Cass, despierta! ¿Estas bien? — la chica abrió sus ojos llorosos.

–¿Ace...? —lo llamó entre dormida.

–Preciosa, ¿Estas bien? — ver a Cassie llorar lo alteraba y nunca sabía que hacer.

Ella lo abrazó del cuello.

–Bésame. — le pidió con aún con los rastros de una fuerte pesadilla incrustados en su mente.

El pecoso no lo pensó mucho y la besó con cariño, lento y suave. Buscando calmarla sentía lo salado de sus labios, eso le hacia preguntar cuanto tiempo estuvo llorando entre sueños. Se separaron por falta de aire produciéndose un silencio.

–Me lo prometiste y yo cumplí con mi parte — dijo juntando sus frentes — necesito que me digas que está pasando.  

Ace era serio, había esperado a que ella aprendiera a hablar el idioma, e incluso fue lo suficientemente paciente como para esperar que ella misma diera el primer paso, pero ya era suficiente, la situación lo estaba superando y por lo que veía Cass no estaba en mejores condiciones tampoco.

Cassie se reincorporó sentándose en la cama, bajó su mirada pensativamente, el momento había llegado más rápido de lo que había deseado, tenía miedo pero era hora de enfrentarlo.

–Si, ya es momento — admitió y Ace la imitó sentándose frente a ella — no se como te tomaras esto así que antes de decirte algo yo... — las mejillas de la chica se sonrojaron un poco — No se como se vaya a reaccionar, así que quiero aprovechar de tener sexo por si no lo hacemos en un tiempo... — inspeccionó a Ace un la mirada un momento antes de decidirse hablar — Humm, quiero que tengamos sexo. — dijo con toda la seriedad y valentía que pudo reunir. 

La cara de Ace fue una fiesta de colores, parecía que se le iba a prender en fuego en la cabeza por lo rojo que estaba, eso realmente lo pilló desprevenido.

–¡¿QUE?! Tú... — iba a decir algo pero prefirió callar al ver el rostro serio y levemente sonrojado de su novia. Fue ahí donde se dió cuenta que ella no estaba bromeando.

Desvió su mirada con un rostro un poco menos rojo que hace unos instantes, se sobó la nuca con frustración meditando la propuesta de su novia, no es que le disgustara, de hecho todo lo contario, era increíblemente tentadora, la miró por un momento intentando evaluar sus intenciones, no parecía ser algún tipo de una treta para evitar hablar sobre el tema que tenían pendiente. Soltó un suspiro pesado que llamó la atención de la peli-castaña.

–Bien. — aceptó y tomándola del mentón la besó introduciendo su lengua y jugando con la de ella. — Cuando termine con esto escucharé cada palabra que tengas para decirme — le dijo mirándola fijamente acariciando con su pulgar los labios que acaba de besar — y mas te vale no pensar en escapar porque no te dejaré ir — se acostó sobre ella con cuidado de no aplastarla.

Le empezó a repartir húmedos besos en el cuellos y bajó marcando un recorrido hasta los pechos de su novia, donde la ropa empezó a estorbar.

–Espero no te moleste pero no me queda paciencia — dijo antes de literalmente arrancar y quemar la ropa de la perte superior de su amante.

Atacó de lleno sus senos, apretándolos y chupandolos.

–Espera Ace, no tan rudo — gimió Cass enredando sus dedos entre los cabellos negros de su novio.

El chico en cuestión no prestó atención y empezó a morder dejando varias marcas rojas en los senos, teniendo cuidado de no tocar la zona tatuada.

A Cass le dolía pero no podía negar que también le gustaba.

Ace no se hizo esperar y destrozó el resto de ropa dejándola completamente desnuda y con algunas marcas por los jalones de la ropa.
La miró con superioridad, sentía el ardiente deseo de penetrarla quemarle le piel.
Se relamió los labio y se hundió en su intimidad, saboreando los jugos que humedecían la zona. Lamiendo y masturbandola con su lengua Cassie no podía evitar agitarse del placer a lo que Ace la sujetaba con fuerza de la cadera evitando que se mueva libremente.

Cass sentía la electricidad recorrer sus piernas y columna vertebral aturdiendo  su cabeza, Ace lo estaba haciendo mejor que de costumbre.

–Ahhh... A-Ace, y-yo... — en un movimiento involuntario apretó la cabeza de Ace con sus muslos abrazándolo con sus piernas.

El primer orgasmo. El primero de varios que el pecoso planeaba darle a Cassie esa noche.

–Que mala — le dijo con una sonrisa coqueta y una perversa idea asomó por su mente — Las niñas malas deben ser castigadas — dijo volteandola.

–¿Ace? — preguntó confundida Cassie.

–No hables y eleva tu trasero — le ordenó.

Cassie no lo entendía mucho pero lo hizo, poniéndose de rodillas con la parte superior del cuerpo acostada sobre la cama.
La posición le era extremadamente vergonzosa y lo fue más cuando el pecoso le cubrió los ojos con lo que parecía ser un pedazo de tela quemada, algo que anteriormente fue parte de su ropa.
Lo sintió bajar de la cama y escuchó el "click" de las luces encenderse, eso la puso tensa.

–¿Ace? — lo llamó nerviosamente.

–No te muevas — le dijo desde algún lugar de la habitación.

Se sentía expuesta. Ella perfectamente podría determinar donde se encontraba Ace, si ponía un poco atención, pero decidió dejarse caer en la ignorancia.
Tragó grueso esperando alguna señal del pelinegro, sentía su mirada sobre ella haciéndola humedecer otra vez.

Soltó un chillido de sorpresa cuando sintió dos dedos tocar su intimidad para luego recorrerla y masturbarla acariciando su clitoris y después pasar a penetrar su interior. Sus gemidos sonaban por la habitación y no tardó mucho en mover sus caderas en busca de más placer.

–¿Quieres más? — la gruesa voz de su novio le hizo erizar la piel.

–S-si... Quiero más— admitió con el rojo adornandole las orejas.

–Realmente no tienes vergüenza ¿Verdad? — dijo parando y sacando sus dedos de su interior. — como cuando me pediste hacer esto — La voz de Ace ahora se escuchaba lejana, en lo que ella se exaltó.

–N-no Ace, esto es-

–No te muevas — volvió a ordenar — y no hables — se escuchó el sonido de su hebilla, posiblemente desabrochandola — tus escusas las escucharemos después. — dijo y Cassie sintió el golpe de una fuerte nalgada.

–¡Ah! — gritó de sorpresa.

–Eres ruidosa — lo sintió subir a la cama detras de ella. — Mantente callada — dijo entre dientes amorzadandola con lo que imaginó, era el collar que él siempre portaba.

Sintió la fuerza de una segunda nalgada haciéndola chillar de un extraño placer nunca antes sentido.

–Pareces disfrutarlo — dijo mirando como sus líquidos desbordaban resbalar entre sus piernas.

Agitó su cabeza como negación.

–¿No? Mientes — afirmó abriendo su vagina — aquí lo veo claramente — sopló aire frío sacándole un gemido. — Eres una pervertida — dijo dándole una tercera nalgada que la hizo gemir.

Verla así realmente lo ponía duro, por lo que se bajó un poco el pantalón sacando su miembro y lo pasó por la entrada mojada de su amante.

–¿Lo quieres? — dijo restregandose contra el clitoris.

Gimió en respuesta.

–Responde. — le ordenó llendo más rápido.

–¡Si! ¡Lo quiero! — se le logró entender.

–Quiero ver cómo te tocas — detuvo el roce tomando un poco de distancia, cortando contacto.

–Ace — Se movía inquieta — lo deseo — dijo suplicante.

Él sonrió satisfecho.

–Haz lo que te digo.

Cassie con la vergüenza y la excitación golpeando la puerta de su racionalidad, sin abandonar la posición empezó a tocarse.
Introdujo dos dedos y los empezó a mover lento de adentro hacia afuera, experimentando diferentes ritmos, era la primera vez que se tocaba y no le estaba desagradando, soltó un fuerte jadeo cuando empezó a estimular su clitoris.

Ace se empezó a masturbar viéndola, tomó su miembro estimulandolo con un movimiento mecánico pero suave de su mano, no quería correrse pero la vista era estimulante.

–Eres como una perra en celo ¿Sabías? — dijo sin quitarle los ojos de encima, cada movimiento de placer le hacía temblar el trasero levemente, alzandolo un poco más permitiéndole ver su intimidad en todo su esplendor.

Cassie le excitaba la situación, saber que Ace la estaba viendo, escucharlo darse placer solo aumentaba su deseo por él.
Pasó del clitoris a su entrada explorando su cuerpo, suaves gemidos y jadeos incitaban a Ace.

–Bueno es suficiente — se rindió quitando las manos de Cassie para introducirse de una estocada arrancándole un grito de placer.

Las penetraciones eran bruscas y fuertes, sin una pizca de compasión llegando hasta el final de su interior, Cassie se estaba perdiendo en el placer moviendo sus caderas junto con las de él, en un choque doloroso.

–Eres muy ruidosa — le gruñó dándole una nalgada que la hizo gritar más alto. — ¡argh! ¡Mmgh! — apretó los dientes, él tampoco se sentía en las mejores condiciones — Tan caliente y tan resbaloso — pensó sin perder el ritmo, la sintió venir estrechando su interior, pero él resistió manteniendo el ritmo para salir con brusquedad eyaculando sobre las nalgas de su novia.

Ella se dejó caer cansada.

–Esto aún no ha terminado preciosa — dijo entre jadeos insatisfecho.

Jalándola del brazo la puso de rodillas sobre él.

Gimió al sentir en su entrada el duro y firme miembro.
No lo pensó mucho y bajó su cuerpo autoprenetrandose, ella también lo deseaba, empezó a mover sus caderas dando sentones haciendo rebotar sus nalgas.

–Argh... — le sacó un par de gemidos al pelinegro, él estaba sensible. — Mierda Cass — Tiro su cabeza hacia atrás sintiendo el placer consumirlo.

Ella saltando sobre él, haciendo rebotar sus nalgas y pechos furiosamente, mientras de mantenía con los ojos vendados y la boca amordazada, una mordaza que le hacía salivar en exceso...
Verla perder el control por el placer, que él mismo le proporcionaba era de las cosas que más disfrutaba. Esparció la saliva que caía por su cuello hacia sus pechos humedeciendolos. La vista era realmente erótica.

–Eres deliciosa — la empujó poniéndose sobre ella, tomó el cinturón que había dejado sobre la cama — lo siento pero no te dejaré tener el control preciosa — dijo amarrandole las manos con el cinturón inmovilizandola. — mereces un castigo — proclamó entrando en ella nuevamente y penetrándola, cuando la sintió llegar al orgasmo salió de su interior.

–¡Arhg! — soltó un gruñido a modo de protesta.

–Eres una mimada — dijo besando su cuello — siempre lo quieres a tu manera — bajó sus besos húmedos hasta los senos de su novia con los cuales empezó a jugar — siempre quieres que te penetre duro hasta hacerte venir — mordiendo y chupando sus pezones — satisfacer todos tus deseos sexuales — apretó uno de sus pechos sacándole un gemido — y luego hacer como si nada pasara, mientras me tienes como un idiota detrás de ti — mordió dejando otra marca — está vez no será así cariño... — se apartó volteandola poniéndola en cuatro.

Se relamió los labios y con los ojos de una bestia apunto de servirse de su presa le dió otra fuerte nalgada apretándola al final.

–¡Aamgh!

–Tomaré todo de ti — dijo penetrandola nuevamente, lubricandose de ese líquido que tan exquisito se le hacía. — No te han dado por aquí aún ¿Verdad? — dijo estimulandole el ano mientras la follaba.

Cassie sudó frío al entender las intenciones de su novio.

–¡No! ¡Arghm! — se calló al sentir una fuerte nalgada.

–Eres tan ruidosa — las penetraciones eran duras — tranquila, seré gentil — prometió mientras seguía masturbandola en aquella zona hasta lograr dilatarla.

Negaba con su cabeza entra gemidos.

–Dices que no, pero tu culo dice otra cosa — sacó su miembro del coño de Cass — Si te mueves te haré desear no haberlo hecho. — le amenazó fríamente, pero contrario a intimidarla, la excitó. — se introdujo suave y lento por aquel camino no incursionado. — E-estas demasiado apretada aquí — dijo entre jadeos — relajate un poco. — los gemidos de Cass no se hicieron esperar, entre más profundo iba más extraño se sentía.

–¡Urgm! ¡Ah! — se sentía ahogar, estaba sudando a mares, la sensación era demasiado extraña e intensa. — Es demasiado grande... Está doliendo...

Ace siguió con su cometido hasta entrar por completo.

–Maldita sea, es muy estrecho ungh — era un placer completamente diferente.

Cassie sentía su respiración pesada y caliente, su mente estaba hecha un caos y solo podía pensar en lo enorme y duro que se sentía el miembro de Ace en ese momento.

–Mierda, esto se siente demasiado bien — dijo entre jadeos cuando se empezó a mover lentamente. — Ah...mmm... — gimió ante las nuevas sensaciones junto a Cassie.

Es raro, se siente raro, pero bien — Unas pequeñas lágrimas de placer brotaban desde sus ojos. — es muy grande.

El escucharla gemir solo lo excitaba mas, haciendolo aumentar el ritmo.

–Cass — gimió — se siente muy bien aamgh — era la primera vez que gemía tanto ante el placer, por lo general soltaba uno que otro gruñido reprimiendo su voz, pero esta vez no puede evitarlo.

El sudor cubría sus cuerpos y a medida que avanzaban las penetraciones el ano de la chica empezaba a dilatarse más y más, envolviendola en un extraño placer nunca antes experimentando.

–Maldita sea Cass — dijo aumentando el ritmo, ambos borrachos de placer. El coño chorreaba empapando sus piernas y aún más la cama.

Finalmente el climax los alcanzó y Ace no se molestó en salir, eyaculando dentro.

Entre jadeos salió del interior de ella y le quitó la venda de los ojos para luego desatarla.

–Eso fue intenso... — exhaló.

Cassie con la vista desenfocada y totalmente en otro mundo se quitó el collar que tenía como mordaza y lo besó con deseo.

–Mas, Ace quiero más — estaba completamente ida y Ace obviamente se iba aprovechar de eso.

–Esta noche aprenderás sobre la resistencia de un maldito mafioso — dijo mordiendole el labio sacándole un poco de sangre — no te tendré piedad preciosa.
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Holaaaaaa a todos
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Sin mucho que decir les doy gracias a aquellos que leen, comentan y votan.
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Un especial agradecimiento a
daianacenteno19
Que votó por esta historia (⁠人⁠*⁠´⁠∀⁠`⁠)⁠。⁠*゚⁠+

Espero que les siga gustando y que estén disfrutando de la lectura.

¡Nos vemos el próximo domingo!
(⁠≧⁠▽⁠≦⁠)

Quizás...

Bye~ ⁠\⁠(⁠・⁠◡⁠・⁠)⁠/

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