Catrina.
— Nos vamos — Ordeno a la joven que está en el sofá mientras me levanto de un salto.
— ¿A dónde? — Se coloca de pie siguiéndome — ¿Viajaremos? No he alistado mi maleta.
— No tienes maleta — Digo subiendo las escaleras.
— ¿Me comprarás una?
No respondo mientras avanzo hasta mi habitación a colocarme alguna ropa decente.
Agarro las llaves de mi carro mientras bajamos las tres hasta la planta principal.
— Llévatela — Ordenó cuando veo a Ian.
— ¿Por qué yo? ¿A dónde? ¿Sola? — Pregunta mirándome asustada.
— No te hará daño, en unos minutos voy contigo — Respondo saliendo del edificio hasta donde está mi carro aparcado. Abro la puerta de copiloto a Hydra quien no duda en subir y luego me coloco detrás del volante.
Cuando voy llegando al lugar, coloco una bandana al rededor de mi boca y subo la capucha de mi sudadera, escondo el coche entre unos matorrales para luego bajar de él.
— Escóndete y cuídalo — Le ordeno a Hydra señalando al carro, ella solo da un gruñido y se adentra a los matorrales.
Salto fácilmente un muro que rodea el cementerio. No sabré cuando volveré y no me iba a ir sin despedirme. Llego a sus tumbas y coloco mi mano sobre cada una de ellas despidiéndome en silencio.
Después de unos minutos salgo del cementerio para dirigirme hacia mi coche, no veo por ningún lado a Hydra así que seguramente me esté acechando en modo de juego. Escucho una rama a la derecha y rápidamente me muevo de lugar dejando a Hydra que ataque al aire, suelta un gruñido que me parece divertido. Nos subimos al coche con Hydra indignada para conducir hasta el aeropuerto.
— 50 Catrina y 49 Hydra — Me burlo haciendo que me gruña enfadada — Mala perdedora — Ella me mira con cara de se viene mi venganza la cual no dura mucho, ya que se acuesta en el asiento y comienza a rascarse contra él votando grandes cantidades de pelo — ¡Hydra! Sabes que no puedes hacer eso — Ella sabe cuánto me molesta que llene todo de pelos.
Para de rascarse, pero ya el daño estaba hecho.
***
Llegamos a la zona privada del aeropuerto donde nos esperan dos aviones solo para nosotros. Bella, me señala el hermoso aviso negro mate que está de primero.
— Hay está la chica, el resto viajaremos en el otro — Señala el segundo avión negro.
— Perfecto, nos vemos allá — Digo pasando por su lado, ella agarra mi antebrazo.
— ¿Estás bien? — Pregunta mirándome.
— Todo bien — me suelto de su agarre y avanzo hasta el primer avión donde escucho claramente gritos de la mocosa.
— ¡No quiero ir sin Catrina! Quiero ir con ella y Hydra — Suspiro subiendo las escaleras.
— ¿Puedes dejar de gritar tanto? Llevo un minuto escuchándote y ya me duelen los oídos. Gracias Ian — Digo, cuando estoy dentro del lujoso avión, Ian se levanta y sale del avión con un asentimiento.
— Creí que me ibas a dejar viajar sola — Dice mientras se acerca a Hydra qué gruñe para no dejarse acariciar de ella.
— Me arrepiento de no hacerlo — Digo sentándose en el sofá, delante de este hay una mesa donde yace una carpeta con la información del secuestro que no dudo en leerla.
Cuando llevamos algunas horas en el aire mi barriga me recuerda que no he cenado, le pido a la sobrecargo una pasta Carbonara la cual no tarda mucho tiempo en traerme.
— ¿Vino, agua, vodka, cerv...
— Agua — Respondo.
Hydra se encuentra al frente mío estirada en el sofá, cuando huele la pasta su cabeza se levanta y mueve su nariz en mi dirección.
— No — La miro viendo sus intenciones — ya te di tu comida del día — Ella coloca esos ojos de tigre atropellado con los cuales sabe manipularme — Tráeme dos kilos de carne — Hydra gruñe — Que sean cuatro — Digo cuando me trae el agua.
La pasta está demasiado buena así que dejo mi plato vacío en cuestión de nada, cuando la sobrecargo vuelve con cuatro kilos de carne en una bolsa, veo como abre la bolsa y la deja en el suelo, Hydra no se levanta a comer y la mira de forma amenazante. La chica al ver esto se levanta y da pasos hacia atrás temblando.
— Señori...
— Ella no come en el piso — Digo al ver que la chica está muerta del miedo — Retírate — Digo agarrando la carne y colocándola en mi plato vacío dejándola en el sofá para que comience a devorarlo, lo cual no tarda en hacer.
Me acuesto en el mueble para tratar de descansar un rato, ya que Alice está en la única habitación que hay.
Sorprendentemente duermo más de lo que esperaba, las horas que faltan me la paso leyendo cada detalle del informe.
Cuando bajamos del avión nos subimos a unas camionetas y nos llevan hasta donde eran el anterior ejército. Cuando llegamos todo está extremadamente cambiado, no hay nada parecido a lo que era antes, hay mucha seguridad y todo es más moderno y tecnológico.
— Ellos ahora mismo no están, llegan en una hora — Informa Bella que está de copiloto. Sé que ellos son los que se han encargado de las remodelaciones de aquí, ya que eran los superiores del antiguo ejército, pero con mi llegada todo va a cambiar.
Pasamos la seguridad mientras nos dirigimos a un edificio del tamaño de un rascacielos.
— Estos son los edificios de las habitaciones, tu piso es el 190 donde están las cinco suites — Dice entregándome una tarjeta, hay muchísimos trabajadores y todos me conocen, todos están vestidos con el uniforme negro — En teoría no deberíamos llegar ahora, ya que faltan alguna maquinaria y será una sorpresa para todos.
— ¿Todos los que están aquí ya pasaron las pruebas? — Pregunto.
— Si, todos ellos son sombras y saben quién eres, los únicos que no han hecho pruebas son los antiguos del ejercicio que son como unos 10, ellos estaban esperando tu llegada — Informa Bella.
Salgo del coche con Hydra a mi espalda, todos al verme me reconocen a primera vista, unos se quedan pálidos, otros en shock, algunos sonríen y no faltan los que se sonrojan. Esta es la sede principal por lo cual hay muchísimas sombras y solo he estado en la entrada de los dormitorios.
Cuando ven a Hydra los que tenían sonrisa se les borró de la cara.
Camino hacia el edificio dirigiéndome hasta el ascensor.
— Disculpe, primero tiene que pasar por recepción — Dice la chica detrás del mostrador.
Camino hasta ella y le doy mi tarjeta, ella al apartar la mirada del ordenador se queda quieta.
— Lo siento jefa, usted no tiene que registrarse — Me devuelve la tarjeta y sin decir nada me subo al ascensor.
Cuando entro me doy cuenta que una habitación es lo último que es esto, es una mansión superlujosa por dentro, busco mi cuarto y me doy una refrescante ducha. El armario tiene varios uniformes, así que me coloco uno sin olvidar mis lentes. Bajo al primer piso al escuchar ruido, por la puerta entra una enfadada Alice.
— ¿Te olvidaste de mí? — Pregunta con las manos en las caderas.
— Si — Respondo con sinceridad mientras avanzo a la cocina que está abastecida con muchos productos de todo tipo. Agarró un mango verde y lo comienzo a pelar para comerlo con sal y limón.
Alice me reclama por varios minutos por haberla abandonado y yo no le presto ninguna atención a sus reclamos, hasta en la noche es cuando recibo información de ellos.
— Ya llegaron todos — Recibo el mensaje de Bella.
— ¿Dónde están? — Escribo por el móvil.
— Enfermería. Pero cuando te digo que llegaron todos es porque llegaron TODOS — Escribió y yo fruncí el ceño.
— ¿Wes? — es lo único que escribo.
— Sí, está herido y parece que tiene un golpe muy fuerte en la cabeza.
Aunque no me guste hablar por teléfono, no dudo en llamarla.
— ¿A quién informaron que iban a por él? — Pregunto mientras mi sangre hierve del enojo.
— Por el momento no tengo esa información.
— ¿Tengo oficina? — Pregunto.
— Sí, uno de los gemelos pasa a por ti para llevarte — Respondió.
— Lo espero.
Bajo con Hydra y a las afueras del edificio se encuentra un gemelo, abro la puerta trasera para Hydra y me subo de copiloto.
— ¿La misma llave abre la oficina?.
— Afirmativo, es el piso número 30 — Dice aparcando en un alto edificio. Esto parece las calles de New York.
Voy hasta la oficina y me sorprendo al ver lo linda que es, en la luz hay un sistema para graduar la intensidad así que la pongo un poco tenue mientras me quito los lentes.
Me siento en la cómoda silla mientras Hydra se acuesta en un rincón donde hay una cómoda colcha peluda.
Escucho como el ascensor sube y mi corazón late un poco más de lo normal haciendo que frunza el ceño.
— Adelante — Digo con voz firme cuando tocan la puerta. Las voces que escuchaba se quedan en seco. Abren la puerta dando paso a cuatro hombres.
Mis ojos se conectan con cada uno de ellos y sé que me reconocieron, todos entran en silencio y Dan es el que cierra la puerta detrás de ellos.
— Rom...
— Catrina — Corrijo sacando un chicle del cajón y comiéndolo mientras me levanto de la silla. Suspiro cuando veo los ojos llorosos de Dan. Ángel, Raven y Jack están en shock, ellos están más mayores, a Ángel se le nota algunas pequeñas pintas blancas en el cabello aunque sigue estando como siempre. Se ven mayores, se ven buen…
Aclaro mi garganta haciéndolos salir del trance.
— Yo sabía, sabía que no estabas muerta, lo sabía — Dan avanza hasta abrazarme dejándome congelada, se siente tan bien, pero a la vez tan mal.
Al ver que no correspondía su abrazo se separa de mi cuerpo, ellos están llenos de tierra, sudor y algo de sangre.
— ¿Se puede saber con qué permiso iniciaron un operativo ustedes solos? — Pregunto frunciendo el ceño.
— Con el mío, estoy a cargo — Responde Ángel mirándome de arriba abajo.
— Estabas — corrijo — y para iniciar un operativo necesitas más gente, fuiste un imprudente colocando la vida de todos en riesgo — Regaño mirándolo.
— Éramos 10 — Contraataca.
— ¡Para un operativo que se necesitaban más de cien hombres, Ángel! ¡Fuiste un irresponsable! — Grito golpeando el escritorio.
— Al menos lo rescatamos y nadie salió herido — Cruza los brazos a la altura de su pecho.
— Ese no es el punto, ¿no eres consiente del peligro al que se expusieron?.
— Lo soy, pero no iba a dejar que mataran a mi hermano — Responde enfadado dando un paso hacia adelante haciendo que Hydra se levante gruñendo colocándose al frente mío en posición de ataque.
— Tú tienes un...
Respiro para no seguir alterando a Hydra agarro una botella de agua y bebo un sorbo.
— ¿Vas a decir algo al respecto? — Pregunta Jack.
— ¿Sobre qué? — Lo miro.
— ¡¿Cómo que sobre qué?! — Grita Raven.
— No me levantes la voz — lo señalo.
— ¡Te buscamos tantos años y ahora estás acá como si nada! ¡Creímos que estabas muerta, Roma! — Grita con voz ahogada.
— ¡No me llames Roma! ¡Ya te dije que soy Catrina! — Grité — Y no tengo por qué darte explicaciones de mi vida.
— Eras nuestra novia y de un momento desapareciste — Susurra Dan.
— Era, muy bien dicho, una vez terminamos no tenían por qué buscarme...
— Roma — Susurra, Jack.
— Me vuelves a llamar así y estarás despedido, para ustedes soy Catrina, su nueva jefa, y no quiero hablar más sobre el pasado, por qué no hay nada bueno en él. Pueden retirarse — Digo volviendo me a sentar en la silla.
Ellos se quedan mirándome unos segundos antes de girarse.
— Vamos — Raven hala a Dan, quien no se movía de su sitio.
— Por cierto — Digo antes de que salgan — Ustedes harán las pruebas y si no las pasan quedan fuera.
— Eso es para los novatos — Gruñe, Ángel.
— Y recuerden el contrato que firmaron ayer — El cual decía que no pueden desvelar nada de lo que se habla en la oficina de la jefa — Todos hacen las pruebas y ustedes no serán la excepción.
Lo último que escucho es un azote de puerta y a Dan haciendo un millón de preguntas.
Creí que sería peor el primer encuentro.
***
¿Qué tal este capítulo?
¿Los chicos?
Voten y comenten si quieren más capítulos.
Las amo
❤️