PIMPI SHOTS

Από Teki_Galan

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Serie de capítulos únicos inspirados en situaciones del dúo musical más querido de todos los tiempos. Cada ca... Περισσότερα

N5: DANCING LU
N5: DANCING LU
TÚ ERES MI ELECCIÓN: 1.1
TÚ ERES MI ELECCIÓN: 1.2
DE ESOS QUE LLAMAN SEÑORES... 1.1
DE ESOS QUE LLAMAN SEÑORES 1.2
UN GRAMMY AL AMOR... 1.1
UN GRAMMY AL AMOR... 1.2
UN GRAMMY AL AMOR... 1.3
UN GRAMMY AL AMOR... 1.4
TÚ, MI SINFONÍA PERFECTA 1.1
TÚ, MI SINFONÍA PERFECTA... 1.2
LLORO: EL DESENLACE DE UN AMOR 1.2
LLORO: LAMENTO A LA LIMEÑA
LLORO: JUNTOS NUEVAMENTE
DOS PASOS Y UN TE QUIERO 1.1
DOS PASOS Y UN TE QUIERO 1.2
MONTEVIDEO, ¿EN FAMILIA? 1.1
MONTEVIDEO, ¿EN Familia? 1.2
AMORES QUE MATAN 1.1
AMORES QUE MATAN 1.2
FELIZ CUMPLEAÑOS, MI AMOR
IT'S YESTERDAY ONCE MORE... 1.1
IT'S YESTERDAY ONCE MORE... 1.2
MARBELLA, EL STARLITE Y NUESTRO AMOR
MURCIA: 40 AÑOS DE MÚSICA, AMOR Y COPAS DE VINO
ÉRASE UNA VEZ... EN MONTSE Y JOE
FANTASÍA NAVIDEÑA
VIÑA DEL MAR: SIEMPRE JUNTOS Y CELOSOS
FELIZ CUMPLEAÑOS CARIÑO BONITO

LLORO: EL DESENLACE DE UN AMOR 1.1

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Από Teki_Galan

Lucía sonreía entre sueños, no se podía negar que ella estaba viviendo la mejor etapa de su vida a sus sesenta años. Profesionalmente estaban a punto de empezar la segunda parte de la gira por el cuarenta aniversario del dúo, tenían un estreno a puertas, y sus fans alrededor del mundo estaban más que entusiasmados de compartir con ellos lo que llamaban << el desenlace de la historia de amor >>.

Miles de historias y de posts en Instagram, hashtags en Twitter y visitas en su canal de YouTube eran la prueba de que todos estaban viviendo con la misma emoción que ellos este nuevo logro en su carrera. Se sentía realmente satisfecha de todo lo que hasta ese momento había alcanzado junto a él, siempre junto a él. 

Se removió un poco al sentir algo muy parecido a una corriente que la recorría justo ahí, en la mitad de su espalda desnuda. Era una sensación de electricidad que la sacudía.

<< Delicioso >>   -caviló.

De sus labios salió un suspiro y él no pudo reprimir una traviesa risilla. Amaba verla así, tan relajada, tan hermosa y con esa sensación de plenitud que creía nunca antes haberla visto en ella y fue precisamente eso lo que hizo que su libido se encendiera otra vez. Nunca se cansaba de tenerla, nunca era suficiente.

Levantó un poco su cuerpo y decidió empezar a regar besos tibios y húmedos sobre su delicada piel, alternando entre sensuales lamidas y suaves mordiscos. 

Lucía se removió un poco, más no despertó.

Apartó la sábana para poder gozar en su totalidad de la estupenda vista que ella le brindaba, era hermosa y, lo mejor, totalmente suya. Sus grandes y firmes manos también se sumaron al recorrido, delineaba sus formas y curvas que tan bien conocía como queriendo memorizarlas.

-Lu, cariño-, susurró sobre su oído cuando trazó la ruta ascendente hacia su cuello. -Despierta...

Ella murmuró cosas inentendibles y contrario a lo que él pensó se abrazó más a su almohada dejando ahora al alcance de su mano su pezón derecho que ya comenzaba a evidenciar el grado de excitación que la estaba azotando.

Joaquín no dudó en aprovechar la oportunidad y tomarlo con sus dedos, presionándolo y retorciéndolo ligeramente haciéndola gemir en respuesta.

-Mmmm... Joa-, jadeó. -No...

-Anda cariño, es hora. Tienes que despertar.

-No me dejaste dormir mucho anoche-, se quejó adormilada.

-Que yo recuerde no escuché quejas, al contrario, me pediste más.

Rio al escuchar lo que decía, todo era verdad, ella lo sabía y por ello no pudo evitar sonrojarse. El sol ya se filtraba a través de las cortinas de la habitación alumbrando directamente el rostro de la rubia, misma que se volteó y enterró su rostro en el amplio pecho masculino, aferrándose más a él.

Joaquín sacudió la cabeza divertido al notar lo que ella hacía y correspondió a su contacto aferrándola más a su cuerpo causando que ella suspirara de nuevo. Era esos momentos los que más atesoraba en su mente y corazón. Deseaba tenerla así, entre sus brazos para toda la vida. Él quería que ella fuera feliz, brindarle esa paz y esa protección que ella tanto anhelaba. 

Al ver sus finas facciones, su nariz pequeña y perfecta, sus mejillas sonrosadas y sus labios, esos labios tan apetitosos que tanto había besado y que deseaba besar el resto de su vida no pudo contener más su deseo y fue regando besos en el rostro de su amada.

- Buenos días señor Galán-, saludó todavía adormilada arrebujándose más hacia él. Pasando su pierna izquierda por sobre la cadera masculina.

- Muy buenos-, respondió en un jadeo.

Aferrándola de sus caderas y frotándola contra su henchida masculinidad y es que a medida que la acariciaba su miembro se iba despertando cada vez más, ella era su mejor afrodisíaco. No tenía ninguna duda.

Lucía sentía un calor interno recorrerla íntegra, ella también lo amaba y, no solo eso, también lo deseaba. Dirigió su mano izquierda y la colocó sobre su mejilla gestando suaves caricias que poco a poco extendió hasta su cuello y hombro. Un ronco gemido se escapó de la boca de Joaquín al sentir como ella balanceaba suavemente su cadera, rozándose con su virilidad.

Profundizó el beso un poco más aprovechando lo entregada que estaba a ese contacto. La acomodó mejor sobre la cama y posó parcialmente su cuerpo sobre ella. Logrando más fricción entre sus pieles.

La escena era realmente erótica, Lucía de espaldas sobre la cama gracias a la presión del cuerpo de Joaquín. Jadeaba mientras él se dedicó a recorrer y acariciar todo la anatomía de su mujer con manos y labios habilidosos, redescubriendo la belleza íntima de ella, esa que le pertenecía a él únicamente.

Él comenzó a dejar un reguero de besos en el cuello y ella se arqueó para darle mejor acceso mientras lo abrazaba con necesidad, enterrándole las uñas en la espalda desnuda cuando sintió sus manos deslizarse con impaciencia sobre la piel de sus muslos.

Ambos estaban dándose el tiempo de reexplorar sus cuerpos y marcar mutuamente cada centímetro de piel a punta de besos. Recuperando de a poco el tiempo que habían estado separados por las vacaciones que ella se había tomado para ir a visitar a su hija a España dejando a la otra mitad de su alma atrás.

Las caricias de Joaquín la incitaban, la provocaban y ella reaccionó abriendo un poco más sus piernas y abrazándolo con ellas por la cintura en un ruego silencioso.

-¡Joaquín!-, gimió cuando él bajó la cabeza a la altura de sus pechos y se dedicó a besarlos con mucho deleite incluso rozó con sus dientes su punto más sensible provocándole más y más placer. Lucía no podía sino agarrarse del cabello de él.

Su piel tibia y sedosa era más que una seductora invitación. Joaquín continuó recorriendo su cuerpo con su boca, sus dientes y su lengua llevándola más allá de la razón. Le besó las piernas recorriendo primeramente la cara externa de los muslos femeninos para luego moverse a la parte interna quedando muy cerca del lugar más íntimo de su mujer. Logrando que el deseo de ser acariciada en el centro de su placer aumentara a medida que sus labios y sus manos se acercaban peligrosamente a su zona secreta.

Rio al ver lo desesperada que parecía estar por sentirlo más íntimamente y, como si pudiera leerle la mente, Joaquín posó sus labios sobre la piel de su feminidad. Su cuerpo entero vibró gracias al contacto. Sus gemidos aumentaron al sentir las manos de su hombre abarcándole con mucha posesión los senos y tirando de sus pezones sin dejar de mover su boca en su entrada.

A este punto Lucía estaba completamente entregada al placer, su pulso latía desenfrenadamente y su cuerpo formaba un arco perfecto. Joaquín no se detuvo hasta que una oleada de éxtasis estalló en ella y bebió lo que ella le ofrecía. Alzó la cabeza y la estampa que encontró lo maravilló. Estaba tan hermosa con sus ojos cerrados, la boca abierta, sus mejillas sonrojadas prueba fiel del placer recibido, su pecho subía y bajaba con rapidez intentando normalizar su respiración.

Reptó nuevamente por su cuerpo hasta llegar a la que sería para siempre la parte que más amaba de la anatomía femenina, sus turgentes pechos, prodigó nuevas caricias y besos hasta que logró que sus pezones se volvieran rígidos otra vez.

Con las escazas fuerzas que ella había recuperado lo atrajo hacia su boca sintiendo así la masculina dureza, todavía cubierta por el pantalón de pijama, apuntar contra su abdomen y su necesidad interna la impulsó a retorcerse contra él al tiempo que lo rodeaba nuevamente con sus piernas.

Ahora fue Lucía quién absorbió su boca en un beso arrebatado mientras una de sus manos trazaba a tientas una ruta por la fina línea de vellos que conducía directamente a su muy bien dotada masculinidad. Lo tentó, lo palpó y lo excitó aún por encima de la tela.

La mirada cazadora que él le dedicó hizo que todo su cuerpo deseara disfrutarlo desnudo como tantas otras noches lo había hecho. 

Haciendo acopio de su fuerza, Lucía giró para quedar arrodillada sobre la cama. Ahora fue su turno de despojarlo de toda barrera que le impedía tenerlo como ella lo quería.

Una vez lo hubo dejado libre de todo lo que lo cubría, se tentó a recorrerlo con su boca, acariciando su textura aterciopelada con sus labios de arriba a abajo. Un gemido ronco se escapó de la boca de Joaquín, definitivamente él estaba al borde del delirio a causa del placer que su mujer le daba.

-¡Lucía!-, gimió al tiempo que enredaba sus dedos en el sedoso cabello de su amante.

La mujer rio, amaba ejercer ese control sobre él, por lo que no cejó en sus caricias, excitándolo aún más. La satisfacción de Joaquín era la suya propia, sus gemidos la motivaban. Amaba ser libre con él y para él.

-¡Detente!-, suplicó.

Más ella no le hacía caso. Seguía concentrada en su tarea, quería enloquecerlo entre sus sábanas. Quería que olvidara todo vestigio de los celos que aún guardaba por aquel viaje a Marrakech que había hecho acompañada de su hija y de su exmarido. Ella sabía que, aunque él no se lo hubiera mencionado, estaba lastimado. Y ella quería recompensarlo dándose entera a él, solo a él. Recordándole que él era su único dueño.

-¡Ven acá, traviesa!-, gimió atrayéndola con fuerza hacia él, reclamando sus labios en un fiero beso.

La acomodó sobre él mientras acariciaba sus fronteras, su vientre, sus caderas y siguió hasta encontrar la entrada secreta de su mujer.

-¡Te amo, Joa!-, confesó justo antes de levantar sus caderas para colocarse en posición permitiendo así que aquel pedazo tan apetecible de carne se fuera abriendo paso entre sus húmedas y calientes paredes femeninas.

Ella se fue dejando caer lentamente sobre él, absorbiendo esa rigidez en su interior.

Soltó un gemido bastante sensual mientras echaba la cabeza hacia atrás producto del profundo y agradable placer que le ocasionaba tenerlo dentro.

Se quedó unos segundos en esa posición, acostumbrándose a la invasión antes de empezar a gozar.

Sonrió al sentirlo colocar una de sus manos en sus caderas, aferrándose a ella, dispuesto a ayudarla con los movimientos mientras la otra la dirigió hacia uno de sus pechos.

Una ráfaga de placer la inundó motivándola a deslizar suavemente sus caderas de adelante hacia atrás. Joaquín sentía ahogarse del placer mientras disfrutaba de la mejor escena con la que él pudiera soñar. Su hermosa Lucía, montada sobre él como una decidida amazona dispuesta a cabalgarlo en busca de su felicidad.

- Te deseo, mi amor.

Esas palabras pronunciadas de manera tan sensual mientras ella lo miraba a los ojos definitivamente estaban acabando con su cordura.

Él no pudo hacer más que rendirse a la pasión y, haciendo acopio de su fuerza se sentó logrando atraerla un poco más hacia sí mismo, su boca la condujo hacia el otro pecho bebiendo de él todo lo que le ofrecía.

Lucía estaba perdida en el placer que su hombre le estaba regalando.

- ¡Aaahg!-, gimió demostrando así el sinfín de sensaciones que recorrían por su cuerpo al sentirlo tan dentro de ella.

-Sigue mi amor, sigue... -Siseó apretando su cintura de manera posesiva para ayudarla con el ritmo de la cabalgata mientras con su otra mano y sus labios tomaba los pechos tan apetitosos que ella le ofrecía.

-Mmm Joaquín, me vuelves loca... -Dijo con un tinte quejumbroso en su voz y él sabía que no podía ser de otra manera debido al ritmo que llevaban.

Estaba fascinado por cómo se oía aquello. Tomó su rostro para que lo viera a los ojos y juntos como estaban se entregaron al inevitable éxtasis que los azotó.

Sus corazones martillaban desbocados en su interior. Lucía apoyó su cabeza sobre su hombro, se sentía saciada y plena. Joaquín besó su frente cuando ella le miró con el cabello alborotado y los ojos brillantes producto de la felicidad.

- Siento que podría morir en este momento mi amor, me haces tan feliz.

Ella lo besó con toda la ternura que guardaba dentro. Él regaba caricias tiernas en su espalda. Ninguno tenía ganas de separarse y no lo hicieron. Joaquín se recostó en la cama con ella sobre él manteniendo sus intimidades juntas sintiendo como poco a poco sus corazones se iban relajando.

- No puedo creer que hoy por fin vayamos a estrenar el video de Lloro en nuestro canal de YouTube, ni que la próxima semana arranquemos con la siguiente parte de la gira del 40 aniversario del dúo. Dime que esto no es un sueño, que no voy a despertar para darme cuenta que nada es real. Sus ojos dejaron ver un poco de intranquilidad y la verdad era que Joaquín no podía culparla, no después de todo los sinsabores que ella había pasado en la vida.

- No es un sueño mi amor, esto es nuestra realidad, en unas horas todo eso que has dicho se hará realidad.

- Aún me parece que estoy soñando.

- Te demostraré que no.

Acto seguido empezó a regar un sendero de besos desde sus labios hasta su cuello y fue aún más abajo hasta el nacimiento de sus pechos, arrancando ligeros gemidos de ella y logrando que la excitación de ambos cuerpos creciera como la lava.

- Te amo Lucía, mi Lucía.

La pasión amenazaba con apoderarse de sus cuerpos una vez más, rieron cuando el sonido del móvil de él irrumpió en el ambiente. Sabían que esa debía ser su mánager para ultimar los detalles del Live que harían luego del estreno mundial del video, así como para confirmar las fechas de los próximos conciertos.

Ni modo, tendrían que separarse, pero no sin antes prometerse en un beso que en la noche se desquitarían. 

Joaquín se levantó de la cama en busca de un cambio de ropa y luego continuar su camino a la ducha. Aunque le hubiera gustado continuar disfrutando de su amada sabía que el deber llamaba. Dio unas cuantas vueltas por la habitación, permitiéndole a Lucía deleitarse sin pudor con sus formas, antes de desaparecer tras la puerta del cuarto de baño.

La fémina suspiró, amaba cada centímetro de su cuerpo, a veces se preguntaba cómo era posible que él la excitara de esa manera aún sin siquiera proponérselo. Se mordió el labio imaginando lo delicioso que sería compartir la ducha, ¿le molestaría a él si lo interrumpía?

Estuvo bastante tentada a hacerlo, pero, las manecillas del reloj no mentían y tenían mucho por hacer todavía antes del estreno. Sabía que, si le interrumpía el baño, no saldrían sino hasta después de un par de horas.

Tomó su teléfono, quería ponerse al corriente de las novedades o, quizás podría hablarle a su hija, tal vez estuviera almorzando. Accidentalmente activó la cámara del teléfono y la estampa que le devolvió era maravillosa.

Allí estaba ella con el cabello ligeramente revuelto, sus mejillas sonrojadas, sus labios sintiéndose sedosos, sus ojos con un brillo especial. En fin, se veía radiante. Decidió entonces cambiar el plan, alcanzó su blusa de pijama favorita, esa que tenía un ligero aire a un kimono rojo y se la colocó. Se acomodó mejor sobre su almohada, se arregló el cabello y decidió grabar un video para postearlo en redes y recordarles a todos los fans que esa noche se estrenaría el nuevo videoclip. Sabía perfectamente que todos estaban a la expectativa, y esa fue su manera de decirles que les agradecía.

Un video bastante sencillo emulando el famoso << Es hoy >>   tan popular de los memes bastaría. Mientras intentaba cuadrar mejor el ángulo, no se percató de que tenía audiencia. De pie, a unos cuántos pasos de la cama, recostado sobre el marco de la puerta estaba él, mirándola divertido mientras ella grababa. Amaba su personalidad, su esencia. 



-No hay duda que los fans se deleitarán con tu imagen, pero, la vista que yo tengo en estos momentos es muchísimo mejor-, expresó con un tono de voz ronco una vez ella posteó el video mientras devoraba con su parda mirada el largo de sus piernas que yacían expuestas sobre las blanquecinas sábanas de la cama.

Lucía sonrió traviesa, moviendo provocativamente sus piernas, cerrándolas de costado, dejándolo con las ganas de ver más.

-Juega sucio, señora Galán-, añadió a sabiendas de que ella lo estaba provocando y él no contaba con el tiempo que necesitaba para disfrutarla como le gustaba.

-¡No entiendo de qué habla, señor Galán!

-Me parece que tendré que explicárselo con dibujitos, señora-, dijo acariciando ascendentemente con su mano derecha el muslo izquierdo que reposaba sobre su pierna derecha pues, si bien su espalda estaba recostada sobre la cama, sus piernas estaban de lado.

-¡Joaquín!-, gimió.

-Sabes bien que no tenemos tiempo, y aun así me provocas, me incitas-, gruñó.

-Entonces aplíquese, don Joaquín Roberto-, tentó abriendo su pierna izquierda y rodeándolo con ella, dejándolo a escasos centímetros de su paraíso femenino.

-Te amo.

Sin dilación Joaquín la tomó por las caderas acercándola más a él. El mero aliento de él estremeció su piel haciendo que su respiración se acelerara. Con determinación pasó su lengua por su húmeda abertura probándola, degustándola, ella sabía como los dioses. En ese momento el tiempo dejó de existir para Lucía, con los ojos cerrados y la espalda arqueada producto del placer se dedicó únicamente a sentir y a dejarse llevar hasta el infinito si era de su mano.

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Lucía ultimaba detalles en el Hogar de Niños, aunque desde España había seguido trabajando siempre había cosas que hacer, además, debía dejar todo preparado por lo que se pudiera presentar pues estaban a nada de retomar la gira de los 40 aniversario, de hecho, el 4 de mayo era su primer concierto en tierras ecuatorianas.

Joaquín por su parte, había ido a almorzar con Fran, hacía mucho tiempo que tenían pendiente esa salida y quería hacerlo antes de partir de viaje con su hermana. Estarían muy ocupados de país en país y de concierto en concierto por lo que no pisarían suelo argentino en un par de semanas por lo menos.

Se sorprendió un poco cuando al llegar se encontró también con Viviana, pensó que sería solo una comida de padre e hijo, pero, al parecer su hijo deseaba otra cosa.

-Viejo... - saludó poniéndose de pie al ver a su padre para luego darle un beso.

-Panchi...-, dijo correspondiendo al gesto. -Viviana-, saludó dándole un beso en la mejilla también.

-Hola Joaco... espero no te incomode mi presencia. Viene a almorzar con un cliente, pero a última me canceló justo en el momento en que Fran llegó y me invitó.

-Para nada, me da mucho gusto que estés aquí.

Los tres se enredaron en temas triviales, que si la galería de ella, la empresa de Fran, las giras, el repertorio. En fin, departieron como si fuesen grandes amigos. Eso llenó de orgullo a Francisco, el ver que, a pesar de que el matrimonio de sus padres no había prosperado, ellos se respetaban muchísimo, es más, se querían. Sí, no tenía dudas. Ellos eran la clara prueba de que el amor muta, crece, se transforma. Y de que, si es amor de verdad, no tiene por qué doler.

-¿Están listos para el estreno?-, preguntó Viviana realmente interesada.

-Sí, muy emocionados. La acogida de "Cuando lo Veo" fue fantástica, y las expectativas con respecto a "Lloro" son aún mayores. Nos han pedido muchísimo este tema.

-Como no viejo, si quieren ver a la tía comiéndose a besos a Vicuña-, bromeó Francisco sabiendo que obviamente el hígado se le reviraría a su padre.

-Para el próximo sencillo mejor le pediré ayuda a tu novia, Panchito y le busco a un actor de moda también-, rebatió borrándole la sonrisa a su hijo en menos de un minuto.

Viviana reía, los señores Galán definitivamente eran cosa seria. Si no les temblaba el hígado de los celos, les palpitaba. Y ni hablar de la reina de los celos. Su cuñada.

-¿Y Gachi? ¿ya se repuso del jet-lag? Vi que tienen agenda apretada ahora con la gira.

-Ha descasado mucho, sí. Tendremos unas semanas fuertes antes de ir a España. La gira está siendo todo un éxito.

-La tía se la rifó yéndose a Marrakech, ¿eh? Rochi me envió las fotos y es increíble. Ya me dieron ganas de ir a mí también.

Pero, ¿es que su hijo se había propuesto amargarle el día o qué? Si no le recordaba a Vicuña le traía a colación a Hazan. Definitivamente ese muchacho estaba buscando que su padre lo diera en adopción a sus treinta y tantos.

El teléfono de Joaquín sonó obligándolo a parar con sus pensamientos asesinos. Se disculpó para responder pues al ver que el número era de la productora tuvo como un presentimiento.

-¿Cómo?-, preguntó atónito al escuchar lo que había ocurrido. -¿No hay manera de arreglarlo?

La respuesta negativa que recibió lo hizo bufar. ¿De verdad le pasaba todo eso a él?

-Salgo para allá-. Atinó a decir.

Necesitaba reemplazar el equipo que necesitaban esa noche para el live post estreno. Todavía contaba con algunas horas para lograrlo. No había tiempo que perder.

-¿Qué pasó viejo?

-Se dañó uno de los equipos que necesitamos para el live-, respondió mientras tecleaba en su teléfono.

Por las descripciones que dio no parecía tan complicado. Viviana buscó en Google para corroborar si lo que ella pensaba era cierto, si eso era así, la solución estaba asegurada.

-Si es este de aquí-, dijo mostrando la foto en pantalla. -Yo tengo uno, con gusto se los presto.

-¿De verdad, Vivi?-, preguntó esperanzado.

-Sí, claro. Solo que lo necesitaría de vuelta hoy mismo, lo voy a usar mañana.

-No se hable más, hoy mismo lo tendrás. De hecho, ¿por qué no vienes al estreno? Luego cuando desocupemos todo te acompaño a casa.

Gracias a aquella oferta los ánimos mejoraron, Joaquín se relajó visiblemente y siguieron allí por lo menos una hora más hasta que se hizo momento de que cada quién vuelva a sus ocupaciones con la promesa de que se verían esa noche en el estreno, al menos dos de ellos.

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El salón de la casa de Lucía había sido el lugar escogido para llevar a cabo la transmisión. El movimiento había empezado una hora atrás, técnicos, sonidistas, en fin, toda la gente que necesitarían para llevar a cabo el estreno estaba trabajando bajo la atenta mirada de Ángeles.

Joaquín había llegado con Viviana a casa de Lucía, una vez le indicó el área, él se dirigió a ducharse. Como todos estaban concentrados en su trabajo, nadie se percató de que en realidad él se adentró a la habitación de la rubia mujer pues, allí yacían sus cosas.

Apretó los puños y respiró fuerte al observar ese llamativo ramo de rosas rojas que adornaban la mesa que reposaba junto a la ventana.



No hacía falta ser muy inteligente como para saber quién era el autor de aquello. Decidió no darle muchas vueltas a ello, y mejor se enrumbó hacia la sala de baño. Abrió el grifo de agua tibia para relajarse, pero luego desistió cambiando a agua helada, de una u otra forma debía bajarse el enojo.

Había perdido la cuenta del tiempo que llevaba bajo el chorro de agua, sus músculos habían protestado por el cambio brusco de temperatura por lo que, cuando se sintió más calmado, graduó nuevamente la temperatura del agua, por eso ahora estaba allí, sintiendo la calidez del agua recorrerle el cuerpo, sus manos apoyadas en la pared, su cabeza echada hacia abajo, sus ojos cerrados. Se estaba desestresando.

La escasa tranquilidad que había conseguido se esfumó en cuestión de segundos cuando un huracán con forma de mujer irrumpió en aquel lugar abriendo súbitamente la puerta de la ducha.

-¿Me puedes explicar qué carajos está haciendo esa mujer acá en mi casa?-, reclamó haciendo sobresaltar al hombre quién se volteó a verla exhibiendo su anatomía tal como Dios se la había creado.

-¿Qué te pasa? ¿Estás loca?-, reclamó intentando calmar su respiración. -¿Por qué entras así?

-Porque es mi casa y hago lo que se me pega la gana-, rebatió con autosuficiencia.

Aunque, a decir verdad, le estaba costando mantenerse en esa postura. La mera imagen del cuerpo de Joaquín desnudo frente a ella le estaba arrebatando la cordura y despertándole otro tipo de sensaciones y necesidades nada apropiadas para el momento.

-Así que tápate y explícame qué demonios hace esa mujer aquí.

- En primera no me tapo porque todavía no me termino de bañar y no voy a cambiar de planes solo porque tú viniste a interrumpir mi baño-, reclamó abriendo nuevamente el grifo para continuar aclarando el jabón de su piel bajo la atenta mirada de ella. Quien no perdía ni uno solo de los movimientos que él realizaba.

-¡Joaquín, responde!-, bramó al sentirse ignorada.

-¿Podrías esperar a que termine?-, invitó señalando hacia afuera.

De hecho, cuando había invitado a Viviana a ir al estreno nunca imaginó la posible reacción de Lucía, por el contrario, lo único que tenía en mente era solucionar el problema técnico que tenían. Y ahora estaba allí, con un problema aún mayor, sí, tenía que contentar a su mujer. Aunque, a decir verdad, poco le importaba que ella estuviera celosa, después de todo, le parecía una oportunidad espléndida para que ella pruebe de su propio chocolate.

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Como si de aumentar su enojo se trataba, Joaquín se tardó muchísimo más dentro del baño. Luego de una ducha relajante, ahora se hallaba de pie frente al enorme espejo que cubría la mitad de la pared. Con mucho cuidado y atención acicalaba su tradicional barba, rio al recordar cómo meses atrás había decidido prescindir de ella y la forma en la que sus fans se habían volcado a decirle en redes que querían su barba de vuelta.

¡Había sido un estúpido!

Una vez terminada su labor, colocó su loción aftershave y su característico perfume. Ambas fragancias, conjugadas con el olor natural de su piel era una completa bomba para los sentidos.

Abandonó la habitación con la toalla alrededor de su cintura, su ropa la había dejado lista sobre la cama y ahora rogaba porque se mantuviera en su puesto.

-Hasta que por fin sales-, bramó.

-Tenía que acicalarme la barba, ni modo que saliera todo desprolijo-, explicó con total parsimonia. Se había propuesto no caer en las provocaciones de ella, y aunque le costara su salud mental, se mantendría en lo suyo.

Ambos estaban de pie uno frente al otro, ella con su respiración acelerada ¿sería aquello producto del coraje o acaso era por la excitación que le provocaba saberlo desnudo? Sea como fuera, ella no era inmune a su presencia.

-¿Me permites tomar mi ropa?-, preguntó al ver como ella no le quitaba los ojos de encima, es más, podría jurar que sus pupilas se habían dilatado.

-No.

-¿No? ¿Pretendes que salga en toalla en el Live?-, instigó.

-Sí... digo, no.

-Sí o no-, rebatió cruzándose de brazos en una pose muy masculina.

-Claro que no, no vas a salir desnudo. No quiero que nadie más te vea así-, soltó celosa.

-Entonces permíteme tomar mi ropa.

-Ya te dije que no. No hasta que me expliques qué carajos hace esa mujer en mi casa.

-¿Te refieres a Viviana?

-¿A cuál otra? ¿Tienes otra mujer acaso, Joaquín?

-Pero, ¿qué tonterías estás diciendo? ¡No tengo a ninguna otra mujer! Y respondiendo a tu pregunta, Viviana solo vino a ayudar con el live.

-Sí como no-, murmuró.

-Aunque te cueste creerlo. Pancho me invitó a almorzar, y de casualidad coincidimos con Viviana en el restaurante. Estábamos charlando cuando me entró una llamada de la productora diciéndome que se había averiado uno de los equipos que necesitaríamos para el live de hoy. Y resulta que Viviana tiene uno igual, y simplemente se ofreció a prestárnoslo. Pero como lo necesita de vuelta hoy, le dije que mejor venga con nosotros así se lo lleva tan pronto terminemos.

-¡Qué conveniente!

-Realmente sí, fue una bendición de Dios que ella pudiera darnos una mano, ¿te imaginas lo que hubiera significado tener que cancelar el live de hoy?

-Eres un cínico.

-¿Cínico? ¿por qué?

-Porque esa mujer... esa mujer... ¡ah!-, gimió frustrada. Lo cierto es que ella no tenía ningún argumento válido para rechazar la presencia de su cuñada en su casa.

Si bien Viviana continuaba casada con Joaquín, para su círculo cercano no era un secreto que nada ocurría entre ellos. Llevaban un matrimonio solamente de pantalla, era algo así como una sociedad y nada más, por lo que no tenía nada que envidiarle ni celarle a la castaña mujer. Ella y solo ella era la dueña de Joaquín, la verdadera señora Galán.

-No entiendo por qué te pones así. Viviana solo vino a ayudar.

-Pero, ¿por qué justamente ella? ¿no había nadie más?-, preguntó obrando un puchero que le resultó bastante gracioso a él. Sino estuviera incómodo con lo acontecido durante las vacaciones de ella en España sumado a la escenita que acababa de hacerle, se la hubiera comido a besos.

-¿Y qué tiene que sea ella? Es parte de nuestra familia, Lu. Además debería darte gusto de que... ¿cómo iba?-, dijo frotándose la barbilla mientras pensaba. -¡Ah, sí! De que Vivi y yo hayamos superado nuestras diferencias por el bien de nuestro hijo, y de que le demos a tu ahijado un entorno sin toxicidades. Y hay que reconocer que Viviana es una madre como pocas, ¿eh? Mira que sobrellevar que ya no la amo y aun así, permanece casada conmigo sin arañarme la cara cada que me ve habla muy bien de ella.

Lucía abrió los ojos como platos cuando lo escuchó decir todo aquello, palabras más, palabras menos eso era lo que ella había posteado en Instagram durante sus vacaciones en Marrakech. Sabía que Joaquín estaba molesto por aquello, pero, jamás se imaginó que le devolvería la pedrada de esa manera.

-¿Te estás vengando de mí?

-¡Claro que no, querida! Estoy siguiendo tu ejemplo nada más-, explicó de lo más calmo. Estoy muy de acuerdo contigo en que es mejor terminar las cosas de buena manera, a fin de cuentas, siempre seremos familia. Tendremos que compartir fechas especiales, y no es agradable que el ambiente sea tenso. Admiro mucho los detalles que tiene Alberto para contigo-, señalando el arreglo floral que reposaba en su habitación. -Creo que comparado con él me veo poco caballero con Viviana, digo, si él siendo tu exesposo te manda flores y está presente en cada momento importante de tu vida incluso te lleva de viaje, a lo mejor yo debo empezar a hacer lo mismo con Vivi, después de todo, sigue siendo mi esposa-, finiquitó.

Lucía quedó estática intentando procesar todo lo que había ocurrido, ¿acaso Joaquín pensaba empezar a cortejar a Viviana nuevamente? La sola idea de que aquello pudiera ser así le calcinaba las entrañas.

-Él no me lleva de viaje, fue Rocío quién me invitó, además fui yo quien se costeó sus gastos. Eso lo sabes bien porque tuviste que depositarme dinero.

-Y como no ibas a hacerlo Lucía si eres una mujer independiente, al igual que lo es Viviana. Siempre que hemos ido de viaje ella también se ha pagado sus cosas. Tú y yo sabemos que el dinero es lo de menos, lo más importante siempre ha sido la compañía. Creo que para la próxima gira en España le diré que venga con nosotros, así tendrá más tiempo para organizarse. Ecuador y los demás países de Latinoamérica están demasiado cerca.

-¿No te atreverías?

-¿Por qué no?

-¿Pretendes que duerma en con nosotros en la misma habitación?

-No seas dramática, Lucía. No tendría por qué ser así. Podemos pedir una suite con dos habitaciones conectadas y de esa manera podríamos guardar bien las apariencias.

-Entonces yo le hablaré a Alberto-, añadió con autosuficiencia, enarcando su ceja derecha provocándolo.

-¿Sabes que no sería tan descabellado? Sería como en los viejos tiempos. Me avisas entonces si Alberto está disponible para según eso pedir el hospedaje.

-Joaquín-, dijo en medio de un suspiro. -¡Estás molesto!

-No cariño, claro que no.

-Sí, sí lo estás. Y puedo entenderte. Mira...

-Lucía, no estoy molesto. De verdad.

-El viaje a Marrakech no estuvo planeado, fue una sorpresa. De hecho, ni siquiera sabía que Alberto estaría en Madrid, cuando hablé con Rochi ella no lo mencionó.

-Yo lo sé. Sé perfectamente que mi sobrina no acepta todavía que tú y yo tengamos una relación y hace todo lo que está en sus manos para juntarlos a ustedes. No necesitas aclarármelo.

-Es que siento que sí, que sí debo hacerlo. Sé que las cosas entre nosotros no están bien desde mis vacaciones en Madrid.

-Y yo te repito que son imaginaciones tuyas. Todo está igual entre nosotros, nada ha cambiado. Ahora sí, déjame vestir. Tengo que salir a verificar que todo esté listo para el estreno.

Joaquín tomó su ropa bajo la atenta mirada de ella y se dispuso a vestirse. Sabía perfectamente que su actitud la había descolocado por completo, pero él no cedería. Estaba decidido a demostrarle a ella lo mucho que le incomodaban sus actitudes, pero, sin pelear ni armarle una escena de celos.

Una vez estuvo listo, se peinó y se perfumó una vez más. Se colocó su reloj, tomó su celular y sus anteojos y se dispuso a salir.

-No tardes, faltan solo cuarenta minutos para el estreno-, recordó depositando un beso en su frente y abandonando el lugar.

Lucía se echó en la cama y ahogó un grito con la almohada. Sabía que Joaquín no le dejaría pasar lo sucedido en el viaje, pero no imaginó que sería de esa manera. Hubiera preferido mil veces una discusión, gritos, así ella hubiera podido voltear las cosas y resentirse con él como siempre y luego lo tendría a él detrás de ella intentando conquistarla. Sin embargo, él había cambiado su táctica y eso había movido todas las fichas en otra dirección.

Ahora tendría que jugar según las nuevas reglas de Joaquín Galán.

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Innumerables risas inundaron sus oídos una vez ella hubo salido. Definitivamente Joaquín estaba decidido a hacerle difícil la noche y aunque se moría de ganas de abofetearlo, debía reconocer que ella era la única culpable. 

Cerró la puerta con demasiada fuerza, sorprendiendo a todos menos a uno que, en realidad se divertía por lo ocurrido. Sabía de sobra que Lucía estaba haciendo corajes por lo sucedido, y él estaba más que resuelto a mantenerse firme en su postura.

-¿Ya está todo listo?-, preguntó colocándose justo al lado de Joaquín una vez llegó al área de su casa que había sido escogida como centro de transmisión.

Resopló al ver a Viviana colocándole algo de polvo traslúcido a su hombre para que no le brillara la piel. Pero en lugar de hacer una escena decidió solamente respirar y sonreír.

-¿Te pusiste polvo, Gachi o quieres que te ponga?-, preguntó amablemente Viviana.

-Ya me coloqué, gracias.

Viviana solamente asintió mientras meneaba la cabeza y se dirigía a su ubicación. Sabía perfectamente que su presencia allí la irritaba, sobre todo, porque no había sido avisada. Ese par vivía a base de celos y discusiones.

Se sentaron frente a las cámaras para corregir iluminación, el enfoque de las cámaras, en fin, todo lo que hiciera falta para que el live fuera un éxito.

Ángeles les indicó que datos debían recordar a los fans, además de que estaría abierto el chat por lo que debían responder preguntas aleatorias. Joaquín estaba concentrado en las indicaciones y tomaba notas mientras Lucía lo miraba de reojo. Tanta tranquilidad la exasperaba.

Lo que se venía no sería fácil.

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Mientras esperaban que el reloj marcara las 21h00 en su natal Buenos Aires, Lucía aprovechó para postear una de las fotos que se habían tomado. La espera le estaba resultando difícil.

Con la ansiedad a mil vio como el reloj marcó la hora pautada y el video automáticamente fue liberado. Colocó su mano sobre el muslo masculino y se aferró a él. Tenía los sentimientos a flor de piel, la curiosidad de ver cómo el público reaccionaría ante el nuevo trabajo discográfico la invadía.

Él unió su mano a la de ella y le guiñó sutilmente un ojo, sabía perfectamente como ella se sentía y, a pesar de todo, quería que supiera que siempre estaría para ella, a su lado, apoyándola.

En esa misma posición vieron el estreno del video de "Lloro", todos aplaudieron una vez terminó la proyección. Había sido un arduo trabajo y el resultado había sido impecable.

Con la publicación de otras dos postales animaron a los fans a unirse al live que estaba a punto de iniciar.

Inmediatamente el live fluyó. Mientras esperaban que las personas se conectaran, Lucía empezó agradeciéndole a Benjamín Vicuña por su participación. Las flores y halagos de parte de la rubia no se hicieron esperar.

Joaquín solo sonreía lo más natural posible. Seguía férreo en su decisión de mantenerse sereno, sabía que ella buscaba descolocarlo así que no le daría ese gusto.

Él se hizo con el mando de la transmisión, preguntando de qué países o ciudades se estaban enganchando. Joaquín quiso empezar a hablar sobre LLORO, pero Lucía le sugirió que no lo hiciera hasta que hubiera más conectados.

En un sutil movimiento, ella se acercó más hacia él, rosándolo con su hombro apegándose más. Necesitaba ese contacto. Joaquín confesó que nadie sabía el final de la historia por lo que todos allí estuvieron atentos.

Procedieron a presentar al equipo que les estaba colaborando en ese momento haciéndolos pasar frente a la cámara, intencionalmente o quizás no tanto, Lucía solo mencionó a Viviana, pero no la invitó a acercarse pasando rápidamente de ella al decir que desde España estaban conectados Damián y Rocío.

La conversación en el live continuaba. Lucía no pudo evitar perderse en la mirada de él, claro que no podía ser tan obvia mirándolo de frente así que clavó sus ojos en el monitor, lo que sí no pudo borrar fue su sonrisa.



Continuaron saludando a todos los que se iban sumando, preguntando de dónde los veían y cuáles eran sus impresiones sobre el video. Revelando detalles y curiosidades sobre el inicio de la historia.

A medida que hablaba, Lucía no podía evitar pensar en que todo lo que él contaba parecía ser la historia de ellos. Ese amor a primera vista del que él hablaba, la conexión, la afinidad con ese ser, y como sin darse cuenta, uno queda atrapado en una historia de amor que no quería, pero que en el fondo sí deseaba.

Ella lo volteó a ver, humedeciéndose sutilmente los labios. Y es que ella reconocía que su intención al pedirle a Joaquín escribir algo sobre un "amor prohibido" o un "amor poco común", no era precisamente hablar sobre el amor sin edad, ella quería una canción que hablara de los sentimientos de ellos, del amor de ellos. Y al parecer, Joaquín lo había entendido a la perfección. Cuando lo veo era un verdadero himno al amor.

Ensimismado en los recuerdos, Joaquín comentó que a medida que iba componiendo, iba contando acerca del avance de la canción con quienes lo rodeaban entre los que mencionó a Viviana.

Touché!

Una sutil respuesta a la mención que ella había hecho de Vicuña.

Lucía rio al reconocer lo que él acababa de hacer, y no se iba a quedar tranquila, aprovechando que él decía que le gustaba escuchar a los demás, ella le devolvió la pedrada diciendo que una cosa era escuchar, pero otra hacer lo que le decían. Dejando en evidencia lo perfeccionista y hasta un poco terco que era él.

Situación a la que él no le tomó asunto y siguió con su relato. Diciendo que finalmente la última voz la tiene ella al tener que sentir y transmitir lo que él había escrito, reconociendo que, al ser fan de Pimpinela no le ponía resistencia a sus composiciones, excepto con un tema, del que prefirió prescindir del título, pero que el público bien conocía.

La cosa iba empate.

Lucía se hizo nuevamente con el mando del live, hablando un poco del giro que había significado para ellos Traición para luego llegar a Cuando lo veo. Benjamín volvió a salir a la palestra por su excelente trabajo, para luego continuar con los créditos a Joaquín Cambre como director y a Joa al hacer no solo la canción, sino que también el guion de lo que sería la historia.

Decidieron pasar a responder preguntas y curiosidades que los fans pedían en el chat. A medida que iban leyendo de qué países les escribían recordaban las fechas de los conciertos, y anunciaban posibles nuevos países para la segunda mitad del año.

Al mencionar Ecuador, recordaron que ese sería el primer país con el que arrancaban la gira, tendrían tres fechas allí, Guayaquil, Babahoyo y Manta por lo que el martes 02 de mayo viajarían hacia la mitad del mundo.

Comenzaron a hablar acerca de las teorías que la gente se había armado sobre los personajes a partir de la vestimenta negra que ella había escogido para el videoclip. La pareja de Lucía y Benjamín fue muy aplaudida y aceptada por el público, por ello, Joaquín se animó a preguntar al público si deseaba alguna otra participación de ellos dos a futuro.

Lucía se aventuró a decir que una tercera parte no, que podría ser otro proyecto distinto. Y no es que no hubiera material para ello, sino que, ella quería evitar que los celos que Joaquín había sentido por él anteriormente renacieran, suficiente tenía ahora con el lío del viaje a Marrakech con Alberto. Claro que, Joaquín seguía dando vueltas en el tema, incluso habló de que la vida no era color de rosas, que podrían surgir celos, dudas, inseguridades, etc. por lo que con un sencillo << Esta discusión será dentro de casa, de puertas para dentro. De forma privada >> - Lucía finiquitó todo.

Les avisaron que debían apresurarse a terminar el live así que Joaquín insistió en que les dejaran nuevas ideas para historias futuras. Un pensamiento de Viviana se escapó en voz alta, diciendo que podrían hacer un tema sobre el amor a distancia, idea que fue del agrado de Joaquín para disgusto de la rubia, quién lo demostró en su rostro con el puchero que se dibujó en su rostro para, segundos luego, dirigir su atención a uno de sus asistentes.

Y es que Joaquín sabía perfectamente que aquella petición de su aún esposa iba ligada a lo que ella estaba viviendo en ese momento de su vida. Aunque se alegraba que ella tenga una nueva ilusión, también reconocía que no debía ser fácil estar separado de la persona que se quiere.

¡Sí lo sabría él!

El live terminó cerca de las 22h00 con un Joaquín insistiendo en que les dejen sus sugerencias por mensaje en el chat. Que luego se darían el trabajo de leer cada comentario.

-Gracias a todos-, expresó con una sonrisa sincera.

Todos los presentes aplaudieron, era una victoria en equipo sin duda alguna.

Con suma atención Lucía veía como desarmaban el mini estudio montado en su casa, aunque, a decir verdad, no les quitaba la mirada de encima a Joaquín ni a Viviana quienes hablaban mientras él le ayudaba a la castaña a guardar en el equipo que ella había prestado.

-¿Puedes pedirme un taxi?-, preguntó ella una vez tuvo todo listo.

-¿Cómo que un taxi, Viv? ¿Y tu auto?

-Vine contigo, genio-, respondió ella divertida.

-Perdóname, tienes razón. En ese caso vamos que te llevo. No voy a permitir que te vayas sola a esta hora, puede ser peligroso.

-No es necesario, Joa de verdad.

-Insisto, si no fuera por vos este live no se hubiera llevado a cabo. Voy por mis llaves-, le anunció a la rubia quién procuraba que su cara no mostrara los subtítulos de lo que estaba sintiendo en ese momento.

-Felicidades por este nuevo proyecto-, halagó Viviana luego de varios minutos de mutismo entre las dos.

-Gracias...

-¿Nos vamos, Viv?

-Sí-, aceptó. -¡Qué estés bien, Gachi!-, se despidió de beso en la mejilla justo antes de rodearla y salir de la habitación. Los celos de su cuñada estaban haciendo mella en ella.

-No tardo-, prometió depositando un beso en la frente de la rubia pues aún había algunos miembros del equipo técnico por allí.

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-No se le quita lo celosa, ¿verdad?-, preguntó luego de un rato en el auto.

-No, y a decir verdad creo que a estas alturas tampoco se le quitará-, añadió divertido.

-¿Todo está bien entre ustedes?

-¿Por qué lo preguntas?

-No lo sé, quizás sean solo ideas mías.

-¿Ideas? ¿qué cosa?

-Ella parecía estar demasiado alerta, como a la defensiva. No lo sé...

-¡Ah, eso!

-¿Entonces no fueron simples ideas mías?

-No, y no es que esté a la defensiva, está celosa y la mata el no tener argumentos sólidos para hacer una escena-, explicó divertido.

-¿Y cómo es eso?

-Simple...

-Espera-, interrumpió. -¿Tiene algo que ver el viaje a Marrakech que hizo con Alberto?-, preguntó de pronto creyendo haber encontrado el hilo que desarmaba la madeja.

-Mucho...- añadió con una sonrisa traviesa en los labios.

-Cuando te propones te vuelves insufrible, hombre. Cuidado te sale al revés el tiro.

-No lo creo, todo está bajo control. No le he hecho ni un solo reclamo desde que volvió.

-¿No?-, preguntó realmente sorprendida.

-No, ella sabe que esas cosas me incomodan, sin embargo, las sigue haciendo. Así que decidí no rogarle más, sino más bien dejar que las cosas fluyan. Yo sé que la vida a veces es caprichosa y crea circunstancias incómodas para uno o para nuestros afectos. Y es ahí cuando debemos darle a cada uno su lugar, yo procuro hacerlo siempre con ella, aunque la mayor parte de las veces no sea yo correspondido.

-¿Por eso te ofreciste a traerme?

-¿Perdón?

-Sí, ¿querías molestarla?

-Claro que no. Me ofrecí a traerte porque sería descortés que te vinieras sola. A pesar de todo te quiero mucho, Viv. Eres la madre de Fran y la mejor amiga que pude haber pedido. Y aunque ella se muera de celos, tiene que entenderlo.

Viviana solo le sonrió, vaya problemón que tenían ese par a causa de sus celos. Esa era la constante en ellos desde que habían iniciado su relación.

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-¿Dónde diablos estás metido Joaquín Roberto?-, maldecía nuevamente mientras se tomaba otra copa de vino. Había pasado ya casi dos horas desde que él había salido de casa y desde entonces no tenía noticias suyas.

Revisaba nuevamente la ubicación que le daba el GPS del teléfono de él, no entendía qué hacía en un hotel a esas horas de la noche.

Su sangre hervía por completo, la sola idea de que se haya enredado con Viviana o con cualquier otra mujer era como una daga filosa clavada en su alma.

Vertía nuevamente vino en la copa, intentaba marcarle, pero era inútil. El teléfono la enviaba directamente a buzón. Recostó un poco su cabeza en el mueble, necesitaba relajarse. No quería hacerle una escena de celos, tenía que estar calmada. Dentro de poco iniciarían una gira por varios países y necesitaban estar bien. Sin embargo, su alma geminiana exigía respuestas, y claro que las iba a tener. Aquello no se lo dejaría pasar.

Entre pensamiento y pensamiento poco a poco el sueño la reclamó encontrándola en aquel cómodo sofá. Su rostro compungido era una muestra de cómo se hallaba su alma, al parecer, su relación pendía de un hilo.



<<  Reconozco que la culpa ha sido mía

Que te amaba, pero yo lo presentía
Que te irías para siempre de mi lado
Y, al final, sería yo la que sufría  >>







<< No me importa la cordura,

si la locura me lleva al amor >>.







Continuará...







¿Cómo justificará Joaquín su estancia en el hotel? ¿Le creerá Lucía?  ¿Lograrán ambos ganar una vez más la batalla contra los celos?

Les leoooo...

Chicxs volvííííííííí!!!!

He tenido un poco abandonada esta parte de las historias.

Prometo no desaparecerme tanto, les confieso que tengo por ahí unas ideas más para ser desarrolladas, sean pacientes.

Si les ha gustado esta primera parte no olviden dejarme sus comentarios para conocer su opinión y si desean dejarme sus votitos me harán muy feliz.

Un beso enorme para todas.

¡GRACIAS POR EL APOYO SIEMPRE!

Bisous,

Shan... 🐾

pd: Nota aclaratoria, el contexto de este capítulo abarcará desde el estreno de "LLORO" el viernes 28 de abril, hasta el concierto en la ciudad de Guayaquil, Ecuador el jueves 04 de mayo.

pd2: Gracias nuevamente a las niñas nuevas que me comentan las historias, a los que me aguantan las teorías y se avientan mis spoilers y a los que recién aterrizan acá:

"Bienvenidxs al mundo fantástico de mi imaginación, aunque si quieren no es tan imaginario".

pd3: Me aventé a hacer esta historia porque estoy feliiizzz... BAANDAAAAAAAAA, escuché LLORO en vivo por primera vez en el concierto el día jueves. Jamás superaré ese suceso.

¡Buena lectura a todas!

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