LLORO: EL DESENLACE DE UN AMOR 1.1

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Lucía sonreía entre sueños, no se podía negar que ella estaba viviendo la mejor etapa de su vida a sus sesenta años. Profesionalmente estaban a punto de empezar la segunda parte de la gira por el cuarenta aniversario del dúo, tenían un estreno a puertas, y sus fans alrededor del mundo estaban más que entusiasmados de compartir con ellos lo que llamaban << el desenlace de la historia de amor >>.

Miles de historias y de posts en Instagram, hashtags en Twitter y visitas en su canal de YouTube eran la prueba de que todos estaban viviendo con la misma emoción que ellos este nuevo logro en su carrera. Se sentía realmente satisfecha de todo lo que hasta ese momento había alcanzado junto a él, siempre junto a él. 

Se removió un poco al sentir algo muy parecido a una corriente que la recorría justo ahí, en la mitad de su espalda desnuda. Era una sensación de electricidad que la sacudía.

<< Delicioso >>   -caviló.

De sus labios salió un suspiro y él no pudo reprimir una traviesa risilla. Amaba verla así, tan relajada, tan hermosa y con esa sensación de plenitud que creía nunca antes haberla visto en ella y fue precisamente eso lo que hizo que su libido se encendiera otra vez. Nunca se cansaba de tenerla, nunca era suficiente.

Levantó un poco su cuerpo y decidió empezar a regar besos tibios y húmedos sobre su delicada piel, alternando entre sensuales lamidas y suaves mordiscos. 

Lucía se removió un poco, más no despertó.

Apartó la sábana para poder gozar en su totalidad de la estupenda vista que ella le brindaba, era hermosa y, lo mejor, totalmente suya. Sus grandes y firmes manos también se sumaron al recorrido, delineaba sus formas y curvas que tan bien conocía como queriendo memorizarlas.

-Lu, cariño-, susurró sobre su oído cuando trazó la ruta ascendente hacia su cuello. -Despierta...

Ella murmuró cosas inentendibles y contrario a lo que él pensó se abrazó más a su almohada dejando ahora al alcance de su mano su pezón derecho que ya comenzaba a evidenciar el grado de excitación que la estaba azotando.

Joaquín no dudó en aprovechar la oportunidad y tomarlo con sus dedos, presionándolo y retorciéndolo ligeramente haciéndola gemir en respuesta.

-Mmmm... Joa-, jadeó. -No...

-Anda cariño, es hora. Tienes que despertar.

-No me dejaste dormir mucho anoche-, se quejó adormilada.

-Que yo recuerde no escuché quejas, al contrario, me pediste más.

Rio al escuchar lo que decía, todo era verdad, ella lo sabía y por ello no pudo evitar sonrojarse. El sol ya se filtraba a través de las cortinas de la habitación alumbrando directamente el rostro de la rubia, misma que se volteó y enterró su rostro en el amplio pecho masculino, aferrándose más a él.

Joaquín sacudió la cabeza divertido al notar lo que ella hacía y correspondió a su contacto aferrándola más a su cuerpo causando que ella suspirara de nuevo. Era esos momentos los que más atesoraba en su mente y corazón. Deseaba tenerla así, entre sus brazos para toda la vida. Él quería que ella fuera feliz, brindarle esa paz y esa protección que ella tanto anhelaba. 

Al ver sus finas facciones, su nariz pequeña y perfecta, sus mejillas sonrosadas y sus labios, esos labios tan apetitosos que tanto había besado y que deseaba besar el resto de su vida no pudo contener más su deseo y fue regando besos en el rostro de su amada.

- Buenos días señor Galán-, saludó todavía adormilada arrebujándose más hacia él. Pasando su pierna izquierda por sobre la cadera masculina.

- Muy buenos-, respondió en un jadeo.

PIMPI SHOTSWhere stories live. Discover now