Dark || Harry Styles || Españ...

By Rosi_Boti

5.8M 179K 27.7K

Él pensó que ella era sólo otra chica. Ella pensó que él era su peor pesadilla. Pero... los opuestos se atrae... More

CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 40
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 42 - PARTE II
CAPÍTULO 43
CAPÍTULO 44
CAPÍTULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48
CAPÍTULO 49
CAPÍTULO 50
CAPÍTULO 51
CAPÍTULO 51 - PARTE II
CAPÍTULO 52
CAPÍTULO 53
CAPÍTULO 54
CAPÍTULO 55
CAPÍTULO 55 - PARTE II
CAPÍTULO 56
CAPÍTULO 57
CAPÍTULO 58
CAPÍTULO 59
CAPÍTULO 60
AVISO - AGRADECIMIENTOS
AVISO II

CAPÍTULO 41

71.5K 2.3K 260
By Rosi_Boti

Capítulo 41

—Oye, Bo.

Giré sobre mis talones para encontrar que Dan estaba detrás de mí. Recibió mi sonrisa antes de mirar de nuevo a mi casillero. Su cuerpo se apoyó contra la puerta metálica del compartimiento junto a mi izquierda mientras yo revolvía, colocando las cosas en mi bolso para ir a casa.

— ¿Todo bien? —le pregunté.

—Sí, yo sólo quería hablar contigo.

Vi cómo se apartó un poco de su cabello castaño claro de la frente, liberando su ojos azules de la obstrucción. Su estatura por encima de la mía, todo el mundo parecía ser más alto que yo. Dan se aclaró la garganta mientras yo esperaba pacientemente, mirando hacia debajo de vez en cuando la pantalla de mi teléfono. Harry estaría afuera para recogerme.

—Mira, sé que tu novio y yo no nos llevamos exactamente bien... Pero tú y yo todavía podemos ser amigos, ¿no? Yo sé que él no va a permitir que nos veamos fuera del trabajo, pero...

Sacudí la cabeza, frunciendo el ceño. Mi acción cesó las palabras de Dan, preocupación en su rostro.

—Yo...

—Harry puede ser agobiante a veces, pero no me controla. Yo soy mi propia persona. Nadie me dice qué hacer. Yo simplemente no quiero molestarlo, causaría más problemas y no deseo ver más discusiones entre ustedes dos.

Dan pareció considerar mis palabras antes de darme una pequeña sonrisa, asintiendo con la cabeza. Parecía un poco decepcionado.

—Eso está bien conmigo, siempre y cuando llegamos a pasar el rato en el trabajo.

—Claro—sonreí.

Se demoró unos segundos antes de abrir sus brazos.

— ¿Abrazo?

Hice una pausa, cerrando mi casillero antes de asentir con timidez y acercarme a Dan para que envolviera sus brazos alrededor de mí. Solté una risa, su agarre apretándose juguetonamente.

—Me tengo que ir, Harry me está esperando.

Dan respiró profundo, casi como si estuviera inhalando el aroma de mi champo. Sus brazos me soltaron vagamente, mi cuerpo dando un paso atrás. Sus oscuros ojos azules sosteniendo mi mirada, mirando hacia abajo a mis labios antes de que él sonriera.

—Nos vemos pronto, Bo.

—Que tengas una buena noche.

Mi cuerpo giró "con gracia", chocando con el marco de la puerta. Oí la risa de Dan detrás de mí antes de que yo me dirigiera hacia fuera a la parte delantera de la tienda. Mis botines arrastrándose a lo largo de los azulejos grises mientras buscaba mi teléfono que había metido a mi bolsa. Mis ojos en busca de Poppy para despedirme, pero ella debió haber estado ocupada con algún cliente, sus rizos dorados por ningún lugar a la vista. Retomé mi camino, andando hacia la puerta de entrada, fruncí el ceño, volcando la mirada hacia el otro extremo de la tienda.

Un hombre de pie, de espaldas a mí, con la cabeza inclinada. No tenía ni idea de por qué me había llamado la atención. Hemos tenido clientes dentro y fuera de la tienda de música todo el tiempo. Tal vez fueron los remolinos de tinta oscura en la piel de su brazo que cautivaron mi atención. Pero no tuve tiempo de reconocer los conocidos diseños en mi mente, mi cuerpo chocando con algo duro.

—Lo siento—me disculpé.

Mi torpe acción quedó sin perdón, en vez de eso, una risa ronca me llamó la visión hacia arriba, reuniéndose con un par de ojos brillantes y esmeraldas.

—Hola, hermosa.

El hoyuelo en su mejilla izquierda volviéndose prominente cuando él me sonrió, su diversión haciéndose notoria. Harry reconoció mi sorpresa, no esperaba verlo en las instalaciones de la tienda, por lo general se sentaba y esperaba en su Range Rover. Steve todavía tenía un poco de dudas del hombre alto que le había dado una hemorragia nasal.

—Normalmente sales a tiempo—Harry echó un vistazo a su reloj confirmando mi retraso de sólo unos minutos.

Le agarré de la muñeca, rizos sobresaliendo por debajo de su gorro mientras me miraba. Su carácter protector era tan fuerte como siempre. Puede ser abrumador a veces, pero no podía negar la sensación de calor que me provocaba saber que Harry se preocupaba por mí. O el hecho de que se veía increíblemente sexy cuando sus rasgos se endurecían, tensando su mandíbula, sus cejas fruncidas. Todo lo que quería hacer era besarlo, hacerle olvidar lo que lo llevaba a esa oscuridad que se infiltraba en sus ojos impresionantes. Era una técnica que ha demostrado ser muy exitosa para fomentar a Harry a encontrar algún tipo de equilibrio.

—Vamos, bebé.

Mi mano fue tomada entre las suyas, llevándome a la salida. Admiré lo grande que era su palma cuando Harry la presionó contra el cristal, manteniéndolo abierto para que yo saliera. Recibió mi silencioso "gracias" cuando pasé bajo su brazo.

Aspiré una profundamente, absorbiendo el olor de la lluvia sobre el asfalto. Era uno de mis aromas favoritos, eso y el olor de Harry.

El viaje en coche constó de miradas prolongadas, la temperatura de la situación anterior aumentando. La atención de Harry fue sacada de la carretera cuando yo apoyé la mano sobre su rodilla. Sus ojos insinuando lujuria, mi toque acariciando su muslo izquierdo mientras él se desplazó un poco en su asiento. Cuando nos detuvimos por el semáforo, mi mano se deslizó un poco más arriba. El pecho de Harry subía y bajaba de forma desigual, lamiendo alrededor de sus labios mientras desesperadamente trataba de concentrarse. No pude evitar la pequeña sonrisa formándose en mi cara, mi apretón causando que la respiración de Harry se enganche, sus converse blancas apretando el pedal como los músculos de sus muslos se tensaron.

— ¿Estás tratando de matarnos? —su voz saliendo en una carcajada.

Creo que nunca lo había visto tan nervioso antes, el tono rosa apareciendo en sus mejillas mientras yo continuaba mi toque encendido. Era un cambio refrescante, normalmente yo era la que tenía dificultades para mantener la compostura. Cuando las luces cambiaron de rojo a ámbar, mis dedos rozaron su entrepierna. La sorpresa de Harry se deslizó de su boca en una maldición, el coche sacudiéndose hacia adelante a medida que frenamos de golpe. Mi risa hizo eco en todo el interior del vehículo, el pitido detrás de nosotros en señalización de los conductores enfadados con impaciencia esperando a que nos movamos.

Pasaron unos segundos, el coche acelerando por el camino.

—Creo que lo mejor es que te dejes tus manos para ti misma mientras estoy conduciendo—bromeó Harry.

Me reí, asintiendo con la cabeza. No pasó mucho tiempo antes de que se detuviera en la acera frente a mi casa.

Mi mirada tímida encontrándose con la de Harry mientras él sostuvo su labio inferior entre sus dientes.

— ¿Q-Quieres entrar? —le pregunté en voz baja.

—Sí—él contestó bruscamente.

Era humorístico lo obvio de su entusiasmo, impulsado por la idea de lo que estaba dispuesta a hacer por él si es que mi pequeña actuación en el coche no decía mucho. Harry tenía tanto mi cinturón como el suyo desabrochados en poco tiempo, trotando a mi lado del coche y cogiendo mi mano para ayudarme a bajar. Un fuerte brazo fue puesto por encima de mi hombro, tirando de mí hacia el lado de Harry mientras cruzamos la carretera. Busqué mis llaves, su cálido aliento abanicando por mi cuello mientras me rodeaba con sus brazos desde atrás.

La puerta se cerró detrás de Harry mientras apresuradamente se sacaba las Converse. Yo sabía que mi madre probablemente no estaba, pero no me costaba comprobar. Mi mano pegada a la puerta de la sala de estar, de pronto confundida al oír parloteos. Mis ojos se abrieron en cuanto mis amigas me saludaron con entusiasmo desde sus posiciones relajadas en el sofá. Les di una sonrisa antes empujar la puerta cerrándola y, volcándome hacia Harry. Él me tiró hacia él, siendo totalmente ajeno al hecho de que no estábamos solos en casa.

— ¿Recuerdas cuando dije que mis amigas querían conocerte?

Sus labios presionados a los míos mientras murmuraba su confirmación en contra de mi boca. Mis dedos se deslizaron por debajo de su gorro, quitando el sombrero de sus rizos suaves.

—Bueno, están sentadas en la sala de estar ahora.

Mis palabras fueron amortiguadas en el beso. Sonreí con cautela cuando Harry cogió mis hombros empujándome hacia atrás y mirándome con los ojos como platos.

— ¿Qué? —sus cejas se levantaron.

—Tal vez podrían estar en el sofá esperando—inocentemente le sonreí.

— ¿En este momento? —habló Harry, desconcertado.

Asentí con la cabeza.

Su visión se posó en la puerta de la sala de estar. Segundos más tarde el teléfono de Harry fue revelado de su bolsillo trasero. Vi como sus dedos largos se desplazaron por la pantalla.

— ¿Qué estás haciendo, llamando refuerzos? —lo molesté.

—No exactamente.

La sonrisa apareciendo en su cara me hizo puso un poco incómoda. Su teléfono fue sostenido en su oreja, sus ojos en mí, como a sabiendas sonrió. Cuando se escuchó el sonido confirmando, rápidamente me dio su móvil. Miré hacia abajo, un poco confundida acerca de lo que estaba pasando. Maldije al leer el nombre.

—Llamando Jess—apareció en la pantalla.

—Harry—le advertí.

Pero ya estaba a mitad del camino a través de la puerta de la sala antes de mirarme de nuevo a mí.

—Buena suerte con mi hermana—él se echó a reír.

Yo no sabía muy bien qué hacer, no podía cancelar la llamada. El sonido de mis amigas saludándolo podía oírse a través del pequeño espacio entre el pasillo.

—Así que Harry, ¿qué haces para ganarte la vida? —fue la primera pregunta que Zoe hizo.

Tomé la satisfacción de saber que mis amigas lo harían pasar de lo peor. Se lo merecía después de la situación en que me acababa de meter. Una voz trajo a mi atención al teléfono que actualmente sostenía en mi mano derecha.

— ¿Harry? ¿Estás ahí?

Puse el dispositivo a mi oído.

—Oh, eh, hola, es... soy Bo... la novia de Harry—tartamudeé.

—Oh, Dios mío, oh Dios mío... ¡MAMÁ!

Me estremecí un poco, sosteniendo el teléfono lejos del lado de mi cabeza mientras Jess siguió llamando a su madre. Lo puse a mi izquierda mientras se dirigió a mí de nuevo.

—Hola, Bo, ¿estás ahí?

—Sí, estoy aquí—sonreí.

—Mi mamá no está, así que solo me tienes a mí. Esto es tan emocionante, he estado molestando a Harry por siglos para conocerte. Supongo que esto no es realmente conocerte bien, pero es la siguiente mejor cosa. ¿Está ahí ahora, así puedo hablar con ustedes dos?

—Oh no, está siendo interrogado por mis amigas—bromeé.

Jess se rió. Me había acordado de Harry diciendo cómo Jess fue siempre parlanchina, nunca hubo un silencio incómodo cuando estabas ante su presencia.

—Hay tantas cosas que quería decirte y preguntarte;. Pero ahora que te tengo mi mente se quedó en blanco—admitió.

—Eres exactamente como Harry te describió—sonreí.

Yo había sido informada de los gestos emocionados de su hermana, incluso en las cosas más simples.

***

El alivio en el rostro de Harry cuando me vio entrar en la sala de estar fue casi como para enmarcarla. Él estaba de pie al instante, acercándose. Un beso fue presionado en mi mejilla antes de que él se trasladara a toda prisa detrás de mí. Me di cuenta de sus rizos despeinados, una indicación visual evidente de su nerviosismo y la forma en que repetidamente había pasado sus dedos a través de ellos.

Un brazo rodeó mi cintura, mi espalda pegada a su parte frontal, casi usándome como a un escudo humano. Volqué la cabeza, dándole un beso en el cuello.

—Tú hermana me habló de España—susurré.

Sus ojos se abrieron, su agarre se apretó. Solté una carcajada antes de mirar a mis amigas.

— ¿Alguien quiere un trago?

Hubo unos pocos gestos de asentimiento, mis dedos quitando el brazo de Harry de mí antes de acercarme a la puerta. Ya en mis talones, me persiguió a la cocina.

—Ella no tiene filtro—murmuró para sí mismo.

Me reí, alcanzando y sacando de un par de copas de la alacena mientras él se apoyó en el mesón.

—Yo creo que fue muy gracioso. ¿Por qué estabas nadando desnudo de todos modos?

—Era la mitad de la noche y yo estaba hirviendo.

Jess y yo habíamos tenido una conversación muy entretenida, que principalmente consistió en derramar la totalidad de historias embarazosas de Harry. Uno de mis favoritas era sus vacaciones en familia a España con su madre.

—Todavía no la he perdonado por robar mi traje de baño y una toalla

Yo había comprendido que su hermana secretamente lo había seguido a la piscina, tomando la única prenda de Harry y llevándosela a su habitación, dejándolo con la delicada tarea de negociar el viaje hasta el piso diecisiete desnudo.

—Hubiera estado bien si no fuera por la incómoda experiencia del ascensor.

Él suspiró al pensarlo.

—Oh, Dios mío, cuéntame—me reí.

—No, de ninguna manera—negó con la cabeza con una determinación única. Él jugó nerviosamente con uno de los botones de su camisa antes de que su cabeza se levantara. —Hay una fiesta. La próxima semana en la casa de Hayley—dijo Harry, tratando de cambiar de tema. —Bueno, yo uso el término casa, vagamente.

— ¿Vas a ir? —sonreí, vertiendo el líquido en las copas.

Lo noté asentir.

—Y tú también—hizo una pausa. —Um, si quieres.

Mi cabeza se volcó para verlo mirándome, con los ojos curiosos fijos los míos.

—Me encantaría.

La sonrisa que llevaba iluminó su rostro, hoyuelos profundos apareciendo en sus mejillas.

—Genial... ah... Y no me dejes solo con tus amigas de nuevo—él añadió con cautela.

Harry se movió en sus pies, mirando hacia la puerta. Si yo no lo conociera bien, podría decir que él parecía un poco asustado.

— ¿Por qué? —cuestioné, colocando la botella a un lado.

—Me pidieron que me quitara la camisa para demostrar que era un entrenador de boxeo.

—Oh mi dios—me reí.

Continue Reading

You'll Also Like

119K 5.7K 75
No tenia sentido. Nada lo tenia. Desde aquel dia en que mi vida había cambiado completamente, nada tenia sentido, todo podía pasar y aun así, yo segu...
12.4K 748 21
Este es un reto Mpreg, organizado por ilitiaforever, de los 80 prompts elegiré algunos para hacer drabbles y one shots con las diferentes ships de Tw...
13.7M 252K 138
Él era peligroso como la oscuridad y ella era inocente como la luz. Los opuestos suelen atraerse. El se convirtió en su peor pesadilla pero lo único...
257K 41.1K 35
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!