He decidido terminar este capítulo, aunque sea para ustedes. Jaja, me leí el borrador y me gusto la idea, así que vamos.
Escrito con mi estilo actual de escritura, que es más tipo narrativa, espero la disfruten.
Palabras del capítulo: 1053 palabras.
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El dolor de cabeza consumió a la chica, quien se encontraba desorientada pero por suerte consciente. Unos breves minutos en la oscuridad bastaron para que la chica se acostumbrara y pudiera ver a sus amigos en el suelo, junto a ella.
Los segundos en ese lugar desconocido se sentían como horas. Aquel deprimente paisaje era ahora la nueva realidad del grupo de amigos, algunos de ellos inconscientes por alguna razón desconocida.
Nuevamente, el dolor de cabeza atacó, se convertía lentamente en una migraña que aparentemente no tendría un fin.
Los escalofríos se sumaron al cuerpo de la mujer, esperó lo peor de la situación. ¿Acaso realmente sus amigos estaban inconscientes? ¿Y si su destino se había sellado antes de que ella despertara en esa situación? No quería pensar en la posibilidad de que ellos estuvieran muertos, pero le resulto imposible.
Una voz profunda, pero conocida de alguna parte sonó, una grabación del casino, ¿o el sonido de un micrófono? Una leve estática acompañaba aquella voz.
— Damas y caballeros, ¡bienvenidos! Cada uno es invitado a pasar una noche espectacular de apuestas... para recuperar su libertad.
El escalofrío invadió nuevamente el cuerpo de la mujer, quién sintió una leve presencia cerca de ella. Sus amigos, que por suerte solamente estaban inconscientes, se estaban recuperando de su estado.
Los hermanos, Cuphead y Mugman se abrazaron apenas recuperando la consciencia, era la primera vez que ___ miraba a los hermanos demostrarse afecto mutuo.
— ¿Qué es este lugar? ... —Pregunto Sally, sobando su cabeza, parece que ella también tenía migraña.
— El casino... —Hubo una pausa, la chica se tomó su tiempo para asimilar la situación por completo.
— ¿Estás bien, Mugs? —Pregunto el hermano mayor, sosteniendo las mejillas de Mugman.
— Estoy bien... ¿Tú estás bien?
— Estoy bien. —Mira a las chicas por varios segundos.
— ¡¿Por qué te nos quedas mirando!? ¡Haz algo! ¡Dinos algo aunque sea! —Sally aún sobaba su cabeza.
— El gusto de estar vivo me duro poco. —Cuphead miro a Sally con disgusto.
— No es hora de empezar discusiones... Tenemos problemas más grandes que afrontar. Estamos en el casino.
— No te preocupes, están en buenas manos damiselas.
— ¡No voy a dejarte hacer eso de nuevo Cuphead! ¡¿No fue suficiente cometer ese error en el pasado!?
— Mugs, tú déjame fluir, saldremos vivos de esta. ¡Como siempre!
— Aprendí por las malas y a los golpes, ¡no te importó nada! ¡Y no te dejaré mi vida en tus manos! Es demasiado valiosa. —Mira molesta a Cuphead.
— Sigues viva por mis acciones.
— Y el gusto me duro poco. —Sally se cruzó de brazos.
— ¿Ya se pueden callar? — ___ miro a los dos, con disgusto.
— ¿Saben? ... Prefiero apostar mi alma de nuevo a tener que escuchar sus discusiones con dolor de cabeza. ¡No es hora de pelear!
— Mugs tiene razón, y es justo lo que tenemos que hacer. Apostar por nuestra libertad.
— ¡Oye tampoco lo decía en serio! ¡No puedo contra dos apostadores, ___!
— Es lo que nos queda... ¿Cuphead?
— ¿Sí? ¿Qué gusta damisela?
— Si eres tan bueno apostando, necesitaremos tu ayuda para salvarnos de esta. ¿Puedes no arruinar esto, verdad?
— Si pude salirme con la mía con el diablo una vez, lo haré de nuevo.
— Bien. Pues necesito al Cuphead determinado, no al ebrio para esto. —___ se levantó como podía, el dolor de espalda aún estaba presente. Se dirigió a Cuphead, el cual la miro de rodillas en el suelo.
La mujer extendió su mano en dirección de Cuphead, quien se ruborizó levemente antes de tomar la mano con una sonrisa.
— No más tratos con el diablo, pero sí con...
— No hagas que me arrepienta de tomarte de la mano.
— Entendido. —Cuphead giró levemente la mano de ___, dejando ver su dorso, dando un dulce beso.
Sally y Mugman quedaron expectantes por unos segundos, ____ ruborizó con fuerza.
— Espero que eso no haya sobrepasado tus límites. ¿Qué dices, estás lista? —Cuphead se levantó, aun tomando la mano de la chica, acariciando con el dedo el dorso que anteriormente beso.
— ¡¿TÚ NO ENTIENDES QUE NOS PODEMOS PUDRIR AQUÍ O ES QUE TUS HORMONAS NO SE HAN ACOMODADO!? —Sally se levantó visiblemente molesta.
— No otra vez...
— Dejemos este show de una vez, y salgamos de esta. Cuando todo termine, hablamos de esto. —Ruborizó con más intensidad, intentando no pensar en el acto.
— Bien... Pero...
— Además, no puedo tomarte en serio con el disfraz de payaso.
Cuphead logro ver la pequeña marca que le había hecho a la chica hace no mucho, en su estado de embriaguez. Soltó la mano y se quitó la peluca de payaso de su disfraz de Halloween, definitivamente no debió perder esa tonta apuesta.
— ¿Y qué hacemos ahora?
— Pues lo que sabemos hacer... A medias. —Miro de reojo a Cuphead.
— Deja de mirarme así, me siento más como un payaso. —Ruborizó.
— Vienes disfrazado como uno, intenta soportarlo. ¡Bien, hagamos esto! —Sally se puso detrás de ____ evitando que la chica siguiera mirando a Cuphead.
— Pff...
— ¡Vamos Cuphead! No todo está perdido aún, deja de hacer un show.
— ¡Mugman no me humilles más de lo que ya estoy!
— ¡Hora de apostar!
Las luces del casino se encendieron finalmente, lo que dejo al grupo desorientado por la iluminación por unos segundos.
— Genial... Me veo más humillante con tantas luces...
— ¡Por favor, cállate! Estamos enfocados en cosas más importantes que verte actuar como lo que eres.
Cuphead suspiro, ___ y Mugman caminaron manteniendo la guardia en un casino, mientras que Sally y Cuphead vigilaban detrás de ellos.
— Hey... ___ Una cosa...
— Ahora no Cuphead.
— ... Mugman, cambiemos de lugar.
— No, Mugs.
— No puedo hacer esto... Me ponen tenso incluso en una situación como esta. ¿Qué tienen ustedes dos?
— Solamente es una tontería...
— No lo es... A menos que...
— Cuphead, mantén la guardia, por favor. Quiero hablar contigo, en privado, pero no ahora que literalmente tenemos la vida entre las manos.
— Bien.
— Esto no me da buena espina... Esta demasiado solo...
La música comenzó a sonar cuando una especie de neblina se dispersó sobre ellos, una figura dominante hizo acto de presencia.
— Bienvenidos, Damas y tazas. —Sonrió de forma burlona, era él. The devil en persona, frente al grupo de amigos. —Nos volvemos a ver después de mucho tiempo.
— Tú...
— ¿No te alegra verme? Vaya decepción. —Chasqueó los dedos.
Una figura de traje morado hizo presencia, con la mirada clavada en los chicos sin mostrar ninguna expresión, estaba estático como un robot.
— King Dice...