Mike pov
Había llegado del trabajo, estaba cansado y solo quería dormir. Pero cuando abrí la puerta escuché una discusión.
Con el ceño fruncido fui hacia dónde provenía la discusión, en la sala estaba mi esposa, mi hija Lauren y mi pequeña hija Taylor. Lauren discutía con mi esposa, ver y escuchar como ella le gritaba me había enojado mucho.
-Lauren!- Dejé caer mi maletín al suelo y la fulminé con la mirada.
Lauren me miró y bufó.
-Se puede saber por qué están discutiendo? Respeten que Taylor está ahí viéndolas- Señalé a Taylor quien tenía los ojos llorosos y una cara llena de preocupación y miedo.
-Pasa que ya no aguanto a tu hija Mike, te amo y he tratado de amarla y aceptarla pero ya no puedo más. Ella no quiere entender que en ésta casa hay reglas y se respetan!-
-Es mi casa y yo hago lo que yo quiera!- Lauren gritó.
Aquello me enfureció aún más. Qué necesidad tenía Lauren de ponerse así?
-Ten mucho cuidado como le hablas Lauren! No voy a tolerar que le faltes al respeto a mi esposa-
-Mike, tu hija se estaba revolcando con otra chica en el sofá, EN LA CASA!! No puedo tolerar eso, Taylor las vió y es solo una niña pequeña que no puede ver ese tipo de cosas-
Me froté el puente de la nariz y suspiré.
-Dios mío Lauren!- Dije.
Lauren no mostraba vergüenza ni arrepentimiento, ella solo estaba inexpresiva.
-Ponle un alto a tu hija o yo me iré de aquí con Taylor, ella no es un buen ejemplo para la niña-
Dicho eso ella subió a las habitaciones con Taylor en brazos.
Me senté en el sofá mirando a Lauren.
-Lauren hija, ya no sé qué hacer contigo. Has pasado la raya-
-Papá yo...-
-No vengas con excusas Lauren, ya es hora de que madures. Si no cambias terminarás sola-
-Sola ya estoy- Dijo con amargura.
-Aquí todos te hemos respetado, en especial yo. He aprendido a aceptarte tal y como eres y tú te comporta así? Cómo es que le vas a faltar al respeto a mi esposa, a la madre de tu hermana?-
Lauren no decía nada, ella ni siquiera hacía un esfuerzo por defenderse. En cambio tenía el semblante serio, su ceño fruncido y los ojos de un color grisáceo.
-No permitiré que por ti mi familia se vea afectada. He trabajo duro día y noche para dártelo todo a ti, he respetado tus gustos pecaminosos aunque los odie, lo menos que puedo recibir de tu parte es que te comportes, que respetes a mi mujer y mi hija. Ya nadie aguanta tu rebeldía, quisiera saber a dónde piensas llegar con todo eso. Pon los pies sobre la tierra, ya no eres una niña, deja de estar atormentando la vida de los demás-
Lauren pov
Sus palabras salieron frías y crudas de su boca. Esas palabras causaron profunda tristeza en mi, pero es algo que no le daré a demostrar.
-Vaya Mike! Hablas como si no fuera tu hija- Sonreí con tristeza. Tenía ganas de llorar pero con valentía me las tragué. -Te has preguntado por qué soy así?-
Esperé de brazos cruzados su respuesta, pero nunca llegó.
-Claro! Estás más enfocado en tu familia para darte cuenta de lo que pasa a mi alrededor. Hace falta más que solo trabajar duro para dármelo "todo"- Hice énfasis en todo, haciendo que él frunza el ceño.
-Eres caprichosa Lauren, egoísta, malagradecida y no respetas a nadie. Tú me tienes decepcionado, y lamento mucho tener que mandarte de regreso a donde tu madre, aquí ya no puedo tenerte-
-No me sorprende tus palabras. Pero está bien, yo me iré mañana mismo y no volveré más- Sonreí con amargura.
Subí las escaleras hasta mi habitación, cerré la puerta con tanta fuerza que hizo que el espejo se tambaleara. Preparé las maletas y las dejé en una esquina de la habitación. La noche había caído rápido, no bajé a cenar, no quería verle la cara a ninguno de ellos. Me fui a dormir.
Al día siguiente bajé con las maletas, y aquí es donde me detengo a pensar en cómo me iré a Miami si no tengo el boleto del vuelo, y estoy en Los Ángeles. Entonces ahí es cuando Mike se acerca a mi y me extiende un boleto.
-Lo compré anoche, me costó mucho conseguirlo pero aquí está-
Lo tomé. Era un boleto solo de ida.
-En cuanto pueda te regresaré tu dinero, no quiero deberte nada-
-Lauren...-
Sin responder ni decir nada más, salí de aquella casa, jurando jamás volver. No merecía volver a un lugar donde yo no podía estar feliz o al menos tranquila. Siempre he sentido que estorbo aquí, siempre he sentido que solo son Mike, su mujer y Taylor desde que nació.
Camila pov
-Mami no quiero ir a la escuela- Mathew arrugó la carita mientras negaba.
Sonreí por lo dramático que suele ser mi hijo.
-Amor, debes ir a la escuela, solo así podrás ser un gran astronauta- Besé su frente. Él me miró con sus enormes ojos azules suplicantes.
-Es que ya no me gusta-
-Por qué? Acaso algunos de tus compañeros te molestan?-
Él negó.
-Entonces?-
Él pareció pensarlo, finalmente se rindió y yo sonreí.
-Ánimo, ya casi son vacaciones- Apreté su mejilla suavemente y terminé de acomodar su uniforme.
Mathew salió de la habitación hacia la de su hermano Marcus, cuando iba a entrar Arthur me agarró del brazo y me giró hacia él para luego darme un casto beso.
-Buenos días amor- Murmuró en mis labios, su aliento haciéndome cosquillas.
-Ya me has dado los buenos días- Le sonreí.
-Oh si! Lo había olvidado. Ayúdame con la corbata por favor- Dijo él señalándola.
Tal y como me lo pidió así hice, acomodé bien su corbata y le deposité un beso en los labios.
-Hoy llevaré a los niños al colegio, tú no te preocupes por nada-
Asentí y fui a la habitación de Marcus, terminé de alistarlo a él y alistar sus cosas. Cuando por fin terminé bajé a la cocina donde estaba Arthur y Mathew esperando a Marcus.
-Nos podemos ir?-
Asentí.
-Vayan con cuidado-
-No te preocupes preciosa, tendré todo el cuidado del mundo-
Luego de eso ellos se fueron, no sin antes despedirme de mis hijos y esposo. Me quedé sola en casa, miré a mi alrededor y todo estaba tan perfecto y ordenado que no tenía nada más que hacer en el día.
Me senté en el sofá a ver la televisión y a vagar por mis pensamientos.
Estoy casada con Arthur desde hace ocho años, lo conocí cuando apenas empezaba la universidad, desde que lo vi al instante me enamoré. Él era el príncipe azul que toda princesa deseaba, o tal vez aún lo es. Creo que esa intensidad y obsesión que sentía hacia él hace mucho tiempo se esfumó, ahora solo somos un matrimonio normal. Lo amo, es el padre de mis hijos y con quién he compartido muchos buenos momentos, pero tampoco voy a negar que nuestro matrimonio es monótono.
Estudié psicología, cuando ya iba a ejercer mi profesión salí embarazada de Mathew, entonces ahí fue cuando Arthur me dijo que no me preocupara por trabajar, que solo debía encargarme del bebé y la casa. Ya saben, es lo típico en el matrimonio.
Siempre he querido ser una verdadera psicóloga, tener mi consultorio y ayudar a pacientes, pero es algo que por ahora no podrá ser.
Me preguntaba si en el futuro podré ser lo que yo quiero ser. Por qué me siento tan privada? Siento que solo soy una madre, ama de casa y esposa, no siento que sea una mujer libre el cual puede hacer con su vida lo que le plazca.
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Sean bienvenidos a una historia más.
MI PRIMERA HISTORIA QUE NO ES GIP!
Les informo desde ahora, ésto no tendrá un final de cuentos de hadas. Y ES MUY PROBABLE QUE TENGA UNA SEGUNDA PARTE!
Pero bueno, todo depende porque aveces suelo cambiarle el rumbo a las historias. Lo que si es seguro que no habrá final feliz, más bien será un final sin final XD.
Solo lean y ámenla como las otras historias.
Pd: tengo ganas de hacerle un spoiler a todos ustedes.
Sin más, hasta el próximo capítulo. <3