"That Harrow Kid" GEMINIFOURTH

By g4utopia

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"¿Puedes dejar de caerte cada cinco minutos, idiota?" "¿Entonces puedes dejar de ser un maldito animal y quit... More

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#13 FINAL.
PLAYLIST.
THK.

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Sus pasos eran torpes mientras caminaba por los pasillos de Saint Gabriel, sentía su cuerpo demasiado pesado y le era muy incómodo tener que sorber su nariz cada cinco segundos. El solo pensar que tendría que pasar sus siguientes horas alrededor de Gemini quien seguramente iba a molestarlo, le taladraba la cabeza, y es que había pensado seriamente en no asistir a la actividad que los entrenadores les habían otorgado, pero por primera vez, quería ser responsable como capitán y no dejar solo a su equipo. Así que se encontraba llegando al salón de artes de su escuela, en donde junto a los demás, se encargarían de crear un periódico mural sobre el respeto, el cual tendrían que exponer al terminarlo. 

Cuando entró y vio que todos estaban ahí, riendo y bromeando sobre algo que Prom había dicho, se sintió de alguna forma traicionado, pero sabía que no podía reclamar nada ya que el objetivo de hacer esto era precisamente el lograr un ambiente más armónico, y si lo pensaba detenidamente, no tenía por qué arrastrar a sus amigos en sus problemas con Gemini. Sin embargo, algo en él se sentía demasiado extraño al verlos convivir tan bien con la persona que durante los últimos años ha hecho su existencia más complicada. 

Fue consciente de las miradas posadas en él mientras caminaba y se sentaba en una silla algo alejada de los demás, abrazando su mochila fuertemente contra su pecho mientras escondía su rostro en ella. Todos se miraron extrañados ya que no era para nada usual ver a Fourth tan callado y quieto, cuando siempre era de los que o llegaba con autoridad a poner orden, o bien, a hacer desorden. Pero verlo de esa manera era algo que no parecían conocer. Excepto por cierta persona que había estudiado la secundaria con él. 

"¿Fourth, qué pasa?" Preguntó Winny desde su lugar, pero el mencionado ni siquiera se inmutó.

Una idea surgió en el chico de Harrow quien comenzó a hacer bolitas con el papel que estaban trabajando, para así tirarlas en su dirección y tratar de llamar su atención. Uno, dos, tres...cuatro fueron el total de lanzamientos que se necesitó para que finalmente Fourth levantara la cabeza lentamente en su dirección. 

"¿Puedes dejar de joderme por un segundo? No estoy de humor, Norawit." Su voz sonaba demasiado lenta y baja, como si estuviera cansado. Esto alertó a sus amigos quienes fueron hasta él para averiguar el por qué de su condición. Y no tomó tanto tiempo el escuchar una maldición provenir de Phuwin. 

"¡Mierda, Fourth! Estás ardiendo en fiebre." Aludió asustado mientras tocaba su frente. "¿Qué haces aquí estando enfermo?"

"Estás loco, ¿Acaso quieres morir?" Habló también First con un semblante de preocupación. "Ve a casa, joder. Podemos hacer esto nosotros mismos."

"Soy su capitán, no puedo dejar que todo recaiga en ustedes." La dificultad que tenía para hablar era notoria. Sentía su garganta seca y le costaba mantener sus ojos abiertos como si tuviera demasiado sueño. Su aspecto no era el mejor, su nariz y mejillas estaban cubiertas de una tonalidad roja al igual que su vista, lucía el cabello desordenado indicando que ni siquiera había tenido fuerzas para arreglárselo, y su piel se veía ligeramente pálida. 

El día anterior, después de haber iniciado camino hasta su casa cuando creyó que la lluvia había cesado, ésta volvió unas cuadras antes de llegar, por lo que se había empapado completamente de agua, y en su afán de darse prisa, corrió con velocidad haciendo que el aire frío chocara contra su rostro, respirándolo por su nariz y boca. Así que hoy, cuando no dejaba de estornudar en su cama y su cuerpo dolía, sabía que se había enfermado. 

"Eres un estúpido, ¿Cómo siquiera te puede importar eso cuando estás aquí luciendo como un maldito zombie?" La voz de Gemini reflejaba algo de molestia, y tal vez, un toque de preocupación la cual era muy bien camuflajeada por su ceño fruncido y sus ojos airados. "Deja de querer competir incluso con tu salud en riesgo, Fourth, puedo manejar bien a ambos equipos." Llegó hasta él con pasos lentos, sintiendo su mano picar por tocar las mejillas del chico y sentir su temperatura. 

"Gemini tiene razón, prometemos que no vamos a causar problemas." Siguió Satang solo para demostrar que ambos equipos estaban de acuerdo, pero el capitán de los St. Gabriel era demasiado terco para aceptar, así que solo negó con su cabeza y la volvió a recostar de manera ladeada contra su mochila, cerrando los ojos. 

"O claro, también puedes estar aquí sin hacer nada." Sonrió Joong con las cejas alzadas al notar que no iban a lograr hacerlo cambiar de opinión.

Gemini suspiró resignado al mismo tiempo que rodaba sus ojos. "Qué capitán tan más testarudo tienen." 

"Tan siquiera no tienen a uno imbécil como otros." La voz de Fourth volvió a escucharse, hablando aún con los ojos cerrados, haciendo que todos rieran.

"Ni enfermo dejas de ser un dolor en el culo." Extrañamente la voz de Gemini salió con un tono de diversión, uniéndose al humor de los demás mientras caminaba de vuelta con ellos para seguir con la tarea asignada. 

Las horas transcurrieron entre regaños, maldiciones y una que otra canción que Gemini tenía que iniciar para que los demás la siguieran y se tranquilizaran, tal como lo haría una maestra de preescolar con sus alumnos de tres años. Winny y Satang eran definitivamente los que más peleaban, incluso si sus miradas se encontraban por accidente, ambos ya se encontraban sobre el otro dándose manotazos como dos gatos peleando y todos tenían que dejar lo que estaban haciendo para separarlos. Por su parte, Fourth seguía en su silla durmiendo, aunque de vez en cuando se despertaba para susurrar algunas palabras incomprensibles mientras arrugaba su cara y limpiaba su nariz. 

"Entonces...¿Nadie piensa darle alguna pastilla a su amigo?" Preguntó Gemini tratando de sonar casual mientras se dedicaba a recortar algunas imágenes. "Si quieren puedo ir a la farmacia a comprarle una."

"¿Y correr el riesgo de que le traigas una envenenada? No, gracias." Respondió First con una sonrisa mientras se levantaba del lugar. "Yo voy, ¿Alguien quiere algo?"

"Sí, descansar." Habló Dunk ganándose una zape por parte de First. "¡No me miren así! Estoy cansado, creo que nunca había hecho tanta tarea de la escuela en mi vida."

"Dunk, literalmente solo estás pegando las imágenes que Gemini te pasa..."

"Futbolista tenía que ser, sólo sirve para patear un balón." La voz de Por se escuchó en la puerta, sonriendo como siempre parecía hacerlo. "El profesor les manda a avisar que pueden salir a receso para que desayunen y después pueden seguir." 

Ante eso, Dunk sonrió asombrado mirando a todos. "Es como si me hubiera leído la mente."

Poco a poco fueron saliendo del salón, no sin antes acercarse a Fourth quien rechazó ir con ellos decidiéndose por seguir durmiendo, aprovechando ahora que el lugar iba a quedar en un silencio más cómodo para estar. 

Los minutos comenzaron a pasar, y con ello, el hambre del chico enfermo comenzó a aparecer haciendo gruñir su estómago por lo que inconscientemente llevó una de sus manos hasta él, comenzando a arrepentirse de no haberle pedido a sus amigos que le llevaran algo de comida. Pero grata fue su sorpresa, cuando abrió los ojos y vio a alguien de espaldas a un metro de distancia de él, parecía estar tan concentrado guardando algunas cosas de la actividad que no se inmutó de la persona que comenzaba a avanzar hasta él para rodear su cuerpo con sus brazos, colocándose detrás de su espalda. 

"Phuwin, tengo hambre." Habló Fourth contra su cuerpo. Al parecer, sus ojos habían decidido hacerle una mala jugada, y al no poder abrirlos completamente pensaba que era su amigo al que se encontraba abrazando con tanta suavidad ya que su cuerpo parecía no tener tantas fuerzas. "¿Puedes traerme algo de comida? ¿Por favor?" 

Lentamente, Gemini giró sobre su mismo lugar, sin separarse del agarre del contrario, quien al ser más bajo, ahora tenía su quijada contra su pecho, alzando su rostro hacia él. Sus párpados hacia abajo haciendo que sus largas pestañas chocaran contra sus pómulos y un puchero formando en sus labios era la vista que tenía. Quería responder y decirle que él no era Phuwin pero algo en su interior no se lo permitía, por alguna extraña razón disfrutaba su cercanía, justo como aquella vez en los baños de la fiesta. 

Sentía un ligero revolvimiento en su estómago que lo hacía sentir confuso, ¿También tenía hambre?

Lentamente y con miedo, subió su mano hasta el cabello de Fourth para apartar suavemente aquel flequito que caía sobre su frente y así poder sentir el nivel de calentura que tenía. Aún parecía ser alta. 

"¿Pero me vas a dar el dinero? Porque no tengo más." Sabía que en el momento en que Fourth escuchara su voz iba a separarse inmediatamente de él. A veces parecía que las únicas veces en que sus tactos parecían no molestarles entre sí, eran en unas de esas tantas ocasiones en las que éste había chocado su puño contra su mejilla para propinarle un golpe, o cuando Gemini lo empujaba  para tirarlo al pasto estando enojado y no sentía esa extraña sensación en su estómago como la que estaba sintiendo justo ahora. 

"¡Hey! Tú no eres Phuwin." Rápidamente Fourth abrió los ojos, y a como el otro lo había supuesto, se separó pero no con alguna señal de rechazo como la que se había imaginado. 

"No, no lo soy." Respondió el ahora gemelo de Phuwin de manera cortante, dándose la vuelta para salir del salón e ir con los demás. Ante esta acción, Fourth con un movimiento ágil alcanzó a agarrar su camisa para detenerlo.

"Espera."

"¿Qué quieres?" Respondió girándose hacia él. Quería irse, no soportaba más estar junto a él y que su cuerpo tuviera estas raras reacciones, se sentía abrumado. 

Antes de volver a hablar, Fourth buscó su billetera para sacar dinero de ella y dárselo al chico frente a él. "¿Puedes traerme comida?" De mala gana, Gemini tomó el billete en sus manos y salió lo más rápido que pudo. 

Mientras esperaba por su comida, Nattawat decidió volver a su lugar, sacando de su mochila la chamarra que el estudiante de Harrow le había prestado y la cual, se había olvidado de regresar. Pensaba en entregársela en cuanto volviera pero el frío del salón comenzaba a provocarle escalofríos, así que decidió volverla a usar. 

Olía a la secundaria, olía al club de música, al equipo de fútbol. Olía a Gemini.

Sin darse cuenta, recostó su cabeza contra el pupitre de la silla mientras llevaba una de las mangas hasta su nariz, encontrando su aroma demasiado tranquilizante, por lo que cerró sus ojos mientras aspiraba aquel olor que lo transportaba a una de las mejores etapas de su vida. Se sentía tan en paz que ni siquiera se dio cuenta cuándo volvió a quedarse dormido.

Soñaba que volvía a estudiar con el jugador número treinta, que después de una victoria para el equipo iban a comer helado. Soñaba que mientras Gemini tocaba la guitarra él cantaba, soñaba que éste lo regañaba en las clases de inglés cuando no hacía su parte del trabajo. Soñaba con Gemini. 

Fue despertado abruptamente cuando sintió algo helado tocar su mejilla. Y en cuanto abrió sus ojos ahí estaba él. Tenía una bebida energética en sus manos extendiéndosela para que la tomara, pero estaba tan cómodo en su posición que no tenía fuerzas para volverse a sentar recto. 

"No está envenenada."

Fourth soltó una risita baja.

"Serías una mierda de asesino. ¿Cómo dices eso y pretendes que la otra persona no sospeche?"

Gemini sólo encogió los hombros y volvió a mover la bebida en su dirección. Lentamente Fourth volvió a sentarse pero cruzó sus brazos sobre su pecho. "Estoy débil, capitán, ¿Puede darme usted la bebida?" Su labio inferior sobresalió cuando terminó de hablar. 

El mencionado rodó los ojos pero aún así le obedeció, quitó la tapa y acercó la botella a los labios del más bajo para que así tomara de ella, siendo cuidadoso de no inclinarla tanto para que no la tirara. Y cuando hubo bebido lo suficiente, puso el pequeño recipiente con comida sobre el pupitre. Era arroz con verduras. 

"¿Cómo es que recuerdas mi desayuno favo-?"

"¿No piensas devolverme la chamarra?" Interrumpió Gemini antes de que pudiera terminar de formular la pregunta, llevando una cucharada del arroz hasta la boca del otro.

"Me queda mejor a mí." Respondió con la comida dentro, provocando una mueca de asco en él.

"No seas asqueroso, Fourth."

"Para qué me hablas cuando estoy comiendo." Se defendió y masticó durante algunos segundos para después volver a hablar. "Puedo darte la chamarra cuando salgamos, tengo frío ahora."

"¿Por qué eso suena a que no tengo otra opción?"

"Porque no la tienes, es de ambos ahora." Sonrió débilmente cuando una punzada llegó a su sien, llevando su mano a ella para dar masajes.

"¿Te duele?"

"No, yo creo que mi cerebro es alérgico a tu voz." Fingió analizar, alzando sus labios como un patito. 

Gemini quería huir, quería hacer que su corazón dejara de latir con tanta velocidad.

Pero en vez de eso, solo volvió a llevar una cucharada de comida hasta él para que siguiera comiendo. "No puedes exponer así, seguro te desmayas en medio del salón."

"Mejor para ti, así eres el mejor, porque claramente si lo hago yo ibas a estar demasiado opacado con mi inteligencia." 

Gemini pensaba que Fourth enfermo parecía un niño pequeño, en un momento estaba somnoliento no queriendo que nadie lo hable, después se volvía grosero, luego hambriento. Parecía una persona completamente diferente, pero le recordaba a quien solía ser antes. Al menos en este estado, parecía un poco más amigable con él, quizá solo por el hecho de que no podía levantarse y darle una patada.

No fue consciente cuando su mano se movió a la boca del contrario la cual tenía un pequeño arroz en la comisura, hasta que Fourth la detuvo, tomándola entre la suya antes de que siquiera pudiera tocarlo. 

"Peligroso." Comentó, quitando el resto de comida por su propia cuenta.

"¿Por qué sería peligroso?" Preguntó el más alto realmente curioso. ¿Se refería a que era peligroso porque podía morderlo o era lo que su mente no tan cuerda estaba pensando?

Pero al parecer iba a quedarse sin respuestas, ya que la pregunta fue totalmente ignorada por Fourth, quien al tener la mano del chico de Harrow contra la suya, aprovechó para dirigirla hasta su propio cabello. "Piojito."

El pelinegro sentía que no podía más, no entendía de qué se trataba esto. No sabía si Fourth estaba actuando de esta manera porque estaba enfermo, si lo hacía para al día siguiente burlarse de cómo fue tan débil para caer en sus encantos o realmente quería estar cerca de él. Anhelaba que no tuviera que sobrepensar las cosas, anhelaba solo corresponder a cada acto dejándose guiar por sus propios instintos, pero no podía. No sabía cómo confiar en él. 

Al notar que Gemini no parecía reaccionar, Fourth movió su propia cabeza contra la palma de su mano para buscar más contacto. "¿Por favor?"

Él probablemente iba a arrepentirse de esto después, tal vez en la noche iba a ser la razón de su insomnio, pero no podía culparse cuando las hebras castañas bajo su mano parecían ser tan suaves como el algodón, no cuando Fourth parecía un gatito ronroneado cada que acariciaba su cabello y le daba de comer en la boca. 

Estaba jodido. 

Después de minutos que parecían una eternidad para ambos, sus amigos comenzaron a llegar al salón nuevamente, y aunque querían disimularlo, era demasiada obvia la manera en que estos susurraban mientras los veían. La mano de Gemini se había alejado desde que escuchó los primeros pasos, pero el simple hecho de verlos juntos parecía como una señal del fin del mundo. 

Esperaba que Fourth lo corriera o hiciera algún comentario sarcástico en cuanto dejaron de ser la única compañía del otro, pero no fue así. Al contrario, en cuanto First llegó con la pastilla, fue él quien le pidió a Gemini que le diera bebida nuevamente para poder tragarla...aunque claro, a base de amenazas, las cuales no eran realmente necesarias porque Gemini sentía que incluso podría poner su mejilla si Fourth enfermo deseaba golpearlo. 

Solo porque su corazón era demasiado blando con las personas enfermas, claro. 

En la cabeza de Fourth, sentía que podía actuar de esa manera tan siquiera solo por este día, quería sentirse en paz, quería sentir que tenía una excusa para hacer las cosas que ha evitado todo este tiempo. Tal vez estar a treinta y siete grados de temperatura corporal, un resfriado, y la chamarra de su enemigo no era algo tan malo. 

Cuando hubo terminado de comer, y el aula comenzaba a llenarse de alumnos que escucharían la exposición como audiencia, Gemini se levantó de la silla que había colocado a un lado de Fourth para ir con los demás a preparase. "Espero sus criticas constructivas acerca de mi inteligencia el día de mañana, capitán."

Y ambos sonrieron nostálgicos, sabían que no habría un mañana de esta forma. 









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