12 CHICOS LOBOS ©

By bellaminelli

2.9M 217K 63.8K

Erika acaba de terminar con su novio, es de noche, hace frío y esta sola. Como si eso no fuera suficiente, la... More

12 CHICOS LOBOS - Capitulo 1
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 2
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 3
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 4
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 5
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 6
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 7
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 8
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 9
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 10
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 11
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 12
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 13
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 14
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 15
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 16
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 17
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 19
12 CHICOS LOBOS - Capítulo 20
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 21
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 22
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 23
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 24
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 25
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 26
12 CHICOS LOBOS - Capitulo 27
Capitulo 28 - 12 CHICOS LOBOS
Capitulo 29 - 12 CHICOS LOBOS
Capitulo 30 - 12 CHICOS LOBOS
Capitulo 31 - 12 CHICOS LOBOS
Capitulo 32 - 12 CHICOS LOBOS
Capitulo 33 - 12 CHICOS LOBOS
Capítulo 34 - 12 CHICOS LOBOS
Capítulo 35 - 12 CHICOS LOBOS
Capítulo 36 - 12 CHICOS LOBOS

12 CHICOS LOBOS - Capítulo 18

78.3K 5.6K 866
By bellaminelli

Capítulo 18

Sus moretones comenzaban a desaparecer, al igual que sus raspones, y ya casi no se le notaba la herida del labio ni la de la ceja. Se estaba recuperando. Aun le daba un poco de miedo quedarse sola en ocasiones, y Chris seguía sin dejarla salir, pero se estaba recuperando, y eso era lo único que a los chicos les importaba.

Seguían buscando a Jim, pero el chico parecía haberse evaporado, lo cual solo lograba frustrarlos más. Dylan y sus chicos ayudaban a buscarlo a veces, pero Nick nunca era uno de ellos. Erika no lo había visto desde el día después de lo sucedido, cuando lo dejaron entrar en la madriguera. Él le dijo que iría a su casa por su reproductor de DVD portátil, pero no había regresado.  No sabía nada de él desde entonces, y comenzaba a extrañarlo.

Sin embargo, Erika no estaba preocupada por él. Nick sabía perfectamente cómo cuidarse solo. Además estaba segura que si algo malo llegara a pasarle, alguien se lo diría, ¿verdad? No veía razón alguna para que alguien quisiera ocultarle ese tipo de información. Así que lo único que quedaba por hacer, era espera a que el testarudo chico la buscara de  nuevo, como siempre había sido hasta entonces.

Erika se dirigió a una esquina cercana y se acurruco con Snowflake. ¿Cómo no pensar en Nick cuando tenía a ese revoltoso cachorro recordándoselo todo el tiempo?

El cachorro estaba creciendo cada día un poco más, y se estaba haciendo más fuerte también. Las pequeñas y casi invisibles heridas que Erika tenía en las manos lo demostraban, algo era seguro, al cachorro le gustaba morder.

Baco llego y se sentó junto a ella, mientras Erika arrojaba un muñeco para que el cachorro fuera por él y regresara para repetir la acción, una y otra vez.

-          Hablo en serio, este perro tiene que contarme su secreto para tener toda tu atención todo el tiempo que él quiera. – dijo Baco con una sonrisa impecable.

-          Su secreto es enternecerme hasta los huesos. – le respondió sin dejar de jugar.

-          Jamás creí que tendría que competir con un perro por la atención de una chica. – confesó riendo – pero si puedo con los once animales que viven aquí, definitivamente puedo con este cachorro.

Erika solo rodó los ojos ante tanta arrogancia, pero ya estaba bastante acostumbrada así que se resignó a ignorarlo y a seguir arrojando el muñeco. En eso, Chris entró en la habitación.

-          Dylan está aquí. – dijo dirigiéndose solo a Baco.

-          ¿Vino solo?

-          No, los demás también, vienen a ayudarnos con las rondas.

-          ¿Vino Nick? – preguntó Erika con una oleada de esperanza.

-          No. – contesto Chris cortante – Y ya te he dicho lo maleducado que es meterse en las pláticas de las personas mayores.

-          Déjala ya. – intervino Baco divertido por el intento de Chris por parecer serio – Vayamos por los demás.

Ambos salieron de la habitación, pero no de la madriguera. Erika los vio alejarse por el pasillo hacia las demás habitaciones, seguramente para reunir a todos. Si sus cálculos eran correctos, tenía poco tiempo, pero suficiente.

Subió ágilmente por la escalera y salió al exterior, por primera vez en bastantes días. La sensación el sol nuevamente es su piel fue realmente reconfortante, y respirar el limpio aire del bosque aún más, pero tuvo que recordarse rápidamente que no tenía tiempo para melancolías innecesarias.

Dylan y los demás parecían realmente sorprendidos de verla. Al principio parecieron examinarla de pies a cabeza para comprobar con sus propios ojos que estaba bien, después de todo, ellos no la habían visto después del ataque. Victor y Jasper parecieron hacer una mueca cuando se fijaron en sus piernas, en los rastros de los moretones y raspones, aún percibirles para la vista. Ray, Seth y Dylan tragaron saliva al ver su cara, todavía un poco lastimada. Pero todos mostraron culpabilidad y remordimiento, saber que quien había causado eso era la misma persona que ellos creían su hermano, los debía de estar consumiendo.  

-          No deberías de estar aquí afuera, regresa dentro ahora. – dijo Dylan con amabilidad pero en un tono serio.

Demonios, el chico era un padre en todos los sentidos, incluso podía intuir que lo que estaba haciendo no era correcto. Erika estaba realmente sorprendida de que solo se viera algunos años mayor que ella y los demás.

-          Yo solo... quiero saber cómo esta Nick. – contesto más vacilante de lo que le hubiera gustado sonar.

-          Él está bien pequeña. – Dylan relajo los hombros, y sonó más amable esta vez – Regresa dentro antes de que te metas en problemas. – le guiño un ojo.

-          Entonces, ¿Por qué no ha venido a verme?

Los chicos intercambiaron miradas entre ellos, parecían nerviosos, pero recobraron toda la compostura inmediatamente.

-          Él ha estado un poco ocupado, eso es todo. – dijo Seth quitándole importancia al asunto – No tienes por qué preocuparte por él.

-          ¿Quieres que le demos algún mensaje por ti? – se ofreció Jasper amablemente.

-          Sí, yo... solo... ¿podrían decirle que lo extraño, por favor?

Definitivamente en su cabeza había sonado mucho mejor, pero eso encerraba prácticamente todo lo que Nick necesitaba saber, así que le pareció adecuado.

-          Descuida, nos encargaremos de que lo sepa. – le sonrió Victor.

-          Gracias. – suspiro.

-          Ahora regresa, a Chris no le gustara verte aquí. – le apremio Ray señalando la entrada de la madriguera.

Erika asintió, ya que tenían mucha razón, y se dio media vuelta para volver rápidamente.

-          Oye, niña. – escucho la voz de Dylan que la hizo voltear. – Nosotros... lo sentimos mucho. – la miró seriamente.

Su disculpa sonaba realmente genuina, Erika podía ver el arrepentimiento en sus miradas, como si ellos hubieran tenido culpa alguna o como si ellos pudieran haber hecho algo para detener a Jim. Se sintió realmente conmovida. Les sonrió para hacerles saber que no tenían de que disculparse y se despidió con la mano, para después entrar en la madriguera.

***

Hacía más de una hora que todos los chicos se habían ido a hacer su ronda de búsqueda. Todos menos Simón. Como de costumbre.

El chico y Erika se encontraban armando uno de los muchos rompecabezas de Simón en el suelo. Ambos permanecían en un armonioso silencio, hablando solo con miradas furtivas que se lanzaban uno al otro.

-          Pero, ¿Por qué no? – insistió Erika por enésima vez.

-          Ya te lo dije, es la idea más suicida que he escuchado en toda mi vida, y créeme que he vivido bastante. – sonrió sin prestarle mucha atención a la chica.

-          Esa no es una excusa fundamentada. – le reprochó.

Simón dejo las piezas a un lado para sentarse derecho, tomó a Erika por los hombros y la obligo a hacer lo mismo para que quedaran frente a frente y mirarla a los ojos.

-          Bien, la respuesta es no, porque UNO Chris me matará, DOS es la casa del loco que te hizo esto, TRES no tiene ningún sentido ir y CUATRO Chris me matará.

-          Ya dijiste eso.

-          ¿Qué te hace pensar que Chris se conformara con matarme una sola vez?

-          Si nadie le dice no puede enterarse. – Erika sonrió intentando convencerlo. – Por favor Simón, solo necesito verlo, comprobar por mí misma que está bien.

Simón puso la palma de su mano en la frente de Erika y le indicó con su dedo libre que guardara silencio. Luego la miró con los ojos muy abiertos.

-          Sí, es oficial, tu diagnóstico es: Baby Doll loquita-suicida. – la tomó de los hombros como si lo que estuviera diciendo fuera realmente grave – Aunque, debo admitir que desquiciada te vez muy linda. – sonrió burlándose de ella.

-          Te estoy hablando en serio. – intentó parecer enojada, pero temía que una risa pudiera escapársele.

-          ¿Por qué simplemente no puedes limitarte a creerle a Dylan? Él te dijo que Nick está bien, ¿no es verdad?

-          Sí, pero... necesito comprobarlo, siento como si debiera.

De pronto Simón adoptó una posición más seria, y miró a Erika con recelo.

-          ¿Qué pasa?

-          Me dijiste que no te gustaba, incluso me lo juraste, por el meñique. – parecía resentido.

-          No me gusta.

-          ¿Entonces por qué estás tan desesperada por ir a verlo? ¿Por qué no quieres quedarte aquí conmigo? – Simón cruzo los brazos, abiertamente ofendido.

-          Sabes que no es eso, yo disfruto mucho estar contigo, - los ojos de Simón brillaron con esa declaración – es solo que, no he visto a Nick en mucho tiempo, y comienzo a preocuparme por él. Haría exactamente lo mismo por ti. – le confesó.

-          ¿En serio? ¿Lo harías?

-          Claro que sí. ¿Cómo puedes siquiera dudarlo? – le dio un empujón juguetonamente.

El chico sonrió, incluso parecía estar razonando lo que Erika le pedía, aunque sonara como una completa locura. Pero en un instante su expresión volvió a ser la misma que en un principio, desconfiada y precavida.

-          Baby Doll, tu sabes que yo haría cualquier cosa para que tu estés feliz y tranquila, pero lo que me pides es demasiado arriesgado para ambos, en especial para ti.

-          Entonces ve tu solo. Si tú me dices que Nick está bien, te creeré completamente. – lo miro con ojos suplicantes.

-          No puedo dejarte sola. – respondió tajante.

Erika se dejó caer sobre las almohadas y los cojines para mirar el techo. No había forma de hacer cambiar de opinión a Simón, sin mencionar que tenía razón al decir que los estaba arriesgando demasiado a ambos. Tendría resignarse a espera a que Nick volviera a buscarla. Tenía la esperanza de que el chico lo hiciera después de escuchar el mensaje que le había enviado con Dylan y los demás, aunque eso nadie sabía cuándo ocurriría.

-          Baby Doll, - le susurro Simón recostándose a un lado de ella – en serio lamento no poder ayudarte en este momento, me duele verte así. Te prometo que cuando Chris y los demás vuelvan, iré a buscar a Nick a su casa.

-          ¿En serio? – sonrió emocionada.

-          Por supuesto, iré a su casa y si puedo, le pediré que vuelva conmigo para que lo veas por ti misma.

-          ¡Simón, gracias! – estaba tan conmovida que no dudo en lanzarse sobre Simón para darle un abrazo – Eres el mejor. – le dijo más tranquila mientras se separaba.

-          Lo sé. – sonrió el chico guiñándole un ojo.

-          ¿Quieres terminar el rompecabezas?

-          Me leíste el pensamiento.

***

Chris y todos los demás entraron en la madriguera justo cuando Erika y Simón comenzaban a guardaban su segundo rompecabezas terminado.

-          Ustedes dos deberían conseguirse mejores pasatiempos, me matan de aburrimiento. – les dijo Baco burlesco mientras pasaba por un lado.

Simón se levantó y fue hacia Arón, Erika los observo desde lejos. Fue fácil adivinar de lo que estarían hablando, seguramente le estaba preguntando sí habían tenido suerte esta vez, y seguramente la respuesta era no, de nuevo.

El resto de los chicos siguieron a Demián a la cocina, ya se acercaba la hora de cenar. Simón le lanzo una mirada cómplice a Erika animándola a seguirlos mientras él se dirigía a la salida. Y así lo hizo.

Demián había cocinado pizza. Era realmente increíble, no recordaba la última vez que la había comido. En el orfanato la reservaban para los días de fiesta, los cuales no hace falta mencionar que eran pocos. Erika estaba realmente fascinada por la increíble facilidad y versatilidad de Demián para cocinar todo tipo de cosas.

El chico estaba sentado a un lado de ella por lo que se inclinó y le susurro discretamente.

-          Demián, ¿Dónde aprendiste a cocinar así?

-          ¿A qué te refieres Baby Doll? – sonrió divertido.

-          Todos estos platillos, y todo eso. Sabes mucho, y lo haces muy bien.

-          Creo que exageras, pero está bien, me halagas y me parece realmente tierno. – le toco la punta de la nariz.

-          ¿Quién te enseño?

-          Cuando uno quiere sobrevivir, puede hacer muchas locuras, como aprender a cocinar. – le sonrió mientras le daba una mordida a su rebanada de pizza casera.

No hizo más preguntas y continuó comiendo. Cuando terminó se dirigió a la habitación donde dormían. Simón no había regresado aún, y la ansiedad por saber lo que estaba pasando la estaba consumiendo. ¿Por qué tardaba tanto? Decidió sentase y releer uno de sus pocos libros, escogió uno de los de Lucas, estaba segura de que jamás se cansaría de ellos.

-          Baby Doll. – dijo Chris sacándola de todos sus pensamientos de pronto.

-          ¿Sí?

El chico se acercó y se sentó junto a ella en el suelo. Erika dejó a un lado su libro indicándole que tenía su atención.

-          Escucha... - Chris se rasco la nuca intentando evitar su mirada - ¿Cómo estás?

-          Bien, gracias, ¿y tú? – sonrió extrañada.

-          No, hablo en serio, ¿te encuentras bien? – la miró con ojos preocupados – Es solo que, después de todo lo que ha pasado, me sentí como un verdadero desconsiderado al no poner más atención a cómo te encontrabas.

-          Estoy realmente bien, lo juro. – le dijo con honestidad – No deberías preocuparte tanto, te puedes enfermar.

-          En serio que eres tierna. – se burló de su inocencia – Claro que debo preocuparme, todos son mi responsabilidad, en especial tú. He hice un trabajo de mierda protegiéndote. – apretó los puños con frustración, lo cual hizo que Erika retrocediera un poco.

-          Eso no es verdad, todos sabemos que fue mi culpa. – toco su hombro para intentar reconfortarlo. – Créeme, me cuidas exageradamente bien. Todos lo hacen.

Chris la miró, y examino su rostro en silencio, pensando en las palabras de Erika.

-          No sé de todo lo que seré capaz de hacer cuando lo encuentre Baby Doll, pero eso no es lo que me preocupa.

-          ¿Qué te preocupa entonces?

-          Que me veas como a un monstruo.  

-          No digas eso, tú no eres un monstruo. – Erika recargó su cabeza en el hombro de Chris, provocando que éste se tensara un poco. – Y no te tengo miedo.

-          Esa es la parte más triste Baby Doll, si lo soy. – reconoció avergonzado – Es solo que, tu no lo ves. Y no quiero que lo veas. Quiero que creas eternamente que soy esto que ves ahora, que soy bueno, incapaz de dañar a alguien, protegiendo a todos. Aunque en el fondo siempre sabré que todo es una mentira, será nuestra mentira.

Erika tragó saliva. Las palabras de Chris le dolían, le afectaban de una manera que jamás pensó que le llegarían a afectar. No quería escucharlo hablar así, no quería que rompiera su burbuja rosa. Tuvo que hacer un esfuerzo extra para reprimir una pequeña lágrima.

Chris la abrazó, estrechándola firmemente en sus brazos, después de separó de ella, solo lo suficiente para verle la cara, y le dio un beso en la frente, se quedó quieto, sin despegarse de ella.

-          Deberías dormirte ya. – susurro contra su cabeza.

-          De acuerdo.

Ambos asintieron, pero ninguno de los dos se movió.

***

Un ruido la obligó a abrir los ojos. Eso se lo podía agradecer a Jim, desde su desagradable encuentro, Erika tenía un sueño increíblemente ligero. Escruto el lugar hasta que su visión se adaptó a la oscuridad y divisó a Simón, quien se había tropezado al intentar entrar discretamente.

-          Perdón, no quería despertarte. – le dijo en un susurro apenas audible.

-          No hay problema, - le susurro quitándole importancia al asunto - ¿y bien? ¿está afuera? – preguntó entusiasmada.

-          Amm... no. – respondió cortante.

-          ¿No quiso venir?

-          No, no es eso.

-          ¿Entonces, qué es? ¿Cómo está?

-          No lo sé.

-          ¿A qué te refieres? ¿Acaso no vienes de su casa?

Simón vaciló por un momento, como si la situación lo estuviera incomodando, la evadía mirando hacia los lados, lo cual no lograba más que confundir aún más a Erika.

-          Sí. Pero Nick no está en su casa, Baby Doll.  

Continue Reading

You'll Also Like

17K 2.4K 39
Cuando eres la perfecta definición del omega imperfecto, pierdes todo pensamiento positivo de algún día encontrar al amor de tu vida. Sergio Pérez t...
265K 15.7K 89
Kenzo Parker se niega a creer que Jade, la hermana de su mejor amigo, sea su mate y destinada. Piensa que la Diosa Luna le está jugando una broma y n...
103K 8.3K 122
"Quizás debería aceptar que ya fue, que no fuimos, no somos y no vamos a ser " -Leah Amara Stilinski Leah Amara Stilinski, una joven de 15 años, qui...
7.5K 270 38
No todas las historia son con finales felices... "NO TODO ES COLOR DE ROSA" No todo es como las personas piensan! Aveces es lo peor... [...] "Sálvame...