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Pasamos los siguientes 5 días con normalidad. Él salía por la comida y cosas del hogar, y yo me quedaba limpiando o haciendo absolutamente nada.
Parece aburrido pero, al menos para mi, pasar algo de tiempo con él era lo que más me hacía feliz.
Volvieron a llamarlo por la noche, tenía que salir a medio día para tomar un avión a Kansas. No era tan lejos pero mi corazón ya no quería esperar por él. Así que lo convencí de comprarme un boleto aparte para ir juntos.
Parecía muy negado al principio, de hecho se molestó conmigo toda la noche porque "nos estaba poniendo en riesgo". Aunque por la mañana me dijo que el boleto estaba comprado y mi vuelo salía a las dos.
Salté de emoción hacia sus brazos, quisiera o no, esta era una buena oportunidad para salir de viaje juntos, aunque sea a escondidas.
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Cuando llegue a Kansas todo ante mis ojos era hermoso, tenía tanto tiempo sin salir de esta forma. Estar con Ajax se había convertido en una rutina un poco agotadora.
El hotel estaba bastante decente y la comida no era tan mala. Kansas se veía prometedor, las personas hasta ahora solo habían sido amables y respetuosas con alguien tan perdida como yo.
A mi mente vino Yoko, de pronto había recordado que ella vivía aquí. Le mandé un mensaje haciéndole aviso, esperando que me invitara a su casa o me diera algún tour de su ciudad.
Llegó por mi en un par de horas, yo solo atiné a abrazarla muy fuerte, después de todo, tenía años que no la veía en persona.
— Hey, Nid. ¿Qué tal va todo? — Mis brazos aún no se separaban de ella, aunque no parecia molestarle ya que su tono de voz se escuchaba sonriente.
— Estoy muy bien. No recordaba que vivías aquí — Cuando me separé me di cuenta de lo mucho que había cambiado. Su cabello largo ahora estaba recortado un poco más abajo de los hombros y sus lentes oscuros habían desaparecido, aunque su gusto en ropa no había cambiado mucho.
— Te ves algo distraída. ¿Segura que está todo bien?
— Sí, todo está perfecto.
— ¿En serio? ¿Qué sucedió contigo y Ajax? — La hice que callara, Ajax no era un nombre muy común y sería muy evidente si hablamos de él — Okey, ya entendí lo que sucede.
— No hablemos de eso. Mejor sácame de aquí que se acaba el tiempo — La jale del brazo hacia la salida del hotel, de verdad quería salir y divertirme un rato mientras Ajax trabajaba.
— Está bien, princesita rubia. Lo que tú ordenes.
Nos subimos a su camioneta azabache y comenzamos nuestra salida.
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Habíamos estado paseando por todas partes hasta que el mensaje de Ajax nos sacó de la ensoñación del momento. Lo había olvidado por completo.
Jax🍓
Linda
Te espero en el restaurante
italiano que esta cerca de
tu hotel 6:44 p.m.
Ponte bonita 6:45 p.m.
Visto
Suspiré al leer el último mensaje. Sabía que realmente no nos veríamos para comer juntos, pero al menos verlo un par de horas me sería grato.
Le pedí a Yoko que me llevara de regreso al hotel ya que tenía que darme prisa. La japonesa sólo me vio con fastidio, pero no se negó. Sigo sin saber porqué desprecian tanto nuestra relación, Ajax siempre ha sido un buen muchacho.
Me despedí de ella en la entrada del hotel y le prometí que mañana saldríamos a más lugares. Ella renegó un poco pero al final sonrió alegre, sabía que jamás se negaría a pasar el tiempo conmigo, su mejor amiga.
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El restaurante era lindo, por suerte no era tan elegante o algo que no pudiera pagar, pero era lo suficientemente arreglado para considerarse de clase.
La mesa que tomé estaba cercana a los ventanales del lugar, tan limpios que podía notar la débil llovizna que comenzaba a presentarse en la ciudad.
Pedí una de mis pastas favoritas y una taza de té para acompañar. El lugar tenía música pregrabada, a pesar de tener un completo escenario en el medio.
Mis ojos nunca dejaron de buscar a Ajax. Sabía que me veía como una solterona en espera de su cita que jamás llegó, seguramente daba lastima.
Ignoré esa idea cuando comencé a escuchar algo de movimiento en el centro del lugar. Estaban subiendo un hermoso piano al escenario. El piano era gigante de color hueso, tan impecable que me daba algo de envidia. Pronto también subieron un violonchelo de madera oscura abrillantado.
Suspiré al recordar aquel viejo violonchelo que tocaba Merlina casi todas las noches en nuestra habitación. Me negué al recuerdo y seguí buscando entre los comensales a Ajax.
Logré divisar su espalda en unas cuantas mesas más alejadas, llevaba un traje azul marino. Había otro par de personas en su mesa que me supongo es su manager y uno de sus guardaespaldas.
La mujer joven le golpeo el hombro a forma de broma y el pareció reír más fuerte, el movimiento de sus hombros lo hizo ver así. Una sensación extraña me lleno el estómago y me impidió terminar mi comida.
La música pregrabada se detuvo y la voz de un hombre se escuchó por las bocinas.
— Hoy tendremos algo de música en vivo para nuestros comensales especiales, que espero estén teniendo una linda velada — El señor tenía un rostro de muerte pero su voz era suave y amable — ¡Aplausos para Hiver!
Los aplausos llenaron por completo el restaurante y luego una mujer vestida de negro aprecio en el escenario y a su lado uno chico de rulos que tomó lugar en el piano.
Mis ojos se encontraron con los oscuros de aquella mujer y mi corazón se detuvo tan repentinamente que podía jurar que había muerto.
De mis labios solo se escapó su nombre.
— Merlina.
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Nomamen, me puse a ver la novela y la mitad de esta mamada no me estaba gustando, tuve que quitar muchas cosas. Espero que les parezca bueno.
Comenten cada cosa que piensen de esta cosa. Los amo💋
-willy