Hyunjin's pov
Tiempo presente: El gran día
"Hyunjin".
Los dedos pincharon mi espalda desnuda, la voz resultó cálida y familiar, demasiado molesta también para ser las 8 de la mañana o cualquier hora que fuera en este momento. Gruñí como respuesta rodando mi hombro para quitarme los cálidos dedos de la espalda, hubo una pausa seguida por un bufido antes de que los dedos se convirtieran en una mano que comenzó a sacudirme contra las sábanas.
"Hyunjin, despierta" la voz insistía en sacarme de el reconfortante mundo de los sueño.
"No, es demasiado pronto" me quejé metiendo la cabeza debajo de la almohada.
"Son las 9, Hyunjin" dijo la voz, perdiendo su tinte cálido y meloso, ahora era impaciente, enfadado y sin gracia.
"Exactamente" mi propia molestia comenzó a filtrarse en mi tono mientras el sueño comenzaba a alejarse de mí a pesar de mis intentos de perseguirlo, las manos llegaron a pellizcarme a los lados de mi torso implacablemente; mierda.
"Hyunjin" dijo la voz de nuevo, un peso más grande ahora presionando contra mi espalda "La gran inauguración de tu restaurante es hoy, ¿sabes? Tienes que levantarte". La almohada pronto fue arrancada de mi cabeza y abrí los ojos de mala gana para enfrentar a mi molesto y lindo novio, cuyo rostro estaba arrugado por la exasperación.
"Eres muy molesto, lo sabes, ¿verdad Lix?" Gruñí, lanzándole al hombre una mirada cansada. "¿Qué, tuve 6 horas de sueño?".
"¿Y de quién fue la culpa?" Lix respondió cruzando los brazos sobre su pecho mientras levantaba una ceja acusadora, frotándome los ojos para eliminar los rastros de sueño miré a mi novio lentamente como hacía todas las mañanas, llevaba mi camiseta que era un poco demasiado grande para sus hombros y demasiado larga para su torso, el dobladillo caía justo por encima de la curva de su trasero que desafortunadamente estaba cubierto por sus apretados boxers. Sus ojos estaban un poco cansados pero mucho más alertas de lo que podía imaginar y su cabello castaño rizado volaba de un lado a otro, luciendo como si un tornado lo hubiera atravesado la noche anterior.
O mis dedos.
Definitivamente mis dedos.
Cuando agarré su cabello mientras lo follaba durante las horas de esta madrugada, convirtiendo la habitación en un manojo de gemidos.
La comisura de mis labios tiró hacia arriba mientras alcanzaba el entrañable lío encima de la cabeza de Lix, pasando mis dedos a través de los mechones sinuosos. Pude ver que la molestia de Lix comenzó a desaparecer cuando mi mano se deslizó desde su cabello hasta su cálida mejilla.
"Buenos días, amor" murmuré, Lix rodó los ojos mientras tomaba mi mano de su rostro, se dejó caer a mi lado con su cabeza en mi hombro pasando una pierna sobre la mía y tirando de mi brazo alrededor de él antes de acurrucarse en mi costado, resoplé un poco ante su insistencia pero no obstante lo complací, acercándolo más y presionando un beso en su cabello desordenado.
"Tienes trabajo que hacer" me recordó Lix con voz suave.
"Lo sé".
"Deberíamos levantarnos".
"Sé".
"Eres un idiota".
"Eso no lo sé" dije riendo entre dientes mientras Lix golpeaba mi pecho ligeramente, antes de acurrucarse aún más cerca renunciando por completo a sacar a cualquiera de nosotros de la cama.
Los dos no dijimos mucho por un tiempo después de eso, Lix simplemente pasó sus dedos por mi corazón mientras escuchaba su respiración constante, disfrutando de la sensación de él. No todas las mañanas podíamos quedarnos así; con Lix trabajando como profesor siempre se iba mucho antes de que me despertara. Solo los fines de semana podía abrazarlo así por la mañana sin necesidad de soltarlo.
Así que siempre que tenía la oportunidad de abrazarlo, la aprovechaba porque significaba todo.
Él era todo para mí.
No pasó mucho tiempo antes de que los dedos de Lix dejaran de moverse sobre mi pecho y su respiración se nivelara por completo, un leve ronquido salió por sus labios entreabiertos. Mirándolo dormir tan pacíficamente a pesar de ser el que me despertó groseramente me hizo sonreír, mi corazón martilleaba en mi pecho al recordar qué día era hoy. Si estuviera despierto Lix habría sentido a mi corazon latir bajo la punta de sus dedos y lo habria delatado todo.
Porque hoy era el día en que le iba a proponer matrimonio.
Llevamos diez años juntos y sabía que quería casarme con él hace mucho, mucho tiempo, nunca se trató de quién, ni dónde, ni cómo. No importaba cómo lo propondría, no importa cómo hice la pregunta, lo único que estaba mal era el momento oportuno.
Cuando Lix estuviera listo, cuando yo estuviese listo. Cuando estemos listos.
Hasta ahora, alguna de esas tres cosas nunca estuvo del todo bien pero ahora, ahora podía sentir que era el momento, en el fondo de mis huesos.
Pasando mis dedos por el cabello de Lix , el chico se movía pero no se despertaba, sonreí mientras trataba de calmar mi corazón. Todo lo que ha sucedido para llevarnos a este punto ha valido totalmente la pena, esto no lo cambiaría por nada del mundo
Hace once años (Hyunjin, 17 años)
Estoy tan jodidamente cansado.
Me apoyé en las patas traseras de mi silla, el respaldo presionando contra la pared del salón de clases mientras cerraba los ojos contra las tenues luces fluorescentes que no hacían nada para ahuyentar mi fatiga, la voz del maestro se convirtió en nada más que ruido de fondo mientras luchaba por mantenerme despierto, el café que tomé de camino a la escuela no hizo más que darme ganas de orinar.
A la mierda con esto.
La chica sentada a mi lado; Sarah, Stella, Steph o algo con S, se rió mientras presionaba su mano en mi bícep tratando de atraer mi atención, reprimiendo una maldición me giré hacia ella sin molestarme en ocultar el ceño fruncido en mis rasgos. Sus ojos marrones me miraron expectantes como si esperase que dijera algo.
"¿Qué?" Medio grité, la chica se estremeció ante el tono riendo ligeramente para disimular su malestar.
"Oh bueno, solo me preguntaba..." comenzó la chica mirando tímidamente su mano en mi brazo y luego de regreso a mis ojos con un brillo coqueto "Ya que la pasamos tan bien la semana pasada ¿Podríamos hacerlo de nuevo?".
Sí, al diablo con esto. Estoy demasiado cansado para esta mierda.
"Mira Sarah, ¿verdad?" Empecé, la expresión de la chica se puso rígida.
"Es Stella" dijo con fuerza teniendo el sentido común de soltar mi brazo.
"Stella" dije encogiéndome de hombros "Sí, la semana pasada fue divertida pero no hago repeticiones porque la segunda vez nunca es demasiado divertida" Especialmente cuando empiezan a captar sentimientos y luego siguen pidiendo más y más, hasta que te das cuenta de que no hay nada que quieras dar.
"Pero-" Stella empezó, su mano una vez más en mi brazo, pidiendo más.
"La respuesta es no, Stephanie" dije con frialdad, apartando mi brazo del suyo justo cuando se oía un fuerte golpe de un libro contra un escritorio desde el frente del salón de clases.
"Hwang Hyunjin" el maestro se enfureció, su boca se dibujó en una sonrisa que era todo menos agradable.
"Patrick" respondí empujando mi peso hacia adelante, la silla se estrelló contra el suelo con un estruendo ensordecedor. Inclinándome en el escritorio casualmente, sonreí ante la ira creciente en la cabeza del maestro calvo que comenzó a brillar bajo las luces mientras sudaba.
"Es 'Mr Keech' para usted" escupió el hombre abriéndose paso entre los escritorios mientras se dirigía hacia mí con los brazos cruzados, cuando llegó a mi escritorio el hombre en medio de una crisis de la mediana edad y un divorcio costoso intentó darme una mirada dominante, lo que me hubiera asustado si realmente me importara una mierda todo esto.
"Oh, lo siento Sir Keech" dije inclinando mi cabeza en una falsa reverencia, no quise ofenderle".
"Y estoy seguro de que tampoco quiso interrumpir la clase, ¿verdad, señor Hwang?" Patrick dijo, lanzando sus manos salvajemente para gesticular alrededor del aula. Todos miraban divertidos por mí o por la cabeza cada vez más brillante de Patrick que ahora estaba adquiriendo un tono rojo sorprendente.
"¿Interrumpir la clase? No me atrevería" dije resoplando un poco, solo quería dormir o fumar. O fumar y luego dormir.
Uf, odio esto.
"Realmente tienes algo de valor, hijo" dijo Patrick "No creas que no te he visto durmiendo o teniendo una linda charla con la señorita Stella, si no vas a prestar atención en clase sería mejor que no vinieras, ya que obviamente no te preocupas por tu futuro no trates de arruinar el de los demás.
La ira burbujeó dentro de mi estómago, mis dedos agarraron el borde de mi silla debajo del escritorio.
"Sabes qué, tal vez tengas razón Patrick" dije levantándome rápidamente de mi silla provocando un chirrido contra el piso "Tal vez sea mejor para mí no venir, entonces no debo lidiar con tu mierda".
"Tú-".
"Hasta luego, Patrick" dije empujando la silla de Sonia o lo que sea, dejando el salón con una sinfonía de maldiciones a mi espalda.
Porque a la mierda la escuela y todos los que están aqui.
Nadie puede ver lo cansado que estoy, nadie jodidamente puede ver cómo me siento realmente.
¿Cuándo habrá alguien que pueda verme como soy?
~~~
"Oye, dame uno de esos hombre" Lucas señaló la caja de cigarrillos con la que estaba jugando en mi mano, dejé escapar un ligero bufido, saqué uno y se lo ofrecí antes de sacar uno para mí y presionarlo entre mis labios "Gracias".
"¿Necesitas fuego?" Pregunté encendiendo el mío y dando una larga calada, el humo se arremolinaba frente a mi cara oscureciendo a Isaac de la vista, Lucas niega con la cabeza, sacando su propio encendedor.
Los dos nos sentamos en la parte de atrás de la escuela después de haber abandonado nuestras clases, Lucas por razones distintas sin embargo.
"Entonces, ¿con quién estabas antes?" Pregunté casualmente, los ojos de Lucas se iluminaron mientras sonreía, dando una larga calada.
"Oh, era Lauren" Lucas sonrió mirando hacia arriba como si estuviera recordando y solté una breve carcajada.
"No la conozco".
"Pelirroja" respondió Lucas mirándome como si eso me diera las respuestas, le di una mirada en blanco a cambio, mi amigo puso los ojos en blanco.
"¿Pelirroja natural, un año por debajo de nosotros? La bailarina súper flexible, amiga de cómo se llama, Anna. La rubia que también es jodidamente sexy debo agregar" dijo Lucas silbando mientras exhalaba su humo.
"No las conozco" dije encogiéndome de hombros.
"Nunca lo haces" dijo Lucas arrojándome un poco de ceniza antes de darme un codazo en el costado, sonriendo "De todos modos, me muero de hambre ¿Quieres almorzar?".
"No tuve tiempo de traer nada" dije suspirando, tomando la última calada de mi cigarrillo, aplastándolo con mí zapato, me encogí de hombros de nuevo "Y no hay dinero, no me pagaron la semana pasada. Otra vez".
"Tu jefe es una idiota" gruñó Lucas escupiendo en el suelo "Que se joda, sólo déjalo".
"Sabes que necesito el dinero, Lucas " dije con brusquedad, pasando mis dedos por mi cabello con los hombros pesados. Echándole un vistazo a Lucas , su reloj caro y su billetera de diseñador en su bolsillo, la comisura de mi boca se arqueó "No es que lo entiendas" lucas sonrió revelando dientes blancos y rectos, empujándome ligeramente.
"Sí, sí, soy rico, lo que sea" dijo Lucas poniendo los ojos en blanco "Por eso te dije que podía prestarte algo de dinero".
"Y te dije que no me gusta pedir dinero prestado" respondí repitiendo una conversación que habíamos tenido muchas veces antes, la familia de Lucas tenía una buena posición económica: su padre era abogado, su madre tenía un negocio exitoso y de todos modos tenían grandes herencias de dinero.
"Sí, lo has dejado muy claro" respondió Lucas exasperado "Al menos déjame invitarte a almorzar hombre".
"¿Maccas?".
"¿Tú conduces, yo compro?".
"Trato" dije, justo cuando un gran peso se estrelló contra la espalda de Lucas enviándolo hacia adelante, derribando su cigarrillo de su boca por la sorpresa.
"¿Escuché a alguien mencionar a Maccas?" Minho sonrió mientras colgaba sus brazos sobre los hombros de Lucas como un cachorro de gran tamaño.
"Sí, yo invito" dijo Lucas quitando el brazo de Minho con una risa "¿Vienes?".
"Pensé que nunca lo preguntarías" dijo Minho presionando su palma sobre su corazón, genuinamente conmovido "Por cierto, hablé con el amigo de la universidad de mi hermano y creo que puede llevarnos a ese club esta noche".
"¿En serio?" Lucas dijo con la ceja levantada, Minho asintió, lucas le dió un puñetazo en el brazo mientras sonreía ampliamente "Hyunjin, ¿vienes, verdad?".
"Tengo trabajo" le dije mientras la cara de Lucas decayó.
"Sí, trabajo por el que no te pagan por culpa de tu jefe imbécil, solo déjalo hombre. Esta noche será divertida".
"Quizás el próximo fin de semana" dije rápidamente comprobando la hora en mi teléfono "Y es oficialmente la hora del almuerzo".
"Oh, gracias a Dios" dijo Minho con el estómago gruñendo mientras hablaba, Lucas y yo nos miramos antes de poner los ojos en blanco.
"Cálmate, Minho".
~~~
Odio mi trabajo.
Esas palabras fueron todo lo que pude escuchar en mi cabeza mientras mi jefe, el imbécil Daryl me interrogaba sobre lo que fuera que le molestaba esa noche en particular.
"¡Hyunjin! La mesa seis ha estado esperando que le tomen sus pedidos durante 15 minutos, ¿qué diablos has estado haciendo?".
"Atendiendo las mesas nueve y diez Daryl" dije esforzándome por mantener el nivel de voz y no pintar la cara de Daryl con un bonito hematoma "la mesa 6 son de las mesas de Oscar". La frente de Daryl se crispó y los dientes rechinaron.
"¿Me estás respondiendo? Soy tu jefe, fácilmente podría patear tu culo fuera ahora mismo. ¿Te gustaría eso, chico?".
'Estás tres semanas atrasado con mi salario, maldito cerdo' quise decir pero en lugar de eso forcé una sonrisa de labios apretados en mi rostro.
"No" gruñí apretando el delantal negro alrededor de mi cintura en mi mano para evitar estrangular algo más "Iré a tomar los pedidos de la mesa seis ahora".
"Jodidamente mejor" dijo Daryl en voz alta, agitando las manos en el aire para expulsarme de la cocina.
Rápidamente plasmé en mi mejor sonrisa de servicio al cliente, ignorando la forma en que una clienta miró mi piercing en el labio y resopló con disgusto, tomé sus pedidos y los entregué a la cocina, que bruscamente me arrebató el papel de mis manos. Mientras regresaba para despejar algunas mesas vi a Oscar, mi compañero que es un vago y odia mis entrañas por alguna razón.
"Oye" dije agarrando a Oscar del brazo y tirando de él hacia un lado, lejos de los ojos de los clientes.
"¡Qué carajo, amigo! Suéltame" escupió Oscar apartando mi agarre, haciendo una mueca de dolor "¡¿Cuál carajo es tu problema?!".
"¿Mi problema?" Me burlé incrédulo "Tú eres el que abandona tus mesas sin ningún motivo, haciéndome trabajar extra y ser molestado por Daryl. No entiendo por qué me odias tanto pero puedes al menos hacer tu maldito tra-"
"¿No entiendes por qué?" Oscar espetó empujando mi pecho con dureza "¡Te acostaste con mi puta novia!".
Oh.
"¿Lo hice?" Pregunté frunciendo el ceño "No sabía que tenías novia".
"¿Eso es todo lo que vas a decir?" Oscar se rió secamente.
"Amigo, ni siquiera sé quién es tu novia" le dije encogiéndome de hombros "Probablemente se me acercó, claramente no dejó en claro que tenía novio".
"Eres un maldito pedazo de mierda" gruñó Oscar tratando de empujarme de nuevo pero resoplé y agarré sus brazos, empujándolo con rudeza contra la pared, provocando un quejido.
"Inténtalo de nuevo y atravesarás esa pared" dije en voz baja, desafiante. "Mira, siento lo de tu novia o lo que sea pero ni siquiera sabía que era tu novia ¿Puedes dejar de ser una perra mezquina y hacer tu maldito trabajo?".
"Vete a la mierda" maldijo Oscar empujándose de la pared, sacudiéndose los pantalones.
"No, gracias" respondí dándome la vuelta para volver a hacer mi trabajo "Por cierto, los platos principales de la mesa seis están listos para ser servidos".
Oscar terminó haciendo su trabajo por un corto tiempo aunque su misión era mirarme cada vez que podía o hacer comentarios sarcásticos en voz baja lo suficientemente fuertes para que yo los escuchara.
"¿Hay algún problema, señora?" Pregunté con voz enfermiza cuando la mujer me llamó haciendo señas con la mano.
"Pedí termino medio, ¿esto es medio?" la mujer estaba furiosa, absolutamente indignada por la gran calamidad que el mundo había cometido, su marido parecía un poco incómodo pero no dijo nada y se apresuró a meterse unas patatas fritas en la boca.
"Le pido disculpas, ¿Le gustaría que le pida al chef que haga un plato nuevo?" Pregunté moviéndome para tomar su plato.
"Hmph, sí pero me gustaría otro camarero, es obvio que cometiste un error al anotar nuestros pedidos. Quiero decir solo mírate" Se rió entre dientes haciendo un gesto de su bistec a mi cara "Con todos esos piercing, estoy segura de que tienes algunos de esos tatuajes de pandillas en alguna parte. Consígueme otro camarero, el que nos trajo nuestros platos principales, obviamente es más del tipo decente".
Sus palabras fueron más profundas de lo que quería admitir, haciéndome cosquillas por algo que había estado escuchando durante mucho tiempo y fingí que no me importaba. Me dolió pero como siempre puse una sonrisa de en mi rostro, me disculpé y me fui a buscar a Oscar quien de repente estaba muy feliz de hacer su trabajo, podía verlo charlando con la cliente, ambos mirándome con complicidad.
"Simplemente, déjalo" la voz de Lucas sonó en mi cabeza y estaba tan tentado de tirarlo todo por la ventana.
Pero necesitaba el dinero, la abuela estaba envejeciendo, demasiado mayor para trabajar y mantenernos a los dos así que tuve que aliviar un poco la carga y pagar lo que pudiera por mi cuenta. A pesar de que Daryl siempre llegaba tarde con mi paga, el salario en sí era mejor que en otros lugares y el horario me venía mejor a pesar de dejarme cansado.
Reforzando mis nervios, clavé mis uñas en las palmas de mis manos casi lo suficientemente fuerte como para cortarme cuando escuché a Daryl gritarme que fuera a la mesa 5, la mesa de Oscar.
Si, odio este trabajo.
Hace 21 años (Hyunjin, 7 años)
Los Wiggles sonaban de fondo mientras mamá se preparaba, definitivamente no se dio cuenta de que ya era mayor para esas caricaturas y que ya no me gustaban. En cambio me puse los auriculares en los oídos, escuchando música que ella dijo que era mala pero que papá dijo que estaba bien, la música era ruidosa pero me gustó porque era más fuerte que sus voces cuando gritaban. A mamá no le gustaba que escuchara la misma música que papá pero en noches como esta, estaba demasiado distraída para darse cuenta.
Ella me había preguntado antes si el vestido rojo era mejor que el verde pero ambos eran terribles o tal vez fue la forma en que se peinó de manera extraña y puso su boca de un rojo brillante como un payaso cada vez que usaba ese tipo de vestidos, los que solo debes usar cuando el sol está muy caliente y cualquier cosa que cubra mucha piel te pone sudoroso. Últimamente ha estado usando estos vestidos cada vez que sale a jugar con el otro hombre que se parece a papá.
Ignoré el sonido de la televisión mientras hacía la tarea, como estábamos cerca de las vacaciones de navidad, la maestra dijo que deberíamos hacer una lista de todas las cosas que queremos para Navidad y que sea lo más bonito posible.
"Oh, se ve maravilloso, Hyunjin" dijo la abuela feliz, frotando mis hombros y besando mi cabeza mientras pasaba. La abuela a menudo se quedaba con nosotros ya que papá siempre estaba en el trabajo y mamá estaba ocupada "Parece que hiciste un buen uso de la purpurina dorada que compramos y me gusta cómo recortaste los árboles de Navidad".
"Gracias abuela" le dije, sonriendo entre dientes. Amaba a mamá y papá pero creo que amaba más a la abuela. ¿Se suponía que me iba a gustar más la abuela que mis padres? Algunas personas dijeron que era extraño pero sus abuelas probablemente estaban muertas o no eran tan amables como mi abuela, mi abuela era la más genial aunque parece una versión mayor de mamá, no usó esos vestidos raros ni se pintó la cara como un payaso. Tampoco olía a esas flores falsas que mamá se rocía sobre sí misma; huele como los girasoles del jardín, la abuela también hizo buena comida. Mamá solo sabía cocinar cosas en el microondas y eso nunca supo tan bien como la comida de la abuela.
"Veo que has cortado algunos bastones de caramelo" dijo la abuela acariciando mi cabello con cariño mientras señalaba las formas coloridas que había puesto frente a mí "¿Dónde los vas a poner?".
"Quiero ponerlos aquí, aquí y aquí pero no tengo más pegamento, mamá dijo que conseguiría un poco pero creo que lo olvidó" dije encogiéndome de hombros "Está bien, mamá a veces se olvida de las cosas".
La mano de la abuela en mi espalda dejó de moverse por un segundo antes de envolverme en sus brazos, abrazándome con fuerza.
"Sí, lo hace" dijo la abuela con la voz un poco temblorosa "Pero ahora voy a comprar algunos comestibles, así puedo conseguir un poco más de pegamento. ¿Qué tal si escribes primero tus deseos navideños y cuando regrese podemos pegar los bastones de caramelo y los pan de jengibre juntos?".
Emocionado, me giré y agarre la manga de la abuela.
"¿Puedo ayudarte a cocinar la cena de nuevo?" Pregunté ansiosamente, cocinar con la abuela siempre fue divertido. Todavía no me ha dejado usar el cuchillo pero dijo que cuando mejore en la preparación de la salsa podré ayudarla a cortar las verduras.
"Por supuesto" dijo la abuela riendo suavemente "¿Hay algo que quisieras cenar?".
"¡Pasta!" Dije tirando del brazo de la abuela de nuevo "¡La pasta cremosa con tocino!".
"Eso no es muy saludable, Hyunjin" dijo la abuela pellizcándome la nariz en broma.
"Nosotros ... podemos comer ensalada también entonces" refunfuñé arrugando mi nariz, lo que la hizo pellizcarla nuevamente.
"Ese es mi chico" dijo la abuela dándome otro beso en el costado de la cabeza antes de agarrar su cesta de la compra y su sombrero "Ahora vuelve a tu trabajo cariño, volveré pronto".
"¡Bueno!".
La abuela pronto se fue, volví a poner mi música y me puse a trabajar en mi lista de Navidad, la Sra. Wallace dijo que teníamos que escribir diez cosas. Escribiendo mi nombre en la parte superior en negro primero
- Hwang Hyunjin -
Pensé en lo que quería para Navidad, las primeras siete cosas fueron fáciles y me mordí el labio mientras escribía las cosas que quería de color verde; una Gameboy Advance, un nuevo reproductor de mp3, zapatos nuevos (los que tienen ruedas que la abuela dijo que eran demasiado peligrosos para usar), una pelota de fútbol nueva y una camiseta del equipo a juego, un delantal y una cacerola nueva para la abuela porque el mango de la que le gustaba se rompió.
Mordisqueé el final del texto mientras miraba los tres espacios en blanco que quedaban, me sentí confuso cuando pensé en tres cosas que quería. Probablemente eran las cosas que más deseaba, escribir el siguiente fue fácil y tuve mucho cuidado de asegurarme de que mi escritura a mano fuera buena y recta.
8. Deseo que la abuela no se enferme (porque es mayor y dicen que a veces les duele la espalda)
Asentí con la cabeza a mi escritura agradable, tragué saliva mientras me trasladaba al número 9, mirando hacia el pasillo donde mamá se estaba preparando para encontrarse con su amigo, luego miré el reloj y ya eran las seis en punto. Se suponía que papá ya estaría en casa pero supongo que volverá a trabajar hasta tarde, supongo que la abuela y yo tendremos que poner su cena en el refrigerador para que pueda comerla más tarde.
Resoplé cuando la canción cambió a una que no me gustó mucho y la cambié rápidamente antes de escribir el número 9.
9. Quiero que mamá y papá dejen de gritar en casa.
Me aseguré de que el texto estuviera seco antes de escribir el número 10, por alguna razón mi pecho estaba oprimido, mi corazón latía un poco más rápido de lo normal. Tal vez fue porque realmente realmente quería este deseo.
10. Quiero ser amado.
Fruncí el ceño cuando mi escritura se torció un poco al final, la Sra. Wallace podría escribir en mi informe que mi escritura a mano no es tan buena pero espero que le gusten mis árboles de Navidad y mis bastones de caramelo.
Terminé de cortar algunos bastones de caramelo más antes de escuchar la puerta abrirse, papá entró en la habitación y parecía cansado. Tenía la boca hacia abajo y se veía un poco aterrador, como cuando él y mamá pelan.
Cuando me vio papá sonrió un poco y mi corazón estalló, me bajé de la silla, me saqué los auriculares y la música a todo volumen desapareció.
"¡Bienvenido a casa, papá!" Dije dándole un abrazo, papá se rió un poco, envolvió su brazo alrededor de mis hombros y apretó con fuerza.
"Oye, amigo ¿Cómo estuvo la escuela?".
"¡Bien! Harry me dio algunas de sus galletas durante el desayuno y luego jugamos congelados y les gane a todos. La Sra. Wallace también dijo que mi dibujo era muy bueno-".
De repente, los brazos de papá ya no me rodeaban y el fuerte ruido regresó.
"Nina, ¿A dónde diablos crees que vas vestida así?" papá gritó corriendo a mi lado, podía oler las flores falsas incluso antes de darme la vuelta, y supe que mamá estaba allí, papá definitivamente tampoco le gustó el vestido. Me pregunto qué pensó él de su cabello.
"Fuera" dijo mamá con voz aguda "Sin embargo estoy realmente sorprendida de verte en casa, Harvey. Pensé que habías olvidado la dirección, ¡considerando que has estado escondido en el trabajo todo este tiempo!".
"¿Sí? ¡Bueno, al menos yo no soy el que se escapa para follar con un bastardo cuando se supone que debo estar cuidando a mi hijo!".
Mamá siempre sale con otras personas porque no me ama.
"Mi madre lo está vigilando y a diferencia de ti, ¡siempre estoy en casa todas las noches!" mamá dijo en voz alta, quería decir algo pero sentí un nudo en la garganta, como si alguien hubiera empujado un montón de chicle allí.
"¡Eres una pobre excusa de esposa y una madre aún peor!" gritó papá, la cara de mamá se puso casi tan roja como su boca.
Mis ojos empezaron a sentir picazón y la sensación del chicle en mi garganta creció y creció, papá era demasiado ruidoso y mamá cada lo seguía. Quería alcanzar mi música pero está sobre la mesa y no quería pasar junto a mamá y papá para conseguirla así que me quedé con las piernas clavadas al suelo.
"¡Eres alguien para hablar! ¡Nunca cuidas de él!".
Papá nunca está aquí porque no me ama.
Mi visión se volvió borrosa y mis mejillas pegajosas, un ruido ahogado salió de mi boca pero mamá y papá no lo oyeron. A diferencia de mi música mi voz no era más fuerte que los gritos.
"¡Trabajo duro para mantenerlo! ¿Y tú qué haces? ¡¿Dormir con todos los cabrones de la calle?".
"¡Vete a la mierda, Harvey!".
"¡Basta de esto!" gritó una voz desde la puerta, todos se volvieron para ver a la abuela parada allí con bolsas de la compra en las manos y su rostro luciendo más enojado de lo que nunca había visto, la abuela siempre estaba sonriendo así que era extraño ver su cara así pero no me asusté porque ella no me miraba. Sus ojos estaban entre mamá y papá, su boca formaba una delgada línea. No pasó mucho tiempo antes de que las bolsas de la compra estuvieran en el suelo y la abuela me atrajera hacia ella con manos cálidas y suaves.
Cuando la calidez de la abuela se filtró en mí, el olor a vainilla y frutas me envolvió en un abrazo, lloré. No lloré mucho, ni siquiera cuando me caí de la bicicleta y me raspé la rodilla, yo era un niño grande, la abuela siempre me decía eso y me esforcé mucho por ser un niño grande ahora pero todo era tan ruidoso.
"¡Mira lo que le estás haciendo!" Dijo la abuela, su voz espesa y temblorosa. "¿Saben qué? Nunca debí dejarlo por tanto tiempo. ¡Hyunjin se merece algo mejor que ustedes dos!".
"¡Mamá! Sabes que es todo porque Harvey nunca es-".
"¿Así que me estás echando la culpa, Nina? ¡Eso es ridículo! Has perdido la razón si de verdad crees que yo-".
"¡Oh, cállense los dos!" Dijo la abuela acercándome más antes de agacharse para limpiar algo de la humedad de mis mejillas, su voz se calmó cuando me habló como siempre hacía. Siempre me gustó cómo la abuela estaba callada y reducía el volumen.
"Hyunjin , ¿qué te parece venir a vivir conmigo?" Dijo la abuela sonriendo mientras yo parpadeaba para quitarme las lágrimas, sollozando. Mi nariz estaba tapada y mi garganta ardía después de llorar pero asentí. Frotándome los ojos me puse de pie porque yo era un niño grande.
"Quiero" dije abrazando a la abuela con fuerza "Quiero vivir contigo, abuela".
Donde está tranquilo, y mamá y papá no gritan, donde la abuela no pondrá caricaturas tontas y donde podemos cocinar juntos todos los días.
"No puedes llevarlo contigo" dijo mamá con los ojos muy abiertos "¡Mamá!".
"Ustedes pueden ser los tutores legales de Hyunjin pero puedo demostrar que ninguno es apto para cuidarlo" dijo la abuela con voz decidida.
"Bell, no esperas que te deje llevar a mi hijo".
"¡Mamá, soy tu hija! Hyunjin es mi hijo-".
"Bueno, no has actuado como sus padres durante años" dijo la abuela con severidad, acariciando mi cabeza suavemente "Si tienes la más mínima pizca de amor por este chico entonces deja que se quede conmigo, si no, volveré mañana yo intentaré de nuevo hasta que Hyunjinnie vaya conmigo, porque eso es lo que quieres ¿verdad, Hyunjin?".
"¡Mm!" Dije asintiendo enfáticamente "¡Quiero vivir con la abuela!".
No miré a mamá y papá, enterrando mi cabeza en los brazos de la abuela. Mamá y papá dijeron algo y pronto la abuela me envió a mi habitación a empacar algo de ropa y cosas para la escuela, cuando volví con una bolsa llena de mis cosas, recogiendo mi lista de Navidad en el camino, mamá y papá se quedaron en silencio y mirándose el uno al otro. La abuela no les habló mientras me ayudaba a llevar mi bolso, diciéndome que podíamos volver otro día a buscar más cosas.
"Adiós mamá, papá" dije, los dos mirándome con caras más enojadas que tristes, tragué el nudo en mi garganta cuando la abuela tomó mi mano.
"Puedes visitarlos cuando quieras, Hyunjin, no voy a impedirte que veas a tus padres" dijo la abuela y asentí empujando la sensación de retorcimiento en mi pecho mientras la miraba, sonriendo a mi abuela, negué con la cabeza.
"No, no es necesario. Soy un niño grande" dije con determinación haciendo reír a la abuela "Además me gusta más estar con la abuela de todos modos".
"¿En serio? Bueno, me gusta más estar contigo, Hyunjin" dijo la abuela, la sensación en mi pecho se detuvo, reemplazada por un ligero aleteo que me calentó por dentro.
Cuando llegué a la casa de la abuela, después de preparar la cena y ver algunas caricaturas juntos, taché el número 10 en mi lista de Navidad y escribí una nueva:
1̶0̶.̶ ̶Q̶u̶i̶e̶r̶o̶ ̶s̶e̶r̶ ̶a̶m̶a̶d̶o̶ .
10. Quiero vivir con la abuela para siempre.
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