PRESIÓN PARA NEGACIÓN
acto dos, capítulo cuatro
ESTÁ VEZ IRÁS.- Obligo a la humana.
Hoy era uno de los muchos días en los que Lo'ak quería ir al campo de batalla. Lo único que cambiaba es que esta vez iba Spider.
- No quiero ir a ningún lugar donde esté él y lo sabes.
Desde que se enteró de la gran mentira, se negaba a estar cerca de Socorro.
- Si vas, no te presionare nunca más.
La humana no podía negarse. Era un oferton.
- Bien.- Accedió rascándose la nuca. Tenía un mal presentimiento de esto.
- Alto.- Habló Tuk entrando a la carpa.- Le dire a mamá si no me dejas ir. Se supone que no puedes ir al campo de batalla.
Lo'ak suspiro rendido.
- No la podemos llevar.- Hablo Roma.
Lo'ak pareció pensarlo.
- Solo... vámonos.- Hablo saliendo rápidamente.
La morocha rodó los ojos.
A la humana no le gustaba estar a un lado de Tuk, ya que la niña con tan solo ocho años de edad, media lo mismo que ella, haciéndola sentir enana. ¿Pero a quien engañaba? amaba pasar tiempo con esa niña.
- ¿Por que la trajiste?
- Es que es una llorona. "Hermanito, te estoy diciendo, no puedes ir al campo de batalla. Le diré a mamá si no me dejas ir."- Se burlo de su hermana, recibiendo un golpe por parte de Athenea.- Auch.
- Ya avanza.
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- Demonio canino, aquí ojo de águila, cambio.- Hablo Lo'ak por el intercomunicador.- Aquí hay gente sospechosa, parecen avatares. Pero están camuflados y portan armas. Son seis, cambio.
- ¿Tu posición?- Se oyó por el comunicador.
- En la vieja choza.- Habló antes de suspirar.
- ¿Tú y quién?
- Pues yo, Kiri, Spider, Roma.... y Tuk.- Finalizó indeciso.
Athenea ya podía pensar en la cara que habría puesto neteyam al escuchar su nombre.
- Hijo, escúchenme bien. Salgan de ahí ahora. Lárguense en silencio. Ahora.- Lo'ak asintió ante la orden. La preocupación de Jake en su voz se podía sentir a millas.
- Vamos, o llegaremos tarde para el eclipse.- Hablo Tuk emocionada. Pero fue interrumpida al ser atrapada por un avatar.
Este la tenía sostenida por el abdomen. Athenea por puro reflejo como siempre sacó el arma que tenía guardada, le saco el seguro y disparo. Matando al avatar.
Seguía con el arma en mano, al igual que Lo'ak y Spider con sus arcos.
Pero aparecieron más avatares apuntándoles a la cabeza.
- Bajen eso ahora.
Indecisos hicieron caso. La mirada de Athenea recorría a cada uno de sus amigos, pero más en Tuk, quien gritaba desesperadamente.
- ¿Que tenemos aquí?- Preguntó un avatar quien contaba con una pistola cargada.
Athenea no podía ignorar el hecho de que el agarre en su cuero cabelludo le dolía como el mismísimo infierno.
- Coronel, mire esto, cuatro dedos.- Hablo un avatar refiriéndose a los dedos de Kiri.
La mirada de Athenea no abandonaba al avatar que estaba al mando.
- Quiero ver tus dedos.- Hablo cuando termino de revisar a Kiri. Lo'ak en respuesta le mostró los dedos del medio.
- ¿Eres su hijo, no?
Athenea habló, intentando proteger a su mejor amigo cuando tiraron de su trenza neuronal.
- Hijo de puta.- Grito.
Quaritch se volteó a verla. Se acercó y delicadamente acarició la mejilla de esta.
- Cállenla.- Hablo volviendo con Lo'ak.
Uno de los avatares agarró un pedazo de tela, atándolo en la boca de Athenea.
- Metete tu pedazo de tela por el medio del cul...- Fue lo ultimo que se oyó antes de que le cubrieran a Athenea la boca.
Los gritos desesperados de Tuk retumbaban en los odios de Athenea. El avatar volvió a su postura cuando su líder se acercó a él, bajándole la tela de la boca a la morocha.
- ¿Quien eres?- Preguntó suspirando pesadamente.
- Que carajo te importa.- Respondió Athenea.
Quaritch grito desesperado y dejó una leve cortada en el pecho de la humana, la cual soltó un grito ahogado.
- No la lastimen, por favor.- Grito Spider
A quien llamaban "Quaritch" se giró hacía él, aún con el cuchillo en alto.
- ¿Cómo te llamas, niño?- Quaritch le preguntó.
- Spider...- Hizo una pausa.- ...Socorro.
- ¿Miles?- Pregunta y Lo'ak mira a su mejor amiga, en busca de alguna explicación, pero Athenea se encoge de hombros como puede, Lo'ak gruñó al no recibir una respuesta.
- Ese no es mi nombre.
- Me parece increíble.- Hablo Quaritch sorprendido.-Pensé que te habían enviado a la tierra.
- No meten bebés en Criocapsulas, estúpido.- Soltó spider, haciendo reír a la morocha, la cual se ganó una mala mirada de Quaritch.
Quaritch se había levantado de nuevo, llamando por un intercomunicador a un tal "cielo de hierro" diciéndole que estaban listos para una extracción y que llevaban prisioneros de mucho valor.
Se escuchaban los sollozos de Tuk y lamentos de Kiri cuando llegaron al mismo lugar en el que habían estado antes.
Su sangre se heló al oír como Quaritch gritaba furioso.
- ¿Quien de ustedes, hijos de puta, asesino a Lyle?
Mierda. La morocha sabía que era su fin.
Ninguno se atrevía a responder. La humana sabia que si no había una respuesta en pocos segundos, todos lo pagarían.
- Fui yo.
Todos se voltearon a ver a la humana. Kiri comenzó a sollozar mientras que Lo'ak gritaba desesperadamente.
- Tú.- Habló Quaritch acercándose a ella.- Las pagarás.- Hablo sacando un cuchillo.- Será rápido, lo prometo.
Comenzó a rozar el cuchillo por el cuerpo de la morocha, frenando en su abdomen.
- Me gusta tu abdomen. Sería una pena verlo lleno de sangre, ¿no es así?
Preguntó apoyando la navaja levemente en el abdomen de la humana.
- ¿Si?, a mi también me gustaría verte lleno de sangre, maldito lunático.
- ¡Athenea!- Grito Lo'ak desesperado.
Ella no podía ni responder. La navaja estaba comenzando a atravesar la fina piel de la humana.
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(14/03/23)