𝗰𝗵𝗮𝗽𝗲𝘁𝗲𝗿 𝗳𝗼𝘂𝗿

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NO ME LLAMES MAMÁ acto uno, capítulo cuatro

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NO ME LLAMES MAMÁ
acto uno, capítulo cuatro



LA MOROCHA HABÍA entrado corriendo a la unidad con la vista borrosa, llamando la atención de todos.

Desesperadamente buscó la habitación 505, que era donde ella y su madre dormían o pasaban el rato. Para vivir en el medio de la selva de pandora, su lugar era bastante privilegiado.

Logró encontrar la puerta y rápidamente colocó su dedo pulgar para que la puerta reconociera su huella digital.

- Acceso permitido. Bienvenida, Athenea.- Se escucho por el altavoz.

La humana entró velozmente y se sentó en su cama abrazando sus piernas, llorando desesperadamente.

- Deja de llorar, haces que quiera matarme.- Se oyó una voz.

Ahora la pregunta era ¿Quien carajo sería capaz de decirle eso a una niña?, la respuesta era simple: su madre.

Según Alessandra, Athenea era un error. Luego de su nacimiento su padre falleció, por lo tanto Alessandra pensaba que su hija estaba maldita.

Alessandra le hacía la vida imposible a su hija, llenándola de inseguridades, un día le decía que estaba gorda, al otro que estaba flaca, y así con todo.

Pero por fuera según todos, Alessandra era la mejor madre de todas. Vivía fingiendo que Athenea era el tesoro mas hermoso que el mundo le podría haber dado.

Nadie la había visto maltratando ni físicamente ni verbalmente a su hija, pero detrás de la máscara estaba la verdadera Alessandra. Una mujer que se descargaba con su hija.

A Alessandra simplemente le importaba la opinión de los verdaderos humanos, por eso los na'vis eran la excepción. Los Sullys y Spider sabían de el trato que Alessandra le brindaba a su hija, pero no sabían que hacer. Pocas veces habían visto como le pegaban a Athenea, pero múltiples veces habían oído todas las mierdas que su madre le decía.

La verdadera razón por la que Athenea tenía el permiso de viajar a otras realidades era porque Alessandra la quería lejos.

- Perdón, mamá.

- No me llames mamá.- Hablo la mujer con sus ojos en la computadora.

- Si, lo siento.- Hablo limpiándose las lagrimas.

- Solo deja de llorar, harás que mis oídos sangren.

La morocha intentaba retener su llanto, pero se le hacía imposible.

La madre agarró el cinturón.

- ¿Necesitas que te lo repita?

- No.- Respondió la humana callándose instantáneamente.









- ¿ERES IDIOTA o que?- Habló Neteyam empujando a su hermano

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- ¿ERES IDIOTA o que?- Habló Neteyam empujando a su hermano.- ¿Acaso no te das cuenta de lo que dices?

Lo'ak seguía confundido por lo que acababa de suceder segundos atrás, al igual que todos los presentes.

- No se que fue lo que dije.- Habló confundido.

- Mhh...- Hizo como que pensaba Neteyam.- Déjame repetírtelo, le dijiste que era una flaca, luego Tuk le dijo que era gorda y luego te burlaste de su peso.- Hablo con la misma voz calmada pero desesperada de siempre.

Una voz que no se distinguía entre el enojo o la calma.

- No entiendo que tiene de malo.

- Eres su mejor amigo, ¿nunca la escuchaste hablar acerca de su peso?

Lo'ak negó.

El mayor rodó los ojos furioso.

- Eres un idiota.




© scnteyam property (25/02/23)

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(25/02/23)

𝗔𝗧𝗔𝗥𝗔𝗫𝗜𝗔,  neteyam sully (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora