All the young dudes - español

By zszyam

162K 17.5K 10.1K

¡ESTA HISTORIA NO ES MÍA, PERTENECE A MsKingBean89 EN AO3, SOLO LA TRADUZCO Y ADAPTO! Historia completa (los... More

Capitulo 1: Primer año: St Edmund's
Capítulo 2: Primer año: El expresso de Hogwarts
Capitulo 3: Primer año: Las elecciónes
Capitulo 4: Primer año: Luna llena
Capitulo 5: Primer año: Pociones
Capitulo 6: Primer año: Venganza
Capitulo 7: Primer año: Merodeadores
Capitulo 8: Primer año: Secretos
Capitulo 9: Primer año: Cicatrices
Capitulo 10: Primer año: Historia
Capítulo 11: Primer año: Cumpleaños, libros y los Beatles
Capitulo 12: Primer año: Navidad 1971
Capitulo 13: Primer año: Lectiuncula Magna
Capitulo 14: Primer año: La broma
Capitulo 15: Primer año: Consecuencias
Capitulo 16: Primer año: Astronomía
Capitulo 17: Primer año: Doce
Capitulo 18: Primer año: Revisión
Capitulo 19: Primer año: Fin de la escuela
Capitulo 20: Verano 1972
Capitulo 21: Segundo año: Regulus Black
Capitulo 22 Segundo año The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders From
Capitulo 23: Segundo año: Hermandad
Capitulo 24: Segundo año: Pociones, de nuevo
Capitulo 25: Segundo año: horas después
Capitulo 26: Segundo año: Quidditch
Capitulo 27: Segundo año: Un compromiso de cumpleaños
Capitulo 28: Segundo año: Suposiciones
Capitulo 29: Segundo año: Luna de Diciembre
Capitulo 30: Segundo año: Navidad con los Potter
Capitulo 31: Segundo año: Sirius regresa
Capitulo 32: Segundo año: Gryffindor vs Slytherin
Capitulo 33: Segundo año: Descubrimientos
Capitulo 34: Segundo año: Trece
Capitulo 35: Segundo año: ¿Que hay en un hombre?
Capitulo 36: Amor y matrimonio
Capitulo 37: Segundo año: Exámenes
Capitulo 38: El largo último día (parte 1)
Capitulo 39: Segundo año: El largo último día (parte 2)
Capitulo 40: Verano 1973
Capitulo 41: Tercer año: De vuelta a casa
Capitulo 42: Tercer año: Animales fantásticos
Capitulo 43: Tercer año: El mercado negro de Hogwarts
Capitulo 44: Tercer año: Hogsmeade
Capitulo 45: Tercer año: Noble y más antigua
Capitulo 46: Tercer año: El Slung club
Capitulo 47: Tercer año: James Potter y la mierda abultada de elefante
Capitulo 48: Tercer año: Sirius cumple catorce
Capitulo 49: Tercer año: Conozcase usted mismo
Capitulo 50: Tercer año: Philomena Pettigrew
Capitulo 51: Tercer año: The man who cried wolf
Capitulo 52: Tercer año: Confianza
Capitulo 53: Tercer año: Davey Gudgeon
Capitulo 54: Tercer año: Marlene
Capitulo 55: Tercer año: Greyback
Capitulo 56: Verano 1974
Capitulo 57: Cuarto año: Una tormenta en camino
Capitulo 58: Cuarto año: Competencia
Capitulo 59: Cuarto año: Septiembre
Capitulo 60: Cuarto año: Octubre
Capitulo 61: Cuarto año: Noviembre (parte 1)
Capitulo 62: Cuarto año: Noviembre (parte 2)
Capitulo 63: Cuarto año: Diciembre
Capitulo 64: Cuarto año: Navidad
Capitulo 65: Cuarto año: Enero
Capitulo 66: Cuarto año: Febrero (parte 1)
Capitulo 67: Febrero (parte 2)
Capitulo 68: Cuarto año: Marzo
Capitulo 69: Cuarto año: Abril
Capitulo 70: Cuarto año: Separaciones
Capitulo 71: Cuarto año: Junio
Capítulo 72: Verano 1975
Capítulo 73: Quinto año: dinero
Capítulo 74: Quinto Año: Dolor
Capítulo 75: Quinto Año: La sorpresa
Capítulo 76: Quinto Año: Moony & amigos
Capítulo 77 : Quinto Año: Hermoso
Capítulo 78 : Quinto Año: Deseando y Esperando
Capítulo 79 : Quinto Año: Luna celosa
Capítulo 80 : Quinto Año: Fue la noche antes de Navidad
Capítulo 81: Quinto año: imperdonable
Capítulo 82: Quinto año: Consecuencias
Capítulo 83: Quinto año: Enero
Capítulo 84: Quinto año: Sentimientos heridos
Capítulo 85: Quinto año: Bombas de estiércol y armario de escobas
Capítulo 86: Quinto año: Dulces dieciséis
Capítulo 87: Quinto año: La mañana siguiente
Capítulo 88: Quinto año: Punto muerto
Capítulo 89: Quinto año: La semana anterior
Capítulo 90: Quinto año: Búhos
Capítulo 91: Quinto año: La semana después
Capítulo 92: Quinto año: Cierre
Capítulo 93: Verano 1976: Londres
Capítulo 94: Verano 1976: Los Potter
Capítulo 95: Verano 1976: Charlas de Paz
Capítulo 96: Sexto año: Septiembre
Capítulo 97: Sexto año: Octubre
Capítulo 98: Sexto año: Halloween
Capítulo 99: Sexto año: Fiestas y pústulas
Capítulo 100: Sexto año: Límites
Capítulo 101: sexto año: Nueva normalidad
Capítulo 102: sexto año: tartas de carne picada
Capítulo 103: sexto año: Doce noches
Capítulo 104: Sexto año: Mala luna ascendente
Capítulo 105: Sexto año: Derramando secretos
Capítulo 106: Sexto año: Una larga noche
Capítulo 107: sexto año: Negociaciones
Capítulo 108: Sexto año: Mary, Mary
Capítulo 109: Sexto año: Heniokhos
Capítulo 110: Sexto año: Diecisiete
Capítulo 111 : Sexto Año: Separación
Capítulo 112 : Sexto Año: Apariciones
Chapter 113: Sexto Año: La caja
Chapter 114: Verano 1977: Parte uno
Chapter 115: Verano 1977: Parte dos
Chapter 116: Verano 1977: Parte tres
Capítulo 117 : Verano 1977: Parte cuatro
Capítulo 118 : Verano 1977: Parte cinco
Capítulo 119: Séptimo Año: De regreso a la escuela.
capítulo 120: séptimo año: truenos
capítulo 121: séptimo año: compra de plumas
capítulo 122: séptimo año: la mente maestra
capítulo 123: séptimo año: el caer de la oscuridad
capítulo 124: Séptimo Año: Navidad (Parte uno)
capítulo 125: séptimo año: navidad (parte dos)
capítulo 126: séptimo año: navidad (parte 3)
Capítulo 127: Séptimo año: responsabilidades
Capítulo 128: Séptimo año: Preparación
Capítulo 129: Séptimo año: Instinto
Chapter 130: Séptimo año: Castor
Capítulo 131: séptimo año: interludio
Capítulo 132: Séptimo año: Víctimas
Capítulo 133: Séptimo año: domingo por la tarde
Capítulo 134: Séptimo año: San Valentín 1978
Capítulo 135: Séptimo año: bromas internas del Merodeador
Capítulo 136: Séptimo año: Juegos mentales
Capítulo 137: Séptimo Año: Remus el mártir
Capítulo 138 : Séptimo Año: Esperanza
Capitulo 139: Séptimo Año: Borrachos
Chapter 140: Séptimo Año: Ideas brillantes
Capítulo 141: Séptimo año: Star star
Capítulo 142 : Séptimo Año: Visitas al hospital
Capítulo 143 : Séptimo Año: Colapso
Capítulo 144 : Séptimo Año: Decisiones
Capítulo 145 : Séptimo Año: Lo que nos falta
Capítulo 146 : Séptimo Año: Superego
Capítulo 147 : Séptimo Año: Noche y día.
Capítulo 148: Séptimo Año: La final
Capítulo 149 : Séptimo Año: Legado, parte uno.
Capítulo 150: Séptimo Año: Legado, parte dos.
Capítulo 151 : La guerra: Julio, 1978.
Capítulo 152 : La guerra: Infiltración
Capítulo 153 : La guerra: Frente interno
Capítulo 154: La guerra: Otoño, 1978
Capítulo 155: La guerra: Invierno, 1978-1979
Capítulo 156: La guerra: El Cuartel General del Auror
Capítulo 157: La guerra: Manada
Capítulo 158: La guerra: Cautivo
Capítulo 159: La guerra: Sumisión
Capítulo 160: La guerra: Infantería
Capítulo 161: La guerra: Luna sangrienta
Capítulo 162: La guerra: La historia de Moony
Capítulo 163: La guerra: Finales de la primavera, 1979
Capítulo 164: La guerra: Verano de 1979
Capítulo 165: La guerra: Dulce et Decorum est
Capítulo 166: La guerra: Otoño, 1979
Capítulo 167: La guerra: Invierno, 1979
Capítulo 168: La guerra: Primavera y verano de 1980
Capítulo 169: La guerra: Otoño e invierno 1980
Capítulo 170: La guerra: Invierno de 1980 y primavera de 1981
Capítulo 171: La guerra: Triaje
Capítulo 172: La guerra: Verano, 1981
Capítulo 173: La guerra: Otoño, 1981
Capítulo 174: Armisticio
Capítulo 175: 1982
Capítulo 176: 1983
Capítulo 177: 1985
Capítulo 178: 1986
Capítulo 179: 1987
Capítulo 180: 1989
Capítulo 181: 1990
Capítulo 183: Verano 1993
Capítulo 184: Verano 1994
Capítulo 185: Principios de 1995
Capítulo 186: Verano 1995: Grant
Capítulo 187: Verano 1995: Sirius
Capítulo 188: Hasta el final

Capítulo 182: 1991

265 24 7
By zszyam

Sábado, 9 de Marzo de 1991

— ¡¿Has visto mi varita?!

— No.

— ¡Mierda!

— ¿Dónde la dejaste la última vez?

— Si supiera que no estaría buscándola ¿No?

— Está bien, está bien, tranquilízate — Grant salió del baño oliendo a pasta de dientes y Pantene. Remus casi había volteado la sala de estar en su búsqueda. Se paró en medio del desorden, pasando sus dedos ansiosamente por su cabello.

— Tengo un millón de hojas de examen para corregir hoy, realmente la necesito...

— Hazlo sin magia, como el resto de los mortales, — Grant se encogió de hombros, levantando los cojines del sofá para ayudarlo a mirar.

— No puedo, realmente necesito mi varita... — Remus bufó, mirando debajo de la mesa del televisor.

— Es una pena que no haya un hechizo para encontrarla, eh, — se rió Grant. Luego vio el rostro de Remus, y se puso serio, levantando su mano, — Ok, no te preocupes, la encontraremos... bien, la última vez que la usaste... eh... cuando se apagaron las luces, anoche, ¿recuerdas?

— ¡Oh sí! — Remus corrió al dormitorio. Habían tenido cortes de energía al menos dos veces por semana durante el último mes; Remus pensó que todo había terminado ahora que los mineros habían vuelto al trabajo, pero aparentemente no.

Su varita había rodado debajo de la cama. La agarró, aliviado y la apretó con fuerza en su puño. — Gracias a Merlín. — Se susurró a sí mismo.

— ¿La tienes? — Grant preguntó, mientras Remus regresaba a la sala de estar. Grant estaba arreglando el desastre que Remus había dejado. Remus agitó su varita triunfalmente, y la habitación se reordenó. Grant hizo un ruido de sorpresa y deleite. — ¡Uf, que tipo tan inteligente! —. Él sonrió.

Remus le sacó la lengua y fue a organizar su pila de papeles.

— Aún no entiendo por qué necesitas tu varita, ¿Acelera las cosas o algo así?

— No, la necesito para leer, — respondió Remus, sentándose en la pequeña mesa del comedor para trabajar.

— ¿Eh?

— Hay un hechizo que me ayuda a leer, — dijo Remus, — nunca aprendí a leer bien en St Edmund's.

— ¿No sabes leer? — Grant puso sus manos en sus caderas, mirando a Remus con incredulidad.

— Bueno, puedo leer un poco... — dijo Remus, saltando a la defensiva, — No muy bien, las palabras se mezclan, no sé por qué.

— ¡Oh! — Grant dijo, sentándose a su lado. — Eres disléxico.

— ¿Soy qué? — Remus le frunció el ceño. Nunca antes había escuchado esa palabra; sonaba como un hechizo.

— Disléxico. Solían llamarlo ciego a las palabras. No hay nada de malo en tu coeficiente intelectual, es la conexión entre tus ojos y tu cerebro o algo así... Leí algo sobre eso cuando estaba estudiando Educación. Estoy tratando que lo acepten en el trabajo, creo que a algunos chicos necesitan un poco de ayuda, pero el gobierno cree que tan solo son muy tontos.

— Sí, eso es lo que me dijeron a mí. — Remus frunció el ceño. "— .. espera, ¡¿Entonces es algo real?!

— Por supuesto que lo es, — Grant se encogió de hombros. — ¡Que increíble que tengas un hechizo para eso, enséñamelo!

Remus lo hizo, pero por supuesto no había mucho que ver, y no podía hacérselo a Grant. Hizo una nota mental para buscar sobre la dislexia cuando tuviera algo de tiempo libre, si es que llegaba a descubrir cómo diablos deletrear esa estúpida palabra.

— Te dejo para que termines entonces, — dijo Grant, —¡Recuerda nuestros planes para esta noche!

— Oh... sí... — Remus suspiró. — Bueno, si es que termino temprano, claro...

— No, — Grant negó con la cabeza, firme — Vamos a salir, Remus Lupin. Te arrastraré a los noventa gritando y pateando si es necesario.

Remus se rió sin entusiasmo, tratando de ignorar el terrible miedo que sentía en la boca del estómago.

Mañana era su trigésimo primer cumpleaños, y Grant había decidido que este sería el año en que Remus finalmente iría a su primer bar gay. Cuando llegó Marzo, Remus solo quería esconderse hasta que terminara el día, como siempre. Los cumpleaños siempre le recordaban a los merodeadores.

— Deberías salir un poco, — solía decirle Grant, — Y conocer a algunas personas.

— Odio a la gente. — Remus respondería con acritud: — La gente es quien vota por Thatcher y sigue comprando discos de Morrissey. La gente es, efectivamente, idiota.

Grant se rió,

— La gente es genial. El arte, sexo, café, una conversación: no se puede tener nada de eso sin gente. Las personas son lo que hace que todo valga la pena y tú lo sabes.

Tenía razón: Grant tenía razón en general sobre la humanidad.

Y el mundo ciertamente había cambiado. Remus se había perdido todo eso, como de costumbre, inmerso en la guerra o encerrado en su propio dolor. Grant regresaba a él desde el mundo exterior como un explorador con historias fantásticas que contar.

Las cosas eran diferentes ahora, para gente como ellos: queer, o, más apropiadamente en estos días; 'hombres gay'. Hace poco menos de dos décadas había sido un crimen vivir de la forma en que lo hacían, y sí, baches en el camino siempre habrían, pero no se podía detener el progreso.

A medida que los años ochenta llegaban a su fin, parecía que la gente gay estaba en todas partes; Grant hizo que Londres sonara como una gran fiesta de salida del closet. Le contó a Remus que una vez vio a Freddie Mercury en Heaven, a los Pet Shop Boys sonando en la radio, Frankie Goes to Hollywood fue número uno nuevamente, el maquillaje de Boy George, incluso Elton John era gay ahora.

Entonces, pensó Remus, probablemente era hora de que al menos intentara involucrarse.

Fueron a un pequeño bar, a la vuelta de la esquina, — No creo que estés listo para Heaven aún, — bromeó Grant.

Remus deseaba que no se burlara. Estaba más nervioso de lo que esperaba.

— No encajaré... — Dijo, mirándose la cara en el pequeño espejo junto a la puerta principal. Se veía viejo. De treinta y uno. Dios mío, ayer mismo tenía diecisiete años.

— Es un bar gay. — Grant hizo una mueca, de pie detrás de él con una expresión divertida. — Eres gay. Encajarás.

— No sé si soy ese tipo de gay, sin embargo... — respondió Remus, acariciando su cabello canoso para ver si eso mejoraba algo. En realidad no, solo lo hacía parecer un poco más desaliñado. —¿No serán todos... no sé, más jóvenes, más divertidos?

— Eres muy divertido. — Grant dijo. Remus lo miró a los ojos en el espejo y arqueó una ceja. Grant se rió, —Bueno, yo que creo que eres divertido. No te voy a hacer bailar, no te preocupes.

— ¡Quedémonos en casa y compremos comida china! — Suplicó Remus, una última vez.

— No, — Grant negó con la cabeza, sonriendo, — Me lo prometiste. Una hora como mínimo, vamos.

Así que fue. Tal vez se estaba volviendo blando en su vejez.

Remus tenía razón: la multitud en el pequeño bar era más joven y divertida. Sin embargo, había algunas personas mayores que él, lo que lo hacía sentir un poco menos fuera de lugar, y al menos todas las luces de colores ocultaban su cabello gris.

Cuando Remus era un niño pequeño en St Edmund's, el único programa de televisión que todos habían acordado querer ver era Top of the Pops los viernes por la noche. Se habían reunido alrededor de la pequeña pantalla borrosa en blanco y negro y, a través de la tormenta de estática, vieron a los jóvenes de moda bailando al son de sus canciones pop favoritas. Los muchachos de St Edmund eran admiradores particulares de Babs Lord, la bailarina rubia animosa de Pan's People, el grupo de baile interno de Top of the Pops.

Ese estudio le había parecido el lugar más genial del mundo a aquel Remus de ocho años y ahora, ya grande, recordó instantáneamente a Top of the Pops mientras seguía a Grant a 'Boyz'. Excepto que los fanáticos de las tetas de Babs se habrían sentido muy decepcionados, porque la clientela aquí era decididamente masculina.

Oh, Dios mío, pensó Remus para sí mismo, mientras caminaba por la concurrida pista de baile hacia el bar, ¡¿Son todos homosexuales?! ¿Saben todos que soy gay? Oh Dios mío...

— ¿Quieres calmarte, sol? — Grant lo miró mientras ocupaban dos taburetes cerca de la pista de baile iluminada.

— ¡Estoy bien! — Remus dijo, su voz tal vez un poco demasiado aguda.

—¡Deja de mirar todo, bicho raro! Te traeré un trago.

Pero Remus no podía evitar mirar a su alrededor. Todo el mundo era tan descarado, con jeans ajustados, camisas ajustadas, o sin camisa, en algunos casos. Estaban bailando juntos, riendo y besándose, y todo estaba bien, nadie decía nada al respecto. La cabeza de Remus estaba dando vueltas.

Grant le dio a Remus una bebida, una cola de cereza, porque se suponía que todavía no debía beber. Remus bebió y trató de no verse tan fuera de lugar como se sentía. Tampoco conocía nada de la música, era demasiado moderna para él. Dios, era tan viejo.

— No sé por qué dijiste que no era necesario que bailara, — le dijo a Grant, — Parece que eso es lo único que se puede hacer aquí.

— No tienes que hacer nada que no quieras, — sonrió Grant, — ¡Relájate! ¡Ese es el objetivo de estar aquí!

Remus lo intentó. Se alegraba de que no fuera una noche ajetreada, no creía que pudiera hacer frente a una multitud. Se sentó en su taburete y tomó un sorbo de su gaseosa, y miró a su alrededor sin mirar, y finalmente se sintió un poco menos asustado. Se sintió un poco nervioso cuando una drag queen se acercó sigilosamente a él: un metro noventa con botas de plataforma de PVC rosa y una peluca de Dolly Parton, ella solo agitó sus enormes pestañas hacia él y le ofreció un cigarrillo.

— ¿Tienes fuego, guapo?

Remus sintió que le ardían las mejillas y negó con la cabeza tímidamente, — Lo siento, — murmuró, — No fumo.

— Oi, haz tu truco, — Grant le dio un codazo. Se dirigió a la drag queen, — Remus hace unos trucos de magia asombrosos.

— Oh, me encanta la magia — ronroneó la glamorosa extraña. Remus se mordió el labio, pero asintió.

— Ok, um... — tomó el cigarrillo y lo puso entre sus propios labios, luego chasqueó los dedos. El extremo se encendió de inmediato, y Remus dio una rápida calada, por sus problemas, antes de devolvérselo.

— ¡Caray! — La drag queen parpadeó, mirando al cigarro encendido, — ¡Increíble es cierto! Será mejor que te cuides, ¿eh, hombre mágico?

Remus se sonrojó de nuevo, mirando su coca, — Tan solo es un truco de magia.

— ¿Vienes aquí a menudo, entonces? — Se apoyó en la barra, fumando, su lápiz labial rojo sangre manchaba el extremo del cigarrillo.

— ¡Oh no! — Remus dijo, tal vez un poco demasiado rápido.

Grant se rió y puso una mano en su hombro, — Es su primera vez. Lo traje por su cumpleaños.

— ¡Oh, feliz cumpleaños! — Ella sonrió ampliamente, — Tendremos que ponerte una canción, más tarde, solo ve y dile al DJ, ¿de acuerdo, cariño?

— Er, ok. — Remus asintió, planeando no hacer tal cosa.

— Hasta luego, muchachos, — la drag queen guiñó un ojo y se alejó navegando por la pista de baile.

— No estuvo tan mal, ¿verdad? — Grant dijo. — Estarás listo para marchar conmigo en el desfile del orgullo gay en Julio.

— Sobre eso... no lo sé — Remus se rió.

Miró la pista de baile un poco más. La drag queen lo había tratado como si perteneciera. En lugar de sentirse más consciente de sí mismo, se sentía un poco más feliz: todos eran bastante amables, nadie estaba siendo desagradable o grosero. Vio a una pareja besándose en el medio del piso - realmente se estaban besándo, tocándose el trasero el uno al otro - y la gente estaba vitoreando.

Recordó a sus amigos vitoreando a Mary y Sirius cuando se besaron en la sala común de Gryffindor, años atrás - eso también había sido en el cumpleaños de Remus, y la fecha del primer beso de Remus y Sirius, que había sucedido en las sombras. Casi todos sus besos habían sido en la oscuridad, porque en el fondo ambos sabían que nadie quería ver eso. No en los setenta, no en Hogwarts.

Remus tuvo una repentina necesidad de hacer algo similar, aquí, a plena vista, donde todos pudieran ver y nadie frunciría el ceño o se burlaría.

Solo que todavía no era lo suficientemente valiente para besuquearse en público, incluso a la gran edad de (casi) treinta y un años. Así que se acercó y tomó la mano de Grant, en la parte superior de la barra. Grant parpadeó sorprendido, pero luego su rostro se iluminó tan maravillosamente que cualquier rastro de nervios dejó a Remus por completo. A veces se olvidaba de que Grant también tenía sentimientos, lo que sonaba desalmado, pero era solo porque Grant rara vez se quejaba. La felicidad se veía tan bien en él que Remus tomó la resolución de trabajar más duro para hacerlo feliz.

Se quedaron un poco más, hasta que Remus terminó su bebida. No tenía ganas de bailar (aunque más de una persona se había acercado, invitándolo a unirse a ellos), pero la experiencia no había sido terrible. Le dijo lo mismo a Grant, quien se rió,

— ¡Te lo dije! Gracias por venir, cariño, sé que no es fácil para ti.

— Tú lo haces más fácil, — dijo Remus en voz baja, sorprendiéndose a sí mismo. Grant pareció desconcertado y apretó la mano de Remus de nuevo.

— Maldito cursi — dijo tímidamente. — Vamos, tengo un pastel de chocolate esperando en la nevera de casa, puedes apagar las velas y luego nos besaremos en la oscuridad.

Remus le devolvió la sonrisa, — Suena perfecto.

Se acercó al baño antes de irse. Pudo haber esperado hasta llegar a casa, solo estaban a la vuelta de la esquina, pero sintió que esta era su última prueba de valentía.

Los baños eran unisex, lo que Remus supuso era bastante justo, aunque un poco vergonzoso, al menos no habían chicas. Fue y usó un urinario, lo más rápido posible, tratando de ignorar el sonido y el olor del sexo que emanaba de los cubículos. Se estaba lavando las manos cuando la puerta se abrió y alguien se acercó detrás de él. Se dio la vuelta, sorprendido, y se enfrentó al extraño.

— Qué-

El hombre sonrió ampliamente, mostrando los dientes. Se lamió los labios y olfateó el aire, y Remus por fin lo entendió, el aroma familiar, la conexión instantánea, la falta de respeto por el espacio personal. Un hombre lobo.

— Olí tu magia, — dijo el hombre en voz baja, — Delicioso. Nunca te había visto antes...

No era tan alto como Remus, y era bastante delgado, con una camisa blanca muy ajustada. Tenía el pelo largo, rojo fuego, lacio como un atizador, y ojos azul glaciar. El aroma de la magia natural terrenal irradió de él en ondas que hicieron que Remus se mareara, la sangre corría por sus venas y arterias como un elixir.

— Hola…

El extraño volvió a olfatear, — ¿De qué manada eres? Hueles a Greyback...

Remus se resistió un poco a la idea de que tuviera algo de Greyback en él, pero negó con la cabeza, — No tengo una manada.

— Valiente de tu parte... ¿No te preocupa que el Ministerio te detenga?

—¿Qué hay de tí? ¿Con quién estás? — Por un momento, Remus deseó ser uno de los de Castor; quería desesperadamente saber cómo estaban todos, pero el extraño se encogió de hombros.

— Oh, vamos a la deriva aquí y allá. No creo que hayas oído hablar de nosotros.

— Pero conoces a Greyback.

— Oh, sí — Se bajó la camisa por el cuello, revelando una enorme marca de mordisco que era demasiado familiar para Remus, — Tenemos bastante historia él y yo...

— La guerra, ¿Estabas...?

— Ja, no, yo era apenas un cachorro, en ese entonces — el hombre lobo arqueó una ceja. Su piel era tan clara que sus cicatrices eran como rayas plateadas, nacaradas como rayos de luna. — Pero la próxima guerra... la próxima guerra, estaremos preparados.

— No habrá otra guerra. — Dijo Remus. Estaba apoyado contra el fregadero de porcelana, el hombre lobo había colocado una mano a cada lado de él. Estaba atrapado, pero no había hecho ningún movimiento para escapar, todavía no. — Voldemort está muerto.

— Mmm, algunos dicen eso... — el hombre lobo sonrió. Se inclinó y lamió detrás del lóbulo de la oreja de Remus. Le hizo estremecerse por completo, tuvo que contener un gemido. El otro hombre se apretó contra él y susurró: — Pero he oído que una parte de él vive todavía. Los bosques hablan de magia antigua, de sangre maldita .. el señor oscuro está reuniendo fuerza para...

— No... — Remus negó con la cabeza. Trató de retroceder, pero solo logró aplastar sus cuerpos. Sabía que todo eran mentiras, y sabía que este hombre era un problema, pero oh Dios, el olor era tan embriagador que su cuerpo no lo escuchaba; solo quería una cosa.

— Ven, — el hombre lobo seguía susurrando, su aliento caliente en el cuello de Remus, — No más conversaciones de guerra, no debemos preocuparnos... ahora solo quiero disfrutar de ti. ¿Vives cerca? Podemos ir a donde quieras, esto va a ser tan bueno, la luna está creciendo...

Remus volvió a negar con la cabeza, como si pudiera deshacerse de la niebla de feromonas que inundaba su sistema, — Estoy aquí con alguien. — Él dijo con voz áspera.

— Tráelo, si quieres... — el lobo se rió entre dientes, — Estoy a favor de compartir.

— N-no, tengo que irme... — Remus usó su última pizca de fuerza de voluntad para liberarse del extraño y apresurarse a regresar al bar, sintiendo los ojos del lobo ardiendo en su espalda.

Encontró a Grant y lo agarró por la manga de la camisa, siseando: — Tenemos que ir a casa.

— ¿Eh? ¿Estás bien, pasó algo?

— No… um… solo quiero irme a casa. Quiero llevarte a casa. — Miró a Grant a los ojos, todavía sosteniendo su brazo, y se preguntó si Grant también podría sentirlo, sentir el ardor, la necesidad. Sirius siempre había podido, pero ¿Quizás tenías que ser sensible a la magia? Remus enfocó la intensidad, proyectándola hacia afuera. Los ojos de Grant parpadearon y sus pupilas se dilataron, un cálido rubor trepó por su cuello.

— De acuerdo entonces. — Se bebió lo último de su bebida y se fueron, corriendo juntos hacia la concurrida calle, tomados de la mano.

Continue Reading

You'll Also Like

27.2K 2.2K 13
BUWYGIB | ❝ Donde a Millie le gusta Finn, su mejor amigo; sin embargo, a él no le gusta ella. ¿O no? ❞ ⌜ Finn Wolfhard x Oc's ⌟ ⌜ Finn Wolfhard x Mil...
1.8M 151K 200
Un libro en el que habrá conversaciones entre alumnos de casas de Hogwarts,datos de estas y detalles interesantes. También habrá memes y cosas así. ¡...
116K 5.1K 32
Esta es la historia de la reina serpiente y el capitan de footbol americano. El es un inexperto y ella toma el control de todo. Habra mucho bughead...
7.3K 2.2K 98
📜ㅤ𝐒𝐔𝐏𝐋𝐈𝐂𝐈𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐔𝐍𝐀 𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐏𝐄𝐑𝐃𝐈𝐃𝐀 Es una recopilación de poemas que van hilando mis pensamientos en un torbellino que retra...