Monógama

Par SamR_16

35K 2K 123

Existe un solo orden mundial. Toda persona debe ser monógama. Solo existe una persona que puede no ser monóga... Plus

Monógama
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30: Final
Conclusión
Extra: La Boda
Extra: La Boda Parte 2

Capítulo 15

868 55 1
Par SamR_16

8 DE FEBRERO DE 2040

ORDEN MUNDIAL

BUENOS AIRES, ARGENTINA

-Morirás aún más joven, Jauregui.

Giré mis ojos mientras inhalé nuevamente el humo. Camila me miraba en desaprobación. Con una sonrisa expulsé el aire en su dirección.

-Eres un asco...

-No puedes prohibirme todo, Camila. Yo no te he prohibido nada.

-Sí, mi libre albedrío al tener que aceptar ser la líder del bajo mundo.

-A cambio me tienes. Dinero, poder y mucho sexo en cuánto me dejes.

-¿Piensas que eso es todo? Puedo obtener todo eso, sola.

Enarqué una ceja, curiosa. Apagué el cigarro en el cenicero a mi lado y me incliné apoyándome en mis propias rodillas para estar más cerca de su rostro. Ella se alejó ligeramente.

-¿Qué más quieres entonces? ¿Mi cariño? ¿Mi amor? Eso será difícil de conseguir, Camila. Nunca he sentido eso.

Fue el momento de ella acercarse a mi rostro, ambas cara a cara. Me gustaba su actitud, su manera ruda de ser.

-En algún momento lo sentirás, Jauregui. Tal vez no conmigo, pero lo harás y verás que estaba en lo correcto.

-No me tengo restringido tener ese sentimiento, Camz. Sin embargo, nadie se ha ganado esa parte de mí.

Se removió un poco al escuchar que la llamara Camz, me pareció un buen movimiento de mí misma. Sonreí y ella lo hizo un poco titubeante.

-¿Te gusta el Camz? Me parece bastante original, ¿no?

-Mucho, sí.

Me alejé y miré por la ventana. Estábamos en una área privada de alguna discoteca de la ciudad. Había muchas personas bailando en la pista de baila, quise estar allí por un momento, pero luego recordé que tenía a una mujer que atender.

-Bueno, podemos empezar cuando quieras.

Volví a sentarme frente a ella, una sonrisa burlona apareció en su rostro. ¿Por qué era tan burlona? Me hacía sentir mal conmigo misma.

-Esto no se trata de forzar, Jauregui. Debí fluir y tengo una buena manera de conseguirlo...

Una mujer se acercó con una bandeja y una botella completa de whisky, con dos vasos de vidrio y hielo. Camila le agradeció y puso todo sobre la mesa que se interponía entre ambas. Sirvió y me entregó un vaso completo.

-Esto...

-Lo sé, no es tradicional, pero luego me dará pereza tener que servirnos nuevamente.

Brindó chocando nuestros vasos de vidrio y bebimos. Bebí un poco más que ella, sabía que esto no haría tanto efecto en mí como ella quería.

___________________________________
UNA HORA DESPUÉS

-¿Entonces ya nos conocíamos?

Camila rió frente a mí y asintió. Parecía que me lo había repetido más de una sola vez.

-No te recuerdo.

-Bueno, en ese momento no era mi mejor versión. Ya sabes, no cuidaba de mí misma.

-No puedo imaginarte de otra manera que no sea esta, Camz.

Pude ver un ligero rubor en sus mejillas, relamió sus labios y sonrío en mi dirección. Respondí a su sonrisa y luego tomé un poco de la sustancia que tenía en mi vaso.

-Lauren, creo que es suficiente de esto para ti. De lo contrario, no recordarás nada mañana.

-Quiero recordar.

-Entonces, deja de beber.

Quitó el vaso de entre mis dedos, inclinándose sobre la mesa. Me dio una vista perfecta de su escote, suspiré. Recuerdos de nuestro primer encuentro revoletearon en mi cabeza.

Se reacomodó con una sonrisa sencilla, yo seguía aturdida, pero bastante consciente.

-Quiero llevarte a mi cama, Camz.

-Es nuestra primera salida juntas, Jauregui. Es indebido de tu parte.

Sonreí y mire sus ojos marrones. Parecían tan normales, pero a la vez tan diferentes.

-Solo quiero que duermas a mi lado.

-Eso se podría solucionar. ¿Quieres que nos vayamos?

-No, quiero que sigamos hablando de ti.

-He contado lo necesario.

-¿No tienes hermanos?

-Sí, una. Menor.

Asentí entendiendo.

-¿Se parece a ti?

Titubeó en su respuesta.

-No podría decirlo claramente. Algunos dicen que sí y otros que no.

-Yo tengo dos hermanos por parte de mi progenitora. Apenas los conozco, no quieren verme ni en pintura.

La vi fruncir el ceño, confusa.

-¿Por qué?

Suspiré y me encogí de hombros.

-Dicen que por mi culpa, Clara no se pudo entregar completamente a su padre. Yo creo que me envidian. O sea, mírame soy rica, hermosa y pronto a ser dueña del mundo.

Rió escandalosamente. Sonreí al lograr hacer eso en una persona como ella.

-Eres muy presuntuosa, Jauregui.

-Es la verdad, ¿como podría mentir?

-Aún así, no sé porqué tienen el odio hacia ti. Debería ser hacia tu padre y su propia madre, ¿no?

-Son un par de idiotas.

Sonrío y asintió de acuerdo.

-¿Se parecen a ti?

Hice un gesto con mis labios al pensar, al igual que miré alrededor.

-Un poco, sí. Pero, no se comparan.

-Lo haz dejado claro, Lauren.

-¡Oye! ¿Por qué tú no me tienes un apodo también? Eso es egoísta de tu parte.

-¿Egoísta?

-Sí porque tú sí tienes y yo no. Ponme uno.

-No puedes presionarme, Jauregui.

-¡Apresúrate! O te obligaré.

-Mañana te lo diré...

Le miré mal antes de palpar sobre los bolsillos de mis pantalones, buscaba mi celular y lo encontré. Lo saqué y revise la hora, apenas podía estabilizar la mirada. Pude ver muchas llamadas perdidas de Dinah, resoplé.

-Son las tres, Camila. Ya es mañana.

-No, es mañana de mañana. No mañana de hoy.

Gruñi por lo bajo, volví a guardar el celular y me puse de pies. Me tambaleé un poco, pero Camila rápidamente me ayudó.

-Mierda, ¿qué tenía ese whisky?

Susurré apoyándome en ella. Me acerqué a su cuello y olí su fragancia, escuche una pequeña risita de su parte.

-Me haces cosquillas, Jauregui.

-Hueles muy bien...

-Bueno, tal vez haya comprado un perfume muy caro con la tarjeta que me haz dado.

Me alejé para mirarla fijamente o lo que más logré.

-¿Te estás aprovechando?

-Estoy disfrutando.

Entrecerré los ojos para intentar parecer algo intimidante, seguramente era una patética muy borracha.

-Debemos irnos.

Murmuró, asentí de acuerdo.

-¿Podrás caminar sola?

Hice un gesto en negación mientras me acercaba más a ella. La escuché hacer un sonido extraño y luego intentar caminar conmigo.

-Mierda, Jauregui. ¿Cuánto comes?

-Tengo una dieta.

Respondí.

-¿Tienes dieta? ¿Cuánto pesarías si no?

-¡Oye, eso me ofende?

-Cállate. Quédate aquí y pediré ayuda, jamás podré contigo.

Intentó alejarse, pero la detuve.

-¿Me dejarás sola aquí?

-Necesito ayuda de alguien más fuerte...

-Yo soy fuerte.

-Más fuerte que yo.

-Yo lo soy.

-Para que pueda cargar contigo, Jauregui.

-Yo... Yo puedo caminar. Solo... Dame tu mano.

Suspiró audiblemente antes de darme su mano. Sonreí y la tomé. Caminé normalmente a su lado.

-¿No estabas borracha?

Me reprochó.

-Lo estoy.

-No parece.

Pude ver la puerta de la discoteca, la abrieron para nosotras. Salimos y el frío de la madrugada me hizo sacudirme.

-¿Dónde dejaste el auto, Lauren?

Me encogí de hombros.

Apenas recordaba quién era yo. ¿Cómo recordaría dónde estaba el auto?

-Recuerdame no darte de tomar más.

-¿Por qué no?

-Porque eres más inútil de lo normal.

Gruñí por lo bajo antes de caminar detrás de ella. No la dejaría sola. Podría ser inútil, pero no lo era tanto como para abandonarla a esta hora.

-¡Allí está!

-Menos mal...

-¿Menos mal? Si lo hubieras recordado tú.

Su reproche me hizo mirarla mal.

-Dame el control, tú no puedes manejar.

-Sí puedo, solo no llegaríamos al hotel.

-Calla y dame el control.

-¿Por qué me tratas mal?

Me quejé mientras sacaba todo de mis bolsillo menos el control.

-¿Te trajiste una servilleta, Lauren?

-¿Sí? Yo pregunté primero.

-Solo dame el control.

Extendió sus manos cuando me vio sacar el control. Me ayudó a subir y luego subió ella. Esperaba que lograra manejar.

-¿Por qué no estás borracha, Camz?

Me miró mientras encendía el auto. Sonrío fugazmente antes de acelerar haciendo que me asustara.

-¿Alguien debía ser responsable no?

Miré hacia adelante y sentí que me desconcentraba sin razón.

-Quiero besarte...

Murmuré.

-Quiero tocarte...

Ella solo me escucha o eso esperaba. Me estaba durmiendo.

-Quiero tenerte sobre mí...

-Eres un asco, Jauregui.

Eso fue lo último que recordé.






________________________
Nota de autora:

Lauren normalmente es una pícara e idiota, peor aún estando borracha.

Pobre mi Camz, todo lo que tiene que soportar.

Este es el último de la semana. Espero subir otro pronto y que ustedes no pierdan el hilo de la historia.

Vuelvo a mi cárcel llamada escuela y curso, normalmente no tengo tiempo de nada. Espero puedan disculparme mi inactividad continua.

Sin más que añadir,

Desliza...

Continuer la Lecture

Vous Aimerez Aussi

147K 7.8K 36
Hebe Ibsen Vinter, es una chica reservada sin amigos a causa del abandono de su papá cuando tenía once años. Siete años después regresa para llevarl...
57.5K 3.9K 19
Cuando te rompen el corazón, dejas de creer en el amor, y sientes que nunca podrás amar de nuevo.. Pero...que pasa si alguien diferente, entra en tu...
48.2K 2.4K 67
Me acerqué sigilosamente a la puerta y estaba una chica que no sabía quién era, la vi sacar algo de su mochila y acercarse a mi bolso, me alarmé pero...
210K 14.1K 37
-Te guste o no, yo soy la encargada de llevar tu caso, y así va a ser hasta el final. -¿Es que no lo ves? No nos soportamos, Lauren. Esto va a ser un...