Editha se rindió después de una semana. La alfa contó todo lo que había hablado con Johnson y que relación tenían después del ataque a Drasalla. Johnson la había amenazado con asesinar a su familia si no seguía sus órdenes.
-Tuve que hacerlo, Ancel, lo tenía que hacer...- el capitán no dijo nada – Mi esposo y mis hijos, me necesitaban, yo tan solo quería protegerlos, ellos no son... no son, Ancel, deja de mirarme de esa forma, por favor, Ancel, hermano, yo...- sus manos temblaron cuando las puso sobre el pecho de su hermano – Lo siento.
-Wagner busca ordena a los soldados que estén en la base que se presenten en la puerta principal, está tarde – el vice-capitán asintió, Ancel se negaba a ver a su hermana a los ojos – Walter, tú te quedarás aquí y ayudaras a Nils a organizar a los enfermeros, preparad una habitación para Johann y el abuelo.
-¿Por qué no puedo ir contigo? – Ancel no le respondió, seguía dándole órdenes a todos los que se encontraban cerca de él – Ancel ¿Por qué no puedo ir?
-Aún no estás del todo recuperado, Walter – el alfa hizo una mueca de tristeza – Hace un mes no parabas de llorar, porque casi pierdes un huevo, acaso quieres perderlo de verdad.
Walter se rio, pero Ancel no. Editha los seguía mirando con lágrimas en los ojos, mantenía sus manos a su espalda, aunque ya no las tuviese atadas y no paraba de repetir "Ancel, lo siento, Ancel, lo siento", su hermano no le respondió.
-Llevadla a mi despacho, a Sven también – Editha se quedó paralizada – A mis sobrinos también, llevadlo a los cuatro allí.
-¿Qué quieres hacer? Ancel – su voz estaba ronca, el alfa la observo con resentimiento - ¿Qué vas a hacer? No le harás daño de nuevo, por favor, Ancel, te he dicho dónde está tu omega, no los toques, no les hagas daño, Ancel, ellos también son tu familia, son Hoffman, comparten sangre contigo, no les hagas nada, no les hagas daño, por favor, Ancel – el capitán miro a su hermano – Walter, eres padre, sabes lo que siento en este momento, por favor, haz que entre en razón, ayúdame, ayúdame.
Walter apoyo su mano sobre el hombre de su hermana, y le pidió que se levantase, no quería arrastrarla hasta el despacho de Ancel, con el humor que estaba su hermano, prefería que las cosas fueran rápidas y no decir nada. Editha seguía pidiéndole ayuda sin parar.
-Walter, piensa en tu hijo, dejarías que le hicieran daño...- el alfa bufó – Leo es un bebé, ahora es muy débil ¿dejarías que le hicieran daño? Walter.
-Deja de hablar de mi hijo, Editha... - la alfa entrecerró los ojos, ante la contestación de su hermano, se esperaba que le hablara en ese tono – No nombres a Leo ni a Gian, te lo prohíbo.
-Ellos son parte de mi familia, Walter, yo los quiero mucho...- sonrió – Los quiero casi tanto como a ti y a Ancel, por favor creerme.
-Si querías tanto a Ancel ¿Por qué vendiste a su omega? – Editha se quedó sin palabras - ¿Hubieras echo lo mismo con Gian? Si tanto nos quieres y se te llena la boca con la palabra familia ¿Por qué lo hiciste? – Walter gruño por lo bajo – Eres una cobarde.
-Lo hice para proteger a todos, quería que estuvierais bien, yo...- su hermano negó con la cabeza – Perdóname, Walter, no lo volveré a hacer.
-Es demasiado tarde para pedir perdón... - nunca había escuchado hablar a su hermano en ese tono tan apagado – No soy yo quien está herido, sabes que si le pasa algo a ese omega, tu hermano morirá y tú serás la culpable.
Editha comenzó a gritar antes de llegar al despacho. Las personas que había en aquel pasillo se apartaron para que no les hiciera nada, mientras Walter caminaba con calma hasta la habitación del juicio, así es como la había llamado en su cabeza, pero no se atrevía a decirlo en voz alta. No quería enfadar aún más a su hermano.
-Despertarás a los enfermos, Editha, cállate ya... - Walter ni siquiera la miro – No te acerques a Gian y Leo, en al menos mil años, ni los nombres ¿lo entiendes? No hables de ellos.
-Walter – el alfa le grito que "No" – Yo no quería hacerle tanto daño a Ancel, no sabía que ese omega...
-Mientes, Editha... - intento hablar de nuevo, pero no le dejo – Siempre has sido egoísta, desde pequeña, no me creo tus palabras.
En la puerta del despacho, los esperaban Sven y sus hijos, el omega la miraba con miedo, no quería entrar de nuevo a ese lugar. Editha no pudo decirles nada, cuando paso por su lado, Walter les pidió a los tres que entraran después de ellos, sin decir nada. El pequeño alfa sostenía la mano de su padre con miedo, mientras que la pequeña omega miraba hacía todos lados, le interesaba bastante aquel lugar.
-Sentaros en el sofá...- Editha miro con desafió a su hermano y puso a su hijo en sus brazos – Wagner, ven conmigo.
-¿Qué vas a hacer? – el capitán no respondió – Ancel, contrólate, no hagas nada con lo que te puedas arrepentir en el futuro, somos tu...
-Marx, puedes cerrar la puerta, por favor...- el alfa asintió – No permitas que nadie entre a molestar, confió en ti.
Ancel le enseño la pantalla de su ordenador a los presentes, los niños no entendían nada. Su tío nunca los había mirado tan enfadado, la pequeña se escondió en los brazos de su padre, está vez, sí que tenía miedo. En la pantalla apareció Jaziel sentado en una especie de sillón, Editha pudo percibir que era la tercera planta, por la falta de ventanas.
-Cohem, cuando quieras puedes comenzar a hablar – el alfa asintió y aclaro su garganta, Ancel apoyo sus pies en el escritorio a la espera que le dijera todo lo que sabía.
-Según los informes enviados, por el señor Roux al capitán... - su voz tembló un poco, no estaba acostumbrado a hablar directamente a sus superiores de esa manera – La señora Editha Hoffman, ha estado en contacto con el alfa Edrick Johnson, desde hace un año...
-Cohem, no necesitamos que expliques lo básico, pasa a lo demás, por favor – el alfa asintió y trago saliva – Sven escucha todo lo que ha hecho tu esposa a tu espalda.
-La primera conversación registrada de la señora Hoffman con el alfa Johnson fue el veinticuatro de febrero, a las ocho y media de la noche, estuvieron hablando durante dos minutos – Sven la miro de reojo – No sabemos de qué hablaron, alguien borro "accidentalmente" la grabación, el señor Roux no sé acuerda mucho de aquel día, solo dijo que se marchó a casa, algo asustada.
-No hable con Johnson, eso es mentira, Roux...- Ancel le ordeno que se callase.
-Pasaron dos meses para que volvieran a comunicarse, el doce de marzo, a las doce de la noche – Editha comenzó a morderse las uñas nerviosa – Estuvieron hablando por más de media hora, en la grabación se pudo escuchar como la señora Hoffman le pasaba información confidencial de la brigada del capitán, en la que hablaron específicamente del señor Simons – Ancel se crujió las manos – La tercera llamada fue dos días después, el catorce de marzo, a las cuatro de la tarde, la señora Hoffman salió del despacho para hablar con el alfa Johnson, sobre que el señor Simons había sido marcado por su hermano, el capitán Hoffman.
-Eso es mentira, Ancel, escucha, yo no supe que ese hombre era omega, hasta que... - el capitán golpeo la mesa – Ancel, por Dios ¿vas a creer a ese beta?
-Veinte de junio, a las tres de la madrugada, la señora Hoffman hablo de nuevo con el alfa Johnson, sobre el ataque en Drasalla, dándole información sobre el omega Eugene – las manos de Ancel se contrajeron cuando escucho ese nombre – Querían probar a ese omega para el experimento del alfa Johnson, la señora Hoffman le dio la información necesaria para que lo atacaran, junto a su alfa, ella misma borro algunas partes del video del asesinato del omega Eugene, donde el alfa Johnson hablaba directamente con ella – Editha negó con la cabeza – La señora Hoffman le envió la dirección de donde se encontraba la brigada del capitán Hoffman, querían llevarse al señor Simons en ese momento, pero la identidad del beta Adam Peters fue revelada.
-Ancel no lo escuches...
Walter fue quien le grito esta vez, el alfa apretaba con rabia su mano en el hombro de su hermano, Editha se quedó quieta, mientras sentía que sus hijos se separaban más de ella.
-La señora Hoffman le dijo al alfa Johnson que no podrían llevarse al omega Simons en ese momento, ya que podría ser peligroso para la misión, por eso accedió a entregar al mayor Hoffman y a su ayudante, el señor Faust – Editha podía escuchar el pequeño sollozo de su esposo – El alfa Johnson llamó a la señora Hoffman una semana después, para comunicarle que el señor Faust se había ahorcado con su propio cinturón.
-Cohem, deténgase ahí un momento – Jaziel asintió y tomo un poco de agua - ¿Por qué entregaste al abuelo? Para fingir preocupación, dejaste que un omega inocente muriera, Editha ¿Qué vas a decir a eso? No sirve que digas que era para protegernos, porque no te creo – la alfa no dijo nada – Puedes continuar, Cohem...
-La señora Hoffman sabía sobre la granja que se encontraba en Drasalla y también sabía quién era la pequeña Greta Walker y su madre Sadie Walker, el alfa Johnson le pidió que fuera al hospital para engañar a su hermano, el capitán Hoffman – Editha negó con la cabeza – No sé volvieron a comunicar de nuevo, hasta el ataque en el sótano, donde el alfa Walter Hoffman, junto a más integrantes del equipo de investigación, yo me incluyo – hablo con cierto celos – Nos vimos atacados por un extraño virus, con el que perdimos la vista. La señora Hoffman pidió no atacar la base de Ylesa hasta nuevo aviso.
Sven se apartó del lado de Editha, le estaba empezado a tener miedo, se llevó a sus hijos de su lado y le pidió a Rolan si podía quedarse con él. Jaziel siguió hablando del ataque al sótano, por cinco minutos más, hasta que Walter le pidió que se detuviera.
-Detuviste el ataque, por miedo a que Johnson matará a mi hijo, no esperes que te lo agradezca, Editha – la alfa se mordió el labio inferior, pero no hablo – Perdí la oportunidad de ver a mi hijo por primera vez, por tu culpa, estuve separado de mi omega en el momento más importante de nuestra vida. Te odio.
-Walter, no sabía que serías uno de los afectado, Johnson dijo que con tu condición...- Editha se detuvo – No tuviste que haber perdido la vista.
-Cohem, puedes continuar, por favor, termina con esto deprisa...- el alfa asintió un poco presionado por el capitán – Pasa directamente al ataque de la base, a mi hermano no le gusta demasiado que hablen sobre su ceguera.
Editha intento ocultar su rostro con sus manos, antes de que Jaziel comenzará a hablar, al capitán le cambiaron el color de ojos cuando hablo de Johann, Sven salió del despacho ya que no podía seguir escuchando lo que estaban diciendo, se podía escuchar los llantos de los pequeños desde fuera.
-La última conexión que tuvo la señora Hoffman con el alfa Johnson, fue hace una semana, unas horas antes de que ella viniera a hablar con usted, capitán Hoffman – Walter sintió la tristeza de su hermano, pero no le dijo nada – El alfa Johnson le confirmo a la señora Hoffman que su experimento estaba yendo bien, la sangre del omega Simons, había resultado ser mejor de lo que esperaban y...
Jaziel no sabía si podía continuar, lo que debía decir en ese momento, no lo sabía nadie de la sala, a excepción de Editha y él. Ancel le pidió que continuara, aunque sentía un nudo en el estómago en aquel momento, Walter también parecía estar nervioso.
-El omega Simons fue intervenido en una cirugía para que el omega Helmut Hoffman fuera "revivido", según los informes del señor Roux, el abuelo del capitán fue revivido gracias a la sangre del omega Simons, la verdad es que no entiendo muy bien está parte, discúlpame, capitán, señor Hoffman – Jaziel se rasco la nuca preocupado – Le quitaron la glándula al señor Simons, porque daba conflicto con el experimento, en estos momentos, el omega Johann Simons, se está muriendo por la pérdida de su glándula, el alfa Johnson espera a que eso pase para darle su corazón al omega Hoffman.
-¿Qué estás diciendo? – grito Ancel, el capitán casi pierde el equilibrio ante la última frase de Jaziel – ¿Qué le han hecho a Johann? ¿Por qué no siento su lazo?
-El doctor Groth dice que un omega al que le extirpan la glándula de manera agresiva puede morir si no tiene a su alfa cerca – Walter tuvo que detener a su hermano cuando comenzó a tirarlo todo al suelo – El señor Simons, puede que ya no esté vivo.
-¿Cómo que puede? Cohem habla con claridad, llamad a Nils ahora, quiero que venga – Walter abrazó a su hermano para que se tranquilizará – Llamad a Nils, que me diga esto a la cara.
-Ancel tranquilízate, esto puede ser peligroso – el alfa grito con rabia - ¡Ancel! Estás asustado a los niños, deja de gritar.
-Editha llama a Johnson, ahora... - los ojos de Ancel mostraban el mismo infierno, su hermana se asustó cuando los vio – Llámalo y déjamelo a mí, Editha.
-Será mejor que no le digas nada, Ancel – el alfa volvió a gritarle - ¿Quieres acelerar la muerte de Johann? Si le dices que vas a por tu omega, puede matarlo y de que servirá todo esto, habrás perdido el tiempo...
-Llámalo y dile que voy, dámelo quiero hablar con él, Editha...- la alfa negó con la cabeza – Haz lo que digo, Johann está...
-Nuestra hermana tiene razón, Ancel, si lo llamamos, podríamos en peligro a Johann, si existe una mínima posibilidad de que siga con vida, deberíamos ir sin decirle nada...- Ancel grito de nuevo – Por favor, Ancel, no hagas eso, por favor.
Ancel cayó al suelo hecho un ovillo, Walter casi cae encima de él cuando se dejó caer, tuvo que hacer fuerzas con las manos para que no le diera directamente a Ancel, el capitán se puso a llorar de impotencia por no poder hacer nada por Johann.
-Por eso no lo sentía, por eso no sentía a mi omega, Walter...- su hermano lo volvió a abrazar - ¿Qué le han hecho? ¿Por qué?
-Lo siento, Ancel – el alfa la fulmino con la mirada – Debí decirlo...
-No hables, no hables Editha...- la voz del alfa era terriblemente áspera – No hables o te mataré por haber dejado que le hicieran daño a Johann...
-No sabías que Johnson tenía al abuelo Helmut, Ancel debes creerme, por favor...
-No lo sabías, pero dejaste que se lo llevaran, dejaste que le hicieran daño, por tu egoísmo, una persona inocente está sufriendo, te odio, Editha te odio con todo mi ser.
-Ancel, no me digas eso, yo tan solo...
-Si Johann muere, deja de convidarme tu hermano, Editha...
Los gritos de Johann despertaron a Karl, el alfa pensó que habían ido de nuevo a extraerle sangre, pero no había nadie en la sala, tan solo estaban ellos dos. Johann se retorcía sobre la cama mientras vomitaba lo que parecía ser la bilis.
-Pequeño omega...- Johann no podía escucharlo, sus oídos estaban completamente taponados – Johann, Johann ¿Dónde te duele? ¿Qué pasa? Dime algo, Johann...
Los oídos, la nariz y la boca de Johann comenzaron a sangrar de la nada, el omega dejó de moverse y respirar. Karl grito por ayuda, mientras intentaba despertarlo, le pedía a cualquiera que fuera Dios que lo cuidará, pero no quería que se llevaran al omega, no quería que su nieto sintiera el mismo dolor que sintió él, cuando Helmut murió.
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Las cosas se van a poner feas y no solo para Johann. Yo solo digo que Johnson vaya preparándose para la furia de un alfa Hoffman.
Pobre Karl, tiene que ver como está muriendo poco a poco el omega de su nieto. Se está odiando demasiado en este momento por no poder hacer nada por él.
Hora de preguntas:
¿Editha se arrepiente de verdad?
¿Llegaran a tiempo?
Espero que os haya gustado :)
Voten y comenten ( para que Johann sobreviva) 🥰💕🥰💕🥰💕