Renacidos en Orlox

Par _Noiresax_

314K 34K 2.3K

Varada en un planeta desconocido, infestado con bestias de todo tipo, sin esperanzas y con todos los planes e... Plus

PERSONAJES Y MÁS
PRIMERA PARTE
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
SEGUNDA PARTE
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
TERCERA PARTE
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo Extra
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
EPÍLOGO
NOTA FINAL
Especial 01
Especial 02
Especial Navideño

Capítulo 16

4.8K 566 29
Par _Noiresax_

Kaie

—Zahjka, hermano —saludo con una breve inclinación al encontrarlo en mi salida—. Es bueno verte en las mejores condiciones.

Su sonrisa no ha disminuido desde anoche que lo anunciaron como sucesor, hace mucho que no lo veía tan alegre y su presencia no pasa desapercibida esta mañana. La hilera de escamas en su pecho, que demuestran su resistencia y fuerza como un escudo, parecieran brillar junto a él. Su larga cabellera del color como la corteza de los árboles más oscuros que llegan a tener hasta reflejos rojizos, sus escamas de la cola de un rojo medio anaranjado en representación del clan Sigma, junto a algunas del color dorado de sus ojos que están esparcidas por lo largo de toda su mitad superior, parecieran estar en su mejor momento de brillar con gozo.

Su porte erguido y ahora menos intimidante, por la silueta de una sonrisa, parecieran indicar el despertar del futuro rey del Este sin duda. De alguna forma, se ve bien en ese papel de gobernante, Zahjka siempre ha sido el que nos lideraba a los seis cuando éramos crías, era quien se encargaba de que todo esté en orden y prácticamente éramos su responsabilidad cuando explorábamos las afueras de Zikhan.

—Kaie, en efecto, —afirma con cierta altivez por su orgullo y fija sus ojos dorados en mí— ¿Has visto a Dreisha? Ya debió haber llegado tras culminar sus funciones en Sigma —me pregunta por su prometida y hago memoria si es que me pareció haberla visto en algún momento. Es una hembra demasiado reservada y callada cuando no está mi hermano cerca, así que es fácil distinguirla.

—No me he encontrado con ella —ladeo la cabeza en negación, una vez encontrada la respuesta.

—La buscaré, entonces... —Se recompone y esa sonrisa se dibuja nuevamente en la comisura de sus labios.

Sí que está animado el día de hoy, pero tras alargarse el silencio entre nosotros, como si Zahjka esperara a que yo sea el siguiente en añadir algo más y que claramente no sucede, el momento se vuelve algo incómodo. Aguardo un poco más por si tiene algo que añadir, no hay cambios más que la profundidad de su mirada expresando más cosas de las que su boca no puede modular, cosas que no tengo el don de entender con solo quedarse encerrados en su cabeza.

Siempre ha sido así, demasiado expresivo a pesar de no decir nada y esa cualidad nunca rompió el ciclo de que sea así desde hace muchas lunas atrás. Esa sería la mayor diferencia que tiene con Drix que es un muro enorme sin posibilidad de descifrar lo que piensa y con Shaon que expresa impulsivamente todo lo que se cruza por su ser.

—Bueno, espero que tengas un buen día. —Corto el silencio para culminar con este encuentro de una vez por todas, no hay nada más por hablar entre nosotros.

Hago el ademán de seguir con lo que tenía planeado, pero el brazo de Zahjka me retiene al momento de pasar por su lado y mis ojos se dirigen de frente a los de él con total desconcierto y la expresión de mi hermano pareciera igual de sorprendida que la mía. Un nuevo silencio se interpuso entre los dos mientras esperaba lo que sea que él tenía por decirme, aunque creí que ya todo había acabado, lo cual daba impresión de estar pensándolo con un afán imprevisto.

Expreso demasiado bien lo que pasa por mi cabeza mientras lo veo, por lo visto, porque se demora en soltarme, tensa el rostro marcándose su entrecejo y la mirada sencilla que tenía hace poco desaparece como si se estuviera obligando a arrojar lo que sea en este momento.

—¿No crees que debes una explicación por tu falta de preocupación en cuanto a tu rol como cuarto pilar del reino y no estar presente hasta este momento? —impone sus palabras de un modo que no me es de total agrado y esa sonrisa que antes llevaba, ahora se ha convertido en una tensa línea.

¿Qué le pasa? De la nada le entró el enojo cuando ha sido él quien está actuando raro.

Sé que mi hermano es temperamental en cuanto de cumplir sus funciones se tratase, siempre ha sido así y en cierta parte tiene razón, ya que ahora es el futuro sucesor y es el mayor a quien debo guardar cierto nivel de contención en mi forma de dirigirme a su ser. Pero no sé por qué me siento tan irritado por sus palabras y extraño actuar, es como si madre me estuviera recriminando algo y Zahjka no suele hacer ese tipo cosas y tampoco debe.

Realmente parece que cambiaron varias cosas en el tiempo que me ausenté y pasé con mi presa, en especial con ya dos de mis hermanos. Es como si viera por primera vez algo de lo que nunca había cobrado tanta relevancia entre nosotros y le doy la razón al tiempo que pasé con Gwen y las cosas que me contó sobre su especie.

—¿Ahora te interesa mi situación? Tranquilo, hermano, ya he supervisado el mismo día que llegué las labores y el estado de mi clan —me defiendo con desdén, aunque estoy tratando de contener mis verdaderas palabras más directas hacia él.

Zahjka se puso tenso ante mi sólida respuesta y solo percibí un asomo de algo, que no llegué a definir, pasar por sus ojos tan brillantes como la luz del día. Mismos ojos que casi nunca se fijaban en mí o en Rheia desde hace mucho y una parte de mí comprende su decisión al igual que mis otros tres hermanos con ser más fuertes y centrarse en el reino, aunque eso significase dejarnos en el limbo a los dos últimos que quedaban. Así que, sí que me tiene totalmente ansioso toda esta situación.

—Solo cumplo con mi función como primer pilar y ahora sucesor —raspa las palabras relajando el rostro y una vez más me dedica esa mirada profunda—. Es mi deber como tu hermano saber sobre tus probl... —se detiene volteando la cabeza hacia la nada— Tus obligaciones como cuarto pilar del reino.

Argumenta todo ello con la mandíbula tensa y no comprendo a qué quiere llegar, no es como si mi estadía a las afueras de Zikhan le haya preocupado o causado algún inconveniente con mi clan o los otros.

—Bien, pues no hay de qué dudar, todo está correcto como siempre esperas que sea Zahjka —concluyo sin mayor esfuerzo de mantener esta incómoda situación y seguido de una reverencia en muestra de respeto demasiado obligado, no espero a que diga algo más para cuando sigo con mis cosas y lo dejo con las suyas que deben ser muchas.

Sylmoths... —sisea— No es así como quería que se tornaran las cosas. —Lo escucho refunfuñar por lo bajo, en lo que le doy la espalda.

Bueno, en ese caso, ya seríamos dos. Por estas razones es mejor dejar las cosas como están, como lo han sido desde siempre cuando dejamos de ser crías, nada bueno trae el querer incorporar "algo" que casi nunca se ha hecho.

Una vez que noto que Zahjka se alejó del lugar en el que estábamos, continúo con mis planes a toda prisa en dirección a la salida. Si me apresuro desde ahora, estaría llegando para cuando el sol vuelva a tocar a la tierra en donde me espera mi presa. Además de que mi presencia no será requerida por un tiempo en este lugar por cómo van las cosas, por lo menos, hasta que sea fin del ciclo dentro de unas lunas más. Y en ese trayecto, no pude evitar que vuelvan a tomar protagonismo dentro de mis pensamientos las dos situaciones extrañas que están pasando con Drix y Zahjka.

¿Por qué están siendo tan extraños?

Aún no he llegado a entender el motivo oculto que tiene Drix para guardar el secreto de los humanos, aunque puede deberse a que su presa es una de ellos exactamente... Igual no es como si Drix fuera ese tipo de Naga todo el tiempo, para alguien demasiado recto con lo que hace en cuanto sus funciones, ocultar algo como esto no es normal.

Luego se encuentra Zahjka, casi nunca cruzamos más de dos palabras que no tengan que ver con las labores de nuestros clanes y si ocurrieron, no las recuerdo. Simplemente pasaron a segundo plano de importancia, supongo. Su silencio es casi tan notorio como el de Drix. Pero... es más que extrañeza lo que siento ahora con la pregunta repentina de Zahjka.

¿Solo quería asegurarse de que todo esté yendo cómo debería? Claro que sí, por qué se interesaría por la causa de mi ausencia, no cabe en mi comprensión que ni siquiera se hayan percatado de mi presencia en Zikhan el tiempo que estuve afuera, a menos que tuvieran algún asunto que atender directamente conmigo y que Ronoks no pudiera responder, lo cual no ha sido el caso.

Gwen una vez me comentó acerca de la relación que tienen las familias humanas en su mundo, tienen otras ocupaciones y costumbres, en especial el hecho de que no tienen que cazar o mantener a salvo del peligro de bestias sus hogares. Lo que sea que en su mundo denominen "estable" no es lo que relaciono con mis hermanos, pero ahondando en el tema, la intriga me quedó en cómo sería exactamente su vivencia con sus propios padres...

Eso es algo que ella no profundiza aún y no quiero agobiarla con mi curiosidad si no es el momento adecuado. La cuestión está en algo que dijo exactamente en ese entonces, siendo que: «Algunas personas se percatan muy tarde del error que cometieron, pero aun así intentan remediarlo para que ese error no siga creciendo con el tiempo»

Y no comprendo del todo por qué esas palabras vienen a relación con lo que estoy pasando ahora. Solo me deja en claro que el tiempo que paso con mi pequeña humana, me ha hecho ver algunas cosas de la misma forma en que ella ve lo que la rodea o, por lo menos, comprenderlo en cierto grado.

—Espera, Kaie —me detiene la voz de Drix cuando llego a la salida de Zikhan.

Pensé que tal vez no le importaba involucrarse más con los humanos y mis asuntos, pero veo que no será así.

—¿También vendrás? —inquiero la incógnita que se hace presente en busca de una respuesta rápida, la espera cada vez se hace más larga y difícil de soportar al estar lejos de mi presa.

—Mis deberes en Zikhan ya han culminado, la reina no debe preocuparse más por el sucesor y los que eran candidatos pueden tomar un respiro hasta la ceremonia —dicta con voz honorable como de costumbre en esa seriedad impenetrable a entender sus verdaderos pensamientos.

—¿Y Asthia? No quisiera algún inconveniente con tu compañera, sabes a lo que me refiero, hermano —agrego plantándome casi a la misma altura que él.

Asthia es su prometida y su deber es estar al lado de ella en momentos importantes como el de ahora, aunque nunca lo vi apegado como lo son mis otros dos hermanos con sus parejas. Si ella llegara a buscar a Drix y encontrarnos con Gwen y Lizzie, todo sería un completo caos. No confío en Asthia, es buena en sus deberes y por ello se ganó el lugar de prometida del segundo pilar del reino. El problema es que es demasiado leal, demasiado apegada a las costumbres y no guardaría la espera para esparcir la información, mucho menos aceptar que Gwen y yo somos más que un simple depredador que está cazando a su presa.

—Ya he hablado con ella, sabe que estaré ausente unos días para salir a cazar contigo, esa noticia también será llegada a madre, más que seguro —responde con cierto tono de despreocupación por haberse encargado de esos detalles.

¿Drix diciendo algo que no es completamente verdad a nuestra madre?

Eso sí que es algo más que novedoso y no sé si estoy sobrepensando tantas acciones, pero me está dando un pequeño dolor de cabeza el hacerlo, así que mejor me concentro en otras cosas como, por ejemplo, qué haré cuando vuelva a estar cerca de mi presa. Mis escamas cosquillean de solo desear estar más cerca de su suave piel.

—Bien, supongo que esa coartada de caza también es beneficiosa para mí —desvío la mirada de su dirección al no poder negarme a su compañía, aunque quisiera, y supongo que seguiré con la estrategia de ser aliado de Drix con respecto a los nuevos seres inteligentes encontrados.

Sin más, Drix pasa por mi lado sin perder la vista del frente para continuar con el camino de vuelta. Hago el intento de seguirlo, pero me detengo y volteo fijándome en todo a mi alrededor por la punzada que sentí en mi instinto, es un sentimiento conocido como si hubiera la presencia de alguien más ahora... pero no hay nadie.

—Kaie —me llama Drix, que está a gran distancia de donde me quedé.

—Voy... —Miro por última vez el lugar con recelo, pero ese sentimiento de hace unos instantes ya desapareció y el lugar sigue vacío. Le resto importancia y me apresuro en lo que realmente tiene valor para mí en estos momentos y espero que esté bien donde la dejé contra mi voluntad.

Ya voy por ti, Gwen.

•✦───────────•✧

Gwen

Después de alertarnos que no estábamos solas, nos apegamos a un árbol casi sin respirar para no hacer mayor ruido, la criatura es ciega, parecida a las que Lizzie me contó que también se encontró con esa especie. Al parecer el aleteo del pequeño animalito atrajo la atención de esta otra y gracias al cielo no nos percibió por el lodo que tenemos encima... Aunque eso no quita el que pueda oírnos al más mínimo movimiento y nuestras gargantas terminen destrozadas.

La bestia pasea enfrente de nosotras, ladeando su cabeza hacia arriba de derecha a izquierda, siguiendo el sonido del camino por donde se fue el pequeño y está en una de las ramas inmóvil. La cara de esta bestia es como la de un insecto, parecido a una hormiga en forma y mueve esas mandíbulas salidas como chasquidos tratando de escuchar mejor por cómo mueve la cabeza. Es de un color grisáceo y negro, además de que su forma es curvada... como un gato encrespado y tan delgado que el camino de sus costillas es notorio. Y desde donde van sus ojos de orbes rojos, está el nacimiento de dos cuernos largos, como antenas, pero más gruesas y letales.

Mis ojos y los de Lizzie se encuentran, ambas estamos con las manos sobre la boca para ocultar cualquier sonido hasta aguantando la respiración y al parecer no fue del todo suficiente para ocultar un suspiro salido de Lizzie al tratar de relajarse porque las pocas púas, o lo que parecen serlo en su lomo, se levantan y en menos de un segundo ya está plantado casi encima de ella. Sujeto su mano con fuerza para que se tranquilice y aguantamos la respiración lo más posible, la bestia mueve sus mandíbulas cerca del rostro de ella y esta cierra los ojos con fuerza.

No nos percibe, no nos percibe...

Me repito una y otra vez en la cabeza como si fuera un hechizo hasta que la bestia se aleja de ella y se sitúa frente a mí, dejándome en blanco y sin ser capaz de formular palabra alguna hasta dentro de mi cabeza. Mi corazón late demasiado fuerte y temo que pueda oírlo. Inspiro lentamente por la boca algo de aire para no morir asfixiada y contengo un grito sobresaltado cuando una de las mandíbulas roza mi mejilla al abrir y cerrarse en un choque estremecedor.

Es áspero y siento que si fuera un poco más fuerte podría cortarme como navajas, mis labios tiemblan y solamente el fuerte agarre de Lizzie, que ahora me brinda seguridad a mí, me distrae un poco del miedo asomado.

—Oh no... Ahora no —susurra asustada cuando la bestia está dando la vuelta y alejándose pocos centímetros de donde estamos casi plantadas con el árbol y sus esfuerzos de detenerlo no funcionaron cuando termina estornudando. Un tic nervioso que no se puede controlar.

Ambas soltamos todo el aire contenido y la criatura de un golpe voltea amenazante hacia nosotras, su gruñido y el chasquido de sus mandíbulas abriéndose nos deja congeladas de pánico, siento mi sangre drenándose de mi cara. Su cabeza queda a pocos centímetros de distancia de ambas y el rugido que da es como una advertencia para cada una por seguir escondiéndonos.

Veo mi vida pasar en segundos, sin poder controlar la respiración escandalosa a falta del aire en mis pulmones por el trance en el que me encuentro y no es un buen momento para tener una secuela de olvidar cómo respirar.

Veo la muerte de mis padres, la soledad que sentí al perderlos en ese accidente y la culpa que aún me invade porque lo último que hicimos en vida fue pelear por algo que no merecía la pena. Mi nueva vida en Orlox y lo que podría tener más adelante, Kaie... no volveré a verlo si muero ahora.

Siento la cabeza darme vueltas y Lizzie tampoco reacciona, tal vez también esté recopilando toda su vida en estos segundos. Entonces, la bestia mira hacia arriba y salta atrapando algo en el aire, lo único que se escucha es el crujir y el chillido agudo de lo que acaba de atrapar entre sus mandíbulas de un insecto gigante.

La sangre media verdosa del pequeño animalito, que ya había olvidado que estaba ahí, se derrama casi a nuestros pies y la bestia empieza a devorarlo. Probablemente se movió o hizo algún ruido inaudible para el oído humano y no debería agradecer que sucediera aquello, pero si no fuera por esa pobre criaturita... la comida hubiéramos sido nosotras. "Perdón", es lo único que puedo pensar al ver cómo es destrozada horriblemente extremidad por extremidad y es ahí que me siento agradecida de que no fuéramos nosotras a quienes atrapó.

—Gwen, tenemos que irnos —asevera con voz baja a mi lado.

Lizzie es la primera en reaccionar esta vez, me sujeta del brazo con las manos temblorosas y el temor en sus ojos me hacen tomar en cuenta que tenemos que ponernos a salvo. Mientras la bestia seguía comiendo a la otra criatura, dándonos la espalda, empezamos a caminar lateralmente poco a poco con los ojos en el suelo para cuidar nuestras pisadas. Para cuando ya estamos algo más alejadas, como cinco pasos de distancia, la bestia está por terminar de devorar a su presa y Lizzie agarra una piedra, con un tirón hacia atrás, la lanza en dirección contraria a la nuestra.

La piedra cae lejos gracias a la habilidad y fuerza que tiene en sus brazos. La bestia al escuchar el ruido generado se dirige con gruñidos hacia esa zona acompañado de ese estremecedor chasquido de sus mandíbulas. No esperamos más y con nuestras manos juntas en un fuerte agarre que no piensa soltar a ninguna, salimos corriendo del lugar lo más rápido posible, tenemos que alejarnos para que ya no pueda oírnos del todo.

No sabemos cuánto será su rango de audición o cuánto durará el lodo que tenemos encima, aunque sabemos que puede durar más, no tenemos tiempo para comprobarlo... Una cosa es ocultar el olor natural de nuestro cuerpo, otra muy diferente es ocultar el miedo que puede ser percibido por los depredadores como ese. De todas formas, Lizzie y yo corremos lejos del lugar, marcando los árboles a nuestro paso que por suerte recordé hacer antes de que sea muy tarde y terminemos perdiéndonos en esta jungla inmensa.

Llegamos a cierto punto en el que ya no damos para seguir otro paso más por falta de aire y los músculos de las piernas adormecidos. Esa bestia no nos está persiguiendo por lo visto, así que detenemos el paso y sacamos del bolso lo más parecido a una cantimplora de cuero, fue algo que hicimos improvisado por lo que su forma no es perfecta, pero sirve para transportar el agua y es lo que importa.

Nos repartimos la mitad cada una y dejamos un poco por si lo necesitamos más adelante, con el pasar de los segundos nuestras respiraciones irregulares y lo más que podemos controlar de ruidosas se van calmando, aunque aún nos cuesta respirar y terminamos haciéndolo con la boca en vez de la nariz los primeros minutos.

—Lo logramos... Escapar —aclara Lizzie algo entrecortado con una sonrisa de victoria en su rostro—. Aunque podríamos haberla enfrentado.

—Sí que fue aterrador, —secundo de la misma forma— pero nuestra prioridad es encontrar a los demás, no cazar bestias y arriesgarnos a salir malheridas en el intento —trato de reconfortar lo débil que se siente por haber salido huyendo del lugar y ese sentimiento también puedo sentirlo, por poco que sea, en mí.

—Cierto, ya habrá momentos en los que ellos sean los que salgan corriendo al verme —recita con una gran sonrisa y determinación en su rostro.

—Debemos seg... —me quedo muda cortando lo que estaba a punto de decir cuando escuchamos el crujir de unas ramas.

Recuerdo la situación algo parecida con la primera bestia que enfrenté y no dudo en mirar las copas de los árboles primero, Lizzie sigue mis movimientos con cautela y nos encontramos con una criatura parecida a un búho mirándonos con la cabeza inclinada a la izquierda, sus ojos son de un morado con reflejos azules inusual como todo en Orlox y son tan grandes que intimidan.

Es como un búho café gigante que en sus alas tiene como sujeto brazos largos, no deja de mirarnos y no sé qué tipo de bestia es, pero aún seguimos cubiertas de ese lodo y no esperaré a que termine de evaluarnos.

—Movámonos lentamente... —establezco entre dientes y ella asiente muy lentamente con la cabeza.

Los ojos de la bestia, que no pestañean, nos siguen y pareciera dudar de lo que somos para elegir su acción. Es entonces que me percato del trozo de tela inusual que está bajo una de sus grandes patas, solo lo vi por unos instantes antes de continuar, pero me dio la sensación de haber sido parte de alguna clase de ropa. Puede que vea gente cerca del lugar, ya sean vivos o muertos, ojalá y sea lo primero, podremos hacer algo por ellos y solo ese saber me guía a mantener mis miedos ocultos y controlar mejor mi respiración para que el golpear de mi corazón también se relaje.

La criatura carraspea un poco como el sonido de una ululación demasiado grave, pero que está acorde a su gran tamaño. No se mueve de su lugar, solo nos sigue con la cabeza y junto a Lizzie volvemos a la carrera cuando estamos un poco más lejos de su espacio de su visión. Fue una situación rara con esa bestia, aunque no nos quejamos el que no decidiera atacarnos.

Continuamos un poco más nuestro trayecto, estando alertas con todos nuestros sentidos por todos lados y marcando los árboles por los que pasamos. También le comenté sobre el trozo de ropa que vi entre las patas de ese búho y juntas agudizamos a más no poder tanto la vista como el oído por si habría alguien cerca.

—Es bueno que no nos haya atacado esa especie de búho alienígena —comienza Lizzie tratando de mejorar el ambiente con algo de plática indicándome con la mano por dónde avanzar ya que está por delante supervisando todo y tomando el riesgo de lo que impone ese cargo.

—Mis pies están matándome, no podría haber corrido otro tramo como el de antes, la verdad —suspiro aminorando el cansancio que siento.

—¿Qué es eso?

Detiene el paso y señala a lo lejos un campo donde hay pocos árboles delgados entre la hierba alta. Nos apuramos en ir hacia el lugar y cuando llegamos nos topamos con un campo de flores amarillas, flores que parecen a primera vista normales, pero que en su interior brillan como luciérnagas donde cae la sombra y entonces recuerdo la advertencia que me dijo Kaie sobre estas.

—Son inofensivas, a diferencia del campo Radiath, —explico— pero solamente si no derramas sangre en ellas porque se alimentan y crecen de ella. Sus espinas te ocasionarían una parálisis temporal... O bueno, dependiendo de cuánto las has alimentado para que se queden incrustadas en tu piel.

—Vaya mierda, mejor no pasemos por aquí —dice de una sin pensarlo más, sorprendida ante la información.

—Creo que no podremos hacer eso —mi respuesta hace que Lizzie me mire con una ceja levantada, pero mis ojos siguen a lo que hay más lejos a su detrás—. Oh mierda, tenemos que escondernos antes de que esa cosa nos encuentre.

Sin comprender todavía, Lizzie voltea al ver mi expresión y palidece al igual que yo al detallar lo que hay a lo lejos. Entre la maleza de los árboles está la criatura ciega del principio y no tengo la menor idea de si rastreó nuestro olor o es pura coincidencia el volvernos a encontrar. Antes de seguir apreciando el momento más suertudo de nuestra vida, la arrastro conmigo hacia el campo amarillo.

Corremos dando pasos más largos de los que nuestras piernas pueden dar y tras un tropezón me caigo con Lizzie encima, los nervios están entorpeciendo mi actuar. Hablando en susurros, nos quedamos agachadas y nos arrastramos para seguir avanzando al otro extremo del campo, lejos de donde se encuentra la criatura que hasta aquí puedo oír ese chasquido de sus mandíbulas que me eriza la piel al recordar lo feroces que son al momento de comer algo.

—¿Crees que nos encontrará? —inquiere por lo bajo en tono preocupado mientras seguimos andando pecho a tierra.

—Espero que no... Pocas bestias pasan por los campos ya que sienten el peligro que brotan de las flores por instinto —trato de sonar lo más segura posible y quiero creer que justo hoy no habrá una excepción a ello.

Seguimos avanzando con cuidado de no lastimarnos y, cuando voy a continuar con el tanteo del suelo, mi mano toca algo húmedo. Intrigada, guío la vista hacia lo que ha ensuciado mi piel y noto que es sangre... sangre roja.

—¡Lizzie! —exclamo lo más bajo posible, si se puede decir así.

—¿Qué pasa? —se apresura en llegar hacia mí, situándose a mi costado, y cuando ve la sangre me mira asustada— ¿Te cortaste? Oh no, qué hago, no puedes paralizarte aquí Gwen. Qué hago, cómo corto las espinas de mierda de este campo... —empieza a hablar rápido sin saber qué hacer.

—No es mi sangre —interrumpo y veo cómo se relaja por unos instantes, pero al comprender el significado de ello, otra vez se pone en guardia.

—Un sobreviviente. —Avanza más rápido en el camino y yo la sigo.

—La sangre no está del todo fresca, por lo que debe ser de hace pocos días. Además, es como una hilera que va dejando el rastro, debe tratarse de una herida abierta —ordeno mis ideas en voz alta y cuando Lizzie se detiene, dejo de estar a su detrás y miro lo que tiene enfrente.

Veo la silueta de un cuerpo, un humano, cubierto de espinas incrustadas en los brazos y su respiración hace que su pecho suba y baje con fuerza. No dudamos en acercarnos rápido hacia el chico y nos encontramos con la mirada de unos ojos celestes, algunos pelos en el mentón como muestra de que le está creciendo la barba y sus mechones no tan rubios ya que están cubiertos de sangre seca.

—¿Dave? —preguntamos al mismo tiempo, asombradas por la situación.

Su mirada se sitúa en nosotras y nos da un costoso levantamiento de labios, que están resecos por falta de hidratación. ¿Cuánto tiempo estuvo acá? Su cuerpo está dañado e inmóvil por las espinas, que mientras no lo suelten, no podrá recuperarse.

—El mismísimo... —guía sus ojos con grandes ojeras debajo hacia cada una de nosotras— Gwen... Lizzie...

Apenas modula las palabras, pero los tres terminamos con los ojos estancados de lágrimas. La emoción de encontrar a un humano más nos embarca a las dos y a Dave el ser salvado en esta situación que lo más probable era que no hubiera aguantado por más tiempo.



BESTIARIO ORLOX

Especie: Desconocido / Característica: Definitivamente peligroso

Continuer la Lecture

Vous Aimerez Aussi

121K 11.5K 48
Lejos del mundo moderno se esconden los secretos más perversos de la humanidad. Hombres y vampiros están unidos bajo tratados y secretos desde hace s...
146K 7.5K 45
Mi nombre es Sky styles tengo 17 años. Tengo dos " hermanos" Harry y Gemma se preguntarán por que "hermanos" ¿en Comillas?, fácil a Gemma hace mucho...
4.2K 335 31
Andrea Álvarez, tiene un sueño y la FIA le da una oportunidad para que demuestre lo que vale en la categoría masculina de formula uno, al principio a...
286K 18.9K 26
Todo en mi vida era normal. Hasta que entre a ese bar. ¿Dirás cuál es el problema? Ahi los conocí, conocí el secreto de este pueblo. No puedes confia...