Please Don't Go

kari_nnz által

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Cuando más perdido me sentía, cuando más dolor tenía, y el miedo no se iba, la vi y eso me cambio..... Tras u... Több

El comienzo
Primer encuentro
Expediente
Animal
La llamada
¿Familia?
No eres como el resto
Pesadillas
Celos
Signos Vitales
Jugando a dos puntas
Los White
Pasado Presente & Futuro
Querido Papá
La carta
Obsesión
Bienvenida a casa
El miedo comienza
Mi pesadilla
Encerrado
La realidad
¿Y que pasaría si...?
Ya no te veo igual
Año Nuevo, Vestido Negro
La espera
Lo último que se pierde es la esperanza
Rencuentro
Siempre es lo mismo
Capítulo Final
Epílogo

Código Postal

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kari_nnz által

-¿Vivir contigo?-pregunté confusa. No había manera de que yo me pudiera ir a vivir con él. Apenas y había logrado convencer a mis padres de que me dejaran vivir en otra ciudad por mi cuenta.


-¿Entonces que dices?- contestó esperando mi respuesta.


Me giré a ver a mi amiga, esperando que su mirada fuera igual de sorpresiva que la mía, pero ella estaba en la puerta, sonriendo mientras esperaba también mi respuesta. Me gire al otro lado de la habitación para ver la expresión de Nico, pero parecía estar igual de feliz que Leila.


-No puedo, no ahora- dije dando media vuelta.


-¡¿No?!- dijeron todos al unisono


-La universidad me quedaría más lejos, y no pienso dejar sola a Leila. Aparte habíamos acordado pagar la mitad de la renta y no la puedo dejar todo a ella. Y piensen que dirían mis papas si les digo que me fui a vivir con mi novio-.


-Amiga- dijo Leila mientras caminaba hacia mi. -Por una vez en tu vida no tengas miedo y vive como se debe, y más que tu y yo sabemos que te importa un comino lo que piensen tus papas-.


Me tomó por los hombros mientras me hacía entrar en razón. -Aparte sabes cuanto odia Nico vivir en los dormitorios de la universidad y cuanto le gustaría vivir aquí-.


Nico se acercó y asintió con la cabeza mientras seguían esperando una respuesta de mi parte.


Sentía como mi corazón se aceleraba y me ponía muy nerviosa, ¿pero que era lo que me hacía estar así?


No era que no quisiera vivir con Connor, o dejar a Leila con Nico, era algo diferente, algo que no podía expresar con palabras, como si algo dentro, muy dentro de mi me estuviera tratando de advertir.


Busque a Connor con la mirada. Estaba sentado en la esquina de la cama con la cabeza entre los hombros y la mirada fija en el piso.



Se giró para verme y no tuve que pensarlo dos veces, esto no lo haría solo por mi, también por él. Si de algo estaba segura es de que yo realmente lo quería y cuando quieres a alguien haces todo por que este feliz.



-Connor- lo llamé para que nuestros ojos se conectaran. -¿Te importaría ayudarme a llevar mis cosas mañana?- dije mientras él corría y me tomaba entre sus brazos.


-Solo te faltan alas para ser un ángel de verdad- dijo y me beso.


Connor no paraba de mirarme y sonreir cada vez que podía.


-Connor, me pones nerviosa cada vez que me miras tanto-.


Él me miraba más a mi de lo que miraba la calle, yo sabía que era un excelente conductor pero en serio no dejaba de mirarme.


-Esque, no puedo creer que me estén pasando tantas cosas buenas que siento que todo es un sueño y solo tengo que mirarte para darme cuenta de que tu eres mucho más que un sueño para mi-.


Ahorita solo tenía una maleta con ropa suficiente para pasar la noche, cuando bajé del coche Connor insistió en llevarla hasta la habitación. Pero esta nunca llegó.


Justo al momento de entrar por la puerta Connor la lanzó y me tomó entre sus brazos poniéndome contra la pared.


Eso era otro momento Connor, donde cambiaba drástica mente su forma de ser conmigo. Había pasado del tierno y romántico a la bestia sexual.


-¿Quieres un tour privado?- pregunto juntando su frente contra la mía.


-¿Qué?- pregunte en un gemido.


-Si vas a vivir conmigo tienes que conocer todo el departamento-


-Ya lo conozco- dije sintiendo como mi respiración se agitaba.


-Falta un lugar- dijo con sus manos apoyadas en mi delgada cintura.


Mi cuerpo sacaba chispas mientras Connor trataba de subirla.


No, era muy rápido para esto, no tendría mi primera vez en el frió piso de su ... nuestro departamento.


Lo empujé levemente para apartarlo pero comenzó a besarme el cuello. Me paré el la punta de mis pies para llegar a su altura, sacando un leve gemido del fondo de mi garganta.


Connor llevó sus brazos a la pared quedando totalmente rodeada.


Cuando sentí los labios de Connor muy cerca de los míos, a esa pequeña distancia donde no se logran tocar pero que los sientes tan familiar a los tuyos lancé la cabeza para atrás, solo un momento para provocarlo.


Y solo bastó eso para que me cargara en sus brazos y me besara como nunca nadie me había besado.


A tropezones comenzó a caminar por el departamento.


-La habitación esta del otro lado del pasillo- dije entre besos.


-No pensaba ir a la habitación- contestó mientras buscaba a ciegas la chapa de una puerta.


Estaba loco si pensaba que lo haríamos al aire libre. Algo de lo poco que me quedaba desde que lo conocí era mi educación y no la pensaba perder de esta manera.


Cuando abrió la puerta el aire frió de la noche me envolvió y me abracé a él.


Me bajé de su agarre mientras Connor buscaba a ciegas la luz de la habitación. Cuando por fin la encontró cerré los ojos por el impacto de luz.


-Fue por esto que quise este apartamento- dijo mostrándome la vista. Estábamos en una pequeña terraza al aire libre, con pequeñas lámparas chinas colgadas de un hilo por todo el lugar iluminando hasta el más pequeño de los detalles. Había una banca en medio del lugar. Algo raro pensé, pero cuando los sentamos me dí cuenta que era el lugar perfecto para ver toda la ciudad.


-Ese de haya era tu departamento- dijo señalando a lo lejos un pequeño edificio. -Y esa es tu universidad- comentó señalado un poco a la derecha. -Y ahí te di nuestro primer beso- dijo señalando el rió unas cuantas calles abajo.


Volví a abrazarlo. Y me regañé internamente por haber pensando en no venir a vivir con él.


Esa noche paso algo completamente diferente a todas las otras veces que dormí con Connor.


Todo comenzó como de costumbre, su temperatura subía y su respiración se aceleraba, pero no se despertó al escuchar mi voz, más bien comenzó a hablar conmigo.


-¿Dónde esta mi abuelo?- preguntó en un tono de niño pequeño.


-Esta descansando- dije mientras acariciaba su cabello.


-Necesito verlo-


-No te puedo llevar con el Connor-


-Necesito despedirme, nunca me he logrado despedir de nadie que se muere-


Esas palabras me helaron el alma, me sentía como alguien diminuto en un largo mar de lágrimas.


-La gente te puede escuchar aunque no te respondan- dije -solo necesitas hablar con todo tu corazón-


-¿Entonces me escuchó cuando le pedí perdón por hacer que muriera?-


¿Qué se supone que tenía que contestar? Connor parecía estar hipnotizado y yo no sabía lo que había pasado.


-El sabe que no fue tu culpa que chocaran, y el te escuchó-


-El me escuchó- dijo en un susurro y se volvió a quedar completamente dormido.


No se volvió a despertar en toda la noche y tampoco supo que habló dormido esa noche.


En la tarde siguiente fuimos al departamento por algunas cosas mías, al parecer Nico ya se había instalado de la maravilla y habían brindado él y Leila por su pequeña mudanza.


Connor me ayudó llevando unas cosas al coche mientras que Nico me llevó al cuarto y lo cerraba con llave.


-Tenía que darte algo, pero no creo que sea muy conveniente que Connor sepa de esto-. dijo tomando algo dentro de la funda de su almohada.


-Llego esta mañana- dijo mientras me daba una carta.



La giré para ver el nombre y mi corazón casi se detiene al ver el nombre.

Jeremy.


Lo mire confundida y el me miró a mi también.- Leila me contó un día que tu ex novio te había lastimado y también que se llamaba Jeremy-.


-¿La debería de leer?- pregunté


-No lo se- dijo, -solo se que algo no me cuadra- comenzó. -Si dices que Jeremy cortó contigo por que te viniste a vivir aquí, ¿por que la carta tiene el mismo código postal que esta ciudad?-


Me fijé en la carta y tenía razón, no era como las que recibía de casa, esta la habían mandado de aquí. Lo que significaba que Jeremy estaba en la ciudad.


Y no solo eso, me había escrito.



Olvasás folytatása

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