137.
Así, con el entusiasmo de la mitad del inframundo, pasé un año observando intensamente a los cerdos. Machos, hembras, gordos, delgados, de colores puros, manchados; tenía todo lo necesario para ganar experiencia.
Entonces... me convertí en el veterano del infierno experto en cría de animales.
De los que tienen un certificado.
138.
En respuesta, el inframundo organizó un trabajo sencillo para mí. Era un trabajo duro: criar cerdos.
También me dio bastante dolor de cabeza.
Miré al anciano Li, que apreciaba a las nuevas generaciones. Su figura encorvada se apoyaba en muletas, pero no olvidaba prestar atención a los camiones de cerdos que me mantenían ocupado.
Así que mi vida se convirtió en criar cerdos, esperar a alguien y charlar incongruentemente con el anciano Li, donde el tema se desviaba tres mil millas de un solo salto.
... Tampoco sé cuánto tiempo de vida predeterminado tenía, esa cosa, Su Yu. Me temo que para cuando llegue, los cerdos de todo el mundo habrán oído hablar de mí.
139.
Su Yu permaneció en el mundo de los humanos durante otros diez años antes de colapsar en el trabajo.
Se marchó en la plenitud de su vida, y también fue el momento dorado para el desarrollo de su carrera. Mucha gente se lamentaba de que este talento, que había creado leyenda tras leyenda en los diez últimos años, se hubiera agotado hasta la muerte por exceso de trabajo.
Pero nadie sabía que, cuando falleció, tenía una sonrisa en el rostro.
Regresó al trabajo en los primeros años, pero también pasó mucho tiempo viajando por el mundo, aprendiendo instrumentos musicales y leyendo libros. Nadie sabía que los lugares que había visitado, los libros que había leído y las aficiones que había adquirido eran los deseos de una persona muy importante que había aparecido en su vida.
Quería vivir para esa persona como si aún estuviera a su lado.
Sólo que esa persona no tenía ambiciones, y sus deseos eran tan grandes como sus uñas, y todos se realizaron rápidamente.
Así que regresó al trabajo, se dedicó a lo suyo, cumplió con sus responsabilidades en la vida y se consideró realizado.
140.
El camino al infierno fue largo y sinuoso, lo suficiente para que reflexionara sobre su vida y sobre aquel hombre al que había echado de menos día y noche.
Su amado tenía que haberse reencarnado después de todos estos años. Ahora debía ser un niño, corriendo por todos lados.
¿Trajo ese anillo con él cuando se reencarnó?
¿Dónde se había reencarnado?
¿Cómo será su próxima vida?
¿Recordará... quién soy?
Su Yu pensó que estaba un poco loco. Todo se olvidaba después de beber una taza de sopa de Meng Po, sin importar lo intenso que fuera el amor o el odio. Antes de la reencarnación, un alma estaba limpia de todas las emociones. ¿Cómo podía recordar su vida anterior?
Ya debería haberse convertido en un pequeño mono travieso que sube al árbol a desenterrar los huevos de los pájaros y baja al río a pescar. Todos los días debe estar esforzándose por averiguar cómo evitar ir al kindergarten. Inofensivo e inocente. Con anillo o sin él, estuviera o no casado en su vida anterior, nada de esto le importaría
Su Yu se deprimió y se sintió con el corazón herido de repente.
En cualquier caso, éste era el objetivo por el que había trabajado en el mundo humano. Pero, a medida que se acercaba, la perspectiva en la que se había engañado a sí mismo estaba a punto de ser desgarrada, revelando el vacío que había detrás.
Ese tipo había prometido reencarnarse bien. La frontera del Puente Naihe estaba desierta, nadie lo esperaba.
Su Yu no sabía qué hacer.
141.
La nueva alma tenía que pasar por el salón del juez para analizar los méritos y deméritos mientras caminaba por los Manantiales Amarillos y entraba en el infierno. Los pasos de Su Yu se detuvieron bruscamente cuando el mensajero fantasma estaba a punto de guiarlo en una nueva dirección. Todo su cuerpo se puso rígido mientras miraba en una dirección específica.
El mensajero fantasma siguió su mirada y comentó:
—Oh, ese es un lugar para que los fantasmas se queden en el inframundo. Algunos fantasmas se niegan a reencarnarse. Algunos han esperado mucho tiempo para reencarnarse. Todos están presentes. Es muy animado, como la vida en la tierra. Si tu tiempo para reencarnar es relativamente tarde, deberías...
Su Yu caminó hacia allí sin decir una palabra.
El mensajero fantasma parpadeó y pensó para sí mismo: Basándose en su expresión facial, debe haber visto a un conocido, ¿verdad?
142.
Era casi la época de las celebraciones del festival, y el matadero bullía de actividad.
Los cerdos llegaban al inframundo a todas horas del día y de la noche. Muchos de los fantasmas ociosos estaban de buen humor. Todos los días me llevaban alegremente a la famosa conferencia de evaluación de cerdos.
Al principio:
Fantasma A: —¡Oye, oye, oye, ese cerdo! De figura suave y redonda y piel brillante, ¿es el cerdo de tu familia?
Yo: —... El de mi familia es un hombre.
Fantasma B: —¡Ese también es bueno! Es muy negro y tiene un aspecto delicioso. ¿No es tuyo?
Yo: —... El de mi familia es un hombre.
Fantasma C: —¡Es mejor ser un cerdito! ¡El cerdito lactante es muy bonito! ¿Ese pequeño es el de tu familia?
Yo: —... El de mi familia es un hombre y no es pequeño.
Más tarde:
Fantasma D: —¡Mira ese! ¡Mira ese! Es tan gordito y lindo. ¿Es el de tu familia?
Yo: —¡Tonterías! ¡Ese es mucho peor que el de mi familia!
Fantasma E: —¿Y ese? Gordo y meloso, debe haber sido muy bueno para agarrar la comida cuando estaba vivo. ¿Cómo se compara con el de tu familia?
Yo: —Tsk, ¡apenas alcanza para una corbata!
Fantasma F: —¡Eh, eh, eh, mira eso! ¡Tiene manchas! ¡Debe ser una cerda pequeña y bonita!
Fantasma G: —No digas estupideces. El de su familia es un macho.
Fantasma F: —¿Cuál es el problema? ¡Ella y el macho de su familia pueden ser pareja! ¿Crees que esta de aquí es apropiada para tu familia, experto?
143.
Esta fue la pregunta que Su Yu escuchó cuando se acercó.
144.
El escenario en ese momento era el siguiente:
El agua de las Fuentes Amarillas fluía lentamente, y al otro lado del río, el equipo de transporte de cerdos entraba uno tras otro, sus gruñidos y resoplidos resonaban por todo el infierno.
A este lado de la orilla del río, un grupo de fantasmas charlaban juntos. Uno de ellos estaba sentado con las piernas cruzadas y un tallo de hierba en la boca. Los fantasmas que lo rodeaban le hablaban uno por uno, y él respondía a cada uno de ellos alegremente.
Fantasma: Experto, ¿crees que ésta es adecuada para tu familia?
El alma que estaba sentada con las piernas cruzadas en el centro agitó la mano y exclamó: ¡¡Una gran pareja!!
Su Yu levantó la cabeza y miró en la dirección que indicaban. La pequeña cerda con manchas simplemente miró a Su Yu y resopló.
Su Yu: —...
La cara de Su Yu se puso verde en un instante.
145
Aquel fantasma seguía hablando sin cesar. Su pequeña boca se disparó, haciendo que la gente quisiera coserla:
—Desde mi perspectiva profesional de evaluar cerdos famosos durante muchos años, esa pequeña cerda con manchas es realmente buena. Tiene una piel brillante, una figura regordeta y parece estar bien educada. Es verdaderamente de primera categoría. Aunque no es tan buena como el de mi familia, es difícil encontrar otro mejor en el círculo de los cerdos...
Había un hombre mayor entre las almas. Sus ojos eran claros, lo cual era inusual en él. Se dio cuenta de que había un hombre de pie justo detrás de ellos. Era alto y guapo, con una expresión muy colorida en su rostro. Tenía la mirada fija en el experto en cría de animales del inframundo. A pesar de su comportamiento frío, sus ojos estaban llenos de fuego y sus dedos temblaban ligeramente. Parecía estar a punto de golpear a alguien.
Cuando el anciano Li, que era el más preocupado por la generación joven, observó la escena actual, un pensamiento pasó por su mente. Le hizo una pregunta amistosa a ese fantasma masculino:
—...Esto, hijo, ¿también estás buscando el cerdo de tu familia?
Su Yu: —...
La cara de Su Yu se volvió más verde.
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