Capítulo 5: Sugar daddy

112 25 2
                                    

57.

Los fantasmas no pueden sentir, pero basándome en mis años de experiencia, las yemas de los dedos de Su Yu deben estar ligeramente frías en este momento, con un toque de tabaco.

Su Yu se detuvo un momento cuando las yemas de sus dedos tocaron los pómulos de Xiaobai. Se sorprendió por un momento, luego bajó las manos y se rio de sí mismo. —Me temo que estoy loco. —Luego se dio la vuelta y regresó a su estudio.

58.

El chico me gritó asustado:

—¡Maldita sea, no estés aturdido! ¡¿Qué te pasa en la cara?!

¿Está rota?

Yo también me quedé asombrado y me toqué rápidamente la cara. —¿Eh? ¿Qué ha pasado?

El chico se quedó mirando mis ojos. —¡Roja! ¡Es de un rojo intenso! ¿Él está demasiado lleno de yang y te ha quemado? ¿Hay algún tipo de sensación de ardor?

Yo: —...

Yo: —¡Maldita sea! ¡¿Un fantasma no tiene derecho a sonrojarse?!

59.

El truco del pequeño fantasma sólo podía usarse una vez al día, así que tuve que permanecer en este esqueleto durante el resto del tiempo, manteniendo esta posición de mando y de fría idiotez.

Afortunadamente, este chico no tenía nada más que hacer, así que se quedó a hablar conmigo. El pequeño diablo me explicó:

—Cuando se trata de fantasmas, la mitad de ellos permanece en este reino por nostalgia, y la otra mitad por venganza. La mitad nostálgica ve cómo su ser querido se olvida poco a poco de ellos y comienza una nueva vida, así que la nostalgia acaba convirtiéndose en venganza. Vamos, amigo, dime cómo quieres ejercer tu venganza.

Lo miré. —¿Me ayudarás?

El pequeño demonio se mostró firme. —Piensas demasiado.

... bye.

60.

¿Qué debería hacer en represalia por las acciones de Su Yu? Esto es un problema.

Su Yu me había hecho volver corriendo desde el Puente Naihe con furia en ese momento. Me enfurecí y me erizé. Pero, ya que estamos en el tema, no puedo superar el hecho de que este perro seductor se case en mi touqi.

... Pero ¿qué pasaría si esperara un día más?

61.

Durante mucho tiempo, me sentí abrumado por la ira justa, pensando:

—¡Esta boda no puede ocurrir!

Pequeño demonio: —¡Correcto!

Yo: —¡Quiero pisotear todo el recinto!

Pequeño demonio: —¡Excelente!

Yo: —¡Hay que lidiar con ello!

Pequeño demonio: —¡Jiayou!

Yo: —Yo... ¡yo iré a la boda y contaré historias de fantasmas a todos los invitados!

Pequeño demonio: —... tú, pollito cobarde.

[Pollito cobarde: nota al final.]

62.

Para ser honesto, una vez había imaginado mi boda con Su Yu, pero nunca se hizo realidad.

Cuando decida pasar el resto de mi vida con esta persona, iremos al Templo Yuelao y nos inclinaremos unas cuantas veces ante el anciano, agradeciéndole que haya atado nuestro hilo rojo. Luego daremos un banquete con algunos amigos cercanos para celebrar.

Contando historias de fantasmas en la boda de mi ex-novioWhere stories live. Discover now