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Los días habían pasado y a pesar de que Louis estaba enterado de que Harry entraría en celo, no podía evitar sentirse preocupado y ansioso por el alfa, quería verlo, pero no podía hacerlo, así que no tenía más remedio que esperar.
Y pasaron varios días antes de que Harry regresará a la escuela.
- ¿Cómo está el omega más hermoso del mundo? - dice alguien, abrazandolo por detrás.
El castaño se sobresalta al oír eso, identificando la voz de Harry de inmediato y sintiendo los abrazos del alfa alrededor de su cintura.
- Me asustaste. - responde el castaño sonriendo. - ¿Dónde estabas todos estos días? - cuestiona girandose para verlo.
- Estaba definiendo algunas cosas de mi vida. - responde Harry, peinando con delicadeza el flequillo del omega. - Y te tengo una sorpresa muy importante, para esta tarde. - agrega besando su frente.
Louis sonríe, marcando las arrugas alrededor de sus ojos, emocionado e ilusionado como un niño pequeño.
- ¿Una sorpresa para mí? - pregunta el omega lleno de emoción, mirando al alfa con sus ojitos brillantes.
- Si, sé lo mucho que te gustan las sorpresa. - responde el rizado sonriendo.
- ¿Y por qué me darás una sorpresa? - habla Louis sin borrar su sonrisa.
- Ya te lo había dicho. Quiero consentirte. - dice Harry inclinándose para besarlo.
Y ellos se estaban besando, sumergidos en su propio mundo hasta que alguien los interrumpió en su momento.
- Harry, ¿Qué haces besando a este? - habla Lucy llena de ira.
- Lucy...
- Tú y yo teníamos algo, ¿Si lo recuerdas? - interrumpe la chica.
- No teníamos nada. - niega el rizado, sosteniendo al omega de la cintura. - Salimos un par de veces, pero eso no significa nada. - aclara.
- ¿Vas a dejarme por este? - cuestiona tratando de acercarse al castaño.
- No te atrevas a tocarlo. - advierte el rizado interponiendose entre ella y Louis, protegiéndolo. - Déjalo en paz. - agrega firme mirando a la chica, que tiene lágrimas de coraje formándose en sus ojos.
- Bien, pero esto no se va ha quedarse así. - responde Lucy molesta, tensando su mandíbula del enojo.
- Harry, creo yo te arruine tu oportunidad con...
- No Louis. - interrumpe el alfa, volviendo a colocar sus manos en las caderas del chico. - No tú no arruinaste nada y por ella no te preocupes, solo se esta comportando como una inmadura, ya entenderá. - dice abrazandolo.
- Ella se veía muy molesta. - murmura Louis un poco inseguro, dejándose abrazar por el rizado.
- No te preocupes, cariño. - responde Harry besando su cabeza.
- No estarás para protegerme todo el tiempo. - dice el castaño en voz baja, encondiendo su rostro en el pecho del alfa.
- Yo siempre voy a protegerte. - dice el rizado seguro, apretandolo en sus brazos.
Louis sonríe por eso y suspira ligeramente más tranquilo.
- Tengo que ir a clases. - habla el omega separándose de él.
- Yo igual, nos vemos en la tarde. - responde el alfa besandolo una última vez.
Y después de eso cada uno se va por su lado, rumbo a su salón, pero sin dejar de sonreír y con el corazón lleno de amor.
La primera clase de Louis terminó parcialmente temprano, por lo que el omega se encontraba caminando solo por los pasillo cuando se encontró con Lucy de nuevo.
- Vaya, si es el quita novios. - comenta la chica en cuanto lo ve.
- ¿Disculpa? - responde Louis frunciendo el ceño.
- Lo que escuchaste. - responde la omega enfrentandolo. - Ahora que no hay un alfa para defenderte, voy a darte lo que mereces. - dice con rabia y frustración en sus ojos acercándose a él, lista para darle un golpe.
Louis ni siquiera se mueve de su lugar, sigue firme, no teniendole miedo a la chica.
- No necesito que nadie me defienda. - dice el castaño, notando las intenciones de la omega.
- Eres un...
Louis no puede soportar ni una segundo más, por lo que decide darle una cachetada a la chica para impedir que lo insulte.
- No voy a dejar que me faltes al respeto. Acepta que ya no le gustas a Harry y continúa con tu vida. - dice el castaño mirando como Lucy tocando su mejilla golpea, mirandolo con más enojo que antes.
- ¡¿Cómo te atreves a golpearme?! - alza la voz Lucy enojada.
- No te metas conmigo y no tendrá por que volver hacer algo como eso. - dice Louis con simpleza.
- Vas a pagarme esto. Voy a darte en donde más te duela. En Harry. - habla la omega llena de enojo. - Vas a perderlo y lo que más te va a doler es que será por tu culpa. - agrega con una sonrisa falsa en su rostro.
- No voy a caer en tus trucos baratos, Lucy. Solo déjame en paz a mi y a él. - responde el castaño sin interés.
- Ya lo verás. - dice Lucy, aún con su sonrisa falsa en sus labios y alzando una de sus cejas, antes de pasar de largo del castaño.
Ella odiaba a Louis más que nunca, definitivamente estaba dispuesta a vengarse.
[...]
Harry se encuentra pensando en varias cosas que debe hacer para ponerse al corriente en la escuela por los días que faltó, tanto que no presta atención en el momento en el que un par de amigos se sientan detrás de él en una de las bancas del comedor, en su hora libre, y al parecer aquellos tampoco notan la presencia de Harry, ya que comienzan a hablar de alguien que es muy importante para él y eso le llama la atención, pasando de ignorar por completo a ese grupito de chicos a escucharlos atentamente.
- Lucy, quiere que le ayude a tener el camino libre y para eso debo enamorar o hacer algo con un tal Louis, pero no sé. - escucha a alguien decir y él frunce el ceño, sintiéndose molesto, pero no hace nada y prefiere seguir escuchando.
- ¿Y qué harás? - pregunta otro de los chicos.
- No sé... no quiero hacer eso, pero si no lo hago Lucy no dejará de molestarme, además es mi mejor amiga, así que supongo que debo hacerlo. - responde él chico encogiéndose de hombros.
- ¿Tienes algún plan o idea para ayudarle a tu amiga? - habla uno más.
- Algo sencillo, como besar a Louis frente a Harry o algo así para que se desilusione de él. - explica el chico.
Y es ahí cuando el rizado no lo soporta más y se pone de pie para enfrentarlo.
- Tú no vas acercarte a Louis. - dice el alfa de ojos verdes tomando al chico de la camiseta para levantarlo. - No voy a permitir que le pongas una mano encima o si quiera te acerques a él. - advierte molesto.
- Harry... - murmura el chico nervioso.
- Dile a Lucy que deje de comportarse como una niña caprichosa y superé que ya no me gusta. Y haga lo que haga yo no voy perder lo que tengo con Louis, ni por ella ni por ti, así que si te atreves acercarte a él, te juro que vas arrepentirte. - dice firmemente mirando a los ojos al otro chico. - ¿Entendiste? - pregunta con la voz ronca.
- Claro, claro. - asiente Cole sin dudarlo.
- Más te vale. - gruñe Styles antes de soltarlo. - Los quiero a los dos lejos de Louis. - agrega antes de irse molesto de ahí.
- Uy. - resopla uno de los amigos del otro del alfa. - ¿Qué vas hacer amigo? - pregunta con interés.
- Debo hablar con Lu. - suspira el chico regresando a su lugar, con extraña sensación en la boca del estómago.
Después aquel momento tan amargo Harry trata de olvidarlo y concentrarse mejor en la sorpresa que tenía para Louis.
Si, en eso debía pensar.
En su sorpresa y en lo feliz que podría ponerse el castaño.
Y olvidarse de aquel incidente le fue es más fácil cuando termina la última clase del día y ve al omega caminar hacia él, luciendo igual de emocionado y nervioso que él.
- Hazz. - dice el castaño abrazando al alfa sin dudarlo, sintiéndose bien en sus brazos.
El rizado realmente se pregunta por un segundo en que momento llegaron a eso, hace un par de meses no eran más que amigos que se abrazaban por los hombros y ahora parece como si ninguno de los dos pudiera estar despegado del otro.
Y no puede quejarse por eso.
Lo ama.
Ama la situación demasiado, que tiene miedo de arruinarlo.
- ¿Listo para tu sorpresa? - cuestiona Harry con el corazón ligeramente acelerado por el momento.
- Sip. - asiente Louis, con una gran sonrisa y sus ojitos azules brillando como un niño pequeño en navidad.
- Vamos. - dice el alfa sonriendo igual, rogando que pueda controlar sus nervios. - Estos días que no vine a la escuela, estuve algo ocupado en otras cosas, además de mi celo. - explica mientras emprenden su camino.
- ¿Haciendo qué? - cuestiona Louis caminando a lado del alfa, con sus manos entrelazadas.
- Preparando tu sorpresa. - responde con una sonrisa.
- Vaya. - suspira el omega, mirando hacia otro lado para ocultar su sonrisa.
Ellos hablan de otras cosas durante el camino, sin que ninguno toque el tema de su encuentro con Lucy o con Cole, pensando que eso era lo mejor.
No quieren desgastar el momento con algo que no vale la pena.
Louis se siente ansioso cuando llegan a la casa del alfa, sorprendiendose cuando ellos no entraron a la casa y se dirigieron al patio.
Los ojos zafiros del omega se iluminan de inmediato y su corazón se acelera de la emoción y por la nostalgia.
- La casa del árbol. - murmura Louis lleno de emoción.
- Si, arreglé la casa del árbol. - dice Harry con orgullo. - No entramos a ella desde la secundaria. - agrega guiando al omega hacia ella.
- Cierto. - asiente Louis dejandose guiar por el alfa.
Y si aquella pequeña casa del árbol lucia hermosa por fuera, por dentro era más que preciosa, Louis realmente no la recordaba así, por lo que Harry realmente se había esforzado en arreglarla.
Había luces colgando, iluminando el lugar, con un un par de muebles pequeños y un colchón con sábanas blancas.
Lucia como un hogar.
- Harry, es precioso. - dice el castaño encantado. - Me encanto tu sorpresa. - agrega impresionado, sentándose en el colchón, mirando más a detalle el lugar, notando que Harry había llevado cosas de su propia habitación para hacer el lugar más lindo.
- Esta no es tu sorpresa. - dice el rizado riendo. - Es parte de ella. - aclara.
- ¿Qué? - dice Louis entre confundido y emocionado, frunciendo sus cejas.
Harry suspira tomando el valor que necesitaba, para acercarse a su baúl de madera para sacar la verdadera sorpresa.
- Cierra los ojos, girasol. - pide antes de sacar lo que tiene preparado.
- Bien. - murmura Louis cerrando los ojos, sin poder contener su sonrisa.
Y pasan unos segundos antes de que el omega sienta como Harry pone una caja en en sus piernas.
- Abre los ojos. - dice el alfa con la voz un poco inestable.
Louis abre los ojos mirando directamente a su piernas, encontrándose con una caja perfectamente pintada de un azul precioso.
- El color se llama Louis Blue. - comenta el alfa sin poder contenerse.
Una sonrisa sincera se pinta en los labios del omega al escuchar eso.
- Espero que haya un Harry Green que lo complemente. - responde con el corazón desbocado. - ¿Puedo abrirlo ya? - pregunta ansioso.
- Si. - responde Harry apretando detrás de su espalda otra de sus sorpresas, de la que Louis no era consciente, porque no ha podido despegar su mirada de la hermosa caja. - Pero antes de que la abras, quiero que sepas que si necesitas que te lo diga de frente, puedo hacerlo. Solo lo escribí por que necesitaba valor para hacer esto. - interrumpe el alfa demasiado nervioso y temeroso.
Louis sonríe y lo mira, sin notar que tenía algo detrás de su espalda.
- ¿Necesitas algo para darte valor? - pregunta el omega enternecido con eso.
- Si. - admite el alfa.
- ¿Qué tal si te doy un beso para darte valor? - dice el castaño con los ojos iluminados.
Tenía un precioso regalo en sus manos, pero besar a Harry era mucho más tentador para él.
- Me encantaría. - suspira Harry sin evitar sonreír.
- Ven aquí. - habla Louis tomando las mejillas del alfa, que estaba de rodillas frente de a él, para estar a la misma altura, mientras el omega estaba sentado en el colchón del suelo.
Se besaron suavemente por un par de segundos.
- ¿Qué tal? - pregunta el omega una vez que se separan.
- Uno más. - dice Harry besandolo de nuevo, sin quitar sus manos de detrás de su espalda.
Louis lo besa con gusto, sonriendo contra sus labios
- Abre tu regalo ya. - habla el rizado después de separarse, tras un par de besos más y no solo uno como él había dicho.
El castaño asiente y vuelve ha bajar su mirada a la caja de madera pintada y la abre sin esperar más.
Y lo primero con lo que se encuentra es un monto de papelitos de colores, que se nota que Harry corto y recicló, solo para el regalo, y sobre todos esos coloridos papeles hay una tarjeta escrita a mano por el alfa.
Louis siente su corazón dar un vuelco de la mejor manera y sus ojos se cristalizan al leer el contenido de la tarjeta.
"¿Me permitirías cortejarte, mi bello girasol?, y ¿Te gustaría ser mi novio?
Te quiero, H xx"
- Hazz. - suspira el castaño buscando palabras para responder aquel mensaje.
- ¿Quieres que te lo diga formalmente? - pregunta Harry preocupado al ver las lágrimas del omega.
- Sería lindo. - admite Louis sin contener su llanto.
- Girasol. - llama buscando su mirada, hasta encontrarse con los hermosos ojos azules que tanto le encantan. - ¿Me permitirías cortejarte?, y ¿Qué gustaría ser mi novio? - pregunta con valor por el amor que siente por el castaño más hermoso del mundo.
- Por supuesto que sí, Harry. - responde sin dudarlo abrazandolo por el cuello como siempre suele hacerlo. - ¡Si quiero ser tu novio y quiero que me cortejes! - dice de nuevo con la alegría llenando su pecho.
- Ve que más hay en la caja. - dice el rizado con emoción.
Louis limpia sus lagrimas, queriendo besar al alfa, pero se resiste y hace lo que le pidió.
Quita los bonitos papeles de colores, con cuidado, para ver lo que hay debajo, encontrándose con dos cosas.
El omega no puede creer que pueda existir algo más perfecto que aquel momento, duda realmente que alguien en el mundo fuera más perfecto y detallista que Harry.
Una de las dos cosas que hay en la caja, es una sudadera, pero no cualquier sudadera.
Era una sudadera de color gris azulado, que a Louis siempre le había encantado del alfa, y el castaño igual sabia que era la favorita de Harry, y es por eso que no puede creer que el alfa se la esté dando.
Nunca pensó que algo así pasaría, él aún recuerda cuando le dijo al alfa que esa sudadera le encantaba y él le respondió con algo como: igual es mi favorita, por eso no te la voy a prestar nunca.
Y eso no era todo, si no que Harry había agregado una botella de su loción en la caja.
- Oh por Dios. - dice el omega riendo de manera dulce por todos los sentimientos encontrados que estaba teniendo. - ¿Para qué tu loción? - cuestiona sin poder procesar todo en esos momentos.
- Para cuando ya no tengan mi aroma ninguna de las mis prendas que te he dado con amor, puedan volver a tenerlo. - explica el alfa. - Así nunca vas a extrañarme. - agrega con orgullo.
- Oh, Harry. - suspira Louis encantado con el detalle. - Es tu sudadera favorita, no puedo quedarmela. - dice negando.
- Si, me encanta esa sudadera, pero me encantaría aún más si tú la tienes como un símbolo de nuestra unión. - responde el alfa besando la frente del chico.
Louis lleva la prenda a su nariz respirando el aroma impregnado de Harry en la tela y le encanta.
Le encanta tanto que no puedo ocultar su sonrisa.
- Gracias. Gracias, amor. - dice el omega demasiado entusiasmado por todo.
- Bien. - asiente Harry contento. - Y aquí está el ultimo detalle. - dice mostrando el ramo de girasoles que tenía ocultado detrás de su espalda.
Y los ojos de Louis se iluminan aún más de ser posible al verlo.
- Sé que para el cortejo lo común es una rosa roja y ya, pero tú te mereces mucho más que eso. Te mereces todas las flores del mundo. - habla el alfa dándole el ramo al omega. - Decidí girasoles, porque tú eres mi girasol, siempre lo has sido y no podía darte otra flor que fuera esta. Y te doy un ramo porqué darte solo uno, sería poco para ti. - explica, no queriendo quedarse con todo aquello para él mismo.
- Harry, podría casarme contigo en estos momentos. - bromea Louis con lagrimas de nuevo en sus ojos azules.
- Bueno, espero que me digas lo mismo cuando te proponga matrimonio. - responde el rizado sin bromear.
- Dame un beso, tonto cursi. - dice el castaño quitando las lágrimas de su rostro de nuevo.
Harry asiente y lo besa sin dudarlo, sosteniendo su rostro con ambas manos, limpiando las lágrimas que aún salen de sus ojitos azules a través del beso por la emoción.
- Sé que cuando un alfa pide un cortejo debe tener un hogar listo para su omega, es por eso que arregle la casa del árbol. - confiesa Harry cuando el beso se termina, aún teniendo el rostro del omega en sus manos. - Somos muy jóvenes para tener una casa, pero este será el hogar que te ofrezco por ahora, en un futuro espero darte el castillo que te mereces. - agrega.
- Nuestro hogar. - murmura Louis con encanto. - Es perfecto, Harry. - dice sin dudas.
- Te juro que esto es provisional en lo que acabamos la escuela y...
- Harry no necesitas explicarmelo. - interrumpe el omega, divertido por la emoción del alfa.
- Si, necesito hacerlo. - responde el rizado. - Quiero que sepas que no vas arrepentirte de eligirme como alfa. - dice nervioso.
- Sé que no lo haré, Hazz. - responde Louis, acariciando su rostro para tranquilizarlo. - Me estás dando un hogar, cuando muchos no hacen ni un nido Harry. - dice tratando de consolarlo.
- Nido. Cierto. - recuerda el rizado con un brillo especial en sus ojos. - Yo te haré un nido. Este puede ser nuestro nido. - dice con emoción.
- Si, me encantaría. - asiente el omega.
- Alza los brazos, quiero ponerte tu sudadera. - dice Harry poniendose de pie, soltando el rostro del omega.
Louis sonríe y se pone de pie, dándole la sudadera al alfa antes de alzar los brazos y Harry lo viste de inmediato con ella, acomodando su flequillo.
- Este el día más feliz de mi vida, Harry. - dice el omega mirando como esa sudadera, igual que las demás, le queda un poco grande y sus deditos apenas se ven, pero no le importa, así le encanta.
- Espero poder darte mucho más días así, mi girasol. - responde Harry abrazandolo por la cintura.
Ellos se miran a los ojos después de eso, sonriendo al mismo al tiempo y juntan sus labios a la par.
Sellando el inicio de su relación con un suave y romántico beso.
Uno de tantos que se dieron el resto de ese día.
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