No te esperaba || PRÓXIMAMENT...

By jakirasaga

192K 25.8K 6.2K

El señor Wolf no cree en el amor. Eso es para pobres diablos, suele decir. El señor Wolf solo ama el dinero y... More

Bienvenida + disparador + whatever
No te esperaba
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII (parte 1)
XII (parte 2)
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
XX
XXII
XXIII
XXIV
XXV
XXVI
XXVII
XXVIII
XXIX
XXX
XXXI
XXXII
XXXIII
XXXIV
XXXV (I)
XXXV (II)
XXXVI
XXXVII
XXXVIII
XXXIX
XL
XLI
XLII
XLIII (Final)
EPÍLOGO
AVISO AVISADOR
🌟UN ULTRA AVISO AVISADOR QUE LES CONVIENE LEER😁🌟
NUEVO AVISO AVISADOR

XXI

2.9K 508 156
By jakirasaga

Un nuevo silencio se sembró en la oficina, Ed mantenía la mirada fija en mí y los nervios crecían, esparciéndose de forma desmesurada por todo mi cuerpo. Me maldije por no abordar el tema con él antes, sabía que esa información en manos de Harry no me traería nada bueno, aun así me porté como el peor de los cobardes, un traidor.

-Insiste en reintentarlo.

-Te juro que he intentado contarte.

Ambos hablamos a la vez y por inercia me llevé una mano a la boca luego de procesar sus palabras. Ed ladeó la cabeza, lucía confundido al entender las mías y procedió a indagar:

-¿Contarme qué, Tob?

Me levanté del asiento y a paso veloz caminé hasta el mini bar portátil donde permanecía resguardado el coñac que convidaba a los visitantes, serví una copa y la tomé en un tirón.

«Maldita sea, debí escucharlo antes», me reclamé mentalmente, Ed seguía esperando una respuesta. Ante mi nervioso comportamiento, vino conmigo, posó su robusta mano en la botella y me impidió servir otro trago.

-Tob, ¿qué ocurre? -preguntó en tono bajo sin apartar su penetrante mirada de mí. Tragué en seco, incapaz de comenzar a emitir un sonido. Entonces, una vez más, él se encargó de solapar el silencio-: Tobías, ¿por qué mi plática con Harry detona este comportamiento en ti?

-Lo siento, Ed -contesté bastante nervioso-. Creí que Harry te había contado y por eso estabas aquí.

Un sonoro suspiro dejé escapar antes de girarme para caminar hacia el ventanal, apoyé una mano contra el cristal y permanecí en silencio, contemplando la negrura del cielo salpicado de estrellas, a la vez, la ciudad con sus luces esparcidas por doquier, parecía un reflejo del firmamento. Inhalé y exhalé hondo varias veces en un vano intento de calmar el nerviosismo, pero bastó escuchar los pasos de Ed al acercarse para volver a alterarme.

-¿Puedes dejar de hacerte el misterioso, Tob? -inquirió Ed junto a mí con los brazos cruzados sobre el pecho y apoyado de espaldas al cristal; su inquisidora mirada no dejaba la mía.

-Algo pasó hace varios meses, para ser exactos, después de San Valentín, Ed. -Comencé a contarle en tono bajo, la verdad, no sabría decir con certeza qué tan nervioso soné, pero podía sentir el corazón en la garganta-. ¿Recuerdas el accidente de Ricky con los frutos secos?

Ed asintió con la cabeza sin dejar de mirarme una sola vez y volví a tragar hondo, pero en ese gesto me llevé también las palabras que se habían quedado contenidas en mi garganta y así un nuevo e incómodo silencio volvió a sembrarse.

-¿Qué con eso, Tob?

Sentí su pregunta igual que un puñal en el pecho, quizás el mismo nerviosismo me hizo escuchar su tono algo severo y con mayor razón tuve miedo de continuar.

-Tob, ¿hace cuánto estamos juntos tú y yo? -esa pregunta me obligó a cerrar los ojos y mandó mi cabeza al pasado.

Recordé cientos, no, miles de momentos. Travesuras, risas, lágrimas y secretos pasaron veloces como una película de nuestras vidas desde que tenía uso de razón hasta aquella noche en que su pregunta me estremeció.

-Conozco todo de ti, hermano, creo que incluso más de lo que te conoces a ti mismo -continuó él y así me devolvió al presente, a ese temido y evadido instante, así que puse la atención en él-. Por eso sé que algo te carcome y ese algo está ligado a Ricky.

No dije nada, mis ojos temblaron, fue esa la respuesta.

-A ti también te gusta él, ¿cierto?

Pude escuchar el martillar del corazón con mucha fuerza, directo en mis oídos y un escalofrío recorrió mi cuerpo igual que corriente al oír sus palabras. Mi cabeza se movió por inercia en una acelerada negación.

-No es así, Ed -apenas expresé en un nervioso murmuro.

-¿Seguro? -prrguntó en tono bajo, yo apenas moví la cabeza al asentir- ¿Y qué te llevó a besarlo?

Sentí palidecer. Ed lo sabía, pero esperó escucharlo de mí y aunque aún no me atrevía a decirlo en voz alta, lo dedujo. Me cubrí el rostro con ambas manos y luego de un sonoro suspiro, giré de vuelta hacia el sofá donde me dejé caer, cabizbajo, no me atreví a levantar la cara ni siquiera cuando le escuché tomar asiento junto a mí.

-Harry sí te lo contó -apenas murmuré, pero levanté la cabeza de golpe y fijé la mirada completamente asombrado en él con su respuesta:

-No, Ricky lo hizo.

-¿Qué?

-Fue luego del "accidente" -habló haciendo comillas al aire con sus dedos y me cubrí la boca con una mano mientras él seguía-: cuando le pregunté cómo ocurrió, a solas me confesó lo del beso. Tob, ¿qué sientes por él? -la pregunta estaba envuelta por un claro reproche y yo solo negaba con la cabeza.

-Ed, yo... -No pude seguir.

-Admite lo que sientes, ¿habría algo de malo con eso?

-No he dicho tal cosa. Es una gran persona, ideal para ti... -Mi dubitativo parlamento fue interrumpido enseguida por su nuevo reproche:

-¡¿Está bien para mí, pero no para ti?! ¿Te crees con la potestad de decidir lo que me conviene o no?

-¿Qué? ¡No! Ed, digo que... ¡yo no soy gay!

-¿Y? No quita que te gusta, pero eres demasiado cerrado de mente como para comprenderlo.

-No es así.

-¡Tobías, abre los ojos! -dijo apretándome los hombros y me zarandeó con fuerza- Tienes tan arraigado el heteroship que ni siquiera te paras a ver la realidad.

En todo momento, yo no dejaba de sacudir la cabeza en una vehemente negación, para mí, carecía de total sentido cada cosa que salía de su boca.

-La única vez que has estado enamorado, lo que menos viste en Odalys fue su sexo, género u orientación...

-¡Maldición, Ed! Pero era lógico, una chica...

-¡Qué se joda la lógica! -gritó frente a mi cara con la suficiente fuerza para hacerme tragar hondo y luego me soltó. Temblé en cuanto Ed se giró y puso distancia entre nosotros- Lo siento -dijo en tono bajo. Después de un largo y profundo suspiro continuó con una voz más calmada, pero que, pese a eso, se sentía molesta, cansina-. ¿Sabes cuántas veces he escuchado el discursito de la lógica?

-Ed, no lo entiendes.

-¿Cuál es la lógica de la homosexualidad? ¿Llevar a la humanidad a la extinción? ¿Qué lógica tiene que te gusten los hombres? La lógica es hombre y mujer. -Se calló un instante, pero al breve silencio le siguió un nuevo suspiro, en cuanto volvió a girarse le vi una diminuta sonrisa carente de absolutamente toda gracia-. Pues, ¿sabes qué? ¡Perdón por no tener una pizca de lógica! -su grito me provocó un respingo, pero su descargo no acabó allí-. ¡Perdón por nacer, existir y arruinar tu perfecta lógica y plan de supervivencia humana con mi homosexualidad, pero para eso no necesitas "corregirme", sino buscarte una vida!

Me quedé sin habla y vi a Ed dirigirse presuroso al mini bar, se sirvió una copa a tope y la bebió en un solo tirón, cuando acabó volvió a mirarme y preguntó:

-¿Quedó claro que no me interesan las mamadas de la lógica?

Apenas moví un poco la cabeza al asentir en silencio.

-Entonces, dame una razón para no decirme en mi cara que besaste al chico con quien sabes que salía o qué motivó a un "heterosexual"... -Volvió a hacer comillas al aire- a besar a un chico gay o mejor aún, ¿por qué no admites lo que sientes por él?

No sabía qué decir. Vi a Ed destapar la botella para servirse otra vez, pero en lugar de eso decidió llevarla consigo hasta el sofá junto a mí, bebía directo de ella sin apartar su inquisidora mirada de mí.

-Aún espero tu razón lógica -añadió antes de tomar otro trago.

-Ed, no sé por qué lo hice -apenas murmuré presa de los nervios.

Cerré los ojos y me recosté al espaldar del sofá con la vista en el techo blanquecino de la oficina. Recordé aquel día en el auto, lo quebrado que lucía con todo eso que me contó, el terrible sentimiento que me provocó y el inexorable anhelo de reconfortarlo, verle sonreír, su calor impregnado en toda mi piel cuando me atreví a abrazarlo, pese a estar empapados. Entonces, vi ese beso que por meses permaneció oculto en los rincones más oscuros de mi memoria, aparecía ante mí, primero difuso como en una transición de escenas hasta enfocarse por completo, la suavidad de sus labios sentí en los míos, provocando que por inercia mis dedos índice y medio migraran hasta mi boca. Mi respiración se aceleró.

-Lo hiciste porque él te gusta, Tob, pero no te das cuenta.

Volví a incorporar la cabeza y miré a Ed con algo de timidez o quizás miedo. Ni yo me entendía en ese momento, él me devolvió una sonrisa vaga.

-Ed, te juro que no es así, jamás te haría eso. Ustedes están saliendo. -Mi voz sonaba a una súplica de redención.

-Tob, a veces eres tan estúpido. -Una risa baja se le escapó y luego continuó-: Sí, salimos, pero ¿qué no ves que se desvive por ti? Solo habla de ti y Tadeo...

-Pero ¿cómo sales con alguien así? -Me atreví a preguntar, nervioso, confundido y él volvió a reír.

-Porque tampoco fue consciente del instante en que se enamoró de ti.

-¿Enamorarse? ¿Cuándo pasamos de gustar a enamorar? -pregunté más nervioso todavía, pude sentirlo en el temblor de mi voz.

-¿Sabes lo que daría por estar en tu lugar? Ricky es bueno, especial, pero aunque no lo veas, solo tiene ojos para ti -Ed habló encogiéndose de hombros, empleaba un tono de resignación que me dolió.

Sentí el corazón como un redoble, pero no, ¿cómo podría tener una relación con él? Era la persona más exasperante del mundo, aunque muy dulce con Tadeo, tenía que admitir; pero jamás cerraba la boca, disparaba palabra tras palabra. Sin embargo, sus estupideces conseguían provocarme unas buenas risas, incluso noté que sonreía en ese momento solo de pensar en el insufrible chico, pero...

-Es imposible, Ed, ustedes están saliendo. -Volví a repetir quizás con la intención de convencerlo a él o a mi cerebro de que aquello era inviable.

Sin embargo, no supe si sonó a pregunta o afirmación, pero Ed hizo la botella a un lado, se levantó para apretar mis mejillas antes de decir algo más y sonrió:

-Si yo no fuera parte de la ecuación, ¿admitirías lo que sientes?

-Ed, yo-yo no-no...

-Tobías, estás aterrado, lo sé, también me sentí así hace mucho tiempo, temeroso del qué dirán, culpable de ser diferente y convertirme en la decepción... -Ed guardó silencio un instante, sus ojos no se apartaron de los míos y yo tragué en seco por lo que expresaban los suyos, creo que los míos temblaron- ¿Recuerdas lo que me dijiste? Aquella vez cuando llorando te confesé que me gustaba un chico del colegio.

Abrí los ojos de la impresión; en un segundo, mi cabeza hizo un viaje en el tiempo, nos vi en el acantilado junto a la laguna, allá en los suburbios de San Antonio donde crecimos; el cielo naranja adquiría un tono violeta que asemejaba y mucho a la tristeza reflejada en el rostro de Ed al contarme, se maldijo varias veces, por un instante no supe qué decir hasta escucharlo desear la muerte. Entonces lo abracé fuerte y le dije...

-Qué se joda la lógica -murmuré aún perdido en recuerdos y Ed sonrió, se aferró a mi cabeza y juntó nuestras frentes antes de continuar él ese discurso que yo le di aquel día:

-¡Qué se joda la lógica! Tú vales por quien eres no por tus gustos o a quien amas y mientras sigas teniendo el gran corazón que posees, el resto no importa. -Una llorosa sonrisa se me escapó luego de oírlo-. Los que te amamos, lo hacemos por quién eres, los demás sobran.

-Había olvidado todo eso, Ed.

-Es normal, han pasado más de veinte años, pero hermano, tus palabras se volvieron un mantra que me traía paz cuando la homofobia atacaba.

-Porque son la verdad, no lo olvides.

-No, tú recuérdalas. Tob, tienes tan arraigado dentro de ti el miedo a ser diferente que te estás privando de disfrutar la familia que siempre deseaste.

-Pero Ed, ustedes...

-¡Sácame a mí de la ecuación, Tob! Atrévete a sentir y amar otra vez sin pensar en nadie más.

-Ed...

Temblando, lo vi ponerse de pie y volver a alejarse, inhaló hondo y volvió a soltar el aire varias veces antes de darme la cara otra vez, cuando lo hizo, un par de lágrimas se asomaron en la comisura de sus ojos y la culpa me sacudió muchísimo más al escucharlo:

-Me voy, Tob.

No dije nada, lo observé confundido y un momento después el continuó:

-Regreso a San Antonio.

«¿Qué?», fue el primer pensamiento que me atravesó, no podía ser real, él no tenía que irse y menos por mi culpa. De golpe me levanté y fui con él.

-¡No! -exclamé consternado- Lo siento, no puedes irte y menos por esto, yo te juro que...

-Shhh -susurró negando con la cabeza para interrumpir mi nerviosa petición-. No se trata de esto, Tob, es por todo. Creo que me apresuré al iniciar una relación tan pronto acabó de desastrosa manera mi compromiso con Harry, también necesito poner distancia con él y qué mejor forma de hacerlo que en un bufete más genial del que estoy ahora.

-¿Qué? ¿Dices que ya tienes trabajo allá? -Lo vi asentir con la cabeza y una sonrisa- ¿Có-cómo? ¿Cu-cuándo? ¿Por qué no me contaste?

-Ya lo hice. Harry no deja el asedio y esta oportunidad llega en el momento justo. Tomaré posesión de la casa en que crecimos. -Lo observé asombrado luego de oírlo, él sonrió-. Ya hablé con Missa y Tomás, él solo me exigió dejar la biblioteca intacta, ella no tuvo reparo en aceptar porque está muy ocupada disfrutando de su nieto. -Ambos compartimos una risa alta, que como siempre intentó mitigar llevándose el puño a la boca, no podía creer que no vería tal gesto en quién sabe cuánto tiempo.

-Ed...

-Tob, no te metas en líos legales porque estaré demasiado lejos para socorrerte -sus palabras me hicieron reír y negué con la cabeza, después compartimos un fuerte abrazo que sería el penúltimo porque el último fue la despedida que me hizo llorar como bebé en el aeropuerto, apenas tres horas más tarde.

Aquella inesperada visita a mi oficina fue su manera de decirme adiós. Lo llevé al aeropuerto y estuve a su lado hasta escuchar en las bocinas el llamado para su vuelo, ambos suspiramos con la vista puesta en los ojos ajenos.

-Ed, me cuesta creer que ya no quedan mosqueteros -le dije en bajo y lo escuché reír.

-Podrían volver a ser tres si te decides de una vez. -Aunque en ningún momento afirmé nada, abrazados allí frente al pasillo de abordaje, susurró a mi oído las palabras que se quedarían en mi cabeza como un bucle infinito, igual a un jingle publicitario-: Date la oportunidad de amar, deja que fluyan tus sentimientos sin miedo al qué dirán, solo importa tu felicidad.

Permanecí en el aeropuerto, llorando en silencio, incluso después de ver al avión partir, medité en sus palabras muchas veces antes de volver a pensar en Ricky y los recuerdos de ese beso que no dejaban de girar en mi cabeza.

Hola mis dulces corazones multicolor 💛💚💙💜💖
He aquí otro capítulo para compensar la espera anterior😆

¿Qué les ha parecido?

Debo confesar que según escaleta pasaban otras cosas luego de la conversación, pero después de releer unas 5 veces llegué a la conclusión de que así estaba bien el capítulo y el otro desmadre será para más adelante😂

Espero lo hayan disfrutado💖 y pos nos leemos lueguito 🤗

P.D.: También comentarles que en mi fan Page de fb jakirasagaEs suelo compartir actualizaciones (porque he visto que Wattpad a veces no notifica), algunos contenidos, memes o lo que sea sobre esta y mis otras historias. Son bienvenidos a seguirme y estar al pendiente cuando gusten💖🤗

P.D.2: Este es un amable recordatorio de que puedes votar y comentar incluso cuando lees sin conexión, así que siéntete libre de hacerlo 🤗 si ustedes disfrutan de la obra, no teman expresar su amor y juntos haremos que llegue a más personas😁 gracias por el apoyo, los amo💖💖💖💖

Continue Reading

You'll Also Like

42.9K 3.6K 39
-¿A que le tienes miedo? -A vivir- respondió el rizado con la cabeza gacha. -Tranquilo, yo te ayudare bebe... El ojiverde miro directamente al muchac...
19.1K 2K 24
La hermanita de Joel requiere de un maestro. . . . #1 en Joerick (04/11/2021) Día de los joerick 🙊❤
218K 41.7K 49
Tras la muerte de su tía, Débora debe viajar a Venezuela para reencontrarse con su padre después de varios años. En este país completamente desconoci...
45.7K 2.3K 11
Lee Felix, un estudiante de preparatoria que quiere vivir experiencias nuevas...