Javiera había hecho hasta lo imposible para mantenerse en calma pero el hecho de que aquella persona mencionara a Flavia la había inquietado.
-Javi tranquila.
-¿Si oíste a ese weon? -entro furiosa a su oficina.
-Claro que lo oí, intenta probarnos.
-No me cabe duda de que algo tiene que ver con la desaparición de Fatima.
-Yo tampoco lo dudo. Ya tranquila, prepárate que tengo una rueda de prensa y tienes que estar ahí.
-Esta bien, llamare a Flavia.
-Ya, tranquila Caceres. Habla con ella y ve a la sala que retomaremos los detalles.
...
Flavia revisaba unas cosas cuando su teléfono sonó.
-Alo, ¿Javiera? -sonrió.
-Hola mi amor. ¿Cómo estás?
-Muy bien, terminando un par de cosas aquí. ¿Vendrás a comer?
-No lo creo, hay mucho trabajo aquí. Perdona.
-Tranquila mi amor, entonces te haré llegar la comida.
-Gracias, siempre eres tan atenta. -sonrió al otro lado de la línea. -Soy muy afortunada de tenerte a mi lado.
-Y yo de tenerte a ti. -sonrió. -Te amo.
-Te amo más, tengo que colgar pero intentaré estar aquí para cuando vengas.
-Tranquila, sino lo dejaré en tu oficina y me iré. Bonito día.
-También tú, Chao.
Colgaron.
Flavia regreso al salón, sus hermanos estaban ahí. Se le hizo extraño que dejaran de hablar cuando ella llegó.
-¿Qué cuchichean? -se sentó con ellos.
-Nada hermanita, nada. Hablábamos de cosas con la Tere.
-¿Y yo no puedo saberlas o que?
-No te enojes Flavia, es solo que coincidió que acabamos cuando llegaste. -sonrió Teresa.
-Mi hermano se que es raro pero ¿tu también Tere? -rió.
-Hey, tampoco. -se defendió.
Rieron hasta que Flavia miró al monitor frente a ella.
-Ismael pasame el control.
-¿Para qué ver cosas feas? -Emiliano intentaba evitar que mirara las noticias, ya en la mañana habían visto sobre la rueda de prensa, era de lo que hablaban hasta que ella llegó a la mesa.
-Debe ser sobre el caso que decía Javiera pero mucho no hablamos. ¿Por qué el nombre de Dante sale ahí? -miró a sus hermanos.
"Un nuevo caso, con millones de preguntas aún sin responder. ¿Estaremos nuevamente ante un caso como el que se vivió meses antes de la mano de Dante Covarrubias?"
-Dicen que tiene similitudes.
-¿Hay un niño secuestrado? -pregunto sin dejar de ver la televisión.
-No, es una mujer. Fatima por lo que oí, hay similitudes. -hablo Teresa.
-Pero...-no acababa por entender.
-Su esposo está como principal sospechoso.
Flavia volteo a verlo.
-Que barbaridad. -se lamento.
"Estamos aplicando todos los protocolos que la brigada utiliza en estos casos." -hablaba Gonzalo.
"¿Cree que corra con la misma suerte que la señora Betancourt?" "¿Es un imitador?" "¿Inspectora algún opinión?"
Flavia veía como Javiera estaba tensa, podía verlo en su rostro, ella también se incómodo al oír esas preguntas.
"Solo yo hablaré y en ningún momentos comparamos casos, ya que están totalmente aislados el uno del otro."
Flavia apago la televisión.
-No queríamos que lo vieras.
-No, esta bien. Seguramente en algún momento iba a verlo. Es muy... lamentable.
Su celular sonó.
-¿Román?
-Flavia, disculpa que te moleste, acabo de ver las noticias y mi asistente me comunico que la mujer desaparecida fue una de las tantas que llamó aquí.
-¿Qué llamo? ¿Para qué?
-Quería agradecerte porque tu testimonio la había hecho ver las cosas. Tengo su llamada grabada.
-¿Lo dices enserió? -un escalofrío le recorrió el cuerpo. -Creo que deberías de entregarla a la policía.
-Vi a tu esposa en la rueda de prensa. ¿Me comunicas con ella por favor?
-Esta bien, le diré que te llame. -colgó.
-¿Flavia estas bien? Estas pálida. -hablo Teresa.
-Si, si. Debo llamar a Javiera. No saben que mejor iré a verla.
-Te llevamos. Vamos.
...
Javiera estaba en la oficina de Gonzalo cuando alguien golpeo.
Gonzalo abrió.
-¿Teresa? ¿Qué haces aquí?
Javiera volteo.
-Acompañe a Flavia. Javiera.
-¿Si?
-Ella esta en tu oficina.
-Bien, iré.
Al pasar junto a ella hablo.
-Vio las noticias y después recibió una llamada y decidió venir.
-Entiendo, gracias.
Salió rápidamente. Entro y la vio sumida en sus pensamientos.
-Mi amor.
Flavia volteo.
-Perdona que vine sin avisar, Román llamo a mi teléfono.
-Esta bien. ¿Y qué pasó?
-Dice que esta mujer que está desaparecida, hablo hace unos días a su editorial.
-¿Para qué? No comprendo.
-Dice que llamo para agradecer porque gracias a mi testimonio ella de se animo a-- -estaba tan nerviosa.
-Hey, hey. Mirame, tranquila. Pasame su número y yo hablaré con él.
-Dime la verdad. ¿Crees que aún esté viva?
-Sshh, no pienses en eso ¿ya? Mejor sal de aquí con Teresa, el ambiente esta tenso y no quiero que te contagies de él.
-Esta bien. Cuídate mucho ¿si?
-Te lo prometo mi amor. -la beso. -Tranquila ¿si? Todo va a estar bien.
-Te amo.
-Y yo a ti, anda ve. -acaricio su mejilla.
...
Javiera camino a la oficina de Gonzalo.
-Jefe hay algo, esta listo para el equipo en la sala.
-Vamos, vamos entonces.
Al llegar Javiera coloco el audio obtenido por Román.
"Mi nombre es Fatima, disculpen si estoy algo nerviosa, solo quería agradecerle a Flavia por contar su historia, tal vez ella no lo sabe, pero anima a muchas mujeres que están atravesando por algo así a ponerle un alto. A veces una como mujer de la casa solo intenta dar lo mejor a los hijos, un hogar, un ambiente cálido. Pero se que ellos como niños lo único quieren es ver a sus padres bien, sobre todo vivos. En fin gracias Flavia, tu relato es muy alentador. Gracias por inspirar a otras mujeres."
El audio acabó.
-Yo creo firmemente que este tipo tiene algo que ver jefe. -hablo Zamora.
-Yo también, como prueba podemos llegar a tener esto pero no se cuanto nos vaya a servir.
-Bien, revisemos otra vez.
...
En la noche Flavia ceno sola, Javiera aún no llegaba.
Se metió a la ducha y cuando salió su esposa entraba al cuarto.
-Perdón, no llegué a cenar.
-No te preocupes, ¿como te fue? -se acerco a ella. -¿Pudieron hacer algo con el audio?
-Trabajamos en eso, ¿Tú cómo estás?
-Bien. -sonrio.
-Mejor asi. Cenare y volvere a subir ¿ya?
-Te acompaño. -sonrio.
-Vamos entonces.
Javiera ceno en compañía de su esposa, estaba callada, pensativa. Después de la cena subieron, la inspectora se ducho y Flavia espero por ella ya acostada.
-Estas muy callada Flavia. ¿Paso algo en el restaurante?
-No, todo bien.
-¿Entonces mi amor?
-Es solo que no se este caso me hizo recordar muchas cosas.
-Lo sé y es por eso que no quería que te enterarás de esto.
-Es solo que, no se. Tu sabes que yo creo en ti.
-Ajá.
-Dime la verdad. ¿Crees que ella aun sigue con vida? ¿Hay seguros de vida de por medio?
-Mi amor sabes que no puedo platicarte esas cosas.
-Yo lo sé, yo lo sé. Pero solo dime. ¿Crees que Fatima está viva?
-No lo sé mi amor, la verdad no lo sé. Ven acá. -la abrazo. -Ya no pienses en eso. ¿Si?
-Es un poco imposible Javiera.
-Yo sé, porque además esto empezará a aparecer en todas las noticias.
-¿Crees que es un imitador de Dante?
-Lo de Dante fue diferente, ya estaba acorralado.
-Solo espero que ella aparezca bien.
-Así va a ser. Ya no pienses en eso y descansa ¿si? -la beso.
-Te amo. -se acurrucó en su pecho.
-Y yo a ti.
Apago la luz.
En la mañana Flavia se levantó primero, no había dormido bien en la noche. Servía el café cuando sintió a su esposa abrazarla.
-Me dejaste en la cama. -beso su espalda.
-No tenia sueño y tampoco quería molestarte. -sonrió.
-Te sentí muy inquieta en la madrugada. ¿No dormiste bien?
-No. -volteo. -Estoy ansiosa, preocupada.
-Yo necesito que tu estés bien, tranquila. Todo saldrá bien.
-¿Tiene hijos?
-Dos, una niña y un niño, son adolescentes, mellizos.
-Deben estar tan asustados. -bajo la mirada.
Javiera la abrazo. Estaba pasando todo lo que ella estaba tratando de evitar.
No quería dejarla sola pero debía hacerlo, en el caso salían nuevas cosas y no podían despistarse.
-Hoy vendrá otra vez debido al audio. Caceres necesito que estés tranquila por favor.
-Lo haré jefe, lo prometo.
-Teresa me dijo que Flavia no se ha sentido bien.
-Esto la tiene preocupada, ansiosa.
-Después de entrevistarlo puedes irte a verla. ¿Ya?
-Gracias jefe.
-Ahora vamos a preparar las cosas.
...
-¡Chucha me queme! -se quejo Flavia.
-Linda, tranquila. Déjame ver. -se acerco Bautista.
-No logro estar concentrada en algo.
-Es por este nuevo caso del que todos hablan ¿cierto?
-Estoy manejando mucha ansiedad y necesito calmarme. ¡au, con cuidado!
-Ya, ya. Te dejare este vendaje. ¿Quieres ir a dar una vuelta?
-No, hay pendientes aquí.
-Esta bien, por lo pronto saldremos de aquí, no queremos provocar un incendio. -sonrió.
-Ay Bautista. -rió.
-Vamos a ver a los cabros practicar, un poco de música te hará bien. ¿Ya?
-Esta bien, vamos.
...
-¡Caceres ya!
Después de la entrevista, Javiera lanzó furiosa sus papeles en su oficina.
-¿Lo oíste no? Fue una amenaza.
-No lo sé, pero no puedes dejar que eso te controle.
-Menciono que debía comer algún día en el restaurante de mi mujer. ¿Enserió?
-Creo que tal vez debería sacarte, no lo estoy viendo seguro.
-No, no. Yo debo estar aquí. Solo que debo estar más al pendiente de mi mujer. ¡Maldito weon!
-¡Ya, ya! Mejor tranquilízate. Hazme el informe y podrás irte. ¿Ya?
-Esta bien, esta bien.
Esta furiosa, no sabia si ese tipo hablaba enserió o solo trataba de intimidarla.
...
-Esta lleno Flavia. -sonrio Bautista.
-Si. ¿Crees que sea por lo de las noticias?
-Claro que no. La gente puede ser morbosa pero no está vez.
-Señora el señor quería saludarla. -un mozo se acerco a ellos.
-¿Señor?
-Silvio, mucho gusto. Vi que el lugar está lleno.
-Así es. ¿Y cual es el motivo por el que se acerco?
-Solo quería saludarla y felicitarla por tan bonito lugar, aunque ahora viéndola entiendo todo muy bien. -sonrió.
Flavia soltó su mano cuando la manera en que la miro la incómodo.
-Le agradezco el gesto. Tengo trabajo.
-Entiendo, no le quito más el tiempo. Con permiso y bonita tarde.
-Igualmente. -respondió seriamente.
-Ese tipo me dio escalofríos. ¿Quién es?
-No lo sé, pero fue muy extraño. Me puso los pelos de punta. -acaricio sus brazos.
-Debo hacer unas cosas en la calle, aprovecha y me acompañas. ¿Qué dices?
-Ya, iré por mi bolsa.
De camino hablaba con Javiera.
-¿Andas manejando mi amor?
-No, Bautista lo hace. -sonrió.
-Ah ya. ¿A dónde te lleva ese weon?
-Tiene cosas que hacer. ¿Qué tienes que hacer?
"Debo comprar unas cosas."
-Ropa seguro. -sonrió. -Te llevarán tu almuerzo ¿ya?
-Muchas gracias mi amor, te veo en la casa.
-Haré algo de cenar para ti.
-Esperare ansiosa. Te amo.
-Y yo a ti.
Colgó.
-¿Qué quería la paca? Que ya te dejé en paz.
-Dejala, nada me llamo. Envidioso.
-Te soy sincero, me encantaría encontrarme a alguien que me cuidara y me mirara en la manera que la paca lo hace contigo.
-Suspiras y todo. -sonrió. -Ya llegará la persona indicada. Veme a mi todo lo que tardo.
-No me alientas eh.
Rieron.
Flavia acompaño a Bautista, y bien lo había dicho. Entraron a muchas tiendas. También aprovecho y compro algo para ella pero pensando en su esposa.
Llego a su casa y se dispuso a hacer la cena.
Se ducho rápidamente y bajo nuevamente a revisar la cena, puso la mesa y sonrió cuando vio por las cámaras estacionar a su esposa.
La mesa ya estaba lista, apago el horno y espero a que entrará.
-¿Flavia? Ya llegue.
-Ya te vi. -sonrió.
-Hola, huele delicioso aquí. -sonrió.
Se quito la chaqueta y se acerco a ella.
-Nada como llegar a casa y que el amor de tu vida espere por ti. -la tomo de la cintura para luego besarla.
-Estaba esperándote. -coloco su frente sobre la suya.
-Lo sé. Ya quería llegar a verte. -acaricio su mejilla. -¿Cómo te fue hoy? ¿Qué te pasó en la mano? -miró su venda.
-Muy bien. Nada, solo me queme, no es nada. -sonrió. -¿A ti? Ven. -la llevo de la mano al comedor.
-Bien, bien. Hay pistas que debemos seguir.
-Que bueno. Siéntate que ya regreso.
-Ya mi amor. ¿Un beso?
Flavia se agacho hasta ella y la beso.
...
-Creo que es comprador compulsivo. -rió.
-Esta loco ese weon.
-Yo también compre algo.
-¿Si? ¿Qué compraste mi amor?
-No puedo enseñartelo ahora.
-¿No? Gracias por la cena. -la beso. -Como siempre fue increíble.
-De nada. -sonrió. -No puedo porque alguien más podría verlo.
-¿Solo yo puedo verlo? -alzó una ceja.
-Si. -sonrió poniéndose de pie.
-Lo compraste tu pero ¿es para mi? -la tomo de la mano y la acerco a ella. -Ya quiero verlo. -la beso.
-Entonces ven.
...
-¿Ya puedo abrir los ojos?
-Espero que te guste, aunque me da algo de pena.
-Conmigo no mi amor. ¿Ya puedo?
-Ya.
Javiera abrió los ojos y sonrió.
-¿Me veo muy payasa?
Se paro de la cama y se acerco a ella.
-Me encanta. -la tomo de la mano y la ayudo a voltear. -Pintado.
-¿Si te gustó? Vieras las carreras que me eche para que Bautista no me viera comprándolo. -rió.
-Amo cuando usas conjuntos así, con ligueros y toda la cosa, el labial rojo.
-Se que has estado algo estresada y quería ayudar con eso.
-Sabes como hacerlo muy bien. -acaricio su trasero. -Me encanta.
-Es para ti.
-¿Todo? -susurró cerca de sus labios.
-Todo. -mordió su labio incitando a que diera el próximo paso.
...
Javiera despertó por el ruido de su teléfono.
-¿Aló? -aun no abría los ojos.
-¡Javiera te necesito al tiro en la brigada. Hay nuevas pistas! -Hablo algo desesperado Gonzalo del otro lado.
Miró su reloj y apenas daban las 6am.
-Ok, ok. Me cambio y salgo para allá.
Colgó la llamada y corrió al baño a cambiarse.
Flavia despertó y no la encontró junto a ella. Aún tenía sueño, se habían dormido de madrugada.
-¿Javiera?
La inspectora salió ya cambiada.
-Mi amor, tengo que irme. -se colocaba el cinturón de su uniforme.
-¿Por qué? ¿Qué pasa? -se cubrió con la sabana.
-Del trabajo, tranquila. Debo irme, duerme un poco más ¿ya? Te llamo después.
-Pero... ¿no tomaras desayuno?
-Lo hago en la brigada, tengo que irme, lo siento. -la beso.
-Cuídate, te amo.
Hablo desde la puerta.
-Lo haré, tu también cuidate. Te amo.
Salió rápidamente. Flavia miró el reloj y aún era temprano, decidió descansar un poco más.
...
-Oyeme Flavia. ¿le contaste a Javiera de la visita de ayer?
-¿Cuál visita? -revisaba el menú del día.
-Ese tipo que se te quedó viendo.
-Ay Bautista, mi mujer tiene cosas más importantes que andar revisando quien me mira y quien no.
-Es que no me gustó como lo hizo. Muy atrevido ¿no?
-La mayoría de los hombres son así. ¿Qué te sorprende? -sonrió.
-Tienes razón. -rió.
-Ya deja eso y ven que debo hacer unos cheques.
-Ya po.
...
-Caceres operativo en media hora.
-Ya, ya. ¿Crees que realmente encontremos algo?
-Espero que si, tengo a la familia encima y quiero darles algo.
-Entiendo. Armare el equipo.
-Y traetelos a la sala, ultimaremos detalles.
-Lo hago, lo hago.
Leiva salió y Javiera le marco a Flavia.
-Mi amor. -sonrió.
-Hola Javiera. ¿Cómo estás?
-Bien, bien. Tengo un poco de prisa, tengo operativo.
-¿Es peligroso?
-No, tranquila. Es por eso que te llamaba.
-¿No me mientes?
-Te prometo que no. Es solo por si llego tarde.
-Esta bien mi amor. Te cuidas mucho por favor.
-Prometo hacerlo. Te amo.
-Y yo a ti, mucho.
-Linda. -sonrió y colgó.
...
-¿Por qué esa cara Flavia? -Bautista le servía un café a la mesa.
-Javiera llamo, saldrá de operativo.
-Ya tranquila, sabe cuidarse.
-Ajá. -sonrió algo nerviosa.
...
-¿Qué es eso Caceres?
-Parece una prenda de ropa. Tiene sangre. -lo miro seriamente.
-Bien, que lo envuelvan con cuidado. Esperemos que no sea de Fatima.
Su teléfono comenzó a sonar.
-Caceres ahora no.
-Es Saldaña. -hablo confundida.
-Debe querer meter sus narices no contestes.
-Ya, ya. -corto la llamada y un mensaje le llegó.
"Necesito hablar urgente contigo."
Bloqueo sus celular y lo guardo. ¿Qué podía llegar a querer?