-Es-escucho pasos- Susurró la guardabosques rompiendo el abrazo y observando la dirección de la que provenían.
-Continuaremos nuestra charla después de asegurarnos que no sean una amenaza, espera aquí- murmuró apareciendo su lanza.
-Pero.... También puedo ayudar- Balbuceo tomando su arco aunque ya había sido dejada atrás.
El general rápidamente encontró a los dueños de aquellos pasos, unos simple ladrones de tesoros los cuales por obvias razones le superaban en número pero no era nada que no pudiera tratar, una vez intentaron atacarlo comenzó a contrarrestar sus ataques hábil y eficientemente sin embargo cuando estaba por acabar sintió una punzada que le hizo irrumpir su ataqué dejando expuesto y apuntó de recibir el golpe fue salvado por una flecha imbuida en dendro que luego se había dividido en tres más, reconocía perfectamente ese ataque y le había dado el suficiente tiempo para recomponerse y golpear a aquel ladrón.
-Por eso quería que te tomarás un tiempo, aún no estás bien, déjame revisarte ¿Se abrió alguna herida? ¿Es algo internó? ¿Dónde te duele? ¿Deberíamos regresar? ¿Tal vez un hueso roto? No sentí nada fuera de lo normal- Cuestionó la pelinegro aunque algunas de las preguntas al aire parecían más para resolver sus propias dudas.
-No creo que sea el lugar Tignari, vámonos antes de que vuelvan a despertar, la idea de acampar se acabó, será mejor que continuemos nuestro camino, así volveremos más rápido a casa- Propuso el albino caminando a tomar sus cosas.
-Oh... bien- Desconcertada guardo su arco y le siguió muy de cercas.
-Lamento la pregunta pero ¿Prefieres que me siga refiriendo a ti como un chico?- Cuestionó dudoso de si eso podría ser una ofensa o no.
-Creo que sería lo mejor, solo tú sabes la verdad... no quiero que los demás se enteren, no aun al menos- comentó reflexivo al respecto.
-Bien, te ayudare en lo que necesites así que no dudes en decírmelo, ahora las cosas tienen más sentido, no sé cómo no me di cuenta antes- Balbuceo al reflexionar un poco sobre todo en estos años.
-... ¿Realmente no estás enojado?- Cuestionó observando el inmutable rostro del contrario.
-No, no solo sorprendido,
ya dijiste que fue algo que de algún modo se escapó de tus manos, seguramente ha sido muy difícil para ti mantener las apariencias, de nuevo, lamento no darme cuenta antes, aunque supongo que eso significa que hiciste un gran trabajo... es complicado no saber si decir que ha sido un buen trabajo o un buen engaño- comentó reconociendo el camino hacia el lugar de destinó.
-Je...La verdad no ha sido tan malo realmente aunque sí había días en los que me sentía agotado de llevar está rutina y no poder decirle a nadie... espero que esto no afecte mucho a nuestra relación
-¿Relación? Digo N-no ejem... para nada descuida- aseguró cruzándose de brazos aunque sin duda quería saber más de este lado nuevo para él.
Pero ninguno parecía saber por dónde empezar así que continuaron su camino en silencio aunque pronto el cansancio le estaba ganando a la guardabosques después de todo no había dormido bien y su campamento hoy fue arruinado.
-Busquemos donde quedarnos en Caravasar Ribat, dame tu mochila yo la llevaré- Ordenó sutilmente mientras sujetaba el brazo de la exhausta guardabosques
Por suerte llegaron al concurrido lugar, rápidamente Cyno se las arreglo para conseguir alguna habitación en una posada a dónde llevaría la exahusta guarda forestal para que durmiera al menos un par de horas.
-Lamento los problemas- susurró cayendo apenas tocó la cama de la habitación.
-Eso debería decir yo...
Cyno por supuesto que hizo guardia durante un buen rato mientras reflexionaba, se sentía un poco culpable, si hubiera sido más cuidadoso y se hubiera asegurado de realizar bien su trabajo probablemente Nari no hubiera tenido que salir de la villa, no estaría forzada a decirle su secreto con el cual probablemente aún no estaba lista para contarle y no estaría durmiendo aquí en una cama extraña en un lugar ruidoso además de tener que cuidarlo a él.
Suspiró agobiado para luego echarle un vistazo, al menos no se veía incómoda ni con frío... ¿Cómo no noto esos rasgos más finos antes?Bueno si los llego a notar en un inicio pero ahora parecían tan obvio que debió confiar en su instinto desde un inicio.
Con su mano derecha decidió acomodar un poco los cabellos de la pelinegro, los cuales le cubrían el rostro y por mera curiosidad y gusto acarició una de las orejas, el suave y cálido tacto le parecía reconfortante y de algún modo se animaba nuevamente.
-Cada vez más suave...
-¿Te diviertes?- Gruño Tignari aún con los ojos cerrados aunque después de su comentario los abrió.
-Si, un poco ¿Puedo acariciar ambas? Parece que te agrada un que sea un poco- comentó acercándose un poco más.
-No está mal pero deberías descansar ahora...- Murmuró estirándose completamente quizás un par de huesos sonaron durante el acto.
-¿Estás bien? - Cuestionó el albino aunque la contraria asintió bastante relajada -Vamos deberíamos comer algo, después me gustaría pasar a la aldea Aaru quiero preguntarle unas cosas a Candace y de paso que descanses de nuevo o no llegarás muy lejos- Explicó levantándose para después ayudar a Tignari quién no negó ni afirmó lo último.
-¿Candace?-Pregunto curiosa mientras tomaba su mochila y sacaba un poco de comida que había guardado para un momento así, por supuesto también le ofreció a Cyno quién aceptó sin dudar.
-La conocí en la ocasión en qué el viajero anduvo por aquí la primera vez en esa ocasión yo estaba siguiendo Alhacén, también le enseñé algunos métodos de interrogación que podrían ayudarla a cuidar de la aldea- Explicó retomando el camino para llegar a su destino.
-Oh interesante, me gustaría conocerla- Murmuró pensativa, es raro escuchar que Cyno comparta sus métodos de... "interrogación" así que la guarda forestal asumió que Candace es alguien bastante capaz en lo que hace y hasta cierto punto de confianza.
-Es fácil de reconocerla, ella tiene heterocromía, creo que ese es el nombre de cuando las personas tienen el color de ojos diferente uno del otro ¿Cierto?- Comentó desinteresado.
-Si, ese es el nombre correcto... - afirmo terminando su comida ademas de hurgar su mochila.
-... Tignari - llamo el de tez morena un poco vacilante.
-¿Si? ¿Cyno? ¿Qué sucede?- Cuestionó Sonriendo mientras observaba al de tez morena.
-No, nada importante... hum ¿Haz pensando en cómo serían las cosas si nunca hubieras ocultado tu género? Me da algo de curiosidad saber más- Pregunto sin mirarle, solo rogaba que no lo golpeara por semejante pregunta.
-La verdad... No, solo ignore todo lo que podía el tema y ya aunque me alegra que lo tomarás con tanta calma o al menos eso creo, así que gracias tenía miedo que tú entre todas las personas me rechazara- Explicó bajando las orejas y moviendo su cola lentamente de un lado a otro desvío la mirada, estaba avergonzada y mucho.
-No siento que sea algo por lo que se deba hacer tanto escándalo, no infringes ninguna ley ni pones en riesgo a los demás aparte, hombre o mujer sigues siendo tú y es lo que me gusta de ti
Tignari se tenso ante las palabras y luego simplemente se levanto riendo nerviosa mientras tomaba algunas cosas de su mochila.
-Tomare un baño deberías descansar, aun no estas totalmente recuperado... amm me bañare- balbuceo caminando extrañamente hasta el baño.
Después de su baño Tignari salio totalmente reconfortada y relajada, comenzó a secar y cepillar su cabello para luego seguir con su cola, había visto a Cyno dormir así que no lo había molestado para nada, sin embargo al prestar bien atención a su entorno se percato de que algo no estaba bien, la respiración de de tez morena era algo agitada por lo que rápidamente se acerco, había bastante sudor, tocó su frente era claro que la temperatura de su cuerpo era alta.
-Cyno despierta, Necesito que me digas como te sientes y que tomes algo de agua- Hablo lo suficiente alto mientras esculcaba su mochila en espera de que los materiales que traía y el medicamento pudieran ser de ayuda.
¿Por qué en medio del camino? ¿Qué haría ahora? No podía regresar a la aldea por medicamentos y los que traía no eran para esto, aunque podría comprar algunos materiales, era obvio que ir a explorar para conseguirlos era una pésima idea, debía estar cercas del albino para protegerlo en caso de ser necesario, así que debía desembolsar el dinero que traía.
-Nari... Siento escalofríos, me duele el cuerpo y me siento débil- Comentó los síntomas en un estado apenas consciente.
Por supuesto la de cabellos negros no perdió el tiempo en intentar darle algo de agua mientras colocaba un trapo húmedo en su frente, parece que al final el cuerpo de Cyno estaba cediendo al cansancio del excesivo método de vida que llevaba desde que se convirtió en el gran juez.
-Cyno, saldré a comprar algunos materiales para hacerte un medicamento, volveré tan rápido como pueda, así que intenta quedarte calmado- pidió acariciando una de sus manos en un intento de transmitir calma aunque quizás sus intentos no llegaban.
-Hmmm....
No muy convencida salió de la habitación y trató de hacer las compras sin embargo parecía que la suerte no estaba a su favor o no encontraba algún material o simplemente se lo querían vender a más de 5 veces su valor y era imposible costeárselo.
Derrotada pero con determinación regreso a la habitación, no podían quedarse ahí y tampoco podía regresar, su única opción era rezar a los arcontes y dirigirse a la aldea Aaru ¿Cómo llevaría a Cyno y sus mochilas? No tenía la menor idea pero no sería derrotada por segunda vez en el día, hubiera deseado hacer más ejercicio en los brazos para no tener tantos problemas en situaciones como estás.
-Si solo fueras tú no sería tanto problema pero también están las mochilas y no puedo dejarlas aquí...