Una parte de Mi (Libro 1)

By AnbellG

2.9K 829 2.7K

Sophia Williams era una mujer que se sentía completa y feliz con su trabajo, familia y amigos; los cuales era... More

Prólogo
Capítulo I: Fiesta
Capítulo II: Bailando
Capítulo III: La fiesta continúa
Capítulo IV: Unas copas de más
Capítulo V: No volverá a suceder
Capítulo VI: Jordania
Capítulo VII: Jordania (segunda parte)
Capítulo VIII: Rio de janeiro
Capítulo IX: Amigos con derechos
Capítulo X: Un placer conocerte
Capítulo XI: Conversaciones
Capítulo XII: Preguntas
Capítulo XIII: Mamá
Capítulo XIV: Como Hermanas
Capítulo XV: Primera cita
Capítulo XVI: Segunda Cita
Capítulo XVII: Plan Cupido Parte I
capitulo XVIII: Plan Cupido (Parte II)
Capítulo XIX: Masajes
Capítulo XX: Me gusta todo de ti
Capítulo XXI: Karaoke
Capítulo XXII: Mensajes
Capítulo XXIII: Cumpleaños (parte I)
Capítulo XXIV: Cumpleaños (parte II)
Capítulo XXV: Nosotros
Capítulo XXVI: Demasiado Alcohol
Capítulo XXVIII: Amelia
Capítulo XXIX: Dudas
Capítulo XXX: Amigas
Capítulo XXXI: Desconocido
Capitulo XXXII : No puede ser
Capítulo XXXIII: Dolor
Capítulo XXXIV: Tiempo
Capítulo XXXV: Familia
Capitulo XXXVI: Amistad
Capitulo XXXVII: Felices
Capitulo XXXVIII: Una parte de mí
capitulo XXXIX: Seguir Adelante
Capitulo XL: Punto y coma
Epílogo

Capitulo XXVII: Carreras

39 10 57
By AnbellG


Nunca había asistido a una carrera en mí vida, era la primera vez que me encontraba en un lugar así y era increíble.

Jerónimo me pidió que viniera a verlo, además me dio unos pases para estar más cerca y también dijo que podía venir con quien quisiera. Así que allí estaba en compañía de mi grupo de amigas, nos habíamos vuelto inseparables, Sanem, Micaela, Iris, Renata y yo.

Hemos creado un lindo grupo de cinco.

—¡Esto es increíble! —expresó Micaela—. Amo ver las carreras.

—¿Es la primera vez que vienes? —preguntó Renata.

—Claro que no, Jerónimo siempre quiere que vengamos a verlo correr, solo que yo siempre lo vivo como si fuera la primera vez.

No me sorprendía, estaba al tanto de que eran amigos desde hacía mucho tiempo, junto a Octavio.

—Para nosotras es la primera vez y es increíble —expresó Sanem.

—Yo no entiendo mucho pero me gusta —hablé observando todo el lugar.

—Esto es genial —habló Iris—, Jerónimo es uno de los mejores corredores que tenemos.

—Es el mejor —pronuncié orgullosa de él.

—Silencio —ordenó Micaela—. Ya está por comenzar.

—¿Podrías explicarme como funciona? —pregunté a Micaela.

—Claro que sí —sonrió y se dispuso a explicarme todo—. En principio se comienza con un sistema de entrenamientos y clasificación.

Asentí y continuó hablando.

—Los entrenamientos libres son tan importantes como las rondas de calificación. Suponen la primera prueba de la moto sobre el circuito, un momento por el que el equipo se lleva preparando prácticamente un año.

—Wow, es mucho tiempo.

—Si, pero es necesario —expresa—. Además toda esa planificación que lleva tanto tiempo, puede irse al traste si se produce algún cambio de reglamentación referente a la pista. Por ello, los equipos deben estar siempre muy alerta y preparados para lo que sea.

La escuchaba atentamente mientras explicaba. 
  
—Algunas veces, es habitual que el piloto reciba datos de la pista por parte de sus mecánicos, que sugerirá la realización de tramos más largos o cortos en función de aquellos aspectos que deseen probar o mejorar —explicó.

>>Puede decirse que los entrenamientos libres son un primer test para medir las posibilidades de la moto durante todo el fin de semana de competición —sonrió—,  ¿entiendes?

Era mucha información para asimilar, pero intentaba esforzarme. En verdad, me interesaba saber como funcionaba el mundo de ese tipo de carreras, para así conocer de alguna manera un poco más a Jerónimo.

—Voy de a poco pero continúa — sonreí.

—La Moto GP no solo constituye un deporte muy atractivo de ver, sino que también es una de las disciplinas más emocionantes a la hora de apostar.

—¿Tu apuestas? —pregunté con curiosidad.

—Nah, yo solo vengo a apoyar a mi amigo —movió sus manos restándole importancia y continuó hablando—. Para formar la parrilla de salida los pilotos realizan dos sesiones clasificatorias que determinan la posición inicial de cada uno en la carrera. Es un modelo de clasificación inspirado en el de la Fórmula Uno.

—Los entrenamientos libres comienzan el viernes y se extienden hasta el sábado —habló Iris a mi lado.

Si podía guardar información sobre civilizaciones antiguas o como surgieron los primeros homínidos, podría aprender toda la información que me estaba dando Micaela.

—Exacto —expresó Micaela—. Cada fin de semana de competición en Moto GP abarca tres días: viernes y sábado para entrenamientos libres, domingo para calentamiento y Gran Premio.

—¿Tú también sabes mucho de esto? —pregunté a Iris.

—Claro, mi hermana habla mucho de eso así que pues aprendí por ella —expresó observando a Micaela—. Los diez pilotos que consiguen las vueltas más rápidas en las tres primeras sesiones de entrenamientos libres pasan automáticamente a la Q2.

—¿A la qué? —pregunté.

—Es la ronda de clasificación principal, donde se decide la formación de las cuatro primeras líneas de salida de la carrera —dijo Iris.

Debería haber anotado toda esa información...

—Además —agregó—, los trece corredores que no consiguen tiempo para la Q2 pasan a la Q1, en la que se lucha por los puestos de salida que van desde la quinta línea hasta la última.

—¿Entiendes? —preguntó Micaela.

—Bien, algo entendí.

Eso esperaba, porque estaba segura que ellas podían oir como lps engranajes de mi cerebro trabajaban para asimilar la información que había recibido.

—Tranquila, te enseñaré todo lo necesario —expresó Micaela.

—Gracias —sonreí

Continuamos viendo la carrera, atentas a lo que sucedía, estaba por llegar a su fin y Jerónimo se encontraba entre los primeros lugares, solo faltaban unas vueltas más. Oía como el relator de la carrera gritaba eufórico el nombre de Jerónimo.

—El gran Jerónimo Cromwell, está cerca de ganar, ¿logrará consagrarse en este campeonato? ¿llevará otro trofeo a su hogar? pues yo creo que sí —hablaba el locutor.

Nos pusimos de pie cuando quedaba la última vuelta y Jerónimo llevaba la delantera, pero otro competidor iba muy cerca de él. Sin embargo logró sacar ventaja por pocos centímetros llegando al final del camino, pasando en primer lugar.

Comencé a gritar eufórica con mis amigas cuando vimos que Jerónimo había ganado la carrera, estaba feliz por él, era muy bueno en lo que hacía.

Bajó de su motocicleta, quitó su casco y todo el equipo comenzó a correr hacia él levantándolo del suelo gritando alegres por su victoria. En un momento Jerónimo giró hacia nosotras y arrojó un beso hacia mi, yo solo sonreí y fingí atraparlo. 

Definitivamente ese hombre me hacía feliz, estaba enamoradísima de él aunque aún no todavía no me sentía segura de decirlo.

Luego de la carrera no volví a verlo ya que tenía unas conferencias de prensa y algunas reuniones con su equipo, pero prometió que cenaremos.

                                                                   ❀❀❀

Estaba concentrada en mi trabajo, cuando una idea llegó a mi mente. La cuál incluía a Jerónimo, por lo tanto tomé mi móvil y comencé a escribir un mensaje.

Sophia: ¿Estás libre esta noche?

Lo envié y dejé el móvil sobre mi escritorio mientras continúaba trabajando en mi ordenador. 

Pensaba invitarlo a cenar, ya que aún no conocía el lugar que comparto con mi mejor amiga y sentía que me gustaría que lo conociese. 

Me gustaba pasar tiempo con él, aunque estaba tratando de ocultar mis sentimientos por él. No quería salir lastimada, pero suponía que había llegado el momento de decirlo.

El sonido de mi móvil me sacó de mis pensamientos.

Sexi corredor: Depende, ¿qué tienes en mente?

Sophia: Cenamos, tú y yo en mi apartamento.

Sexi corredor: ¿Cocinarás para mi preciosa?

Sophia: Por supuesto guapo, puedo hacer magia con mis manos.

 
Sexi corredor: No puedo negarlo.

Sexi corredor: ¿Solo tú y yo?

Sophia: Quizás también Renata. ¿No será problema no?

Sexi corredor: Por mi esta bien preciosa, además aun tengo que sumar puntos con ella.

Sophia: De acuerdo.

 
Sexi corredor: Te veo mas tarde preciosa.

Sophia: Estaré esperandote.

❀❀❀

Preparaba la cena cuando Renata hizo acto de presencia en nuestro piso.

—¿Que estamos festejando para que cocines? —interrogó observando todo.

—No hace falta festejar algo pero he invitado a Jerónimo a cenar. ¿Te quedarás?

—Claro que sí, amo tus comidas. Iré a ducharme.

—De acuerdo.

Terminaba de preparar la mesa, colocando todo en su lugar esperando que llegara Jerónimo, cuando Renata salió de su habitación ya lista.
 
—Se ve increíble —expresó observando la mesa—. Abriré una botella.

—De acuerdo pero yo no beberé —resalté recordando mi última borrachera.

No quería que Jerónimo volviera a verme en esa situación bochornosa, aún seguía sin entender cómo es que no ha salido huyendo.

—¿Por qué? —preguntó curiosa.

—Porque aún no me olvido de lo que sucedió en casa de Jerónimo.

—Oye ese día fue increíble, además los tres estábamos ebrios.

—Si, pero a ti no tuvieron que cargarte porque no podías mantenerte de pie.

Cafa vez que recordaba eso, deseaba que la tierra me tragara. Nunca había pasado por una situación tan vergonzosa como esa.

—Sabes que Jerónimo te cargaría con gusto todas las veces que sean necesarias —replicó.

—Lo se, pero me avergüenzo.

Terminé los ultimos detalles y observé mi trabajo. Había quedado perfecto.

—No te avergüences de algo normal.

—Está bien —suspiré—,tienes razón.

—Excelente, abriré una botella, mientras esperamos que llegue.

Asentí no muy convencida y me dirigí hacia el sofa. Podría beber una sola copa, con moderación.

—¿Estás enamorada? —preguntó de repente.

—Vaya, esa es una pregunta demasiado directa.

—Responde —ordenó.

—Yo... —tomé aire antes de responder.
 
El timbre del apartamento interrumpió lo que estaba por decir. Me levanté del sofá y me dirigí hacia la puerta, abrí y un jerónimo sonriente se manifestó frente a mi.

—Hola preciosa.

—Hola guapo.

Se acercó a mí y me besó.

—Traje algo para beber —sonrió.

—De acuerdo, pasa adelante.

—Hola demente —saludó a Renata.

—Hola idiota.

Si, ellos solían saludarse de esa extraña manera, eran raros y especiales, pero me agrada que se llevaran bien y fueran amigos.

¿A quién no le gustaría que su mejor amiga y su chico se agraden?
A mi me encantaba.

❀❀❀

 
La cena que había preparado estaba deliciosa. Jerónimo reía de un comentario de Renata mientras abría la segunda o tercera botella.
Ya había perdido la cuenta y sentía que eso iba va a terminar conmigo sin poder pararme sola como la última vez.

Luego de varias botellas ya me sentía mareada, no lograba entender de que reíamos, mi mente ya estaba perdida.

Estaba a punto de decir algo, pero algo me detuvo. Me puse de pie rápidamente y me dirigí al cuarto de baño corriendo.

Me arrodille en el suelo frente al escusado y comencé a expulsar todo de mi estómago, Renata entró y me tomó del cabello para no ensuciarme. 

Luego de expulsar todo me ayudó a ponerme de pié mientras hablaba con Jerónimo.

—Deberíamos hacer que se de un baño —eso me pareció escuchar.

—¿Tú puedes sola? — preguntó Jerónimo a Renata.

—Si. Si te necesito te llamaré.

Comenzó a quitarme la ropa y me metió en la ducha bajo el agua, no lograba mantenerme de pie así que me senté en el suelo, estuve varios minutos sentada hasta que Renata llego y me puse de pie como pude. Salí de la ducha con su ayuda, comenzó a secar mi cuerpo suavemente y luego me vistió, colocándome unas bragas y un vestido para dormir.

No me avergonzaba que me vea desnuda aunque mucho no podía decir. 

Llamó a Jerónimo y este me cargó en sus brazos llevándome hacia mi habitación, me dejó en la cama y me cubrió con mantas.

Me quedé dormida no sé por cuánto tiempo, cuando desperté vi que estaba sola en mi habitación y me puse de pie, me dirigí hacia la sala donde se escuchaban voces.
Renata y jerónimo hablaban y seguían bebiendo.

—¿Qué haces?, deberías dormir cariño —expresó Renata preocupada acercándose a mi.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Jerónimo.

—Me duele la cabeza —murmuré.

—Ve a dormir, ¿quieres que te acompañe?

—Si —respondí.

Jerónimo me acompañó a la habitación, me metí en la cama y él se sentó a mi lado, cuando se puso de pie dispuesto a irse lo tomé de la muñeca.
 
—Quédate conmigo —murmuré con los ojos cerrados.

—De acuerdo preciosa me quedaré contigo.

Se acostó a mi lado y me rodeó con sus brazos, apoyé mi cabeza en su pecho y respire su perfume.

—Te quiero murmuré.

—Y yo a ti preciosa, nunca lo dudes —dijo.

Dejó un suave beso en mi mejilla y eso fue lo último que sucedió hasta que desperté la mañana siguiente sola en mi habitación.

Continue Reading

You'll Also Like

189K 13.3K 37
«Seamos amigos» recuerdo sus palabras a los cinco años y sí, en ese momento comenzó nuestra tonta relación infantil, que con los años solo se fue per...
132K 6.9K 54
"Proceso de escritura" Alex Styles, presionado por su desconsiderado manager, estaba desesperado por encontrar un nuevo sonido para su regreso al mun...
1M 29.4K 32
Cuando las personas que más amas, te rompen, es difícil volver a unir esos pedazos. Victoria Brown, creía que cuando amas, la brecha para perderte a...
1.2M 58.5K 53
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...