Yizhan.

By MichiLugo

34.1K 7.5K 6.7K

- Para tí ¿Que es Yizhan? - Un nombre. - ¿Y si te dijera que más que un nombre, son dos, que incluso existe u... More

Prólogo.
Promesa.
Feroz.
Deuda.
Destinados.
Desde aquel balcón.
Mi Corazón es Tuyo.
Solo Mio.
Promesa Rota.
Unión.
Nuestra Noche.
Esa Flor.
Convivencia
Armonía.
Lucharé por ti.
Confabulación.
Cautiverio.
Nuestras Almas Gemelas, Nuestros Grandes Amores.
Inesperada Confesión.
El Pequeño Príncipe.
Castigo.
Paseo.
Tristeza.
Confesión.
El Cachorro del León.
Batalla.
En el frente.
Sorpresas.
Sol y Luna.
Una luna travieza.
Cambio.
Una Peonia Oscura.
Resentimiento.
Peonía negra.
Un amor que provoca enojo.
Cuando el peligro acecha.
Una gran lealtad.
Calma antes de la tormenta.
Preludio.
El desastre se aproxima.
¿Un adios o un hasta luego?
El caos se avecina.
El dolor de la traición.

Una Vida Pacífica.

869 190 292
By MichiLugo









Por los jardines del palacio del sur un par de omegas caminaba lentamente por el pequeño camino que conducía a un pequeño bosque de cerezos. Él con un porte elegante y distinguido, destilando hermosura, ella de pasos lentos pero refinados al igual que cada uno de sus gestos, de gran belleza y mirada gentil.

Parecían dos personas las cuales a pesar de estar en diferentes extremos de la línea, podían tener más similitud de la que muchos imaginaban. Ambos llevaban un buen rato caminando en silencio, observando las distintas flores que embellecian aquel palacio, flores que habían sido plantadas por la misma emperatriz.

Cuando se internaron en el pequeño bosque de cerezos, la emperatriz finalmente detuvo sus pasos. Elevó su mirada hacia el árbol que tenía en frente y suspiró, su mirada era serena pero también reflejaba tristeza.

- Siempre que quiero estar a solas vengo aquí.- LianHua seguía observando las hojas del cerezo moverse con la brisa.

- Es un lugar muy lindo.- Miró a su alrededor.

- Estos árboles fueron plantados por el abuelo del emperador.- Sonrió con suavidad.- A su esposa, la emperatriz le gustaban los cerezos.

La emperatriz se sorprendió cuando en un movimiento repentino la persona que estaba a su lado colocó nuevamente su rodilla sobre el suelo y cabizbajo recitó las siguientes palabras.

- Lo siento su majestad.

- ¿Que haces?.- Lo tomó de los hombros.- Te dije que no debes hacer eso.

- Quiero hacerlo.- Levantó la mirada.- Debo hacerlo.

- ¿Por qué?.- Estaba desconcertada.

- Necesito disculparme por lastimarla, por haber venido hasta aquí y haberle arrebatado su paz.

- No digas tonterías.- Tiró de sus hombros con suavidad para que se levantara.

- Se que quizás para usted soy solo un intruso.- Sonrió con la mirada baja.- De hecho...lo soy.- Negó.- Pero no pude contenerme, no pude dejarlo ir.

- ¿Puedo llamarte por tu nombre?

- Por supuesto.- Asintió.

- Zhan...- Se giró y caminó hacia el pequeño asiento debajo de uno de los cerezos.- Me gustaría ser sincera contigo.- Se sentó.

- Por favor, la escucho.- Caminó hacia ella.

- Se que la petición que le hice al emperador fue injusta. Se que fui muy egoísta, sobre todo cuando el emperador permitió a mi destinado entrar a palacio pero ¿Sabes?.- Sonrió.- Aunque en ese tiempo el tenía permitido entrar a palacio e incluso estuvo a mi lado como uno de mis guardias...- Negó.- Nunca defraude a su majestad.- Bajó la mirada.- Ni siquiera una vez dejé que se me acercara o me viera como a cualquier mujer porque ya tenía un esposo que me había elegido y entendía que debía serle fiel.- Sonrió suavemente.- ¿Me dolía? Si...incluso a él le dolía pero ambos estábamos satisfechos con solo vernos y estar cerca, solo eso.

- Su Majestad ha sido fiel en todo momento.- Se sentó a su lado.- ¿Alguna vez le contó esto al emperador?

- No.- Sonrió.- Creí que no había necesidad, creí que él lo entendería pero hace poco cuando discutimos y tocó aquel tema me di cuenta que siempre ha pensado que yo estuve con Jiang.

- Su majestad, sobre nosotros...

- Hoy te doy la bienvenida al palacio.- Lo interrumpió.- Incluso te doy la bienvenida como Rey Consorte y te reconozco como el segundo esposo de mi emperador.- Se giró para verlo a los ojos.- Solo espero que puedas comprenderme si en algún momento me vuelvo distante, me aislo o incluso te evito.- Sus ojos se llenaron de lágrimas.- Para mí no es fácil tener que ver a mi esposo, mi compañero, en brazos de otra persona, aún así sea a su destinado.- Suspiró.- Pero quiero que sepas que no te odio. No puedo hacerlo.- Negó.- Eres quien desde un principio debía estar al lado de mi emp...- Hizo una pausa y sonrió con tristeza.- Del emperador.

- Majestad.- Tomó su mano.- ¿Sabe por qué quería platicar con usted?

- Supongo que era para disculparte.- Negó.- Te dije que no era necesario.

- Si, era para disculparme pero también quería decirle algo más.- Le sonrió.- Me gustaría que cuando decida aceptarme...me vea como un aliado más.

- ¿Qué?.- Se sorprendió.

- No vine aquí a competir, no vine a robar lo que es suyo por derecho.- Con su pulgar acarició suavemente la mano de la joven.- Solo vine a ser feliz, a estar junto a mi persona. No quiero formar una disputa, mucho menos una guerra entre ambos, siento que eso es algo innecesario. ¿Sabía que mi madre una vez fue concubina?

- Lo sé.- Asintió.

- Se muy bien lo que eso conlleva. Entiendo perfectamente las normas. No tiene que preocuparse por nada.- Negó.- No soy una amenaza para usted, soy un súbdito y puedo prometerle en este día que jamás representare algún tipo de amenaza para usted.

- En verdad eres tan excepcional como dicen.- Sorbio su nariz.- ¿Esperas que seamos amigos? ¿Dos personas que comparten el amor de un hombre?

- Si no me puede ver como su amigo, entonces veame como su súbdito. Aquel que estaría dispuesto no sólo a protegerla sino también al pequeño príncipe.

- ¿Por qué eres así?.- Una lagrima rodó por su mejilla.- ¿No se supone que deberías odiarme?

- ¿Por qué debería de hacerlo?.- Levantó su mano y limpió la lagrima de forma delicada.- Ya se lo dije, no estoy aquí para competir. Solo estoy aquí para ser feliz junto a mi destinado.

- Dame tiempo.- Bajó la mirada.

- ¿Como?.- Sonrió con suavidad.

- Solo dame tiempo de asimilar las cosas. Ten un poco de paciencia.- Asintió.- Mientras tanto...te doy mi palabra de que por mi parte tendrás una vida pacífica. Aunque no lo creas el emperador significa mucho para mí y le di mi palabra.

- Puedo esperar todo el tiempo que desee.- Ambos se sonrieron.

..........

El palacio que le había sido otorgado al nuevo Rey Consorte tenía una decoración exquisita. El emperador se había encargado de que aquel lugar tuviera un aspecto similar al antiguo Palacio de su esposo, quería que este siempre se sintiera como en casa.

Sus jardines eran enormes, con una gran variedad de flores y una hermosa laguna en medio donde una cantidad de grullas tomaban sus baños alegremente. Las doncellas y los eunucos del lugar sabían ya sobre cada uno de los gustos y rutinas de su rey así que no fue difícil para ellos cuidar de él.

Shaham había regresado al palacio de su amo dejándolo atrás. Ya que este se encontraba reunido con los miembros de su nueva familia, entendió que aquel no era el lugar en el que debía estar.

Llevaba algunos días allí por lo que para él fue un tanto difícil adaptarse a la gran cantidad de doncellas y eunucos que aparecían de repente en cualquier lado, merodeandolo y curioseando como si fueran pequeños y molestos animalitos.

En Liang todos lo conocían por lo que siempre se mantenían alejados de él. Querían evitar que este le gruñera como era de costumbre por lo cual siempre le daban su espacio y no lo molestaban pero ahora en Yang, tenía que lidiar con una nueva situación.

Por alguna razón el alfa persa se había vuelto objetivo tanto de doncellas como de eunucos que siempre lo perseguían a escondidas o lo observaban fijamente. Era una situación bastante molesta, no importaba si terminaba gruñendoles para asustarlos, esto al final siempre tendría un resultado diferente pues más que asustarse los demás se sentía fascinados.

Aunque había decidido no retirar su máscara, los demás lo consideraban un hombre bastante apuesto y exótico. Sin desearlo, Shaham se había vuelto una de las más grandes atracciones del palacio ya que todos eran cautivados por el alfa persa de mirada asesina.

- ¡Tú!.- El eunuco del emperador corrió tras él.

- ¿Tú de nuevo?.- Arqueo una ceja.

- Debes venir conmigo.

- ¿Quién lo dice?

- Es una orden del emperador.- Lo examinó con su mirada y con una mirada de desagrado.- Hay que cambiar tu aspecto.

- ¿Que aspecto?.-Frunció el ceño.

- Se te ha asignado nuevas vestimentas. Ya no tendrás que vestir como un...salvaje.- Retrocedió cuando escuchó al alfa gruñir.

- ¿Te quieres morir?.

- ¿Crees que quiero hacer eso?.- Hizo una mueca.- Ahora eres el hombre de confianza del Rey Consorte por lo que debes vestirte adecuadamente.

-.....

- También debemos hacer algo con ese pelo.

- No te atrevas...- Gruñó.- Solo la ropa, si alguien se atreve a tocarme el pelo...se muere.

- ¿Todo lo tuyo es con amenazas de muerte?

- Si.

- Todo un salvaje.

- No pruebes mi paciencia.- Deslizó su espada mostrando solo la mitad.- Hace mucho que no le rebano la lengua a alguien.

- Va...vamos.- Se alejó a toda prisa.-Vamos a prepararte antes.

- Maldito cobarde.- Sonrió con frialdad al ver cómo el eunuco prácticamente corría.

...........

- Emperador ¿Que sucede?.- Zhan se sentía curioso.

- Mi madre quiere ver la marca en tu clavícula.

- ¡Oh!.- Le dio una mirada a la emperatriz madre quien le sonreia.- De acuerdo.

- Solo quiero corroborar algo.- La emperatriz madre se acercó al omega.- ¿Podrías descubrirte?

- Antes no pensé mucho en ello pero ahora me siento preocupado.- Sé descubrió mostrando su clavícula, ahora la marca se veía más clara.

- ¡Oh cielos!.- La emperatriz madre llevó sus manos a su boca.

- ¿Que sucede madre?.- Yibo se preocupó.

- Cachorro ¿No reconoces esa marca?

- Parece una flor.- Yibo la vio finamente.

- Es una peonia.

- Ahora que lo veo.- Yibo agrandó sus ojos.- Es muy similar a la que antes llevabas madre.

- Claro que lo es.- Sonrió.- Es la marca real. La marca que solo los alfas de sangre real pueden dejar en sus omegas.- Se giró y tomó las manos de su hijo.- ¿Sabes que significa eso?

- Por favor explicame madre.

- Hijo...- Sonrió con emoción.- Te imprimaste de tu esposo. Esa es la marca que lo demuestra. Quiere decir que su vínculo va mucho más allá. No sólo están unidos de forma sentimental, están unidos de cuerpo y alma.- Se acercó a Zhan y tomó su rostro entre sus manos.- Ahora ambos son uno.

- ¿En serio?.- Zhan sonrió con emoción.

- Si...- Su sonrisa se volvió suave.- Eso significa que de ahora en adelante uno no puede estar alejado el otro. Ambos se necesitarán para poder continuar. Y si en dado caso uno de ustedes llegase a fallecer...- Su voz se quebró y sus ojos se llenaron de lágrimas.- Solo si uno de los dos decide romper el vínculo antes puede evitar que ambos se vean afectados pero incluso el rompimiento del vínculo es doloroso.

- Por esa razón mi madre se fue a reclusión.- Yibo rodeo los hombros de su madre con su brazo mientras le hablaba a Zhan quien escuchaba atentamente.- Cuando su lazo se rompió y mi padre murió, sufrió mucho.

- Ustedes sin dudas son una pareja creada desde el cielo.- La emperatriz madre sonrió.

Solo los miembros alfas de la familia real podían otorgarle la peonia a sus omegas por medio a la marca pero esta no era cualquiera marca. Era el símbolo de su completa entrega, de la fusión de dos almas y dos cuerpos, una marca que no todos podían recibir.

Ahora el emperador y su consorte sabían que sin importar que tanto se hubieran rehusado al destino, sus vidas estarían entrelazadas como una sola.

No tenían idea que a partir de ese momento se volverían uno solo, dos personas que compartiarian una misma vida.

- Zhan.- Frotaba suavemente sus pulgares sobre las manos de su omega.- Hay algo que debo decirte.

- ¿Sucede algo? Desde que se fue la madre real has estado inquieto.

- De hecho...- Levantó su mirada hacia el rostro del pelinegro.- Si hay algo.

- Te escucho.- Sonrió.

- Pues...esta noche...- Aclaró su garganta.- Esta noche, debo ir a los aposentos de la emperatriz.

- Entiendo.- Asintió.

- Zhan, yo sólo...- Se preocupó al ver la expresión del omega.- ¿Podrías confiar en mí?

-.....

- ¿Zhan?.- Empezaba a sentirse afligido.

- Lo siento.- Estalló en risas.- Pensaba hacerte sufrir un poco más pero es que tu expresión de cachorro asustado se me hizo muy tierna.- No paraba de reír.

- ¿Como?.- Estaba consternado.

- ¿Acaso crees que te casaste con un niño?.- Tomó el rostro de su alfa entre sus manos.- Sabes de donde vengo, conoces la historia de mis padres ¿Que te hace pensar que no puedo entenderte?

- Acabas de asustarme.- Tiró de él y lo abrazó con fuerzas.- Debes saber que engañar al emperador es un delito.- Cerró sus ojos.- Le prometí a LianHua no dejarla de lado.

- Lo sé.- Besó su hombro.

- Si empiezo a ignorarla no sólo la convertiré en la burla sino que le daré a sus enemigos motivos para atacarla.

- Eso no puede suceder.- Se alejó.- Ella ya ha tenido suficiente sufrimiento como para que las cosas se le compliquen.

- Zhan...- Besó sus labios.- Mi cuerpo, mi corazón, incluso mi mundo te pertenecen ¿Lo sabes?

- Lo sé.- Sonrió.

- Por favor confía en mí, te prometo que no te defraudare.

- Confío en ti.- Sé acercó y besó su nariz.

- Gracias.- Acercó su rostro al hombro de su omega y depositó algunos besos.- No pienses en nada esta noche, no sientas mortificación alguna. Este hombre que te habla es sincero, te habla con el corazón.

- Lo sé.- Lo alejó y luego besó su frente.

- Debo irme.

- De acuerdo.

- Mañana, luego de la audiencia matutina, vendré por ti.- Besó sus manos.- Aún no te he entregado mi obsequio de bodas.

- Lo estaré esperando.

Antes de levantarse de su asiento, el alfa admiró una vez más el hermoso rostro de su omega siendo bañado por la luz de la luna. Desde joven lo había tenido todo, era poseedor de grandes riquezas, de extensas tierras, de un imperio completo pero nada se comparaba a su riqueza más grande y especial, aquel omega que lo veía con la misma emoción.

Se marchó de allí sintiéndose tranquilo, sabiendo que aún estando en camino a los aposentos de su primera esposa, su omega mantendría aquella sonrisa y seguridad. Estaban conectados y de alguna manera pudo sentir la sinceridad y la tranquilidad en el pelinegro.

Así que se marchó a cumplir su deber no sólo como emperador, sino también como esposo.

Por su parte Zhan se quedó sentado en su asiento, recostado con su mirada puesta en el oscuro cielo. Un ligero suspiro escapó de sus labios seguido de una sonrisa, toda su vida había sido alguien seguro, la palabra inseguridad nunca había existido en su vocabulario así que no la agregaría en aquel momento.

Quizás otros lo podían ver como un iluso, como una persona cegada por el amor cuando en realidad sólo era alguien realista y enamorado. Lo que le había dicho a la emperatriz era cierto, no quería competir, no había ido allí a robar nada, solo quería vivir su vida y ser feliz junto a su alfa, solo eso.

- ¿Quieres un poco de vino?.- La voz de Shaham se escuchó a sus espalda.

- Trae una jarra.- Sonrió.- La noche está fresca así que ven a beber conmigo.- Se giró para verlo.- ¿Donde estabas...?.

El joven omega se quedó boquiabierto al divisar al hombre que se encontraba a sus espaldas. De no haber sido por su distintiva máscara anti mordida no lo hubiera podido reconocer.

Llevaba un elegante conjunto negro con patrones del símbolo patrio de Liang el cual estaba representado por un loto, estos estaban bordados cuidadosamente con hilo de plata. Todo en el alfa Persa había sido cambiado, incluso la funda de su espada la cual ahora hacía juego con su vestimenta.

Shaham quien había llegado al palacio de Yang con un aspecto indómito ahora parecía uno de los caballeros reales del palacio. Incluso su pelo se encontraba en mejor condición gracias a la persistencia del molesto eunuco quien lo recogió en una larga cola de caballo y que casi muere ante el intento de recortarla.

Aquel cambio no sólo le daba un aspecto más imponente al alfa persa sino que lo volvía más elegante y atractivo.

- Lo sé.- Me veo ridículo.- Shaham rodó los ojos.

- Te ves endomoniadamente bien.- Se levantó de su asiento.- ¿Ya te viste en el espejo? Luces como todo un alfa digno de ser asediado.- Bromeó.

- Por favor Su majestad.- Rodó los ojos.

- ¡Hey!.-Lo apuntó.

- Lo siento...Zhan.

- Ahora creo que tendré cuidado.- Lo rodeó.- No faltarán los que querrán arrebatarte de mi lado.- Propinó una fuerte nalgada.

- Ni siquiera porque ahora es el Rey piensa comportarse.- Negó.

- Que sea Rey no quiere decir que deje de ser quien soy.- Sonrió.

- Luces muy contento aún sabiendo que tu esposo irá a los aposentos de la emperatriz.

- No tengo porque estar triste.- Tiró de su muñeca para luego sentarse junto a él.- Ahora somos uno.

- Al principio él no me gustaba.- Se quedó viendo hacia la nada.

- ¿Y ahora?

- Me sigue sin gustar.

- Ese es mi chico.- Soltó una carcajada.- Tan sincero como siempre.

-Aún así...si continúa como va...puede que se gane todo mi respeto.

- Eso me gustaría.- Rodeó los hombros del alfa.- Me encantaría que por mi bien, mis dos hombres tengan una buena relación.-Bromeó.

- ¿Voy por el vino?

- Ve por el vino.- Sonrió.-Aún no hemos festejado por mi boda, debo brindar junto a ti.- Golpeó su hombro.- Compañero.

...........

Mientras en uno de los palacios un alfa y un omega compartían el vino bajo la luna entre anecdotas sobre su tierra, en otro palacio, dentro de un silencioso aposento un alfa y una omega se encontraban sobre la cama que habían compartido por tanto tiempo.

Estaban sentados uno frente al otro, él con su túnica semi descubierta, dejando ver su desnudo torso y ella con su delicada ropa de dormir y aquella larga cabellera que caía como negra cascada.

Él se quedó viéndola, cabizbaja, silenciosa e inquieta. Por un momento se llenó de nostalgia y recordó la primera vez que tuvieron su encuentro íntimo, la omega lucia igual de inquieta, igual de hermosa.

Ella por su parte jugueteo con las delicadas sábanas entre sus dedos sin levantar la mirada. Era lo que menos quería hacer pues sentía como los ojos del alfa se clavaban sobre ella.

- LianHua...- Le habló en tono dulce.

- Lo sé...- Antes de que el alfa hablara ella se apresuró.- Se muy bien porque está aquí.- Negó.- No tiene que hacerlo, no es necesario. Se que ni siquiera quiere hacerlo.

- Te prometí que no te iba a dejar de lado.- Trato de tomar su mano pero ella las retiró.

- Lo sé pero no necesita hacer esto.- Su voz se quebró.- Y yo tampoco quiero esto. Ya no quiero obligarlo a nada, no quiero seguir siendo la malvada del cuento.

- No me estás obligando a nada. Eres mi esposa, como tal debo...

- No debe...- Lo interrumpió.- No es necesario.

- ¿Que pasará contigo entonces?

- ¿Sabe?.- Sonrió con tristeza.- Cuando vino a mi y me contó sobre su decisión, me dije a mi misma que odiaría al omega que venía a robarme lo que me pertenecía.- Se mordió el labio y sollozo.- Pero al final...no pude. Porqué en realidad...la verdadera intrusa soy yo.- Cubrió su rostro con sus manos.- Ni siquiera soy su destinada y me convertí en su esposa. ¡Lo siento!.- Rompió en llanto.- ¡Lamento haberle hecho esa petición tan egoísta! En verdad lo siento pero no haga esto, quizás no lo sepa pero eso me lastima más. Me hace sentir que estoy recibiendo limosnas. Usted ha encontrado a su destinado así que ya no tiene que venir hasta mi. Ya no tengo nada que usted necesite. Aceptarlo en mi cama, acostarme con usted, solo me causaría dolor porque se muy bien lo que hay en su corazón y se que yo...

- Suficiente.- Tiró de ella sentando la entre sus piernas y la abrazo.- Soy yo quien debe disculparse por no haber sido un buen esposo, por haber roto mi palabra, por hacerte llorar como ahora cuando lo único que has hecho es darme alegrías. Lo siento mucho LianHua.

- Yo no lo odio emperador.- Lloraba.- No puedo odiarlo, tampoco odio a su esposo. Por favor créame.

- Lo sé.- Depositó un beso en la sien de su esposa.- Se quien eres LianHua ¿Lo olvidas?

- No voy a forzarlo a nada más, no voy a obligarlo a cumplir nada para mí.- Negó.- Así que ya no haga esto, no venga.

- ¿Como puedo dejar de venir?.- Sonrió.- Eres mi primera esposa, mi emperatriz. No quiero que nadie se atreva a burlarse de ti y en caso de que eso suceda se la verán conmigo porque aunque no lo creas, tu para mi eres importante.

- Usted también lo es para mí.- Sé aferró a su cuerpo.- Puedo sobrevivir incluso con migajas que me brinde, solo no me haga a un lado.

- Nunca lo haré.- Tomó su mentón.- ¿Ya no me aceptaras en tus aposantos si decido venir?.- Sonrió al verla negar con la cabeza.- ¿Ni siquiera si quiero venir a dormir? LianHua siempre prepara un té agradable que me hace dormír cómodamente.

- ¿Dormir?.- Se alejó.- ¿Usted vendría algunas veces a dormir aquí?

- También me gustaría venir a platicar con LianHua, así como siempre hemos hecho. Platicar hasta quedarnos dormidos.- Sonrió.- ¿Que dices?

-.....- Bajó la mirada y formó un ligero puchero, cosa que provocó una sonrisa en el alfa.

- Está decidido.- Tiró de ella y la recostó a su lado.- Seguiré visitando los aposentos de LianHua pero solo para dormir. Depositó un beso en su frente.

- Gracias emperador.- Se acurrucó a su lado y cerró sus ojos.- Gracias por no abandonarme.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

La emperatriz le dejó en claro a Zhan que lo reconoció y aceptó como el esposo del emperador, también le expresó lo dolida que se sentía, aún así le aseguró que no le haría las cosas difíciles.

Zhan por igual le expresó que quiere llevar la fiesta en paz, el reconoce que ella es su primera esposa pero sobre todo la emperatriz por lo que él la respeta.

Al final la marca que lleva Zhan representa el vínculo que alfa y omega han creado, un vínculo que no todas las parejas destinadas logran desarrollar.

Yibo estaba dispuesto a seguir llevando su papel de esposo con la emperatriz pero esta no aceptó. En cambio aceptó que cada vez que él quisiera podía ir y hacerle compañía.

Veo que muchas le traen ganas a la emperatriz jajajajaja solo les digo que están odiando a la persona incorrecta, luego no se anden dando golpes de pecho jajajaja

Por cierto, hace poco una lectora me pidió conocer a Shaham o más bien de donde me inspiré para el personaje así que le mostré. Esta vez quiero mostrale a ustedes de donde salió mi inspiración.

Les presento a Yang Cha (Shaham) otra vez puedo escucharte desee aquí Gisela jajaja

Solo imagínenselo más mamado y más salvajito jajajajaja

Gracias por leer.

Continue Reading

You'll Also Like

515K 39K 55
El mundo da un vuelco cuando la primer mujer en la Fórmula 1 se hace presente en el Paddock. Camille Watson, hija del gran piloto de la F1 tendrá que...
6.9M 209K 49
Molly Johnson es una mesera y necesita juntar mucho dinero para salvar a su hermana. Axel Cavelli es un exitoso empresario y necesita una novia por t...
97.8K 12.6K 163
Entra para obtener más información de la historia 💗
1M 53.4K 45
Desde el momento que subí al tren del expreso de Hogwarts y choque con Draco y Blaise mi vida no volvió a ser la misma. Más cuando el sombrero selecc...