PIERRE POV.
"Entonces... ¿Quisieras parar algún día?". Hemma pregunta.
Está parada frente a mí, con el ceño fruncido y con una sonrisa que es más bien una mueca.
Austria de nuevo en Navidad es algo realmente mágico y no me puedo imaginar otro lugar para pasar las fiestas con mi prometida, más que aquí en uno de sus lugares favoritos.
De nuestros lugares favoritos.
"A veces me canso de ya sabes... todo esto". Murmuro. Tanteo bien lo que estoy diciendo, su primer año oficialmente como accionista de Williams ha terminado y no puedo estar más orgulloso de las decisiones que ha tomado.
Se que Hemma ha estado trabajando duro y estaba ansiosa porque por fin pudieramos tener momentos juntos sin interrumpciones ni llamadas a medio sexo.
Se frota la cara con las manos y recorre un poco la cortina permitiendo que la luz de la mañana fría se filtre.
La nieve aún amenaza afuera y los pequeños copos de nieve caen sin cesar avisandonos que es Navidad. Puedo sentir el olor a ponche de frutas, a chocolate caliente y por supuesto a panqueques de Hemma.
"Pero... amor la fórmula 1 es tu vida". Avanza mientras lo dice, estiro mis brazos esperándola en la cama y cuando se monta sobre mi regazo con su suéter holgado gris me fundo en ella abrazándola con fuerza.
"Tu eres mi vida Hemma". Susurro.
Sus manos toman mi rostro y me besa dulcemente sonriendo cada segundo.
"Te amo Pierre Gasly".
Y es verdad, Hemma es mi vida entera. No puedo ni siquiera imaginarme a mi en otro lugar si no es con ella.
"Lo se amor, aparte. No hablo de dejarlo ahora.. ya sabes sería después. Y sería un año como mucho. Solo sería un pequeño punto y aparte".
Sus dedos se funden en mi cabello e inevitablemente llevo mis manos a sus piernas desnudas acariciandolas de arriba a abajo.
"¿Cuándo quieres tomarlo?". Pregunta en un susurro.
"No lo se cariño, tal vez sea una buena idea cuando decidamos tener a una pequeña Hemma".
Sus ojos se abren con sorpresa y se echa para atrás riendo. Luce demasiado relajada, símbolo de que ha descansado.
"¿Y qué pasa si yo quiero a un pequeño Pierre?". Eleva sus cejas mientras se remueve sobre mi.
El calor de la pequeña chimenea, de la misma habitación donde nos quedamos hace dos años, se hace presente. Sigue igual, de la misma manera. Solo que ahora ahí una pequeña fotografía enmarcada de Hemma conmigo en París.
"Me encantaría cariño, pero estaría completamente perdido si tuviéramos a una pequeña. De ojos marrones como los tuyos, con grandes mejillas rosadas y con el cabello ondulado dando órdenes como tu padre".
Hemma vuelve a reír tontamente.
Vuelve a tomar mi rostro entre sus manos y me besa con fuerza entre risas.
"¿Podemos ir practicando no?".
Jadeo y asiento.
Sin mucha dificultad le sacó el suéter y quedo fascinado al verla desnuda frente a mi. Se abalanza a besar mi cuello y río cuando se deja caer en la cama dándose vuelta ofreciéndome una gran vista de su culo.
Me muerdo el labio y lo acarició antes de darle una nalgada, me pongo de rodillas detrás de ella y me inclino aferrándome a su cuello cuando me hundo en ella.
Sus gemidos en voz baja provocan que la excitación crezca en mi.
No tarda mucho en buscar mi mano para entrelazarla con la de ella, el anillo que lleva puesto hace que mi corazón lata con fuerza. Y observo su cuerpo iluminado por el color dorado del fuego, sus labios rosados entreabiertos. Sus grandes ojos entre pestañas observarme con brillo en los ojos. Mi cuerpo se estremece y gimo cuando siento su glorioso orgasmo llegar poco antes que el mio.
Sus manos me buscan y no tarda en acurrucarse en mi pecho mientras tira de las mantas.
"Aún tenemos tiempo de ir al cuarto de lavado". Dice minutos después de quedarnos en silencio.
Mi pene parece volver a activarse y no necesita decírmelo dos veces. Me pongo de pie y me coloco mi pantalón de pijama, cuando volteo Hemma ya ha terminado de ponerse su suéter y agradezco al ver que le cubre el trasero.
Abro la puerta y salgo con cuidado de no despertar a nadie aun.
Las luces del árbol de navidad siguen encendidas y lo acompañan los tantos regalos que esperan ser abiertos.
Me detengo en seco al ver a la abuela de Hemma sentada en uno de los sofás leyendo lo que parece un libro.
"Hola abuela".
Hemma hace su aparición detrás de mi, haciendo que la vista de Marie se pose en su nieta. Una sonrisa pícara se aproxima a formarse en su boca y me abochorno.
"Les dije que era un buen lugar bombones". Dice antes de guiñarnos un ojo y seguir con lo suyo. "Ah... y ¡feliz navidad!".
..
"¿Entonces qué sucederá ahora?".
Charles me pregunta al ver la cara de Hemma quien está acurrucada en mi pecho.
Su ceño se frunce y me encojo de hombros suspirando. Los últimos días han sido bastante difíciles. Hemos estado viajando más de lo normal y Hemma parece estar enfadada por todo.
Lo único que quiere es que vayamos a Mónaco, durmamos en nuestra cama y hagamos picnics en la playa y para ser sincero es también lo que yo quiero.
"Viviremos en Mónaco".
"Pensé que se quedarían en Inglaterra, ya sabes, la fábrica, y todo lo demás". Me dice Charles cruzado de brazos en el marco de la puerta de mi habitación.
Cuidadosamente me separo lentamente del cuerpo de Hemma, seguido de acomodarla cuidadosamente, ella al sentir la ausencia de mi cuerpo instintivamente abraza una almohada y vuelve a caer dormida.
"Vamos". Nos guío a mi mejor amigo y a mi directo al living del departamento de Hemma.
"Entonces, ¿por qué se irán a Monte-Carlo". Pregunta nuevamente, mientras se sienta en el sofá.
"Allá tenemos todo, familia, amigos... es el lugar donde Hemma y yo nos sentimos más en casa". Le explico, dirigiéndome a la cocina, saco unos snacks y los dejo en la mesa de centro, Charles no duda ni un segundo y en un minuto ya tiene una bolsa de papitas abierta.
"Te entiendo". Murmura pensativo con la mirada perdida en algún punto de la mesita de centro.
"¿Tu qué tal?, ¿cómo van las cosas con Norah?".
"Como todas mis relaciones, complicadas e inentendibles". Responde con un suspiro acompañando sus palabras.
"No hablemos de eso, o por lo menos no por ahora. Por favor". Me pide.
"No hay problema". Él siempre ha sido de lo más comprensible conmigo, ahora me toca a mi cumplir ese papel.
"Mejor cuéntame cómo van las cosas con Hemma, ¿qué han platicado?".
"Todo va de maravilla, creo que con seguridad puedo decirte que tengo lo que siempre soñé". Una pequeña sonrisa se esboza en mis labios.
Además de mis sueños como campeón del mundo, como un piloto de fórmula 1, como alguien a quien admirar, siempre estuvo el sueño de encontrar a la persona indicada, con la que me sintiera bien tal y como soy, con alguien que pudiera ser transparente. Y con Hemma encontré a mi otra mitad, creo firmemente en que todo lo que pasamos, haya sido bueno o malo, fue parte de nuestra historia y de los polos que nos unen.
"Amigo, jamás creí verte así, sin ojos para alguna otra mujer, ¡enamorado!". Una risa sale de sus labios, después de reemplazarla por una tierna sonrisa. "No sabes lo feliz y orgulloso que estoy de ti. Te lo digo con toda la honestidad del mundo".
"Es que finalmente he perdido todo el temor que alguna vez tuve a amar libremente, siempre me aterró la idea de enamorarme, por el hecho de salir lastimado. Cuando comenzaba a sentir algo por alguien, rápidamente lo escondía hasta que se perdieran los sentimientos, pero con Hemma sabía que no iba a cagarla, que iba a pelear por su amor así me costara cientos de corazones rotos".
"Y así fue, lo logré". Mi voz amenaza con cortarse, cuando trago saliva siento el gran nudo formado en mi garganta.
"No hablo solo por mi cuando te digo que perdí el miedo a amar, Hemma también tenía un terror a expresar sus sentimientos y me atrevo a decirte que el de ella era más grande que el mío. Con todo lo que tuvo que pasar... pero todo eso la hizo el triple de fuerte". Siento mis mejillas húmedas y pasó una mano por mi rostro para quitarlas.
Elevo la mirada para ver a Charles y veo una gran sonrisa pintada en su rostro, está cruzado de brazos mientras me escucha hablar.
"Me vas a hacer llorar, Pierre Gasly". Habla.
"No sabes lo que desearía tener tu valentía para expresarme. Pero la perdí ya hace mucho tiempo". Murmura desviando su mirada.
"Todo llegará con el tiempo, hermano". Me acerco para dar unas palmadas en su espalda, en intento de subirle los ánimos.
"Tú ya viste todo lo que Hemma y yo tuvimos que pasar para ser lo que somos ahora". Le explico.
"Pero tu no te metiste con alguien con novio". Habla con decepción en su voz.
"Pero si con alguien que ya le había dado una parte de su corazón a alguien más". Lo corrijo.
"Era diferente con Carlos y lo sabes". Suspira y vuelve a hablar sin darme tiempo de responder. "Solo espero que todo salga bien".
"¿De qué hablan?". Estaba a punto de decir algo más, pero la voz adormilada de Hemma se hace presente, provocando que nos giremos para verla.
"De a dónde iremos a comer". Le respondo, levantándome de donde estoy para ir a abrazarla y robarle un beso que acepta de inmediato.
"No se preocupen por mi que yo los dejo solos". Habla mi amigo, tomando su chaqueta, para ponérsela y encaminarse a la puerta.
"¿No te quedas a comer?". Le pregunta Hemma, abrazada a mi torso.
"Quisiera Hemm, pero tengo que verme con alguien en media hora". Le dice en respuesta Charles.
"¿Alguien?". Le pregunto yo.
"Alguien...". Afirma Leclerc.
"Bueno, entonces no te hacemos perder más tiempo". Habla Hemm.
"Nos vemos, cuídense". Se despide de nosotros y sale del departamento.
"Creo que ahora solo somos tú y yo". Murmura Hemma, abrazándome con fuerza.
"Para toda la vida".
....
"¡Hemma para ya!". Gigi bufa molesta al ver la cara de Hemma.
No ha dejado de caminar de un lado a otro desde que pusimos un pie en el hospital, tiene el ceño fruncido y una cara de pocos amigos que solo me hace querer reír por su nerviosismo.
"Cariño ya basta". Le digo poniéndome de pie.
Los enormes ojos de Hemma se posan en mi cuando me acerco a ella, en su boca se forma un puchero y se aferra a mi pecho.
"Seguro solo es un desmayo común no creo que...".
"¡¿QUÉ DEMONIOS ES ESO GEORGE RUSSELL?!".
La tranquilidad de mis palabras se queda pausada cuando George llega acompañado de Lando. El mejor amigo de Hemma sostiene en sus manos un enorme ramo de rosas blancas y Lando está cargando un peluche en forma de elefante con varios globos atados al cuello.
"Yo.. ¡fue idea de Lando!".
"Oh cállate". Gruñe el londinense. "Queríamos ser los primeros en darle al bebé un obsequio".
Daniel esta conteniendo la risa y Gigi parece quererlo matar con la mirada aunque una risita se asoma en su boca. Norah esta sentada en un rincon observando todo con una mueca divertida con el pequeño Jack a un lado. Es increible el crush que el pequeño tiene con la castaña.
"¡No sabremos si habrá bebe!". Grita Hemma.
Las enfermeras nos dan una nueva mirada de advertencia, así que aferro mis brazos a la cintura de Hemma posando mis manos sobre su abdomen y mi quijada sobre su hombro.
"Puedo sentir tu sonrisa de idiota Pierre Gasly". Gruñe.
Una carcajada inevitable sale de mi boca que solo provoca que ella gruña. Al final termina por dejarse caer sobre mi pecho y coloca sus manos sobre las mías.
"Vamos cariño..". Susurro. Sonrío contra su cuello al ver cómo su piel se eriza y aprovecho para dejar varios besos en su cuello. "Sería maravilloso un nuevo bebé".
Ella gimotea en negación.
"¡Pierre y Hemma! ¡Vayanse a un maldito hotel!".
La mirada que Hemma le da a George ante el grito de este me hace reír cuando se encoje y se coloca detrás de Lewis quien ha llegado.
"No es una mala idea un hotel". Murmuro.
"Basta Pierre". Dice.
Se gira entre mis brazos y se pone de puntillas para besar cortamente mis labios. Mi ceño se frunce cuando se aparta y lo comprendo cuando Toto llega hasta nosotros con una sonrisa gigante.
Norah es la primera en dar un gritito y aplaudir. Lewis se abalanza contra el padre de mi chica y George y Lando se apresuran a perderse entre el pasillo mientras que Gigi y Daniel sonríen enternecidos.
La cara de Hemma se transforma pasando por diferentes fases. Desde confusión, decepción, melancolía, miedo. Hasta que por último termina por formarse en sus labios una gran sonrisa que se me contagia de inmediato.
Jack ya está sobre los brazos de su padre y observo con emoción cuando Toto abraza a su hija, Hemma besa varias veces su mejilla mientras susurra lo mucho que lo quiere.
Se gira para observarme y abro los brazos listo para recibirla cuando camina rápidamente hacia mi. Sus labios se sellan contra los míos y suspira encantada después de murmurar.
"Voy a tener un nuevo hermanito".
....
Mi mejor amigo acompañado de George entran uno tras otro. George tiene los ojos rojizos y mi mejor amigo una sonrisa en su rostro que se ensancha al verme. Dejo de verme en el espejo y me giro a observarlos.
"Hermano, Hemma se ve... ¡auch!".
Las palabras de mi mejor amigo quedan suspendidas en el aire ante el golpe del inglés.
"Cierra la boca Leclerc". Refunfuña George. "Él tiene que verla y reaccionar por primera vez. No arruines el momento".
Ruedo los ojos divertido y vuelvo a mirarme en el espejo. Observo el traje color negro que Toto y mi padre me ayudaron a escoger y una sonrisa se esboza en mis labios.
"¿Listo?". Pregunta el británico, viéndome por el espejo.
"Eso creo". Un suspiro de nervios sale de mis labios, tengo una montaña rusa de emociones en este momento, incluso quiero vomitar.
"Vamos, ya es hora". Charles, da un apretón en mi hombro y me sonríe para que finalmente podamos irnos.
La poca gente (o más de la esperada) cercana a nosotros está esperándonos, con la tarde cayendo, con la brisa fresca de Ruan soplando en nuestros rostros y haciendo que mis nervios aumenten cuando observo la pequeña iglesia que hemos escogido con Hemma.
Casarnos frente a Dios fue algo que pensé que no sucedería, ni siquiera lo había pensado hasta que ella fue la que lo sugirió.
Nuestra boda al civil será más tarde, casi entrando la noche. Primero queríamos estar juntos para siempre aquí, queríamos decirnos si acepto.
Por insistencia de Hemma la boda será en el lugar donde nací. Para ser sincero me imaginaba que sería en Mónaco pero cuando ella decidió cambiar el lugar me tomó por sorpresa. Afirmó que su madre iba a estar con ella y con nosotros en cualquier parte.
Así que al final habíamos decidido por Ruan y no por Monte-Carlo.
La iglesia abacial de Saint-Ouen de Rouen se alza frente a mí con su estilo gótico, me da la bienvenida mandando escalofríos por todo mi cuerpo cuando la sonrisa de Toto Wolff se atraviesa en mi campo de visión.
Hemma aun no ha llegado.
"Supongo que esta es la parte donde te tengo que decir hijo y todas esas cosas ¿no?". Me dice.
Su voz suena seria pero la sonrisa no ha abandonado su rostro.
"No creo que eso vaya a ir con nosotros". Digo.
Toto aprieta los labios y al final asiente antes de darme un abrazo que me toma por sorpresa.
"Todos te han agradecido por traer a Hemma de vuelta excepto yo". Carraspea un poco y le echa una mirada a su teléfono que acaba de sonar. "Pero ni siquiera tengo las palabras correctas para decirtelo... se que Hemma cambio poco a poco por ti, por tu ayuda. Así que Pierre Gasly...".
Las manos me sudan en los bolsillos de mi pantalón y trato de tragarme el nudo que se ha formado en mi garganta.
"Estoy tan contento de que seas tu quien ama a Hemma, de que seas tu quien la pone con los pies sobre la tierra pero también quien la desconecta. Estoy seguro de que su amor va a durar toda una vida, va a ser eterno... Bienvenido a la familia Wolff".
Las emociones después de eso fueron demasiadas. El órgano sonando. Daniel emocionado a mi lado susurrándome la suerte que tenía y las ganas de vomitar incrementando al darme cuenta de que no se callaba.
Todo empeoró o mejoró cuando la ví.
No sé si mi jadeo se escuchó por toda la iglesia. No escuche nada más. No vi a ninguna otra persona más que a ella.
Mi atención es 100% para ella.
Su rostro estaba relajado aunque su mirada y su sonrisa titubeante estaban confirmando que estaba igual de nerviosa o incluso más que yo.
Pude ver como apretó con fuerza el agarre en el brazo de Toto y cuando llegó frente a mi.
Pude sentir el aire volver a regresar a mis pulmones.
El vestido blanco se ajustaba perfecto a ella, cada parte de su cuerpo parecía brillar y su sonrisa incomparable me la brindaba solo a mí. Me fue imposible el retenerme a besarla cuando quedó a un lado de mí.
Me daba absolutamente igual lo demás, baje mi rostro y la tome con delicadeza de las mejillas atrayendo su rostro al mío.
Mi corazón golpeó con fuerza y la sensación de estar en un sueño se esfumó cuando con voz segura me dijo.
"Te amaré eternamente Pierre Gasly".
....
Busco con la mirada a Hemma entre el montón de gente mientras los fuegos artificiales siguen iluminando la noche.
Varias personas me golpean en la espalda en felicitación, apenas y les regreso la sonrisa cuando a lo lejos la observo. Esta acompañada de Gigi y de Norah quien esta la observa con preocupación cuando le tiende una botella de agua.
Mi ceño se frunce y de inmediato camino más rápido hasta llegar a su lado.
"¿Está todo bien?". Pregunto. Norah ve de Gigi a Hemma y luego a mi. "¿Qué sucede amor?".
Mis manos se aferran a su rostro y ella gruñe cuando beso su frente.
"Se desmayó". Dice Gigi.
Hemma le da una mirada de advertencia haciendo que la londinense apriete los labios de inmediato.
"De nuevo". Dice esta vez Norah.
"¿De nuevo?". Pregunto extrañado.
El enojo se hace presente al pensar en que tal vez puede no estar comiendo bien.
"Hemma". Mi voz sale con advertencia provocando que ruede los ojos. Se pone de puntillas y besa mis labios antes de tomarme de la mano y obligarme a caminar al box de Mercedes.
"Solo fue un golpe de calor".
"Norah dijo -de nuevo- Hemma". Reprocho.
Sacude la mano restándole importancia y me regala una dulce sonrisa que me tranquiliza solo un poco.
"Llegando a casa iremos al doctor".
Infla sus mejillas y asiente. "Exagerado".
"¿Exagerado?". Digo exasperado.
Hemma alza las manos en el aire deteniéndose de golpe en medio del paddock, sigo con mi overol puesto y ella con su conjunto rosado que la hace lucir preciosa.
"Si, eres un exagerado".
"No voy a dejar que decaigas en algo como lo que vivías cuando empezamos a salir". Digo.
El enojo se vuelve más grande cuando ella se ríe entre dientes y comienza a caminar de nuevo.
Lando pasa a su lado y besa su mejilla sonoramente para después el que lo hace es Carlos. No les presto mucha importancia cuando me saludan.
Mis ojos siguen fijos en la monegasca que está ignorándome buscando no sé que entre la gente.
"¿Sabes si Justin Bieber está por aquí?". Pregunta como si nada. "Quiero tomarme una..".
"Hemma Wolff". Gruño. "Puedes decir que demo...".
"Estoy embarazada".
Oh Dios mio.
Me quedo en blanco.
Estático en mi lugar.
Mirándola como si le fuera a salir una segunda cabeza, mis ojos se desvían de su rostro a su vientre. Eleva sus cejas, infla sus mejillas y después cuando parece reaccionar se echa a reír.
"¿Si me escuchaste no?". Pregunta con diversión. "Estoy embarazada de un bebe". Vuelve a reír colocando ambas manos sobre su abdomen. "¿Pierre?".
Una sonrisa crece en mi boca y me acerco para tomarla de la cintura y pegar mi frente a la suya. Mis manos buscan su abdomen y ella me sonríe con los ojos crispados por las lágrimas.
Mi corazón late acelerado y beso sus labios varias veces antes de levantarla del piso.
Un grito de emoción sale de sus labios y vuelve a besarme esta vez con más fuerza.
Me siento como si me fuera a echar a llorar en cualquier momento mientras Hemma esta viviendo su mejor momento.
"¿Ahora puedes llevarnos a casa? A AMBOS. Para que puedas follar a mami con fuerza contra algo porque estar así me pone... demasiado caliente y verte en ese traje sudado no ayuda en nada".
"Oh por dios Hemma, te amo con todo mi ser". Le digo antes de volver a besarla.
Lo primero que hago en cuanto ponemos un pie en nuestro salón es besarla. Dejo caer las maletas contra el piso y mis manos recorren todo su cuerpo. La lengua me ha hormigueado los últimos dos días para gritarle a todos que Hemma y yo estamos embarazados.
Que tendremos un bebé.
¡Por fin!
Pero por decisiones de ambos decidimos mejor organizar una pequeña ceña para hoy en la noche. El restaurant favorito de Hemma va a ser testigo de las caras de emoción-espero- de sorpresa tal vez de Toto y no puedo esperar a ver las demás.
Empujo la puerta de nuestra habitación y maldigo al sentir el calor sofocante. De mala gana me separo de ella quien tiene el cabello alborotado, los labios hinchados y una mueca de disgusto en sus labios.
Abro la ventana y corro un poco la cortina que deja que entren los rayos del atardecer en Mónaco.
Entonces la observo desde donde estoy.
Sus enormes ojos me analizan y por un momento vuelvo a recordarme que no es un sueño. Que Hemma es mi esposa y que nos pertenecemos ambos.
Que nos amamos.
"Eres, fuiste y seras mi salvación Hemma". Una sonrisa gigante se posa en sus labios y me guiña un ojo con su egocentrismo tan característico.
Sus mejillas se tornan rojas cuando le lanzo un beso y siento mi pene encenderse cuando se saca la blusa seguido de sus shorts.
Un grito de su boca sale cuando la tomo en brazos y ríe contra la mía cuando me abalanzo sobre sus labios. Sus piernas no tardan en enredarse en mi cintura y gime con fuerza cuando la estampo contra la pared.
Que no se pierda la costumbre.
"¿Lo sientes?". Murmuro. Hemma asiente y complacida coloca sus manos sobre mi pecho. Los rayos del sol le dan directo en el rostro y jadeo cuando sus pechos se liberan con facilidad de su sostén. "Ni ganar un campeonato del mundo, ni sacarme la lotería. Se comparan con lo que tu me haces sentir".
"Pierre..". Dice, toma mi rostro entre sus manos y después tira de mi camisa blanca. Ni siquiera me he dado cuenta en qué momento la desabrocho.
Sin mucha dificultad logro hacer sus bragas a un lado y me hundo en ella. Su cabeza se echa hacia atrás y gime con fuerza complacida, dejo una mordida en su barbilla y ríe antes de enderezarse y besar mi boca.
"Te amo Pierre". Susurra. Se muerde su labio inferior y cierro los ojos disfrutando de la sensación.
Disfrutando de lo que Hemma solo ha logrado que sienta.
Abro mi boca para decirle que yo igual la amo pero me quedo en silencio cuando coloca su dedo índice en mi boca.
"Te amo, aquí, ahora, te ame tal vez en otra vida, te amare en la que sigue, te amare por siempre, te amare eternamente".
Vuelvo a besarla con fuerza, siento mis lágrimas mezclarse con el sabor de Hemma y escucho su risita antes de que suba a besar mis mejillas.
"Siempre dejándome sin palabras". Susurro.
"Siempre tú y yo sintiéndonos, cariño...".
FIN.
•••
05/10/2022.
📍Llorando en mi depa de foránea.
No tengo palabras para si quiera comentar algo de lo que sigue. Mi Vianna de 13 años grita internamente al ver que por fin después de un montón de subidas y bajadas está publicando el final de algo tan suyo.
Seguramente mi yo de de ahora está gritando aún con mas fuerza.
Gracias a cada unx de ustedes que han estado presentes, en sus comments, en sus votos o en su versión fantasma les agradezco tanto apoyo y amor.
Hemma y Pierre han sido lo mejor que me ha pasado, fueron mi mayor escape, mi mayor refugio durante más de un año de estar planeando cada detalle de esto.
Han cambiado mi vida para siempre y eso se los agradeceré eternamente...
Ya no se que más poner... AÚN NO ES EL FIN OFICIALMENTE JIJI, AÚN FALTAN LLS EXTRAS ASÍ QUE... tranqui tranqui...
pero aún así, gracias por darme la oportunidad, por creer en Hemma y Pierre.
Nos seguimos leyendo en "Enchante y Trampoline"
Y no se olviden de PRELUDIO.
aaaaaaah
Y les tengo una sorpresa también
Gracias por llegar hasta aquí, lxs tengo siempre en mi corazoncito de pollito...
Lxs amo eternamente...
Su fiel escritora.... Vianna✨