Soñando Contigo

By urantiana63

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Revive la historia de amor entre Can y Sanem, en "Soñando Contigo " More

Cap 1o
2a Parte
3o parte
Cap 2o
2o parte
3a parte
Cap.3o
2a parte
3a parte
Cap. 4o
2a Parte
3a parte
Cap 5o
2a parte.
3a parte
Cap 6o
2o parte
3a parte
Cap 7
2a parte
3a parte
Cap 8o
2a parte
3a parte
Cap 9o
2a parte.
3a parte
Cap 10
2a Parte
3a parte
Cap 11
2a Parte
3a Parte
Cap 12
2a Parte
3a Parte
Cap 13
2a Parte
3a Parte
Cap 14
2a Parte
3a Parte
Cap 15
2a Parte
3a Parte
Cap 16
2a Parte.
Cap 17
2a Parte
Cap 18
2a Parte
Cap 19
2o Parte
3a Parte
Cap 20
2a Parte
3a Parte
Cap 21
2o Parte
3o Parte.
Cap 22
2a Parte
3o Parte
Cap 23
2a Parte
3a Parte
Cap 24
2a Parte
3a Parte
Cap 25
2o Parte
3a Parte
Cap 26
2a Parte
3a Parte.
Cap 27
2a Parte
3a Parte
Cap 28
2a Parte
3a Parte
Cap 29
3a Parte
Cap 30
2a Part
3a Parte
Cap 31
2a Parte
3a Parte
Cap 32
2 Parte
3a Parte
Capítulo 33
2a Parte
3a Parte
Capítulo 34
2a Parte
3a Parte
Capítulo 35
2a Parte

2a Parte

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By urantiana63

Mezquive, llega a la agencia, con un repollo relleno de carne, ante la expectación de todos los empleados, incluso a Geygey, y a la señora Huma, que no creen, lo que está viendo. Mientras que Geygey, que estaba nervioso, y fue ha contárselo a ella. En ese momento, también la señora Huma, se acerca a la puerta de la oficina de él, y al escucharla entra en la oficina, interrumpiendo, la conversación, entre Mezquive, y él. Ambas se presentan con las manos,  y con desprecio. Pero el momento,  que cuando la señora Huma, habló mal de su barrio  Mezquive, furiosa, se levanta para atacarla, sin embargo, Sanem, por mediación de Geygey, entra en la oficina, evitando así, que las dos se enredan con una pelea en la misma oficina con cuatro vasos de te calientes. Después de que la señora Huma, saliera de la oficina, habla con Aylim, diciéndole lo vulgar que era, al llegar con el repollo relleno de carne.
Por otro lado, el plan de que los planes de Sanem, y su hermana, salieron a la perfección, tras la trampa, que les pusieron a ambos, para que se reconocíliaran dejandoles encerrados, en el salón con una cena romántica, que ellas mismas, habían preparado.

-- Están muy callados. Normalmente, mamá hubiera tirado la puerta. --  ella a su hermana.
-- Sí...Está funcionando, verdad?
-- Bueno...Me voy, al trabajo.
-- Está bien. Creo que llamare, a Osman.
-- Y que pasa, con lo mío? Esoy súper estresada.
-- Tranquila, hermana. Iría contigo. Pero sólo han convocado, al equipo creativo.
-- Sí...Es mejor, que no vengas. Ya me voy.
-- Ya me contarás.
--Cuídate.
-- Sí...adiós.

-- Mi niña...mira lo pequeñita que era-- dijo Nihad, al ver la foto.
-- La casa, olía a bebe.
-- Mira, mira.
-- A...y!! Te acuerdas, cuando las niñas se enfadaron, porque empezó ha llover, cuándo no pudimos  ir al campo, y les prometistes, que iríamos cuando saliera el sol, y de repente, salió el sol y fuimos?
-- Sí...Pero Sanem, nos causó un problema, porque no llegamos..
-- Ya...Pero ya era cerca.  Ya era cerca.
-- Jajaja-- rieron al unísono.
-- Ay, mí niña, de ojos azules...
-- Era tan dulce, y tranquila.
-- A...y!! Qué bien, lo pasamos. Nihad...
-- Mezquive...No quiero, que volvamos ha pelear.
-- Yo tampoco, lo quiero. Y a las niñas, les disgustan.
-- Pero, no estuvo bien. Me asustó, mucho cuidado me dijeron, que te sentias mal.
-- Ellas lo hicieron, por nuestro bien. Nos...hemos portado, como niños. Y ellas, cómo adultos.
-- Sí...Es verdad. Jaja.
-- Mez...Mezquive.
-- Mm?
-- Mezquive...
-- Qué, te pasa? Nihad?
-- Me das, un masaje, en la espalda?
-- Te duele la espalda, claro. Eso te pasa, por quédate a dormir, en la tienda.
-- Ay! Me duele.
-- Ven al sofá ...Te voy a dar, un masaje, para que te sientas mejor...
-- Aayy! Aayy! Aayy. Uuyy! Uuyy! Uuyy! Ah...sh...-- se quejó Nihad, al levantarse.

-- Sanem? Hola. -- saludó él.
-- Hola, cariño.
-- Ven...Oye...Estás bien -- dijo él, tirando de ella.
-- Sí, claro, estoy bien.
-- En serio? Estás segura, de que estás bien?, porque, noto...algo nerviosa. Eh? O tienes, la cabeza en otra parte.
-- No lo creo. Ah...No tengo nada. Lo único que pasa, es que estoy cansada.
-- Cansada?? Entonces te voy a dar, un abrazo de oso, y te voy a dar, un abrazo, tan fuerte, que te voy ha mandar, toda mí energía. Mm?
-- Ya llegamos!!-- interrumpió Embre, que llegaba con su madre.
-- Hola??-- saludó la señora Huma.
-- Amm. Buenas tardes-- saludó ella.
-- Buenas tardes-- respondió la saludo, la señora Huma. -- No saludas, a tú madre, mm?-- le preguntó. -- Ah...La verdad es que, ningún, es un lugar más cómodo, que la casa de sus hijos. Es mejor, que un hotel de 5 estrellas.
-- Ni siquiera, nos has preguntado, si puedes quedarte aquí. No eres, bienvenida. -- le dijo, él, con disgusto.
-- Can??-- le dijo ella, para decirle que no siguiera.
-- Tú qué dices, Embre? -- le preguntó.
Ay, no mamá. Te acompaño, a tú habitación.
-- Permiteme--se ofreció, cogiendole el abrigo.
-- La puedes, colgar? Gracias. Ah...derecha, o izquierda? --preguntó la señora Huma, dándole el abrigo,- La izquierda-- respondió Embre. -- No estaba cómoda, en el hotel, y me lo pidió. Qué podía hacer? -- le dijo a su hermano. -- Está bien!! Voy ha dejar, la maleta.
-- Yo abro, cariño-- le dijo ella, cuando sonó el timbre, mientras se ponía la chaqueta de la señora Huma.

-- Hola!!-- saludaron todos, al unísono, menos Aderen, que entró, sin saludar siquiera.
-- Hola, qué tal?
-- Sanem!! Qué bonito abrigo!!-- le dijo Geygey.
-- Hola, a todos...-- saludó ella.
-- Hola, querido.
-- Buenas tardes-- saludó él, a los empleados. -- No tenemos tiempo, que perder. Así que, hay movida.

-- Me gusta, estar aquí.-- dijo Osman.
-- Mm.
-- Te digo, algo? Me dió ilusión, que me hayas llamado.
-- La verdad, es que quería salir. Y también quería dejar solos, un buen rato, a mis padres.
-- Ah...Me utilizas?
-- Claro que no, Osman. Por qué, dices, ésas cosas? No quiero, que te enfades.
-- Pero qué dices? Te estas arrepintiendo, de haber venido?
-- Por qué, debería arrepentirme? No exajeres!
-- Allí estaré. Siempre que me llames.
-- Muy bien.
-- Valla!! A quién, tenemos aquí? A un par de tortolitos! Son Romeo, y Julieta. Voy ha coger, una silla, y los voy a acompañar -- interrumpió Musafer.
-- No hace falta, Musa--le dijo Leyla-- tú siéntate aquí. Yo ya me voy.
-- Yo te iba, a acompañar-- le dijo Osman.
-- Por qué? Vamos ha quedarnos aquí. Así aprovecharemos, para hablar de hombres. Leyla, puede irse, solita.
-- Claro que sí!! Sólo tengo que cruzar, una calle. -- dijo Leyla.
-- Sí...una callecita. Sabe bien, el camino. -- dijo Musafer.
-- Bueno. Pero llámame, cuando llegues-- le dijo Osman.
-- Muy bien. Hasta luego. Adiós.
-- Jajaja, ja.ja? -- rió Musafer, cuando Leyla se marchó. -- qué tal? Qué te parece? Eh...jejeje? Jeje. Ay, Osmancito, amigo mío...parece que esta vez, sí te vas ha salir, con la tuya. -- le dijo Musafer.
-- Cómo qué me voy ha salir, con la mía? -- preguntó, Osman.
-- Me refiero, a que por fin,has enamorado, a Leyla. Empiezas a mirarla a la cara, y poco a poco. Ella está, contigo, y parece que ella, está por el buen camino. Seguro que dentro de poco, le pondras, el anillo, en el dedito. Ya verás. Tú le pondras, el anillito! Jaja. Ya verás, lo que te digo!! Jaja!!
-- Eso crees?-- preguntó Osman.
-- Claro que sí! No es la primera vez, que lo veo. Llevo ya como 30 años, en el sector del amor platónico. Y esto, lo deja claro. Se respira, un ambiente de amor. Leyla, está enamorada de ti...dicho de otra manera, lo lleva, en,lo profundo de su corazón. Pero...?-- También, te diré, una cosa. Si se te ocurre, hacerle daño, a esa chica te arrepentirás--le dijo Musafer, en tono furioso.
-- Hacerles daño? Sólo quiero, hacerla feliz! Hacerla, feliz-- dijo Osman.
-- La felicidad! Estoy contigo. Aunque no deberíamos celebrarlo, con un simple zumo. Vamos ha blindar, esta vez, con algo más fuerte. -- Joven? Dos con lechecitas, por favor? -- le dijo Musafer, al camarero.

-- Mamá? -- dijo Embre, al entrar en la habitación de su madre.
-- Mm??
-- Quieres algo?
-- Pues sí. Respeto.
-- Mamá, tienes razón. Pero, tú sabes, que...mí hermano, reaciona así.
-- Por supuesto, que lo sabía. De echo, esperaba, algo peor. Pero no sabía, que ésa chica, tuviera tanta influencia, en el.
-- Bueno...Lo cierto, es que...mí relación con Can, mejoró gracias a Sanem.
-- Sí...? Entonces, estás de acuerdo,, de que tú hermano, tenga una relación, con esa chica?
-- Al principio, no...Pero, mí hermano..., es muy feliz, con ella. Debemos, respetarlo. Ya sabes, que Can...siempre hace, lo que quiere.
-- Sí. También veo, como me contesta, de mala manera.
-- Creo que es igual de terco, que tú. Tengo que irme, a trabajar. Avísame, si necesitas algo.
-- De acuerdo.

-- Bueno...escuchad. Deberíamos usar, esta estrategia. Entendido? Y necesitamos saber, el progreso, de nuestro rival.
-- Lo único que sabemos, es qué aún, no han empezado la producción-- dijo Aderen.
-- Exacto. Deberíamos saber, cuál será el siguiente paso de fabryk,,como pudo haber desarrollado, un producto nuevo, sin que nadie, se hubiera enterado.  -- dijo él, mientras que ella y Embre, se miraron.
-- Señor Can. Quizás sea la variación, de un producto anterior-- dijo Gollit.
-- Sí...hace tiempo, que no sacan un producto nuevo. Todos han sido, variaciones, del mismo tema. Por eso, me preocupo, de su confianza. -- dijo Aderen.
-- Sanem...Se te ocurre, alguna idea? -- preguntó, él a ella.
-- Ah...bueno...s lo mejor, puede ser la versión de sus perfumes clásicos. Algo...como un perfume nostalgia-- decía ella, mientras que por detrás,  apareció su madre.
-- Más ideas?-- preguntó él.
-- Sabía que fabryk, es un hombre, es muy ambicioso y lo que dice,  no tiene sentido. Así que a deja de decir tonterías..
-- De echo, creo que Sanem, tiene razón-- interrumpió, la señora Huma--pueden que recurran, a un producto clásico,,para que sea, una apuesta estoy segura. Yo llevo usando,  el mismo perfume. Por cierto ...buenas noches. -- dijo la señora Huma.
-- Buenas noches. -- Supongo...que debemos hacer, una nueva previsión. Los colores de moda, de éste eño,..es el coral, y el naranja oscuro. Podría secarse, de una fragancia exótica., de intensas notas florales--dijo Aderen.
-- Ah,,! Podría ser. -- dijo Geygey.
-- Si estáis, tan convencidos, es que se trata, de un perfume de mujer. -- dijo Gollit.
-- Oye, Sanem.
-- Dime Huma?? Ay... perdoneme...dígame...ah...qué necesita? -- le preguntó Sanem, a la señora Huma.
-- Podrías hacerme, un pequeño favor?
-- Claro.
-- No sé, dónde está la cocina. Podrías hacerme, un te, de los tuyos? Son muy famosos.
-- Claro! Enseguida, se lo preparo.
-- Mm. Gracias, querida.
-- Embre, alguna idea? Cómo alguien de fuera, me interesa lo que pienses-- le dijo él, a su hermano.
-- Creo que será...un producto, para...mujer...pero no se me ocurre...nada más-- le respondió.
-- Muchas gracias.

-- Siguea siendo, igual de hermosa. Mira-- le dijo Nihad, a Mezquive.
-- Mira. Tenía,un bonito, el pelo.
-- Mira! Qué bonita, es nuestra niña, con sus pequeños ojitos. Y siempre, reía. Era la alegría, de la casa, y olia...a leche.
-- Mm...En serio?
-- Ay...Québien! Por fín, os habéis reconciliado! Qué alegría! -- interrumpió Leyla, abrazandolos.
-- Oh...Mi niña, bonita.
-- Me alegro mucho.
-- Oye...Yo espero, que hayas cerrado la tienda.
-- La cerró Sanem, papá.
-- Muy bien!
-- Y donde, está? -- preguntó Mezquive, por Sanem.
-- Haciendo horas extras.
-- Ah...otra vez?
-- Ah...Mezquive. Deja a la niña, en paz. No ves, que está trabajando? Y además así, me puedes cuidar.
-- Mm!
-- El masaje, me hace mucho. Y si dieras, eso de las ventosas?
-- Claro que sí. Ahora mismo. -- Hija, trae los vasos de te, y llévate, esto.
-- Sí mamá.
-- Sí, ve.
-- Quieres, los vasos pequeños? Sí..?
-- Sí. De los más pequeños.
-- Sí? Voy.
-- Y también, trae algodón, y un tenedor.-- dijo Mezquive, mientras que Nihad se quejaba. -- Acuéstate, cariño.
-- Primero, trae esa manta.
-- Ay...! Ahora mismo! Le digo, Mezquive, mientras le plantaba dos besos en la cara.
-- Qué alegría, ser querido.

-- Aquí tiene, su te-- le dijo ella, a la señora Huma.
-- Muchas gracias,,querida.
-- Es un placer.
-- Ay...querida! -- Can, espero que...no te moleste, mí presencia, mientras estáis trabajando.
-- No...! Ya he aceptado, que no existes. Así que, no hay, ningún problema. -- Vamos a tomarnos, un descenso. En la cocina, tenéis de todo. Hay, te, café, agua...
-- Mmm! Fenomenal! Qué buena mano tienes, Sanem. A mí, no me gusta el té. Pero éste, te quedó buenísimo! -- le dijo la señora Huma, tras servirle, el té.
-- En serio??
-- Sí.
-- Pues...me alegro mucho. Disfrútelo.-- Can.
-- Mm?
-- El hielo, se está derritiendo. Tú madre, empezó a tratarme mejor.
-- Olvidalo. No creo, que el hielo se derrita. No hace falta. No quiero, que seáis amigas. No te esfuerces, por caerle bien. No confies, en ella. Uno no sabe, lo que puede estar tramando esta vez.
-- Eso crees??
-- Lo sé.
-- Bueno...Es que, pensé, que tú madre, quería estar bien, conmigo, Can. Es una pena.
-- Quiere, que abra? -- preguntó Gollit, al sonar el timbre de la puerta.
-- Por favor, Gollit. -- Sabes que vamos a hacer? Nos encontraremos, en el trabajo. Los perfumes, son tu especialidad, y tienes ideas, maravillosas. De acuerdo -- le dijo él.
-- Hola...!-- interrumpió Yeida.
-- Hola Yeida. Cómo estás? -- le dijo Aderen.
-- Muy bien. Y tú? -- Señora Huma...
-- Qué, demo...-- iba ha decir ella.
-- Si me vas a preguntar, que hace ella aquí? No digas nada. Es que cada vez que aparece, me dices lo mismo, Sanem.
-- Es que, tengo, toda la razón.
-- Qué tal, Yeida? -- le saludó, él.
-- Hola, querido. La señora Huma, me comentó, que...trabajabais  aquí, y me llamó, porque estaba aburrida.
-- Y Yeida, nunca me dice, que no. Siéntate, por favor. Están haciendo, un buen trabajo. Sí...Es la manera, de trabajar, de los jóvenes.

-- Oye? Desde cuando, son amigas? -- le preguntó, Can, a su hermano.
-- Desde, la fiesta. Mamá conoce, al padre de Yeida...y se hicieron amigas.
-- Uuff...

-- Qué sorpresa! -- dijo Yeida.
-- Encantada. -- dijo la señora Huma. 

-- Can...Hemos trabajado mucho, y el equipo, ya está cansado. Debemos dejarlo, por hoy?-- preguntó Aderen.
--Tienes razón. A mí también, se me quitaron las ganas de trabajar. -- Escuchad todos. Estamos cansando, y necesitamos descansar. Muchas gracias a todos. Hicieron un trabajo, magnífico. Se los agradezco, a todos. Buenas noches.-- Excepto tú. No te vayas a ir. Porque tengo muchas cosas que hacer contigo-- le dijo él, mientras que en ese momento, le suena el móvil.
--Dime, Leyla.
-- Leyla? A ver? Sí, es ella--dijo él, sospechando que podría ser fabryk.
-- Se han reconciliado? Qué bien! Sí, que alegría! Está bien, te veo, después. Adiós.
-- Y qué, con tus padres? -- preguntó él.
-- Se recomciliaron!
-- Sabía, que lo harían! Qué bien! Qué alegría, volver a estar juntos. Te preocupas, por nada.
-- Tengo, que...
-- Irte a tú casa.
-- Antes de que...
-- De qué se  haga, más tarde.
-- Así es!!
-- Tú empiezas, las frases, y yo, las termino. Soy muy inteligente. Te llevo, y después, iré a la cabaña.
-- Te quedarás, allí?
-- Mientras que ella, éste aquí, no tengo más remedio.
-- Bien...cómo digas.
-- Ah...Adiós querido-- le dijo la señora Huma.
-- Buenas noches.
-- Can...No hemos hablado nada-- interrumpió Yeida.
-- Mev tengo que ir. Ya es muy tarde.
-- Hijo. Pensé, que podríamos hablar un rato. -- le dijo, la señora Huma.
-- Pues parece, que no.
-- Mm-- dijo Yeida, negando, con la cabeza.
-- Y...quieres algo? --le preguntó, la señora Huma, a Yeida.
-- Por favor, café. -- jajaja.
-- Preparo el café, es buenísimo-- dijo Embre, mientras ellas, reían.

-- Auhhh...ahuuu....Mezquive. -- gritaba Nihad --ah...ah...
-- Mamá? Mamá? -- preguntó ella, al escuchar los gritos de su padre. -- no le pegues! Ah...Mamá?
-- Ah...Qué manos tienes, Mezquive.
-- Eso es
-- Qué susto! -- dijo ella.
-- Te duele?
-- Mucho, cariño.
-- Ven...cariño.
-- Ah...pero bueno, todo está bien. Se arregló, verdad? -- preguntó ella.
-- Sí...
-- Esto duro mucho. Nosotras, ya no sabíamos, nada más que hacer-- dijo Leyla.
-- Ése susto, casi me mata. No hagáis, ese tipo de bromas. -- dijo Mezquive.
-- Sí...No supe, ni como llegué a casa.-- dijo Nihad.
-- No teníamos, otra alternativa-- dijo ella.
-- Fue lo único, que se nos ocurrió-- dijo Leyla.
-- Vamos...reconoced, que funcionó.
-- Sí...es verdad, funcionó. -- dijo Nihad.
-- Ahora vamos a vivir, en paz y armonía-- dijo Mezquive.
-- Sí...porque a partir de ahora...no habrá más secretos, y mentiras.
-- No...nunca más.--dijo Mezquive.
-- Nunca más. Nunca más-- dijo ella. 
-- Qué bien...! Soy muy feliz, de tener esta familia. Doy gracias, por tenerlas. Estoy agradecido.

-- Pues con su permiso, me voy a la casa. Lo pasé, muy bien  -- dijo Yeida, mientras que él, estaba en la cabaña, cogiendo una caja de sus tiempos de niño.
--  Yo tamben. Deberíamos vernos, más seguido-- dijo la señora Huma.
-- Por supuesto, que sí.
-- Tengo que organizar, una cena. Estás invitada. Le diré, a Can, que también venga. Estaremos, todos juntos.
-- Por supuesto. Pero no creo, que Can, quiera venir. Y si lo hace, no estará, solo. Sanem, no se separa de él, ni un instante.
-- Jajaja...bueno. Piensa, que es normal, que lo veas, como una amenaza. Eres una mujer...independiente, guapa, lista, y encantadora.
-- Muchas gracias...Pero él, no piensa eso.
-- El problema es...qué te rendiste, muy pronto.
-- Tal, vez?
-- Bien!! Pues entonces, organizare la cena y te aviso. Confía, en mí.
-- Muy bien. De acuerdo. Nos vemos.
-- Adiós.

-- Mamá?
-- Qué pasa? -- preguntó la señora Huma.
-- Ya se fue, Yeida? -- preguntó Embre.
-- Sí.
-- Puedo ver, que estuvieron hablando...mucho tiempo.
-- Ay..! Sólo te diré, una cosa. Es una mujer, con clase. Ella es, perfecta, para tú hermano.
-- Mamá...está, con Sanem.
-- Mm.
-- Viendo cómo la tratabas, pensé, que la habias aceptado!
-- Lo intenté, Embre. Lo intento.
-- Lo intentas? Lo que intentas, separarlos.
-- No...para nada. Sólo pienso, que Yeida...es la pareja ideal, para Can.
-- Mamá. Deja que Can, elija a quien el quiera. Es cosa, suya.
-- Bueno...escucha. Tú hermano, no piensa con claridad. Está tan cegado, que no se da cuenta de que está con una chica, de barrio. Así que nuestra obligación, es abrirle los ojos, para que no cometa, un grave error.
-- No cuentes, conmigo.
-- A ti...no te parece, que...ésa chica, está ocultando algo?
-- Cómo qué?
-- No lo sé.
-- Estás, obsesionada.
-- En absoluto. Sólo confio, en lo que me dice, mí intuición. Hay algo raro. En serio. Y lo...voy a averiguar. Buenas noches, cariño.
-- Buenas noches.

-- Ah...-- suspiro ella, al entrar en su habitación.
-- Sanem. No pudimos hablar. Cómo te fue, esta noche? Estaba, su madre? -- interrumpió Leyla, preguntando.
-- Sí...estaba.
-- Y te trató, mal?
-- No...no lo hizo. Pero creo...que se lleva muy bien, con Yeida. Estuvo allí, otra vez.
-- No me digas. Seguro, que eso, te molesto. Entiendo, por qué, te pones, de esa manera.
-- Pero no es lo único, que me preocupa. Nos pasamos toda la noche, hablando sobre fabryk, y el nuevo perfume. Yo no podía, hablar. Cómo podría decirle, que ese perfume, era el mío.
-- Honestamente, cuentale, la verdad.
-- No me siento, capaz. No tengo el valor, para decírselo. Y cada día, va de mal en peor, las cosas. Aunque tampoco, quiero estar, mintiendole. Me parece que cometí, un grave error.
-- No digas eso, Sanem. Es lo único, que podías hacer tú. Pudieron, condenar, a Can.
-- Entonces yo, lo ignoro. Entonces,entre, en pánico. Y ahora creo, que cometí un grave error.
-- No pienses, en ésas cosas. Si fabryk, no hubiera retirado los cargos...la empresa, había perdido su reputación, y sus clientes. Seguro, se hubiera hundido. La campaña, de Red-- Mouse, le ha ayudado, a recuperarse. No sólo, salvaste a Can, sino que también, la agencia.
-- Pues espero, que Can, lo entienda, y me perdone. Porque pienso hablar con él, y decirle, la verdad.
-- Muy bien! Bueno...papá y mamá, hicieron las paces. Deberíamos, estar contentas.
-- Sí...tienes razón. Nuestro plan, funcionó bien.
-- Deja, que te ayude.
-- Mm--

-- Sí...Cómo van, los preparativos? No, no, maravilloso. Entonces estarálisto, para cuando lleguemos? De acuerdo, entonces, espero su llamada. Qué tenga, un buen día --dijo él.
-- Buenos días! -- interrumpió Embre.
-- Buen día.
-- Dime...fuiste a la cabaña?
-- Sí...Me voy a quedar allí, hasta que nuestra madre, se vaya.
-- Can...por qué, no hablas con ella? Es nuestra madre.
-- No tengo, nada qué hablar, con ella. Ya lo sabes.
-- Sí, pero...
- Por favor. No hablemos más, de temas desagradables, que sólo nos traen, malos recuerdos.
-- Es un anillo? -- preguntó Embre, al verlo.
-- Luego le pediré a Sanem...que se case conmigo.
-- Crees que es, un buen momento, Can?
-- Claro que es, un buen momento. De echo, es el mejor.
-- Encontré, esta foto, y me hizo pensar.
-- Es una foto, muy bonita.
-- Sí, es muy bonita. Por supuesto.
-- Esta fue, la últimafoto, cómo familia. Mira que felices éramos. Y al final, lo único que nos queda, es dolor, y decepción, Embre. Creía que ése era el precio qué se pagaba, por amor. Hasta que conocí, a Sanem. Gracias a ella, he recuperado las ganas de ser feliz.
-- Me alegro mucho, por ti-- le dijo Embre, abrazandolo. -- tengo mucho trabajo. Nos vemos. Adiós.

-- Leyla, deseame suerte-- le dijo a su hermana.
-- Ojalá, te vaya todo bien. Hablaras aquí mismo, con él?
-- No...prefiero que vayamos fuera. Es un tema, muy delicado. Estoy estresada.
-- Muy bien.
-- Buenos días..!-- interrumpió Embre.
-- Buenos días.
-- Sanem...Quiero que hablemos, de un tema importante...en mí oficina -- le dijo.
-- Ah...sí...por supuesto. Pero puedo, ver a Can primero?
-- Es urgente.
-- Está bien.
-- Vamos.
-- En seguida, voy.
-- Sanem, Sanem-- interrumpió , de pronto él-- no te quites, el abrigo. Dejatelo, puesto. Genial! Qué guapa! Date la vuelta. Te ves, muy guapa. Tenemos, qué iros.
-- Adonde!??
-- Adónde?? Adónde?? Adónde?? Adónde?? Siempre haces, la misma pregunta. Es una sorpresa, y no puedo, decirtelo. Ya...vámonos.
-- Can. ..
-- Y tú, no digas nada...hermanito-- le dijo.
-- Yo..??
-- Can...Tenemos que hablar. Espera.

-- Señor Embre. De qué quería, hablar con Sanem? Es importante? Hay algún problema? Cuentamelo,, quiere?  -- le preguntó Leyla, mientras que Geygey, observaba, con un poco de disimulo.
-- Bien...en mí oficina. Mejor vamos a la cafetería, que está detrás del edificio, sí..? Ve primero -- le dijo, al ver que Geygey, lo observaba.
-- Está bien.

-- Voy a investigar, lo que traman, ésos dos. Por supuesto -- decía Geygey.
-- Ah...buenos días-- interrumpió, la señora Huma.
-- Buenos días, mamá.
-- Me dejaste, sola, en la casa.
-- Pensé, que querías, descansar.
-- No es el momento, de descansar. Hay mucho trabajo. Y mí querida Aylim, me va a ayudar. Mm.
-- Tú querida, Aylim?
-- Mm??
-- Bien!!  Divertiros.
-- Vamos, Aylim?

-- No sale. El señor Embre, no se va. Pues entonces, abortare, la misión-- se dijo Geygey, hasta que sonó su móvil-- Hola? Qué pasó? -- preguntó.
-- Hola Geygey. Cuéntame. Has podido enterarte, de algo más?
-- No...yo...Espera, espera...espera. El señor Embre, sale después de ella.
-- Quién?? A quién, va siguiendo?
--Ha...Berlín, haber. Leyla ha salido un poco antes de la oficina, y el señor Embre, justo después. Pero estoy convencido, de qué no es, una casualidad. Aunque no sé, sí se verán.
-- No lo sabremos, pero tú siguelos, Geygey.
-- Cómo me voy a salir, del trabajo? Cómo? Como?
-- Qué..? Aún sigues,ahí? Te digo, ahora.
-- Sí...voy volando. -- Eh...voy a salir, un momento. Ah...Qué frío hace, ah...qué frío. Adónde, se habrá ido? Ah...qué frío hace! Dónde, se metió? Vaya...el rosa, no combina con mí ropa. Ahí va, el señor Embre.-- dijo, Geygey.

-- Qué pasa? Estoy, muy preocupada.-- le dijo Leyla, a Embre, mientras que Geygey, entró en la cafetería.
-- Ayer, fui a la empresa de Fabryk, y...vi a Sanem, saliendo de ahí. Le dio...su perfume?
-- Sí--asintió Leyla, con la cabeza.
-- Pero, por qué?
-- Para salvar, a Can.

-- Ayham. Pero qué, inoportuna eres-- se dijo Geygey, al sonar el móvil.
-- Sí?
-- Hola Geygey. Qué pasó? -- preguntó Ayham.
-- Cómo qué pasó? Se reunieron, en la cafetería, y estoy observando en secreto, y con siguilo.
-- Ah...! Entonces se reunieron, dónde nadie pueda verlos. Me parece, muy mal. Escucha....necesito que me hagas otro favor. Te lo ruego. Hazlo, por mí. Hay que hacerles, una foto.
-- Entendido Ayham. Se las voy a hacer. De acuerdo? Adiós, chiquita.
-- Bien, gracias.

-- Lo entiendo. Podría habermelo dicho. Por qué, no lo hizo? Hoy...le iba ha pedir...matrimonio.
-- Qué...?? No puedo creerlo.
-- Pero si se entera de esto, se enfadara mucho. Porque confía, en ella.
-- Qué, vamos a hacer?
-- Primero. Llama a Sanem.
-- Bien-- dijo Leyla, buscando el móvil. -- no responde. Le enviaré, un mensaje.
-- Hazlo.

--Haber, lo que dice mí hermano, cuando vea esta foto. Ay, hermano. Te dije, que no cofiaras en ella. Claro que...a lo mejor, no debería enseñarselas. Se pondría, muy triste...ah...  -- dijo Ayham, mirando el móvil.
-- Oye.. Escuchame, sabes cuando será el compromiso? -- le preguntó Aysum, al verla.
-- Qué dice? Musafer, me lo contó todo. Osman y Leyla, se encontraban, muy juntos, esa noche.
-- Yo los vi!! Estaban tomándose, un te juntos.
-- Y qué? Haber? Qué tiene de especial, que beban un te?
-- Bueno...una vez, fui ha tomar un te, con mí marido, y ahora, tenemos tres hijos.
-- Es verdad!! Así empiezan, entiendes?
-- Lo que yo no entiendo, es que por qué, me lo están preguntando?
-- Conocemos, a Osman, y nos preocupamos.
-- Y por eso, que todos nos alegramos!
-- Mm? Deben tener, celos. Aquí hay, mucha envidia.
-- Claro que no. Pero es normal, que tengamos curiosidad. Qué yo veía, a Leyla, con su jefe y como la llevaba yý traía, en su coche. No es así?
-- Que les quede, claro. Mi hermano, y Leyla, son amigos, nada más. Ellos no tienen que. Qué, gente.
-- Si, claro. Cómo no?-- dijo Aysum.
-- Amigos sí. Son amigos. Queda claro. Qué gente. Sino, le preguntas, a Mezquive.

-- Tú quédate en la tienda, si?
-- Sí claro.
-- Yo me voy a ver a Mezquive, haber, qué pasa?

-- Aa...sí no nos hubiéramos reconciliado, la tienda, parecería de un acumulador...
-- Qué tal, vecina..? Jajaja -- interrumpió Aysum, en la tienda.
-- Por mucho que limpie, no me deshago de la basura.-- dijo Mezquive.
-- He venido, a felicitarte, esta vez.
-- Y eso, por qué?
-- No te has, enterado? Hablan de Leyla, y Osman!
-- Ja..!! Qué les pasa?
-- No lo sé! Se comprometieron? Se casan? Tú debes, saberlo mejor. Pero bravo! Qué lista! Cuando el chico, era sólo un carnicero, te daba igual. Pero cómo ahora, es famoso, ha decidido a atraparlo. Jajajajaja.
-- Aysum...Ya verás! Te voy a hacer, pedazos. Te cogeré de la trenza, y te arrastrare, por todo el vecindario, hasta que te quedes, completamente calva.
-- Reconozco que eres mala, pero lista. No quería, qué te enteraras, por el periódico.
-- Aayy...Tú nunca, te quedas, satisfecha -- le dijo Mezquive, dándole con una bayeta.
--..igual no estás enterada. Perro yo, voy a enterarme, de todo. Jajajajaja.
-- Fuera de aquí. Vete. Aayy...No puedo...-- dijo Mezquive, sofocada.

-- Sanem, no contesta. Y tampoco, leyó el mensaje. Tal vez no activó, el sonido-- dijo Leyla.
-- Quieres que llame a Can...ah...pero qué le digo? -- preguntó Embre.
-- Qué necesito hablar con Sanem, urgentemente.
-- Buena idea-- dijo Embre, cogiendo el móvil. -- no tiene, señal.
-- Qué hacemos? -- preguntó Leyla.
-- No lo sé. No sé. No sé.
-- Qué??
-- Anda, vámonos.
-- Adónde?
-- A la cabaña. Tenemos que hablar, con ella. Llamaré, al chófer.
-- Perfecto.
-- Vamos.

"CARNICERÍA GILMAS"
-- Y mí hermano, donde estará? -- se preguntó, Ayham-- dijo algo, antes de irse? -- le preguntó, al ayudante.
-- No...No lo hizo. Llegó y se fue, en seguida.
-- Bueno...entonces voy a llamarlo.
-- Buenos días? -- irrumpió Osman, de repente, y feliz.
-- Ah..? Justamente iba ha llamarte ahora-- le dijo Ayham.
-- Me estaba preparando, para esta noche.
-- Para qué? -- preguntó Ayham.
-- Llevaré a Leyla...a cenar. Reserve en un buen restaurante. Y le compré, esto-- dijo Osman, enseñándole el regalo.-- no te gusta? -- preguntó, a su hermana.
-- No...es muy bonito. Seguro, le gustará.
-- Así es. Se merece, lo mejor. Pero por ahora, bastará.-- Y...cómo van, las cosas? Está muy bien ordenado. Está todo limpio, y arreglado...decía Osman, mientras que Ayham, resoplaba.

-- Ojalá podamos llegar, a tiempo. Los merecen ser felices. Se quieren  mucho-- dijo Leyla.
-- Es verdad, se lo merecen-- dijo Embre, al tiempo que sonaba el móvil. Era Aylim.
-- Debe de estar preocupada. Contestele-- dijo Leyla.
-- Sí dime? -- contestó, al teléfono.
-- Embre. Dónde estás?
-- Estoy ocupado. Dime?
-- De acuerdo. Tú madre, quiere que cenemos los tres, esta noche. Quieres reservar las mesas, tú?
-- Una cena? Yo no quiero, cenar, contigo.
-- Mira Embre. Es una petición, de tú madre.
-- Ahora estoy ocupado, entendido?

"TIENDA DE ABARROTES, LEYLA "
-- Dime mamá-- dijo Leyla.
-- Leyla? Quiero hacerte, una pregunta. Y quiero, qué me digas, la verdad. Oiste? Tienes una relación, con Osman?
-- Ah...Con Osman?
-- Sí, con Osman. Sólo tienes que decir, sí, o no.
-- Pues sí. Tenemos una relación. Estamos saliendo. -- dijo Leyla, mintiendo.
-- Ya hablaremos, esta noche.
-- Esta bien, mamá.
-- Un día, todos me van a matar-- dijo Mezquive.

-- Leyla. -- dijo Embre.
-- Sí, dígame?
-- Qué hay, entre tu, y Osman? -- preguntó Embre, celoso.
-- No es de su incumbencia, señor Embre.
-- Leyla...
-- Escucheme, señor Embre. Ahora, no podemos distraernos, entiende? Lo importante ahora, es hablar con Sanem?
-- Sí...Lo sé. -- Puede ir, más rápido? -- le dijo al chófer.

-- Te iba ha pedir, ah...que vinieramos aquí-- dijo ella.
-- Ah...en serio?
-- Sí...para hablar, con...calma.
-- Con calma? Ya sé, lo que me vas, ha decir. -- dijo él, creyendo que era por lo de su madre.
-- Ya lo sabes?
-- Pero quiero pedirte, qué no te metas.
-- Por favor, Can. Tienes que comprenderme.
-- Sanem...mira. Se que quieres, que lleve bien, con mí madre. Pero no me resulta fácil...entiende. Yo sólo, lo resolvere. No te metas. Por favor. No quiero enfadarme contigo, por ella.
-- Cómo quieras.
-- Bien. Los dos estamos de acuerdo, por ello. Vamos. Por aquí.
-- Can!!-- dijo ella, al ver como estaba adornada la cabaña. -- todo está, hermoso. Qué bien, huelen, éstas flores.
-- Te gustan?
-- Me encanta-- dijo ella, mientras que se abrazaban.
-- Ninguna flor, huele tan bien, cómo tú.
-- Ojalá que siempre, estuviéramos aquí. Sólos. En la naturaleza. Y nadie, más.
-- Y tú, te aburririas, de mí.
-- No, nunca. Por qué, dices eso?
-- Los antiguos egipcios, pensaban que...había una vena, qué...conectaba, el dedo anular, de la mano izquierda, con nuestro corazón.
-- De verdad?
-- Mm? La medicina moderna, demostró que no era así. Pero los dos, llevan sus anillos, en el dedo anular, para sentir profundamente, el amor, en lo mas profundo de sus corazones. -- dijo él, al tiempo que sacaba la caja, con el anillo.
-- Can...-- dijo ella, al verla--Can...la piedra.
-- Sí es...la piedra, de luna. Tú me completas...Y me iluminas.
-- Ah...pero yo...rompí ésta piedra...y me haces, un anillo?
-- Sí-- respondió él-- Sanem. Desde que nos conocemos, me he convertido, en un hombre nuevo. Haciéndome...completamente diferente. Sí, puedo tener miedo. Pero también, sé, qué soy capaz de todo. Me siento ligero, cómo una pluma, y también, fuerte. Y después de conocerte, empecé ha sentir, muchas cosas. Y el corazón, me látigo, con mucha fuerza. Quiero estar, siempre contigo. No quiero volver ha separarme de ti nunca, Sanem. Quieres casarte, conmigo? Aquí es, donde contestas.
-- Can, yo...quisiera decirte que sí. De verdad. Pero...
-- Pero qué? Pero qué, Sanem? Siempre tiene que haber, algún pero. Qué signica, qué quiero decirte, qué sí?
-- Qué no puedo aceptar, Can. Es que...no puedo decirte, qué sí.
-- Me rechazas?
-- No...Can, yo nunca, te rechazaría. Sería imposible, para mí.
-- Pues espero, qué me lo aclares, Sanem. Porque no entiendo, nada.
-- Can. Tengo algo muy importante, qué decirte.
-- Más importante, qué nosotros? Más importante, qué este momento?
-- Pues voy ha decírtelo, ahora mismo. Esto tienes, qué saberlo. Es qué yo...
-- Sanem. Sanem.-- irrumpió Leyla, a tiempo.
-- Leyla??
-- Leyla.
-- Señor Can. Siento interrumpir, este momento. Pero...
-- No...No pasa nada. Pero dime, a qué, veniste?
-- Ea una emergencia. No la encontraba, y por eso, le preguntó al señor Embre.
-- Qué pasa?---preguntó ella, asustada.
-- Mamá, se puso enferma.
-- Qué??
-- No lo sé. Creo que fue, la presión. Me llamamo, y me dijo que fuéramos a casa, ya.
-- OS llevo---se ofreció él.
-- Sí, sí. -- dijo ella.
-- Señor Can. Creo que nuestros padres, han discutido, por lo que dijeron de usted en los periódicos. Mejor qué Sanem, y yo, vayamos solas.
-- Entiendo. Preferís, qué no vaya.
-- El señor Embre, nos espera.
-- Can. Aprovechando que el señor Embre, y Leyla,, me iré, con ellos.
-- Entiendo. Pero por favor, informarme.
-- Por supuesto. Hasta luego.
-- Rápido, vamos-- dijo Leyla.
-- Cómo fue? Qué le pasó? -- preguntaba Leyla, mientras iba tras de su hermana, mientras que él, se quedaba con el anillo en la mano.

-- No lo sé. Ahora, lo averiguamos. Lo único que sé, es que...
-- Cuéntame! Dime algo? Qué le pasó a nuestra madre, llamala y le preguntas, cómo está.
-- Sanem, Sanem. Tranquilizate, y escuchame un segundo. Mamá está bien. No le pasa nada.
-- Cómo que no le pasa nada?
-- Sanem, calmate -- le dijo Embre.
-- Le dijiste a Can, lo de fabryk, y tú acuerdo?
-- No le dije nada. Iba a hacerlo, cuando llegasteis.
-- Uuff -- respirararon aliviados. -- llegamos a tiempo-- dijo Embre.
-- A qué, se refiere?
-- Sanem, lo sé, todo. Te vi salir, de la empresa de Fabryk.
-- E...en serio? Es verdad?
-- Oye Sanem. Ayer no pude, habíar contigo. Así que se lo conté a Leyla, y se nos ocurrió una solución.
-- Pero no quiero, ocultarle nada, a Can. Tuve que darle el perfume a Fabrik. Qué es, lo que quiere? Mentirle otra vez, por su culpa?
-- Por supuesto, qué sí. No hay más remedio, Sanem. Si le cuentas la verdad a mí hermano, jamás volvera a confiar en ti. Y se marchará...para siempre.
-- De verdad?
-- Así es. Dejaría todo atrás, y no volvería. Mi hermano...sólo ha confiado en ti, Sanem. Y no ha querido a nadie, cómo a ti. Dertibaste sus muros, y traspasaste, límites.
-- Pero Can, detesta las mentiras, y los engaños también. Y me está pidiendo, qué le mienta otra vez? Voy ha contárselo todo.
-- Sanem! -- la sujeto, Embre.
-- Espera, por favor-- le dijo Leyla.
-- Pero hermana?
--Tiene razón. Escuchala, por favor. Es verdad, qué he pagado todas las mentiras que le dije? No quiero, qué se lleve, otro disgusto. Esta vez...no escuchará a nadie, y se irá.
-- No puede irse. Qué haría yo, sin él?
-- Encontraremos, una solución.
-- Can me pidió, qué me case con él.
-- Lo sé. Qué le contestaste?
-- Qué no podía, aceptar.
-- Cómo dices? Estás loca?
-- Qué podría hacer, después de tantas mentiras, engaños. Cree que puedo casarme, con él? Me siento, muy culpable. Tengo que contarle la verdad, antes de aceptar.
-- Haz lo que quieras, Sanem. Mi madre a vuelto, y está, muy agobiado. Tomará una decisión, en cualquier momento. Ya lo conoces.
-- Pero no conoce, a la verdadera Sanem.
-- Bueno...vámonos-- dijo Embre, mientras arrancaba el coche, el chófer.
Mientras tanto, él, se quedó en la cabaña, con anillo, y recordando sus palabras.
"No puedo aceptarlo, Can. Es que...no puedo decirte que sí.

-- Nos vamos a quedar, sin trabajo.-- dijo un empleado.
-- Cómo lo sabes?
--Por qué, eres tan pesimista?
-- Nada de chismes. Nada de chismes, aquí-- dijo Geygey.

-- Yo sé, qué no.
-- Yo no lo veo bien.
-- Yo sé, qué el señor Can, y Sanem, nunca se van a entender.
-- Puede ser, qué su relación empeore.
-- Yo veo al frente de la empresa, al señor Embre, en vez, del señor Can.
-- Ah...
-- Podría ser. Podría ser. Pero qué, podríamos hacer nosotros? Ellos son los jefes, verdad?
--Además la señora Huma, quiere más al señor Embre.
-- Quieres saber, por qué?
-- Por qué?
-- Porque cuando el señor Embre, se lo llevó con ella, y al señor Can, lo crió su padre.
-- Ah...si..? Tú crees, qué es por eso?
-- Ah...cállate-- le gritó Geygey-- A trabajar. Ya basta, de chismes. Se les pasa, todo el día, chismeando. Bla, bla,bla, bla.
-- Calmate -- le dijo Gollit.
-- Sólo dices, tonterías. Todo el mundo, susurra por las esquinas. Se las pasa asi, todo el día! Y todo esto es por tú culpa, Gollit-- le gritó Geygey.
-- Yo sólo, analizo la situación. Escuchad, mi teoría. La señora Huma...podría incluso, sustituir a Aderen, y poner a Aylim, en su lugar. Yo lo veo, bastante probable. Sino, el tiempo, lo dirá.
-- Ya basta, Gollit. Tú sabes, todo lo que ocurre en esta agencia. Ya fue suficiente. Basta de chismes. Basta de especulaciones. Qué va a ser, sustituida, por Aylim. A lo mejor, por la que sustituye, a Aderen, es Sanem. Qué os parece? A lo mejor, me ponen a mí, en su lugar. -- le gritó, a Gollit, sin dejar, de hablar al empleado, sin darse cuenta de que Aderen salía de la oficina.
-- Lo siento, qué eres malo...cortó Gollit, la conversación, cuando vió aparecer a Aderen.
-- Ves? Ves como no quieren a Aderen. A ver? Qué te parece? La mujer, es de cartón. O es sólo, un objeto? La mujer es, una ejecuva, con años de experiencia. Crees que es de piedra? Pues no. Ella es libre, cómo una gaviota. Una leona.-- dijo Geygey.
-- Soy real. Soy humana! No soy, artificial. Soy de carne y hueso! -- dijo Aderen.
-- Tienes razón. Tienes toda la razón. Geygey, se volvió loco, otra vez. Estás bien  -- preguntó Gollit, un poco nerviosa.
-- Pues no. Cómo voy a estar bien? Si contigo, a cargo, todos éstos chismes, se convierte esto, en una guardería del mismo lugar. Pero cuando se trata, de este lugar, todos desaparecen. Nadie trabaja. Vamos a trabajar.
-- Tienes razón. Tienes toda la razón -- dijo Gollit.
-- Ya lo sabéis. Todos a trabajar. -- No me mires, de esa manera...Gollit-- le dijo.
-- Qué??
-- Qué no puedo sustituir, yo a Aderen, cuando se vaya, eh? Por qué, no paran tus chismes. Nunca, me lo merezco?

-- Sanem...tranquila, to se arreglará-- le dijo, Embre.
-- No puede sacarme, la cara, de la cabeza. Se le rompió, el corazón-- dijo ella, entre lágrimas.
-- Hermana...es verdad. Sabes que te entiendo. Pero...todo lo que hiciste, fue para defender a Can. No lo olvides nunca. Si quieres, lo puedes llamarlo. Dile que mamá está bien y qué no, se preocupe. Así nos quedaremos, más tranquilos. Anda.

-- Sanem? -- respondió al teléfono.
-- Can? Ya estoy en el vecindario. Llamé, para contarte...que mí madre, está bien. No fue, nada grave.
-- Me alegro.
-- Es que Menahad, es una exagerada. No hace más que, crear problemas. Tú, cómo estás?
-- Bien...bien. Gracias por llamar.
-- No hay, de qué?
-- Dile, qué se recupere. O mejor, no le digas nada. No la altere, más. Hasta luego.
-- Hasta luego. -- Estaba muy serio, conmigo. No puedo, con los problemas.-- les dijo ella.
-- Espero que esto vaya bien, como dices-- le dijo Leyla, Embre, bajandose del coche.-- Sanem? Sanem. Todo se arreglará. Ya verás. No te preocupes.

"Mamá, llamando "
-- Sí, dime madre?-- le respondió al móvil.
-- Embre, dónde estás? Por qué, no has venido?
-- Estoy fuera. Tengo cosas, qué hacer. Can, está ocupado. Nos vemos, esta noche.
--  Bien. Pero trae a tú hermano, a casa, esta noche. Qué no  se quede a dormir, por ahí.
-- Eso es muy difícil. Esta muy molesto. Ja,y por qué? Qué, pasó? Siempre son problemas, y más problemas. Pero esta noche, cenaremos en casa, todos juntos. Y no hay nada que hablar. Voy a llamarlo.
-- Mamá...ha discutido con Sanem. No seas,  que inoportuna.
-- Y por qué? Qué pasó, para haber discutido? Ah...ya sabes, cómo es la clase baja. Debe haberle presionado, con la boda.
-- Pues sí. Fue por la boda. Pero no es, lo que tú crees. Can...le dijo, qué se casara con ella. Pero ella, lo rechazó.
-- Cómo dices? Pero es posible, qué Sanem, haya rechazado a tú hermano? Estoy sorprendida.
-- No lo sé, madre. Lo hablamos, en casa, bien?
--  Bien. Un beso. 
-- Escuché bien? Can le pidió matrimonio, y Sanem, lo rechazó la propuesta?
-- preguntó Aylim.
-- Así es. Eso es lo que pasó.
-- Genial!
-- Sí. Es una respuesta, estupenda. Pero...por qué, lo ha rechazado? Qué raro.
-- Can, sabe.
-- Mm...no. Esa chica, trama algo. Estoy segura. Bueno...me voy a casa. A lo mejor  averiguo algo, de Embre.
-- Me parece bien. Hasta luego.
-- Hasta mañana, cariño.

-- Hola? -- contestó, fabryk, al móvil.
-- Hola fabryk. Tengo buenas noticias, para ti.
-- Mm...te escucho.
-- Pues parece que Sanem, no quiere casarse con Can.
-- Mm...por qué? Habrán, discutido?
-- Hasta donde yo sé, no.
-- Ah...esto no parece, algo normal. Estoy seguro, de que aquí, pasa algo. Se siente  culpable, por haberle mentido, a Can. Quizá por eso...no aceptó.
-- Can, debe de estar devastado, después de esto. Qué excusa, le habrá dado Sanem, para no aceptar?
-- Podría ser, para justificarse. Pero...conociendo a Sanem...no tardará, en decirle toda la verdad, a su amado Can. A mí, me da igual. Seguiremos, con nuestro plan. Quiero que me cuentes todo...sobre la campaña de Red-Mouse.
-- Un momento...fabryk. Estoy intentando, ganarme su confianza. Y hay muchas cosas, que ocultan ellos.
-- Aylim...No tengo tiempo, qué perder. Te traspase, mis acciones, por un único motivo. Entiendes? Entonces, haz lo tengas que hacer, porque quiero, todos los detalles, de esa campaña.

-- Leyla?
-- Qué.
-- Me llama  Can.
-- Genial, estupendo. Te dije, qué todo saldría bien.
-- Bien, vamos. -- Hola? -- preguntó, por el móvil.
-- Hola.  Cómo está, tú madre?
-- Bien. Mu...cho, mejor.
-- Su presión, y lo demás? Todo bien?
-- Sí, si.
-- Entonces perfecto. Tenemos que hablar.
-- Can.
-- Sanem. Me debes una explicación, después de todo lo que ha pasado. De acuerdo? Estoy en camino. Te veo en el puerto, en una hora.
-- Espera, una  explicación. Quiere saber, por qué, no he aceptado casarme, con él,y  quiere, que nos veamos.--  le dijo ella, a su hermana.
-- Muy bien...ve.
-- Pero qué le digo, Leyla?
-- Mm...No lo sé. Hay que pensar, en algo. Al menos, no dijo que no. Ven siéntate.
-- Me preguntará, por qué, no le dije que sí. Por qué, no acepté, casarme con él.

-- Hola chicos. -- Esa es la campaña, para Red-Mouse?-- preguntó Aylim.
-- No. Esta es...para otro cliente. -- respondió, el empleado.
-- Muy bien!!
-- Muchas gracias.

-- Estás trabajando, para la campaña, de Red-- Mouse? -- preguntó Aylim, a otra empleada.
-- No, señorita, Aylim.
-- Hola, qué tal? Esa es la campaña, para Red-Mouse-- preguntó, otra vez.
-- No, señorita Aylim. Es una antigua campaña.
-- Pues te quedó, muy bien.-- Gollit, tienes un segundo? -- preguntó.
-- Sí, señorita Aylim. Sí?
--  Sabes que estás trabajando, en el mayor proyecto, de la historia? Aún no he visto a nadie, con la campaña. Dónde está, los primeros bocetos. Quiero verlos.
-- Es qué...yo no estoy a cargo, de esta campaña. La está llevando, Sanem. Yo no sé, nada de eso.
-- Y dónde están, las preliminares?
-- No lo sé.
--  Bravo, Gollit! Estámos trabajando en el proyecto, más importante, de esta agencia, y nadie sabe nada esto. Qué poca forma, de respeto. Qué poca forma, de trabajar aquí. Les voy ha poner a trabajar. Está claro? -- les chillo, Aylim.
--. -- Sanem, tenía el archivo, en su ordenador. -- dijo una muchacha, sin querer.
-- Chismosa-- le dijo, Gollit.
-- Por fín, alguien me da, una respuesta-- le dijo, Aylim, y la muchacha, se dió cuenta, qué había metido la pata.
-- Ahora. Todos a trabajar! -- les gritó.

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