Una parte de Mi (Libro 1)

By AnbellG

2.9K 831 2.7K

Sophia Williams era una mujer que se sentía completa y feliz con su trabajo, familia y amigos; los cuales era... More

Prólogo
Capítulo I: Fiesta
Capítulo II: Bailando
Capítulo III: La fiesta continúa
Capítulo IV: Unas copas de más
Capítulo V: No volverá a suceder
Capítulo VI: Jordania
Capítulo VII: Jordania (segunda parte)
Capítulo VIII: Rio de janeiro
Capítulo IX: Amigos con derechos
Capítulo X: Un placer conocerte
Capítulo XI: Conversaciones
Capítulo XII: Preguntas
Capítulo XIII: Mamá
Capítulo XIV: Como Hermanas
Capítulo XV: Primera cita
Capítulo XVI: Segunda Cita
Capítulo XVII: Plan Cupido Parte I
capitulo XVIII: Plan Cupido (Parte II)
Capítulo XIX: Masajes
Capítulo XX: Me gusta todo de ti
Capítulo XXII: Mensajes
Capítulo XXIII: Cumpleaños (parte I)
Capítulo XXIV: Cumpleaños (parte II)
Capítulo XXV: Nosotros
Capítulo XXVI: Demasiado Alcohol
Capitulo XXVII: Carreras
Capítulo XXVIII: Amelia
Capítulo XXIX: Dudas
Capítulo XXX: Amigas
Capítulo XXXI: Desconocido
Capitulo XXXII : No puede ser
Capítulo XXXIII: Dolor
Capítulo XXXIV: Tiempo
Capítulo XXXV: Familia
Capitulo XXXVI: Amistad
Capitulo XXXVII: Felices
Capitulo XXXVIII: Una parte de mí
capitulo XXXIX: Seguir Adelante
Capitulo XL: Punto y coma
Epílogo

Capítulo XXI: Karaoke

42 14 61
By AnbellG


Me encontraba recostada sobre el sofá de nuestro apartamento mientras Renata hablaba sobre su día en el trabajo, donde había tenido que lidiar con dos modelos egocéntricas que se pelearon por quien caminaría por la pasarela en primer lugar, a golpes. Comencé a reír de la anécdota mientras ella me observaba como si quisiera matarme.

—Oye no me mires así, es divertido una pelea de divas, admítelo —expresé riendo.

—Si, fue divertido en realidad —comenzó a reír también—. ¡Hubieras visto la cara de una de ellas cuando la otra le arranco las extensiones de cabello!

Estallé en carcajas, hubiese dado lo que sea por ver ese épico momento...

No lograba para de reír, incluso lloraba para ese momento. Hasta que mi móvil sonó anunciando una nueva llamada, lo tomé observando el nombre de "sexi corredor" y atendí.

—Hola preciosa, ¿estás libre? — preguntó Jerónimo. 

—Hola guapo —sonreí mientras Renata me observaba—. En este momento me encuentro con Renata, ¿por qué preguntas?

—Excelente, es noche de karaoke, ¿se unen?

—¿Karaoke? —arrugué mi entrecejo—. No sabía que había un karaoke aquí.

Si me hubiese enterado de su existencia, ya estaría instalada allí, siempre me habían gustado los karaokes.

—Es nuevo el lugar.

—Un momento, preguntaré a Renata —alejé el móvil un  momento para hablar con mi amiga.
 
—Rena, Jerónimo acaba de invitarme a una noche de karaoke, ¿te apetece ir?

—¿Karaoke? —cuestionó—. Claro, me encantaría —respondió alegre.

—De acuerdo —sonreí y volví a hablar con Jerónimo—, iremos.

—Excelente, paso por un ustedes en una hora.

—Claro, te veo pronto.

—Besos preciosa.

Colgó la llamada y sonreí a Renata. 

—Bien hoy conocerás a Jerónimo amiga.

—¡Fantastico! —se puso de pie—. Podré avisarle lo que le sucederá a sus bolas si te lastima.

—Estás loca, ve a arreglarte que vendrá por nosotras en una hora —expresé.

Abrió los ojos de una manera muy exagerada al oír mis palabras.

—¡Pero, eso es poco tiempo! —vociferó.

—Yo sé que puedes hacerlo —la tomé de sus hombros y comencé a empujarla hacia su habitación —. Anda date prisa.

❀❀❀

Había pasado una hora exactamente desde la llamada de Jerónimo, estaba a punto de ir por Renata cuando ella salió a toda prisa de su habitación, ya preparada. Realmente era un logro para ella haberlo hecho en poco tiempo.
 
—¿Pretendes matar a alguien así? —expresé observando su vestimenta. 

Llevaba un leggins de cuero negro que marcaba su figura acompañado de un top con transparencia blanco que no dejaba mucho para la imaginación, junto a un abrigo negro y para finalizar su look, llevaba unos zapatos de tacón extremadamente altos.

Si, se veía sexi, tanto que si jugara para el equipo de mujeres podría lanzarme sobre ella.
 
—Claro que no, ¿ me veo bien? — expresó dando un giro en su lugar. 

—Excelente, super sexi —respondí con una sonrisa en mi rostro—. Bien, Jerónimo está esperando abajo.

—De acuerdo, vamos —expresó tomando su bolso— . Por cierto... ¿tu también pretendes matar a alguien?

—Me veo normal, no exageres.
 
Había decidido vestir una falda color rojo, con medias porque la noche estaba fría, junto con una simple blusa color negro y unas botas cómodas negras también. Realmente mi vestidor contaba con muchas prendas en negro, debía comprar más prendas de color. 

Salimos de nuestro piso y comenzamos a bajar por las escaleras. Llegamos a la puerta del edificio y Renata me detuvo.

—¿Es él? —habló mirando hacia Jerónimo que estaba recostado sobre su auto esperando.

—Es él —sonreí y continué andando.

Me acerqué a Jerónimo con seguridad y dejé un suave beso en su boca.

—Hola preciosa —susurró rozando mis labios.

—Hola guapo—Sonreí.

Un carraspeo nos sacó de nuestra burbuja.
 
—Jero, ella es Renata, mi mejor amiga y compañera de piso —expresé señalando a mi amiga—. Renata él es jerónimo, mí sexi corredor de motos.

Renata extendió su mano hacia él sonriendo.

—Renata Moore muy, Un gusto conocerte al fin, Sophia habla muuuchooo de ti —habló observándome divertida. 

—Jerónimo Cromwell, el gusto es mío Renata —esbozo una sonrisa—. También he oído mucho de ti —expresó tomando su mano y dejando un beso en ella como saludo.

—Eres caballero, un punto a favor—sonrió.

—¿Tengo que sumar puntos con la mejor amiga de mi chica?

Me gustaba mucho que Jerónimo se refiriera a mi como "su chica", aunque no sabía en que punto  nos encontrábamos. No tenía idea si era una relación formal o solo disfrutábamos el momento.
 
—Por supuesto y no será fácil amigo —apuntó un dedo hacia el—. No querrás saber lo que le sucederá a tus bolas si la lastimas ¿o si?

—Haré lo necesario entonces, no quiero perder mis bolas. 

Abrió la puerta trasera para Renata. Ella sonrió hacia mí por el gesto de Jerónimo con ella.
Luego abrió la puerta del copiloto para mí, rodeó el auto y entró en su puesto de conductor.

—Puedes conectar tu móvil al altavoz si deseas —pronunció él mirando a Renata a través del espejo retrovisor. 

—Estupendo —expresó alegre Renata.

—Te arrepentirás —murmuré.

—¿Por qué? —arqueó una ceja—. Tengo que ganar puntos con tu mejor amiga.

—Ya verás —sonreí divertida hacia él.

—Sube el volumen —habló Renata.

Hice lo que ella pidió y comenzó a sonar una canción de Luis Miguel

—¿En serio? ¿Luis Miguel? Es horrible —habló Jerónimo indignado.

—Te lo dije... —comenté mientras reía de su expresión.

—¡Hey no insultes a mi futuro esposo!. Además si quieres ganar puntos conmigo cállate y escucha —expresó y comenzó a cantar, no muy afinado que digamos pero debía dejarla ser.

—¡Canta conmigo Sophie! —gritó feliz Renata—. Altanera preciosa y orgullosaaaa...

—Dios mio... ¿dónde me has metido? —preguntó divertido Jerónimo, mientras Renata continuaba cantando alegre.

—Ni yo lo sé, Jero...

❀❀❀

 
Al llegar a nuestro destino luego de unos minutos, Octavio, Stefano y Micaela nos esperaban ya instalados en una mesa. Al llegar a ellos me encargué de saludarlos y luego presenté a mi acompañante.

—¡Hola! ¿cómo han estado? Ella es Renata Moore, una de mis mejores amigas—hablé tomando la mano de mi amiga para que se acerque al grupo—. Ellos son Octavio, Micaela y Stefano.

—Un placer chicos —saludó Renata con timidez al grupo.

—¿Tienes algo que ver con la marca Moore? —preguntó Octavio.

—Soy dueña —respondió con seguridad.

Octavio casi se ahoga con su cerveza al oír a mi amiga.

—¿Dices que estoy frente a la dueña de una de las marcas más reconocidas de Barcelona y el mundo? No puedo creerlo —expresó Octavio atónito. 

—No exageres —pronunció Micaela.

—Cuando deseen, están  invitados a conocer mi sede. Sería un placer para mí —expresó Renata con amabilidad.

—Claro que sí, iremos —habló feliz.

—Sí, claro —agregó Stefano.

—Suena interesante —respondió Micaela en un tono que me pareció sarcástico.

Me alegraba que les haya gustado Renata, igual era imposible que a alguien no le agradara, si ella era encantadora. Aunque sospechaba que a Micaela no le agradó mucho su presencia.

—¿Qué es este lugar? —preguntó curiosa Renata.

—Es de un amigo, siempre solemos venir aquí, es un karaoke por si no lo habían notado —expresó Micaela irónicamente.

—Nunca había ido a uno y no conocía la existencia de este —hablé observando todo el lugar.

Se veía increíble el lugar, había varias mesas repartidas, con un pequeño farol en el centro que daba iluminación, en una esquina una barra donde algunas personas bebían sentados en unos taburetes o también se acercaban por más bebidas. En el fondo se encontraba un pequeño escenario con algunos instrumentos y micrófonos para que los valientes se animaran a cantar.

Todo el espacio se encontraba decorado por varias luces de colores.

Realmente me gustaba el lugar, tendría que hacer que Sanem y Thomas lo conocieran, seguro les encantará.

—Hace poco tiempo inauguró quizás sea por eso —habló Jerónimo a mi lado.

—Es genial, me gusta —expresó Renata

—¿Se animarán a cantar? — interrogó Jerónimo.

—No lo sé, hay muchas personas aquí —murmuré.

—¿Es broma?, has dado conferencias para cientos de personas y ¿dirás que esto te intimida? —preguntó Renata.

—Preciosa, ella tiene razón.

—Está bien —suspiré—, cantaré.

—Cantarás conmigo —expresó Jerónimo.

—¿Qué? —pregunté observándolo.

No me esperaba que él se ofreciera a cantar y mucho menos conmigo. Aunque no sería la primera vez para mí, me sentía un poco intimidada por tantas personas y sí, sonaba estúpido, pero no podía evitar sentirme de aquella maner.

—Lo que oíste.

—De acuerdo pesados —suspiré derrotada porque no podría contra ellos.

Jerónimo y Renata chocan sus manos emocionados por mí respuesta.

—Tengo una nueva aliada para meterme contigo —habló divertido Jerónimo. 

—Y yo tengo tres de mi lado —replico mirando a los demás integrantes del grupo, que sonrieron por mi respuesta.

❀❀❀

Luego de ello, pedimos una ronda de chupitos mientras oíamos a varias personas que subían a cantar al escenario, si es que se le podía decir cantar a eso, yo le diría ladrar.

—Ahora es mi turno —habló Octavio al mismo tiempo que se ponía de pie para dirigirse al escenario. 

Reíamos mientras oíamos a Octavio cantar, no lo hacía mal pero sus expresiones durante la canción eran muy graciosas.

—¡Eso estuvo increíble! —me alegré cuando Octavio volvió hacia nosotros.

—Gracias, gracias, para contrataciones pueden hablar con mi representante —señaló a Stefano.
 
Reímos todos de su comentario, estaba loco, pero era una persona increíble.

—Es nuestro turno preciosa.

—¿Qué?

—Dijimos que lo haríamos juntos, ¿ya lo olvidaste? —preguntó Jerónimo arqueando una ceja.

—¿Nos deleitaras con tu hermoso canto Jero? —habló divertida Micaela.

—Claro que sí, pónganse cómodos.

—Creí que lo olvidarías... —hablé.

—Eso jamás, vamos, andando —se puso de pie y tomó mi mano arrastrándome con él.

Subimos al escenario y elegimos una canción.

—¿Qué tal está? —interroga Jerónimo a mi lado.

—Mmm muy lenta, busquemos una más alegre —continué buscando una canción—. ¿Que tal esta? —señale la pantalla—, tiene mas ritmo. 

—Me gusta, igual que tú —sonreí como idiota por su respuesta.

—Entonces esa será.

Tomamos nuestros micrófonos y comenzamos a cantar. 

Que sensación tan extraña
aquella que sentí
al escuchar tu corazón —comencé a cantar la primer estrofa. 

Mientras Jerónimo comenzó a moverse siguiendo el ritmo de la canción. 

Por eso yo... —continué cantando— ya no se que voy hacer sin tu amor,
si no puedo escapar de esta llama
que incendia mi cuerpo...

>>Yo ya no intento descubrir que pasará, si prefiero morir que aguantar lo que siento
todo lo que yo llevo lo llevo por dentro... — sonreí.

Ambos continuamos cantando el resto de la canción, mientras bailábamos y el público nos alentaba aunque Jerónimo desafinaba un poco, aunque bailaba increíble.
Era una canción que conocía y me gustaba, pero cantarla con Jerónimo... lo convertía en algo especial.
 
Al terminar la canción Jerónimo me besa, mientras todos aplaudían eufóricos nuestro espectáculo. Luego bajamos del escenario para regresar con loa demás.

—¡Eso estuvo increíble! —vociferó Renata—. Se ven lindos juntos, tienen mi bendición.

Comencé a reír por ello.

—¡No sabíamos que cantabas tan bien Sophia!, lo tenias bien guardado —exclamó Octavio.

—No suelo revelar mis talentos —respondí antes de beber un trago.

—Ronda de chupitos amigos que la noche recién comienza —expresó Micaela antes de llamar al camarero.
 
La noche recién comenzaba y ya estaba imaginando como acabaría, en verdad me sentía cómoda con ellos. Eran unas personas increíbles realmente, presentía que seríamos amigos por mucho tiempo.

Continue Reading

You'll Also Like

1.4M 45.1K 11
Peyton Raksy jamás imaginó que vengaría la muerte de su hermana pequeña. Estaba dispuesta a meterse en la cama del millonario Aleksander Bogdánov par...
894 92 4
❝¿Alguna vez lo has visto de azúl? Es como tener al cielo frente a ti.❞ Donna ha despertado en un misterioso lugar, y lo primero que encuentra es a u...
374K 15.7K 55
-Tu debes de ser la nieta de Pepe Barroso, ¿no? -La misma. -me doy la vuelta. -Encantado preciosa. Y solo bastó eso, para que apareciera Mi Pesadill...
21.3M 980K 72
-Oye tú mocosa, ¿Tu madre no te ha enseñado a ser mas dulce?- mal dicho Dawson con mi madre no. -Claro que me ha enseñado a ser dulce, ¿Quieres ver l...