Cuando el poder y su función sobre el consejo y dominio, fueron disminuyendo, supo que en algún momento de su vida sería desechado.
Trabajo durante años para volverse sumamente adinerado, consiguió aliados, hizo amigos de renombre e influencias políticas poderosas, incluso en continentes lejanos.
Poco a poco creo una red de influencias a las que parecía agradarles la manera en la que pensaba, y asi pasaron cuarenta años. Cuarenta años antes de que pudiese finalmente tener una posición importante e información que pudiese derrumbar toda una dinastía.
Gabriel estaba obsesionado con la idea de gobernar, añoraba el día en el que pudiera sentarse en la cabeza de la mesa del consejo y dar órdenes. Iniciaría masacrado a los omegas, los odiaba al punto en el que los deseaba a todos muertos. Siempre supo que había algo en los omegas que hacía que los alfas cayeran.
Estaba jodidamente seguro que en un abuso que protagonizaba un alfa hacia un Omega masculino, el alfa era la víctima. El alfa era quien se veía absorbido por la lujuria que en un inicio no estaba allí. Los omegas entraban en celo, eran cogidos por alfas y se hacían las víctimas. Eso era lo que pensaba sobre los omegas.
Su segunda orden sería aniquilar a los parientes de la familia Raxton. Algunos primos, tíos que pudieran intentar ascender al poder por el simple hecho de tener sangré Raxton corriendo por sus venas. Luego, se volvería comerciante mundial y haría que decenas de fábricas deforestaran la mitad del territorio para así exportar productos desde Nyx.
Finalmente, iniciaría invadiendo a Bullet, Central, Antonov, Altalune y todo el resto del continente. Quiere el poder total y absoluto.
Su ambición tan grande y detallada, paso a paso, parecía ser creíble y factible.
Ahí fue cuando conoció a un hombre de identidad desconocida, incluso, hasta la fecha, no sabe quién era, ni su nombre ni su rostro, pero sabe perfectamente que quería dominio. Y Gabriel tenía información importante que podía ser usada para derrumbar siglos de dinastía.
Sin embargo, ese hombre, dispuesto a invertir en mercenarios, simplemente murió. Más bien, fue asesinado. Y todos los planes de conquista, se fueron a la basura demasiado rápido.
Frustrado, derrotado, casi con la cola entre las patas, intento iniciar una rebelión que no contaba con más de doscientos alfas que había logrado reunir y comprar con dinero. Sin embargo, el hermano de Farkas, primogénito y futuro alfa de Nyx, lo descubrió, se vio en la obligación de asesinarlo para ocultar sus mentiras y la revolución se disolvió al instante.
Nuevamente, Gabriel estaba sin recursos, sin apoyo y con el temor de ser descubierto y sentenciado a muerte por traición. Pero parecía que la suerte no se le acababa tan fácilmente, pues no fue descubierto, y siguió trabajando como consejero durante el liderazgo de Farkas.
Aun así ya no era solicitado como antes, sus consejos, que en generaciones anteriores habían funcionado, ya no funcionaban tanto. Y las cosas a las que estaba acostumbrado a ver, cambiaron.
Farkas intento incluir a los omegas en la sociedad. Fue un golpe duro para su ego dañado, así que el mismo hizo que esos omegas que creían que podrían ser iguales a los alfas murieran. Pago demasiado dinero e inicio una cacería que hizo que Farkas dejara de insistir en su intento de inclusión forzada.
Los hombres implicados murieron, fueron castigados por Farkas y ejecutados por traicionar, asesinar y desobedecer órdenes directas del alfa.
Aun así, aquella cacería que terminó con la vida de decenas de omegas, los obligó a que se escondieran aún más y se les fuera excluyendo de todo.
Sin embargo, la actitud de Farkas hacia Gabriel, también cambio, y fue la idea de no darles derechos verdaderamente válidos, los que hicieron que su poder político y económico fuera en decadencia, y aquellos a los que llamaba "amigos" lo olvidaran, las influencias se desvanecieron y su nombre se fue olvidando.
Estaba envejeciendo, estaba quedándose sin recursos, abandonado, sin esposa, sin hijos ni familia. Había vivido durante tantos años de su vida planeando en desterrar a los Raxton de su poder, que simplemente se olvidó de sí mismo y de su felicidad.
Envejeciendo, sin darse cuenta de que había pasado más de sesenta y cinco años desde que inició todo. Desde que decidió que él era el más apto para tener el poder sobre todos, desde que comenzó su grandísima ambición...
Generalmente, los alfas de manada simplemente gobiernan durante veintitrés a veinticinco años, solo en lo que crían a sus sucesores y les dejan el mando para finalmente jubilarse a los cuarenta o cincuenta años. Ahí es cuando el trabajo de un alfa finalmente termina. Comienza a los nueve años y termina cuarenta años después. Es un trabajo que solo los alfas con la mejor calidad de sangre puede dominar.
Y Gabriel ya había guiado a tres alfas y se a punto de comenzar sus labores como consejero de la tercera sucesión después de Nicolás, Decker sería el cuarto alfa para el que estaría trabajando.
Estaba harto de toda las estupideces que había vivido, su vida se había arruinado simplemente por qué le estaban quitando su poder, haciéndole camino a las nuevas generaciones. Estaba furioso, terriblemente molesto, no toleraba el hecho de que poco a poco quedaba en el olvido. Así que decidió hacer su último intento de golpe de estado luego de que se enteró de que Edison Bullet estaba buscando expandir sus territorios.
Y allí lo tenía; su última oportunidad.
Su plan principal era hacer que Edison presentará a su hija como candidata al puesto de luna cuando Decker tuviera veinticinco años, justo en el momento en el que los alfas comienzan a buscar pareja para sus contratos matrimoniales.
Esperaría a que de aquella union se engendrará un hijo de Roxana y Decker, para luego se levantarse en armas aniquilando finalmente a los Raxton.
Pero, para eso, aún faltaban años. Así que decidió infiltrar, poco a poco, personas en Nyx, para que así, cuando fuera el momento, simplemente utilizarlas. Y para ello, consiguió unos cuantos aliados más. Todo estaba saliendo de maravilla, había hombres poderosos apoyándolo, un alfa de manada dispuesto a dar a su hija como incubadora para decir; aquí está el sucesor, hasta que cumpla los veinte años de edad subirá al mandato. Mientras, nosotros gobernaremos.
Luego, también se desharía de ellos. Así tendría el verdadero poder que tanto deseaba.
Solo que no esperaba que Max apareciera. Un Omega masculino nuevamente estaba moviendo los cimientos de una jerarquía que no debía tocarse, los de clases, géneros y sexos distintos no se debían juntar. Mucho menos contonearse entre alfas de elite.
Allí inicio todo. Con el rumor creciente de la llegada de Max a la vida de Decker. Estaba cien porciento seguro de que Decker, al igual que Nicolás caería por ese maldito Omega. Así que se movilizó rápidamente...
Y fue cuando el proceso de lastimar a una persona que jamás le había hecho nada malo a Gabriel, inicio.
—Yo planeé toda esta mierda —Harto, luego de haber recordado la razón por la que aún se mantenía de pie, soltó veneno de su boca en forma de palabras —Desde la muerte de tu tío, hasta las feromonas que te volvieron loco. Todo fue minuciosamente planeado.
Decker le miro con los ojos enfurecidos y mordió sus paredes bucales esperando calmar a su lobo. La manera tan... Molesta con la que habla... Le dan ganas de romperle los pocos dientes que le quedan.
—Las bombas de feromonas fueron enterradas justo mientras nosotros teníamos nuestra junta de consejo dónde nos exigías aceptar como luna a ese... Omega —Aquello último lo dijo con un tono molesto. Como si sintiera asco o poco interés por alguien como Max. —Se activan a distancia y provoca incluso que los alfas que han dejado una marca en el cuello de sus omegas sientan feromonas.
—Fuiste tú desde el inicio... ¿Por qué?. —Ahora que parecía que estaban en una misma página, quiso despejar sus dudas de manera tranquila. Quiere limpiar su conciencia antes de lo que sea que pueda suceder después.
Si muere, quiere morir tranquilo...
—¡Debías casarte con Roxana y engendrar a un hijo con ella, no con ese maldito omega de porquería!
—¡No te atrevas a volver a llamarlo de ese modo! ¡Quita su nombre de tu sucia boca de mierda! —Decker explotó finalmente en furia al escuchar tales palabras viniendo de la boca de un maldito enfermo como Gabriel.
El viejo trago saliva, aclaro su garganta mientras sorbía otra bocanada de humo y la expulsaba cómodamente. Fue como su manera de calmarse.
—Pudimos hacerlo de un modo incluso más tranquilo. Pero te veías tan embriagado por feromonas que alejarte de él no iba a ser tarea fácil... Incluso tenías planeado huir, ¿No es así?. Enviaste a sacar una impresionante suma de dinero del banco mientras nos hacías creer que agachabas la cabeza con obediencia. —La sonrisa de ese hombre con los dientes amarillos y corridos por el tabaco son asquerosos. Provocan molestia de solo verlos en una estúpida sonrisa. —Eres impresionante.
—Supiste de eso también. —Decker jamás se sintió tan vigilado en su vida, pensó que había hecho eso con total discreción... —No se te escapa nada, eh.
—Si, siempre te estuvieron vigilando, te querías fugar y yo no podía permitir que todos mis años de trabajo duro se fueran a la basura. ¡Querías abandonar todo por amor!. No nos quedó de otra más que provocar que abusaras de él. ¿Quién en el mundo se quedaría con su agresor después de algo como eso?. Así que le hicimos un favor y le enviamos a retirar la marca en su cuello y la posibilidad de volver a enlazarse. No queríamos que más errores se cometieran nuevamente.
Max lo escuchó todo con mucha claridad y no pudo evitar sentirse triste. La realidad y la verdad lo abofetearon con tal fuerza que sintió que se desmayaría. Si bien, Decker había hecho mucho daño, no fue su intención. No lo entendió hasta ahora. Justo cuando su corazón ya no puede aceptarlo nuevamente...
Se sintió muy triste y se acurrucó entre los brazos de Fletcher tratando de aminorar sus emociones. La culpa parecía carcomerlo ahora. Todo lo que había hecho a Decker no estuvo bien. Negarle incluso el ver a su hijo... ¿En qué demonios pensaba?. Todos sus pensamientos ahora se revuelven en su cabeza provocándole dolor.
"¿Que debo hacer?" —Es el único pensamiento que le recorre la mente mientras su cabeza duele desconmesuradamente amenazando con matarlo del dolor.
—¿Errores? Error fue el que cometiste al meterte con mi luna y con mi familia. —Le miro con los ojos ligeramente irritados. Son lágrimas, pero no son lágrimas de tristeza, son lágrimas de furia, de coraje —Te mataré de la manera más dolorosa que puedas imaginar.
—Atrévete y la siguiente bala irá a parar al cráneo de ese estúpido Omega. No vine aquí a decirte todo esto para que te redimieras.
Dio la última inhalada de nicotina antes de tirar la cola del cigarro al suelo y dejarla encendida. No pasó mucho tiempo para que un cuchillo táctico de empuñadura negra se dejará ver. Salió justo desde una bolsa dentro del saco de Gabriel, en cuanto lo tuvo en sus manos, se lo mostró a Decker.
—Toma —Sosteniendo la punta de la filosa hoja del cuchillo, la extendió y Decker la tomo desde la empuñadura y miro a Gabriel con ojos confundidos. Pronto llegó la respuesta a su pregunta: —Ven aquí, Kriss.
El nombrado se quedó estático en su lugar mientras miraba a Gabriel con el rostro pálido.
—Ven aquí, vamos, no te hagas el inocente, vamos —Le hablo como si fuera un niño pequeño y lo animó a caminar mientras hacía una expresión de burla llena de sadismo —Ven y dile a Decker en el rostro que lo traicionaste. Ven y dile que le has mentido desde siempre, dile que tu amistad es tan falsa como su esperanza de redención.
Kriss no se movió de su sitio ante la acusación, sintió nervios mientras todos le miraban con una expresión de máxima incredulidad, incluso Decker...
A Decker se le oprimió el corazón y sintió ganas de llorar al instante. ¿Él... Él también le había traicionado?. Cubrió su boca con su mano derecha mientras mordía su labio inferior dentro de su boca, tratando de aguantar la triste emociona.
—¡Vamos! Ven y dile que tú fuiste quien me contó sobre Max, dile que no soportabas saber que tu mejor amigo fuera feliz con su luna —Como el maldito que es, lo grito a los siete vientos mientras sonreía con carisma distorsionado la realidad. —Ven, ven, vamos, no seas tímido.
Pero Kriss no se acercó. Se mantuvo en su lugar a unos cuántos metros de distancia mientras trataba de procesar lo que estaba sucediendo.
Sin embargo, Decker le miro a los ojos, y luego, en un arrebato de nervios, Kriss aparto la mirada. Fue como si afirmara lo que ese hombre estaba diciendo. Luego avanzó lentamente hacia Kriss mientras miraba al suelo con una emoción de ruina en su corazón.
—Decker... No es lo que parece. —Se excusó — No fue de ese modo. —De algún modo, debido a los nervios de la situación, sus manos rápidamente se encontraron haciendo un movimiento en el aire, sus palmas se movieron de arriba hacia abajo lentamente; como si estuviese tratando de calmar a un bestia carnívora. —Déjame explicar-
—¡Dile! —Volvió a interrumpir intentando provocar aún más a Decker, quiere verlo salirse de sus cabales y luego darle el tiro de gracia—Dile que sabías que Max estaba de camino a Central para que su marca fuera extraída. Dile que fingiste no saberlo por qué tampoco sabías cómo controlarlo y que detestabas verlo feliz.
—¡Cállate, tú no sabes nada!.
Con molestia, viendo que Gabriel distorsiono totalmente la situación, se abalanzó contra uno de los soldados novatos que tenía cerca y lo golpeo en las costillas con la suficiente fuerza como para dejarlo herido sin la capacidad de levantarse. Mientras el hombre caía, le arrebato la calibre 44 que llevaba enfundada cerca de la cintura y apunto al hombre que le acusaba y distorsionaba la realidad.
Admite que le contó a Gabriel sobre Max, pero no lo hizo con malas intenciones, en lo absoluto.
—Tú no sabes nada —Con los ojos llenos de furia apunto el arma directo hacia la cabeza de Gabriel —Estás distorsionando la realidad
Sin embargo, antes de que pudiera disparar el arma, se hizo presente el sonido estruendoso de un arma haciendo detonación a no muy lejana distancia.
Antes de que pudiera procesarlo, una bala llegó desde la lejanía y se estampó contra el hombro izquierdo de Kriss.
El impacto, la velocidad y la fuerza de la bala provocaron que el hombro prácticamente estallara y el brazo se desprendiera y terminara en el suelo.
—¡Gag! —Impresionado e impactado por la repentina colisión de la bala contra su brazo, miro a Decker mientras sus ojos reflejaban confusión pura. No sabía bien lo que estaba sucediendo, solo sabía que algo no andaba bien... Hasta que llevo su mirada hacia la zona de la colisión. —¡Ah...!
Soltó un gemido de confusión mientras su cuerpo se tambaleaba lentamente y temblaba ante la sensación de pánico.
El dolor es tanto que su cerebro es incapaz de procesarlo correctamente, provocando que Kriss se sienta confundido e incrédulo de lo que ha pasado.
Levanto la mirada y observó al hombre con arrugas en el rostro.
Esos ojos dicen con toda la extensión de la palabra; Yo he ganado.
Ese maldito viejo simplemente lo había provocado con la intención de asesinarlo desde el inicio; todo fue un juego para él.
—Mierda... —Murmuro arrepentido de haber caído en ese estúpido juego y cayó de rodillas al suelo.
Decker sintió como se le venía el mundo abajo. Su cuerpo se quedó helado, tan frío que hasta incluso Lan, por primera vez en mucho tiempo, se quedó callado, fue un choque muy fuerte de emociones negativas que les hicieron sentir inquietos. Casi al punto de tener un ataque de pánico.
Viendo el terrible estado de la zona y la inminente colisión de las rodillas de Kriss contra el suelo, se apresuró a correr hasta donde estaba su amigo para tratar de auxiliarlo.
En cuanto estivo frente a él, llevo sus manos hacia la herida, tratando desesperadamente de evitar que la sangre fluyera. Pero hay tanta sangre que simplemente es imposible detener el flujo.
El hueso se ve a plena vista, e incluso hay una zona puntiaguda que amenaza con lastimar a Decker cada vez que aplica presión sobre la herida.
—Tranquilo, tranquilo, estarás bien, tranquilo —Con cuidado lo sostuvo y lo ayudo a recostarlo sobre el frío suelo mientras hacía presión en la herida. —¡Rápido, necesito que me ayuden a llevarlo a-!
Pero fue interrumpido. Y el causante de la interrupción les arrebato el valor de ayudar a cualquiera que tenía las intenciones.
—El próximo que se mueva tendrá el mismo destino —Amenazo el hombre con un rostro siniestro y una sonrisa totalmente visible —Yo no me movería si fuera ustedes.
Nadie se movió de su lugar.
—Mierda... Mierda —Gruño Decker entre dientes y haciendo presión sobre la zona lastimada, viendo cómo la sangre fluía e incluso lanzaba chorros que le ensuciaban la ropa en cantidades alarmantes. —Estarás bien, estarás bien ¿Si? Respira con calma —Decker rápidamente se quitó la camisa y la uso para hacer presión sobre la herida, tratando de buscar esperanza de salvación, solo que... La camisa se empapó de sangre muy rápido y no ayudo demasiado.
—Decker... —Con una voz ligeramente baja, Kriss llamo a su mejor amigo mientras aún se sentía capaz de hablar, pues poco a poco presentaba una conciencia alejada y nula mientras veía los ojos de Decker empaparse de lágrimas —Decker...
—¡No hables! —Grito en el calor del momento, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y rencor hacia el que provoco tal barbaridad —Lo solucionaré, lo haré, solo resiste un poco, solo un poco más.
—Decker... —La manera en la que dijo el nombre del alfa... Fue como si dijera; Ya todo está perdido, lo sabes.
La sola idea de saberlo hace que Decker quiera volverse loco.
—¡Carajo!
Viendo que por más que trate de hacer algo, Kriss simplemente no podrá salir de allí vivo, se rindió. El impacto de la bala fracturó la clavícula y rompió todas las arterias, vasos sanguíneos y nervios que llevan sangre al corazón. Kriss no sobrevivirá a algo así, incluso si le ruega al cielo, no sobrevivirá. Lo sabe, pero no quiere aceptarlo.
—¡Carajo! ¡Mierda! ¡Mierda!.
Con un gran sentimiento de amargura en su corazón, empujó fuertemente sus manos contra la herida mientras observaba el rostro su amigo palidecer más y más. Se le está yendo el color de la piel con cada segundo que pasa. Se le está desvaneciendo la vida.
Aun así, mientras Kriss aún tenía la posibilidad de hablar, decidió darle sus últimas palabras a su mejor amigo. Aquel que siempre confío en él, aquel a quien considera un hermano de otra madre.
—Decker... Decker, jamás te traicioné, somos mejores amigos —Dijo en voz baja, con lentitud, mientras se le iba el alma del cuerpo. —Eres mi hermano...
Decker asintió mientras sonreía nostálgico. Eso era lo que quería escuchar, siempre supo que Kriss no era así, Kriss es su mejor amigo, él jamás le traicionaría.
Mientras amenazaba con llorar frente a la vista de todos, Kriss dijo algo que lo hizo volver a sus cabales en un instante.
—Asesina a ese bastardo...
Esas fueron sus últimas palabras antes de que el brillo desapareciera de sus ojos. Fue su último aliento antes de abandonar este mundo.
Todo sucedió tan rápido... La bala, la sangre, el último aliento... Y Kriss ya no estaba.
Decker sintió como los músculos de todo el cuerpo de su amigo se relajaron soltando la última bocanada de aliento. Verlo de ese modo... Jamás lo imagino.
Lo único que pudo hacer fue levantar su mirada hacia el cielo y contener el dolor.
Mientras sufría en silencio, la radio en el bolsillo de su pantalón emitió un sonido, lentamente saco el radio comunicador y bajo el volumen discretamente.
—[Aquí Romeo a Berserker, estamos listo].
Fue la señal que estaba esperando.
—¿Que es lo que quieres? —Decker, cansado de toda esta mierda, se dio el tiempo para pensar como debía asesinar a ese hombre.
—Busco destruirte a ti, y a tu familia.
—Ya lo hiciste. Desde el momento en el que decidiste drogarme con feromonas. Afectaste mi relación con mi hermano, provocaste que mi madre me tuviese repulsión y que mi padre me mirara con desdén. ¿No ha sido suficiente?.
—No es suficiente —Contesto irritado —Deseo es verlos muertos a todos ustedes. Mientras ustedes sigan vivos, yo jamás podré tener a Nyx en mis manos. Ustedes, deben, morir.
Luego apunto hacia el cuchillo y dijo:
—Apuñálate. Hazlo u ordenaré que le disparen a tu madre.
En cuanto soltó la sentencia, el hombre de mayor edad entre la multitud levanto el brazo derecho.
Está dándole órdenes al hombre en una posición lejana que tiene su dedo en el gatillo. Si el brazo baja con velocidad significa que debe disparar, y cualquiera que reciba la bala, inevitablemente perderá una extremidad solo del impacto. Incluso, morirá si no tiene suerte.
Lo que está sucediendo no es un juego, es una amenaza. Eso era lo que siempre sintió que saldría mal. Cualquiera que sea el resultado, claramente no será positivo.
Pero a Decker no le importa mucho si le hacen daño a él, realmente, ya no le importa si está vivo o muerto, le da reverendamente igual. Sin embargo han metido a su madre en este asunto y amenazaron con dispararle a Max.
Meterse con ambos fue un grave error. Uno terrible. Esto es mucho más que personal.
—Jamás debiste haberte metido conmigo ni con mi familia. —Con lentitud extendió su mano derecha y tocó la filosa hoja del cuchillo en el suelo. —Cometiste un grave error.
La manera tan tranquila con la que se expresa Decker es motivo de pánico. Le acaba de asesinar a su mejor amigo, creyó que se volvería una bestia, pero es aún más aterrador verlo tan tranquilo.
No le quedó de otra más que recordarle que tiene el control.
—Tienen a tu Omega en la mira, haces una estupidez más y haré que le revienten el cráneo, ¡Apuñálate ahora mismo o lo mataré! —Amenazando firmemente con deshacerse de aquello que Decker tanto desea proteger.
—Tú bajas ese brazo, y yo en persona te lo arrancaré.
No lo pensó dos veces, extendió su mano, tomo firmemente el cuchillo desde la punta de la filosa hoja de metal y la lanzó con fuerza contra Gabriel.
Debido a su mala visión por las lágrimas y su posición baja, la hoja, que debió llegar justo a la cabeza, impacto justo en el centro del pecho.
Fue demasiado rápido, toda la parte súper de su cuerpo giro con energía, convirtiendo la fuerza de disparo en algo aún más mortal que la misma hoja de metal filoso.
Antes de que cualquiera de los soldados rebeldes pudieran hacer algo, una bala les atravesó el cráneo y todo fuera oscuridad para aquellos sin experiencia.
Con un sonido en seco de caída, todos terminaron en el suelo casi al mismo tiempo y finalmente:
[¡BANG!]
Un arma de calibre pesado estalló desde el segundo piso de la mansión y exterminó al francotirador, que yacía oculto a menos de un kilómetro de distancia.
Después de allí, todo fue tan silencioso.
En un parpadeo había terminado todo, no había enemigos al acecho y Gabriel había caído. Incluso pensaron que lo que pasaba no era más que solo una fantasía. Que quizás ya estaban muertos o alucinando.
Pero no. No parecía ser el caso.
Tan pronto el peligro paso, Farkas se movilizó, parece que Decker ya no está para lidiar con otro sobre exceso de emociones. Se le observa el rostro pálido, sus brazos tiemblan mientras su rostro se arruga en depresión.
Lo único para lo que tiene ojos es para observar el cuerpo inerte y sin vida de aquel que alguna vez fue su mejor amigo en vida. Su expresión hace creer que en cualquier momento se derrumbara.
Y sabiendo que eso alteraría apariencias, Farkas rápidamente llegó a su lado y lo hizo levantarse con brusquedad.
—Ponte firme, debemos estar alerta, no es momento de llorar —Cuando Decker fue sostenido desde el ante brazo y obligado a comportar sus emociones por apariencia, se molestó.
—Vete a la mierda —Con un tirón de brazo se deshizo del agarre de su padre y camino hasta una de los Jeep que solía conducir junto a Kriss para sacar otra sábana y cubrir el cadáver de su amigo.
Fue un proceso muy difícil, fue como si el mundo se detuviera y el tiempo fuera relativo.
Su padre, al ver que los radios funcionaban ya, se apresuró a movilizar a los soldados y a iniciar la captura de los amotinados.
Fue un momento crítico, todos se movían tan rápidamente mientras Decker simplemente sentía que todo era tan lento para él.
Extendió la sabana blanca sobre el cuerpo de su amigo y observo como la sangre empapaba la fina tela de rojo.
El shock de la perdida está allí, no le permite llorar, no aún, pero siente que podría incluso morir de la tristeza.
—Yo... —Murmuro en voz baja mientras yacía de cuclillas junto al cadáver, armándose de valor para cubrirle el rostro y dejar que se lo llevaran —Yo te habría perdonado, incluso si me hubieras traicionado.
Creyó que quizás Kriss aun podía escucharlo, y finalmente, con las manos temblando, le cubrió el rostro y se levantó mientras le miraba con nostalgia.
—Tendrás un lugar digno para descansar en paz, lo prometo.
—Decker... Bastardo —La voz entre cortada de lo que debería ser el cadáver de un anciano traidor, provocaron que toda la piel de su cuerpo, se erizará de golpe —No me iré solo al infierno. Los arrastraré conmigo.
Con lo último de fuerza que le quedaba, saco una revolver de dentro de su saco y la disparo contra la persona que arruinó sus planes con solo aparecer...
Y no disparo una vez, fueron tres veces antes de que Andrey le plantara una bala en la cabeza.
Solo que... una de las balas ya había llegado a su destino.