Buenos días, Cariño

By AkariKiseki1997

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¿Cómo puedes medir la felicidad? ¿En las cosas que tienes? ¿En el dinero que ganas? ¿En la carrera que estudi... More

Balcón
Burbujeante
Mariposas inquietas
Flores en el cielo
Puntiagudo
Intermedio
Desconocido
Vínculo

Casa compartida

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By AkariKiseki1997

Los primeros días eran demasiado difíciles.

Sobretodo cuando eres una persona que tiene dificultades para poder entablar una conversación decente sin trabar la lengua o torcer el idioma hasta convertirlo en uno nuevo a causa de los nervios. Pero aún así, aunque estaba muerta de miedo por no querer causar alguna conmoción, tomó firmemente la agarradera de su equipaje y tocó el timbre.

El pulso le temblaba y su corazón parecía estar pitándole en los oídos. Relamió sus rosados labios y fijó su perlados ojos en el elegante diseño del metal.

—Voy— escuchó una voz femenina del otro lado—, ¿Quién es?

—Me llamo Hinata Hyuuga, se s-supone que hoy co-comienzo a vivir aquí— la voz se le quebró un poco, pero se sintió feliz de poder terminar la oración al menos.

La puerta se abrió de golpe.

Un par de ojos verdes resaltaron de inmediato y la chica de cabello rosa le devolvió una sonrisa al cruzar la mirada.

—¡Por fin! ¡Llevo toda la mañana preocupada por ti! ¡Creí que te habías perdido!— exclamó sosteniendo sus manos calurosamente.

—¡¿Huh?!

—¡Ah! Lo siento— la soltó —, deja me presento: Soy Sakura Haruno, estudio medicina, así que si te sientes mal sientete libre de decírmelo, desde hoy soy una de tus compañeras de casa— su tono era suave, por lo que Hinata intuyó que era alguien amable a pesar de ser efusiva.

—E-encantada de conocerte, estaré bajo tu cuidado a partir de hoy —hizo una pequeña reverencia que la de ojos jade correspondió.

—Lo mismo digo.

—La persona encargada...

—Oh, si, tuvo que salir a comprar una pieza de la tubería del baño de los chicos porque el idiota de Naruto la rompió, pero ya no tarda en llegar— sutilmente se hizo a un lado para que la Hyuuga pasará al interior de la casa.

Vaya, era bastante grande

—¿Naruto ...-san?

—No necesitas ser tan educada al referirte a él, es un bobo—sacudió la mano—. También fue a comprar la pieza, así que podrás conocerlo cuando regresen— aseguró.

No quiso demostrar que se había puesto nerviosa al saber que también estaría viviendo con un chico, pero recordó que la vacante de la habitación había sido clara al decir que era una residencia mixta.

Tranquila, era el mejor precio y ubicación, tú puedes— pensó para  si misma.

Desde que fué admitida en la universidad en Tokyo, se había hecho a la idea de que tendría que adaptarse cuando abandonara Nagoya. Aunque honestamente nunca imaginó que terminaría en una casa compartida, y a decir verdad, incluso su padre había estado un poco en contra de ésto. Pero, su madre les había dicho que debían esforzarse juntos, como una familia, para que ella cumpliera su sueño.

—¿H-hay más personas en casa?— inquirió acomodándose un mechón de su largo cabello azulado tras la oreja.

—La mayoría están en sus clases de medio día, yo hoy sólo tengo seminario en la tarde, así que excepto por el par que falta y Sai que está encerrado en el estudio desde la mañana, somos tú y yo, conocerás a todos los demás en la cena.

—Ya veo...

—Por mientras déjame enseñarte la casa, ¿Si?— sonrió y Hinata pestañeó un poco al quedar encandilada por su personalidad.

—Vale.

—Genial, por cierto ¿Puedo sólo llamarte Hinata?

Ella asintió.

—¿Entonces puedo llamarte Sakura-chan?

—Claro que si, no sabes lo feliz que estoy de que seas una chica tan agradable, sólo éramos 2 y es un poco agotador vivir con más chicos que chicas—expuso mientras la cogía del brazo para llevarla al lobby —. Oh, pero no lo malinterpretes, ellos son personas decentes e inesperadamente amables con nosotras.

¿Inesperadamente?

—...

—Te llevarás bien con todos.

—E-eso espero...—susurró por lo bajo.

—Tu otro equipaje llegó ayer así que ya se encuentra en tu habitación, primero empezaremos con la planta baja que es dónde está la mayoría de las áreas comunes y luego te llevaré ahí para que comiences a instalarte, igual si necesitas una mano con eso puedes decirme, sobretodo si se trata de fuerza—le guiñó un ojo.

—Gracias.

—Bien, entonces: ésta es la sala de estar, hay un televisor inteligente y contamos con varias plataformas de entretenimiento por si estás aburrida en tus días libres, realmente nadie la utiliza demasiado, aunque de vez en cuando organizamos noches de películas o maratones de series. En la mesita de ahí hay una hoja en la que puedes anotar sugerencias para eso, hacemos votaciones en el chat grupal de Line, más tarde si tienes uno te agregaré con gusto.

—Entiendo.

—Por éste lado están la cocina y el comedor, cómo ya sabrás el desayuno y la comida corren por nuestra cuenta pero la cena no, esa la hace la persona a cargo, en el refrigerador están los horarios de todos en esta pizarra, puedes incluir el tuyo para poder reorganizar las tareas que nos tocan, vienen a limpiar cada tercer día , así que son relativamente pocas—indicó y luego abrió la puerta—. utilizamos etiquetas para nuestras cosas personales, aunque si ves algo sin una es porque puedes tomarlo.

Hinata tomó notas mentales de todo lo que decía la pelirosa.

—So-son muchos pudines—soltó al ver el estante de abajo.

—Ah, esos son de Chouji-Kun, él es quien tiene más dulces y frituras, no los toques a menos que te gusten las mordidas—bromeó—, continuando, la alacena está detrás de esa puerta de ahí, y en la gavetas es donde guardamos las vajillas y las baterías de cocina, de éste lado de la barra encontrarás los utensilios y mandiles, así como otras cosas

—Vale.

—Bien, seguimos: ésta puerta de aquí da al patio trasero donde está la terraza y un cobertizo donde guardamos las cosas pesadas y herramientas. También es dónde colgamos las coladas de ropa.

Hinata notó un pequeño detalle.

—¿Una casa... para perros?

—Oh, si, a diferencia de otros lugares, los animales están permitidos y uno de los chicos estudia veterinaria. Me parece que hoy tenía cita con el peluquero canino, así que mañana podrás conocer a Akamaru—se llevó el dedo a la barbilla en un ademán pensativo—, espero que eso no te moleste...

—N-no, me gustan los animales.

—Me alegro, Akamaru es un amor.

—Hmm—asintió.

—Luego, por éste otro lado tenemos el acceso al estudio y biblioteca, se escucha como algo enorme, pero realmente es pequeño, aunque es bastante cómodo para estudiar. En la pizarra de la puerta está un calendario semanal dónde puedes apartar los días y horas que quieras utilizarlo por si eres de las que no se concentra en la habitación —explicó—, en este momento está siendo usado por Sai como puedes ver—agregó.

—Ya veo.

—Por éstas escaleras subimos a los pisos de arriba. La casa tiene 3 plantas  en total, dos balcones y una azotea con jardín.

Abrió lo ojos como platos, por fuera lucía grande y elegante, pero por dentro era todavía más impresionante.

—¿Eh? Pero el precio...

—¿Te preguntas por qué es tan barato, verdad?—giró a verla a media escalera—. Lo cierto es que los dueños compraron éste lugar cuando su hijo mayor entró a la universidad, pero él no quería un lugar tan extravagantemente grande y les pidió que le dieran un mejor uso, así que decidieron abrir una casa compartida para los estudiantes que asisten a las escuelas cercanas—cantó reanudando el paso—. Si no fuera por él, no habríamos tenido oportunidad de vivir en un lugar tan lindo por un precio tan cómodo.

Hinata sonrió, de alguna forma estaba agradecida con aquella persona desconocida.

—Sí...

—Éste es el segundo piso, aquí está el baño de las chicas y nuestras habitaciones, cada puerta tiene el nombre del dueño. Esa de ahí es mía, la del lado izquierdo está vacía, la del lado derecho es de Ino y la tuya es ésta de acá— giró el pomo y la ojiperla vió las cajas que había empacado en medio del cuarto—. Cada puerta tiene sus llaves para mayor privacidad, aunque existen las de repuesto por si alguna vez hacen falta— indicó —. Más tarde te van a dar tu copia así que no te preocupes.

—Gracias.

Sakura estaba siendo muy atenta y minuciosa con la explicación. Se preguntó si aquello era una característica de alguien que estudiaba medicina. O quizás sólo se trataba de su propia personalidad. Intuyó que ambas podrían llevarse muy bien en el futuro y ésto la alegró de sobremanera. En su ciudad natal no tenía muchos amigos, sus personas más cercanas eran Hanabi, su hermana menor, su primo Neji y los amigos de éste.

Pero todos ellos se habían quedado en Nagoya.

Ahora estaba completamente sola.

—Aquí está el acceso al tercer piso, es donde están las habitaciones de los chicos. La puerta de ahí es el baño que está roto—Hinata notó las cosas de limpieza que habían acercado para secar el piso por el accidente que había mencionado Sakura más temprano—. Por acá está la puerta de la azotea. A la esposa del dueño le encantan éste tipo de lugares, así que está acondicionado para poder hacer picnics y reuniones. También puedes criar plantas si así lo deseas, Shino-kun tiene una granja de insectos en ese pequeño cobertizo de ahí, así que será mejor que no te acerques si te dan fobia—advirtió—. Y éste de acá, es el mejor sitio—musitó —. Sentada en ese sillón tienes la mejor vista de la ciudad, incluso puedes ver la torre de Tokyo desde ahí—presumió orgullosa.

—Que lindo...

—¡¿Verdad que sí?! ¡Por ésto fue que decidí vivir aquí!— afirmó—. Éste es el mejor lugar para leer y comer bocadillos —murmuró en son de secreto.

Ambas rieron poco después.

Ah, ahora sí que estaba relajada.

—¡Sakura-chan!— Hinata respingó al escuchar un grito en la lejanía.

—Oh, parece que ya volvieron, vamos, te llevaré con ellos.

—S-sí — como si fuera una broma del destino, sus nervios volvieron a activarse. Jugó con sus dedos mientras bajaban por las escaleras y respiró profundo un par de veces para calmarse.

—¿Consiguieron la pieza?— Sakura se rascó tras la oreja.

—Sí, aunque tuvimos que ir a dos lugares diferentes para encontrarla. Por cierto, vimos una valija en la sala, ¿Ya llegó...?

Ojos grandes y chispeantes de un tono azul se trabaron con los suyos. Los cabellos rubios estaban encrespados y las puntas daban hacía todas las direcciones. Unas marcas de nacimiento le adornaban las mejillas y no pudo evitar pensar en un zorro al verlas.

—Bu-buenas tardes, me llamo Hinata Hyuuga, e-es un placer conocerte— saludó haciendo una torpe reverencia.

—Oh, eres muy educada.

—Hey, eso no es lo que deberías contestar zopenco— la Haruno se cruzó de brazos.

—¿Eh? ¡Ah! ¡Lo siento!— gritó levantando las manos—. Me llamo Naruto Uzumaki, puedes decirme Naruto-ttebayo.

—Va-vale...

—¿Sólo regresaste tú? ¿Dónde está...?

La puerta del baño se abrió de par a par.

—Dobe, trajiste la pieza que no es.

—¡¿Qué?! ¡No puede ser!

Imponentes ojos negros, cara perfilada y facciones elegantes. Era alto y delgado, pero no parecía débil, sino todo lo contrario.

—Sasuke-kun...

—Vé a comprar la pieza que si es, imbécil—gruñó arrojándole las llaves de un coche.

—Hey, ¿Por qué me insultas?

—Porque fuiste tú el que rompió la tubería por andar jugando con la ducha.

—¡No estaba jugando!

—No me importa, ¡Ve!—ordenó seco.

—Agh, eres un mandón— se quejó al girar para bajar las escaleras—. Regreso rápido.

—Espera, iré contigo, quiero pasar por la tienda— exclamó la Haruno—. Sasuke-kun, dejo a Hinata a tu cuidado— dijo despidiéndose ligeramente con la mano.

Ambos se miraron el uno al otro
Cuando se quedaron completamente solos y el silencio reinó por un minuto completo.

—Lo si-siento, soy...

—Hinata Hyuuga, lo sé, se supone que llegarías desde la mañana— interrumpió de tajo—, ven conmigo.

—¿Eh?

—Supongo que Sakura ya debió haberte enseñado casi todo, así que no repetiré el recorrido—musitó al comenzar a bajar rápidamente las escaleras, la muchacha tardó un par de segundos en comenzar a seguirlo y se preguntó si su velocidad tenía algo que ver con el largo de sus piernas—. Se supone que has firmado el contrato anual, así que no debo ponerte en el memorándum de los pagos mensuales, tu copia de la llave de la entrada está junto a la de la habitación. Sakura debió mencionar también lo de la limpieza, así que sólo debes estar al tanto de los detalles y horarios de las tareas conjuntas,  están pegadas en el escritorio dentro de tu habitación así que leelas cuánto antes. Si ocurre algún problema con las instalaciones u otros inquilinos debes avisarme de inmediato. No están prohibidas las visitas externas, pero debes notificar antes de hacerlos venir— soltó y por un segundo Hinata pensó que fácilmente estaba diciendo unas veinte palabras por segundo.

La situación estaba ocurriendo tan rápido que su cabeza se volvió un complemento desastre al intentar captar toda la letanía. Estaba bastante desconcertada por el bombardeo de información.

—E-espera... ¿Por qué tú...? ¡Ah...!

Su pie le jugó una mala jugada en el último tramo de peldaños y sintió los párpados abrirse más de lo permitido mientras movía los brazos para intentar agarrarse del barandal empotrado. Pero falló monumentalmente. Así que cerró los ojos con fuerza al tiempo que se preparaba para recibir el golpe más doloroso y bochornoso de su vida.

Sin embargo, tal impacto nunca llegó.

En lugar de un duro y afilado peldaño, sintió algo firme y cálido que le envolvió la cintura, y de un segundo a otro sus pies no tocaron más el suelo.

Apretó los labios y se rehusó a mirar la respuesta a todas las incógnitas que le asaltaban la cabeza.

Por favor, que sólo sea mi imaginación...

—Será mejor que tropezar no sea una de tus costumbres, Hyuuga, ésta casa tiene una docena de escalones y no quiero pagar un seguro extra por ello— la voz del morocho se escuchaba tan cerca de su oído que el cosquilleo la hizo abrir sus perlas de inmediato.

Ah, su rostro era inusualmente simétrico.

—Tú... e-eres... el encargado de la casa... ¿ve-verdad...?

—¿No es obvio?

—N-no... realmente...

Ni loca le diría que había leído mal el nombre y por ende había pensado todo el tiempo que el encargado sería una mujer de mediana edad.

—Ya que decidiste vivir aquí, tendrás que soportarlo— la miró fijo.

Su distancia era tan nula que  pudo distinguir unas cuantas pecas en la punta de su nariz. Sus pestañas también eran muy largas y la forma de sus cejas era algo recta y estilizada.

Definitivamente era una persona apuesta, pensó.

Hinata sintió la cara caliente al notar el rumbo de sus pensamientos. Probablemente su rostro ahora estaba completamente salpicado de rubor por todas partes.

—Va-vale...

Hmm... parecen unos tomates— pensó el azabache mirando la sangre que se había arremolinado bajo sus pómulos.

—Uhmm... ¿Sasuke...san?

—¿Qué?

—¿No...vas a... soltarme?

Él la tenía atrapada entre sus brazos con fuerza, así que no sabía cómo pedirle que la dejara estar de pie por si misma. Ésto comenzaba a marearla. Era demasiado para poder procesarlo de una sola vez. Ni siquiera se le había cruzado por la cabeza tal posibilidad.

¿Quién podría haberle advertido que terminaría en los brazos de un completo extraño cuando se levantó aquella mañana?

Dios mío, voy a morirme de la vergüenza...

—Ah...— profirió al notar que la tenía prisionera—. Lo olvidé...— murmuró con un rostro impávido.

Ella era tan ligera que ni siquiera había reparado en que aún la estaba cargando.

Luego de un par de segundos la liberó suavemente sobre el piso de madera.

El silencio volvió a reinar.

Vamos, di algo...esto es tan incómodo...¿Debería mudarme...?

Hyuuga.

Sasuke fue el primero en hablar.

—¡¿S-sí?!

—¿Dulce o salado?

—¿Sí...?

—Lo que te gustaría comer en la cena, ¿Dulce o salado?

Parpadeó perpleja mientras lo miraba fijamente como si le hubiera salido una segunda cabeza.

—Dulce...

—Entiendo—pronunció dando media vuelta para dirigirse hacía una de las puertas del primer piso y poco después regresó con un par de llaves que tenían un pequeño llavero con forma de tomate.

Oh, qué lindo

Hinata recibió el objeto bastante confundida todavía.

—...

—Ve a desempacar, cuando termines baja de inmediato—ordenó estoico.

—¿Eh?

—¿Eres sorda?

—¡E-eso...!

—Como sea, sólo apúrate — sentenció.

Hinata abrió la boca, pero no salió ninguna palabra de ella.

De alguna forma presintió que su vida no sería tranquila a partir de ahora.

Continuará

————————————————

Declaimer: Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto, yo sólo los utilizo para dar vida a mis locuras.

Uff tenía mucho tiempo sin escribir algo, pero necesito salir de mi bloqueo para continuar mis Fics de FF, así que esto será algo ligero y corto (espero...)

Lamento los errores trataré de corregirlos.

Nos vemos el siguiente episodio.

Akari se despide

Yanne!

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