Just Rodrivan | One-shots

By thatsnot__me

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𝐑𝐎𝐃𝐑𝐈𝐕𝐀𝐍 | ❛ Solo otro libro Rodrivan, con la intensión de llenarlo de historias de ellos. ❜ ˖ ׂ ୨ ꒰... More

The prince and his soldier
Teenagers being teenagers
Speeded up and drugged
A little (very) jealous

Behaviors of a cat

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By thatsnot__me

AU ꒰ ♥︎ ꒱

❛ Iván despierta con un pequeño problema, y que mejor que llamar al dueño de un gato. ❜

Romance, comedia .  .  .

Se remueve entre las sabanas varias veces, sintiendo algo molesto en su cabeza y su espalda baja, pero negándose a abrir los ojos y levantarse, pues consideraba que es muy temprano, además de que aún tenía sueño.

Después de un largo rato yendo de un lado a otro en su cama y buscando una buena posición para poder volver a dormir se dió por vencido al no lograrlo de ninguna manera, así que molesto retiró de un brusco movimiento las sabanas de encima suyo.

Algo arriba suyo se removió, moviendo su cabello, e Iván observó los mechones que caían en sus cara con curiosidad, ya que no sentía que hubiese nada encima de su cabeza, o se hubiera caído apenas levantarse.

Se bajó perezosamente de la cama estirándose en el proceso, para luego dirigirse al baño con la intención de lavarse los dientes, pues hasta a él mismo le llegaba al olor mañanero de su aliento.

Apenas entrar al baño y abrir completamente los ojos se quedó perplejo ante lo que su vista en el espejo le mostraba, pensando que podía desmayarse en ese mismo momento, o que seguía dormido y soñando.

En su reflejo podía observar perfectamente un par de orejitas de gato que salían de su cabeza, con el tono negro de cabello, y de su espalda baja una cola del mismo color que se movía ligeramente de un lado a otro involuntariamente.

Casi pega un grito apenas verse en el espejo, parpadeando varias veces e incluso acercándose para tocar el vidrio como si eso ayudara de algún modo.

Con miedo recorriendo su cuerpo tocó las orejas en su cabeza, e instintivamente se agacharon sin que Iván lo quisiese, era un reflejo involuntario de cualquier gato según sabe.

"Mierda, mierda, mierda..." Repetía en voz baja una y otra vez mientras tocaba sus orejas varias veces, sin atreverse a tocar su cola de gato.

Un buen inicio del día.

Rodrigo aún seguía procesando las palabras dichas por su amigo en aquella llamada, pues lo único que recuerda es "Gato", "Ayuda" y "Vení rápido", el resto es borroso ya que Iván hablaba muy rápido y él estaba medio dormido cuando decidió hablarle.

Por alguna razón Iván lo necesitaba y esperaba que no fuera nada grave para llamarlo a las seis de la madrugada, un sábado.

Apenas llegar al departamento del más alto tocó varias veces la puerta con las pocas fuerzas que aún tenía debido al sueño, intentando no caerse justo ahí, esperó a que le abriera.

La puerta se abrió unos díez centímetros y Rodrigo observó curioso como Iván se asomaba con miedo a ver a través del pequeño espacio.

"¿Amigo? ¿Estás bien?" Preguntó confundido y un poco preocupado, Iván no respondió al instante, luego cerró la puerta y en cuestión de segundos la abrió nuevamente, jalando a Rodrigo dentro del apartamento.

"¿Qué concha te pasa aho-" Estaba apunto de quejarse por el brusco movimiento y la mala bienvenida, pero apenas alzar un poco el rostro se quedó callado, con una expresión entre confusión y horror.

Iván con orejas y una cola de gato, totalmente preocupado.

"¿Tratas de seducirme?" Cuestionó Rodrigo tomándolo como una broma, pero Iván frunció el ceño molesto. "Porque está funcionando. Pero que mier..." Alzó una mano para tocar las orejas que él consideraba falsas, pero Iván se hizo para atrás asustado.

"¡No las toqués!" Rodrigo frunció el ceño y se abalanzó para intentar agarrar uno de sus orejas, mientras Iván forcejeaba para alejarlo, haciendo la cabeza para atrás.

Finalmente el castaño logró agarrar una y tiró de ella como si pudiera quitarla, pero en su lugar Iván gritó de dolor empujándolo con quizás demasiada fuerza, haciendo que chocara con la pared al lado de la puerta. Rodrigo lo observó desconcertado, mientras Iván acariciaba su orejita adolorido.

"¿Te duele? ¡Como te puede doler!" El castaño se acercó para intentar tocarla otra vez, pero Iván golpeó su mano con fuerza mientras soltaba algo parecido a un maullido de un gato enojado, Rodrigo quedó aún más confundido.

"¡Yo qué sé hijo de puta! Por algo te llamé a vos" Seguía acariciando su oreja para apaciguar el dolor. Su cola de movió bruscamente hasta chocar con la pared repetidas veces y Rodrigo abrió los ojos aún más sorprendido ante ese nuevo descubrimiento.

"¡¿También tenés una cola de gato?!" Iván gruñó por el tono usado, mientras, nuevamente, Rodrigo intentaba agarrarla.

"¡Paráááá!"

Daba vueltas en círculos intentando pensar en una explicación razonable para lo que le sucedió a su amigo, mientras él estaba sentando en el sofá apretando su cola de gato suavemente para calmar su nerviosismo.

"¿Qué hiciste anoche? ¿Fuiste de joda y tomaste algo raro?" Preguntó parando de caminar para ver al más alto, este negó con la cabeza y Rodrigo volvió a dar vueltas.

Iván lo observaba ir de un lado a otro cual gato viendo un punto rojo moverse, con curiosidad. Rodrigo finalmente dejó de caminar y se sentó en el sofá rendido, soltando un largo suspiro acompañado de un quejido por el sueño que aún tenía.

"No lo sé amigo, ¡Es que no tiene sentido!" Iván bufó recostandose también en el sofá y soltando su cola de gato, Rodrigo lo observó de reojo, aún teniendo curiosidad por la nueva forma de su amigo.

"¿Me dejás tocar tus orejitas?" El más alto negó con el ceño fruncido, a lo que Rodrigo hizo un puchero. "¡Porfaaaa!"

"¡Casi me arrancás una!" Bufó con una sonrisa nerviosa e Iván se negó nuevamente cruzándose de brazos.

"Juro no intentar quitarlas esta vez" Rodrigo alzó una mano y puso la otra en su pecho, como símbolo de un juramento. El más alto se lo pensó por un segundo, desconfiando, pero al final accedió agachando la cabeza para mayor accesibilidad.

Rodrigo emocionado se acercó a Iván de un saltito en el sofá y subió su mano lentamente. Apenas tocar un solo pelo las orejas de Iván se agacharon, por lo que Rodrigo ladeó la cabeza, curioso, pero finalmente terminó de acercar su mano y empezó a acariciar su cabeza.

La sensación fué rara al principio, para Iván era diferente a cuando alguien acariciaba su cabello normal, podía sentir ese cosquilleo en su espalda también y un calor en el pecho que no estaba seguro si era por ser mitad gato o porque simplemente era Rodrigo quién lo acariciaba.

Poco a poco se dejó llevar por la sensación y su cola empezó a menearse suavemente de un lado a otro, hasta que cerró los ojos ya muy relajado, y el más bajo lo notó; Con cuidado recostó la cabeza del pelinegro en sus piernas mientras seguía acariciando sus orejas y un poco su cabello.

Iván empezó a ronronear involuntariamente, y a Rodrigo no pudo parecerle más tierno.

De a poco el ronroneo se hizo más intenso e Iván parecía ya dormido, por que Rodrigo optó por dejar de acariciarlo, pero un segundo después de retirar su mano Iván abrió solo un ojo, frunciendo los labios, como un gato mimado que pide más cariño de su dueño.

"¿Querés que te acaricie?" Preguntó, con un tono bromista y una sonrisa de lado, pero Iván asintió de una vez, a lo que Rodrigo accedió.

Rodrigo observaba desde la cocina a su amigo, el cuál ahora estaba dormido en el sofá con su cola en el pecho y sus orejitas agachadas, lo más tierno que nunca pensó ver de Iván.

Había ido a comprar unos capeletinis para prepararles a ambos, y solo salir de la casa fué una odisea. Iván se la había pasado pegado a él desde que le concedió el capricho de acariciar sus orejas para que se relajase, y de repente se la pasaba abrazándolo cada minuto, ronroneando muy fuerte y lamiendo su cuello o mejilla de vez en cuando; Así que dejarlo ir a la tienda por veinte minutos no fué nada fácil.

Al volver de sus compras encontró a un Iván dormido en el sofá, decidió no despertarlo hasta que estuviera lista la comida, así lo dejaría respirar por un rato.

Apenas hechos los capeletinis y una limonada de paso, dejó ambos platos en la mesita delante del sofá y soltó un suspiro, dispuesto a despertar a Iván.

"Ivi..." Murmuró moviendolo de un lado a otro, el pelinegro soltó un gruñido que, de nuevo, sonó mucho a un maullido molesto.

"Iván la concha de tu madre levántate" Lo movió más bruscamente, hasta que Iván abrió los ojos frunciendo el ceño, su cola se movió con fuerza golpeando la mano de Rodrigo por accidente y este la retiró rápidamente.

"Dejame dormir" El más bajo arqueó una ceja, sabiendo que los gatos dormían muchos. Aún así se rehusó a dejarlo volver a acostarse y le extendió un plato para que viera lo que había preparado.

A Iván le llegó el olor apenas tuvo el plato medianamente cerca, y su ojos se abrieron totalmente, a igual que sus orejas, las cuales se alzaron de golpe. Se sentó rápidamente en el sofá y agarró el plato con ambas manos, agradeciendo al más bajo antes de empezar a comer.

Rodrigo agradeció que comiera como un humano y no como un gato, o sería todo un desastre.

Ambos terminaron de comer y Rodrigo se ofreció a lavar los platos mientras Iván se acaba la limonada, a lo que el más alto accedió. Mientras Rodrigo hacía su tarea, el más alto se acercó por detrás para abrazarlo por la cintura, haciendo que el castaño pegue un brinco del susto.

Iván escondió su cabeza en el hueco entre el hombro y el cuello de Rodrigo, olfateando su olor varias veces, haciéndole leves cosquillas al más bajo.

"¿Por qué no tenés una guacha? Con ella podrías estar todo el santo día pegado como gato en celo" Cuestionó, con un tono irónico en su voz. Iván soltó lo que pareció un maullido lastimero y Rodrigo sonrió con ternura.

"No quiero una guacha, te quiero a vos" El más bajo se tensó rápidamente, lo que Iván notó, decidiendo dejar una pequeña marca en su cuello.

Al parecer a Iván también le habían salido colmillos como los de un gato, que hicieron a Rodrigo soltar un gritito de dolor.

Se hizo de noche más rápido de lo esperado, y se vió obligado a dormir con Iván, pues prácticamente se lo rogó a lloriqueos; Fué imposible resistirse con esas orejitas agachadas y un puchero en sus rostro.

Rodrigo se dió un baño y obligó a Iván a bañarse también, aunque fué todo un desastre, pues debido a su nueva forma parecía detestar el agua con su alma, todo lo contrario a lo normal.

Finalmente ambos estaban listos para dormir y se acostaron juntos en la cama de Iván, por suerte cabían ambos, aunque algo apretados, pero Rodrigo no se quejó.

Su plan era que ambos durmieran de espaldas para él estar tranquilo, pero Iván tenía otra idea; De algún modo logró que Rodrigo se volteara, y se abrazó a él ocultando el rostro en su pecho, empezando a ronronear nuevamente.

Rodrigo soltó un largo suspiro, aceptando el abrazo. "Cuando vuelvas a la normalidad te voy a conseguir una minita, la necesitás" Iván se abrazó un poco más fuerte, haciéndolo reír ligeramente.

"Te dije que no quiero una..." Murmuró, y sus orejitas se agacharon, por lo que Rodrigo empezó a acariciarlas.

"Yo no puedo ser tu remplazo para una novia amigo, mirá cómo estamos" Iván alzó un poco el rostro para observar al más bajo, y sus miradas chocaron, a lo que la cola de Iván se movió frenéticamente.

"No sos mi remplazo, sos vos, y quiero que seas vos" Rodrigo sonrió mordiendose el labio con nerviosismo, mientras Iván se ocultaba de nuevo en su pecho.

Comportamientos de un gato.

N/A;
Mal intento de comedia, no sé
porqué puse arriba eso
porque de comedia NADA.

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