Just Rodrivan | One-shots

By thatsnot__me

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𝐑𝐎𝐃𝐑𝐈𝐕𝐀𝐍 | ❛ Solo otro libro Rodrivan, con la intensión de llenarlo de historias de ellos. ❜ ˖ ׂ ୨ ꒰... More

Teenagers being teenagers
Behaviors of a cat
Speeded up and drugged
A little (very) jealous

The prince and his soldier

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By thatsnot__me

AU ꒰ ♥︎ ꒱

❛ El príncipe no quiere una mujer para casarse, quiere estar con su soldado. ❜

Romance .  .  .

Rodrigo observaba con detenimiento a uno de los soldados de su padre, recostado en el balcón del gran palacio en el que vivía, donde la vista daba justo a la arena de entrenamiento. Aunque hubiera más de una persona entrando, Rodrigo solo podía fijarse en uno de los soldados; Iván, considero prácticamente la mano derecha del rey.

De unos pocos movimientos con la espada logró derrotar a su adversario, quién terminó tirado en el suelo al perder el equilibrio y ser prácticamente empujado por la espada del más alto.

Rodrigo aplaudió su victoria con una sonrisa, e Iván alzó la cabeza para verlo parado en el balcón, observandolo. Sonrió con suficiencia e hizo una reverencia por respeto al hijo del rey.

"Príncipe..." Llamó su atención una de las criadas. "El rey lo llama, lo necesita para los preparativos de la coronación" Rodrigo evitó soltar un suspiro y asintió hacía la mujer, la cuál se fué una vez cumplido su cometido.

Volteó a ver nuevamente al soldado, decepcionandose al ver que había desaparecido de su vista. Se tomó el tiempo de admirar al resto de la armada entrenando y luego al cielo, cerrando por un segundo los ojos, intentando disfrutar aunque sea un poco del viento.

No era que Rodrigo despreciara lo que tenía, ser de la realeza era la mejor vida posible para alguien en aquella época, pero desde que tiene memoria nunca ha podido vivir una vida tranquila. Cada minuto preparando una nueva celebración, viéndose perfecto, sonriendo ante el pueblo, el que pronto pasaría a estar bajo su mando.

En poco menos de un mes que Rodrigo cumpliría la mayoría de edad, y ya que su hermano mayor se negó a ser rey cuando tuvo la oportunidad, yéndose del reino, ahora era responsabilidad del menor cumplir con el legado de su padre.

No había conseguido esposa aún, lo cuál era casi una decepción para su padre.

Pero Rodrigo no quería casarse, aunque intentara estar con la mejor mujer del pueblo, no era propio de él. Porque no quería una mujer, quería a su soldado.

"¿Me llamabas, padre?" Preguntó entrando al gran salón del trono, donde estaba su progenitor, hablando con uno de los sastres del reino.

"¡Rodrigo! Por fin has venido, ven, ven" Le hizo señas con su mano para que se acercara hasta él y el sastre, quién hizo una leve reverencia ante su presencia, la cuál Rodrigo agradeció con un asentimiento.

"Él es Tomás, el mejor sastre del pueblo. Se ofreció a confeccionar tu traje para la coronación" Lo presentó con el hombre, quién parecía demaciado joven para su trabajo y para ser el mejor en dicha profesión, pero prefirió no cuestionar a su padre.

"Será un honor, príncipe Rodrigo" El sastre sonrió ofreciéndole su mano, la cuál aceptó con la misma sonrisa.

Tomás lo había llevado de allá para acá por casi todo el castillo, acompañado de dos criadas las cuales llevaban un montón de telas en sus manos, intentando no dejarlas caer a cada paso que daban. Rodrigo no entendía a que se debía todo eso, pero se alivió una vez que el sastre se decidió por salir al patio para tomar un par de medidas.

"¿Qué edad se supone que tiene usted, Sir?" Cuestionó Rodrigo extendiendo uno de sus brazos para que Tomás tomara medidas.

"Veintitrés años. Trabajo en esto desde que tengo memoria, mi padre me enseñó todo lo que sé; De hecho, fué el sastre de su madre, príncipe" Hablaba mientras extendía el metro de su hombro a su muñeca, susurrándole a una de las criadas algo que después anotó.

"Oh... Una gran coincidencia" Tomás río por lo bajo sin responder nada más, mientras seguía concentrado en su trabajo.

Rodrigo se distraía con el paisaje o viendo a los jardineros y sirvientas arreglar las flores que decoraban todo el patio del castillo. Su mirada se perdió finalmente en un dichoso soldado, quién hablaba con uno de los cocineros a los lejos.

No pudo evitar perderse en su silueta. Era demaciado alto, quizás por eso era el mejor soldado. También era increíblemente atractivo, estaba seguro de que habría recibido más de una declaración por parte de alguna joven, y seguramente, también una propuesta de matrimonio, le sorprendía que aún no estuviese casado.

Iván voltea a verlo una vez el cocinero se ha ido, y Rodrigo le sonríe amablemente, el soldado devuelve la sonrisa con un asentimiento en señal de la típica reverencia.

Tomás aprieta el metro en su cintura demaciado fuerte y Rodrigo se sorprende, casi cayendo del pequeño banquito en el que estaba parado, Iván contiene la risa con una de las manos en sus labios.

"Perdone, su alteza" Se disculpa el sastre mientras sigue con su trabajo, Rodrigo asiente a duras penas recuperando el aliento nuevamente, y su rostro se calienta al ver a Iván riendo disimuladamente a lo lejos por lo sucedido.

Finalmente un sirviente se acerca al soldado para llamar su atención, pues el rey lo solicita, e Iván se apresura a ir dentro del castillo nuevamente, no sin antes darle una última mirada a Rodrigo, como si se estuviera despidiendo.

El príncipe suelta un suspiro al sentir el metro dejar de apretar su cintura, y también al notar como el soldado desaparece de su vista.

"¿Cuál le gusta más, el borgoña o el granate?" Pregunta Tomás alzando dos telas de un tono rojo que para Rodrigo son exactamente el mismo.

"Ehh..."

Ha caído la noche y Rodrigo se alivia de poder descansar después de todo el ajedreado día que ha tenido.

Su padre diría que no es propio del próximo rey ser tan perezoso como era Rodrigo, pero no era su culpa, a quién criaron desde pequeño para ser rey fué a su hermano, no a él, quién solo lleva dos años de preparación y ya lo quieren nombrar dueño del reino.

Suspira rendido mientras cuelga su traje al lado de su puerta y se mira al espejo, enderezando su espalda al notar que está demaciado encorvado, quizás por el cansancio.

Observa la ventana que da a su balcón y camina hasta allá para tomar un poco se aire fresco, apenas salir siente el frío del viento envolver su cuerpo y un escalofrío recorre su cuerpo, pues solo llevaba una delgada camisa blanca.

Su mirada se dirige las estrellas y luego hacía abajo, viendo la arena de entrenamiento donde no había nadie, a diferencia de esa mañana, cuando observaba a Iván.

Vuelve a pensar en el soldado y una sonrisa se dibuja en su rostro, aunque no entiende el porqué de eso.

Voltea a ver a los establos, en donde divisa la silueta de una persona agarrando a uno de los caballos para llevarlo adentro, debido a la oscuridad Rodrigo no logra ver su rostro, pero si nota lo alta que esa la persona allá abajo, y eso lo confunde, pues el herrador es incluso más bajo que él.

La curiosidad le gana y busca rápidamente en su armario un abrigo con capucha para que nadie lo vea salir al patio a esa hora, para luego ir al establo, buscando a la misteriosa persona allí dentro.

Está en frente del establo, la persona adentro aún no ha salido y Rodrigo está dispuesto a descubrir quién está allí, ya que es obvio que no es el encargado original de los caballos.

La puerta de madera hace demaciado ruido y Rodrigo maldice por eso, pero entra lentamente observando dentro, donde solo se encuentra con uno de los caballos afuera de su lugar.

Entra lentamente y antes de poder acercarse demaciado al animal unos fuertes brazos lo agarran por detrás, una mano tapa su boca y el filo de una espada se posa en su cuerpo sin llegar a cortarlo.

Forcejea como puede con el miedo de que dicha persona clave la espada en su garganta, y su capucha cae dejando ver su rostro con claridad.

"¿Rodrigo?" Escucha la voz de alguien familiar, y deja de moverse por un segundo. "Mierda, no me asustes así" El captor lo suelta con cuidado alejando su espada, y Rodrigo tose exageradamente.

"¡¿Iván?!" Pregunta confundido una vez deja de toser, y logra divisar por la poca luz que entraba en el establo al soldado, quién se aleja uno o dos pasos.

"¿Qué haces aquí, a esta hora?" Rodrigo frunce el ceño acomodando su pelo y su ropa, mientras Iván lo observaba detenidamente.

Era raro que las personas lo tutearan, normalmente le hablan por "usted" para mostrar respeto, pero Iván parece no tener ninguno, tratandolo como si fuera cualquier persona, como si no fuera el hijo de su jefe.

"¿ que haces aquí, a esta hora? Eres soldado, no herrador" Iván bufa mientras envaina su espada. Da unos cuantos pasos cerca de Rodrigo y se detiene para admirarlo, pero sigue su camino hasta quedar al lado del caballo.

"Vine a verlo" Musitó, refiriéndose al animal, mientras acaricia su frente y su melena con cuidado, Rodrigo se acerca también para tocar al caballo.

"Oh, ¿Como se llama?" Pregunta el más bajo, observando al caballo mientras acaricia su hocico con cariño, e Iván lo observa con una leve sonrisa, sabiendo que Rodrigo era un gran fan de los animales.

"Valiente" Rodrigo sonrie por la respuesta y sigue mimando al animal, teniendo la mirada atenta de Iván encima suyo, con cierto brillo en sus ojos, un brillo cariñoso.

Un silencio acogedor se incorporó en el ambiente, en el establo solo se escuchaban los leves ruidos del exterior, como los grillos y demás bichos, o la fría brisa envolviendolos a ambos mientras seguían ahí juntos, acariciando a Valiente.

Rodrigo e Iván ahora estaban parados al lado de la arena de entrenamiento, con el más alto recostado en las vallas que rodeaban el lugar, ambos observando en silencio el bosque afuera del palacio.

"En unas semanas serás rey..." Empezó a hablar Iván, sin quitar la vista de al frente, a diferencia de Rodrigo quién volteó a verlo. "Así qué, por ende, yo seré tu soldado" Ambos rieron por lo bajo.

"Creo que eso me emociona más que gobernar entre maldito lugar" Iván lo observó de reojo sonriendo levemente. Si algo tenía en común con el príncipe, era su amor-odio por el lugar en el que habían vivido toda su vida hasta ahora.

El soldado se encogió de hombros. "No es tan malo, ser rey suena emocionante" Sabía que esas palabras solo eran para alentarlo a aceptar su destino.

"¿Estar sentado en un trono los próximos veinte años de mi vida? Wow, muy emocionante" El soldado río suavemente agachando la cabeza, mientras Rodrigo observaba el paisaje con una sonrisa irónica.

"Bueno, podrás casarte con una buena mujer, y seguir el legado de la realeza con un lindo niño" La sonrisa desapareció de su rostro ante esa suposición, ¿En serio Iván veía eso como un buen plan de vida?

"No sé si es lo que quiero... Pero, tampoco tengo muchas opciones" Iván lo observó en silencio por unos instantes, arrepentiendose de sus propias palabras.

"¿Qué es lo que quieres?" Ladeó la cabeza apenas preguntar eso, y Rodrigo no supo que responder en ese instante.

Era un príncipe, el futuro rey, ¿En realidad importaba lo que quisiera? Tenía que seguir órdenes. El día de su coronación debería ser el más importante en su vida y para Rodrigo solo era el inicio de su triste destino. Pero no todo sonaba malo, después de todo y como dijo Iván, sería su soldado, seguiría a su lado pase lo que pase.

Iván supuso que Rodrigo no respondería, así que se limitó a desviar su mirada y dejar que el silencio los inundara otra vez, hasta que escuchó al más bajo carraspear.

"Quiero... Quiero estar a tu lado, estar contigo, juntos" Musitó con cierto nerviosismo en su voz y su forma de actuar, con la cabeza agachada y la mirada perdida en el suelo.

Iván sonrió, satisfecho con sus palabras. Se acercó lentamente hasta chocar con Rodrigo y atraerlo hasta poder abrazarlo, el más bajo no se sorprendió, en su lugar aceptó el abrazo vagamente, aferrándose al cuerpo contrario como si vida de ahí en adelante dependiera de aquel soldado.

La luz de la luna bañandolos en una promesa silenciosa, una que los uniría hasta que la trágica muerte de uno de ellos llegara; Como solían decir en las bodas, "hasta que la muerte los separe".

Aún si el destino de Rodrigo era ser rey y en un futuro casarse, Iván estaría ahí con él, y le sonreiria como siempre hacía.

El príncipe y su soldado.

N/A;
No sé si es un good
ending o bad ending pero
tomenlo como
quieran xd.

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