Edison perdió desde el momento en el que vio a Decker tan tranquilo y aun así le ofreció piedad y rendición.
Olvidó algo tan importante como:
"Si tu enemigo se toma las cosas con tranquilidad, no le des tregua".
Fue tan idiota de su parte querer tomar las cosas bajo amenaza. Las amenazas no sirven contra la estrategia.
Cuando se dio cuenta, ya era muy tarde.
Levanta la mirada y la sostiene contra Decker. El rostro de ese hombre se ve frío, helado, como si no fuera capaz de sentir emociones o empatía. Es la mirada de un hombre que ha visto y hecho cosas terribles.
Cuando vio que la alta figura de ese monstruo se acercaba, sintió nervios. Tiene toda la ventaja de ganar. Pero de ordenar un ataque, perderá a su hija. Es como una balanza, de un lado está su hija, y del otro lado la victoria.
—¿Estás seguro de lo que quieres hacer? —El gran alfa le miro fijamente, con los ojos ligeramente entrecerrados, mientras soltaba feromonas de la más alta calidad, buscando someter al bastardo que se creyó capaz de alcanzar la cima. —¿Alguna vez has presenciado una guerra...?
Edison no respondió ante la pregunta, todo lo contrario, se quedó callado. Para Decker fue como una falta de respeto. Le está haciendo una pregunta, no está en posición de ignorarle. Así que enfureció.
[¡Zas!]
Un golpe llegó directamente al rostro de hombre con el cabello canoso y lo desestabilizo. En cuanto el escuadrón que lo "respaldaba" vio aquello, levantaron sus armas contra Decker amenazando con fusilarlo al instante. Las armas estaban demasiado cerca de su rostro, casi encajándose en su piel. Y ni siquiera se inmutó a tenerle miedo.
—¿Seguro que quieres matarme? En cuanto lo hagas, tus peores pesadillas se cumplirán... —Sabiendo que Edison no hará nada estúpido mientras su hija este bajo su custodia, empujó una de las armas que le apuntaban directo a la cara. Le es molesto saber que alguien se atreve a faltarle al respeto de tal modo.
—Atrás todos, no se atrevan a disparar ni una sola bala. —Edison puro una nueva orden a sus soldados alejándolos de Decker. El hombre que ahora tiene el control.
Sabiendo que posiblemente todo acabará pronto, decidió que lo mejor era darle una verdadera lección al hombre que se cree tan capaz de gobernar un territorio tres veces más grande.
—¿Sabes cómo se ve la guerra? —Pregunto con la mirada fría —¿Sabes cómo huele la sangre de las personas que murieron de formas horribles? Sabes que se asustaron tanto que incluso defecaron en sus pantalones—Se acercó y tomo a Edison del cuello de su estúpido traje negro y lo sostuvo con fuerza —Cuando el hombre que te entrena es un jodido sádico de mierda que condena a los traidores a un foso dónde los osos se comen a los hombres vivos... Te das cuenta de lo horrible que es el mundo fuera de un lugar al que consideras seguro.
El trauma sigue intacto. La imagen y el horrible olor a sangre yacen impregnadas en su mente. El primer trauma derivado de su entrenamiento a los once años dirigido por su propio abuelo materno es un recuerdo terrible del cuan terrible puede ser el ser humano.
Un hombre inclinado hacia las guerras, un hombre sádico amante del olor a sangre y los días de caza. Un hombre que jamás tuvo piedad con sus enemigos...
La primera lección a la cual fue sometido Decker fue tan simple como observar ejecuciones. Ejecuciones de hombres que habían traicionado al rey esperando encerrados durante semanas con el único propósito de ser devorados por los osos con el objetivo endurecer el carácter de un niño asustado por el nuevo mundo que se le presentó.
El shock emocional y el terror que sintió apoyan fuertemente a una sola causa hoy en día; La paz.
—¡¿Has visto la sangre coagulada apestando a muerte o has escuchado los cráneos de los hombres al romperse por una mordida de toneladas de fuerza?! ¡Contesta! ¿Has visto la crueldad humana?.
Los ojos magnéticos, la feromona y él reciente recuerdo del trauma floreciendo es cada vez más aterrador, a un punto inimaginable.
—¡Si supieras el horror de la guerra! ¡Si supieras la crueldad de las personas en una nueva realidad a la cual no conocen! Se matan unos a otros por comida, los niños lloran, las madres sufren, los alfas mueren, ¿Conoces el sentimiento de furia al pensar que un bastardo entro y mató a personas inocentes solo por comida, dejando morir a un bebé de hambre y frío? ¡¿Lo conoces?!.—Con lo último pareció incluso que le tembló ligeramente la voz.
Realmente, si pudiera regresar el tiempo, Güiria lejos para jamás haber ido al norte a observar tales atrocidades de un hombre que asesina enemigo en masa para mantener al salvo a su propia gente.
Un Reinado sobre una montaña de cadáveres y un río de sangre.
Lo único bueno que pudo aprender de tal experiencia es... Que la guerra es horrible.
—Estás dispuesto a dejar morir a miles de personas en una guerra inútil por tus ambiciones... Sin pensar en tu pueblo, sin pensar en el daño y las vidas que cambiarás para siempre. —El hombre que aún parece no saber que ya está en el fondo del cañón, sin posibilidad de salida, aún no parece dar su brazo a torcer y se niega a aceptar la verdad.
Quizás una pequeña muestra de lo que sentirá el resto de las personas por su culpa, sería razonable.
—¿Quieres una prueba de como se escucha la guerra?.
Con los ojos fríos, vacíos de sentimiento, sostuvo el radio frente a Edison e hizo una aterradora pregunta que erizo la piel de todos.
—Tienes dos opciones, no hay más, no hay negaciones, no hay nada más que dos opciones, elige; Que se quede sin un dedo, o que se quede sin todas las uñas de las manos. ¿Cuál eliges?.
—¿Qué...? —Quedo en shock ante la pregunta. —¡¿Qué mierda estás diciendo maldito psicópata?!.
—Elige.
—No haré algo como eso, suelta a mi hija.
—Elige —Presiono a tal punto que el hombre casi se volvió loco.
—¡Suéltala por el amor de dios, suéltala!.
—¿Dios? —Tuvo unas tremendas ganas de reír cuando escucho la palabra "Dios" —Ni Dios, ni la luna, ni los dioses griegos, nórdicos o egipcios. Aquí no hay ningún dios, te han abandonado.
Las piernas le temblaron ante la caída de la poca fe que aún tenía. Estaba aterrado del monstruo de hombre que amenaza con arrancarle un dedo a su hija. ¿En qué mierda se metió? ¿Qué estupidez hizo...?.
—Arránquenle las uñas —Tan pronto dio la orden, los gritos de una mujer aterrada se escucharon con fuerza.
La desesperación de saber que sentirá por primera vez el horror de ser torturada es estremecedor.
—¡Papá, papá! ¡Ayúdame, estoy asustada, papá! —Incluso si no podían verlo, pudieron escuchar el ascenso a la locura. El desesperante sonido de las cadenas y el golpeteo de sus pies contra el suelo al tratar de soltarse, de lo que la mantiene atada a una silla de madera. —¡PAPÁ!.
Los gritos de pánico siguieron mientras las lágrimas empapaban su rostro y sus pestañas bailaban al ritmo de sus lamentos.
Se sintió tan arrepentida de haberle hecho caso a su padre... De haber hecho lo que le pidió. De haber arruinado su vida al arruinar la vida de Decker.
La primera uña se desprendió luego de que colocarán un cincel de punta delgada, y pequeño, bajo la uña, lo y golearan con un martillo con la suficiente fuerza para romper la carne que se adhiere a la uña.
El grito fue horrible, Emilia no pudo evitar llorar del horror de situación que estaba escuchando mientras era sostenida por su esposo. Saber que el hijo al que tanto ama dice cosas tan horribles de un pasado que no conocía. Pobre Emilia... Engañada por el hombre que dice amarla e incluso por su propio padre...
Por otra parte, Max se encorvó y de inmediato vómito en el suelo luego de escuchar los gritos. Se sintió tan ansioso y asustado de saber que alguien puede estar pasando por algo tan horrible. Incluso si es alguien a quien odia... Es tan horrible.
Y Azur, él no sintió nada, ni Fletcher, ni Farkas, ni siquiera Andrey. Los de carácter fuerte, saben bien y con claridad que lo que Decker hace es una forma de evitar que miles mueran.
Es una balanza moral.
De un lado; Un dedo
Del otro lado; La vida de miles de personas.
Es un castigo ejemplar de lo horrible que puede llegar a ser la guerra y la muerte. Un castigo que involucra a terceros.
—¡PAPÁ, PAPÁ DILES TODO LO QUE SABES POR FAVOR, POR FAVOR DILES! —No paso demasiado tiempo para qué la segunda uña se desprendiera de su dedo y la chica gritara horrorizada. —¡PAPÁ!.
Ante la orquesta de lamentos y llanto, Decker hizo su último movimiento buscando derribar por completo al enemigo. Si bien, detesta a Roxana, no es fácil lidiar con el peso de la conciencia de lastimar a una mujer.
—¿Es agradable para ti escuchar lamentos? —El hombre, en un estado de shock y terror total, se petrificó —¡Esto es lo que querías! ¿Entiendes a lo que me refiero? ¡Todos ustedes piensan que la guerra el fácil, todos creen que pueden ir y arrebatar vidas a su antojo, pero nadie está dispuesto a ver a su familia sufrir! ¿Verdad?. ¿Te gusta lo que escuchas? ¿Te sigue gustando la guerra? ¿Eh? ¡Bastardo!.
Y mientras Edison Bullet se hundía en su miseria, recordó perfectamente lo que le dijo su abuelo una vez. Quizás no fue un abuelo totalmente amoroso, ni blando, fue criado para pelear, para matar, para cazar, para ser un rey. Y quizás sus métodos sádicos y poco morales no a todos les parecen correctos. Pero la dinastía de los hijos del norte ha perdurado tanto como la de los Raxton.
Arraigados a su ferocidad, con un instinto protector agudo y una afinidad para la pelea; Decker fue el resultado de un emparejamiento con genética de alta calidad.
Por ello su abuelo se encargó de "Endurecerlo" y demostrarle lo que él llama; El arte de la guerra y las leyes del poder.
Ley número 15:
"Aplasta por completo a tu enemigo.
Lastimar a tu enemigo no es suficiente, debes destruirlo por completo para que no se levante de nuevo, si se deja encendida una sola brasa, por muy débil que sea, siempre se corre el riesgo de que se vuelva a desencadenar un incendio.
Históricamente, se ha perdido más por una aniquilación a medias que por una exterminación total, pues el enemigo después de un tiempo se recupera y busca venganza".
De algún modo aquello lo dejo marcado de por vida. Jamás se le olvidó. La enseñanza tuvo un costo y una marca de sangre. Pero le sirvieron en innumerables ocasiones.
—Dime lo que quiero saber, o después de sus uñas caerán sus dedos.
—¡Lo haré, te diré lo que necesites saber, te lo diré, pero por favor suelta a mi hija! Ella no tiene la culpa. —Al ver qué Decker ni siquiera parecía importarle un poco la desesperación ajena, se dio por vencido rápidamente —Te lo diré, fuimos nosotros, nosotros provocamos el celo, nosotros enviamos a tu luna central, fue siempre nuestra culpa. Todo estuvo planeado siempre. Te lo diré todo, pero suéltala.
Si logras eliminar todas las opciones de tu oponente, este no tendrá más remedio que doblegarse a tu voluntad.
Aún no termina con Bullet, pospondrá el castigo de Roxana un poco más. Si lo que Bullet le dice no le convence, le arrancará las extremidades una por una y lo obligará a escuchar.
Pero por ahora, es momento de detenerse.
—Deténganse —Los hombres que se dedicaban a lastimar a Roxana se detuvieron al instante, justo cuando estuvieron a punto de golpear el martillo contra el cincel y arrancar la siguiente uña. Decker apagó la radio. Por ahora ya no necesitará probarle a Edison lo capaz que es por proteger a su familia y a Max.
—Te lo dije; te dije que te tendrías... Pero no me quisiste creer. —Decker se aproximó lentamente, mientras veía como el cuerpo del hombre que se creyó capaz de derrotar una dinastía, caía al suelo de rodillas. Se acercó lo suficiente como para que solo él escuchara y dijo en voz baja; —Ahora dime quién es la persona detrás de todo esto. Ahora está más que claro que tú no eres el cerebro de todo esto. Habla y no mataré a tu familia.
Edison se puso pálido en un instante. Aún más pálido de lo que ya estaba. La familia Edison está cayendo por pedazos, seis generaciones se están quemando desde los cimientos. Pero aún no se vuelven cenizas.
—Habla...
—Te lo diré, te lo diré, pero-
[¡Bang!]
Muerte a los traidores.
La bala llegó desde un lugar totalmente desconocido y le reventó el cráneo a Edison Bullet. Murió al instante. Sin posibilidad de redención.
Los resto de la cabeza se esparcieron por el suelo, la sangre mancho el rostro y la ropa de Decker, y la cabeza de aquel hombre quedó irreconocible. Fue totalmente asqueroso.
El mismo hombre que les había dejado el disparo de advertencia volvió a disparar. El arma calibre 50 hizo un escándalo. Provocó eco y a Andrey se le hizo imposible adivinar de dónde viene el disparo. No puede ver desde donde llego si está en el suelo.
Sigue estando en una posición de presa. Todos lo están. A excepción de los líderes de manada, de haberlos querido muertos, ese maldito francotirador ya los había matado. Los necesitan vivos para lo que sea que tengan en mente.
Y esta claro que no es para nada bueno.
Emilia y Max quedaron petrificados durante mucho tiempo luego de presenciar una muerte. En especial Max, era la primera vez que vía algo tan sádico y horrible. Se pudo pálido y lloro en los brazos de Fletcher totalmente aterrado.
Decker no tuvo más remedio que acercarse a una de los Jeeps que usan para las misiones y sacar una manta para cubrir cadáveres. Suelen utilizarlas mucho al final de las operaciones, son indispensables para cubrir los cuerpos en caso de que la prensa decida intervenir de manera odiosa. Son útiles, justo como ahora.
Cuando el cadáver fue cubierto, finalmente suspiro, no era lo que tenía presente que pudiese pasar, pero ya no importa. No puede regresar el tiempo ni revivirlo. Solo le queda esperar. Está seguro de que enviaran a alguien más para la negociación o el verdadero villano aparecerá.
Por cualquier motivo, debe esperar. No lo matarán, aún sigue en estado de inmunidad. Debe ganar un poco más de tiempo. Y no deberá salir de su fortaleza.
Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de ningún modo se dejan atraer fuera de su fortaleza.
Si hace que los adversarios vengan hacia él para combatir, sus fuerzas estarán siempre divididas. Si no sales a combatir, tu fuerza estará siempre completa.
Por algo, la mansión Raxton está ubicada en un punto estratégico y perfecto para resistir cualquier invasión. Cualquiera.
Y realmente, no pasó demasiado tiempo para que un auto se acercara a una velocidad constante desde la única entrada hacia la mansión. Es un auto negro polarizado de alta gama.
No cualquiera tiene uno de esos.
Es interesante.
Decker lo observa acercarse lentamente mientras se limpia la sangre del rostro con la playera. Le es asqueroso tener sangre de cerca de su boca. Mas si es de alguien que considera inferior.
Cuando terminó de limpiarse el rostro, la puerta del auto se abrió. Fue empujada con lentitud, con poca fuerza desde adentro. La persona tiene dificultades para salir por su cuenta, aun así, no pide ayuda.
Pone un pie fuera del auto, la suela de su zapato de cuero de alta calidad hace crujir las piedras redondas y lisas que hay en el suelo como decoración. Extiende sus brazos y pone un bastón fuera del auto y poco a poco empuja la puerta y sale.
Vestido de un traje formal negro con camisa de botones blanca, el hombre finalmente sale. Su cabello está despeinado, lleno de canas y hay algunas zonas sin cabello sobre su cabeza. Sostiene el bastón con fuerza mientras camina con confianza.
Es como ver al mismísimo diablo. Bien vestido.
Sin remordimiento, sin miedo, sin preocupaciones, es un hombre al que parece divertirle su entorno. Es como un hombre yendo por su preciado premio.
Es un hombre que tiene un comportamiento similar al de Decker. Y el alfa lo sabe, es alguien a quien no de le debe dar tregua. Un oponente digno. Un hombre que pondrá a prueba los conocimientos que recogió durante años.
—Viejo sabio...