Llego el fin de semana y mis nervios se intensificaron. No les comente absolutamente nada a mis padres sobre el cambio inesperado de la fecha del matrimonio, eso solo provocaba un revoloteo en mi estomago, provocándome aun mas las nauseas.
necesitaba respirar...
necesitaba calmarme..
Aun faltaba unas cuantas horas para la reunión en la casa de los Collins, y mis padres encantados aceptaron la invitación, sin imaginarse la sorpresa que se llevarían.
y preguntaran... ¿Por qué les preocupa tanto una fecha? simplemente desean todo "perfecto", aparte que fue una fecha que eligieron específicamente porque era el día del matrimonio de la familia.
Una tradición familiar de los Jones.
Decidí ir a visitar un rato la catedral, apenas eran las 8 de la mañana, no podía seguir durmiendo de los nervios, y mis padres aun no habían despertado. Me aliste con un vestido blanco casual, que me llegaba mas abajo de las rodillas.
A mis padres ni a Marcus les gustaba que usara vestidos o faldas tan cortos. Así que, estaba haciendo el riesgo de ser regañada. Pero ellos no tienen la necesidad de saberlo.
En el camino hacia la catedral, que no quedaba muy lejos, no se observaban ni una sola persona, era un fin de semana y era natural que a esta hora no exista ni una sola alma rondando por las calles.
Al llegar me encontré con la catedral cerrada, claramente ese día no la iban a abrir hasta que sean mas tarde de las 12 del mediodía, pero como ser la futura esposa del dueño de la catedral, me daba algo de ventaja, tenia la forma de como entrar.
Después de buscar el escondido laberinto de paredes que días atrás me había enseñado Marcus, encontré la puerta secreta, que era de una roca petrificada falsa. Empuje con fuerza hacia un lado de la roca falsa, dando la entrada del otro lado. al dar un pequeño espacio para mi cuerpo, entre y cerré nuevamente.
El ronquido que soltó la roca al cerrarse con fuerza, estremeció mi cuerpo. Mi única compañía era la oscuridad, cosa que me daba aun mucho mas miedo. Busque con desesperación en mi bolso algo útil que pueda iluminar mi camino, pero claramente no traía nada para ello.
Bufe con pesimismo. Mis pasos al caminar resonaron en todo el lugar, solamente aumentando mi miedo. Di unos cuantos pasos mas, hasta que me estampe contra algo que era una pared.
—¿Necesitas ayuda?— La ironía en su voz en cierto modo me hizo enojar, pero también la voz grave y juguetona hizo que soltara un grito ahogado.
Claramente sabia perfectamente de quien se trataba...
su voz me lo dijo, sin titubeos. Y eso que ni lo conocía, ni lo había escuchado bien cuando lo conocí en aquel sueño.
Y claramente sabia que con lo que me estampe no era una pared.
Era el..
Haize
—Hasta que por fin nos volvemos a ver, ¿no?— trague grueso. Sentí mi cuerpo temblar, pero no de miedo, de nervios.
Sabia que no podía sentir miedo.
—Si...— murmure, pero mi voz soltó un hilo como un chillido.
Soltó una carcajada.
La ultima vez que lo vi fue el día de la cena en la casa de los Marcus, donde llore desconsoladamente por Marcus, donde el me ayudo a calmarme, donde el estuvo para escucharme, donde el estuvo cuando necesitaba alguien, cuando el estuvo cuando necesitaba a un amante.
Pero, ¿en verdad estuvo allí? ¿No era mi mente traicionándome?
—¿Qué haces aquí?— No podía ver su rostro, pero por su tono de su voz, sabia que se encontraba serio y no estaba jugando esta vez. —Es peligroso que estés aquí.
—¿Por qué seria peligroso? Los dioses cuidan esta catedral, donde los ángeles vienen a pedirles bendiciones y milagros.
Soltó un bufido.
No me había dado cuenta que, cuando me estampe contra el, me había tomado de la cintura y yo me agarraba de lo que al parecer, eran sus hombros.
—Tienes que irte. Ahora.— Murmuro contra mi oído, sintiendo su aliento chocando contra mi oreja.
—Pero..-
—¡Haize! ¡Haize! ¡Apúrate!— Gritaron.— ¡Odio este maldito lugar del infierno!
Abrí los ojos de par en par. Acababa de reaccionar.
Haize estaba en la catedral.
La catedral estaba cerrada.
Una voz masculina extraña acaba de llamarlo.
La catedral esta cerrada.
No tienen permiso de estar aquí.
Esto no es un sueño.
—¿que?— levante mi mirada, encontrándome a centímetros del rostro de Haize. Aunque la oscuridad no me daba la oportunidad de observarlo, sabia que sus ojos verdes me penetraban a unos cuantos centímetros de mi. —¿Qué haces tu aquí? No tienes permitido venir a la catedral, MIENTRAS este cerrada.
—¿y tu si, mujer?
Abrí la boca para protestar pero la cerré, pensé en mi respuesta y conteste:
—Claramente, la tengo. Soy la futura esposa del dueño de la catedral, simplemente vine a hacer algunos arreglos para la boda que será realizada muy pronto.— alce el mentón con orgullo, pero de respuesta soltó un bufido de burla. —¿ahora se puede saber que haces tu aquí?
—¿te importa?
—Bastante. Estas haciendo ilegalidades.
—Bien.
—Espera... ¿este es otro sueño?
—Puede ser.— Vacilo.
—¿puedes darme una respuesta decente, al menos?
—tal vez.
Carraspee irritada.
Me aleje dándole un empujón, el solo se rio abiertamente y me imagine como seria su expresión mientras se ríe de esa manera...
¡No! no pienses en eso.
—Entonces.. ¿me ayudas a salir?— Pregunte.
—¿A salir de la catedral? con gusto.
—¡No! A salir de este laberinto, pero quiero terminar DENTRO de la catedral.
—Entonces no puedo.— Refunfuño.
—¡Porque no!— Chille.
—Shhh..., no hagas tanto ruido, te van a escuchar.— Bufe y el suspiro. —¿Qué hago para que te vayas?
¿Quién nos escucharía? La catedral esta cerrada. No debe de haber nadie a estas horas.
—Mmm, dime la razón por la cual no me quieres aquí.— Juguetee, buscando una respuesta.
—Todo menos eso.
—Entonces llévame contigo.
Gruño con irritación.
—Tampoco.
—Entonces, no. Con permiso, iré en busca de la salida de este laberinto e ir al interior de la catedral.
Camine un par de pasos, me agarraba de la pared en medio de esta oscuridad. A mis espaldas sentí su presencia mientras se alejaba, sus pasos resonaban contra la piedra. Y me pare en seco a escucharlo.
—Si te pasa algo, yo te lo advertí. y ni creas que voy a ir en tu búsqueda, estúpida y tonto angelito.— Susurro.
Ese comentario me había dolido, pero mi orgullo era mas grande que no le presto atención y continúe con mi camino, no sin antes de decir:
—No necesito la ayuda de alguien como usted, Haize.
Solamente pude dar un paso, Haize me tomo del brazo y me pego contra la pared, inmediatamente iba a protestar pero me callo estampando sus labios contra los míos.
Con brusquedad me beso. Un beso. ¡Un beso!
Sus labios se movieron con los míos, los cuales eran torpes e indecisos, mordió con fuerza mi labio inferior logrando que abriera la boca y su lengua entrara, saboreando mi paladar.
Solté un gemido cuando nuevamente mordió mi labio inferior pero esta vez con mas suavidad. Coloque mis brazos alrededor de su cuello mientras el me presionaba contra la pared tomándome de la cintura y bajando lentamente sus manos a mis piernas.
Se separo de mi para tomar aire, su aliento al igual que el mío estaba pesado por los jadeos causados por el beso tan intenso que nos habíamos dado.
Esto no se comparaba a nada con el beso de Marcus.
No me dio tiempo para poder decir algo, ya que nuevamente ataco mis labios con la misma brusquedad de antes, salvajemente me estaba comiendo a profundidad la boca. Yo en ningún momento me rehusé, mas bien, lo disfrutaba como dominaba mis sentidos con solo el tacto de sus manos en pequeños círculos en mi cintura y sus labios contra los míos, mientras nuestros cuerpos chocaban entre si por la excitación que sentíamos
sus manos siguieron bajando hasta llegar hasta la parte baja de mi trasero donde comenzaba mis muslos, me alzo sin dificultad alguna y por instinto, enrolle mis piernas en su cadera. me agarre con mas fuerza de su cuello, cuando sus besos no acababan y cada vez se volvían a intensificar aun mas.
Dime que no es un sueño.
Pero si no lo es, ¿Por qué no me rehusó?
Dioses.. Esto es tan bueno, que quiero hacerlo todos los días de mi vida.
¿Tan malo es desear a alguien en menos de 5 segundos sabiendo que te vas a casar en menos de un mes?
¡Espera! ¡Me voy a casar en 3 semanas!
—Haize.. e-esto no esta bien
Susurre en lo bajo, podía sentir sus labios rozando con los míos, mientras su aliento golpeaba mi rostro.
Me soltó con cuidado, dejándome en el suelo.
Después.. No lo sentí. Alce mis manos buscando nuevamente su toque, pero no había nada. En medio de la oscuridad no había encontrado nada. Solo un vacío.
Había desaparecido.
¿Que hacía Haize en la catedral? ¿Cómo entro?
Se dice que entró gracias a la influencias de sus amigos. O simplemente, entro porque tiene permiso? Aún no se sabe concretamente a qué se debe.
ulala, Que paso aquí?? ¿Qué opinan de este cap? muy ekisdeh, lo se. En ese momento creo que andaba mas caliente que la chucha, pero bueh. que se puede hacer.
A mis editores les gustaron los cochinos esos y lo deje (Aunque esta escena iba a ser eliminada)
Por cierto, el Wikiangel solo pudo hacer una pregunta en este capitulo a causa de que pues, bueno, tiene un filtro en donde tiene prohibido comentar cosas +18. Ósea, no puede decirnos los pensamientos de Haize...
Que desperdicio de Bot. Yo quería saber lo que pensaba mi gatito.
¡Espero que les haya gustado! ¡Dejen todas sus opiniones y comentarios!