SUNFLOWER | Harry Potter

By etrnaldream

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ใ…คโช ๐—ฆ๐—จ๐—ก๐—™๐—Ÿ๐—ข๐—ช๐—˜๐—ฅ. ใ…ค๐’˜๐’Š๐’•๐’‰ ๐’๐’๐’—๐’†, etrnaldream.โœโœ El girasol simboliza el amor y la admiraciรณn, y es... More

โ”€โ”€โ”€โ”€ ๐•ป๐–—๐–”๐–‘๐–”๐–Œ๐–š๐–Š.
Chapter one.
Chapter two.
Chapter three.
Chapter four.
Chapter five.
Chapter six.
Chapter seven.
Chapter eight.
Chapter nine.
Chapter ten.
Chapter eleven.
Chapter twelve.
Chapter thirteen.
Chapter fourteen.
Chapter fifteen.
Chapter sixteen.
Chapter seventeen.
Chapter eighteen.
Chapter nineteen.
Chapter twenty.
Chapter twenty-one.
Chapter twenty-two.
Chapter twenty-three.
Chapter twenty-four.
Chapter twenty-five.
Chapter twenty-six.
Chapter twenty-eight.
Chapter twenty-nine.
Chapter thirty.
Chapter thirty-one.
Chapter thirty-two.
Chapter thirty-three.
Chapter thirty-four.
Chapter thirty-five.
Chapter thirty-six.
Chapter thirty-seven.
Chapter thirty-eight.
Chapter thirty-nine.

Chapter twenty-seven.

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By etrnaldream

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐕𝐄𝐈𝐍𝐓𝐈𝐒𝐈𝐄𝐓𝐄
───────────────
Dar el primer paso.

.

OMNISCIENTE.

Lola tuvo éxito absoluto cuando tuvo que volver a su sala común, suspirando de alivio cuando allí sólo se encontraba Némesis con un par de compañeros.

No tardó en ponerse de pie, dando una disculpa, y arrastrando a la rubia en dirección a su habitación compartida.

La atacó con preguntas para saber cómo había resultado ese encuentro en la oficina, luciendo feliz por ella al saber que fue mejor de lo esperado.

Némesis sentía eso cada vez que veía a Lola bien; felicidad.

Le tranquilizaba saber que por lo menos las cosas en su vida estaban saliendo bien, claro, ignorando todos los problemas que existen detrás de este enorme secreto que ambas decidieron ocultar por un largo tiempo.

Lola trataba de evadir esos problemas, más ahora si quería que las cosas con Harry fueran mejor.

—¿Si entendiste cómo hacerlo? —la pelinegra sostuvo su libro de pociones contra su pecho al salir del salón.

Lola alzó la cabeza, cerrando su bolso con el que batalló cerca de un minuto.

—Bueno, tomé los apuntes necesarios, podemos guiarnos con lo que tengo y algunos libros de la biblioteca.

—Se supone que debemos realizar un informe con cada paso detallado y las cantidades exactas. —suspiró— ¿Crees que salga bien?

—De seguro vamos a encontrar algo, Némesis. —le sonreí— Vamos ahora y tratemos de comenzar lo antes posible. ¿Sabes de los chicos?

La chica de reojo notó que su mejor amiga saludaba a un grupo Ravenclaw como de costumbre; Némesis siempre fue más sociable que ella.

—Salieron antes para ir a la biblioteca y guardar un sitio. —explicó, entrelazando su brazo derecho con el contrario de Lola— La mayoría está yendo a estudiar, comienzan las evaluaciones.

La rubia suspiró por el simple cansancio que le dio escucharla.

Sabía muy bien que eso le traería mayor estrés por estar constantemente preocupada de que su inteligencia se viera reflejada en las calificaciones.

Sólo así su padre se sentiría satisfecho de que la educación entregada fue la correcta.

Y que todos los tiempos de estudios con él valieron la pena.

—¿Hoy irás otra vez con el señor Potter? —susurró.

Se encogió de hombros. —No lo sé, quizás deba quedarme estudiando y avanzando esta cosa. No he tomado un solo libro, Némesis.

—Diría que te ayudaría a estudiar, pero ambas sabemos que terminarás tú enseñándome.

Ambas rieron al saber que estaban en lo correcto.

La pelinegra nunca fue la mejor para los estudios; encontraba miles de distracciones o se frustraba al no poder comprender lo que leía.

Terminaba cerrando el libro, yendo a su cama y prefiriendo dormir para calmar el dolor de cabeza que los enormes párrafos le provocaban.

Si obtenía buenas calificaciones, decía que sólo era suerte.

—¿Y de Dylan sabes algo?

Lola miró sus pies a medida que avanzaban por los pasillos, negando levemente en respuesta.

—No, supongo que será más complicado coincidir con él cuando somos de distintas casas. —se encogió de hombros— Pero me agradaría verlo.

—Que no sea delante del señor Potter, ¿por qué la gente mayor es tan celosa?

Su mueca de desagrado le hizo reír, brindándole un pequeño codazo.

—Si esta situación fuera al revés, ya te gustaría que el señor Malfoy estuviera celoso. —se inclinó para hablarle bajo.

Soltó un suspiro bobo. —Sí... no te voy a mentir.

Aproximadamente cinco minutos después llegaron a la biblioteca, abriendo la puerta y dando paso a un pequeño grupo de primer año que salía del lugar.

Rebuscaron en el sitio donde supuestamente estarían sus otros dos amigos, los cuales parecían estar aburridos de tanta espera.

Scorpius estaba apoyado en su propia mano, con los ojos cerrados y piernas sobre la silla del frente.

En donde Albus dibujaba líneas aleatorias sobre un trozo de papel, también reposando en su mano.

—Perdón la tardanza —Lola se disculpó, acariciando el cabello del chico Potter—, tuvimos unas dudas y quisimos quedarnos a preguntar.

El rubio abrió los ojos con pereza, sonriendo casi dormido en dirección a su mejor amiga.

—No importa, ya están aquí. —Albus señaló las otras dos sillas disponibles— Bien, ¿qué planes tenemos para hoy?

—¿Desde cuándo tan interesado en estudiar?

La pregunta de Scorpius lo hizo refunfuñar, cruzándose se brazos mientras veía a Lola sacar su libreta con algunos apuntes necesarios para el desarrollo de dicho informe.

—Desde que mi papá se convirtió en profesor.

Tuvo un pequeño respingo ante la mención del hombre, teniendo que disimular esa acción con una pequeña tos y mejora de postura; sus hombros levemente hacia atrás y mentón en alto, colocando el libro de pociones de una forma que todos pudieran leer.

Y con su bolígrafo fue señalando tanto oraciones como imágenes que se enseñaban.

—Bien, el plan de hoy es intentar... formar el inicio del informe. —explicó, atenta a lo que leía— Tratar de presentar la poción, quizás con un poco de historia y luego seguimos con el desarrollo, básicamente cuál es su función, ingredientes y el proceso de elaboración.

—¿Y qué poción haremos? —preguntó Scorpius.

—Tiene que ser una que ya hayamos realizado alguna vez en clases. —intervino Némesis— Enfoquémonos en alguna sencilla, ¿de verdad quieren complicarse la existencia con una poción difícil?

Entre todos se dieron miradas rápidas, tratando de ponerse de acuerdo con ese simple contacto visual.

—Está bien —aceptó la rubia—, pero si quieren hacer eso, vayan ustedes mismos a buscar otro libro.

Albus jadeó con indignación, viendo que Lola estaba decidida en ella utilizar ese libro. —Eso no es justo.

—¿Tienen los suyos?

Hubo silencio.

Ni siquiera fue necesaria una respuesta; Lola rió.

—Ya, no pierdan el tiempo, debemos aprovechar estas horas antes de ir a comer.

—Que vaya Némesis.

—No, irás tú.

Scorpius, quién leía atento junto con Lola, alzó la cabeza con el ceño levemente fruncido, haciendo un gesto con la mano para que ambos se fueran en busca de otro libro.

La pelinegra abrió la boca con indignación, negándose rotundamente a irse.

Conocía las intenciones de Scorpius.

Pero Albus se puso de pie, tomándola de la manga de su túnica para arrastrarla detrás, abandonando el sitio lo más rápido posible.

Además guardando silencio para que no fuera tan evidente.

Entonces el chico aclaró la garganta, llamando la atención de Lola. La chica parpadeó, girando la cabeza en su dirección y sonriéndole.

—¿No irás a buscar un libro?

—Oh, estaba leyendo contigo. —comentó, pasando un brazo por el respaldo de la silla donde Lola estaba— ¿Te molesta?

Negó. —Claro que no, pero a veces leo muy rápido y cambio de página.

—No te preocupes por eso, Lola. Puedo leer a tu ritmo.

Lo observó por unos cortos segundos a ojos entrecerrados, finalmente aceptando y acercándose un poco más a él para compartir libro.

Esa cercanía fue suficiente para que Scorpius pudiera ver las largas y finas pestañas de Lola, para sentir el aroma dulce de su perfume que entraba decidido por su nariz.

La suave respiración y el parpadeo lento a medida que leía, deslizando el dedo entre líneas.

Y él tenía que ser honesto; no estaba prestando atención a lo que decía el libro, no cuando tenía a Lola así de cerca y sin la compañía de alguien más.

—¿Qué opinas de hacer... mmh... filtro de muertos en vida?

Lola siguió el dedo de Scorpius, observando la imagen.

Arrugó la nariz.

—Es una pócima de rango dificultoso, además nunca la hemos hecho antes.

—Pero seguramente podremos encontrar la información necesaria —la miró—, recuerdo que mi padre la mencionó en un par de veces.

Sus palabras interesaron a la chica, haciéndola cruzarse de brazos y que se recostara en la silla, sintiendo el brazo de su mejor amigo.

No le importó, mucho menos cuando él acarició distraídamente su lacio cabello.

—¿Tu papá es bueno en pociones?

Hizo un gesto algo indeciso. —No sé si bueno, pero tiene alto conocimiento. Entre nosotros... más de una vez le pedí ayuda a través de cartas.

Ella carcajeó, dándole un suave golpe.

—¿Y crees que podría ayudarnos ahora? Es decir, tenemos tiempo para entregar ésto.

—Podría preguntarle. —asintió, enrollando un mechón de cabello en su dedo— Oye.

Lola alzó una ceja.

—¿Si?

Se relamió los labios, bajando la vista discretamente a los de Lola, los cuales se veían relucientes por haber sido mojados como él lo hizo.

Ella pareció no percatarse de ello; seguía a la espera de lo que Scorpius tenía para decirle.

—¿Por qué no me cuentas un poco de lo que quieres hacer después?

—¿Después? —ladeó la cabeza.

—Sí, ya sabes, cuando las clases terminen.

Hizo una mueca, cruzándose de piernas y sin querer golpeando la de él ante esa acción.

Se disculpó, inclinándose para dar caricias a esa zona.

Scorpius tragó saliva, tratando de no alterarse por eso.

—Bueno... supongo que buscaré la forma de ser Aurora. Los requisitos han cambiado al parecer. —contestó, aún acariciándolo.

Él apoyó su mano en la de ella, para brindarle un toque suave con los dedos en movimientos de frotes.

—¿Qué te inspiró para serlo?

—Las experiencias de mi madre. —sonrió— Ella lo fue por cortos años junto a una amiga en ese entonces de su misma generación. A pesar de que a veces puede ser un trabajo duro, siempre creí que yo sería buena en ello.

—Y créeme que lo serás. —respondió el chico.

—¿Por qué suenas tan seguro?

—Porque te conozco y eres una de las brujas más inteligentes.

Lola se ruborizó levemente, alejando su tacto de él para volver a la posición anterior.

—De seguro lo dices sólo porque eres mi mejor amigo.

—Y por esa misma razón, ¿por qué le mentiría a mi mejor amiga?

Sus palabras le generaron un pequeño deja vu, sólo que éste había sido con otras palabras en concreto, palabras que le erizaban la piel; ¿por qué le mentiría a mi alumna favorita?

Suspiró, sacudiendo levemente la cabeza para alejar esos pensamientos.

No era momento para pensar en Harry, no quería crear una confusión enorme y que eso le hiciera meter la pata.

—No sé, a veces pienso que sólo me dicen cosas para hacerme sentir bien. —opinó, recostando la cabeza en su mano, balanceando el pie— Pero viniendo de ti lo aprecio muchísimo. Tus palabras siempre han conseguido hacerme sentir mejor.

—Y es porque quiero que siempre estés bien, Lola. —se inclinó, dejando sus piernas abiertas y apoyando los codos en las rodillas para estar más cerca de ella— Tu felicidad es la mía, ¿alguna vez te dije eso?

La chica atrapó una de sus manos, jugando distraída con sus dedos como siempre solía hacer desde que eran unos niños.

La única diferencia es que ahora él tenía un anillo en particular, uno que era idéntico al de su padre.

Nunca se lo quitaba, decía que le traía muy lindos recuerdos de su familia entre tantas cosas que tuvieron que vivir, como la muerte de su madre Astoria. Scorpius decía que de alguna forma, él la tenía a su lado.

—Sabes que te quiero mucho, Scorp, pero me preocupas cuando te pones muy sentimental. —bromeó, soltando una risa.

Eso lo contagió. —Lo siento, es sólo que hace mucho que no te digo estas cosas y siento que debo recordártelas de vez en cuando. Sé que esas inseguridades siempre han estado presentes para ti.

Apretó los labios.

Y por instinto tomó al chico de los hombros para que retomara su postura y ella pudiera abrazarlo, apoyando la cabeza en él.

Scorpius tuvo un pequeño respingo por la sorpresa, tragando saliva e intentando disimular cualquier nerviosismo presente en su cuerpo o incluso en su corazón que ya comenzaba a acelerarse más de la cuenta.

Pero le correspondió, envolviéndola con sus brazos para mantenerla más de cerca y apretarla, recostando la cabeza en la de ella con un largo suspiro por la comodidad.

Lola era su enorme debilidad, y a Scorpius le gustaría que a ella le pasara exactamente lo mismo.

Sabía que no sucedería; le ponía tan triste.

Aunque no perdía la esperanza de poder hacerle sentir lo mínimo que él sentía, algo, lo que sea. No se rendiría tampoco.

—Yo también te quiero mucho, Lola. —susurró, acariciando su cabello lacio y largo.

Eso la hizo separarse un poco para poder verlo, teniendo la cabeza un poco inclinada hacia un lado y esa sonrisa que a Scorpius le encantaba ver.

Lo dejaba casi embobado, eran como una distracción.

En el buen sentido.

—Apuesto que no tanto como yo. —la chica tomó los bordes de su túnica, jugando con la tela— Yo-

—Créeme... no lo haces tanto como yo.

Ambos se quedaron en silencio y sólo se admiraron el uno al otro, olvidando por completo todas las cosas que debían hacer en esas horas libres antes del almuerzo.

Habían dos situaciones en ese momento, dos miradas; una mirada de cariño que expresaba ese hermoso sentimiento de amistad pura.

Otra llena de ilusión, esperanza, también con cariño pero teniendo una pizca de ese sentimiento que estaba odiando sentir; sabía que Lola quizás no era 'buena' para él por el simple hecho de no corresponderle, pero Scorpius pensaba que pese a eso, todo en él estaba hecho para ella.

Sólo para ella.

Y se animó.

Por fin se animó a dar ese paso tan especial que podría darle dos respuestas, una buena y una mala.

Poco a poco se fue acercando, teniendo las manos apoyadas sobre sus propias piernas para eliminar el sudor que se iba acumulando por dicha valentía.

Era el momento; estaban relativamente solos y esa soledad le resultaría más fácil si debía obtener un rechazo de respuesta.

Pero no, no era el momento.

—Ya estamos aquí.

La voz de Némesis lo hizo alejarse de un solo golpe, rascando la zona de su nuca y acomodándose de distinta manera en su silla para fingir que estaría leyendo el libro que anteriormente revisaban.

Lola, encerrada en su propia burbuja, nunca se percató de lo que él pretendía hacer.

Si vio una actitud extraña, pero no se molestó en preguntar; sólo lo imitó, pasando a la siguiente página del libro para buscar nueva información que serviría para dicho informe.

—¿Pudieron encontrar otros libros? —cuestionó.

Albus asintió en respuesta, cayendo sobre su silla. —Sí, aunque tardamos porque unos Hufflepuff también buscaban.

La rubia sólo asintió de la misma forma que él, viendo de reojo al chico que ahora guardaba silencio, respirando con más calma.

—¿Les pasa algo? —la pelinegra habló, viéndolos intercaladamente— ¿Discutieron?

—No. —hablaron a la vez.

El chico Potter parpadeó, alzando la mirada en espera de que Scorpius sintiera su penetrante mirada en él.

Así fue, pero sólo le dio una negación de cabeza para continuar lo que supuestamente estaba haciendo; estaba tan perdido en ese momento que sus ánimos de trabajar se habían esfumado.

—Bien... bueno, ¿ya pensaron en alguna poción? Albus y yo estuvimos viendo algunas mientras veníamos para acá. ¿Qué opinan de Amortentia?

Lola frunció levemente el ceño, girándose en su silla para ver a su mejor amiga.

—¿Amortentia?

—Sí, no requiere de tanto trabajo. —murmuró mientras leía— Aunque cuando sea momento de realizarla, tardará unas semanas en hacerse. ¿Creen tener paciencia?

Ella se encogió de hombros, viendo a sus dos costados en espera de una respuesta de sus amigos.

Eran parte del equipo, también debían opinar al respecto.

—A mí me parece bien, sólo debo familiarizarme con los ingredientes y tal —Albus explicó, haciendo una mueca—, es de nivel avanzado. Más avanzado que cualquier otra poción.

—Hagámosla. —aceptó Scorpius.

Entonces Némesis asintió, viendo al chico con algo de duda pero tomando dichas respuestas en consideración, ahora pendiente de Lola.

—Bien, Amortentia será.

[ . . . ]

Al término del almuerzo, Scorpius se disculpó para levantarse antes de la mesa, excusándose de que le apetecía enviarle una carta a su padre para saber cómo estaba.

Le pareció un lindo gesto a Lola, diciéndole que por favor enviara saludos de su parte; Némesis se entrometió, pidiendo exactamente lo mismo y finalmente Albus copiando dicha idea.

Luego el chico Potter también se puso de pie, avisando que haría una pequeña visita a su padre en su oficina.

Los sentidos de Lola se pusieron en alerta, tomando una postura firme y sonriendo; se volvía tan boba cuando alguien mencionaba a Harry que ni era capaz de disimularlo.

Por suerte Némesis estaba ahí en todo momento, dándole pequeñas patadas por debajo de la mesa para que sus actitudes no fueran tan obvias, mucho menos delante de Albus.

—Adiós. —se despidió él, haciendo un gesto con su mano.

—Adiós. —ambas le imitaron, atentas hasta que desapareciera del comedor.

Entonces Lola suspiró, apoyando la cabeza en su mano para observar a su mejor amiga que estiraba una mano con tal de poder agarrar una manzana; su fruta favorita.

Le dio una mordida, luego alzando su dedo índice aun con el alimento en la mano.

—Deja de ser tan evidente, Lola. —le regañó— ¿En serio te vas a poner así cada vez que alguien lo mencione?

—Lo siento, ¿si? No puedo evitarlo.

—Pues vas a tener que hacerlo si pretendes guardar este secreto hasta la maldita tumba. —susurró, viendo a su alrededor para confirmar que nadie les prestaba atención— Recuerda que su hijo es tu mejor amigo, el chico que pasa las veinticuatro horas del día pegado a ti como una garrapata.

Gimió de angustia. —Lo sé... ¿pero qué me dices de ti? Saltando como loca para darle un saludo al señor Malfoy. Estás siendo igual de evidente que yo.

—Hay una diferencia y es que entre él y yo no hay nada. —se defendió— En cambio entre ustedes sí y es mucho peor a sentir sólo una atracción.

Se sintió completamente atacada por sus palabras, pero sabía que tenía razón; estaba siendo muy honesta con Némesis, de verdad no podía evitar actuar de esa forma a la hora de escuchar su nombre o apellido.

—No te enojes...

—No me enojo, pero me preocupa lo que pueda pasar, ¿si? —suspiró, viéndola y acomodándose igual que ella mientras daba otra mordida a la fruta— Pese a que está mal todo esto, quiero que vivas ese... raro romance en paz. Sin la preocupación de ser atrapada.

—Intentaré actuar normal, lo prometo. —alzó su dedo meñique.

Némesis le respondió, apretándolo con el de ella para esa especie de juramento. —No debes prometerme nada, sólo mantente en control, maldita hormonal.

Lola jadeó, soltando su dedo para darle un golpe en el brazo.

—No soy una hormonal. —siseó.

Sólo se pudo encoger de hombros, dando un corto suspiro para analizar todo el comedor con atención mientras comía.

—Y ten cuidado cuando tengamos que hacer esa poción. —advirtió— Es probable que nos pregunten lo que olemos, y si por error sueltas que sientes el aroma al señor Potter, estás acabada.

—¿Y cómo van a saber que es el de él?

Rodó los ojos.

—Supongo que Albus lo conoce bien, es su padre.

Lloriqueó, estrellando la cabeza sobre la mesa y aceptando las caricias que Némesis optó por brindarle, tratando de calmarla con palabras reconfortantes.

Lola no sabía en lo que se había metido hasta ahora; con una simple conversación supo todos los errores que estaba cometiendo y sólo por ese sentimiento que juró no sentir en todo el año escolar.

Se suponía que su atención estaría puesta en los estudios, no en la persona que daba clases.

Que para peor, era el padre de su mejor amigo; un hombre con familia.

—¿Y tú qué harías en mi situación?

Némesis parpadeó. —No me gusta el señor Potter.

Bufó.

—Sabes a quien me refiero, tonta. —se quejó— ¿Qué harías si esta situación fuera contigo y el señor Malfoy?

—Lola... tú y yo somos completamente distintas. —explicó— Mis reacciones y decisiones siempre serán diferentes. Siempre has sido más correcta, bueno... hasta el año pasado.

La risa de la pelinegra le enfureció más, volviendo a darle otro golpe pero un poco más fuerte para que tuviera la misma seriedad de ella.

—Pero si quieres mi humilde opinión, si esto fuera sobre mí y el señor Malfoy, sólo seguiría lo que mi corazón pidiera. —se cruzó de brazos— Sabiendo todos los errores y lo mal que está, jamás podría callar las peticiones de mi corazón.

—¿Entonces...?

—Entonces, quizás deberías seguir con esto que aún no tiene nombre. Por favor, Lola, cada día que te veo pareces más perdida por él. —la miró de pies a cabeza— Y una persona así ya no tiene remedio, incluso si alguien intenta abrirle los ojos.

Guardó silencio, escuchando atenta todo lo que su mejor amiga decía y recomendaba.

—Como la gente suele decir, de los errores se aprende. —atrapó su mano para acariciarla— Si el señor Potter llega a ser ese error, habrás aprendido muchas cosas sobre el amor, pero lo más importante... a no caer en ello por segunda vez.

Para finalizar esa conversación, Némesis se puso de pie, colgando su mochila de un solo hombro y levantando cada pierna para salir de ese espacio, manteniendo la manzana entre sus dientes para que no se cayera.

Luego tiró con cuidado de Lola para que ella hiciera lo mismo, esperando paciente que acomodara su uniforme y el bolso donde traía sus pertenencias.

—Mejor vamos un rato al lago ¿si? —la abrazó por un hombro— Necesitas un respiro, el señor Potter te mantiene muy ahogada.

—Sabes que sobre-pienso demasiado las cosas...

—Y eso a veces puede ser muy malo. —respondió, aún así entendiendo su situación— Por eso vamos a relajarnos un rato, luego volvemos con los chicos o avanzamos en el informe. Como tú quieras.

Ese gesto tan considerado de su mejor amiga le hizo sonreír con tanta sinceridad, correspondiendo ese pequeño agarre que tenía en ella para así formar un abrazo mientras caminaban.

Una tarde de amigas siempre sería una buena opción.

Además, creía que la necesitaba; necesitaba dejar de pensar en el resto por unos minutos, incluso si ese resto incluía a Harry.

⊹──⊱✠⊰──⊹

Ya va siendo hora que Lola tenga momentos con más gente y no solo con Harry jij.

Les amo.

G.

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