Capítulo treinta y cinco.
En este momento
—¡No puedo creer que me hayan convencido de esto! —Aspen les susurró a sus dos mejores amigos mientras el trío se escondía detrás de una lápida y espiaba el funeral Argent.
Aspen obviamente quería estar allí para Allison, la chica era casi una hermana para ella después de tan poco tiempo de conocerse, pero este no era exactamente el consuelo que estaba planeando. Espionaje desde un par de metros de distancia, escondida detrás de una lápida.
—¿Tenías algo mejor que hacer? —Stiles le pregunta, sin su sarcasmo habitual. Aspen sacudió la cabeza a regañadientes en señal de derrota.
—¿Quién diablos es el viejo? —Aspen cambió de tema, señalando a un hombre desconocido en la distancia—. Parece que alguien se cagó en su cereal o algo así.
—Algo me dice que olvidó que esto es un funeral —Scott se burla de Stiles, hablando como si ella no estuviera intercalada entre ellos en el suelo.
—Haré mis apuestas y diré que definitivamente es un Argent —Stiles habló—. Supongo que es por eso que se ve como que alguien que se 'cagó en su cereal', como dijo Aspen con tanta delicadeza.
La conversación entre los tres adolescentes se detuvo abruptamente cuando todos centraron su atención en la escena frente a ellos. Allison y su familia estaban sentados, y el cementerio estaba rodeado de fotógrafos y prensa.
Aspen sintió culpa y empatía por Allison, no es fácil perder a un miembro de la familia (incluso si Kate era una pirómana psicótica), y mucho menos tenerlo en todos los periódicos para que lo vea todo el pueblo.
—¿Tengo que estar escondiéndome aquí con ustedes? —Aspen susurra, haciendo que las cejas de los dos chicos se arruguen en confusión.
—Solo quiero decir —explica ella—. Quiero... abrazarla, o algo así, ¿saben?
Por mucho que Stiles realmente había estado tratando de calmarse con ella recientemente, y empujar todos sus sentimientos al fondo de su mente, cuando ella decía cosas como esas, su corazón simplemente se hinchaba un poco. Aspen era tan bondadosa, era tan pura, siempre quiso hacer sentir mejor a las personas que la rodeaban. Ella había estado haciendo eso por Stiles toda su vida.
Se maldijo por no haberla notado antes.
—Tiene razón, Scott —dice Stiles en respuesta—. Quiero decir, no puedes ser visto porque a su padre le gustaría verte muerto, pero ella está a salvo, ¿verdad?
—¿Alguna vez dejarás de ser tan directo? —Scott puso los ojos en blanco ante la forma casual en que mencionó el odio de Chris Argent.
—No, ahorra tiempo —respondió él, sin rodeos.
—Voy a ir allí —Aspen anunció, apartándose un mechón suelto de cabello lila de su rostro mientras se acomodaba el vestido para ponerse de pie.
Se aseguró de que nadie mirara en su dirección mientras se levantaba, y cuando concluyó que la costa estaba despejada, se levantó de detrás de la lápida para acercarse al funeral Argent.
No pensó mucho, como lo que le iba a decir a la madre o al padre de Allison, pero solo necesitaba consolar a la chica que era prácticamente su hermana.
Recordó cómo fue perder a Ace, y tuvo la suerte de tener dos mejores amigos a su lado que la ayudaron a superarlo. Claro, el mayor Carter no era un pirómano convicto, pero Aspen sabía que Allison todavía era cercana a su tía antes de que la mierda golpeara a su familia.
Los ojos estuvieron sobre ella en poco tiempo cuando se acercó a la escena, la mayoría de los cuales la miraban estupefactos. Chris y Victoria Argent inicialmente estaban confundidos sobre por qué había aparecido la chica de cabello púrpura, antes de recordar lo cerca que estaba de su hija.
Allison también estaba confundida, pero Aspen solo le dirigió una mirada reconfortante antes de acercarse a ella y solo a ella.
—¿Qué estás haciendo aq...
—¿Realmente tienes que preguntar? —Aspen no la dejó terminar su oración antes de abrazarla en un afectuoso abrazo. Allison no lloró, no se permitió llorar por Kate Argent de todas las personas.
—Sé que vas a pensar que estoy bromeando, Ali, pero realmente lamento tu pérdida —Aspen murmura en su hombro—. Sé que Kate no era quien pensabas que era, pero aun así perdiste a un miembro de la familia. Sé cómo es eso, y tenía personas que me ayudaron a superarlo, así que si me necesitas, haré lo mismo por ti. ¿Está bien?
La chica Argent estaba un poco en estado de shock. No entendía por qué Aspen estaba siendo tan sensible con la muerte de Kate. Su tía mató a personas inocentes y repetidamente trató de hacer lo mismo con Scott. Allison estaba avergonzada de ser la sobrina de Kate Argent.
—No quiero llorar su muerte —Allison susurró en voz baja al oído de Aspen, tenía miedo de que su madre o su padre la escucharan hablar mal de Kate.
Ante esa frase, Aspen soltó su abrazo, girándose para mirarla con una mano reconfortante en el brazo de la chica de cabello negro.
—Tienes permitido estar triste, Ali.
—Lo sé, lo sé... —dijo Allison con firmeza, de hecho, Aspen no pudo detectar ninguna amenazadora lágrima en sus ojos—. Pero en serio, no voy a llorar a alguien como ella.
Y con eso, Aspen pudo ver que realmente estaba bien. No estaba en una necesidad desesperada de consuelo como pensaba que estaba. De hecho, lo único que parecía necesitar desesperadamente era un conductor de huida.
La atención de Aspen se desvió hacia una escena a un par de metros de donde estaban las dos. El hombre del que estaba hablando antes, el anciano que no reconoció, parecía estar destruyendo la tarjeta SD de la cámara de un chico.
Aspen reconoció al chico, era el mismo con el que se había topado antes, del que desconfiaba extrañamente.
¿Por qué estaba aquí? ¿Y por qué ese viejo estaba destruyendo su tarjeta SD?
Allison notó dónde estaba ahora la atención de Aspen y se dio la vuelta para ver lo mismo. Solo que ahora, el hombre de cabello blanco caminaba hacia las dos chicas. Aspen se encontró sintiéndose incómoda, ahora sintiéndose fuera de lugar aquí. Miró a su alrededor brevemente y notó que todos en este lado de la cerca eran Argent, excepto ella.
—Allison —Él saluda.
La chica Argent estaba congelada, mirando al hombre extrañamente.
—Teniendo en cuenta que no te he visto desde que tenías tres años, supongo que no puedo asumir que me llamarás abuelo. Así que, si te resulta cómodo, llámame Gerard por el momento...
Allison asintió y las comisuras de sus labios formaron una pequeña pero vacilante sonrisa.
—Pero prefiero abuelo —Gerard agregó, nuevamente, sin obtener una respuesta verbal de Allison.
Luego, dirigió su atención a la chica Carter y la miró con una sonrisa amistosa de saludo. Aspen la devolvió por cortesía, pero pronto estuvo en un estado de confusión cuando extendió su mano, con los pedazos rotos de la tarjeta SD del adolescente en su mano. Casi como si se lo estuviera dando a Aspen.
Aspen se quedó mirando su mano pálida, con el ceño fruncido.
—Atrapé a ese chico tomándote fotos —él le explica.
Los ojos de Aspen se disparan para mirar a Gerard, inquietud y preocupación en ellos. Sabía que había notado algo extraño en el chico, pero no creía que fuera porque él estaba secretamente obsesionado con ella o algo así.
—Uh-umm... —tartamudea, sin saber cómo responder a esa información o al gesto.
—Me encargué de eso —Gerard interrumpe sus palabras tartamudeantes—. Solo ten cuidado con quién te está mirando... —entrecierra los ojos e inclina la cabeza hacia la chica, como si estuviera esperando que ella se presentara a sí misma.
—Aspen —dice ella, su voz apagada y tranquila.
—Aspen... —repite en el mismo tono, como si esperara más.
—Aspen Carter —ella dice—. Soy amiga de Allison, pero si esto es solo familia, solo yo puedo irme...
—No seas ridícula —Gerard se ríe—. Quédate.
. . .
Aspen deseó no haberse quedado.
El servicio era miserable, y ella estaba constantemente al límite con la prensa tomando fotos. Allison parecía que hubiera preferido estar en cualquier otro lugar todo el tiempo y, en general, nadie derramó una lágrima.
Kate Argent no iba a ser llorada, ni siquiera por su propia familia, al parecer.
Ahora, Aspen estaba una vez más, vagando por el bosque de noche. Estaba demostrando ser una rutina frecuente. Esta vez, había policías por todas partes y Stiles estaba a su lado mientras buscaban a Lydia. Aspen se enteró de que aún no se había encontrado a a la pelirroja. Estaba tan preocupada que sintió que podría vomitar.
No podía imaginar estar perdida en el bosque durante días en pleno invierno completamente desnuda.
—Ella estará... ya sabes, viva, cuando la encontremos, ¿verdad? —Aspen le dice a Stiles, sin poder ocultar su preocupación.
—Por supuesto que lo estará —Stiles suspira, tratando de mantener altas las esperanzas. A este ritmo, prácticamente todo el pueblo estaba buscando a la chica Martin esta noche, había que encontrarla.
—Lo juro, cuando la encontremos, le voy a dar a esa chica el abrazo más grande que he...
Aspen cortó su propia voz cuando los ojos de Stiles ya no le prestaban atención, sino que miraban al frente. Ella giró la cabeza en la misma dirección, ahora viendo lo mismo que él.
Era Lydia Martin, temblando y desnuda. Sus mechones pelirrojo estaban enmarañados en ramitas y hojas, mientras los brazos intentaban cubrir su indecencia.
—Oh, Dios mío... —Aspen jadeó de alivio.
Ahora todos la habían notado, y Aspen se sintió mal de que todo el pueblo la viera tan indecente. Entonces, con eso, se quitó la chaqueta y no perdió tiempo antes de correr hacia ella para tratar de cubrirla.
—¿Lydia? —Aspen dice con cautela mientras envuelve su sudadera rosa alrededor del cuerpo desnudo de Lydia—. Soy yo, Aspen, vas a estar bien.
Su voz pareció llegar a ella, porque sus ojos ya no parecían perdidos cuando se enfrentó a sus ojos esmeralda. Lydia parecía aterrorizada mientras miraba a la chica de cabello púrpura. Deslizó los brazos por las mangas de algodón rosa, sin decir una palabra.
Entonces, Aspen la abrazó. La pelirroja no estaba nada decente, pero Aspen solo tenía que consolarla. Estaba temblando, sus ojos estaban idos y temblorosos, y su piel estaba helada.
Desde unos metros de distancia, Stiles vio cómo Aspen abrazaba a Lydia con comodidad, tal como dijo que haría momentos antes. Stiles sabía cuánto odiaba Aspen a Lydia, de hecho, odio casi no era una palabra lo suficientemente fuerte para describirlo. Pero verla saltar para consolarla sin dudarlo solo lo hizo caer aún más.
Él estaba confundido.
Los sentimientos no pueden simplemente desaparecer, así que, ¿cómo diablos se sentía él por Lydia? Pasó la mayor parte de su vida suspirando por esta chica, pero ahora la única chica que ocupa sus pensamientos es su mejor amiga, su compinche, su cómplice, la chica que había estado allí todo el tiempo.
—Tengo miedo.
El corazón de Aspen se detuvo por la conmoción cuando escuchó la voz apagada de Lydia y por su elección de palabras. Lydia Martin nunca fue de mostrar debilidad, Aspen medio esperaba que ella hiciera algún comentario grosero sobre abrazarla y luego empujarla o algo así.
Pero en ese momento, Lydia era vulnerable y mostraba su miedo frente a Aspen. Esto hizo que Aspen la abrazara con más fuerza mientras agarraba la espalda de Lydia por encima de la ropa rosa.
—Vas a estar bien, Lydia —Aspen susurró—. Lo prometo.
Pero ya sabes lo que dicen sobre las promesas, no las hagas si no puedes cumplirlas.
. . .
—No puedo ir a casa.
Stiles se sorprendió por la frase de Aspen. Los dos estaban actualmente en la parte delantera de su jeep después de asegurarse de que Lydia estuviera a salvo. Stiles estaba a punto de llevar a la chica Carter y dejarla en casa, pero ahora dijo que no podía.
El chico rapado levantó la cabeza en su dirección y la miró, la preocupación flotando en sus ojos color avellana. Aspen notó la mirada que él le estaba dando y frunció los labios, tratando de pensar en alguna forma de explicar.
—Tuve una pelea con mis padres —dijo vagamente—. Una grande.
Stiles permanece en silencio, sin dejar de mirarla con preocupación. Esto nunca ha sucedido antes.
—¿Tú, uhh... —dice en voz tan baja que era prácticamente un susurro, pero aún suena fuerte en el silencioso jeep—. ¿Quieres quedarte en mi casa por la noche?
Aspen lo miró fijamente, sin saber qué responder. No pensó en nada, ella en realidad nunca lo hace.
—Puedo dormir en el sofá, mi papá te ama, estoy seguro de que no le importará.
—No quiero molestar... No sé lo que estaba pensando, en realidad... solo llévame a ca...
—Aspen —él la detiene, agarrando su barbilla delicadamente entre sus dedos mientras ella intentaba apartar la mirada de él—. Sabes que nunca serías una molestia.
De repente, Aspen se vio abrumada por demasiadas emociones a la vez. Su corazón se hinchó con su toque delicado y sus dulces palabras, pero al mismo tiempo estaba inundada de culpa. Culpa por el hecho de que los dos habían fallado por completo en hablar sobre todo lo que había sucedido entre ellos. Culpa por el hecho de que ella estaba con Jackson hace solo veinticuatro horas.
¿Qué estaba haciendo ella? Nada de esto fue justo para cualquiera de los involucrados.
—De acuerdo —su ronco susurro llenó el jeep, los dedos de él aún agarraban delicadamente su barbilla mientras sus ojos amenazaban con pinchar con lágrimas.
Stiles eventualmente quitó su mano de su rostro, girando en el asiento del conductor para encender el auto. Los dos se sentaron en un pacífico silencio, escuchando el débil sonido de la radio de fondo. Estaba tan silencioso, pero Aspen aún reconocía la canción que sonaba.
Look at the stars, look how they shine for you.
Aspen miró por la ventana, decidiendo alegremente mirar las estrellas mientras Yellow de Coldplay sonaba en voz baja en la radio.
Stiles también escuchó el débil sonido de la música, sonriendo para sí mismo cuando vislumbró la pequeña sonrisa que se formaba en la cara de la chica en el asiento del pasajero.
And everything you do.
Stiles estaba sorprendentemente contento en ese momento, considerando todo lo que estaba pasando en sus vidas. Lydia acababa de aparecer después de dos días de estar desaparecida, la vida de Scott estaba constantemente en juego en este momento y Aspen claramente había pasado por algo difícil con sus padres.
Pero en ese momento, él la miró mientras ella miraba por la ventana y vio que la comisura de sus delicados labios formaba una sonrisa. En ese momento, con los débiles sonidos de Coldplay llenando el auto, mientras llevaba a su mejor amiga de regreso a su casa para poder estar ahí para ella, mientras ella sonreía genuinamente (algo que no había visto en mucho tiempo), estaba contento. Él era feliz.
I came alive, I wrote a song for you, and all the things you do, and it was called Yellow.
De repente, Aspen comenzó a desabrocharse el cinturón de seguridad, sorprendiendo a Stiles considerando que estaban en medio de una carretera, aún conduciendo. Por supuesto, era un camino tranquilo, pero aún así.
Luego, ella comenzó a juguetear con el techo y, antes de que él se diera cuenta, estaba arrastrando el techo hacia atrás para poder ponerse de pie.
—¿Qué estás haciendo? —Stiles no pudo evitar reírse. No estaba demasiado preocupado por su seguridad, considerando que su jeep era el único vehículo en este camino tranquilo.
—¡No tengo ni idea! —ella respondió con total honestidad, poniendo sus brazos a cada lado de ella y dejando que sus mechones morados volaran con el viento.
—¡Tienes suerte de que sea un camino tranquilo, o de lo contrario te estaría diciendo que te sientes, Púrpura!
—¿Quieres callarte? —ella lo mira con una risita y una sonrisa—. ¡Estoy tratando de escuchar la canción!
Con eso, Stiles jugó con el botón de volumen y lo subió al máximo. No se perdió la forma en que su sonrisa creció ante la simple acción.
So, then I took my turn
What a thing to've done
And it was all yellow
Stiles estaba sonriendo, Aspen estaba sonriendo. Cómo llegaron a esta situación fue extraño, ambos deberían sentirse tranquilos en este momento. Pero Lydia estaba bien, estaba a salvo. En este momento, en esta noche de invierno, Stiles y Aspen se tomaron el tiempo para ser adolescentes normales. Dar un paseo nocturno con el techo del jeep bajado, escuchando música a todo volumen.
Your skin
Oh yeah, your skin and bones
Turn into something beautiful
Jackson no la hacía tan feliz. Claro, Jackson la hizo reír, Jackson era una buena distracción cuando la necesitaba, pero no la hacía sentir así. Stiles ni siquiera tuvo que hacer nada, todo lo que tenía que hacer era simplemente conducir su jeep en su compañía y su corazón se hinchó.
Ella estaba siendo egoísta. Esta cosa que ella y Jackson tenían, esta cosa que acababan de empezar anoche, no era justo. No era justo para él, y no era justo para Stiles.
Sabía que tenía que acabar con eso, aunque acababa de empezar. Pero a menos que él lo arruine a lo grande y se lo ponga más fácil a ella, no sabía cómo hacerlo.
Ella solo sabía que tenía que hacerlo.
You know I love you so.