Suspiró con su cabeza reposando sobre su casillero últimamente se había estado sintiendo más cansado y algo alerta, cualquier cosa llamaba su atención y revisaba hasta los detalles más pequeños. No entendía su comportamiento, no era común en él, hasta pareciera que estuviera buscando algo, ¿pero qué? Desde el inicio de la semana reconoce que han sido días locos, pero no logra saber qué cambió.
Estaba esperando a que su amigo terminara de sacar las cosas de su casillero para abandonar el colegio, como Minhyuk le había dicho después del partido no habría clases, una fortuna para él.
— ¿Crees que siga en la enfermería? — Minhyuk, quien se encontraba dos casilleros a su lado sacando sus cosas con una lentitud tortuosa y una mueca pensativa lo hizo fruncir el ceño confundido. ¿En qué tanto pensaba su amigo?
— Supongo que sí, debe estar ahí haciendo su drama de la semana. — burló tratando de molestar a su amigo pero este simplemente tarareó mientras guardaba el libro de inglés en su bolso distrídamente. — Oye... — llamó esta vez preocupado, se acercó a su amigo y apoyó un brazo en el casillero a su lado. — ¿Que tienes?
Minhyuk suspiró pesado y volteó a verlo con un ápice de tristeza colado en sus redondos ojitos. — ¿De verdad soy muy cruel con Lee? — era como un pequeño niño dándose cuenta de su error y arrepintiéndose de este, lo atrajo del cuello para un abrazo tratando de calmar el cargo de conciencia que de seguro estaba experimentando su mejor amigo.
— No eres cruel solo... — miró hacia el techo en un acto pensativo, a decir verdad su amigo sí era muy cruel con el Alfa pero no podía decirle eso, lastimaría su corazoncito. — no te expresas de la manera más correcta con él.
Minhyuk permaneció en sus brazos asintiendo lentamente, en tanto él se encargaba de dejar caer sobre ellos un cómodo silencio para que el Omega más bajo se sintiera calmado para poder pensar, mientras eso ocurría vagó su mirada por el pasillo no prestando atención a algunas miradas indiscretas de un grupo de omegas no muy lejos de ellos, podía escucharlas susurrar con pequeñas risas de por medio como ratones chismosos, no estaba seguro de que hablaban pero poco le importaba, él ahora estaba centrado en el grupo que caminaba en su dirección algunos pasos más adelante, era Jooheon, Mark, Dowoon y Hyunwoo, los tres primeros hablaban felizmente entre ellos mientras el último se mantenía en silencio con las manos ocultas en los bolsillos de su uniforme haciendo una mueca de vez en cuando o asintiendo cuando sus amigos se dirigían hacia él pero no hablando, en tanto su mirada se dirigía a cualquier lado que no fuera a los Betas y Omegas que pasaban cerca de él tratando de llamar su atención.
Le parecía adorable, como si les tuviera miedo sin importarle que él fuera un Alfa mucho más grande y fuerte que el promedio.
Cuando notó que Jooheon había puesto su mirada en su mejor amigo mordió su labio inferior nervioso, suponía que el Alfa se acercaría por la mirada preocupada que este tenía y él estaba seguro que saldría sobrando en la conversación de ambos, después de todo, y si Minhyuk seguía su consejo, ambos tendrían una alargada charla.
En efecto Lee se acercó a ellos al notar la posición y el aroma decaído de Minhyuk, bastaba decir que estaba sorprendido un poco por esto, no creía que Min se deprimiera de esa forma al saber que estaba siendo muy malo con un Alfa que no le caía del todo bien.
Sacudió un poco al Omega aún en sus brazos. — Ahí viene Lee, has algo. — pidió, Minhyuk se separó de él y se giró para quedar cara a cara a Lee quien ya había llegado hasta ellos. Se separó un poco de ambos y se apoyó en el casillero a su lado con los brazos cruzados, se quedaría a esperar a que terminaran de conversar, vigilaría que su amigo no riegue la situación.
— Hey... — comenzó Lee un tanto nervioso por la atenta mirada del menor en él. — ¿Estás bien? — se atrevió a preguntar, Kihyun quiso reír por la actitud tímida del Alfa sin embargo aquella acción se la robaron los amigos de Lee quienes recibieron la mirada retadora de Jooheon.
Ellos callaron al instante mirando hacia otro lado mientras silbaban por lo bajo Dowoon siendo el más notorio al jugar también con los cabellos de Hyunwoo quien lo observaba con una ceja alzada por lo repentino que había sido.
— Si, yo- — Desde lo que pasó con su padre Minhyuk se había vuelto un Omega terco y valiente que no caía o se dejaba intimidar por un Alfa, era, como muchos decían, un Omega indomable. — quería... — Por lo que verlo nervioso frente a uno, que no fuera Kwon, le daba mucho sobre qué pensar. — pedirte disculpas por lo que dije en el partido y... felicitarte, lo hiciste muy bien.
Sabía que había desviado la mirada, a pesar de estar de espaldas a él notó como su cabeza se inclinaba hacia un lado para evitar los ojos curiosos y felices de Lee quien asintió luego de unos segundos. Sonrió orgulloso por el avance rápido de su mejor amigo que reconoció su error al instante y no perdió tiempo en repararlo.
El quería ser así... valiente y afrontar las cosas aunque le cuesten.
Quería dejar de ser un cobarde.
— Gracias — respondió Jooheon posando una mano sobre el hombro de Min.
Desvió su mirada de Minhyuk y la dirigió al grupo de amigos de Lee, Dowoon le estaba susurrando algo a Mark mientras le señalaba el final del pasillo, de seguro convenciéndolo de que ya deberían irse, Mark asintió y señaló con la mirada a Lee para luego juntar hacia abajo sus cejas tal vez pidiéndole tiempo para esperar a Jooheon. Dowoon asintió y giró su mirada por el lugar sin tomarle importancia a él.
¿Podía decir que se sentía casi invisible? Estaba ahí frente a ellos pero ninguno lo observaba, o eso pensaba. Mirando más hacia un lado se encontró con la mirada brillosa de cierto Alfa de cabellos negros que al verse atrapado borró la pequeña sonrisa de sus labios y elevó una mano rápidamente en señal de saludo sin embargo parecía nervioso por su acción.
Si que es adorable.
Sonrió en su dirección devolviendo el saludo con un movimiento de cabeza, aquel Alfa le daba una confianza desconocida y eso le sorprendía, siempre que se encontraba cerca de Alfas estaba alerta, pendiente de cualquier movimiento de parte de estos y pegándose lo más que pudiera a Minhyuk, porque sí, siempre salía solo con Minhyuk porque sabía que si él estaba a su lado podría enfrentar a cualquier Alfa.
Con Minhyuk se sentía fuerte... pero al ver a ese Alfa se sentía en paz.
¿Qué le sucedía?
— Bueno eso sería fantástico, sí — la voz de Minhyuk lo sacó de sus pensamientos y su mirada rápidamente volvió hacia su amigo mientras este asentía eufóricamente con la cabeza. —, Kihyun y yo tenemos que irnos así que... nos vemos mañana, supongo.
— Claro, mañana — la mirada de Lee se desvió hasta encontrarse con la suya. —, nos vemos Yoo.
Asintió en su dirección como respuesta. El grupo de Lee se despidió con la mano y pronto los dejaron solos en medio del pasillo, los siguió levemente con la mirada antes de observar interrogante a su mejor amigo. — ¿Qué pasó ahí? — preguntó curioso, Minhyuk frunció el ceño en su dirección.
— ¿No escuchaste nada de lo que dijimos?
Negó. — Me distraje, perdón.
Avanzaron con sus cosas en mano hasta la salida a paso calmado y cuando estuvieron afuera pusieron una mano sobre sus rostros por el aún potente sol, era todavía muy temprano por lo que este no los abandonaría en sus caminos.
— ¿Puedo ir a tu casa? te contaré todo ahí. — asintió en acuerdo para luego afianzar su agarre sobre su mochila tomando el tiempo del camino hasta su hogar para pensar en cierto Alfa que le ocasionaba sensaciones desconocidas.
— ¿Y este que tiene? — los cuatro chicos se quedaron observando al Alfa de cabellos negros que se encontraba tumbado sobre su cama con la mirada perdida en el techo y una sonrisa boba en sus labios. — ¿Le tiraron una pelota en la cara y no nos dimos cuenta?
Jooheon rodó los ojos cansado por las tonterías que decía Dowoon, ni Hyunjae era tan imbécil al hablar y era el que más hablaba.
— Hubiéramos cobrado otro penal... — retira lo dicho.
Con toda la confianza del mundo prendió la consola de juegos que se encontraba frente al gran televisor de la habitación de Son y conectó los mandos mientras con su mano libre tomaba una de las almohadas de kumamon que estaba a un lado de la televisión para ponerla sobre su regazo, era fiel creyente de que esa almohada era milagrosa pues cada que la tenía ganaba, quería comprarse una de estas pero eran de edición limitada, por lo tanto, muy costosas. Maldito suertudo el Hyunwoo.
— Ya dejenlo, de seguro está pensando en perritos. — dijo desinteresado aunque creía saber en qué estaba pensando Hyunwoo en realidad sin embargo no le diría eso a los chicos, ellos no sabían.
— ¿Por qué pensaría en perros? — preguntó confundido Hyunjae, Mark golpeó la nuca de este mientras bufaba sonoramente como si su pregunta fuera completamente estúpida.
Lo era a decir verdad.
— Porque son muy lindos. — contestó Mark de manera obvia, Jooheon asintió en su dirección de acuerdo con su respuesta y puso play al juego logrando que la música de inicio sonara. — Mierda es Mortal Kombat, ¡haste a un lado imbécil!
Dowoon fue prácticamente lanzado contra el piso y Mark no tardó en tomar asiento a su lado para tomar uno de los mandos y apretarlo con fuerza entre sus manos adivinando lo que se avecinaba, lo miró de reojo y luego sonrió macabro.
— ¿Apuestas?
Imitó su sonrisa. — Me vendría bien algo de dinero por lo que, joder, claro que sí.
Tenía 1% probabilidad y 99% fe.
Dowoon y Hyunjae exclamaron frustrados y se lanzaron sobre la cama a un lado de un mudo -y casi muerto- Hyunwoo mirándolo de reojo, ambos chicos suspiraron sonoramente.
— Es como estar al lado de un cadáver. — susurró asustado Hyunjae desviando otra vez su mirada a Hyunwoo y rápidamente la devolvió a su sitio original. — Dowoon... tengo miedo.
— Iré por bocadillos.
— ¡Te acompaño!
Llegada la noche y luego de que todos se fueran Jooheon se sentó sobre la cama mientras observaba con una ceja alzada a Son, tomó un paquete de cheetos que por pura suerte no se había acabado y con la boca llena habló, sabía que con Son no tendría que ser un hyung educado como se mostraba frente a los demás así como Hyunwoo no tenía que ser un Alfa tímido y asustado del mundo.
— ¿Qué tienes? — preguntó sin rodeos y creyó presenciar un milagro cuando Hyunwoo se levantó para sentarse sobre la cama y abrazar su almohada con gran fuerza.
— El me sonrió...