El alfa, sintiéndose aturdido por la reciente confesión, se detuvo y sintió como se le revolvió el estómago con fuerza.
La sensación de dolor en su cuerpo fue inevitable debido a que no ha ingerido analgésicos desde que tuvo aquella pelea con Fletcher. Su cuerpo arde y sangra sin posibilidad de descanso. Un frío extraño le hace sentir un escalofrío, sus pectorales desnudos tiemblan un poco y se contraen debido a la frágileza de su cuerpo en un estado lamentable y vulnerable.
Quizás fueron las palabras heladas de Max que lo hicieron sentir nervioso y vulnerable, pero realmente hace frío y hay un extraño aroma picando en su nariz.
Una ventisca invernal entró directo desde la ventana del balcón y se sintió extraño. Las cortinas negras revolotearon con entusiasmo debido al viento y produjeron un sonido escandaloso de disturbio.
Aun así, no le presto tanta atención, después de todo, era más importante su conversación con Max. Misma que parece hundirlo más y más en desesperación.
Cada palabra, cada cosa que dice se clava directamente en su pecho como si fueran estacas.
Decker, al escuchar con voz fuerte y clara, como Max le tiene asco, retrocedió dándole su espacio. Se arrepiente de haberlo presionado a tal punto de confesión. No fue su intención, su lobo simplemente pareció tratar de guiarlo hacia Max. También desea sostenerlo en brazos una vez más.
—Escúchame... Déjame demostrarte que lo que digo es verdad, dame una oportunidad de enseñar-
Pero fue interrumpido con brusquedad.
—No quiero saberlo, nada de lo que digas me hará cambiar de opinión. ¡No quiero!.
Decker se tragó su saliva y levantó las manos mostrando sus palmas tratando de hacerle saber que no haría nada que le desagrade mientras retrocede con cuidado.
—Fue horrible para mi saber que estabas muerto... Yo de verdad sentí que el mundo se venía abajo. Y no sabía qué hacer. Me sentía vacío sin ti, no sabía como sobrellevarlo.
Y Max se molestó. ¿Fue horrible? ¡Horrible una mierda! El corazón de Max se ha vuelto una piedra a la hora de tratar con Decker. Piensa que está viendo al mismo hombre que le arruinó la vida, piensa que está viendo al mismo hombre indeciso que parece nervioso.
Pero lo que hay frente a él, es un hombre que fue arrastrado por el peso de sus acciones hasta un punto humillante en donde ya no siente que haya un futuro con esperanza.
Solo que Max no lo ve así. Max cree que se victimiza aún que en realidad solo trata de hacerle entender que está verdaderamente arrepentido.
—¿Horrible? —Pregunto con burla —¿Sabes lo horrible que fue para mi saber que esperaba un hijo producto de una violación...? —Levanto las manos en gestos de histeria mientras seguía escupiendo veneno y le dirigido una mirada fría y cortante a Decker —¿Sabes lo que se siente pensar sobre si debía tenerlo o abortarlo? ¿Has tomado una decisión así en tu vida Decker? ¿Sabes lo horrible que me sentí?
Cuando tocaron el tema del bebé, Decker simplemente se derrumbó.
Tragarse su sufrimiento ya no era suficiente, aguantar el llanto en su garganta ya no parecía funcionar, así que en un acto desesperado buscando aguantar el dolor y expulsar su sufrimiento. Cubrió su boca con ambas manos mientras evitaba a toda costa hacer cualquier sonido, no quiere llorar hasta tal punto.
Su cuerpo se estremeció debido a los hipidos del llanto y tembló como nunca antes. Estaba teniendo algo similar a un ataque de pánico. Cubrir su boca para no sobrecargar sus pulmones con aire, siempre fue lo que le enseñaron. Pero parece que esta vez no funciona.
Abre la boca lo más que puede mientras traga aire sin poder expulsarlo y se pone rojo, extremadamente rojo y sudoroso.
No puede dejar de sentirse consumido por una tristeza más allá de lo que jamás había sentido. Max lo está llevando al límite, casi al punto de quiebre...
Decker, con apenas el inicio de una discusión en dónde claramente ya perdió, siente que ya no puede. Lo ha derribado con tan poco. Las emociones, el cúmulo de emociones tan horribles que siempre lo han consumido, parecen ser más fuertes ahora que el causante de tales emociones, se encuentra frente a él.
Cómo puede trata de tranquilizarse. Pero realmente las lágrimas no dejan de salir, incluso si el ataque de pánico poco a poco deja de estremecer su cuerpo, es muy difícil dejar de llorar cuando su pecho se siente tan oprimido.
Aun así, logra volver a calmarse. Y tratar de seguir.
—El bebé... Estoy seguro de que ese día tú... Tú tenías un abdomen abultado —Con el rostro contraído por el dolor y la tristeza soltó una pregunta que temía que fuera respondida —El bebé... ¿Donde está el bebé?.
El pecho se le apachurró de solo preguntar por el paradero del bebé. Si lo que dice Max es cierto... Ese bebé siempre fue de él. Ese bebé que le pateó el rostro aquella vez de una manera energética... Era su bebé.
De algún modo, su pecho se llenó de euforia. Se sintió feliz, nervioso y triste al mismo tiempo. Ese pequeño es su bebé, sangre de su sangre. De algún modo no puede evitar sentirse feliz.
—¿Puedo... Puedo verlo? —Suplico con la voz ilusionada y el rostro lleno de cierto brillo de vida. Quizás escuchar sobre la existencia de un bebé, de su bebé, de algún modo, le hizo sentir ilusionado.
Aunque el bebé fue concebido de una manera horrible... ¿Realmente trae alegría a Max? Se siente nervioso por la respuesta, incluso si al alfa le hace ilusión, teme que a Max no.
No ha visto o escuchado a alguien hablar de algún bebé. No estaba con Max, no estaba con Fletcher. El bebé no estaba cuando los intercepto en la salida. Y si no está con ellos, ¿Dónde está?.
Cuando lo pensó un poco mejor, se sintió aturdido. ¿Dónde está ese bebé? De solo hacerse la pregunta a sí mismo, parece que se derrumbara nuevamente.
Es tan horrible escuchar todo el sufrimiento que causaron sus acciones a tal grado que el dolor regreso multiplicado por mil. Quiere que esta tortura se termine.
—El bebé... ¿Dónde está el bebé? —Nervioso, al ver a Max mirar hacia el suelo con una mirada perdida, volvió a suplicar —Por favor déjame verlo... No te lo quitaré, lo prometo. Solo quiero verlo, ¿Si?.
Max no dijo nada, simplemente se quedó en silencio mirando al suelo. No se mueve, no parpadea, no emite sonido, nada.
—¡Max, Max, mírame! —Dijo entrando en pánico al ver la clara negación de Max sobre el paradero de su hijo.
De algún modo, verlo tan reacio a hablar, ml hizo sentirse irritado al punto de sentirse hirviendo desde adentro. ¿Dónde está su bebe? ¿Por qué no es capaz de responder una pregunta tan sencilla?. Hará lo que sea, lo que desee solo por saber sobre el paradero de su hijo.
—¿Dónde está el bebé? Dime qué está bien, te lo ruego. ¡Haré lo que me pidas, lo miraré de lejos, no me acercaré mucho, incluso si solo es una fotografía, solo déjame verlo, te lo suplico!.
Pero Max no responde.
Eso hace que Decker sienta que nada está bien y sigue suplicando perdón.
—No sé qué hacer para que me creas... De verdad no fue mi intención hacerte daño.
—No quiero saberlo.
—Lan también está totalmente arrepentido por lo que hizo. Por sucumbir ante las Feromonas... No sabemos cómo pudimos hacer algo así.
—¡Basta Decker, no quiero escuchar excusas!
—¿Entonces por qué aceptaste hablar conmigo? —Harto de soltar suplicas que simplemente llegan a oídos sordos, se exaltó debido al nerviosismo de no saber nada de su cachorro —Yo de verdad quiero arreglar lo que sucedió, quiero que sepas que jamás me habría casado con esa mujer, que jamás sentí nada por ella, que jamás se pasó por la mente siquiera tocarla por voluntad propia. ¡Quiero que trates de creerme y me dejes aún que sea solo una vez ver a mi hijo!.
—No quiero saberlo, no quiero escucharlo.—Todo lo que dijo Decker desde que iniciaron la conversación...
Todo eso, todas esas excusas... Realmente le habría gustado escucharlas cuando fue enviado a ese hospital en contra de su voluntad. Cuando se sintió asustado hasta los huesos y sintió tanta desesperación que creyó que morirá de tristeza.
Si Decker hubiese llegado a salvarlo en ese momento y explicado todo eso... Lo habría perdonado incluso si toda la confianza se había destruido. Le hubiese hecho luchar por reconstruir esa confianza perdida, luchar por ser perdonado, luchar por un futuro juntos.
Pero Decker jamás llegó...
Decker simplemente nunca apareció frente a él. Y mientras su cuerpo se encontraba lastimado hasta el punto de no poder ni comer debido al dolor, las esperanzas simplemente se fueron a la mierda.
Supo que Decker siempre fue un bastardo de mierda, al igual que todos los alfas en la manada Nyx. Y con la llegada de la noticia de Tulipán, supo que si quería que ese bebé naciera sano... No podía de prender de los sentimientos que aún esperaban a Decker.
Decker debía volverse un mal recuerdo de algo que jamás debió pasar. Un fantasma en sus recuerdos.
Fue gracias a la ayuda de Fletcher, se vio maravillado por un amor que le hace feliz. Un amor que jamás había experimentado, uno donde incluso si la manada lo rechaza, Fletcher sería capaz de expulsar a todos aquellos que se oponen, solo por mantenerlo a su lado.
Mientras Decker arrancaría mil y un flores para demostrarle que lo ama, Fletcher plantaría mil y un flores con el mismo propósito...
—Vine aquí esperando que pudieras entender que lo que en un pasado hubo entre nosotros, realmente no se puede repetir. El "Nosotros" no tiene futuro Decker... Lo único que nos unía era una marca, y un lazo. Y ninguna de las dos existe ahora.
—No puedo soportar, escuchar algo como eso... —Arrugo el rostro y llevo el dorsal de su mano lleno de heridas hasta la zona de sus mejillas y las limpio. Están repletas de lágrimas frías y sentimientos encontrados. —No quiero dejarte ir...
—Tienes que entender que no quiero estar contigo. ¿Me obligarás a estar contigo...? ¿En serio me obligarás...? —Decker se sintió mal al escucharlo, y se cuestionó todo lo que había pensado.
Creyó que tratar de explicarle la situación a Max cambiaría algo. Pero está claro que no. Max no quiere estar cerca de él, no tolera tenerlo cerca, le tiene asco. Y aun así, él insiste en tratar de recuperarlo.
Incluso si ya ha perdido...
—Dame una última oportunidad... Te lo ruego. —Suplico nuevamente sabiendo que las excusas ya no son válidas para Max. Incluso si le demuestra con hechos y pruebas, Max simplemente decidió no creerle. —He cambiado.
—No lo haré. Desperdiciaste todas las oportunidades esa noche —Y le vuelve a recordarle la noche en la que abuso de él... Ese fue el punto de quiebre para Max. La cúspide del dolor y la humillación.
—Max yo-
—Si tan solo hubieras visto como me rompí en pedazos esa noche, donde tenía el corazón destrozado, llorando hasta el punto de no poder respirar... Hubieras comprendido cuanto daño me hiciste sentir...
—… —Decker no dijo nada y arrugó el rostro sin ganas de seguir escuchando como todo el "karma" se le regresa.
Nadie le cree cuando dice que lo que sucedió esa noche, no fue su culpa...
—Tú... ¿Realmente lo amas? —Pregunto Decker sin muchas ganas de escuchar la respuesta. —¿Lo amas de verdad?.
—Sí. Es la persona que más amo en el mundo. No lo cambiaría por nadie. Me hace feliz ¿Puedes entenderlo? No quiero estar contigo —Y Decker agachó la cabeza realmente avergonzado.
Decker, no dijo nada. Realmente no lo hizo por un muy buen rato.
Se quedó en silencio ligeramente sentado sobre el borde del escritorio mientras miraba sus manos dañadas por la pelea con Fletcher. Hay pequeños hematomas y puntos se sutura Incluso entre sus dedos, hay muchas heridas realmente. Pero ninguna duele como la herida en su corazón...
Su nariz está llena de las lágrimas que fluyeron por los conductos lagrimales hacia la cavidad nasal y, luego, hacia la nariz, finalmente produciendo mucosidad que amenazó con salir.
Sorbió su nariz con un poco de fuerza mientras seguía mirando sus dedos, perdido en pensamientos de tristeza que le provocan dolor. Lo que escucho realmente no fue de su agrado, más bien, no pudo lidiar con la respuesta tan firme y sin rodeos.
Tanto, que hubo un momento en el que su corazón se llenó aún más de rencor hacia sí mismo. La uña de su dedo pulgar, rosada y bien cuidada, igual que el resto, sin poder evitarlo, fue hacia su piel lastimada y la araño. Siente que seguir llorando en total silencio ya no es suficiente para contener su dolor y tristeza.
Quiere dejar de poner en práctica la pésima educación que recibió de soldados sanguinarios, ex's sicarios o antiguos narcotraficantes incapaces de sentir empatía.
Por lo general, habría buscado tabaco y alcohol, o habría ido directamente a un saco de box durante un par de horas buscando una solución al problema que le hace sentir irritado.
Pero ahora mismo, no siente que sea correcto fumar o tomar, mucho menos golpear un saco de box.
No quiere actuar violento y mucho menos verse amenazante. Así que se trata su sufrimiento en la garganta y simplemente rasguña su mano con la suficiente fuerza como para sacar sangre, no quiere decir nada. Sigue soltando lágrimas que escurren por sus mejillas hasta caer sobre su pantalón y se prepara para hacer lo que más le ha costado hacer en su vida...
—Yo...
Finalmente, después de haber estado en silencio durante una eternidad, se dispuso a hablar nuevamente. Con la voz rota y los ojos hechos agua, levanto la mirada mientras arrugaba el rostro en una expresión de dolor contenido. Tomo una bocanada de aire inflando sus pulmones y expulsando el aire...
Luego dijo:
—Quiero que seas feliz...