Entre Bailes & Secretos (Libr...

By StephBonhomia

336K 24.7K 4.4K

«El amor es más intenso cuando huele a peligro» Ágata y Nicholas han descubierto que el amor es un campo de b... More

Sinopsis
¡Importante!
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Importante
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Importante - Nuevas Portadas
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 49
Nota de Agradecimiento
Capítulo 50 (Final)
Epílogo

Capítulo 48

3.6K 283 33
By StephBonhomia

ÁGATA

No he logrado dormir un solo segundo en toda la noche, ahora ya ha amanecido, no tardaran en llegar las visitas y lo único que hago es pensar en que hubiera pasado si...si no hubiera ido a cenar con mi padre, sí quizá me hubiese percatado de que alguien nos seguía, si a lo mejor hubiese cubierto mi vientre con ambos brazos, si le hubiera hecho frente a Lance antes de que me golpeara...o incluso, si nunca lo hubiera conocido...quizá ahora el bebé seguiría creciendo en mi interior como se suponía que debía ser, pero no pude protegerlo, no de todo...y me siento culpable.

Tal vez no me esforcé lo suficiente.

Una lágrima resbala por mi mejilla y no puedo evitar preguntarme si en este punto no debería estar seca ya, es imposible llorar tanto, pero lo hago, no lo puedo evitar y no hago nada para controlarlo, ni siquiera me tomo la molestia de limpiar las lágrimas, solo dejo que caigan sobre el pecho de Nicholas mientras su mano se enreda en la mía, al menos él puede conciliar el sueño. Soy feliz, soy muy feliz de tenerlo de vuelta, tanto que no he querido moverme ni un centímetro de su lado, tanto que, aunque el futuro sea incierto, sé que mientras sea con él, estaré bien, sin embargo, no puedo evitar sentir que le quité algo, algo que lo ilusionaba.

Y no sé qué hacer al respecto.

—¿Qué puedo hacer? —susurra con voz ronca.

—Creí que estabas dormido —explico limpiando mis mejillas con prisa—, lo siento.

—Quería darte un espacio —menciona estrujándome entre sus brazos—, no quiero verte llorar más, no me gusta, no quiero verte sufrir así.

Lloro con más intensidad si es que es posible. Quiero dejar de llorar, lo intento, ordeno a mi cabeza que se controle, pero no puedo, mucho menos cuando Nicholas me sostiene entre sus brazos. Hago lo mismo por diez minutos hasta que poco a poco mi corazón empieza a calmarse y ya no quedan más lágrimas que derramar. Al menos no de mi parte, soy consciente de la humedad que baja por las mejillas de Nicholas, lo que me hace sentir peor, sé que para él es más complicado llorar y yo le he provocado tal dolor que ahora lo hace largo y tendido.

—Lo lamento.

—No quiero escucharte decir eso nunca más —menciona sentándose conmigo en su regazo—, no tienes absolutamente nada de qué disculparte.

—Tal vez sí —admito—, hay algo que no te he dicho.

—Sea lo que sea, esto no es tu culpa.

—No estoy segura de eso —suspiro tomando valor—, supe que estaba embarazada apenas volví del viaje con Lance, en realidad lo confirmé ese día, pero en el fondo de mi corazón lo supe al día siguiente de que ya sabes...explotó el artículo de mi familia —explico—, solo que decidí ignorarlo hasta que no me quedo de otra que enfrentarme a la realidad.

—No te voy a juzgar por no habérmelo dicho antes.

—Lo sé —asiento incapaz de verlo a los ojos—, es solo que...yo no...

Las manos se me entumecen, las palabras se acumulan en mi garganta y no soy capaz de hablar.

—Ágata, sea lo que sea, no va a cambiar nada de lo que hay aquí.

Toma mi mano derecha, besa los nudillos y luego la deja reposar sobre su corazón.

—Lo prometo —menciona.

—Sé que nunca lo hubiera llevado a cabo —explico con prisa—, necesito que sepas que nunca lo hubiera hecho, sé que no hubiese podido, pero yo...yo consideré abortar —la mano de Nicholas se pone rígida sobre la mía—, ¿y si este es mi castigo?

De nuevo rompo a llorar.

—Nena...nena —Nicholas intenta quitarme las manos del rostro, pero me alejo—. Ágata, joder, no hagas eso, ven aquí.

—¡No! —exclamo corriendo a la otra esquina de la habitación—. Ves como sí es mi culpa, soy una persona horrible, ¿no es así?

—Ágata, deja de decir eso —dice completamente enfurecido—. Si no vienes voy a levantarme de esta cama, no me importa como —amenaza—, así que más te vale venir, ahora.

Me acerco porque no quiero que se lastime y sentirme peor de lo que me siento ahora, en cuanto lo hago, Nicholas me sienta frente a él, se endereza y suspira acomodándome el cabello tras la espalda.

—No vuelvas a referirte así de ti misma —toma mis manos entre las suyas—, jamás. No te hubiese culpado si lo hubieras hecho, lo entendería Ágata, somos jóvenes, en ese momento no estábamos juntos, vivías una persecución con un maniático, ni siquiera tenías un techo donde poner cómodamente tu cabecita porque te la pasabas saltando del apartamento de Olivia al de tu padre para terminar en el de Elliot, ni siquiera has acabado tu carrera, entendería perfectamente que no quisieras tener un bebé, esto no tiene nada que ver con eso.

—¿Y entonces por qué me siento tan culpable?

No tengo nada en contra del aborto, ninguna mujer está obligada a ser madre, pero algo dentro de mí me hace sentir espantoso el pensar que consideré la idea de deshacerme de algo que era mío y de Nicholas, solo nuestro. La idea me enferma.

—Esto no es el por el bebé, vida mía —explica acercándome a él—, es por esa tendencia tuya de arreglar el mundo por ti misma y cuando no puedes controlar todo lo que te rodea y algo sale mal, te culpas. No puedo dejar que te hagas esto a ti misma, no es sano y no voy a permitir que te lastimes de esa manera.

Guardo silencio, no sé qué decir, no sé cómo sentirme al respecto. Una parte de mí se siente liberada, se siente libre de qué mis intenciones iniciales no creen una brecha entre nosotros, cosa que me permite respirar, otra parte se siente abrumada porque en parte sé que Nicholas tiene razón, ese es quizá mi defecto más grande, intentar solucionar el mundo por mi cuenta, y otro parte se siente en paz, una paz que solo se consigue cuando tienes a alguien que te conoce mejor de lo que te conoces a ti mismo.

—Ya vendrá otra oportunidad —dice enredando sus manos en mi cintura—, cuando ambos nos hayamos graduado y tengamos algo estable sobre nuestras cabezas. Las cosas pasan por algo, bonita, quizá es la forma en que la vida nos dice que no estábamos preparados para esto, pero lo estaremos en un futuro...si tú quieres, claro.

—Sí, sí quiero, claro que sí.

—Entonces deja que la vida siga su camino —me besa ambas manos—, si ha de suceder, sucederá.

—¿Cómo es que te tomas el futuro tan en calma?

—¿Qué sentido tiene preocuparse por algo que no ha sucedido?

Es por eso que creo firmemente que mi persona es Nicholas, por esa paz que trae a mi vida. Por su forma de ver las cosas, por la forma en que me hace frenar en la revolución que es mi cabeza, porque calma mi ansiedad, porque me ayuda a disfrutar más del presente, porque me ama incluso si tengo mis momentos de locura dónde no se ni a dónde me llevan mis pensamientos. Nicholas es como el satélite que me mantiene con los pies en la dirección correcta, lo amo más que a nada y si él se siente tan confiado respecto al futuro, entonces también yo.

—¿Cómo lo haces? —susurro.

Nicholas sonríe, se retira la sábana que le cubre las piernas y hace el ademán de quererse levantar, me cruzo de brazos para que vuelva a la cama, pero él insiste en querer levantarse, lo hará con mi ayuda o sin mi ayuda, opto por ayudarlo, mi hombre es obstinado y no quiero que resulte herido por eso. Niego con la cabeza pasando su brazo sobre mis hombros, él solo se ríe y me besa la coronilla. Una vez en pie suspira, hace girar su cabeza para aliviar la tensión en el cuello y luego toma su teléfono celular.

—¿Qué haces?

—Un segundo —comenta con el índice en el aire.

—Nicholas, deberías volver a la cama.

—En un minuto —dice sin despegar la mirada de la pantalla—, lo tengo.

Sonríe satisfecho, lanza el teléfono en la cama y la música empieza a sonar.

«Late Night Talking» de Harry Styles armoniza el ambiente mientras él se acerca lentamente hasta donde estoy. Me toma de ambas manos, obliga a mis brazos a subir por sus hombros y antes de darme cuenta me tiene dando vueltas por la habitación.

—¿Por qué iba a preocuparme por el futuro si sé que estarás tú en él?

Una lágrima desfila por mi mejilla solo que esta vez es de felicidad, pego mi pecho al suyo y dejo que sea él quien marque el ritmo, quien tome el control del baile, de la vida, de este momento porque lo amo, porque con él me siento segura y porque sé que no escogería otra cosa que no fuera exactamente lo que necesito y lo que me hace feliz.

—If you're feelin' down, I just wanna make you happier, baby (Si te sientes triste, sólo quiero hacerte más feliz, cariño) —canta directamente en mi oído.

—Ya soy feliz —le recuerdo—, muy feliz y lo seré siempre que estés tú.

Nicholas se inclina hacia adelante, me elevo en las puntas de los pies para encontrarlo a medio camino, me da un beso de esquimal que me derrite el corazón y luego toma mis labios entre los suyos, un beso dulce, suave, lento. No hay lugar en el que preferiría estar que no fuera aquí.

«I've never been a fan of change, but I'd follow you to any place (Nunca he sido un fanático del cambio, pero te seguiría a cualquier lugar)» —suena a través del teléfono.

Así me siento. Nunca he sido capaz de dejar las rutinas, el orden, no me gustan los cambios, me cuestan mucho trabajo, sin embargo con Nicholas parece tan sencillo, con él la idea de mudarnos al otro lado del mundo suena tentadora, podríamos vivir en una cabaña en los Alpes o en una casita en medio de la nada, sería igual de feliz y entonces lo entiendo...he encontrado mi roca, mi mitad, mi alma gemela, he encontrado mi hogar, un hogar que no es físico, un hogar que es emocional, un hogar que empieza con Nicholas y termina con él, uno que irá a dónde sea que vaya él.

Nicholas es mi hogar.

—Te amo —suelto abrazada a su cuello.

—Te amo —responde besándome la nariz—. Mía, ahora y siempre.

—No lo sé —arrugo la nariz—, inclínate en una rodilla y te lo digo.

Corta la sonrisa abruptamente, endereza la espalda, aclara su garganta y de una forma bastante teatral se inclina hacia adelante para empezar a arrodillarse. Me llevo ambas manos a la boca, va a suceder...va a suceder y mi corazón está a punto de salirse de mi pecho, quiero saltar, gritar, llorar, todo al mismo tiempo.

—Ágata...

—¿Sí? —pregunto con el corazón en el pecho.

—Ágata Baldrich...

—Nicholas Bradshaw —suelto impaciente.

Me voy a desmayar.

—¿Le concederías a este hombre el honor de tu paciencia? —pregunta aguantándose la risa.

—¡Nicholas! —gimo haciendo una pataleta.

Él solo rompe a reír y hace un esfuerzo visible para levantarse. A medida que mi rostro se contrae, él se ríe más y más, hasta que termino riéndome entre sus brazos. Sé que me hará sufrir hasta que finalmente se ponga en una rodilla, sé que me hará este tipo de bromas hasta que deje de insistirle que me pida matrimonio, sé que le gusta tomarme del pelo y eso nunca cambiara.

Y no quiero que cambie.

—Yo que tú dormía con un ojo abierto —suelto, muerta de la risa.

—Ah, ya te lo dije, vida mía, lo que sea que quieras hacerme es bienvenido.

—Presumido.

—Pervertida.

Una vez más reímos con los brazos alrededor del otro.

Así está mejor.

Y nadie me va a quitar la felicidad, no esta vez.

—Buenos días —canta el padre de Nicholas asomando la cabeza en la puerta—, ¿no deberías estar en cama?

—Como siga en esa cama se me van a atrofiar las piernas —comenta mi hombre rondando los ojos al cielo.

—¡Mamá!

Una cosita diminuta con una maraña de cabello negro pasa bajo las piernas de Christian y viene directamente hacia mí. Tomo a Evan en el aire para hacerlo dar vueltas, le lleno las mejillas de besos y él se ríe satisfecho, luego estira los brazos en dirección a Nicholas.

—¡Papi! —canta repetidamente.

—Ven acá —menciona Nicholas sentándose en la cama y dejo a Evan sobre sus piernas—, ¿extrañaste a papá?

Evan menea su cabeza arriba y abajo con frenesí mientras se entretiene con la incipiente barba de su padre, luego se lleva el pulgar a la boca y balbucea palabras inteligibles sobre cosas que solo él comprende.

—¿Te estás portando bien?

Evan niega con la cabeza riéndose.

—Buen trabajo —susurra Nicholas por lo bajo y lo aniquilo con la mirada—, no es cierto, eso está muy mal —finge estar molesto, pero la risa lo delata.

—Igualito a su padre —suspiro escondiendo la sonrisa que se me dibuja en el rostro.

—Es un chiquillo muy tranquilo, no hay de qué preocuparse —asegura Christian tomando asiento en el sofá junto a la ventana—, quería...eh...es que...

—¿Papá? —pregunta Nicholas confundido.

—Sí es que —suspira el hombre apretando el punto de su nariz—, tu madre, ella bueno, ella llamó, estará aquí en unos minutos.

Por el tono de voz que ha usado Christian, sé exactamente lo que debe estar pasando por la cabeza de Nicholas y segundos después me lo confirma.

—¿Es la primera vez que viene? —pregunta, incrédulo.

—Lo siento, amor —acaricio su cabeza hasta que me la llevo al pecho.

—En realidad no me importa —se ríe como si se quitara un peso de encima—, no lo hace.

—¿Estás bien? —pregunto.

—Claro que sí —me besa los nudillos—, ¿por qué no habría de estarlo?

Dos golpes en la puerta.

—¿Se puede?

La voz de Gianna Bradshaw pregunta del otro lado.

───────── ⋆✩⋆ ─────────

¡HELLOU! Bienvenid@s a la recta final. No queda mucho para que esta historia finalicé, me está costando mucho trabajo despedirme de ella y he escrito el final ya cuatro veces, quiero que sea perfecto, faltan aproximadamente dos o tres capítulos para el final, así que necesito que la recta final sea satisfactorio para tod@s quienes han leído esta historia.

Recuerden que no es final de Nicholas y Ágata, quizá el final de su historia como protagonista, pero no el final del universo en el que existen, apenas termine esta historia empezaré con "La obsesión de un hombre" que es la historia de Elliot y Delilah, así que habrán apariciones de nuestra pareja favorita. 

Espero que les haya gustado el capítulo.

Los amodoro, gracias por leer y por seguir aquí. Besos, - Steph 😘💗 

Continue Reading

You'll Also Like

867K 22.9K 49
[Emily es secretaria de la famosa directora de la revista "Cúspide of moda". Su rutina se ve alterada por la aparición de un atractivo hombre en las...
606K 58.4K 67
"TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS BAJO REGISTRO DE DERECHOS DE AUTOR" Segunda parte de una historia de amor con muchas dificultades por delante, ¿Sobre...
2K 63 58
Skyleen: Si alguien me hubiera dicho en lo que Killian y yo nos convertiríamos con el paso del tiempo, jamás lo hubiera creído. Hemos pasado por tant...
2K 328 63
Ivanna Kridmman, es una especialista en pediatría, que siente que su vida se encuentra realmente realizada al lado del hombre que le ayudó a supera...