Se sugiere leer capitulo anterior si no recuerdan uwu
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El amanecer amenazaba con romper la apacible paz que la noche había dejado, mas ellos no estaban poniéndose ansiosos; ¿cómo hacerlo cuando ambos se encontraban recostados en la cama desordenada de Seokjin? En silencio, permanecían abrazados, con la cabeza del omega recostada sobre el pecho de Namjoon, escuchaba el rítmico sonido de su corazón.
Latido tras latido, el mayor luchaba por no dejarse ir y dormirse, no cuando quería guardar ese momento por siempre en su mente; no cuando su omega estaba tan en sincronía con su naturaleza humana.
El alfa suspiró y le volvió a acariciar la esbelta espalda; subiendo y bajando, sentía el calor que desprendía el cuerpo de Seokjin, aun a través de la tela del pijama, era increíblemente satisfactorio, el poder tocarle así, sin restricciones, siendo aceptado sin más, lograba que el lobo alfa que coexistía en su interior se apaciguara y le brindara su apoyo, que se uniera a su parte humana y juntos disfrutaran ese momento íntimo de complicidad, donde, si bien, no estaban hablando mucho, había una comunicación más grande e importante, la de sus animales, la de sus destinos. La aceptación de la forma más natural y pura.
-Osito, intenta dormir ¿uhm? Aun estás recuperándote. -le pidió el menor con una voz tan baja y ronca, que hizo que su vientre se recogiera en anhelo.
-Pero Joonie, quiero aprovechar de tenerte. Ya que llegamos al acuerdo de esperarnos...quiero sentir y atesorar cada momento que tengamos para estar juntitos. -le dijo obstinadamente, confiriéndole a su voz un tono un tanto infantil.
Namjoon solo pudo reír en voz suave.
-De acuerdo; pero ¿a ti no te molesta si duermo un poco? -le preguntó y trasladó los cariños desde la espalda del omega, hasta su cabello, donde hundió sus dedos entre las suaves hebras, arrancándole un sonidito contento al mayor -En la tarde viajaré a donde mis padres, así que necesito descansar un poco.
-Tú puedes dormir todo lo que quieres, Namu, yo me quedo quieto, te lo juro. -le dijo con las palabras un poco distorsionadas debido a que su mejilla se sobrecargaba en el pecho de Namjoon.
-De acuerdo...-le respondió antes apretar suavemente el cuerpo de Seokjin por un breve momento, para luego relajarse, soltando sus músculos, se dejó arrullar por ese aroma y calor que tanto había anhelado.
Con su lobo despierto y satisfecho con la situación de su pareja, logrando reconciliarse con el lado humano de Namjoon, recuperando así todos sus sentidos antes embotados, él sintió que el sueño lo hundía rápidamente en la inconciencia era el más pacífico que tendría en mucho tiempo.
Seokjin supo el momento justo en que Namjoon se durmió, comenzando a dar suaves ronquiditos, que le hicieron sonreír. La respiración del menor se volvió más cadenciosa y su cuerpo se tornó totalmente suave bajo su tacto.
Seokjin intentó, realmente trató de aguantar el sueño que hacía que sus ojos se cerraran por si solos, mas el exquisito aroma de su pareja, más el calorcito y esa sensación de seguridad que le transmitía el estar juntos, hizo que todo su cuerpo y su omega interno se relajaran, dejándole en un estado de total sosiego.
Turnándose para tener un ojo abierto por vez, peleando con el sueño, Seokjin perdió la batalla y se durmió cuando la habitación era completamente bañada por los lejanos rayos de un sol de invierno.
*
*
*
Mirando por la ventana, a la nieve que caía copiosamente, amontonándose a las orillas del camino, Namjoon suspiró hondo y profundo; llenó de aire sus pulmones y expandió totalmente su caja torácica, sintiendo que por fin todo estaría bien.
O algo así, al menos me siento bien, mi alfa está completo y...y Seokjin no parece haberse arrepentido de lo de anoche...
No sé cómo sentirme con esta tregua, pero al menos mi lobo no murió, por lo que yo, tampoco. Eso es bueno ¿no? Es bueno poder sentir alguna clase de motivación nuevamente.
El alfa sonrió inevitablemente, recodando cómo el omega se había despertado entre sus brazos, y le había sonreído con mejillas sonrojadas y el cabello revuelto. El alfa había afirmado los labios en su frente para medir la temperatura, terminando con un Seokjin avergonzado, por lo que se escondió en el espacio del cuello de Namjoon y volvió a quedarse dormido para solo despertar del hambre un par de horas después y tener juntos un desayuno muy tardío.
Bajándose en la parada para llegar a su casa en Ilsan, había apenas tenido tiempo de ir a su departamento, hacer su maleta a irse al terminal de buses. Ni siquiera Hwasa pudo hacerle el interrogatorio pertinente cuando se la encontró en su lugar, esperándole; aunque su aroma de alfa presente y la sonrisita clamada, le dijeron a la alfa que las cosas no habían salido mal.
Debo llamar a Adora y a YeonSu, no he tenido noticias de cómo le fue con su confesión.
Al llegar a la entrada de la granja de verdura y flores, Namjoon dio una gran calada de aire, preparándose mentalmente, pues sabía que los comentarios incomodos y despectivos sobre su elección de carrera, no se harían esperar. Jamás lo hacían y dudaba que esta vez fuera diferente.
De hecho, haber decidido volver no era algo netamente de él, su terapeuta había recomendado tratar de reconectar con sus raíces y el lugar donde su alfa se crio.
Caminando con el bolso a cuestas, ingresó y miró todo a su alrededor, las infinitas hileras de sembrado, el invernadero de flores y los árboles frutales. Todo tal y como lo recordaba seis meses atrás, aunque él mismo no se sentía como el Kim Namjoon que dejó su hogar la última vez; ese llenó de anhelos demasiado utópicos, sin amigos y poca autoestima. En solo seis meses habían pasado tantas cosas, que le era un poco extraño y complejo el pensar y concebir qué tanto cambio había cruzado.
Comenzando con que ahora tengo amigos, casi perdí a mi lobo alfa y Seokjin me dijo que me amaba...supongo que no todo es tan malo...
La puerta de la casa se abrió y por ella se asomó su madre, su rostro con un muy marcado ceño fruncido y la boca en una mueca. Namjoon apretó la mano que tenía dentro del bolsillo, donde guardaba la cadena con la figura del osito, y suspiró profundamente.
Que empiece la función.
-¿Namjoon?
-Hola mamá...
*
*
*
El resfrío de Seokjin se había sanado casi del todo, al menos eso sintió esa mañana al ser Namjoon lo primero que vio y solo pudo sentir felicidad. Tan solo hubo un breve momento en que dudó de su salud cardiaca, cuando su corazón latía de una forma tan acelerada y arrítmica, que remecía todo su mundo, como lo era ver al joven alfa a primera hora de la mañana...o de la tarde, en realidad, pues no sabía exactamente la hora que era cuando despertó; pero ver a Namjoon con ojitos somnolientos y una suave sonrisa que hacía asomar sus hoyuelos, le hizo cosas a su corazón y a su alma, que estaba seguro que volver a despertar sólo, sería un constante desanimo, acostumbrarse a Namjoon era demasiado fácil.
Fue realmente duro ver al menor irse luego de comer. No es que se quisiera aferrar al brazo de Namjoon y rogarle porque se quedara con él un día más, pero tuvo que enterrarse los dedos en las palmas de las manos y plantar una sonrisa que desapareció apenas cerró la puerta tras el alfa.
Mirando la fotografía entre sus manos, aquella que le tomó el día en que fingieron ser novios, suspiró y su pecho se contrajo dolorosamente por Namjoon, anhelando con cada célula, el poder estar a su lado; aun cuando sabía que sus padres llegarían ese día, quizás hubiera preferido que el joven alfa se quedara un poco más y pudieran compartir una comida todos juntos.
Y sin saberlo, su omega ya consideraba a Namjoon como parte de su familia, pues el solo pensar tener una comida todos juntos, le hacía sentir cálido y expectante.
El ruido de la puerta al desbloquearse se escuchó, seguido de sus padres riéndose e intercambiando bromas mientras ingresaban con sus maletas. Seokjin suspiró, dejó la fotografía y fue a recibirles, abrazándoles largo y tendido, sorprendiendo al matrimonio, quienes no dijeron absolutamente nada sobre el cargado aroma a Namjoon que portaba su hijo, o el notorio cambio en su semblante, junto con la reaparición de su aroma a omega; solo admiraron lo que había logrado el joven alfa en solo un fin de semana, cuando ellos no pudieron hacer en más de dos semanas.
-¿Cómo les fue? ¿ya comieron? ¿quieren que les prepare algo? ¿me darán un hermanito? -le preguntó el menor, riéndose de la forma en que sus rostros se transformaron al escuchar su última pregunta.
-¡Yah! Seokjin.
-¡Osito!
Ambos exclamaron al mismo tiempo, provocando que Seokjin se riera sin ningún tipo de reparos en poner a sus padres en aprietos. JaeHye observó a su esposo, quien estaba notoriamente sonrojado, y le abrazó fuerte, mas no pudo evitar la sonrisa nostálgica.
-Sabes que ya no tendremos más hijos, osito. En esta casa serás el único bebé...aunque ya estas crecidito. -comentó MoonJi.
-Aunque el que no quedes en estado no quiere decir que no nos podamos divertir intentándolo. Hacer bebés contigo es tan entretenido a como cuando nos conocimos, cariño. -JaeHye le murmuró al oído.
Seokjin rodó los ojos y se fue, sabiendo que luego de eso vendrían una seguidilla de palabras cursis y besos, muchos besos y cosas de parejas. Y no es como si los envidiara, pero justo en ese momento daría un brazo por tener a Namjoon con él, y ser tan libre de demostrar su amor a como hacían sus padres.
-Quizás deberíamos adoptar un perro...-escuchó el omega en tanto iba de camino a la cocina.
-Un cachorro estaría bien, aunque estaría mucho tiempo solo. Yo en la universidad, ustedes en su trabajo. Luego yo en Paris y ustedes tratando con la posible segunda sucursal del restaurant ¿no? -sus padres le miraron e intercambiaron una mirada que Seokjin no se perdió -¿Qué ocurre?
-¿Uh? No, no es nada, cariño. Solo cansancio. -Moonji le contestó -No dormí mucho, tu padre no me dejó, si sabes a lo que me refiero.
-¡Ay No!, ya vayan a lavarse y ponerse cómodos, yo les prepararé algo. -le dijo despachándolos, empujándolos suavemente en dirección a la habitación.
Sus padres pasaron con sus maletas, riendo suavemente en su camino al cuarto.
Seokjin buscó su móvil y lo miró, revisando inconscientemente sus mensajes. No encontró nada, lo que le decepcionó un poco, sin embargo, sabía que las cosas serían así, no es como si mereciera un trato diferente, no después de todo lo que hizo pasar a Namjoon.
-Pero al menos me disculpó...creo.
Volviendo a la cocina, comenzó a preparar todo para cocinar algo a sus padres.
Solo puedo esperar que las cosas mejoren de aquí en más ¿no? -pensó tocándose el pecho, ahí donde su corazón latía fuerte y estable, no dolorosamente como en las pasadas semanas- . No puedo volver a cometer el mismo error nuevamente, no puedo prometer algo que no soy capaz de entregar ahora, pero tampoco puedo negarle el amor que siento por él, lo mucho que le necesito y aprecio. Mi omega no resistiría otra supresión así...tampoco lo haría mi alma y mi cuerpo.
Seokjin miró sus manos demasiado delgadas, su piel claramente seca. El descuido a su lobo se había estado somatizando y revelándose en su cuerpo. No había podido comer, conciliar bien el sueño, sus defensas eran una mierda y parecía que sus energías eran consumidas con apenas unas respiraciones demasiado fuertes. Él había sentido como lentamente su omega se había ido apagando, silenciándose, dejándole completamente solo, algo que él había buscado, pero que también, le había asustado hasta la medula. No poder sentir real felicidad, anhelo, esperanzas o amor propio. Aunque este ultimo aun no aparecía, al menos la nube que embotaba sus sentidos, había desaparecido en gran medida.
Y solo un abrazo de Namjoon fue lo que hizo falta...
No me puedo imaginar lo que sentiré en el momento en que él me marque...en que nos unamos para siempre...
Con un escalofrió bajando por su espalda, Jin sacudió la cabeza y miró los ingredientes que había recolectado.
-Cocinar, sí, eso; soñar, después.
MoonJi, quien había querido ir para hablar con su hijo y quizás contarle lo que le preocupaba, se detuvo.
-Mi lunita, después. -JaeHye le dijo en su suave susurró junto al oído -Ahora vamos a la ducha, cariño. Primero veamos cómo es que resulta todo; démosle una oportunidad ¿uhm?
MoonJi se volvió en brazos de su alfa y le miró a los ojos antes de juntar sus frentes.
-Está bien...vamos.
*
*
*
Namjoon estaba sentado en el banco que su padre había construido para él cuando era solo un niño, por lo que era tan bajo, que pareciera que sus rodillas llegaban hasta su barbilla.
¿Esto era tan bajito cuando me fui? ¿O soy yo el que crecí?
Pensó, acomodándose lo mejor que pudo, quedando con el trasero en la tabla pulida por los años, y las piernas completamente extendidas delante él.
Suspirando, miró todo a su alrededor. Estando en el lugar más alto de la granja, tenía una escaza vista a lo que sus padres habían creado, algo que siempre fue su admiración, ahora se sentía diferente; no había una admiración, precisamente, era algo parecido a la resignación, pues hoy en día la relación de sus padres no era algo digno de idolatrar o a lo que aspirar.
Suspirando, el alfa tomó su móvil y buscó entre sus contactos, discando llamar a quien actualmente era una de sus personas preferidas.
Al tercer tono, tuvo respuesta.
-Hasta que por fin te dignas a llamarme, ingrato. -su respuesta fue un reclamo en toda regla.
Namjoon dejó ir un par de carcajadas.
-Hola para ti también, Adora.
-Maldito ¡Tu sabias! ¿verdad? Por su puesto que sabías, pero claro, no me diste ni una pista y yo, como idiota...por Dios, Namjoon ¿por qué no me dijiste nada? -ella le reclamó con la voz alta e indignada.
-Bueno, creo saber a lo que te refieres, aunque no estoy seguro del todo...-dijo tanteando el terreno.
-¡Por supuesto que sabes! -ella le reclamó -Es obvio, porque si no le hubieras dado carta verde, YeonSu jamás se me hubiera declarado. Él me lo dijo.
-Adora...uh...¿lo siento? -el alfa hablaba con una sonrisa estirando sus labios.
-Joder, no, no lo sientes en absoluto, estoy segura. -ella ya no sonó molesta.
-No, no lo hago, tienes razón. -Namjoon confesó -Pero dime ¿no es mejor saber y tener tus opciones claras?
Hubo un breve silencio, en el cual Namjoon miró el sol reflejado en lo que quedaba de nieve luego de la lluvia que cayó apenas llegar a Ilsan, sintiendo que de alguna forma, era una imagen retorica de lo que para él había sido el abrazo de Seokjin, ese que llevó el congelamiento que sufría su lobo y su alma, embotando su corazón y sentidos.
-Lo es, sí; pero...haber tenido cierta advertencia de mi querido amigo Namjoon, hubiera sido realmente bueno para no botar mi copa de champán sobre su bonita camisa...o creer que estaba bromeando conmigo y reírme de él, en su cara, Namjoon. Joder, mierda santa, lo hubieras visto, su cara de decepción fue épica, después moje su camisa y yo...ay no, soy una idiota tan torpe.
Namjoon ahora estaba riéndose a todo pulmón, imaginando la situación y no pudiendo evitar sentir que debería haber estado ahí para presenciarlo.
Aunque no me arrepiento de haber cuidado de Jin Hyung, de aclarar todo y tener a mi lobo de vuelta.
-Yo...en realidad sabía que te lo diría, aunque no esperaba una respuesta así de tu parte. Jamás dejarás de sorprenderme ¿no? -le comentó. Adora hizo un sonido que sonó mitad gruñido, mitad carraspeó.
-Te odio un poco en este momento, porque quizás hubiera practicado mi cara de sorpresa en el espejo y no habría hecho un espectáculo, Nam.
-Uh, no, tú no sabes mentir, ni para salvar tu pellejo, mujer, así que no habrías podido demostrar una respuesta genuina y él lo hubiera sabido y por la madre luna, yo valoro mucho tener mis pelotas en su lugar. YeonSu es un omega de armas tomar, yo lo sé. -le contestó seguro Namjoon. Adora comenzó a reír, terminando por suspirar pesadamente -Ahora dime ¿Cuál fue tu respuesta? -le cuestionó el alfa.
-Bueno...primero, empezando porque no tenía idea de que sería atacada así por el omega más bonito que hubiera conocido jamás, no le dije nada. O sea, literalmente me reí y luego lo moje con champan. Después fue el año nuevo y quizás lo besé de impulso y él se quedó helado y yo también. Después creyó que le correspondía, de lo cual no estoy realmente segura...Porque no lo había considerado del todo...no de esa forma.
-Oh...se besaron...eso es...es rápido...
-¡Sí! Lo sé, y yo no sé lo que me pasó...solo...solo fue un impulso, y uno muy tonto porque le confundí. -ella dijo con verdadero lamento.
-Mmnh, pero ahora que sabes que le gustas ¿podrías quizás verle como algo más?
-Sí. -la respuesta fue contundente, sorprendiendo a Namjoon.
-Wow, eso fue rápido. -le dijo con un deje de gracia.
-Es que...joder, lo sé, pero es que...no es primer omega que me atrae. La perra de tu prima también me atrajo por un tiempo, hasta que en realidad supe que solo la quería de amiga. También me pasó con un chico en el instituto, era un omega precioso, pero estaba tomado y...sí, me gustan los alfa, pero...también los omegas. Y no, jamás se lo dije a alguien, porque yo me sentía realmente extraña y no quería tener que dar explicaciones de algo que ni yo estoy segura de saber...
-Adora...
-E incluso ahora, no sé bien qué es esto, si siquiera está bien...
-Adora...-Namjoon volvió a intentarlo, pero ella continuó hablando -Adora, detente y escúchame.
-Oh, vaya...eso fue sexy, jamás habías usado tu voz de mando...hazlo de nuevo.
-¡YAH!
-Solo bromeaba. -ella le dijo, pero su voz sonaba tensa.
-Escúchame bien, Park SooHyun...
-Ay no, dijiste mi nombre completo, esto no será bueno...
-¿Terminaste? -le cuestionó el alfa rodando los ojos.
-Eh sip, creo que si, lo siento. Me pone nerviosa todo esto...eres el primero en saber...el segundo, en realidad. A él también se lo dije, le debía mi sinceridad, al menos.
-Y a esto es a lo que me refiero. ¿cómo mierda puede interesar a quién prefieres, cuando tu corazón es tan bueno? Tú preferencia o la falta de ella, es tú elección. Es tu vida y tus decisiones, qué importa lo que otros piensen, si está bien o mal visto. Mientras a ti y a la persona involucrada, les haga felices y no dañen a nadie, es perfecto y está bien ¿entiendes?. La sociedad se empeña en que debemos encasillarnos, clasificarnos según sus estándares y saber perfectamente lo que somos, como nos definimos y cumplir nuestro rol esperado en la comunidad, pero ¿sabes qué? Que todos se jodan, Adora. Que todos y cada uno de ellos se vayan muy a la mierda.
-Namu...-la voz de la omega se escuchaba algo temblorosa -Yo...mierda, gracias. No sé qué decir...
-No hace falta, tu has estado cuando mi dignidad era tan escaza como tu tacto a la hora de responder una confesión.
-¡YAH!
-Pero te entiendo y me entiendes, de eso se tratan los amigos.
-Sí, supongo. -su voz sonaba llorosa. Sorbio la nariz ruidosamente y dejó ir una suave risita.
-¿Entonces?
-¿Entonces qué? -ella preguntó.
-¿Qué es lo siguiente?
-Yo...le confesé que me atraía...es solo que me da en todo el ego que el jodido YeonSu tenga el culo más grande que yo y su cintura sea más definida.
Ahora Namjoon explotó en inesperadas carcajadas, pues esperaba de todo, menos eso.
-Así que...él me dijo que aceptara su cortejo, y a cambio él me armaría una rutina de ejercicios para tener nalgas de acero, como él.
-Ese, creo que es el acuerdo romántico más extraño que he escuchado; y no esperaba menos de ustedes.
-Por supuesto que no. -ella estuvo de acuerdo -Ahora, señorito, cuéntame ¿qué tal estuvo tu año nuevo con ese tal Seokjin, alias innombrable?
-Bueno...-Namjoon miró nuevamente la vista delante él y una sonrisa involuntaria estiró sus mejillas y su corazón se aceleró -Creo que llegamos a un acuerdo...
*
*
*
Luego de contarle sus días junto al omega, comentándole con alivio, la aparición de su lobo y sus sentidos mejorados, el alfa había vuelto a la casa con sus padres, quienes aun no habían dicho nada despectivo sobre la elección de su carrera, al menos no hasta la cena, la cual fue mucho más incomoda de lo que creyó.
Infinitamente desanimado y arrepentido de seguir el consejo de su terapeuta y volver a casa, Namjoon se fue a la cama realmente temprano, extrañando automáticamente el calor de Seokjin entre sus brazos, la forma perfecta en la que habían encajado sus cuerpos juntos.
Con un brazo detrás de la cabeza, miró por la ventana a la iluminada noche, donde las estrellas apenas si se vislumbraban, pues la luz de la luna era demasiado brillante. Su corazón latió apresurado al darse cuenta que realmente pensaba que un Seokjin recién despertado era mucho mejor vista que una noche llena de estrellas.
Sintiéndose reflexivo y un poco desvelado, se sorprendió cuando su móvil vibró sobre la mesita de noche. Creyendo que sería Hwasa pidiendo explicaciones de sus días junto a Seokjin, o YeonSu llamando para contar su anecdótica noche de año nuevo, su corazón arrancó en una carrera de taquicardia cuando el nombre de Jin estaba en la pantalla.
Sintiendo su lobo alfa retorcerse en anhelo y aprehensión, apretó a responder, demasiado preocupado porque el resfriado hubiera empeorado o algo malo le pasara, no escatimó en delatarse como un alfa impaciente.
-¿Hyung? ¿Jin Hyung? ¿está todo bien?
Silencio y una pequeña risita aguda.
-Ho-hola Joonie...yo estoy bien, -le dijo con la voz un poco más aguda debido a los nervios -desvelado y...uhm...yo estoy acostado y yo... y quería saber cómo estuvo tu día y cómo fueron las cosas con tus padres...y...
-¿Y me extrañas, Hyung? -Namjoon interrumpió sus palabras nerviosas y algo tartamudeadas.
Seokjin, acostado en su cama, abrazando la almohada que contenía el aroma del alfa, se sintió pequeño, nervioso y expuesto, pero no arrepentido.
-Sí, Joonie, yo...yo te extrañaba mucho, alfa... -le confesó bajo y suave, como un secreto.
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Buenas noches! dije que iba a actualizar, pero se me pasó la hora!!! pero aun así, aquí estoy. Espero que les guste!!
Nos vemos prontoooo.
~Rosiee🐾💙