Debo admitir que nunca me podré acostumbrar a cómo se siente la piel de Senku tan directamente contra la mía.
Tan suave, cálida por la luz del sol... Tan agradable al tacto.
Acaricié con cariño y gentileza su cintura, mientras ambos nos manteniamos recostados en la orilla del lago, besándonos.
Los labios de Senku se sentían más ansiosos de lo normal, haciendo movimientos más insistentes mientas me besaba.
Senku comenzó a acariciar los laterales de mi torso, haciéndome temblar un poco y jadear contra sus labios.
Por algún motivo, el que me toque en esa zona... Me hace sentir bastante inquieto.
Casi... ¿Cómo dijo Senku que era la palabra?
- Ah, panterita... Acércate más
Cierto. Excitado.
La lengua cálida y húmeda de Senku rozó la mía, y volvimos el beso más profundo por un instante antes de separarnos para recuperar el aliento entre jadeos.
Me alejé un poco para poder observar a Senku, que tenía una maravilla expresión acalorada y relajada mientras su pecho subía y bajaba agitadamente.
Sentí que el corazón se me agitaba un poco más, y me incliné para darle un breve beso más tranquilo antes de moverme un poco, incorporandome del suelo para sentarme en el regazo de Senku, mirándolo de frente.
Siento la cara caliente, también el pecho.
Aún cuando esta sensación ya es bastante más familiar para mí... Sigue siendo curiosa cada vez. Es tan desesperante... Pero creo que me gusta.
- Je, ¿Qué intentas, gato travieso?
El cebollín me miró con expresión divertida, aunque aún se mantenía el sonrojo en sus mejillas, mientras me observaba atentamente y acariciaba mi mejilla.
Me limité a bufar, un poco avergonzado.
- Cállate, tú dijiste que me acercara más... Así que aquí estoy
- ¿Y desde cuándo eres tan obediente? Aunque no es que me queje
Senku aprovechó nuestra nueva posición para acariciar mi espalda, desde mis hombros hasta el borde de mi ropa interior, mientras me miraba con una expresión más serena.
Tomé sus mejillas entre mis manos, mirando directamente a ese par de ojos de rubí tan hermosos... Y me incliné de nuevo sobre él para besarlo.
Mi novio me correspondió el beso en un principio, pasando sus manos de mi espalda a mis piernas para sostenerme bien en su regazo. Era un momento precioso, solo para los dos... Al menos así era hasta que escuchamos repentinamente una voz que nos hizo pegar un brinco a ambos.
- ¡Senku-chan! ¡¿Estás por aquí?! ¡_____-chan!
Tenía que ser. Parece que ni siquiera fuera de la aldea puedo tomar a Senku para mí por tanto tiempo.
Sonreí con resignación mientras escuchaba como Gen nos llamaba a ambos, y debo admitir que me hizo gracia ver la expresión de fastidio de Senku. Se nota que a él tampoco le encantó la interrupción.
- Ese maldito mentalista... Espero que sea algo importante. Dame un momento, panterita, iré a ver qué quiere
- Claro, pero no intentes golpearlo o te vas a lastimar
- Eres tan divertido
Le sonreí a Senku como respuesta a su sarcasmo, dándole un último beso pequeño antes de bajarme de su regazo y dejarlo alejarse.
Observé cómo Senku se vestía torpemente, apenas cubriéndose de forma adecuada para después perderse detrás de los árboles y arbustos que rodeaban el pequeño estanque e ir a buscar al mentalista.
Espere pacientemente, jugueteando con el agua desde la orilla mientras aguardaba a qué Senku regresara.
No sé tardó mucho, pero su expresión fue más que suficiente para entender que ya había terminado nuestro breve momento juntos.
- Lo lamento panterita pero parece que tenemos que regresar
- ¿Qué sucedió? ¿Chrome hizo estallar algo?
- Para nada, él ya tiene prohibida la entrada al laboratorio sin autorización
Me acerqué a Senku mientras él se arreglaba mejor la ropa, también poniéndose sus zapatos. Aproveché para recoger mi ropa y empezar a vestirme también, mientras lo escuchaba.
Tal parece que Francois necesita asistencia para conseguir algunos ingredientes para hacer nuevos platillos que sean nutritivos y deliciosos para todos.
No pensé que Senku le fuera a dar tanta importancia a eso, después de todo ya tenemos un pan muy rico, pero el cebollín insistió en que tener variedad de comida de calidad ayudaría a animar física y mentalmente a todos, lo que sería de gran ayuda como preparación para el momento del viaje en barco que teníamos planeado (aunque ni siquiera hemos podido avanzar mucho en la construcción del barco.)
- Gen dijo que Francois quiere a alguien que conozca bien los alrededores y los recursos que se pueden obtener para la cocina. Y al parecer, Ryusui y la mitad de la aldea te sugirieron a tí
- ¿A mí? Eso... Uhm, es raro
Me quedé bastante sorprendido por el comentario de Senku. Es verdad que la mayoría de gente de la aldea no suele alejarse mucho, ni siquiera para cazar.
Pero aún así... Me sorprende un poco recibir ese reconocimiento por gente de la aldea Ishigami.
Aún así, creo que me siento un poco halagado... Y bueno, ¡me alegra ayudar a Francois! Me pregunto qué clase de cosa deliciosa tiene pensado hacer, hay un montón de cosas comestibles en los bosques a las que seguro les puede sacar provecho y hacerlas aún más deliciosas.
Sentí que la boca se me hizo un poco agua solo de pensarlo, cada día más cerca de probar un delicioso ramen hecho por Francois... Ah, ¿Qué es eso?
- Ah, ¡Qué bonito! ¿Qué es esto?
Mientras estaba fantaseando con la idea de probar nuevas y deliciosas comidas, un pequeño destello a la altura del pecho de Senku mientras él se terminaba de vestir me llamó la atención.
- ¿Qué es qué...? A-ah, oye...
Me acerqué al cebollín con curiosidad, ignorando su queja con voz temblorosa mientras deslizaba mi mano por su pecho, hasta llegar al par de cosas que colgaban de su cuello.
Lleva el collar de Nana que le regalé, el que llevaba el fragmento de Tungsteno colgando de él, pero también llevaba otro accesorio que nunca antes le había visto.
Es tan curioso... Está frío, así que debe ser algo metálico, es una pieza algo ancha, con curiosos bordes irregulares y forma ovalada. No tiene mucha gracia.
Se sentía bastante ligera, y era lo suficientemente pequeña como para que seguramente no fuera molesto llevarla colgando del cuello de esa forma, aún así, me parecía una peculiar elección para un accesorio. ¿Por qué Senku lleva algo así? Es feo. Quizás sea alguna clase de piedra o metal valioso también.
- ¿Qué es esto?
- A-ah, ¿Esto? Se llama "relicario". Para que lo entiendas, es como una pequeña "cajita" que puedes llevar a todos lados colgando de tu cuello
¿Una cajita? Le eché un vistazo de nuevo al "relicario", dándole vueltas entre mis dedos hasta que me vi obligado a remarcar lo obvio mientras levantaba la vista hacia Senku.
- ¿Una cajita...? Pero es muy pequeña, aquí no cabría nada, ¿Siquiera se puede abrir?
- ¡B-bueno, depende de cómo lo veas!
Senku se escandalizó repentinamente cuando quise examinar mejor la cosita con ambas manos para buscar la forma de abrirla, y me la quitó siendo tal vez un poco brusco.
Hice un pequeño puchero, pero me quedé esperando pacientemente a que Senku se explicara.
- Por supuesto que no podrías guardar cosas muy grandes en él, era más comúnmente usado para guardar objetos con valor sentimental. Cosas tales como mechones de cabello de seres queridos o fallecidos, por algo también se les llegó a decir "guardapelos", pero sobre todo se solían guardar... Ah, fotos en ellos
- Fotos... Ah, ¡¿Entonces tienes una foto ahí?! ¡Debe ser muy pequeña! ¿Puedo ver?
De acuerdo, eso de guardar cabello sonaba muy... Eh, raro, pero tiene mucho más sentido que sea para guardar fotos. Si acaban de conseguir una cámara, ¡Entonces con razón Senku hizo una cosita tan curiosa como esta!
De seguro el estúpido cebollín tiene ahí la foto que le tomaron en la pose de un científico.
Senku suspiró con una aparente molestia y, después de echarle un último vistazo avergonzado al pequeño objeto en su mano, se llevó ambas manos a la nuca.
Me quedé mirandolo con suma atención, hasta que retiró sus manos y me arrojó algo.
Lo atrapé limpiamente en el aire con ambas manos, mirando a Senku con un poco de confusión y curiosidad al notar que me había dado el "relicario".
- Yo... Ni siquiera sé por qué hice algo así, solo tómalo. Supongo que ya era justo que yo te hiciera un regalo
- Pero tú siempre estás haciéndome regalos...
¿Me lo está regalando? Pues qué considerado regalándome una foto de él. Igual no es que me queje.
Protesté un poco en voz baja mientas le daba vueltas a la cosita entre mis manos, forzandolo poquito en diferentes posiciones para intentar abrirlo pero teniendo miedo de romperlo.
Finalmente Senku pareció cansarse de mí y se acercó con un suspiro.
Sentí un pequeño revoloteo en el estómago cuando sus manos acariciaron las mías mientras me mostraba cómo abrirlo.
- Aquí, no tengas miedo que no se romperá tan fácilmente
- De acuerdo
Lo abrí con cuidado, mientras que Senku se cruzó de brazos y se limitó a mirarme.
Ahora que lo puedo tocar mejor, puedo notar que tiene dos grabados, uno en cada lado.
Son... Creo que son dos lunas, una es como mi marca y la otra es como la de Senku.
- Son las únicas fotos que tenía además de las aéreas, pero si quieres después podríamos conseguir otra de tus cuervos o de lo que quieras cuando hayamos encontrado el petróleo
El relicario tenía dos fotos dentro, pero eran considerablemente más pequeñas que las que habíamos estado tomando desde el aire.
Una era la foto que me había tomado Senku en la pajarera, no tuve que mirarla mucho para reconocerla y honestamente tampoco quería mirarla demasiado. Por lo menos salía con dos de mis cuervos en ella.
Pero la otra foto...
- ¿Esta es la foto que te tomaron?
- No, esta la tomó el mentalista. A-ah, olvidalo. En la otra foto que tomó la reportera salí sacando la lengua, así que podrías llamarlo una divertida coincidencia que ambos saliéramos sacando la lengua en las primeras fotos de la nueva historia de la humanidad
Era una foto de Senku, no salía sonriendo ni nada y ni siquiera salía mirando directamente a la cámara.
Parecía más bien avergonzado de que le estuvieran tomando una foto, pero aún así me pareció increíblemente lindo.
- Entonces... ¿Este es tu regalo? ¿Una foto tuya y una mía juntas en un colgante que lleva grabadas nuestras marcas?
- Cuando lo dices así suena peor de lo que es. En mi defensa, el maldito mentalista tiene la culpa de la mitad del relicario
- Esto es... Terriblemente cursi
- Sep, coincido. Pero era quedármelo, dártelo o vendérselo a Ryusui
Me quedé mirando otro poco las fotos, o mejor dicho simplemente mirando la foto de Senku.
En verdad no tiene ni una pizca de gusto por salir en fotos por lo que veo, pero por eso mismo es perfecto.
Una foto de Senku sonriendo voluntariamente habría sido muy rara (y aterradora), en cambio así, saliendo un poco a la fuerza sin saber qué hacer... Es justo como mi cebollín.
- Me gusta. Gracias, Senku. ¿Estás seguro de que no quieres quedartelo tú?
Voltee a ver a mi novio mientras cerraba el relicario y lo sostenía gentilmente en mis manos.
Él me miró unos segundos antes de desviar la vista hacia otro lado, con las mejillas un poco coloradas.
- ¡Claro que no! Ya tengo suficiente con ver tu cara a diario, panterita. Por mí quédatelo si te gusta tanto
Me reí un poco al notar el sonrojo en las mejillas de Senku, pero de inmediato mi risa se volvió un bufido cuando el maldito cebollín me revolvió el cabello bruscamente, molestándome.
Proteste bajo sus caricias molestas, pero cuando finalmente me dejó libre no pude evitar sonreír.
- Bueno bueno, ya que insistes. Te quitaré la vergüenza de tener que ver tu propia cara cada que abras el relicario
Y bueno, de esa forma ambos tendremos un regalo del otro siempre con nosotros.
Senku el collar de Nana, y yo el relicario con fotos de ambos.
- Déjame ayudarte con eso, tonto
Senku se rindió de nuevo al verme batallar de nuevo para ponerme el colgante, y se colocó detrás de mí para ayudarme a colocarlo alrededor de mi cuello. Una vez que estuvo, le agradecí mientras me daba la vuelta para mirarlo de frente, pero me detuve a media oración cuando Senku tomó delicadamente el relicario entre sus dedos, observándolo de una manera bastante suave de alguna forma.
- ¿Uhm? ¿Está todo bien?
- Eh sí, solo revisando que no lo hayas roto cuando lo intentabas abrir por dónde no era, gato tonto
Senku me sonrió, dándome otra breve caricia en la cabeza antes de decirme que sería mejor que nos dieramos prisa.
Asentí, tocando suavemente el relicario en mi pecho antes de guiar a mi novio de regreso a la aldea.
- ¡Lindura! ¡Qué bueno que regresas! Espero que no los hayan interrumpido en mal momento
- Pues...
- ¡Para nada! ¿Qué sucede? ¿Qué necesita Francois?
Interrumpí a Senku apenas noté que tenía intenciones de ser bastante honesto con Ryusui.
Mi novio hizo mala cara, pero no dijo más, mientras que nuestro capitán se acercó con emoción a pasarme un brazo por los hombros, alejándome de Senku mientras me explicaba lo que tenía pensado (ya que, por supuesto, el platillo que Francois tenía pensado era fruto de las fantasías culinarias de Ryusui).
Todos estaban por ahí, desde Gen y Ukyo hasta Chrome y Kohaku.
- Verás, se me ocurrió que la gente necesita un gran platillos de deliciosa cocina gourmet de alto nivel para motivarse, ¡Y nadie como el restaurante tres estrellas Michelín de Francois como par brindarles esa experiencia!
Honestamente, entendí poco más de la mitad de cosas que Ryusui me dijo, pero afortunadamente Francois no tardó en materializarse de la nada para hacer a un lado a Ryusui con sorprendente facilidad, para después saludarme con una leve reverencia.
- Lo que el señor Ryusui quiere decir, señorito _______, es que para la inauguración de un menú gourmet alto en proteínas y que pueda preservarse, hice la sugerencia de un platillo de trufa negra de rillete de carne de jabalí. Y para ello me vendría bien su ayuda de las dos personas más expertas y conocedores de los alrededores de la aldea Ishigami: usted y...
- ¡Hola de nuevo! ¡Suika llegó!
Justo cuando Francois terminó una explicación bastante más clara que la de Ryusui, la pequeña Suika hizo su aparición con un par de las fotografías aéreas que habíamos tomado en estos días entre sus pequeñas manos.
Ciertamente no me sorprende demasiado que Francois haya elegido a Suika, si hay alguien que probablemente se siente fuera de lugar en la aldea de una manera similar a mí... Seguramente sea Suika, ella pasa un montón de tiempo en el bosque.
Después de todo... Ella tampoco tiene padres, la cuidaron en lo básico entre toda la gente de la aldea, pero creo que por eso mismo nunca recibió la atención particular y específica que todo niño necesita al crecer.
Saludé alegremente a la pequeña mientras ella iba felizmente a abrazarme, aunque seguí hablando con Francois.
- Creo que entiendo que necesitamos un jabalí, ¿pero qué es eso de trufa...?
- Me temo que es otra de las exigencias ridículas e imposibles de Ryusui
Gen intervino en la conversación con expresión afligida, empiezo a darme cuenta de que es fácil darse cuenta cuando un proyecto es bastante difícil dependiendo de qué tan cerca de la agonía sea la expresión del mentalista al escucharlo.
Ryusui de inmediato se acercó al mentalista, pasándole un brazo por los hombros y acercando su rostro al de él, haciendo que Gen se sonrojara un poco.
- ¡Tú tranquilo! ¡Jamás he escuchado que algo sea imposible para Francois!
- E-entiendo eso, pero estamos hablando de trufas. Es una seta absurdamente cara, hasta la llamaban la "joya negra". Debe ser increíblemente difícil de encontrar...
- Cuando tengamos los jabalíes nos preocuparemos por la trufa. Crecen por todos lados cerca de los bosques, incluso en Japón, así que con este nuevo ambiente menos invadido por el hombre y sin ninguna clase de demanda por ella, no nos debería costar encontrarla
Francois intervino de inmediato para explicarse ante Gen, eso pareció tranquilizarlo de momento, aunque aún así siguió bastante nervioso pero yo diría que eso ya es más debido a tener a Ryusui tan cerca. Honestamente, hasta a mí me sigue poniendo nervios cuando se me acerca tanto.
- ¡Y Suika ya sabe dónde encontrar jabalíes! Estuve mirando las fotos que tomaron, ¡Y creo que sé dónde podría haber!
Suika me mostró con emoción las fotos que tenía en las manos, también pasándome una pequeña lupa con la que debía de haber estado examinando más de cerca las imágenes en vidrio.
Les eché un vistazo, era difícil decirlo por lo borrosas que eran las imágenes... Pero entendía lo que Suika debía haber visto.
- Esto parecen ramas bajas rotas, y a juzgar por todo el desorden... Parece bastante probable que un grupo de animales medianos ande por aquí, y si es la zona que creo que es solo pueden ser jabalíes. ¡Bien hecho Suika!
Le acaricié la cabeza a la pequeña por encima de su máscara de sandía, ella se rió y sonrió, orgullo de su trabajo.
Es una niña tan linda... Estoy seguro de que Nana y Linda la habrían adorado.
- ¿En verdad pudieron encontrar jabalíes con estas imágenes tan borrosas? ¡Entonces yo buscaré la joya negra! ¡Si es solo una seta negra puedo hacerlo!
- E-eh, no creo que sea tan simple Kohaku...
- Meh, déjala que lo intente
Ukyo, siendo el papel de la voz de la razón en este lugar, intentó explicarle a Kohaku lo poco realista que era intentar buscar una SETA con esas imágenes... Pero Senku de inmediato lo calló con una sonrisa bastante... Curiosa.
No me decido si de verdad cree que Kohaku pueda encontrarla o si solo quiere molestarla como siempre.
Como sea, supongo que está bien que se entretengan con algo.
- Bueno, mientras Kohaku busca esa joya negra, yo puedo ir con Suika a atrapar algunos jabalíes. No suelen ser muy agresivos, supongo que porque realmente no tienen muchos depredadores en esta zona
- Intente traerlos vivos por favor, señorito, con unos cinco bastará. También sería conveniente intentar atrapar una madre con crías
- Entendido, me llevaré a Kinrou y a Ginrou para que me echen una mano
- Iré con ustedes también, tengo interés en ver su proceso de cacería
Acepté la propuesta de Francois, y el mayordomo se ofreció a ir a buscar a los otros dos miembros de nuestra expedición, mientras que yo aproveché para ir a preparar lo que pudiéramos necesitar para esta tarea.