Un contrato de amor

By IvoPualo

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Los destinos se cruzan sin darnos cuentos. A veces es necesario frenarse un momento y mirar nuestro alrededor... More

Asi soy yo
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5

CAPÍTULO 2

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By IvoPualo

El sol salió esa mañana y el primer rayo molesto entro por la ventana. Se me había olvidado bajar la cortina. Abrí mis ojos y no tarde estirar mi cuerpo para sacar esa fiaca con la que quedo siempre. Me senté de un lado de la cama y me revolví el pelo. Era demasiado temprano para mí, pero increíblemente no tenia sueño. Agarre mi móvil y espíe la hora, el reloj se había movido lentamente dando recién las 10:00 AM. Salí de la habitación para ir al baño y mi madre justo pasaba con unos tallones para dejarlos en el armario. Me miro asustada y dijo.

- Buenos días. ¿A qué se debe? - Preguntó

- Que cosa - Respondí y seguí de largo. Mi madre se echo a reír

- Ha, vino Brad a buscarte. Parecía algo trasnochado. Dijo que cuando te despiertes lo llames - dijo mi madre mientras seguía acomodando - ha, y dile que se duche alguna vez.

Eche a reír porque tenía razón, ese chico se bañaba muy poco, ya le he dicho muchas veces.

En cambio Colin anoche olía tan bien, hasta en su pelo te dabas cuenta.

Oh no, volví a pensar en el, decía por dentro, y me agarraba la cabeza. Tenía que evitar todo eso.

Me asome por la ventana y vi que el cielo estaba cubierto de nubes. Tome una campera negra de cuero, tome un jean y camine hasta llegar a una pila de ropa que había sobre una silla, de ahí saque un gorrito y me lo guarde en el bolsillo.

Baje con toda prisa por la escalera y llegue hasta la cocina, donde mi padre estaba tomando su café y mi madre lo acompañaba con la plática. Me prepare uno y ya estaba preparada para salir a dar una vuelta.

No deje pasar más tiempo, ya había estado mucho tiempo encerrada. Llame a Brad y le dije que se apresurara. No tardo mucho tiempo y la bocina de su carro sonó, sin despedirme salí de prisa y ahí estaba el con su carro blanco y la música al tope. En la parte de atrás estaba Cris y Cara, unos amigos que hace varios años están de novios.

Encendió el motor que rugía como una fiera, baje el vidrio de mi lado y saque una parte de mi brazo por la ventanilla. Echamos a andar y Cris no tardo un segundo en destapar una cerveza que tenía en su mano y le echamos unos tragos todos, gritando y cantando las canciones que escuchábamos como si estuviéramos en la fiesta más alocada que jamás hayamos ido. Brad me miro fijamente y mientras manejaba a toda velocidad me beso con una intensidad que me hizo reír. Los otros dos estaban besándose hasta más no poder, habían usado el asiento de atrás como cama.

- ¿y tú? - me pregunto Brad.

- Aquí estoy. - le dije y le di un trago mas a la cerveza.

- Anoche tuvimos una fiesta en lo de Marshal. Te llamamos muchas veces, ¿no lees los mensajes?

- Me quise acostar temprano, estaba muy cansada. - le conteste sobrando.

- Escucharon - Grito mirando hacia atrás. - Linda se acostó temprano anoche, no quiso salir con nosotros. - decía mientras se reía burlándose. Lo mire de lado y me quede mirando por la ventana.

- ¡Cállate! - exclame. - Pase todo el día haciendo otras cosas mientras vos dormías. - Cris y Cara se comenzaron a reír.

- Claro, seguramente. - dijo sobrando la discusión. - Esta noche vamos al lago todo, ¿te vas a dormir o vienes con nosotros?

- Si - conteste y otro sorbo más largo le eche.

- Te amo - dijo besándome y conduciendo.

- Igual yo.

- Bebe, alcanza me los cigarrillos que están en la guantera y enciende uno. - Saque la etiqueta y Prendí dos, le entregue uno a él y comencé a fumar.

Llegamos a la casa de Teddy, el más molesto del grupo. Hace tres años que viene intentando lidiar con Jennifer y ella nunca lo miro. El pesado no se cansa de coquetear ni de tirarle la cara para besarla. Detuvo el auto y nos bajamos todos. Al llegar al porche le tocamos la puerta y tire la botella vacía atrás de unas plantas del jardín.

El loco Teddy nos atendió con los ojos pegados por las lagañas, era un asco verlo cuando se levantaba, toda la ropa sucia y un aliento que mataba. Era mejor estar bastante lejos cuando hablas a esta hora. Salió con un tazón lleno de cereales y leche. Para apresurarse se comió todo de una sola vez. Entro su casa para bañarse y prepararse, así que lo esperamos sentados en los escalones de su porche. Cara se apoyo sobre las piernas de Cris y seguían dándonos un recital de besos. Mientras que Brad y yo estábamos bastante alejados.

- A donde vamos? - Pregunto Cris.

- No se, Podríamos ir parque de diversiones -Sugirió Brad.

- Yo no tengo dinero - Dije tocándome los bolsillos.

- No te preocupes bebe. - me contesto Brad acercándose hacia los escalones. - Siempre te puedo pagar todo. - siguió y me beso.

- Siempre tan tierno él. - le dije burlando me. Y nos echamos a reír. Brad no trabajaba y no estudiaba, es mas había dejado de segundo año. Vive de sus padres, cosa que es patético para un chico de 25 años.

Al fin había salido el pesado y subimos al auto para marcharnos. La mañana estaba fabulosa, ya se habían ido las nubes y estaba el sol brillante, justo para pasar un día genial. Seguimos en el viaje por la carretera 23 y cuando llegamos al final del recorrido, mi panza gruñía por el hambre, así que le pedí a mi novio que me compre una hamburguesa. Caminamos todos juntos hasta llegar a un patio de comida rápida y cada uno ordeno distinto. Un manjar de dioses esas hamburguesas que hacían acá. A demás de eso pedí una gaseosa súper grande.

Corrimos como niños hacia los autos chocadores y me elegí el de color azul. Una vez empezado el juego no dude en golpear con todas mis

fuerzas a todos, principalmente a Brad, me quería sacar toda la bronca que me hace pasar, y si podía lastimarlo, lo hubiese hecho sin dudarlo, pero estos malditos autos solo te dejan echarlos hacia atrás. El pesado Teddy choco a una niña de 12 años y la había hecho llorar, sus padres enojados la sacaron de inmediato de ese juego, mientras la calmaban gritó << Este juego no es para niñas>> y siguió pisando el acelerador. Vueltas y vueltas daban los coches. Habíamos elegido este juego para poder bajar todo lo que habíamos comido y evitar expulsar cualquier resto de la evidencia.

Nos marchamos hacia el carro para tomarnos unas cervezas mas, ya hora del postre así que brindamos por este día tranquilo. El último trago lo di rápido para volver al parque. Los encargados no nos dejaban entrar con alcohol, y ya sabían que nosotros éramos los que hacían eso. Para evitar discusiones implementamos este método. Llegamos a la fila del "Elevador al cielo" y nos dividieron en grupos de tres. En esa juego nos ataban a una silla, y un impulsor nos hacia despegar hacia lo más alto del parque y una vez allí arriba, soltaban el freno y la sensación que provocaba era inigualable. Así que me pusieron al medio de Brad y Teddy. Los motores se pusieron en marcha, los seguros nos sujetaron muy bien, nos agarramos fuerte de las barandas de los costados, y a la cuenta de 3, nos tiro de un empujón hacia arriba. La gente comenzó a gritar como loca, y yo también las acompañe. Cuando estábamos en la cima, y a punto de caer al vacío, Teddy no tuvo mejor idea que sentirme descompuesto en la mitad del juego. A los dos metros del suelo, el maldito me tiro toda la porquería que había almorzado. Mi campera había quedado repleta de vomitada, junto a mis pantalones, era un asco, así que empecé a gritar y a insultarle.

- Te ves... Bastante mal - dijo Cris.

Cada segundo me volvía más loca. Y no le pegaba porque lo iba a destrozar. Camine hacia el auto y le grite a Brad >.

- Bueno amor, no te alteres. - dijo el

Yo más me alteraba en ese momento.

- Ven - Dijo y me dio una remera que tenía en el baúl del coche.

Enojada me saque la campera y me coloque esa que me había dado. Pero mis pantalones quedaron arruinados. Entre cereales, cerveza, salchichas y no sé qué otra cosa había comido ese asqueroso.

Nos echamos a andar los dos solos, dejando a los otros en el parque. Y el gilipollas que conducía se reía cada vez más fuerte. Era tanto la bronca que tenía en ese momento el maldito vieja se hacía aun más largo. Saque la mitad de la cara por la ventanilla para no sentir ese nauseabundo olor.

Al llegar a mi casa, ni ganas de saludarlo, ni de contestarle los susurros que decía. Un baño, quizás dos, tres o cuatro me tenía que dar para sacar ese desagradable vomito.

Después de relajarme en la bañera con unas sales aromáticas, golpearon la puerta de entrada, mi madre corrió para abrirla y la voz de Jennifer entro hacia mi habitación, Ahí escuche que subía la escalera de madera y sin pedir permiso paso a mi alcoba.

- Hola, ¿cómo te va amiga? - Pregunto mientras se sentaba en mi cama.

- Bien ¿y tú? ¿Te has enterado de lo que paso hoy en el parque?

- Muy bien, si, que feo - se comenzó a reír y saco su celular.

- Es un asco ese chico, me pone loca el solo pensar- le dije con rabia.

- escucha esto. - y puso un audio que le habían enviado.

<< Esta noche ya confirmaron 300 personas, así que traer bebidas y pasen este mensaje a todos. Sigan sumando gente a la fiesta y nos vemos acá>>

- Wow. - dije mientras me acomodaba el pelo. - ¿Hablaste con los chicos?

- Si, dicen que ya están en la casa del primo de Chad.

- Envíale un mensaje a Cara para que venga rápido.

- Vale, Pásame el delineador. -Y nos paramos el frente del espejo para ponernos lindas, esa noche podría ser una de las mejores. El tiempo estaba perfecto para ponerse sexys y no íbamos a desaprovechar esa oportunidad. Luego un mensaje de Brad llego a mi móvil, lo levante de la cama y rápido leí el mensaje, no tarde en mostrárselo a Jennifer << Hola hermosa, van a tener que usar tu auto, nosotros estamos por ir con el primo de Chad>>

Me sentí excluida porque esa noche no iba a ser tan genial si manejaba. Ya no quiero volver a sentir el dolor de presenciar un accidente automovilístico.

- Mira quien llego -dijo Cara entrando y levantando las manos como una estrella. Llevaba un vestido muy corto y una remera estampada con la frase 'Party'.

- Lee esto - tire mi celular para que viera lo que los chicos habían escrito.

- Que descarados, siempre nos hacen lo mismo. Lo siento amiga.

-No pasa nada. Igual vamos a divertirnos. - Y comenzamos a gritar en coro. De su bolso saco una botella con una bebida rosa para ponernos a tono con la ocasión. No paraba de decir que era importada y esas cosas.

Tardamos unas 3 horas entre charlas, probarnos ropa, pintarnos, y esas cosas de mujeres. El reloj marco las 10:00 de la noche y bajamos hasta el garaje.

El auto rugía como los mejores, ya que me gustaban los autos potentes. Las chicas listas en sus asientos. y como siempre, la música al tope.

Mientras íbamos en la ruta con las chicas. Un inquietante pensamiento venía de a poco hacia mi cabeza. Las manos me temblaron y para no dar sospechas cambie la marcha para acelerar un poco mas, me mire en el espejo y mi cara no estaba bien. De inmediato mis amigas me preguntaron preocupadas.

- ¿Te encuentras bien? Mira tus manos.

-Sí, estoy bien, solo que me debió caer mal el trago que nos echamos hace un rato.

- ¿Seguro que solo es eso?- insistió.

- Si. - respondí. - ¿Ya vieron el chico nuevo?- pregunte para cambiar de tema.

- ¿No?- pregunto Cara sospechando- no nos has contado nada, ¿y qué tal? ¿Es lindo?

- Si, es muy lindo. El tenía la cadena que se me había perdido. La encontró en el lago.

- ¿Y cómo se llama?- pregunto jennifer.

- creo que...-me quede callada unos segundos. - Colin, así me dijo- y mientras les contaba no pude dejar de tartamudear. Nunca me había pasado con Brad, así que era rato. Igual no le di mucha importancia. En ese momento intente contarles lo de sus padres, pero algo adentro mío me impedía sacar ese tema.

- ¿donde vive? ¿Tiene novia? ¿Algún hijo?- preguntaban las dos muy interesadas.

-Basta- dije y me reí .- solo me dijo que estaba en la casa de sus tíos.

- ¿Como sabes eso?-dijo cara mirándome por el espejo y haciendo cara de sospecha.

- Paso caminando por mi casa la otra noche. -y en voz baja dije - y lo invite a fumar unos cigarros.

- Oye, recuerda que tu novio es Brad- dijeron las dos juntas.

La luna nos seguía con su resplandor, en la carretera no había muchas luces, así que se podía apreciar las estrellas y el infinito.

Ya estábamos acercándonos a la fiesta, se escuchaba la música explotar y a la gente que iba y venía. Buscamos un lugar para estacionar el auto abajo de un árbol. Y a lo lejos venían los chicos caminando hacia a donde estábamos nosotros. Nos bajamos todas y Cris caminaba con un vaso en su mano derecha. Miro a Cara y la beso dándole la bienvenida. Ahí nomas Brad hizo lo mismo conmigo.

- Llegaron. - me dijo Brad.

-Sí. Al fin. Ni nos esperaron para ir atrás de ustedes. ¿Cómo está la fiesta? -Pregunte.

- Se ve bastante bien, mucha gente y mucha música buena.

- Que bien. Vamos adentro.

- Hola. ¿Como estas?- le pregunto teddy a Jennifer mientras se le acomodaba a su lado.

- Bien- Contesto ella cortante.

- ¿Qué hay?- le intentaba sacar conversación, pero al parecer ella no quería ni hablarle.

- Mira, allá hay muchas chicas, ve a cazar alguna- le dijo para sacárselo de encima.

-Ya no me gustas más. No me interesas, eso fue del pasado. - contesto sobrando la.

-Que bien, me alegro.

-Bien - y se retiro con los chicos.

Nosotras cuando salimos de fiesta, nos gusta estar sin ellos, así podemos hablar de chicos, sin que se enteren. Una vez ahí adentro, nos fuimos a la barra para coger algún trago y brindar por la noche. Tome un vaso rojo y lo levante lo más alto que pude. Al chocar con los demás le dimos un buen sorbo. En medio de la conversación, un muchacho golpeo mis hombros con los de él. Me di vuelta para insultarle y cuando lo vi, ahí estaba Colin, con su camisa negra y unos jeans oscuros. Me miro de arriba abajo y sonriendo dijo.

- Hola. ¿Como estas? Te ves muy linda.

-Gracias. Que haces aquí.

-Vine con mi primo y unos colegas. Necesitaba distraerme un poco.

- Ah, bien- le dije mirándole los ojos, por cierto eran celestes y atractivos.

- ¿La estas pasando bien? - pregunto.

- Si. ¿Y tú?

- Ahora si- y me tiro una sonrisa de galán.

- ¿No tomas nada? - le pregunte viendo su mano vacía.

- Claro, pero ahora estoy buscando a mi primo que se me acaba de perder. Así que nos vemos luego.

-Claro.

Golpee a Cara con mi codo, y mirándolo de reojo se lo señale. Se estaba alejando de a poco mientras se perdía entre la gente.

-Es muy lindo - dijo Cara. y no le conteste. - Venga vamos a dar unas vueltas para ver si encuentro alguien interesante. - me agarro de la mano y caminamos corriendo gente. Ya que ni se podía pasar. Algunos estaban bailando como espantapájaros, otros se encontraban besándose. y otros ya estaban borrachos en el suelo. Nunca falta ese que se embriaga antes de salir de su casa. La música explotaba los oídos, y casi no podías hablar con nadie sin que se te acerca más de la cuenta.

Me sentí en el aire, mis manos se deslizaban al rededor mío, mi mente estaba relajada. En todas partes que busque, últimamente navegaba su nombre en mi mente. Como un barco recorriendo el océano, así estaba. Mi capitán estaba con su traje preparado para zarpar, las maquinas en marcha para darle vida a este inmenso barco, el mar estaba tranquilo. Como un bebe en los brazos de su madre. Solo faltaba que me apresure y me suba a ese lugar siempre soñado. Jamás dije ni una palabra al respecto, ni hice comentarios. Un grandioso cuento de hadas, donde ésta princesa que fue pisoteada desde chica un día su vida tubo un giro y las flores se volvieron espinas que se clavaban el alma. El velo de la noche toma su camino y jamás se vuelve a ver como antes. Ni un pensamiento volvió a su cabeza.

Bailamos casi toda la noche a la par de la música. Saltamos, cantábamos, y bebíamos a más no poder. Corrimos atrás de una chica con vestido rosa. Era una dulce princesita que iba a ser aplastada por mí. Custodie su espada hasta que se distrajo por completo, ahí fue cuando mi cerveza se derramo por toda esa prenda prestigiosa. La necesidad de sacar ese pensamiento tan retorcido, tan cursi, era un reflejo que yo misma había creado. Nunca más quise ser lastimada por nada ni por nadie. Cuando esa muchacha comenzó a gritar de la vergüenza y de la rabia que le había causado esa situación, gire frente a ella y burlándose le dije.

- Disculpa, no fue mi intención, te juro - y le regale una media sonrisa.

-Eres una maldita - contesto aparentado sus puños.

- Muchas gracias - le respondí haciendo una reverencia - fue todo un placer - La gente se formo en circulo preparados para una pelea. Todos me conocían, o quizás la mayoría. Sabían que era una chica de pocas pulgas. En este caso la pelea la había iniciado yo, como de costumbre, y la muy descarada estaba lista para recibir una paliza.

Se me acerco rápidamente tirándome una trompada de corto alcance y de poca fuerza, no tarde en agarrarle la mano en su trayectoria hacia mi rostro, la traje hacia mí y cuando estaba a una distancia medianamente cerca, levante una pierna y le tire una patada que termino chocando la suya haciéndole una barrida, cayó al suelo con fuerza y me le tire como una leona cazando su presa. La cogí de los pelos y le daba trompadas en la cara con mucha rabia. Algo andaba mal en mi cabeza que hizo que tenga esa reacción, fue como una necesidad armar una pelea, y la conseguí tan fácil, tenía que sacarme la ira de alguna forma.

Cara se metió al medio e intento separarme, como no podía hacer que la suelte. Brad y Cris se metieron en el medio y me separaron. Me llevaron a un rincón cerca de la salida y me aplaudían como su hubiese hecho la mejor hazaña de mi vida. Mis pelos estaban todos despeinados, parecía una loca, una linda loca que buscaba pelea en todos lados. Mis antecedentes no eran buenos. Ya que nos arrestaron varias veces por lo mismo.

-Oye que sucedió- pregunto Teddy.

- No has visto? le partió la cara a una chica.

- En serio. y tu recibiste alguna? - me pregunto.

- Claro que no - dije y estire mi mano para seguir bebiendo. Mis ojos se estaban nublando, y las figuras que estaban al rededor mío ya se veían dobles. Creo que el efecto del alcohol y el viento nunca se llevaron bien, es como un K.O bien puesto atrás de la oreja.

En un segundo que me distraje mirando el cielo, ya nadie estaba a mi lado. Se habían esfumado como humo. En ese momento agarre mi cabeza y mire hacia abajo, no me sentía nada bien, estaba mareada, y media descompuesta. Agarre las llaves de mi auto y me salí de la fiesta, dispuesta a volverme sola y muy ebria. Cruce el campo y la música me estaba explotando la cabeza, camine como pude hacia el coche y me subí, cerré la puerta fuerte sin medir e intente colocar la llave en la ranura, luego de unos 10 intentos acerté y la gire para darle arranque, puse primera y ahí fui, en busca de un destino que quizás no sea el mío, pero me arriesgue. En medio del camino veía una sombra que caminaba sola y sin apuros. Cuando me estaba acercando lo único que pensé fue que quizás sea la muerte que me venía a buscar por todas las cosas que había hecho, o tal vez sea un simple gilipollas que se estaba yendo a su casa. Mi cabeza era un delirio total en ese momento. Pise el freno y le abrí la ventanilla para que se asomara.

- Oye, que haces solo?.-Pregunte sin saber quién era.

-Me estoy yendo a dormir. - contesto son su tono de voz tan particular. El mareo se disminuyo un poco y mi visión se estaba volviendo a la normalidad. Fue como un respiro de un ángel el que me hizo caer de nuevo a la tierra. Colin estaba a mi lado. El destino había puesto esa pieza en mi camino para cuidarme y que nada me suceda.

- Quieres subir - dije

-Claro, me puedes alcanzar?- me pregunto tirándome una sonrisa.

-Sí, - asentí - sube. - pero de este lado, yo no puedo manejar. Estoy... ya sabes.

- Esta bien - respondió Colin y se paso para mi lado. Yo sin salir del auto pase por encima de la marcha y me senté en el lugar del acompañante. El auto volvió a andar pero esta vez eran otras manos que me hacían poner tranquila, que esta noche volveré a mi casa sana y salva.

-Que haces manejando en este estado - dijo regañando me.

- Solo quise regresar, no se a donde se fueron mis amigos.

- Ah, no sé yo tampoco, no lo he visto. Pero pierde cuidado, yo te llevo a tu casa.

- Vale. - conteste. Abrí toda la ventana para que no se impregne el olor y la brisa nocturna entro sin pedir permiso, haciéndome tranquilizar un poco y darme un poco más de sueño.

-Si quieres duerme- dijo él porque me veía mal.

- No, mira si eres un violador o un asesino, mejor me quedo despierta por si acaso - y me reí para que no se lo tome mal.

- Está bien, entonces tú me vas a acompañar mirando las estrellas. Dime cuantas ves?

- Me estas tomando como una tonta? - pregunte medio enojada.

-Para nada. Te pido disculpas, y olvida lo que dije.

- Está bien. - pensé porque me había dicho eso, quizás sea un cuentito de galanes para poder conquistar de forma cursi a una chica. Pero conmigo esas tiradas no funcionan. El viaje se había hecho más corto de lo normal, ya estábamos a unas cuadras de donde me iba a dejar. De pronto lo mire intensamente y ahí fue cuando me observo de reojo, nuestras miradas se chocaron y colisionaron. Pero como esta situación me estaba poniendo incomoda, decidí echar todo marcha atrás.

- Cuenta me como la pasaste. -pregunte sacando un brazo por la ventanilla de mi auto.

- Estuvo bastante bien, hacía tiempo que no salía. Pero mi primo me dejo toda la noche solo porque se fue con una chica que conoció ahí. Pero la pase de maravillas, estuve sentado en un rincón mirando como los demás se divertían. Era gracioso ver tanta gente como puede perder la cabeza rápidamente.

-En serio? - pregunté decepcionada. Creía que era un chico extrovertido que se podía divertir sólo en una fiesta. O quizás me esté mintiendo para hacerse el bueno y pensar que se está ganando puntos conmigo.

- Claro - contestó tranquilamente. Algo dentro mío le creía pero otra parte no.

- Que bien- le dije

- escuche que unas chicas se pelearon por ahí. -dijo Colín.

-Ah no se -le contesté haciéndome la que no sabía nada. Quizás me esté tirando una indirecta, debe sospechar que yo era una de ellas.

-bueno, llegamos a tu casa - dijo él. Estaciono mi auto en la entrada del garaje

- Gracias- le dije y me bajé. Cuando mis toque el suelo recordé que estaba demasiado borracha para subir las escaleras. Y no sabía si pedirle ayuda.

- No quieres que te ayude a subir- preguntó anticipado.

-No, gracias, puedo sola.

-No te ves bien como para hacerlo. Déjame que te ayude, no quiero que te lastimen. Y me rodeo con sus brazos. Mis piernas temblaban y no podía mantenerme de pie por mucho tiempo. Cada paso que daba el mundo giraba más rápido. Me abrió la puerta y dejó que pase primero sin soltarme, dimos unos pasos en las escaleras y noto que no iba a poderme subir. Así que me levanto e hizo todo el trabajo él sólo. Conmigo alzando abrió la otra puerta que le indique y me recostó en mi suave cama. Me tapó con una manta que estaba en la silla y posó sus labios en mi frente, susurrando «Que descanses». Y entre en el sueño más tranquilo que jamás había tenido.

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