En cuando Fletcher puso un pie fuera de la habitación, las feromonas que producen diez alfas dominantes tratando de una manera desesperada de detener a ese monstruo, lo aturdieron de golpe.
Si bien, las feromonas no son el problema, sentirlas llegar de golpe es diferente. Son amargas y ácidas, buscan ser nocivas y venenosas, incluso si ni siquiera son contra él.
Pero, ciertamente, es espeluznante ver cómo diez hombres tratan de tumbar a una bestia.
El equipo de Andrey mantiene una posición de pared defensiva, sus rostros están cubiertos por tela gruesa que tiene como propósito detener el efecto nocivo de las feromonas y están listos para atacar, en sus manos sostienen alargados trozos de vidrio que han obtenido de romper algunos jarrones del pasillo. Envolvieron un extremo del vidrio con tela y lo usaron como empuñadura para no cortar sus manos al momento de defenderse.
—Mantengan posiciones. No vamos a interferir. —Dijo Fletcher y simplemente sé dedico a observar.
A lo lejos, a seis habitaciones de distancia, ese monstruo sigue forcejeando. Apenas y avanza dos pasos cuando más alfas llegan y lo sostienen.
Quien encabeza la resistencia es Kriss, el general de guerra, quien en un estallido de valor se abalanzó contra Decker y lo sostuvo del cuello, dejando caer todo su peso, buscando derribarlo igual que a los toros; Desde los cuernos.
—¡Decker debes recobrar la cordura! —Grita el general mientras aprieta el agarre en el cuello del alfa y empuja sus pies contra el suelo tratando de frenar el avance de la bestia.
Pero Decker simplemente no reacciona, su lobo ha invadido el cuerpo del alfa totalmente dejándola desquiciado. Sus ojos, azules como el mar profundo, parecen haber oscurecido de golpe, han perdido el brillo y lo único que rebosa de ellos; Es la furia.
Una furia espeluznante que provoca miedo en corazones ajenos.
Luego, el gran alfa deja de intentar avanzar y se detiene a respirar un poco. Le es difícil intentar avanzar cuando tiene casi una docena de alfas sosteniendo sus patas con fuerza y apretando su torso.
—Grrr —Gruño el lobo abriendo el hocico y mostrando los dientes de para en par, la acción dice a gritos; Me han colmado la paciencia, voy a atacar.
Pero le es difícil moverse cuando hay dos hombres sosteniendo cada una de sus patas y sosteniéndole desde el estómago, encajando sus manos cerca de sus costillas, buscando con desesperación retenerlo.
—¡Rápido, rápido, rápido! —Exclama el antiguo alfa llegando con más hombres. Cinco alfas más, que llegan a toda velocidad con cuerdas y cadenas de metal, que al llegar al nido de feromonas, tiemblan y amenazan con derrumbarse —¡Sosténganlo fuerte!
Exclamó Farkas mientras se acercaba a la gigantesca cabeza de Decker sintiendo nerviosismo. No puede negar que ver a su hijo desquiciado, es aterrador.
Una bestia casi tan grande como el que forcejea y gruñe casi soltando mordidas. Es como ver a un monstruo que no conoce de empatía y solo busca desgarrar carne.
Ese es Lan. Esa es la bestia de furia que se ha encerrado el cuerpo de los Raxton durante siglos. Esa fuerza abrumadora, ese poder explosivo que es encerrado dentro de un hombre, al que le cuesta años entrenar para soportar una rabia tan inmensa. Esa es la sangre directa del primer lobo dominante, es la dinastía de la furia y el odio encerrado en un hombre.
Pero, Incluso en ese estado, Farkas se muestra impresionado, Lan no ha tratado de matar a nadie, no ha lastimado a nadie más allá de golpes que les ocasiona al hacerlos volar por los aires y choques de feromonas que hacen que hasta el alfa más dominante, se doblegue. Al parecer Decker aún busca el control, o Lan es muy compasivo.
—¡Decker tienes que recobrar la cordura! ¡¿Adónde crees que estás yendo?, estás ocasionado más pánico, detente! —Farkas, incapaz de hacer entrar en razón con palabras a la bestia en el cuerpo de su hijo, decide que es mejor tomar medidas drásticas. Si no puede transformarse en lobo para pelear contra él, debido a sus lesiones, deberá tomar medidas inevitables.
Medidas que jamás pensó en tomar...
—¡Tráiganlo! —Exclamo en una orden y dos alfas que habían venido con él se acercaron con un una combinación de listones gruesos, aleaciones de aluminio y metal unidos por argollas de acero y cuero; Un bozal...
—Grrr —Gruño Lan de manera aterradora al ver el bozal frente a su rostro. ¡Están buscando frenarlo y encadenarlo como a un perro!.
—¡Sosténganlo fuerte! —Y cuando dijo eso, con el brazo que aún conserva intacto sostuvo a Lan desde el cuello y aplicó una abrumadora cantidad de fuerza mientras dos hombres más, intentaban ponerle el bozal.
Fue muy difícil hacer el forcejeo y evitar que Lan no buscará morderle el brazo a alguien. De lo contrario, está seguro de que en un instante sería capaz de mutilar a alguien sin compasión.
—¡Rápida, no podemos mantenerlo a raya siempre! —Exclamo Kriss haciendo que se apresuraran a colocarle el bozal. Está perdiendo fuerza, y cada vez que Decker libera feromonas, lo hace sentir indefenso y debilitado, casi al punto de colapso. No podrá sostenerlo por mucho tiempo más.
—¡Grrr! —Sonidos infernales brotaron desde su garganta y provocaron pánico en cualquiera que estuviese cerca. Es impresionante como, con un gruñido, está diciendo a todos que es la última advertencia antes de desatar el caos.
—¡Rápido, ponlo! —En cuánto se dio la orden, colocaron el bozal de manera rápida y lo ajustaron, de modo que Lan no podía abrir su hocico más que para respirar. Las cintas se ajustan con fuerza alrededor de su cráneo y su cuello con fuerza, tanto, que incluso si mueve la cabeza de un lado hacia otro, no podrá quitarlo con tanta facilidad.
Y eso, eso realmente eso lo hizo enfurecer. La ira encarnada en lobo, se volvió loca.
Agitó la cabeza hacia los lados de manera brusca, provocando que su mejor amigo y su padre, soltaran su agarre y terminarán estrellándose contra las paredes laterales.
Después de eso, Lan tomo impulso y se estrelló a sí mismo contra la pared en los pasillos, provocando fuertes sonidos de golpe. Todos los fas que le sostienen, lo sueltan al estrellarse contra la pared.
[Pum, pum, pum]
Fueron tres veces que lo hizo y cada vez que lo hacía, sangre fresca brotaba de esos hombres, uno por uno los golpeo y lastimo, hasta que lo soltaron.
Ya es suficiente, para ellos es realmente demasiado. Hicieron su mayor esfuerzo y llegaron al límite, no pueden competir contra las feromonas de Decker, ni su fuerza, ni su agresividad.
Cuando la bestia estuvo libre nuevamente, levanto la mirada y se encontró con la única persona que odiaba más en el mundo; Fletcher.
—¡Tú! —Exclamo Lan en un fuerte gruñido. Se mantuvo inmóvil, mirando a Fletcher fijamente, como un toro furioso, listo para embestir con brutalidad. Luego comenzó a caminar con dirección al alfa —¡Tú me lo arrebataste! ¡Le lavaste el cerebro! Bastardo, eres igual que tus antepasados. Un maldito infeliz que codicia lo ajeno.
—¡Lan detente! —Farkas, que se ha mantenido en suelo durante todo el discurso de acusación, levanta la cabeza aturdida y trata de levantarse. Pero sabe que cualquier cosa que haga para detener a Lan, será en vano.
Ya no hay poder humano que pueda detenerlo.
—¡Tú te lo llevaste y lo obligaste a engendrar a tu hijo! Tu bastardo. —Sin poder contener su mandíbula con palabras, busca libertad, le molesta sentirse aprisionado, le molesta sentir que no está nada bajo control y que al parecer nadie busca entenderlo.
¡Él tiene a su luna, él se lo ha arrebatado tan descaradamente!
—Regrésame a mi luna —Gruño comenzando a avanzar lentamente mientras le asesinaba con la mirada —Regrésame a mi pareja —Su voz lo dijo todo; Voy por ti —Regrésame a Max.
El alfa, que se encuentra a tan solo unas cuantas habitaciones, escucha claramente las demandas de Decker. Lo observa y escucha, pero no logra entender lo que está tratando de decir una bestia desquiciada.
—¿De qué demonios estás hablando? Bastardo —Realmente, la situación, a Fletcher, le cayó como anillo al dedo.
Estaba buscando un momento exacto para encontrar a Decker y matarlo a la mierda. No le importa el motivo por el que pudo haber estado en la residencia una noche atrás. Incluso si lo era para ofrecerle galletas y te, no lo dejará pasar. Matará al bastardo de Decker a como de lugar.
—¿Buscas pelea? ¿En serio? —Levanto los brazos mostrando la barrera de soldados justo frente a él —Ya estás grande Decker como para buscar pelea —Se burló justo en la cara del alfa —¿Tu luna? ¿Qué acaso tu imprudencia no fue la que acabo con su vida? —Soltó una risilla burlona y arqueo una sonrisa de oreja a oreja con extrema burla.
Le estaba restregando en la cara todos sus errores de una manera tan descompasiva, como si tomara la situación como una broma, ¿Tu omega murio? Oh no, que lastima...
—¡Cierra la boca, tú no sabes nada! —Y el gran lobo negro, harto de escuchar como se burlan de su desgracia, comienza a correr.
Sus patas impactan con fuerza en el pasillo y provocan eco. La reacción tan voraz de Lan hizo que todo se pusiera tensos de golpe. La barrera de soldados entro en modo de defensa y esperaron a que aquella bestia los embistiera.
Están listos, están realmente listos para ser golpeados con la brutalidad de un toro, preparan sus afilados trozos de vidrio, las sostienen con la suficiente fuerza como para hacer que sus manos sangren.
Sienten que las feromonas de pronto los aturden con más fuerza, les hace temblar como gelatina, sus fosas nasales casi estallaron, sintieron fuego en sus pulmones y sus ojos amenazaron con desorbitarse, la feromona de Decker realmente es poderosa,
—¡Prepárense para el impacto! —Exclamo Andrey poniéndose en posición defensiva; Cuerpo inclinado hacia el frente, las piernas separadas y el trozo de vidrio cerca de su pecho apuntando hacia Decker. Tienen la clara intención de solo neutralizar al alfa, un par de apuñaladas por aquí, un par de apuñaladas por allá bastarían para contenerlo.
Verlo viniendo hacia ellos, con una mirada de odio, únicamente provoco que hiciera lo mismo. Decker, él es el bastardo que muy obstinadamente se adentra en casas de omegas durante la noche y luego habla disparates y estupideces.
Fletcher ya está harto.
—Fuu, fuu, fuu —Cada vez que Lan avanza, su respiración hace eco, es como un resoplido lleno de cansancio y agitación, haber dado pelea contra una docena de alfas fue un poco agotador, más por el hecho de que acaba de despertar de una cirugía, está descompensado, aún no recupera la sangre que perdió y su cuerpo aún está sedado. Comienza a debilitarse.
Incluso no sabe el resultado de una pelea desequilibrada, pero hará hasta lo imposible por recuperar a Max de las garras de Fletcher. Incluso si resulta herido, no se detendrá.
Así fue entrenado, así fue instruido durante años y años; Para no rendirse...
Para matar.
Cuando la defensa estuvo a punto de recibir un impacto abrumador por parte de aquel lobo infernal, con un fuerte crujido de huesos; Fletcher se transformó.
Sus patas traseras fueron las primeras en aparecer, tomo impulso con ellas y salto la barrera que le defiende mientras su cuerpo aún terminaba de cambiar de forma. Sus patas, al hacer contacto con el limpio piso encerado, derrapó, aprovecho el impulso lo mejor que pudo y se alejó de Andrey y su equipo. Si inicia una pelea, inevitablemente les aplastará estando tan cerca.
Lan se detuvo al ver que Fletcher no se había quedado atrás, y mostró los dientes en una sonrisa. Se ha ahorrado el hecho de tener que lidiar con un equipo de combate solo para llegar a dónde ese bastardo de cabellera ceniza.
—Así que no eres tan cobarde —Hablo en una sonrisa cubierta por el bozal. Luego, levanto la cabeza e hizo fuerza en su mandíbula y rompía el bozal con mucha facilidad, las argollas de metal hicieron eco al impactar contra el suelo y todo se hundió en silencio. Un silencio pesado de tensión. Mismo que fue destruido por el gigantesco lobo negro —De rodillas. —Ordeno.
—¡Ha! —A Fletcher le pareció muy gracioso escuchar aquella patética orden. Es más que claro que están al mismo nivel, a la misma altura. ¿Por qué habría de arrodillarse?.
Realmente Fletcher no puede dejar de sentir gracia por las estupideces que dice Decker. Así que se negó.
Y cuando Fletcher se negó abiertamente, Lan sonrió con egocentrismo y libero feromonas tan brutalmente nocivas, que provocaron que Andrey y su equipo, cayeran de rodillas ante el poder de las feromonas.
Gruñeron, se resistieron y sintieron como si su cabeza fuese a explotar. Los pedazos de tela no sirvieron de nada en contra de las feromonas y sus rostros se volvieron rojos debido a la falta de aire. Fue impactante ver como un alfa tan dominante como Andrey, cayó con tanta facilidad.
Y eso, le causo una furia tremenda al cenizo.
—Grrr —Gruño el lobo de Fletcher ante la terrible ofensa que la ha provocado ver como derrumbaba a quienes le defienden. Andrey, no es cualquier alfa, es un alfa dominante, uno que jamás se había doblegado ante el instinto de miedo provocado por feromonas.
—Tu supuesta guardia, no es muy buena —Se burló Lan dando referencia a como ha doblegado a su voluntad, a los soldados supuestamente entrenados —Parecen presas, temblando y humillándose a sí mismos.
—Tú eres el único humillándose a sí mismo. —Dijo Fletcher sin ceder ante los instintos de pelea de su lobo. Está calmado, y no dejará que la furia que emana Mark, lo doblegue igual que a Decker. —Hablando estupideces y haciendo locas afirmaciones sin sentido. ¿Qué demonios hacías en mi lugar de hospedaje? Bastardo.
—Mi omega. Devuélveme a Max y te dejaré vivir. —Fue la última advertencia por parte de Lan.
—No sé quién sea Max.
Lan no tolera el tono tan burlesco y grosero de Fletcher. ¿Quién demonios se cree para burlarse de él?.
No puede, ese bastardo cenizo ha entrado a su manada, ha robado a su omega y ha depositado su semilla en su interior, la sola idea de pensarlo le causa una furia descomunal...
Y con un gruñido de furia brotando desde sus entrañas, se lanzó en contra de Fletcher.
La colisión tan brutal entre dos alfas igual de dominantes fue brutal. Fue un choque de masas arraigadas al instinto primitivo de furia y desenfreno que provoca que todos observen impactados.
Nadie puede ir y tratar de detenerlos. Andrey lo sabe, Erick y Kriss lo saben, todos los alfas lo saben. No hay poder humano que sea capaz de detenerlos.
Ni siquiera Farkas es capaz de hacer algo. Su lobo es viejo y está desgastado, sus Feromonas no causarán nada sobre Lan. Quizás Farkas tiene poder sobre Decker, pero realmente no hay poder humano que detenga a Lan.
—¡Gahh! —Soltó Lan una fuerte mordida que simplemente impacto contra el aire y no provoco daño. Ambos alfas toman cierta distancia, calculan sus movimientos y se preparan para atacar.
Es como si se midieran. Esperan a que alguno de los dos cometa el más mínimo error, el que se distrae, pierde. Por eso no se quitan los ojos de encima. Ni por un segundo.
Ya no hay palabras, Lan no busca razonar ni por un segundo. Simplemente se deja llevar.
Observa la respiración de Fletcher, analiza su estado físico, y siente el olor a sangre en el aire. Decker sabe que Fletcher está lastimado, ese olor a alcohol y a sangre mezclándose en el aire es tan familiar para Decker.
Quiere encontrar esa herida y hacerla más profunda...
Luego de estar observando cada movimiento de su oponente, se volvieron a lanzar con fuerza. El choque de mazas produjo sangre y el olor se esparció con fuerza.
Las garras de los lobos, afiladas cuál navajas se levantaron en un rápido movimiento y se dejaron ir en contra de sus oponentes. Fletcher araño el lomo de Decker y luego retrocedió para evitar ser golpeado.
El cenizo, que acaba de dar un muy fuerte golpe en contra de Decker creyó que escucharía chillidos y gruñidos, igual que en las peleas comunes. Pero no. Esta es una batalla silenciosa en la que lo que más se escuchan, son gruñidos que provienen desde sus gargantas y sus garras impactando contra el suelo...
El pasillo, que fue adornado con muebles de interiores y cristalería fina, dejo de parecer un palacio y se volvió un campo de guerra. Los vidrios de los cuadros con fotografías, los jarrones de porcelana y los adornos de cristal transparente se hicieron añicos.
Los muebles de madera se destrozaron e incluso las puertas de las habitaciones se rompieron al verse superadas por el peso de los alfas peleando como animales fieles al instinto.
La pelea se extendió mucho tiempo, Decker buscaba arrancarle la yugular a Fletcher, pero este último siempre encontraba la manera de alejarlo y derribarlo. Los movimientos eran muy rápidos, las patas de los alfas impactaron una y otra vez en sus contrincantes, provocando heridas profundas y desgarres. La más notoria de ellas fue la de la pata izquierda de Decker, la cual sangra a mares y ensucia cada lugar del que pisa.
Decker, incluso después de haber sido lastimado de una manera brutal, simplemente no cede, no le despega la mirada de encima a su contrincante. Aunque sangre chorrea desde su rostro, aunque hay partes en su lomo que han sido mutiladas y arrancadas por garras, no se inmuta a doblegarse ante el dolor.
Pero tampoco se acerca a atacar y simplemente recibe golpes dañinos.
Con esto en mente. Fletcher se abalanzó una vez más, quiere lastimarlo el rostro, quizás dislocar su mandíbula de un arañazo para que Decker no tenga la opción de defenderse. Así que guía sus garras hacia esa zona, sin pensar que Decker estaría esperando pacientemente por un movimiento en falso por parte de Fletcher.
Decker, uso su propio cuerpo como escudo y recibo de lleno el golpe en el lomo. Gruño del dolor por solo un instante y contraatacó.
Embistió con fuerza el estómago de Fletcher con todo el peso de su cuerpo y la herida de bala que había sido suturada se abrió nuevamente.
Fletcher perdió fuerza en su abdomen y ya no se pudo mover.
[¡Crash!]
Decker lo teclea, ambos caen sobre un mueble de interior y lo destruyen con su peso.
Es instinto asesino.
Decker derribo a su contrincante, lo hizo estrellarse contra el suelo de una manera dolorosa, el de cabellos claros termino boca arriba con Decker encima. Pataleos con fuerza buscando golpear su estómago, alejarlo y hacerlo volar por los aires, pero realmente no puede. El alfa es muy pesado.
Luego pareció que todo fue el inicio de un final atroz.
—¡Fletcher, tienes que levantarte! —Exclamo Andrey entrando en pánico al ver cómo las fuerzas de su alfa eran superadas. Quiere convencerse de que es debido a su herida abdominal, o que está muy estresado y cansado.
Pero realmente nada de eso justifica el hecho de que Fletcher esté perdiendo la pelea.
—¡Fletcher! —Exclamo el soldado tratando de levantarse del suelo. Se tambaleó, sus piernas temblaron con fuerza y luego volvió a caer al suelo. —Levántate amigo... Tienes que ganar, no puedes perder...
Pero incluso si busca inspiración en tal motivación, no puede, no puede evitar que ese lobo gigantesco de ojos asesinos le muerda.
Lo sabe. Sabe muy bien que la mordía está pronta a llegar, la mandíbula de Decker se abrió de para en par cuando estuvo seguro de tener el control de la situación, los dientes ensangrentados del lobo se mostraron aterradores, incluso hasta para el más fuerte, ver la cantidad de dientes y fuerza que lleva esa mordida, es espeluznante.
Todo fue en cámara lenta. Lan abrió la mandíbula y observo fijamente su objetivo; La yugular. Mostró sus colmillos al aire y sonrió victorioso. Fletcher no tenía escapatoria.
Con un gruñido de victoria y un impulso asesino, mordió a Fletcher en el cuello, lo sostuvo con fuerza, desgarrando su piel y parte del pecho sin soltarlo
La sangre estalló y con la misma velocidad con la que llegó la mordida y rápidamente el rojo carmín llegó al suelo y lo ensucio. De Fletcher, salió un chillido que pareció decirlo todo; He perdido.
Se removió adolorido y derrotado, no quiso hacer movimientos bruscos, sabe que si lo hace el mismo provocará su propia muerte. Así que simplemente patalea con sus patas traseras de una manera lenta; Perdiendo energías...
Después de todo, incluso si Decker le ha mordido, la pelea aún no termina.
Lo que viene; Decker moverá su cabeza hacia todas direcciones, apretando el agarre en su mandíbula y le arrancará la yugular del cuello. La mordida solo es la preliminar de lo que está por venir, Fletcher lo sabe, sabe que morirá de la misma manera en la que él ha asesinado.
Y dejará a Alex solo...
Perderá por no haber Sido lo suficientemente fuerte, por no haber podido pelear por lo que importa; Lo último que le queda de familia.
Fletcher, jamás había perdido una batalla contra un alfa, y el sabor de la derrota sabe a sangre y metal mezclados en su boca. Incluso el olor que emana desde su cuello le recuerda lo mismo; Es débil.
Decker aprieta su agarre y busca empezar el terrible inicio de la verdadera matanza, cuando de pronto; una puerta se abre justo a unos cuantos metros de él y una voz resuena con desesperación.
—¡Decker detente! —Grito la voz que creyó que jamás volvería a escuchar —¡No lo hagas, te lo ruego, no!
El dueño de esa voz suplicante está justo en la puerta, tirado en el suelo de rodillas con el rostro y los ojos rojos, se sostiene del pomo de la puerta mientras sus rodillas y cuerpo tiemblan con fuerza. Llora, sus ojos lagrimear y sus mejillas se empañan en sudor y lágrimas.
Las Feromonas que está recibiendo lo están matando, siente como si se ahogara, como si su garganta se cerrará y sus músculos le prohibieran moverse.
—Max...
El único amor de su vida está allí, frente a él, vivo, no había sido otro sueño...
Lan soltó el agarre en el cuello Fletcher y se alejó sin importarle un carajo lo demás. Se acercó con rapidez y con una expresión de calidez y le lamió delicadamente el rostro a Max, comenzó por las mejillas, dio un par de lamidas y luego llegó hasta las clavículas, olfateo con fuerza y busco sentir las feromonas que tanto amaba.
Quiere sentirlas, quiere volver a sentir el precioso olor a Feromonas que emanan de su cuello y lo vuelven loco.
—Déjame sentir tus Feromonas —Murmuro casi en una orden —Déjame sentirlas —Y siguió esparciendo lamidas y resoplando cerca del rostro de Max.
El olor a sangre entro en sus fosas nasales y le hicieron sentir asco y Pánico. ¡La sangre es de Fletcher! ¡La sangre que ensucia su rostro es la sangre de Fletcher!
—Aléjate... —Murmuro casi sin aire. ¿Es acaso que Lan está tan concentrado en buscar sus Feromonas, que olvidó que las Feromonas que lo empapan le están causando dolor?.
—Owen... Háblame —Suplico el lobo cerca del oído de Max —Déjame sentir tus Feromonas, déjame sentir tu voz...
Luego, las lamidas bajaron poco a poco, lamió sus pómulos, lamió sus clavículas, lamió sus hombros y el dorso de su mano. Cuando bajo hasta su estómago se detuvo en seco.
—El bebé... ¿Dónde está el bebé? —Pregunto Lan muy confundido. Está seguro de que en ese lugar había un bebé, no cabe duda de ello. —¿Dónde está? Max... —Suplico por una respuesta.
Misma que no llego, y quizás no escuchara. No si 50 mg de Diazepam se adentraron en su torrente sanguíneo en un abrir y cerrar de ojos.
Cuando Lan volteo, se dio cuenta de que Farkas le había encajado una jeringa en el lomo. El sedante hizo efecto con rapidez, y en menos de seis segundos, Lan cayó al suelo y se vio terriblemente debilitado
Jadeo, sintió como se le iba el aire y una taquicardia le golpeaba el pecho. Le habían dado una dosis muy alta con el fin de derribarlo antes de crear más caos.
—Max... Ma... —No resistió la dosis de sedante que era suficiente para derribar diez adultos y se desmayó.
Decker ha caído, y solo debido al efecto rápido de un sedante. Y todos se preguntan muy abiertamente;
¿Quién es realmente el Omega que ha detenido la furia de Lan?
Luego.
La voz cansada de Fletcher se escuchó con claridad.
—Alex... ¿Es verdad lo que dice...?