JUNGKOOK:
Bajamos del coche, enseguida el señor Park mira confundido el lugar. Él dejó que escogiera donde pasaríamos la noche de tragos y cumplí con eso, lo lleve a una discoteca donde hay muchos chicos de mi edad. Quizás ese es el ambiente que el señor Park necesite en estos momentos. La energía que hay en el lugar puede ayudarnos a pasar una noche increíble.
— No estoy muy seguro de esto Jungkook.— Hace una mueca al ver el montón de jóvenes haciendo fila para ingresar a esa discoteca, que por cierto, es una de las más populares.— Me sentiré un viejo entre el montón de jóvenes hormonales. Mejor vamos a un bar con música movida pero donde podamos conversar tranquilos sin gritos exagerados de mocosos.
Rodé los ojos.— Señor Park no creo que usted sea tan viejo para estar aquí.— Él ríe negando con la cabeza.— Vamos adentro y averigue por si mismo que ambos necesitamos de esto para tener una increíble noche.
— Treinta.
— ¿Eh? — Lo miro sin comprender.
— Tengo treinta. Esa es mi edad... ¿Te sigo pareciendo jóven para entrar a un lugar como este?
Suspiro y asiento con la cabeza.
— Claro que si. La edad son solo números, usted se ve casi casi de mi edad si no fuera por los trajes de oficina que usa para todos lados.
El señor Park ríe.— Tampoco me mientas para quedar bien.
— No lo hago.— Le guiño el ojo coqueto, a los segundos me avergüenzo de mi acción.— ¿Le parece si entramos de una vez?
Él no esta seguro pero cuando tome su mano y la entrelaze con la mía para caminar hacía la discoteca, él se relajo y dejó que nos formemos en la fila, unos minutos pasaron y pudimos ingresar después de que comprara unas entradas más costosas de lo habitual. Al parecer, un artista conocido se presentaría en la discoteca y por eso los precios elevados, y también más jóvenes esperando por ingresar.
— ¡Vaya! — Exclama el señor Park cuando nos adentramos a la discoteca, caminando por unos pasillos antes de ingresar al centro de la discoteca.
En ningún momento solté su mano y parecía que él tampoco desea que alejemos nuestras manos.
Al ingresar al centro, el ruido es más exagerado que de costumbre. Hay muchas chicas con camisetas del mismo diseño y "Agust D" que debe ser el nombre del artista que se presentaría en la discoteca. Con el señor Park logramos llegar con éxito a un rincón donde tomamos asiento y podíamos observar mejor todo el centro. Habían muchas parejas besándose, grupos chocando vasos y riéndose, las chicas de antes gritando el nombre del artista y música, música ruidosa pero sobre todo movida.
Quiero dejar que el señor Park se relaje y después lo invitaré a bailar. Y si no quiere, lo convencere hasta que ceda.
— ¿Le agrada el lugar? — Pregunto.
— Creo que le daré una oportunidad. Ahora lo que quiero es algo de beber.
Tras escucharlo me paro enseguida de mi asiento.— No se preocupe. Usted espere aquí mientras voy a la barra por unos tragos.
— Bien.
Lo dejo sentado y me alejo unos metros.
— ¿Que le sirvo? — Pregunta el Barman.
— Dos trag... no, mejor deme una botella de Whisky.
El Barman asiente y me tiende una botella junto a dos vasitos. Con una sonrisa camino de regreso hacia el señor Park pero esta se pierde cuando me encuentro con una escena diferente. Una chica sentada en el regazo del señor Park, riéndose cerca de su rostro y casi a punto de besarlo. Me acerco rápido a ellos y carraspeo para llamar la atención del señor Park.
Un momento, solo lo dejé solo un momento y ya...
— ¿Qué está pasando? — Lo miro en busca de una explicación.
El señor Park me ignora y toma por los hombros a la chica, le susurra algo al oído lo cual me molesta y estoy por mandar todo a la mierda e irme porque me siento como la tercera rueda entre ellos pero quedo sorprendido cuando la chica se levanta del regazo del señor Park y se aleja de nosotros con una mueca de disgusto en el rostro. El señor Park no le toma importancia a lo que acaba de pasar y se sirve un trago de whisky.
¿Qué pasó?
Me da curiosidad pero decido dejarlo pasar porque no debe importarme si el señor Park coquetea con otras personas.
Tomo asiento a su lado y lo acompaño, empezando así a beber del whisky.
De reojo lo observo, él bebe mirando fijamente a la nada y me pregunto... ¿En que momento iniciaremos conversación alguna?
Carraspeo llamando su atención, no me voltea a mirar y sigue bebiendo en medio del ruido.
— Y bueno...— No sé como iniciar.
El señor Park me mira por fin dejando el trago a un lado.
— Lo siento. Te pedí que vinieras conmigo pero no estoy siendo buena compañía, solo estoy pensando en mi.
— Lo importante es que usted se sienta cómodo y relajado.— Le respondo y llevo una mano a su rostro.
Mano que bajo enseguida al notar como su cuerpo se tenso.
Si, me estoy pasando de confianzudo.
— Dime una cosa... ¿Qué se hace para dejar de sentir ese sentimiento doloroso por alguien con quien nunca vas a estar? — Noto su dolor al decir cada palabra.
Y debo hacer de consejero de este hombre que me da lastima en el aspecto amoroso. Se nota que le duele mucho pero lo que me asombra es que no aleja de raíz ese dolor. En su lugar no dudaría en alejarme de esa persona pero él en cambio lo tiene bajo el mismo techo.
— Puede empezar amándose a si mismo. Sea fuerte que de amor nadie se muere. Ese sentimiento con el tiempo va a desaparecer si usted pone de su parte.
— Créeme que ya lo intente.— Bufa y parece no darse cuenta pero forma un puchero con los labios.
Muy sexy ante mi vista.
— Se puede señor Park. Como se lo dije antes, yo pasé por algo similar.
— ¿Te enamoraste de la pareja de un amigo? — Preguntó curioso.
— Si pero yo lo conocí antes. Él de inmediato me gustó pero su atención no era hacía mi era para mi amigo. Acepte su decisión y fui expectador de como se volvían pareja pero conforme pasó el tiempo ese sentimiento se desvaneció.
El señor Park asiente, parece que logré convencerlo un poco. Lo observo servirse otro trago y tomarlo de un tirón, estaba por hacer lo mismo pero me tomó desprevenido subiéndose a mi regazo. Antes que pudiera procesarlo tenía sus labios en los míos, atacandome la boca con rudeza. Le correspondo al salir de mi asombro, lo tomó del trasero acercandolo más a mi entrepierna y empieza una deliciosa fricción. Jadea en mis labios y eso me pone más caliente, la música sensual tampoco ayuda a mi cordura. Sin duda estamos montando una escena erótica. Muerdo sus labios y el señor Park en respuesta mueve sus caderas sin importarle si nos ven.
Por el maldito oxígeno nos separamos jadeantes.
Nos miramos a los ojos. Los suyos reflejan deseo y estoy seguro que los míos igual.
— ¿Quieres bailar? — Pregunto antes que retome la sesión de besos.
Él hace una mueca pero asiente y se baja de mi regazo.
Juntos nos acercamos al montón de hormonales bailando y nos movemos timidos al principio. Poco a poco aumentamos la intensidad de nuestros movimientos y en un abrir y cerrar de ojos, lo tenía moliendo el trasero contra mí entrepierna. Bailando sensualmente, ese hombre es una cajita de sorpresas.
— Quiero que me folles duro al llegar a casa.— Murmura al acercarse a mi oído para dejar una mordida en mi lóbulo.
Trago saliva.
— Lo que usted ordene señor Pa...
Tomándome de la nuca me besa, es apasionado y suave. Su lengua se conecta con la mía, se entrelazan unos segundos pero fue suficiente para hacerme sentir sobre excitado. El beso sigue siendo perfecto pese al ruido y el empuje de algunos de nuestro alrededor, queda demostrado que no importa el lugar si no la persona con quien te estas besando.
— ¡Agust D! — Se oye un grito de alguien y después muchos gritos del público.
Con el señor Park nos separamos para mirar al escenario donde salió un hombre a cantar. Corrección. A rapear. Note que es rapero cuando comenzó con su acto.
Observo al rapero, siento que su rostro se me hace conocido. Me alejo un poco del señor Park y me acerco más hacia el escenario par mirar a ese hombre. No hay dudas cuando lo observo mejor.
— Él...— Sonrio.
— ¿Lo conoces? — Pregunta el señor Park llegando a mi lado.
— Hace minutos atrás le conté sobre mi experiencia parecida a la suya.— Él asiente y hace una seña para que continúe.— Ese chico se llama Min Yoongi y es el que está en el escenario. Es un rapero conocido y no lo sabía porque hace tiempo terminó su relación con mi amigo, desde entonces no lo había vuelto a ver.
— ¡Oh!
Regreso la mirada al escenario y me topo con la mirada de Yoongi, él esta asombrado observando a mi dirección. Me sonríe y continúa con lo suyo.
— Creo que prefiero tomar asiento.— Escucho decir al señor Park.
— Si, claro.
Lo acompaño a sentarse. Quise seguir mirando a Yoongi pero no pude porque el señor Park me empezó a besar de nuevo y solo cedí, dejandome llevar. Esta vez parecía besarme con enojo, lo noté por sus movimientos bruscos sobre mis labios. No le tome importancia y pase la mano por todo su cuerpo.
— Vamonos a casa.— Susurra sobre mis labios.
No pude evitar sonreír como tonto porque sé que esta noche no queda solo en besos.
— Vamos.— Lo tomo de la mano para caminar hacía la salida pero no logramos salir.
Un tipo enorme nos detiene, corrección, me detiene a mi.
— ¿Qué sucede? — Pregunta el señor Park.
— Agust D quiere verlo en su camerino.— El hombre me mira a mi.
Abro la boca y miro al hombre después al señor Park.
Yo si quisiera ver a Min Yoongi y hablar con él...
Y como si me leyera la mente.
El señor Park soltó un suspiro pesado y suelta mi mano.— Anda, no demores mucho, por favor.
— Gracias.
Lo beso unos segundos totalmente agradecido y sigo al hombre hacía el camerino.
Al entrar, soy recibido por un abrazo cariñoso. Yoongi me aprieta con fuerza contra su cuerpo.
— Es bueno verte. No sabes lo mucho que extrañaba a mis amigos entre ellos estas tu Jungkook.
Nos separamos y nos sonreímos.
— No imagine que fueras un rapero conocido aunque debo confesar que yo no he oído sobre ti pero tu enorme fandom afuera me confirmo lo conocido que eres.
— Me va bien, los frutos de mi esfuerzo y sacrificio valieron la pena.— Responde y me señala un sofá donde tomo asiento.— Cuéntame que ha sido de tu vida... ¿Como esta Taehyung? ¿Es feliz?
Suspiro.— Muchas cosas pasaron desde que te fuiste Yoongi.
Se sienta a mi lado con dos vasos de alguna bebida. Y me tiende un vaso.
— Tenemos algo de tiempo ahora para ponernos al tanto.
Entonces, empiezo a contarle algunas cosas omitiendo partes.
(...)
La conversación fue larga y profunda. Lloramos cuando le conté sobre el estado de mi madre. Él me consoló y me alentó a que siga siendo buen hijo.
— Min es hora de irnos.— Le habla su manáger.
— ¡Agh! ¡esta bien! ¡Jungkook, dame tu número!
Se lo doy.
— Bueno, adiós Yoongi. Espero que podamos vernos en otra ocasión pero lo dudo por tu apretada agenda.
— Haré un espacio para ti amigo. Te aviso el día y quizás puedas traer a Taehyung.
Hago una mueca.
— Supongo que él aceptara, ya pasó tiempo lo de ustedes.
Yoongi sonrio extraño.
Alzo la mano en despedida y me retiro del camerino. Regreso al centro de la discoteca notando que muchos se van retirando... ¿Cuanto demore hablando con Yoongi? Me pregunto al no encontrar rastros del señor Park.
Él se había ido.
Lo compruebo cuando al salir de la discoteca tampoco encontré su coche.
— Tendré que regresar en taxi.
Con tristeza y molestia paro un taxi de la calle para regresar a casa del señor Park.
Es un viaje de minutos lo cual agradezco porque no aguanto el cansancio y solo quiero estar acostado con el señor Park y dormir.
— Gracias.— Le pago al taxista y camino hacia la puerta de la casa.
Noto el coche del señor Park mal estacionado afuera lo que me desconcierta. No se digno ni a guardarlo en la cochera y esta expuesto a un robo. Abro la puerta del coche y presiono el botón para abrir la cochera. Esta se abre, y como no hay llaves porque seguro el señor Park se las llevo, empujo el coche hasta guardarlo. Cerré la cochera y camine hacía la puerta principal, usando la llave que me dió el señor Park para abrir.
Respiro tranquilo al estar por fin en casa.
Subo despacio las escaleras y camino hacía la habítacion del señor Park, el cuál espero no esté enojado conmigo por hacerlo esperar. Si lo seduzco lo haré olvidar de lo que sucedió.
Si, eso haré hasta que me perdone.
Me detengo antes de tocar la puerta de su habitación porque escucho ruidos extraños. Son... son... gemidos.
Mi corazón se acelera ante lo que estoy pensando, con temor abro un poco la puerta esperando no encontrar lo que pienso pero estuve en lo cierto. Observo al señor Park con otra persona, ambos están en la cama teniendo relaciones sexuales. No quise mirar más y me aleje como si la puerta quemara.
— Era obvio que se aburriría de mi tan rápido.— Susurre caminando hacía mi habitación donde solo opte por lanzarme a la cama y llorar.
¿Por qué lloro?
Me duele y no puedo controlar lo que siento.