Historia Original de Eseuko97
Todos estaban fuera de la habitación del menor, Fluke llamó al Sr Kanawut para avisar que el Joven heredero de los Kanawut estaba en labor de parto.
L
legaron a la casa lo más rápido posible dos enfermeros entre ellos Alex y otro joven.
La partera de la manada Kanawut estaba presente y el doctor de cabecera de la familia Kanawut.
Y por su puesto los médicos del clan Suppasit.
Por tal acontecimiento Thanwa invitó a Tían para estar presente a la hora del nacimiento de los nietos de ambos.
El rubio y alfa del menor estaba desesperado al ver y sentir por medio de su lazo el dolor y sufrimiento del pelinegro, sentía que podría morir de tan solo ver cómo ese pequeño que tanto ama estaba sufriendo pero lo más difícil de todo era que estaba en séptimo mes todavía no llegaba a los nueve meses los doctores de la familia Suppasit lo estaban revisando, Alex el enfermero no se separaba de él al verlo tan deteriorado.
—Sugiero que el alfa del Joven Gulf esté presente, lo necesita.
Gulf lloriqueaba y su lobo aullaba por su alfa.
¿Pero donde estaba el rubio?
—Sr. Kanawut por favor necesito ir con Gulf ¿podemos tratar esto más tarde?
—Contesta ahora, para que te puedas ir rápido dame el derecho de ponerle nombre a dos de mis nietos.
El alfa menor estaba al borde de la locura como, este hombre quería debatir este asunto cuando Gulf estaba agonizando del dolor de parto.
—Escuche bien lo que le diré Sr Kanawut, será el segundo y último de mis hijos a los que usted eligirá sus nombres sin importar el género.
—Porque a mí primogénito mi Padre Thanwa Suppasit le pondrá nombre mi tercer y cuarto hijo los eligiré yo, y el quinto y penúltimo de mis cachorros serán llamados como diga Gulf. Ahora sí no le parece lo siento por usted. Entonces no tengo nada más que tratar me retiro.
Y dichas estás palabras el rubio salió casi corriendo del despacho de su padre.
El mayordomo de la familia Suppasit salió al encuentro del Sr Kanawut para darle un aviso del Sr Suppasit.
—Sr Kanawut, si me lo permite, el Sr Suppasit pide que suba a la sala de espera que está en la habitación del Joven Gulf para estar al pendiente del nacimiento de los bebés.
El alfa Tian se puso de pie y junto con Nina caminaron para subir las escaleras. Seguidos de Fluke que llevaba en sus hombros siete maletitas donde cada una tenía un ajuar para los pequeños que estaban por nacer, el pobre chico no supo ni como llegó a la planta alta porque en cuanto entraron a la pequeña sala donde ya estaba el Sr Suppasit esperando. Él solo se dejó caer en un rincón.
Detrás de una puerta corrediza se escuchaban a las personas que estaban acompañando al menor, solo eran voces y la de Gulf que apenas se escuchaba.
—Que pasa por qué me duele tanto.
El menor hablaba suavecito.
Cosa que al rubio le ponía preocupado.
Alex al notar que el rubio se estaba desesperando, le pidió que se relajara por el bien de Gulf.
Y todo estaba preparado, cuando un grito se escuchó en la habitación y todos se sobre saltaron, pues un dolor fuerte en la cadera del menor le llegó tan fuerte que lo tomó desprevenido.
El Sr. Kanawut rápido caminó y sin decir nada habló tras la puerta donde estaba el menor en su labor de parto.
—Gulf... bebé... tranquilo. Papá está aquí. Se fuerte, cariño.
Gulf al escuchar a su Padre hizo un puchero y lloró en silencio y el rubio apretó un poquito su mano.
Después de unos momentos el doctor de los Suppasit salió de la habitación junto con los doctores de la familia Kanawut y la partera una mujer no muy anciana de la manada Kanawut.
Todos estaban resolviendo el parto del menor, y para los doctores lo más correcto era una cesaría.
Todos estaban tan atentos a lo que se decía menos el Sr Kanawut, el padre del Omega se dirigió a la ventana más cercana y notó que la noche estaba llegando.
Por un momento pensó que estaba solo pero la silueta de la mujer y partera de su manada estaba junto a él.
—Sabe lo que va a pasar si su hijo permanece mucho tiempo en ese estado, será mejor que provoquemos el cambio Sr Kanawut.
Tian no se movió, pero estaba atento a todo lo que decía la mujer.
—Son las diez de la noche, tiene dos horas así.
—Que debemos hacer Leah.
—Sr Tian, estos doctores solo saben traer a bebes al mundo a base de partos normales y cesaría. Su hijo no trae uno ni dos, el trae consigo una manada... Usted entiende.
—Eres una maldita, lo sabes ¿verdad?
La mujer sonrió de medio lado y antes de caminar a un lado hablo por última vez.
—Entraré a ver al Joven Kanawut, después de que salga tendrá que decidir Señor.
Y
dicho esto el líder Kanawut solo bajó su mirada y la mujer entró con Gulf que estaba recostado con su alfa a un lado y Alex que asistía a Gulf.
Se paró frente al menor y tocó uno de sus pies para masajearlo y en ese momento Gulf suspiró con tranquilidad.
El rubio quiso gruñir pero la anciana lo vió y el alfa vió lo profundo de los ojos de esa mujer y sintió tranquilidad.
—Amo Gulf, soy Leah partera del clan Kanawut. Jamás pensé vivir y ver a nuestro precioso diamante dar a luz.
Antes de que amanezca su lecho estará cubierto de lobos.
Mew no entendía lo que la mujer decía y Gulf estaba preocupado al ver esto el alfa quiso sacar a la mujer de la habitación, pero el menor tuvo otro dolor tan fuerte que no podía moverse y su respiración era lenta al parecer los pequeños se movían todos juntos buscando a comodarse y al hacerlo Gulf sufría las consecuencias.
Cuando paso el dolor el pelinegro cayó casi rendido por el esfuerzo, pero todavía tenía aliento para preguntar a la mujer una cosa.
—¿Que quieres de mi Leah?
La anciana sonrió y sus ojos brillaron para después tomar la mano del menor.
—Quiero ver a tus diamantes nacer. Pero así como estas no podrá. Así que escucha mi Amo debes cambiar para que justo a media noche tu primogénito nazca, este no es un parto normal mi Señor Gulf. Usted traerá a nuestro nuevo clan, déjeme ayudarlo se lo suplico.
El menor entre todo lo que decía la mujer no entendía nada, el dolor lo dominaba sus ojitos vieron a su alfa que tampoco sabía que decir.
—¿Donde está mi Padre Leah?
—Esperando una respuesta Sr Gulf.
—No podre cambiar Leah es mucho esfuerzo el que necesito, mis huesos al cambiar pueden lastimar a mis pequeños.
La mujer lo vió con ternura y su cara se ablandó un poco para darle una suave caricia al menor.
—Yo te ayudaré, por eso estoy aquí tu dolor de parto lo llevará tu alfa así solo tú te concentras en el cambio, te ayudaré a qué lo hagas con cuidado estaré al pendiente de ellos mientras tú mutas.
El rubio empezó a sudar frío con solo escuchar que el llevaría el dolor del parto.
—Siento que voy a morir Leah.
Y el llanto de Gulf inició el alfa no sabía que hacer ni su aroma ya daba calma al menor entonces habló él.
—Si usted ayuda a mi familia estaré infinitamente agradecido.
—Gracias Sr. Suppasit. Por favor solo quédese usted joven para ayudarme no necesito más personas.
Saldré para avisar al Sr Kanawut.
Y así la mujer salió y susurró algo al Sr. Kanawut para después entrar nuevamente, el mismo Sr Kanawut hablo a los doctores y al Sr Suppasit de lo que se llevaría a cabo y aún que los doctores no estaban de acuerdo no tuvieron más remedio que esperar afuera.
Mientras dentro de la habitación Leah daba instruciones.
—Sr Mew tiene que reabrir la marca de su Omega y no suelte esa mordida hasta que yo le diga, de una vez le aviso que sentirá dolor tal vez miedo y angustia todo junto.
Esto es lo que siente ahora mi Sr Gulf ahora usted tomará todo eso para que él se concentre en el cambio está listo.
Y el alfa ya estaba sudando y todavía no mordía a Gulf, pero cuando Leah le indicó que reabriera la marca de Gulf lo hizo tan lento y suave tal como la mujer le iba ordenando y cuando sus colmillos estaban ya en el precioso cuello de Gulf.
Las lágrimas del alfa se deslizaron por sus mejillas y todo lo que el menor sentía fue sintiéndolo el rubio, el dolor en primer lugar seguido del miedo, y no sabía si dar gracias por ser alfa o llorar por serlo.
Porque si en cada parto tendría que hacer esto por Gulf, juraba que esté sería el primer y último embarazo de Gulf en su vida.
—No suelte el lazo Sr. Suppasit sostengalo suave, suave... eso es .Ahora vamos Joven yo sostendré a Gulf del vientre usted solo este alerta por cualquier cosa que necesite.
Alex estaba sorprendido de ver cómo las mantas se movían, Mew estaba hechado tras Gulf y Leah veía por un lado al menor.
Se podía ver como el cuerpo de Gulf cambiaba poco a poco bajo las sábanas.
—Amo pare un momento pare por favor es suficiente es todo, eso es. Por todos los lobos usted es hermoso mi Sr Gulf.
La mujer pudo ver al menor de un color casi plateado, sonrió y luego ordenó al alfa que soltara la mordida con mucha lentitud... poco a poco.
Y así lo fue haciendo.
Para después de sacar los colmillos del cuello del menor cayó de espaldas sin fuerza y podría decirse que desmayado.
—¿Cuál es su nombre joven?
El enfermero contestó.
—Alex.
—Bien... jovencito me puede ayudar a mover al Sr Suppasit un poco para iniciar con el labor del Sr Gulf.
Todo estaba listo, Gulf en su forma lobuna listo para dar a luz.