Un día más paso, la noche callo, el cielo estaba negro, apenas se podían ver las estrellas por la contaminación del firmamento
Estuve durmiendo en un bello parque en el cual había aparecido. Estuve charlando con las ninfas de los árboles que había allí. Las bellas chicas se habían interesado en mi por haber sentido la bendición de Deméter en mi. Ellas me hacían bastantes preguntas como:¿cual es tu tipo de flor favorita? Tu lugar de la naturaleza favorito? Y cosas así que les respondía con mucha amabilidad
A la mañana siguiente fui a buscar un poco de comida. Pero estaba todo sucio gracias por mi constante movimiento por todo el país y las batallas que había tenido. Así que me propuse buscar un lugar para bañarme. Si, podía limpiarme con magia, pero me sentiría sucio y quería una ducha fría
Como no quería que las personas me viesen en la calle y alguna se apiade de mi o piense cualquier cosa me trasforme en un pájaro y volé hasta un barrio. Fui de casa en casa en busca de una en que no hubiera nadie y poder usar el baño con total tranquilidad, lo cual, fue bastante difícil ya que siempre había algún animal o una persona dentro
Hasta que la encontré.
Esta era una casa típica de color blanco, con un techo de color azul obscuro, tenía un porche con una puerta de madera de roble y varias plantas en un pequeño jardín en el frente de la casa
No había absolutamente nadie. Ni siquiera un perro o mínimamente un canario
Gracias dioses, gracias
Me acerque a una de las ventanas del frente que estaban apenas abiertas, pero lo suficiente como para poder entrar en la forma de un gorrión
Cuando entre volé con rapidez hasta el baño así volver a ser yo. Con tranquilidad agarre una toalla para luego quitarme toda mi ropa para finalmente entrar a tomar una ducha
El agua estaba hermosamente tibia, me había relajado de todo los sucedido desde el comienzo de esta misión
Pero no podía tardar mucho, mi intuición me decía que alguien venía, tenia la sensación en el pecho
No perdí tiempo y salí del baño llevando mi ropa sucia entre mis brazos fui a una habitación que obviamente era de un niño, quizás de mi edad.
Hoy estoy teniendo mucha suerte. Gracias tique, te haré una ofrenda cuando salga de aquí
Busque entre los cajones hasta encontrar medias y un bóxer los cuales me puse. Después agarre un pantalón holgado pero de Jean. Después agarre de mi mochila otra remera del campamento así ponérmela. Agarre mi chaqueta y con un movimiento rápido de manos mi hermoso ropaje ya estaba como nuevo
Me muero si le pasa algo. Es muy preciado para mi
Cuando termine de cambiarme estaba por salir de la habitación pero logré escuchar como la puerta del frente se abrió. Sin pensarlo abrí la ventana del cuarto y salí de allí. Al parecer la persona se percato del ruido y salió a ver que había sido eso
-¡oye, niño! ¡Ven aquí maldito ladrón!-me gritó. con una onda psíquica hice que regresara adentro y se olvidase de haberme visto. Las personas que se encontraban al rededor también olvidaron el verme.
Había regresado de nuevo a el parque donde había dormido la noche anterior. Las ninfas me saludaron mientras yo caminaba hacia aún pequeño lago cristalino que había en el lugar el cual podía usar para hacer una llamada a Silena
Lo que me esperaba
Cuando pude hacer el arcoíris y contactarla, la chica de bellos cabellos negros me dio una mirada de alivio, como si se sacara un peso de encima
-ho, gracias a los Dioses. Estas bien, Nawaki-me dijo con una sonrisa la cual le devolví. Pero su expresión cambió a una dura-me escuchas bien, mi querido solecito como es que no me has mandado un mensaje iris antes, no sabes lo preocupada que estuve-
-tranquila Lena-le pedí-no pude mandarte uno porque estuvimos en varios aprietos con monstruos. Además...¿no se te ocurrió llamarme? digo, si yo no pude, tu podrías haberlo hecho-la muchacha se sonrojo de la vergüenza
-si...no lo pensé, caí en cuenta recién. Lo lamento-yo me reí por su cara
-no pasa nada palomita de mi corazón, a mi también me pasa seguido-
-Oye cambiando de tema...¿Percy, Annabeth y Grover? ¿Donde están?-yo desvíe mi mirada hacia algún lugar que no fuera la imagen del arcoíris
-Nawaki....¿que paso?-se callo un segundo-¿o que hiciste?-
-¿Yo?, yo no hice nada. Me ofende muchísimo que pienses cosas tan malas de mi jovencita-mi querida amiga alzo la ceja como diciendo "no te creo nada"
-bueno...Puede ser que tal vez y solo tal vez que los haya perdido. Solo tal vez-aclare. Ella suspiro, acostumbrada a este tipo de cosas
-¿Como los perdiste? Ni yo entiendo como los pudiste perder ósea estaban todos en grupo-le conté lo sucedido-que raro, tu ofendido por que hablan mal de los dioses. Jamás me lo pude haber imaginado-rodé los ojos
-ese sarcasmo querida, se siente hasta acá-comente-pero sabes que no me gusta cuando la gente habla mal de cualquier persona sin conocerla, incluso de los dioses-suspiré-me dan unas ganas de ahgg-he hice un movimiento con las manos simulando un ahorcamiento
-si, lo se muy bien. Aun recuerdo el momento que me defendiste de uno de los hermanos de Clarisse-
-si. Fue satisfactorio verlos asustados después de que te digieran que eras una chica superficial y rompecorazones solamente por tener de madre a Afrodita-
-lo malo fue que te castigaron por una semana a lavar los platos-me encogí de hombros
-no es un castigo si lo disfruto al escuchar música-al la lejanía se pudo escuchar una caracola. Lena miró por encima de su hombro para rápidamente volver a mi
-bueno solecito te voy dejando, me tengo que ir a comer, nos vemos en otro momento-se despidió
-adiós palomita de mi corazón-así la conversación se termino
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Las horas pasaron, ya se había ocultado el sol. También le había hecho una ofrenda de varias manzanas y naranjas a la diosa de la suerte
Ahora tengo que esperar a que los otros tres lleguen para seguir la misión
Así que me fui a la dirección que marcaba el mapa para poder llegar a la entrada al inframundo
Al llegar al lugar pude ver un gran edificio que decía "ESTUDIOS DE GRABACIÓN EL OTRO BARRIO" y debajo, en las puertas de cristal, se podía leer: "ABOGADOS NO, VAGABUNDOS NO, VIVOS NO"
Eran cerca de las 12 de la noche, pero el recibidor estaba bien iluminado y lleno de gente. Tras el mostrador de seguridad había un guardia con gafas de sol.
Caronte, el barquero de hades
Pero todavía no puedo hacer nada
Pasados unos diez minutos más, por fin habían aparecido los tres mosqueteros
-Miren quienes aparecieron, son el trío dorado-hable con los brazos cruzados. Los tres se me acercaron con los ojos abiertos
-¡ho Nawaki! Estas bien-hablo Grover mientes me abrazaba-y te bañarte-afirmó-¿cunado lo hiciste?-
-Me metí a una casa y me bañe, nada de otro mundo-por lo que veo ustedes se bañaron hace poco-ellos asintieron-pero bueno...¿donde mierda estaban? ¡Me dejaron solo, en el tren y después tengo que hacer casi medio país hasta aquí!-
-lo lamentamos Nawaki, es que nos pasaron muchas cosas-se disculpo Grover a la vez los otros dos asentían ante las palabras del sátiro
-Nawaki, como sabias que el inframundo estaba aquí?-me pregunto la rubia. Yo levante el panfleto en forma de evidencia.
-lo conseguí en una tienda de camas de agua, el hombre ese me quiso estirar, pero con un poco de fuerza le destruí la cama y luego le corte la cabeza. Después vine aquí y ya esta-
-nosotros también, pero no había nadie cuando entramos-dijo Percy mientras mostraba el mismo ambos nos reímos por la coincidencia
-Bien, Nawaki, tenemos que hablar-me dijo Annabeth. Yo le preste atención-estuvimos ideando un plan para entrar al inframundo-me hablo la hija de atenea-bien escucha...-
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-Muy bien. ¿Recuerdan el plan?-nos pregunto el hijo del mar
-¿El plan?-Grover tragó saliva-Sí. Me encanta el plan-
-¿Qué pasa si el plan no funciona?-preguntó Annabeth.
-No pienses en negativo chica lista-le hablo el ojiverde a la ojigris
-si, no vengas con tus malas vibras Anne-acompañe la petición del niño del océano
-Ok-dijo-Vamos a meternos en la tierra de los muertos y no tengo que pensar en negativo y no traer malas vibras-comentó sarcástica
Percy saco las perlas de su bolsillo. Había cuatro, al parecer la nereida le había dado una más gracias a mi presencia
Annabeth le puso una mano en el hombro.
-Lo siento, Percy, los nervios me traicionan-se disculpo-Pero tienes razón, lo conseguiremos. Todo saldrá bien-le dio un codazo a Grover para que dijera algo
-¡Oh, claro que sí!-dijo él asintiendo con la cabeza-Hemos llegadohasta aquí. Encontraremos el rayo maestro y salvaremos a tu madre. Ningún problema-
-si, nosotros podemos-
El nos miró agradecido
Entramos en la recepción de EOB.
Una suave musiquita adornaba el ambiente. El lugar estaba lleno de diferentes tonos de grises e incluso negro. También había bastante gente sentada en los sofás, de pie, algunos mirando por las ventanas o esperando el ascensor. Nadie se movía o hablaba o hacia algo. Cuando entramos todos parecían personas corrientes, pero si me centraba en alguno en particular podías ver que eran transparentes. Iguales a un fantasma
En el mostrador estaba el guardia al cual teníamos que mirar hacia arriba por su altura
Era un hombre de color alto y elegante, de pelo teñido de rubio y cortado estilo militar. Llevaba gafas de sol y un traje de seda italiana a juego con su pelo.
Percy le Intento leer su nombre. Pero le tape la boca.
-señor Caronte-hable cordial. El dios nos miró
-si, ese soy yo ¿que necesitan?-
-Usted se llama Caronte?-el dios asintió-pero la placa dice Quirón-bueno, en algún momento lo tenia que decir
-te parezco un centauro niño?-Percy negó
-no señor Caronte-le respondió con el nombre correcto
Entonces Caronte lo miró fijamente. Su frialdad en la mirada te hacia estremecer. Como sí te atravesará el alma
-A ver-dijo-No has podido leer mi nombre correctamente. ¿Eres disléxico, niño?-
-No-mintió-Soy un muerto-
Caronte se inclinó hacia delante y olisqueó como sabueso
-No eres ningún muerto. Debería haberme dado cuenta. Eres un diosecillo-afirmó. Como no podíamos seguir con el cuentito le hablamos con franqueza
-Tenemos que llegar al inframundo-le insistió
Caronte soltó un profundo rugido.
Todo el mundo en la sala de espera se levantó y empezó a pasearse con nerviosismo, a encender cigarrillos, mesarse el pelo o consultar los relojes.
-váyanse mientras puedan-nos dijo Caronte
-Pero tenemos monedas con que pagar-el nos miró por unos segundos antes de decir:
-Me quedaré las monedas y olvidaré que los he visto-Hizo ademán de querer quitarnos las monedas pero el ascabeche las movió con velocidad
-Sin servicio no hay propina-le hablo Percy con una sonrisita suya
Caronte volvió a gruñir, esta vez un sonido profundo que helaba la sangre.
Los espíritus de los muertos empezaron a golpear las puertas del ascensor
-Es una pena-suspiré-Teníamos más que ofrecer-Percy le enseño la bolsa llena con las cosas de Crusty. Sacó un puñado de dracmas y dejó que las monedas se escurrieran entre sus dedos. El gruñido de Caronte se convirtió en una especie de ronroneo felino
-¿Crees que puedes comprarme, criatura de los dioses? Oye... sólo por curiosidad, ¿cuánto tienes ahí?-
ya lo tenemos
-Mucho-contesto-Apuesto a que Hades no le paga lo suficiente por un trabajo tan duro-
-Uf, si te contara... Pasar el día cuidando de estos espíritus no es nada agradable, te lo aseguro. Siempre están con "por favor, no dejes que muera" o " por favor, déjame cruzar gratis". Estoy harto. Hace tres mil años que no me aumentan el sueldo. ¿te parece que los trajes como éste salen baratos?-
-un hijo de la misma noche se merece algo mejor-coincidí-Un poco de aprecio. Respeto. Buena paga-A cada palabra, agregaba otra moneda de oro en el mostrador.
Caronte le echó un vistazo a su chaqueta de seda italiana, imaginándose vestido con algo mejor.
-Debo decir, niños, que lo que dicen tiene algo de sentido. Sólo un poco, ¿eh?-
Percy Aplico unas cuántas monedas más a la columna
-podríamos mencionarle a Hades que usted necesita un aumento de sueldo...-le persuadidos aun más
El hombre suspiro
-De acuerdo-acepto-El barco está casi lleno, pero intentaré meterlos ¿ok?-Se puso en pie, recogió las monedas y dijo: Síganme.
Se abrió paso entre la multitud de espíritus, los cuales intentaron colgarse de nosotros mientras susurraban con voces lastimeras.
Caronte los apartaba de su camino murmurando: "Largo de aquí, parásitos". Nos escoltó hasta el ascensor, que ya estaba lleno de almas de muerto, cada una con una tarjeta de embarque verde.
Caronte agarró a dos espíritus que intentaban meterse con nosotros y los devolvió a la recepción.
-ok. Escuchen: que a nadie se le ocurra pasarse de listo en mi ausencia-anunció a la sala de espera-Y si alguno vuelve a tocar mi micrófono, me aseguraré de que pasen aquí mil años más. ¿Entendido?-Cerró las puertas. Metió una tarjeta magnética en una ranura del ascensor y empezamos a descender.
-¿Qué les pasa a los espíritus que esperan?-preguntó Annabeth.
-Nada-repuso Caronte.
-¿Durante cuánto tiempo?-pregunte
-Para siempre, o hasta que me siento generoso-
-Vaya-dijo Annabeth-Eso no parece... justo-Caronte arqueó una ceja.
-¿Quién ha dicho que la muerte sea justa, niña? Espera a que llegue tu turno. Yendo a donde vas, morirás pronto-
-Saldremos vivos-respondí.
-Ja-modulo como si no lo creyera
De repente sentí como el elevador se detuvo lo cual me descolocó un poco. No habíamos bajado, sino que ahora íbamos hacia delante. En el aire se comenzó a formar una neblina. Los espíritus que nos rodeaban empezaron a cambiar de forma. Su ropa común se fueron y se convirtieron en túnicas grises con capucha. También el ascensor había cambiado ahora era una barca .El traje de Caronte (como todo lo otro)se había convertido en una largo capa negro con capucha. En su rostro donde antes había ojos sólo había cuencas vacías donde había solo oscuridad y desesperación
El hombre había girado a ver a Percy. Me asuste cuando veía su piel se transparentaba hasta el punto de pode ver su cráneo
-Me parece que me estoy mareando -dijo Grover.
Mi mirada por el río estigia, un río oscuro y aceitoso en el que flotaban huesos, peces muertos y muchas cosas más extrañas como: muñecas de plástico, claveles aplastados, diplomas, micrófonos etc
-El río Estigio-murmuró Annabeth-Está tan...-
-Contaminado-le siguió Caronte-Durante miles de años, ustedes los humanos han ido tirando de todo mientras lo cruzaban: esperanzas, sueños, deseos que jamás se hicieron realidad. Gestión de residuos irresponsable, si vamos a eso-
La niebla se enroscó sobre la mugrienta agua. Por encima de nosotros, casi en la obscuridad había un techo de estalactitas. Más adelante, la otra orilla brillaba con de un color verdoso a un típico color de veneno de caricatura
Cuando estábamos por llegar a la orilla un ladrido espectral y tenebroso de gran magnitud se podía escuchar desde nuestra posición. Era cerbero, el gran perro de tres cabezas
-El viejo Tres Caras está hambriento-comentó Caronte. Su sonrisa se volvió esquelética a la luz verde-Mala suerte diosecillos-
la barca se posó sobre la arena negra. Los muertos empezaron a bajar. Una mujer llevaba a una niña pequeña de la mano. Un anciano y una anciana cojeaban agarrados del brazo. Un chico, no mayor que yo caminaba arrastrando los pies. El corazón se me partía de solo verlos.
-Te desearía suerte, muchacho-dijo Caronte dirigido hacia Percy-pero es que ahí abajo no hay ninguna. Pero oye, no te olvides de comentar lo de mi aumento-Contó nuestras monedas de oro en su bolsa y volvió a agarrar el remo para luego desaparecer en la lejanía
-bien, ya estamos aquí. No podemos hacer otra cosa que avanzar-comente con las manos juntas frente a mi
Así nuestro camino hasta el castillo del rey del inframundo comenzó