Después de que Fletcher recibió la desastrosa noticia, se volvió loco.
La adrenalina llegó a su cuerpo de golpe y lo hizo volverse irracional.
Encendió el auto y aceleró, dejando a todos abandonados y desconcertados. Nadie tuvo tiempo de reaccionar, simplemente vieron el auto del alfa alejarse a toda velocidad y perderse entre la oscuridad del camino.
Dentro de esa oscuridad penumbral, lo único que resalta con fuerza; Es la luna roja, que produce un brillo en rojo carmín y pareciera que todo el lugar se mancha de luz de sangre. Es como en una película de terror.
—Ha... Haa —Ante la reciente taquicardia que estremece su cuerpo, Fletcher jadea. Su corazón late como loco y golpea el interior de su pecho una y otra vez produciendo un poderoso sonido de tambor que resuena dentro de su cabeza.
Sus manos coloradas por la sangre seca se pegan al volante del auto y tiemblan ante la idea de ver a su pareja lastimada, está ansioso y cada segundo que pasa, sus pies desnudos pisan el acelerador importándole poco la velocidad a la que va, incluso si ir a 120 kilómetros por hora puede producir un choque y costarle la vida, no le importa.
Nada en este mundo importa más que Alex. Alex y su pequeño hijo son su mundo entero.
—Rápido, rápido, rápido... Rápido —Murmura y estalla en súplicas que no van dirigidas hacia nadie en particular. Solo busca canalizar su estrés y su ansiedad. Incluso si está a unos minutos de la mansión Raxton siente que aquel tramo, de apenas unos cuántos kilómetros, es una eternidad.
Mira a través del espejo retrovisor y puede ver claramente como los convoys con su equipo le siguen a unos cuántos cientos de metros de distancia. Buscan llegar primero que su alfa para empezar a despejar el perímetro.
Saben que su alfa está alterado. Irracional, incluso ellos que han sido padres y esposos, saben bien cuál es la angustia de pensar en jamás volver a ver a la persona que amas. Es un sentimiento que te carcome desde adentro y le hace sentir pequeño.
El miedo y la manera en la que se llega a sobre pensar en esas situaciones es igual a pelear contra un enorme animal furioso que no ha probado bocado alguno en semanas. Simplemente, te destroza y te engulle.
El auto acelera cada vez más y más con cada segundo que pasa, Andrey se altera también; Solo puede ver a la distancia como las luces traseras del auto se vuelven pequeñas a medida que se aleja. Fletcher realmente perdió los estribos y su auto amenaza con chocar y producir un accidente.
Él, como encargado de la seguridad del alfa y la manada, simplemente no sabe qué hacer.
Tocan el claxon y buscan hacer que Fletcher se detenga. No puede simplemente llegar a toda velocidad desde la oscuridad en dirección a la mansión Raxton, lo pueden ver como un enemigo, hasta incluso como un ataque terrorista.
Si los Raxton se encuentran en la mansión, lo más probable es que la seguridad ya esté allí, ellos podrían simplemente disparar contra el auto de Fletcher y decir que fue en defensa propia.
¡No sé pueden permitir perder a su alfa!
—¡Por un puto carajo, Fletcher detente! —Exclama Erick, incluso si sabe que su amigo no lo escuchará. Frustrado, golpea el tablero del auto con el puño con la suficiente fuerza como para quebrar el tablero —¡Acelera, debemos alcanzarlo rápido!.
Y el hombre que conduce pisa el acelerador.
Andrey, por su parte, hace lo mismo mientras maneja y toca el claxon una y otra vez de manera escandalosa, tratando de llamar la atención de Fletcher.
Fletcher simplemente no se detuvo.
Llegó hasta la mansión Raxton y condujo hacia la reja de color negro que daba acceso hacia la pequeña residencia en la que se hospedaba. La reja está cerrada y no hay nadie custodiando la caseta de seguridad, que pudiera abrir la reja desde adentro. Incluso a simple vista se podía ver una cadena de metal de un grosor muy grande aprisionar la reja para que no pudiese abrirse.
Es estúpido pensar que una cadena tan gruesa puede evitar que Fletcher cruce.
El alfa dobla su cuerpo y se gira para observar que hay detrás del auto, cuando ve que la respuesta es; Nada. Pone marcha en reversa y se detiene justo frente a la reja a unos diez metros de distancia. Luego, sin importarle el escándalo, o las repercusiones, acelera.
El auto se estampa contra la reja de metal a una velocidad impresionante y la derrumba de un solo golpe. Sin detenerse, avanza y sigue su camino mientras ve lo que la reja que pesa más de cuarenta kilogramos provoco; destruyo el parabrisas casi en su totalidad, dejando una infinidad de marcas de golpe, al igual que el techo del automóvil se hundió y mientras avanzaba la reja calló al suelo, no sin antes dejar rayones y abolladuras en distintas partes.
Pero nada de eso importa.
Cuando está cerca de la residencia, se detiene abruptamente haciendo que las llantas del auto patinen y produzcan un sonido de rechinido.
Dejo el auto encendido y las puertas abiertas al momento de bajar a toda velocidad, importándole poco que recién había recibido un disparo. Si no le importo el hecho de que estaba herido, menos el hecho de haber destruido una reja o su auto, e incluso mucho menos le importo dejar el auto encendido.
Todo su enfoque estaba en Alex. Todo.
—¡Alex, Alex! —Exclamo con todas sus fuerzas al llegar y aproximarse a la residencia.
Desde lejos se podía sentir un aura escalofriante; La luna produciendo luz roja, el olor a sangre en el aire, la residencia, escondía entre los árboles de abeto y cedro que crujen y chillan cada vez que el viento los nueve, incluso pareciera que se burlan y se ríen de su desgracia. Es aterrador.
Cuando llega cerca de la entrada se da cuenta de algo aún más aterrador que el simple color de la luna o la oscuridad; La puerta de metal ha Sido derribada.
Fletcher trago saliva y sintió todos sus músculos tensarse de golpe.
—No... No, no, no, no, por favor, no —Murmuro en un estallido de ansiedad, sintiendo sus ojos amenazando con llenarse de agua. Realmente no entiende que clase de maldito monstruo ha derribado una puerta de metal que ha Sido diseñada para casas de seguridad.
La fuerza tan abrumadora con la que ha Sido derribada y las manchas de sangre alrededor del marco de la puerta lo hacen sentir náuseas.
Se le revuelve el estómago y tiembla sin control cada vez que se acerca más y más. Tiene miedo, tiene demasiado miedo de lo que pueda llegar a ver.
—¡Alex! ¡¿Alex estás allí?! —Grita con temor en su corazón mientras llega con zancadas grandes hasta la entrada de la puerta.
Allí, se topa con la primera desgracia; Kin.
El joven Omega que prometió cuidar de Alex se encuentra recargado entre el suelo y la pared, sobre su cuerpo hay una cantidad increíble de sangre que se extiende y mancha el suelo y no hay nada más que un simple pedazo de playera que Kin se quitó para usarla como gasa y hacer presión sobre la herida. Pero la prenda está totalmente llena de sangre y Fletcher no sabe qué hacer.
Lleva sus manos hacia la prenda empapa y con cuidado trata de levantarla para ver a lo que se enfrenta; Hay un poderoso rasguño que ha rasgado el pecho del joven de una manera aterradora.
Fletcher traga saliva y siente como se le forma un nudo en la garganta a tal punto que siente que ya no podrá respirar al sentir un olor a Feromonas tan fuerte que incluso lo hace sentir mareado. Las Feromonas son fuertes, violentas y agresivas, son totalmente mortales.
—¿Estás bien? ¿Qué paso? ¿Puedes hablar?! —De la boca de Fletcher salieron palabras temblorosas que amenazaron con romperse en cuanto llegaron a su garganta.
—Lo siento... —Murmura, el joven Omega con los ojos llenos de lágrimas.
Sabía que algo malo había sucedido, y ver a Kin en el suelo allí, desangrándose desde el pecho, confirmo sus sospechas. Siente que ya no puede con la angustia y el dolor, se está doblegando ante el miedo, un miedo que jamás había experimentado antes.
Le hace sentirse como un niño pequeño incapaz de controlar sus emociones.
—Perdón por no haberlo podido proteger —Murmuro con la voz rota y de sus ojos brotaron lágrimas que encapsulaban todo su dolor.
Brisa marina brotó de sus ojos en forma de gotas y escurrió por sus mejillas como ríos, luego, simplemente cayeron en su clavícula y se diluyeron con la sangre de su pecho.
—Prometí que lo cuidaría...
Exclamó con culpa tratando de secar un río de lágrimas que no paraba de correr.
—Lo siento, de verdad lo siento —Cada palabra que salía de la boca de Kin, hacía que Fletcher se sintiera más y más impotente. Si Kin lloraba tan desconsoladamente le hacía creer que Alex estaba muerto y realmente no quiere pensar en eso. Él no considera eso como una posibilidad.
—¿Dónde está él? —Pregunto mientras observaba la sangre fluir desde el pecho del Omega. —¿Él está bien? ¡Dime por un carajo dónde está Alex!
Exclamó al sentir tanta frustración e irá que no se contuvo.
Cree que el golpe de estado también puede estar guiado hacia él y que alguien vino a matar a Alex como advertencia. Cree que lo mataron por su culpa. Él lo trajo, él lo dejo solo, él lo expuso. Todo es su culpa. Y ya no puede retener sus sentimientos. Está descarrilado.
—Él huyó hacia el bosque... P-pero luego... Luego e-el grito muy fuerte...
Mientras habla y trata de explicar la situación, hipidos se apoderan de su llanto y lo hacen tartamudear de una manera alarmante, hay momentos en los que le falta la voz y el aire y se pone muy nervioso y asustado.
—Cua... Cuando quise levantarme me desmayé... Yo... ¡Lo-lo siento!
El pánico puede verse en sus ojos.
Y mientras sigue tratando de averiguar que ha sucedido, Andrey, Erick y los refuerzos llegan, incluso los acompaña Dahra.
Este último se aproxima con rapidez a auxiliar a su pareja, se arrodilla junto a Kin mientras Fletcher se aleja sin dejar de mirarlo. Quiere que le diga más, quiere saber dónde está Alex, pero nada que le pudiera servir como información, salió de la boca del Omega.
—Cariño, ya estoy aquí, estoy aquí, lamento, haber tardado, perdóname, perdóname... —Al alfa mayor se le hacen agua los ojos al ver a su pequeño Omega rebelde, tan indefenso y lastimado. Jamás lo había visto de ese modo; Tan vulnerable y asustado.
Siempre es alguien rebelde, con el orgullo de un alfa. ¿Qué ha sucedido con ese Omega con complejo de superioridad?
—Amor, mírame, mírame y no cierres los ojos, por favor no cierres los ojos —Decenas de palabras y súplicas son murmuradas mientras Dahra hace lo posible por auxiliar a Kin, incluso el equipo médico de la milicia se acercó a ayudar al Omega.
—Señor, necesito que se aparte —Exclamo uno de los miembros del equipo médico mientras le aplicaba los primeros auxilios a Kin.
—Por favor sálvenlo, se los suplico, por favor, por favor —Dahra suplico como nunca antes lo había hecho en su vida. Lloro y sintió que moriría de la preocupación. Su corazón se estrujó y deseo no haber conocido a Kin solo si así evitaría sentir tal dolor desgarrador que lo hace sentir chiquito...
—Está perdiendo demasiada sangre, necesita una transfusión urgente, Debemos llevarlo al hospital ahora, de lo contrario morirá...
En cuanto la palabra "muerte" salió de su boca, Kin convulsiono.
Su cuerpo se volvió rígido y después se agitó con fuerza.
La manera tan escandalosa en la que convulsiono provoco que Dahra comenzara a gritar:
—¿Qué están haciendo? ¡Hagan algo rápido, está muriendo! —Pero los médicos no podían hacer nada, ni sostenerlo, ni tratar de detener la convulsión, simplemente debían esperar a que está terminara y después tratar de transportarlo —¡Hagan algo!.
Grito con todas sus fuerzas hasta que sintió que su garganta explotaría. Creyó que lo siguiente que saldría de su boca sería una abrumadora cantidad de sangre, pero nada de eso, solo dolor y desesperación en su corazón.
—Amor... Mi amor, por favor, no me dejes —Como pudo, sostuvo delicadamente la mano del Omega mientras lloraba y temblaba del miedo ante la expectativa —Te lo ruego, resiste... Por favor, por favor...
No quiere perderlo...
—Fletcher, debemos buscar a Alex, no te distraigas —Murmuró Mark, su lobo. Viendo cómo Fletcher se ha quedado en shock. Está estático, perplejo e incluso está a punto de desmayarse de la preocupación, el dolor.
Mark, como siempre, ha estado viendo todo lo que sucedió desde que supo de Alex, simplemente no hablo por qué Fletcher no se lo permito, consiente o inconscientemente bloqueo el lazo y lo dejo sin la posibilidad de comunicarse.
—Rastreadores, úsalos —Exige Mark con total autoridad y solo así Fletcher sale de su trance.
—Sí...
Ver de cerca a Dahra gritar y sufrir, temiendo por la muerte de Kin, le hace recordar al mismo. Es un sentimiento que no se le desea ni a su peor enemigo.
Luego, vuelve a la jugada y se da la vuelta confiando en que el equipo médico lo resolverá.
—Andrey, utiliza a tus rastreadores y pídeles que busquen a Alex. Existe la posibilidad de que de algún modo haya huido hacia el bosque —Andrey asiente y rápidamente se da la vuelta y busca a sus dos rastreadores de confianza, los más experimentados en su campo.
—Foxtrot, Charlie, búsqueda y rescate. ¡Ya! —En cuanto dio la orden, los nombrados soltaron sus armas y se transformaron. Fue rápido y brutal, ni siquiera lo pensaron dos veces. Simplemente obedecieron.
Foxtrot es un lobo gris, el mejor alfa rastreador de la manada. Charlie es su complemento y quien tiene la puntuación perfecta en rastreo auditivo. Ambos son el olfato y la visión en carne y hueso.
—¿Por dónde comenzamos jefe? —Pregunto el Charlie mediante el lazo. Y Andrey hablo:
—Foxtrot, inicien buscando algún rastro de aroma en el lugar, huella, o indicio de hacia donde se pudo haber ido, luego sigan la pista —Los lobos asintieron y avanzaron hacia la zona donde estaba Kin, rápidamente sin necesidad de buscar tanto, percibieron varios aromas.
—Señor, hay rastro del aroma de un alfa dominante, un aroma muy fuerte y —Cuando se acercó más a la zona de puerta y olfateo la sangre de Decker que había manchado las paredes mientras embestía con brutalidad la puerta, cuando el fuerte olor a Feromonas entro en sus fosas nasales lo lastimo.
Foxtrot Chillo del dolor ante el ardor explosivo que le rasgo la garganta y le quemo los pulmones.
—Las feromonas son demasiado fuertes, pero se detienen aquí... —Gruño, mientras sentía como su estómago se revolvía y ardía desde el interior, las Feromonas de Decker lo hicieron temblar y doblegarse.
Es una Feromona altamente venenosa y mortal.
—Soldado concéntrate y busca el aroma de la luna —Exclamo Andrey sin paciencia, cada segundo que pasaba era un segundo menos que posiblemente le quedaba de vida a Alex.
Fletcher se mantiene mirando, consiente o inconscientemente, tiene un tic nervioso y el talón de su pie derecho se levanta ligeramente y golpea el suelo de manera rápida.
Luego su paciencia se agotó.
—Esto tarda demasiado, ¡Al carajo! —Sin permitirles a los lobos seguir el aroma de Alex, Fletcher simplemente se adentró en el bosque.
Corrió entre los arbustos espinosos y esquivo las ramas de los árboles que amenazaban con golpearle el rostro cada vez que avanzaba más y más.
—Alex, ¿Dónde estás? —Grito con fuerza y siguió corriendo.
Foxtrot y Charlie lo siguieron de cerca luego de haber percibido el aroma de Alex. Corrieron unos cuántos cientos de metros y luego se desviaron mientras soltaban un aullido.
El aullido, que duró exactamente cuatro segundos, se detuvo abruptamente y luego concluyó con tres pequeños ladridos. Es la señal de "Aquí hay algo"
Fletcher no tardó mucho en llegar, y cuando lo hizo su estómago quiso expulsar bilis por su garganta.
Hay sangre... Hay una gran cantidad de sangre y líquido uterino en el lugar. La tierra combinada con sangre se volvió lodo y se puede ver claramente como si alguien hubiese forcejeado. Incluso hay arañazos en el suelo y los arbustos cercanos han sido arrancados desde la raíz.
Fletcher no sabe que pensar, el simple hecho de que haya sangre de Alex lo vuelve loco.
—¡Sigan buscando! —Exclamo el gran alfa y los lobos olfatearon la sangre y siguieron corriendo mientras seguían el olor.
No fue hasta casi a un kilómetro de la residencia, que finalmente lo encontraron…
Casi al borde de una pequeña zona despejada, se mantiene sentado sobre sus piernas, mirando la brillante luna frente a sus ojos. Extiende su mano como si pudiese tocarla y sonríe.
—Te estuve esperando...
La luna roja brilla con fuerza y se muestra hermosa, es como si el color rojo le sentará bien. Pero, no dura demasiado tiempo así, y bajo la atenta mirada de Max, el evento lunar ha concluido y finalmente la luna comienza a regresar a su color original.
—Alex... —Con pasos temblorosos, el alfa se aproxima. Siente sus manos temblar y en su garganta hay un gran nudo que le prohíbe respirar con facilidad —Amor... ¿Qué haces aquí? ¿Estás bien?
Pregunto alarmado mientras se acercaba. Te tambaleó un par de veces ante el dolor en su abdomen y finalmente llegó junto a su Omega.
Se arrodilló, se dejó caer justo, por un lado, y llevo sus manos corrompidas hacia Alex, buscando recostarlo entre sus brazos.
—Cariño... ¿Cariño estás bien?
Pero cuando lo hizo, se dio cuenta de que algo muy importante faltaba.
—T-tulipán... —Los ojos del alfa se llenaron de lágrimas y luego su rostro se puso rojo y su mente se llenó de pánico —¿Dónde está...? ¿Dónde estás nuestro hijo?.
—Está allí...
Y de una manera macabra, señaló un lugar en el suelo dónde se veía la tierra removida y abultada.
—No sobrevivió...
La forma en la que lo dijo; Tan carente de sentimientos, con una voz tan fría, provoco que Fletcher lo desconociera. ¿Por qué Alex decía eso así? ¿Acaso no se sentía igual de desesperado que él?.
—¿Bromeas cierto? Hum... —Ante los nervios y el miedo, su voz salió como si estuviese escuchando un chiste; Burlona.
Sin esperar respuesta, se acercó hacia ese sitio en el suelo y comenzó a remover la tierra con las manos temblorosas y el terrible sentimiento de culpa.
¡Tiene que verlo con sus propios ojos, hasta que no lo vea no lo creerá!
—¡Detente! —Alex llegó rápidamente y alejo al alfa de un fuerte y empujón, era como si lo hubiesen empujado con toda su furia y enojo. Fletcher simplemente se tambaleó sobre sus rodillas y sus manos se alejaron de esa zona en el suelo —¡Déjalo, no lo toques, no lo toques, por favor! Ya déjalo... Ya...
La voz salió en un susurro de llanto y luego se echó a llorar sin control. La compostura que había estado conservando durante todo ese tiempo, se ha desvanecido.
Los ojos de Max se vuelven rojos en un instante y gruesas gotas de lágrimas salen de sus ojos. Su rostro se contrae de una manera inhumana y se muerde el labio con fuerza tratando de no ahogarse en llanto.
Todo ese tiempo en el que Fletcher no llego, estuvo en shock, incapaz de creer lo que había sucedido. Su mente no había terminado de procesar el incidente. Pensó que era un sueño.
Negó en su corazón la idea de haber perdido a su bebé. Negó la idea de haberlo visto marcharse...
—¡No está, no está, no está, ya no está! —Grito mientras hacia sus manos, puño y los estampaba contra el pecho de Fletcher una y otra y otra vez. Está desesperado, está destruido, no sabe cómo reaccionar ante lo que ha sucedido y lo único que puede hacer es hacer una rabieta.
—Hey... Alex —Aun en shock, Fletcher trata de calmarlo, incluso si él también se siente igual —Amor...
Pero las siguientes palabras simple se quedan atoradas en su garganta. Incapaces de salir.
¿Cómo puede ofrecer palabras de consuelo cuando él también las necesita? ¿Cómo puede decir que todo estará bien y que el dolor ya pasara, cuando en este preciso momento quiere morirse?
Es mentira.
Está mintiendo.
Esto no es real.
—¡Mi bebé, mi bebé Fletcher! Mi bebé murió —Exclamo en gritos desesperados mientras sus piernas peleaban y sus manos siguen golpeando el pecho del alfa con todas las fuerzas que tiene —¡Ya no está, ya no esta!
—Cálmate, Alex cálmate, por favor —Murmuro, incapaz de saber controlar la situación.
—Mi bebé, mi bebé, mi bebé —Dijo Max entre fuerte hipidos y se puso rojo.
Luego comenzó a hiperventilar.
Fue muy difícil para Fletcher ver a su pareja tener una crisis de ansiedad.
A Alex, la respiración se le fue de golpe. Es como si hubiese olvidado como respirar, inhaló e inhaló aire hasta que sus pulmones estuvieron llenos, pero incluso así, siguió inhalado, olvidó cómo exhalar y sintió que sus pulmones explotarían. Luego, su abdomen dolió con mucha fuerza y ardió, como le hubiesen revuelto los intestinos desde adentro provocándole una sensación de asco, su rostro simplemente se volvió rojo y sus manos se elevaron con rapidez hacia su rostro y se comenzó a arañar con desesperación.
—¡Alex, Alex, detente, por favor, detente! No hagas esto, por favor, te lo ruego —Ante la impotencia de no saber que hacer, Fletcher simplemente enrollo sus brazos al rededor de Alex y lo aprisionó con fuerza buscando evitar que se hiciera más daño.
Alex está arañando su rostro sin control, provocando heridas que sangran. Patalea con furia sin consuelo alguno mientras llora y llora a mares.
—Me duele mucho... Duele demasiado... —Murmuro entre hipidos y suspiros que salen de su boca —Duele...
—¿Dónde te duele? Tranquilo... Tranquilo la ayuda ya viene, tranquilo, tranquilo Shhh... —Y mientras el golpe de ansiedad comenzaba a bajar, Fletcher solo lo arrullo. Lo sostuvo fuertemente entre sus brazos y le soplo en el rostro buscando refrescarlo un poco, está empapado de sudor y lágrimas —Tranquilo... Eso es tranquilo...
El Alfa, incluso cuando su corazón está destruido y desgarrado, sigue consolándolo. De sus ojos bajan lágrimas y su garganta retiene el llanto que busca libertad.
—Perdón, perdón, perdón... —Murmuro Alex casi en estado de inconsciencia —Todo esto es mi culpa...
—No, no tienes la culpa de nada —Incluso cuando Fletcher no sabe de lo que Alex está hablando, lo consuela —Es mi culpa por haberte dejado solo... Perdóname, perdóname —El alfa le planto pequeños besos en la cabeza y siguió arrullándole hasta que Alex poco a poco se fue calmando y finalmente, con el último aliento lleno de cansancio, cerro sus ojos y durmió.
Quizás este inconsciente, pero ya estaba durmiendo y descansando, ya no sufría.
Fletcher se sintió aturdido por lo sucedido, jamás le había visto tan desesperado, tan roto y desconsolado. Luego observo el abdomen plano de Alex y sintió aún más dolor en su corazón.
Tulipán ya no estaba allí, ya no florecía de una manera hermosa. En cambio, simplemente se ha marchitado en un instante, dejando un gran vacío en su corazón.
—Andrey... Erick…—Cuando Alex callo en inconsciencia, Fletcher quiso levantarlo en brazos y no pudo.
Las grapas quirúrgicas que había puesto se salieron de su lugar y brotó sangre sin control.
—Ayu-
Después, sin poder soportarlo mas, también callo inconsciente.