De enfermo terminal a un vill...

By MariGuanaChan

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Jiang Cheng vivió gran parte de su vida intentando complacer a otros, sólo para recibir migajas de amor de su... More

El Maestro de los tres Venenos
Sólo he tenido a Jiang Jingyi conmigo por un día y medio...
Lo que suceda en Caiyi, se queda en Caiyi (Preludio del desastre)
Voy a la conferencia a darlo todo... pero sale mal. (No es clickbait)
Adiós a todos, los recordaré en la terapia.
¡Xichen! ¡¿Acaso eres idiota?!
Ugh, este necesita terapia.
Lo único que entendí fue:

Se le acabó la gasolina a mi espada

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By MariGuanaChan

Cuando Wei Wuxian cumplió 10 años, Jiang Fengmian le regaló una visita a un parque de diversiones; por supuesto fueron sólo ellos dos y cuando Yu Ziyuan se enteró, le gritó tan feo al imbécil de su esposo que terminó en el hospital a causa de una amenaza de embolia. Jiang Cheng no supo mucho de ello, pero más tarde se enteró que su madre estuvo a punto de pedir el divorcio, pero el hombre le prometió hacer algo bueno para sus propios hijos cuando fueran sus cumpleaños.

Cuando Yanli cumplió 15, le regalaron un viaje a Mónaco y a Jiang cheng, cuando cumplió 10, su padre, el imbécil de su padre, se le ocurrió llevarlo a una conferencia de negocios, alegando que era importante para él conocer el negocio familiar, y tenía que acostumbrarse a lidiar con sus futuros socios y proveedores, porque su madre había obligado a su padre a llevarlo. Él, a la edad de diez años esperaba, aunque fuera, pasear con su papá, no verlo desde las sombras cómo cerraba contratos millonarios mientras se olvidaba de él y de esa fecha en especial... Imaginen su decepción, cuando descubrió más tarde, que al hombre se le había olvidado su cumpleaños.

Eso, por supuesto que fue tema de conversación de muchas sesiones con su psicóloga, porque no fue la primera y única vez que el viejo Jiang Fengmian hizo algo así, sin embargo, Jiang Cheng podía verlo con diferente perspectiva ahora, una más adulta que tomó años de terapia, y que ahora le permitía decir con tal tranquilidad y paz: Jódete Jiang Fengmian, gracias por nada.

Ahora, si bien seguía pensando que su padre bien podría estar en una estanque lleno de serpientes y escorpiones, y él estaría quitado de la pena; lo cierto es que si aprendió algo de todas esas conferencias y reuniones aburridas, y eso fue no explotar cada vez que tenía que lidiar con algún imbécil que, por alguna razón, parecía sentirse superior y con el total derecho de juzgar hasta el suelo por el que pasaba. Jiang Cheng aprendió el fino arte de no rodar los ojos como una bad bitch cada vez que escuchaba alguna estupidez salir de la boca de alguna persona así; pero ahora estaba haciendo un trabajo titánico al intentar no mandar al emisario del clan Gusu a decapitar por insolencia (porque eso sí podía hacerlo, ¿verdad?), por el contrario, estaba sentado en su trono, en el famoso salón de armas, mientras ese delgado eunuco de bigote de chivo se sentía con el derecho de abrir la boca en un clan ajeno, frente a un líder conocido por desatar su furia con la más mínima ofensa.

Al menos el discípulo atrás suyo tenía la decencia de lucir avergonzado.

-Un líder siempre debe estar preparado para recibir visitas y mostrar lo mejor de sí... y de su clan... -Cuál socio minoritario creyéndose gallina de huevos de oro, el eunuco levantó el cuello, mirando con mal disimulado desdén, oculto en clases de etiqueta, con una mirada clásica de alguien que le iba a doler tanto el golpe al caer de su destartalado pedestal. No podía verlos, pero los guardias en la entrada, y la famosa araña que lo custodiaba a su lado, estaban a dos insultos más de saltarle a la yugular y de verdad tenía que intervenir antes de que alguno de ellos le hiciera perder cara o algo peor...

-¿Y a ti qué? -Murmuró Jiang Cheng distraído, pensando que hablaba con algún imbécil de su época, donde después de ser desheredado ya no tenía que guardar apariencias. El emisario graznó un "¿Disculpe?" agudo e indignado, como si tuviera el derecho, el discípulo trás él se puso pálido, y sus guardias abrieron los ojos y se pusieron en defensa, seguro para detenerlo por si quería lanzarse a arrancarle la cara al viejo idiota frente a él. Por los dioses, estaba hastiado, con una mano se daba masajes en sus sientes, casi derretido en su asiento, con las túnicas púrpura de dormir mal puestas, descalzo y con su cabello amarrado en una maltrecha trenza la cual, aún tenía algunas hojas debido a su aterrizaje forzoso que lo llevó a esa penosa situación.

Le dolían partes del cuerpo que no se imaginó que le dolerían.

Jiang Cheng había despertado de nuevo en la habitación de set de drama xianxia, con las mismas malditas túnicas púrpura y en el mismo cuerpo fornido... oh vaya, y no estaba muerto. El pobre hombre volvió a la cama, pataleó, gritó desesperado y cerró los ojos, obligándose a dormir (siendo ignorado por todos en el exterior); sólo para descubrir de nuevo que su destino no sólo había cambiado, sino que ahora tenía que interpretar a un puñetero villano de cuarta, que sólo había salido esporádicamente para hacer ver a los Lan como nobles criaturas celestiales y criar al final boss también.

Jodidos.Gary.Stus. Si pudiera evitarlos, ni siquiera los tendría en sus pensamientos.

Bueno, si ya le habían dado una oportunidad (aunque él le llamaba una putada de primera), iba a hacer lo posible por aprovecharla... y el primer plan para hacer eso era precisamente, no morir, no de nuevo.

Así que, en fin, lo único que se le venía a la cabeza era hacer las cosas bien, ¿no? Cambiar el destino de un personaje era popular en otras novelas de transmigración, y el protagonista transmigrado siempre hacía un repaso por la vida del personaje con el fin de hacer cosas de forma diferente; por lo general todo le salía mal, planeaban una cosa y les salía otra completamente diferente; pero eso era parte de una trama irreal.

Jiang Cheng tenía conocimientos verdaderos y no salidos de un libro que se desenvuelven en función a una trama absurda, él no caería en ningún error; además, y haciendo un análisis del personaje, no tenía contacto con ningún otro clan, salvo el hijo de Lan Xichen, tal vez podría regresárselo y ya, todos contentos, cuello salvado. No sería difícil evitar la muerte, ¿verdad?

Había estudiado, muy a su pesar, administración, finanzas y algo de relaciones públicas porque, según su madre, eso era lo que debía hacer un señorito heredero, y no jugar ni pensar en tonterías como sus hermanos. No, tenía que poner en alto el apellido Jiang y los negocios que se sostenían con esa reputación intachable. Pues vaya, al diablo con las acciones Jiang, no podía hacer nada por ellas estando muerto; pero bien podía hacerse cargo de un clan; tendría que leer algunos libros de contabilidad, ver registros de incidencias y el tributo que el pueblo le daba mes con mes, tal vez podría dar un paseo por ese pueblo y ver cómo se desenvolvían las cosas allá, tampoco le iría mal en ir a fisgonear un poco los campos de entrenamiento del clan Yunmeng Jiang, que en la novela, describían como pequeños infiernos en la tierra, donde salían guerreros sanguinarios sin temor a la muerte. Si,si, si, muy impresionante y todo, pero Jiang Cheng tenía trabajo por hacer, nada más tendría que salir de su habitación e ir a la oficina del líder Sandu para poner en marcha su plan.

Sólo tenía un único problema, un obstáculo a vencer: la vieja sanadora.

La maestra Yu Zhan, una anciana traída desde las tierras de la madre del villano, con una inteligencia y habilidad en su trabajo, y al igual que una ferocidad inquebrantable al tratar con su líder, ambas cualidades equiparables a la lealtad al clan Jiang, o bueno, eso era lo que había averiguado gracias a los chismes y pequeñas conversaciones de los guardias que día con día se paraban frente a la puerta de sus aposentos y que lo tenían en arresto domiciliario, porque en la novela no mencionaban algo que no estuviera relacionado al Clan Gusu Lan.

Agh.

Aun así, Jiang Cheng no tenía mucha información de su entorno. Según el cielo y las rutinas de sus alimentos, (demonios, extrañaba su smartphone), habían pasado dos días desde su renacimiento, o transmigración en lenguaje coloquial de internet, dos días donde se enfocó en aceptar su nueva realidad (o resignarse, pero bueh...), planear lo que iba a hacer una vez que saliera (entre esos planes, estaba darse un baño). Pero las situaciones en sí eran algo difíciles de premeditar, aún no sabía en qué momento de la novela había caído, y la gente a su alrededor era bastante ambigua con sus respuestas, del mismo modo, no era como si sus discípulos o sirvientes quisiesen pasar tiempo de calidad a su lado contando chismes como si fuesen amigos de toda la vida.

Pero aun así, era extraño ese silencio y ausencia. Sobre todo, teniendo a un niño pequeño con bastante libertad (o valentía) para rondar en los aposentos personales de un Líder tan impredecible como Sandu Senshou.

Al parecer al pequeño Lan Jingyi le habían prohibido la entrada o que se acercara a la habitación, y debía ser por algo serio porque cuando le preguntó a uno de los discípulos que le había entregado la comida por el paradero del niño, el hombrecito se puso pálido e irguió su postura, sólo para decirle que "el joven maestro continúa con sus tareas de forma diligente, líder Jiang."

Ok, eso era raro y debía indagar, quería ver más de cerca al pequeño con cara de malvavisco y futuro homicida en masa, sin tener que desmayarse después, pero primero, tenía que salir de ahí.

Y para eso debía usar su inteligencia.

En su antigua vida se había acostumbrado a las rutinas después de abandonar su hogar, su madre decía que las rutinas eran de gente débil y tonta, pero, por el contrario usaba las rutinas de su padre y de otros para usarlas en su contra; al principio pensó que estaba loca, y sí, un poco, pero más tarde comprendió el enorme poder que tenía, porque lo bueno de las rutinas, era que podrías sacarles provecho cuando quisieras.

Y bueno, las rutinas de los clanes de cultivación eran bastante monótonos y predecibles la verdad, los discípulos que le cuidaban tenían dos cambios en la jornada, dos en la mañana, que cambiaban en la tarde para que cubrieran el turno de la noche; pero antes, solían darse un par de sichen de descanso antes de que llegaran los nuevos guardias a custodiar sus puertas. Un punto ciego que él estaba más que dispuesto a aprovechar. Ni siquiera se molestó en cambiar sus túnicas interiores o cubrirlas, tampoco se preocupó en buscar algún tipo de calzado; el sol de la tarde comenzaba a pintar el agua cristalina de una manera deliciosa y cálida, de seguro todos los discípulos, guardias y sirvientes estarían finalizando sus actividades diarias antes de ir, agotados, a los comedores comunitarios a tomar su cena, así que Jiang Cheng consideró lucir lo más simple para evitar llamar la atención.

Logró atravesar el ventanal de la habitación y sus pies se regocijaron al tocar la madera húmeda de los puentes que conectaban todas las habitaciones del clan; la brisa fresca del río también golpeó su rostro y el aroma a lotos inundó sus fosas nasales como un recordatorio lleno de emociones mezcladas. El símbolo del loto también había sido el emblema de la familia Jiang en su primer vida, y estaban muy presentes en su vida, tanto en sus comidas como en los estanques que adornaban en la mansión familiar; claro que, la única diferencia que Jiang Cheng sentía entre los lotos que tanto recordaba y en el paisaje que estaba descubriendo, era que los últimos no se sentían como una prisión.

Así que, se tomó la molestia de caminar con una libertad que antes no había sentido. La marea tranquila del agua golpeaba los postes de madera que sostenían los puentes, dando una sensación de calma que el hombre no pensó que sentiría; la novela no había descrito de forma concreta la gran mayoría de los clanes, por lo que todos los fans asumieron en comentarios o fanarts, que Yunmeng Jiang era un lugar contaminado y vicioso, con aguas rojas por los cadáveres flotando, y donde los que aún vivían luchan por sobrevivir; pero Jiang Cheng percibía la vida a su alrededor y debajo de él, llenándolo de una dicha que sólo le recordaba al momento justo donde llegó al pueblo que lo acogió con calidez.

Con los ánimos renovados siguió caminando, a lo lejos podía escuchar las aves cantando, y un par de chapoteos en el agua, que, tal vez le hicieron distraerse un poco, porque cuando escuchó un par de gritos al unísono, se dio cuenta que ya estaba más cerca de los campos de entrenamiento. Curioso caminó sin mucha prisa, y de nuevo quedó sorprendido, otra vez, la novela no había hecho justicia a lo que veía. Los demás clanes contaban historias sobre los terribles que eran los entrenamientos en Yunmeng, con discípulos agotados por las jornadas, entrenando bajo baldosas manchadas de sangre y entre cuerpos consumidos por el cansancio. Pero lo que se presentaba ante los ojos de Jiang Cheng era indescriptible.

Si, habían discípulos, niños entrando en la adolescencia, de distintos tamaños y géneros, con la frente perlada por el sudor, jadeando del ejercicio pero sin traumas, sin golpes, y sin el olor a sangre rodeandolos. Un escenario diferente al que esperaba con algo de angustia que desapareció tan pronto como vio tal panorama, y según los datos curiosos que el autor llegó a colocar como capítulos extra, esos de ahí eran jóvenes superando la formación de núcleo y ahora entrenaban con sus recién adquiridas espadas. Pero no lo hacían solos, frente a ellos, en un estrado estaba una mujer de porte imponente, de túnicas ceñidas, espalda erguida y expresión ruda, con una espada colgando en su cadera y con las manos tras su espalda simulando una postura militar. Un porte así, sólo podía tratarse de las infames arañas de Meishan Yu, antiguas asesinas protectoras de las herederas Yu, ¿qué hacía una allí jurando lealtad a un varón? Jiang Cheng quería saberlo, pero eso sería después porque vio que al lado de la araña, estaba el pequeño Jingyi, con su pequeño traje púrpura de entrenamiento, imitando la postura de la araña, o por lo menos simulándola, porque Jiang Cheng logró ver que daba pequeños saltitos inquietos, como todo niño que sólo desea correr, aunque Jingyi luchaba por lucir tan imponente como esa mujer, con su cara de bebé y su ceño fruncido, adorable hasta la médula.

Jiang Cheng se ocultó tras unos pilares, lanzando miradas que iban desde la araña y el pequeño Jingyi en el estrado al entrenamiento y a los discípulos siendo tan diligentes, algo cansados pero sin dejar su postura de defensa o de ataque; no había una precisión marcada en los movimientos, pero eran fluidos, siendo que los que empuñaban la espada lo hacían sin temor alguno. Pronto, la araña lanzó un par de órdenes para romper la formación, bajando del estrado caminó junto con Jingyi justo al centro del campo, atrayendo la atención de todos a su alrededor.

-¡El Líder Jiang estará complacido con sus avances! - "Pues acabo de verlos, pero si, lucieron fenomenales, felicidades." Jiang Cheng le aplaudió a esos chicos en su corazón, mientras que la araña seguía con su discurso, ajena a las tonterías que pensaba ese joven moderno. -Hoy es un día importante, sus núcleos se han formado, por lo que el siguiente paso es aprender a controlar su Qi, para volar con sus espadas.

El coro extasiado de los discípulos fue tal que Jiang Cheng vio como el cansancio desapareció de esos jóvenes rostros, pero la verdad es que él también estaba emocionado. Cuando había leído por primera vez, que los cultivadores se desplazaban en espadas se rió tan fuerte que su casera tuvo que ir a callarlo de forma educada, pero esa diversión burlona le duró al joven un par de días; es que, habiendo cualquier manera de transporte que inventarse, justo tenía que ser con espadas. Y cuando lo vio con efectos baratos en la televisión pensó que más ridículo no podía ser. ¡Qué incómodo!, ¡Qué poco práctico!, ¡Qué anticlimático!

Pero ahora que tenía enfrente el secreto de cómo lograr hacer eso no iba a perder la oportunidad. Porque iba a probar cómo era volar con la espada y eso no era una sugerencia! ¡por más ridículo que eso sonara, su mente solo gritaba una y otra vez: "¡Quiero intentarlo!"!

Así que, casi tan emocionado como los pequeños discípulos habían estado, observó a la araña explicando de forma diligente el método adecuado. Jiang Cheng sonrió al ver a Jingyi también concentrado con sus ojos enormes observando a la araña hablar, casi saltando en su lugar ante la idea de lo emocionante que sería cuando a él le llegara el momento. La araña explicó que cada uno debía hacer correr su qi, como si fuese agua cuando nadaban en el río, también pidió que se concentraran en externar esa energía hacia la espada y solo la espada, y sólo así, la espada podía elevarse y soportar el peso.

Con asombro vio que la mayoría de los niños podían elevar su espada sin problema, pero la parte de montar la espada elevada era otro tema. Cuando lo intentaban, la espada no resistía y caían de nuevo, pero esos discípulos, ah tan diligentes y testarudos, siguieron intentando, una y otra vez; hasta que una jovencita logró elevarse unos metros antes de caer. Por supuesto que recibió halagos de sus compañeros y unas palabras de aliento de la araña

-Wow, increíble. -Jiang Cheng se lo dijo de corazón a aquella jovencita, distraído ante tal muestra de fuerza y voluntad, pero eso fue suficiente para llamar la atención y un jadeo colectivo de los discípulos vino en cuanto notaron su presencia, parado detrás del pilar como un fisgón. Los jóvenes hicieron de inmediato una formación para saludar al rudo líder en una reverencia colectiva, al estar en etapa de formación no habían lidiado de primera mano con el famoso Sandu Senshou, a quien su reputación le precedía, algo suficiente para hacer sudar a esos chicos ignorantes, quienes también estaban algo ansiosos por levantar sus miradas para admirar al hombre que había creído en ellos.

-¿A-die? -Sin embargo, el pequeño Jingyi sorprendido ante su presencia, no sólo no saludó, sino que intentó acercarse a él, hasta que la mujer lo colocó tras su cuerpo, como si quisiera protegerlo de él. Qué extraño, pensó Jiang Cheng, antes de darse cuenta de la atención no deseada que estaba recibiendo.

-¡Líder Jiang! ¿Qué hace aquí afuera? -Dijo amenazante la araña, aun protectora ya no sólo de Jingyi, sino de los demás jóvenes, sin dejar de mirarle. Ya, iba a ignorar eso, porque no le gustaba el tono de la mujer, ese que le decía que iban a encerrarlo por una semana, era hora de huir Jiang Cheng.

Ignorando los llamados que probablemente se convertirían en regaños, corrió de vuelta a su habitación. Cuando llegó hasta ahí, tomó la espada que estaba colocada de forma solemne en un estante frente a su cama, había tenido dos días admirando esa reliquia y apenas ahora le había perdido el miedo (y el asco, porque igual y tenía sangre de sus enemigos ahí), y corrió lejos del campo de entrenamiento a un lugar más despejado, no iba a volver a donde estaba la araña y el niño que le llamaba padre. (No lo diría en voz alta, pero eso le hacía querer chillar en un rincón de lo tierno que le parecía).

Ahora tenía una misión, y era volar en una maldita espada antes de que volvieran a atraparlo. Dio con un pabellón con un espacio abierto que bien le serviría para su propósito, vamos, no podía ser tan difícil, si la joven con un núcleo recién formado se había elevado esos metros, un hombre con una base de cultivo más que establecida podría lograr una mejor hazaña.

Ha, a Jiang Cheng se le olvidó que no era el favorito de los dioses.

Logró con éxito concentrarse en circular el qi por sus meridianos, pese a que fuera la primera vez intentándolo, pero podría describir el proceso de concentración de energía similar a los ejercicios de respiración que su psicóloga le había recomendado hacer para lidiar con los ataques de ansiedad. Sólo tenía que sentir la respiración y la energía fluía desde su pecho hasta todo su cuerpo, y cuando la tenía focalizada, se podía dirigir a la espada.

Jiang Cheng desenvainó la espada y al verla en su mano, por fin se dio cuenta de lo bella que era. La empuñadura era una joya preciosa color rojo, no sabía exactamente qué piedra era, pero lucía imponente; el mango estaba recubierto de un cuero pintado de púrpura que simulaba la piel de una serpiente, y por si fuera poco, también tenía ornamentos en forma de dos serpientes sosteniendo la afilada hoja de acero que brillaba con el sol naranja reflejándose en su superficie.

Era una verdadera obra de arte y, joder, Jiang Cheng no pudo ocultar su prisa por montarse en esa espada y verse tan imponente como lo era el personaje en la novela. Sin esperar más, puso la espada en el suelo y la pisó sin saber muy bien qué hacer, sus pies desnudos temblaron al sentir el acero frío, pero la energía comenzó a fluir hasta el objeto y como si lo hubiese hecho infinidad de veces, la maldita espada se elevó, no sólo soportando el peso del hombre sino que comenzó a moverse por el aire, y como si supiera qué dirección tomar, fue en dirección al campo de entrenamiento, con la araña, el pequeño Jingyi y todos los jóvenes discípulos que miraban asombrados al líder Jiang volar por encima de ellos, en sus túnicas interiores.

Fácil ¿no?, justo como andar en bicicleta.

Ha, Bitch you think... twice.

-¡LÍDER JIANG, BAJE DE AHÍ!

Escuchó la voz de la araña debajo de él, como una mamá a punto de golpear a su hijo por verlo haciendo algo indebido. Claro que, ignoró que la mujer le estaba siguiendo junto con el niño y los demás discípulos, porque estaba más concentrado intentando circular su qi por su cuerpo hacia la espada. ¡Porque claro! Jiang Cheng nació siendo un mortal en su primera vida y a dos días de su renacimiento a un poderoso líder de cultivo, nadie le dijo que después de una desviación que Qi, los meridianos se bloqueaban como una forma de protección al cuerpo enfermo y que tardarían, por lo menos, un mes en que su energía pudiera volver a circular correctamente.

Si, eso habría sido bueno de saber antes de que se me ocurriera hacer esta estupidez, pensó Jiang Cheng cuando sintió sus meridianos tan secos como la cara de su madre en sus peores días. El pánico fue peor cuando a la espada se le acabó la gasolina mágica y terminó por caer un par de metros hacia el suelo. Una caída que no iba a matarlo... si no caía de cara. A lo lejos y siendo espectadores impotentes de todo, la Araña suprimió un grito histérico, Jingyi se tapó los ojos y los jóvenes discípulos no pudieron evitar soltar un jadeo asustado. En fin, Jiang Cheng no era el favorito del karma eso ya es conocimiento de dominio público, porque claro, toda situación podía empeorar.

Ni siquiera se dio cuenta de lo lejos que estuvo del campo de entrenamiento hasta que se vio caer en los arbustos frente al pabellón de recepción, justo donde estaba su discípulo principal, siendo un muro inamovible ante la insolencia del viejo Lan, quien exigía una audiencia con él, ignorando la visible falta de respeto que estaba cometiendo.

Bueno, al menos le había dado algo de cara a su discípulo.

Sin embargo, por la premura del evento, Jiang Cheng no pudo regresar a su habitación, y por el contrario, al ser descubierto por el viejo barba de chivo, este volvió a exigir su audiencia, la cual ya no pudo ser rechazada. No por el respeto que el otro pedía, sino porque el hombre había visto el dolor en las expresiones de su gente, por lo que no le costaba nada, ni siquiera su poca dignidad, en despachar a esa comitiva Lan.

Lo que lo traía en la actual situación, teniendo la paciencia de un Lan (¡ay ajá!) para no levantarse y arrastrar al viejo Lan fuera de Yunmeng Jiang, por sus barbas.

Jiang Cheng, en el cuerpo del infame Sandu Senshou, respiró profundamente 3 veces consecutivas, justo como su psicóloga le había enseñado; porque era un Jiang mezclado con un Yu pero tenía las ventajas de la terapia con enfoque integral; y además, tenía a Yu Ziyuan como madre, estaba listo para lo que sea.

-¿Sabe? mi padre, el antiguo líder, alguna vez me dijo... -La voz baja pero imponente que pudo modular fue suficiente para atraer miradas hacía él, podía no lucir presentable, pero vamos, un hombre fuerte podía imponer su voluntad aunque estuviese desnudo, y, por fortuna, logró acallar las quejas del viejo frente a él. -Las lecciones se deben dar en casa, a puertas cerradas... y no donde tu cuello está expuesto. Usted me entiende, ¿no?

Era mentira, no conocía al antiguo líder Jiang y su padre ni lo miraba, ¿cómo iba a darle un consejo?, pero eso nadie tenía que saberlo. Vamos Sandu Senshou, el show comienza, haz tu magia asustando a todos.

El viejo, no sólo comprendió la gravedad de esas palabras, sino que agitó las mangas visiblemente agraviado, al tiempo que se acercaba con pasos pesados a una distancia poco segura para él, y ofensiva para los verdaderos nativos del lugar. -¡¿Es una amenaza la que está insinuando, Líder Jiang?! Porque yo... - De pronto el viejo se calló la boca, como si se hubiese mordido la lengua o si le hubiesen lanzado el famoso hechizo silenciador a su lengua afilada y venenosa. La tensión podía sentirse en el ambiente, los guardias y la araña tomaron las empuñaduras de sus espadas, dispuestos a responder cualquier ofensa, pero estuvieron atentos los ojos afilados de su líder que no se despegaron del hombre, como una fiera acechando a su presa.

El poderoso Sandu Senshou no sólo no se amedrentó por la supuesta clara amenaza viniendo del viejo, sino que mantuvo su postura desenfadada desde su asiento, con una sonrisa condescendiente señaló al hombre viejo que, sostuvo su aliento, sintiendo que su vida peligraba, aun si el hombre peligroso que tenía enfrente, no portaba una espada. - Claro está que yo agradezco un buen consejo de quien venga, sólo que, no sé a quien dedicarle el agradecimiento, no recuerdo haber escuchado su nombre...

Y no es que me interese, viejo sin qué hacer, pero... -Si mal no recuerdo, el Clan Gusu es conocido por poner delante sus modales antes que su espada, -Y menudos orgullosos hipócritas que resultaron ser 300 capítulos después. Pensó Jiang Cheng con irritación, antes de que su atención se dirigiera a "cierto" adornito tan familiar en el clan Lan. -Sino, ¿qué honor hay de portar esa cinta en su frente si no actúa como su Muro de la disciplina lo dicta?

Era una cálida tarde en la primavera de Yunmeng Jiang, y aun así, todos los presentes sintieron cómo la temperatura de esa habitación descendía un par de grados, lo suficiente para hacer al viejo eunuco Lan temblar. Éste volvió a agitar sus mangas, esta vez, para inclinarse en una perfecta postura de 90 grados, el joven de atrás le siguió segundos después, ante la atenta mirada de los presentes, quienes les brillaban los ojos, antes de ira, ahora de un orgullo mal disimulado.

-Mil... mil disculpas... que los cielos bendigan al Líder Jiang y su sabiduría. -el viejo Lan apenas si pudo escupir esas palabras, ocultó entre sus mangas su boca torcida por el disgusto al saberse humillado, por alguien que le echara en cara, la falta al muro de reglas tan sagrado. -Este se hace llamar Lan Feng, soy emisario directo del Gran Maestro Lan, el tonto niño tras de mi es sólo un joven discípulo.

Ajá, como si a esos niños Lan los dejaran salir de la montaña nada más para hacer un recado. Jiang Cheng, aun sin acomodar su postura en su asiento, agitó su mano de forma desinteresada, como si esa disculpa cayera en saco roto. -Si, si... ahora ¿qué trae por aquí al emisario directo Lan Feng a mi humilde clan?

-Oh, eso... -El viejo Lan, ignoró la burla implícita en ese comentario, deshizo de forma lenta su reverencia y volvió a erguirse, pero esta vez, tuvo cuidado de levantar la mirada, no quería volver a encontrarse con esos ojos de serpiente mirándolo. -Verá, Líder Jiang, la conferencia de cultivación de esta temporada se efectuará en el Receso de las Nubes, pero nuestro líder se percató que el líder Jiang no mandó su respuesta, de ahí nuestra presencia ante usted.

-Oh... -Sandu Senshou formó una pequeña "O" con sus labios, y recargó su mejilla en una de sus manos. Mientras, el viejo Lan Feng espió un poco, esperando ver algo de humillación en el rostro del hombre, o una pequeña chispa de ira, algo que pudiera darle las señales necesarias para advertirle a su Gran Maestro; pero sólo notó algo de desinterés y luego el entusiasmo más puro, como el de un pequeño niño.

Oh, oh... ¡Oh! ¡Esa maldita conferencia! ¡Recordaba ese momento en la novela! Así era como había iniciado toda la historia. Fue la primera vez que los líderes discutieron acerca del aumento de avistamiento de Yaos en tierras purificadas y el aumento de energía Ying en templos o lugares con energía Yang predominante, y donde el Clan Jin había insinuado el nacimiento de un cultivador demoníaco.

Por supuesto que todos se escandalizaron contra ese tema tan tabú, ¡oh, alarmante! ¡indecente!, Gusu Lan no tenía otras palabras para expresar su descontento ante la idea de que su purificación en el recinto antes ocupado por el clan Wen, el único clan capaz de controlar la energía Ying a voluntad, no había sido efectiva después de todo; y que ahora rondaba en la cabeza de todos la idea de que una nueva amenaza se estaba levantando en el mundo del cultivo. Oh sí, muy emocionante, muy épico todo... de no ser porque su personaje, el Sandu Senshou original, no fue a esa conferencia... y ese fue el primer clavo que se clavó en su tumba.

-Oh, si... la conferencia... -Ni tenía puta idea hasta hace unos minutos, pero conocía el guión, así que no sería tan difícil salir de ese pequeño percance... sólo pedía que el condenado viejo frente a él no quisiera buscarle pelea cada cinco segundos.

-Nuestro líder se preocupó por la falta de respuesta Lider Jiang, se tomó el tiempo para enviar a sus emisarios... -El viejo Lan Feng volvió a inclinarse con falso agravio. Su maravilloso líder, tan desinteresado y amable, preocupado por ese vicioso hombre descarado, sentado despreocupado, descalzo y sin mostrar vergüenza por angustiar a alguien superior a él.

-Nuestro líder sufrió una desviación de qi... tiempo después de recibir la invitación, por lo que no se preparó respuesta alguna. -De nuevo el viejo se quiso morder la lengua, escandalizado por escuchar una voz aguda que no venía del líder que tenía enfrente, sino al lado de él. La Araña, que antes había estado adoctrinando a sus discípulos (y la que casi tuvo un ataque al verlo caer), sólo dio un paso al frente, pero su presencia era suficiente para tomar la palabra en un lugar lleno de hombres a los que, sin problemas podría enfrentarse. -Es descortés que se asuma lo que no se conoce.

¿Quien le daba el derecho a una simple mujer hablar sin el permiso de su líder?!, Lan Feng lanzaría una carcajada victoriosa de no ser por sus reglas, oh, eso lo anotaría como evidencia de los salvajes que eran en esa secta. El eunuco estuvo a punto de escupir ante la falta de propiedad de esa mujer, cuando Sandu Senshou levantó su mano, en un, de nuevo, sencillo y desinteresado gesto para detener a su subordinada... pero sin ningún rastro de enojo o agravio. Era como si siempre lo permitiera.

-Agradezco tus palabras pero... aun tengo lengua y voz para levantar una defensa a mi favor. -Se escuchó un "disculpe, líder Jiang" por parte de la subordinada, al tiempo que se inclinaba hacia el hombre en el trono, ignorando deliberadamente a quien debía recibir esas disculpas, pero no era un tema que mereciera la atención de Sandu Senshou. -En efecto, como dice mi guardia, sufrí una desviación de Qi y apenas desperté de sus terribles efectos. Por fortuna, no afectó gran parte de mi cuerpo, salvo algunos retazos de mi memoria, que parecen estar difusos, usted comprenderá la gravedad de mi salud ahora, estoy seguro que el Líder Lan podrá perdonar mi retraso.

¡Ha! toma eso vejete, ahora también tenía una coartada que evitaría que todos sospecharan que había tomado el lugar de su líder. Eso fue muy listo de su parte, ¿no?

Jiang Cheng celebraba a su cerebro, por ello, no percibió la sorpresa en sus guardias y de su invitado. Una desviación de Qi no tenía esos efectos secundarios, a menos de que el individuo estuviese al borde de la muerte a causa de un descontrol tan potente de su energía. Qué valeroso, o qué estúpido había sido el Líder Jiang, al confiar su estado de salud a un total desconocido de una forma tan desinteresada.

Oh, oh ¿qué destino tendría ese clan con un líder cómo aquél?

-Así que, gran emisario Lan Feng... -La burla no fue tirada al aire, pero Jiang Cheng no esperaba externar una amabilidad sincera, -espero que puedan darme hasta mañana para escribir una respuesta con su sello y entregarla a tan distinguido miembro de la secta Lan...

"Ouch, ya déjelo Lider Jiang, ya está muerto", era lo que de seguro estaban pensando los guardias y La Araña, quienes ya tenían los labios rojos de tanto morderlos para evitar soltar la carcajada de sus vidas. Habían visto el rostro del viejo tomar todos los colores conocidos y ya iba por el morado,mientras que el pequeño discípulo a su espalda, ya era tan blanco que competía con sus ropas de funeral, pero parecía que su líder no había terminado. -Sólo pido que, adicional a mi respuesta, pueda indicarle a su líder que llegaré unos días antes de lo esperado. Como verá, no puedo volar aún, así que iremos a Gusu por agua. Entonces, solicito, como gesto de buena voluntad, que los aposentos dirigidos a nuestro clan estén preparados para nuestra llegada.

Si pudieran, los guardias ya estarían vitoreando en coro, tomarían licor de loto en honor a su líder. Ya qué importaba si el viejo chivo seguía incordiando, nada podía ser peor que enfrentarse a una conversación de Sandu Senshou y su lengua afilada. Y no tendrían que limpiar la sangre del suelo, eso ya era un gran logro.

-Cla...claro, Líder Jiang, sus deseos serán transmitidos a nuestro Líder. -El viejo hombre se atoró con su saliva y su reverencia lució bastante mediocre, pero no era algo que a Jiang Cheng le importara, es más, ya estaba algo harto de la infinidad de reverencias que había recibido y ni siquiera había pasado un sichen.

-¡Bueno! Cómo ya nos entendimos... -Por primera vez, desde que inició la discusión incómoda, el Líder se acomodó en su asiento, con la espada pegada al respaldo y con una expresión más afable, la cual si asustó un poco a los presentes a su alrededor. -por favor, preparen un par de habitaciones y la cena, hay que hacer que nuestros distinguidos invitados encuentren apacible su estancia.

Ok, eso ya comenzó a asustarlos, en sus mejores días el líder Jiang despacharía a ese par a una posada del pueblo cercano, y por el agravio jamás consideraría invitarlos, ni siquiera como invitados. Ok si, tal vez la desviación de Qi si había afectado más que la memoria del iracundo hombre.

La Araña salió de su estupor más rápido y con una reverencia, fue a hacer lo encomendado por su líder, eso sería un trabajo que el discípulo principal tendría que realizar. Pero desde el inicio de la reunión, decidió esfumarse, otro minuto más con el viejo Lan y se habría ido a ahogar al charco más cercano.

-Así será, agradecemos su hospitalidad, Líder Jiang. -De nueva cuenta, el eunuco Lan Feng, el emisario directo del Gran Maestro Lan, volvió a inclinarse, un poco más abajo de los noventa grados, al igual que el joven discípulo tras él, antes de ser guiados por uno de los guardias hacia la salida del salón de armas.

El viejo eunuco no dejó de rechinar los dientes, aun después de desaparecer de la vista del Líder de ese clan, y de sus sirvientes de poca monta. Vociferaba por una ofensa inexistente, por sentirse pisoteado y agraviado. Ningún ser ajeno al clan Lan debería tener conocimientos de sus costumbres, mucho menos para usarlos en su contra; y aun así, ese salvaje líder de quinta se había atrevido, SE HABÍA ATREVIDO, a pararse frente a él, y darle enseñanzas que no había pedido, pero que no podía refutar, no sin el apoyo de su propia gente.

Había llegado con la misión de hacer enojar al líder Jiang, sólo para hacer ver al Gran Maestro su error de tener a ese niño como un potencial aliado; pero sólo salió de ahí perdiendo cara, todo por culpa de su propia arrogancia, al creer los cuentos que se decían de ese hombre. No conocía al líder de Yunmeng Jiang, y había esperado ver a un hombre vicioso y ennegrecido por su mal karma, no a un joven apenas entrando en la adultez, que tuvo la fortuna de ser líder debido a la muerte de su padre.

Se encerró en la habitación que le fue asignada, sin siquiera aceptar los alimentos que estuvieron cuidadosamente preparados al gusto de los invitados,como si, una vez más, ese líder quisiera anteponerse a errores que se pudieran usar para el beneficio de los Lan.

Mientras tanto, el pequeño discípulo, que fue invisible en todo momento por mandato del viejo aquél; se sentía igual de agraviado, pero por razones diferentes. Podía ser joven, pero notaba ver una ofensa cuando la había, sobre todo si quien la cometía era alguien de su propio clan; pero, para su sorpresa, el Líder del clan Yunmeng Jiang, no sólo conocía sus costumbres y sus normas, sino que se comportó a la altura de un líder poderoso y digno, uno que sólo existía en los relatos de juglares que de vez en cuando escuchaba entre sus misiones. Aunque le temía al hombre y a su reputación, en su corazón nació un pequeña llama de admiración hacía el líder, pero aun no lo conocía bien del todo; muchos le habían dicho que el temible Sandu Senshou era un experto en cambiar emociones como las serpientes cambian de piel, que no era de fiar, porque podía apuñalarte por la espalda.

Y ante ese pensamiento funesto, el temor volvió a aflorar en su interior apagando la pequeña llama,y temblando salió de su habitación, rompiendo la regla del toque de queda. Y aunque, en cualquier caso habría ido por su castigo al regreso, se le había permitido un indulto, con un sólo fin... cumplir una misión importante que le había sido encomendado por su Líder.

Caminó un poco, debido a que desconocía los caminos de esa estancia, pues el río y los pasajes intrincados de madera no le hacían la tarea fácil de guiarse; pero los dioses le tuvieron indulgencia y a lo lejos notó una habitación más amplia, alumbrada por faroles color púrpura, y donde un par de guardias se alejaban de la entrada. Si el joven Lan pudiera ver sus rostros, había visto una preocupación que sin duda, le habría hecho considerar ignorar la misión, con tal de salvar su cuello.

Siguiendo su instinto, caminó por los puentes de forma silenciosa, y antes de darse cuenta ya estaba frente a la puerta de esa habitación tocando de forma firme. Y, bueno, no había tiempo para ser un cobarde.

-¡Ya les dije que voy a estar bien y... oh! - ¡Si, si había tiempo para ser un cobarde! Tan pronto como tocó la puerta, ésta se deslizó cual papel rasgado, revelando la presencia del líder con el cabello suelto y una nueva túnica para dormir, considerando que el tono de púrpura era mucho más pálido. No se veía para nada como un líder guardando la propiedad, entonces, ¿por qué lucía igual de aterrador?

-Lí... líder Jiang. Me disculpo... espero no importunar... -el pequeño Lan tembló y apenas si pudo lograr su impecable reverencia. Era demasiado joven como para lidiar con un líder de calibre como Sandu Senshou, no era justo ¿y si le cortaba el cuello? sería fácil ocultar su cadáver y...

-Son más de las 8, ¿está bien que estés despierto a esta hora? -El hombre habló con más extrañeza que enfado, su voz no tenía un timbre de molestia o algo que se le pareciera, pero no podía confiar en ello, ¿verdad?.. ¡¿verdad?!

El pequeño Lan se atrevió a levantar la mirada, pensó en las historias que contaban los mayores, sobre la bestia demoníaca que era en realidad el líder frente a él, que no dudaría en cortar su cabeza y aun así... Aun así, al verlo de nuevo, no imaginó ver cierta belleza en esas facciones afiladas y esos ojos púrpura y... no, el pobre chico agitó la cabeza con angustia bajo la atenta mirada de ese mortal líder, estaba aquí para realizar su misión.

Jiang Cheng casi rió sorprendido por la reacción tan fuera del lugar de ese muchacho, pero no estaba ya tan sorprendido como cuando abrió su puerta y lo vio parado afuera de sus aposentos. ¿Cómo sabía siquiera que podía encontrarlo ahí? Vestido de blanco, sin ninguna arruga en su traje, de alguna manera le pareció tierno, a diferencia del viejo aquel que cometió la ofensa de rechazar la comida preparada para ellos.

Evitó poner una expresión agria que le hiciera salir de su papel y de paso, que asustara al niño frente a él que tenía cierto rubor en sus mejillas.

¿Debería preguntarle sobre su salud?

-Mi... mi líder, el líder Lan quiere saber la respuesta a la carta extraoficial que le mandó en conjunto a la invitación. -El joven recompuso su reverencia y habló lo más fuerte y claro que pudo por debajo de las manos de su túnica, no conocía el contenido del mensaje enviado, pero sabía que era importante dada la confidencialidad de la situación. -No tiene que escribir su respuesta, estoy aquí para hacerle llegar su mensaje.

Jiang Cheng miró con considerable interés al muchacho frente a él. Ahora las piezas se armaban y estaban teniendo cierto sentido para él.

Después de la incómoda audiencia con los invitados de Gusu Lan, Jiang Cheng, a hurtadillas y antes de que la Araña u otras personas pudieran volverlo a recluir en su habitación, logró colarse a la oficina del Sandu Senshou original en busca de la invitación a la conferencia. No fue difícil dar con ella, estaba abierta justo en medio de su escritorio, con otro papel de pergamino encima, ambos manchados de un líquido marrón que debió ser la sangre que Sandu Senshou escupió debido a la desviación, y que nadie limpió tal vez por miedo de entrometerse en ese recinto tan sagrado para su líder. No era quien para juzgar, también se habría asustado al ver esa escena.

Jiang Cheng levantó inicialmente, el pergamino de la invitación, pero el otro pergamino cayó justo a sus pies y lo tomó, sólo para descubrir que también estaba dirigido hacía el líder Jiang, solo que no habían sellos oficiales o algún indicio de ser una carta escrita por el gran líder Lan, tampoco estaba escrito en ese papel divinamente decorado y de un blanco impoluto, pues habían usado papel de pergamino común, o eso pensaba el joven quien decidió leer el contenido, total ya era el líder oficial, no estaba para que le ocultaran cosas.

Líder Jiang,

Escribo esta misiva en un tono diferente al acostumbrado para evitar levantar sospechas, me dirijo a usted con la intención de invitarlo a una audiencia privada en mi Hanshi, en cuanto termine la primera reunión de las tres que nos esperan en la conferencia. Aún tengo palabras hacia usted, atoradas en mi lengua porque no pueden quedarse en mi corazón.

Espero que, después de muchos años, aún me tengas en consideración.

Sinceramente.

Líder de la Secta Lan.

.

.

...

¿Osea cómo?

Jiang Cheng frunció el ceño ante lo confuso que resultó ser esa carta para él. Estaba claro que estaba escrito de una forma que tal vez, el Sandu Senshou original habría entendido y por ello, le había causado tanto agravio que le había provocado esa fulminante desviación de Qi. Pero el que estaba ahí era Jiang Cheng y por supuesto que no tenía ni puta idea qué pintaba toda esa situación y cuáles eran las verdaderas intenciones del Líder Lan Xichen.

Bueno, no era como si pudiera sospechar del intachable Primer Jade, sus opiniones hacia él era que era un personaje plano que sólo se dejó manipular por la situación, pero como tenía las ventajas del guión de personaje principal, siempre salía airoso de situaciones deshonrosas que pudieran poner en tela de juicio sus acciones. Pero, lo que si ponía a Jiang Cheng dudar, era la forma tan poco ortodoxa que Lan Xichen estaba comunicándose con el Líder Jiang. Eso sí había sido extraño, pero de igual forma...

-Díle a tu líder, que asistiré a su audiencia privada. -Sandu Senshou no le quitó la mirada de serpiente de su vista, parecía ser que sin importar la circunstancia, el hombre siempre estaría al acecho. El joven Lan, al tener su respuesta y a no querer tentar la paciencia de ese líder dio otra corta reverencia y deseándole las buenas noches decidió emprender el regreso a su habitación, cuando esa voz masculina y aterciopelada acarició sus oídos una vez más. -Este líder no escuchó el nombre del joven, y dudo que sólo sea un simple discípulo que vino a escoltar a un viejo eunuco.

-Oh, ¡Oh! si, es decir... -El chico regresó a su postura erguida, con las mejillas cada vez más rojas, volvió a inclinarse en señal de respeto hacia el desenfadado líder Jiang. -Me disculpo por mis modales, Líder Jiang, este se llama Lan An, soy parte del grupo de élite que el Líder Lan entrena personalmente.

Oh, un grupo de élite, eso era nuevo. En la novela no habían mencionado algo así, los Lan entrenaban a sus discípulos como iguales y sin ninguna distinción honrando su muro de la disciplina, que prohibía actos de segregación deliberada. Pero, así como estaban las cosas, eso era lo último en lo que Jiang Cheng pensaría.

El discípulo Lan, Lan An, volvió a despedirse y desapareció detrás de otro edificio, alejándose de la zona prohibida para los visitantes. Mientras, Jiang Cheng se quedó mirando hacía la nada, escuchaba el murmullo del agua, el canto de los grillos y el croar de sus ranas, como una orquesta natural tocada sólo para que él pudiera escuchar.

Seguía pensando en la situación de esa carta, era como si el tan afable y transparente Líder Lan quisiera mantener oculto algo ¿pero de qué había que ocultarse? Sandu Senshou aún no había perdido cara en esta etapa de la novela como para que su imagen fuera considerada un agravio para los demás clanes. Tal vez podría tratarse de alguna alianza que debía mantenerse con total discreción, sólo podía tratarse de eso ya que, como todo buen Gary Stu, el Líder Lan podía percibir cualquier amenaza y anteponerse a ella a una velocidad e inteligencia más allá de la comprensión mortal.

Pero, de igual manera, hasta no estar totalmente seguro iría a esa reunión, y saldría de la duda.

-¡LÍDER JIANG!... ¡¿QUIEN LE DIO PERMISO DE SALIR DE SU HABITACIÓN?! ¡¿Y QUIEN LE DIO AUTORIZACIÓN PARA VIAJAR?!

...

Si es que sobrevivía a la ira de la malvada sanadora Yu Zhan.

🐍🐍💜💜🐍🐍

Advertencia: este capítulo no está editado porque lo saqué a base del vómito cerebral que me dio al imaginarme toda la situación, en los siguientes días lo editaré.

Mientras tanto disfruten de Jiang Cheng medio OOC porque recordemos que fue a terapia y que ahora actúa de forma más libre al no tener ciertas cadenas cofcof familia cofcof reteniendo su alas uwu. Es un capítulo que puede que no diga mucho, pero aquí quiero sentar las bases de cómo se percibe al Sandu Senshou original tanto la gente del clan como los que son ajenos a ellos; de igual forma podemos ver como las historias y rumores distorsionan los comportamientos de personajes secundarios y como la realidad les da las bofetadas de sus vidas en caso del viejo Lan Feng o un posible despertar sexual como es el caso de Lan An.

Como sea, en esta historia Jiang Cheng dejará fans a su paso y ni cuenta se va a dar de los malentendidos que va a ocasionar.

Perdonen que Jingyi no ha salido mucho, pero el próximo capítulo se tratará sólo de él y de la relación que tenía con el Sandu Senshou original, porqué lo protegen tanto los discípulos y guardas, y porqué le prohibieron las visitas a Jiang Cheng. Tampoco tendrán que esperar mucho para descubrir el significado de la carta de Lan Xichen peeeero, ya se pueden dar una idea ( ͡° ͜ʖ ͡°).

Otro dato, la terapia con enfoque integral que se menciona es aquella que combina distintos métodos buscando la mejora de la salud mental con el fin de darle una atención más personalizada al paciente. En mi caso, mi psiquiatra utiliza este enfoque con métodos farmacológicos y psicoterapeuticos que mejor se me acomodaron, a resumidas cuentas empecé con medicamentos junto con sesiones de terapia donde nos enfocamos en revisar comportamientos que pueden tener un origen traumático a lo largo de mi vida. Ahora ya sólo voy a terapias pero han servido, me imaginé a Jiang Cheng en sus terapias uwu llorando y conforme pasaba el tiempo comprendiendo mejor todo y descubriendo que nada era su culpa.

Eeeen fin, si necesitan busquen ayuda y cuando la encuentren procuren que sea una con la que se sientan a gusto. (づ ᴗ _ᴗ)づ♡

Les quiero mucho y agradezco infinitamente la buena recepción a este fic ٩(ˊᗜˋ*)و ♡ tengan un lindo inicio de semana.

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